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martes, 30 de junio de 2015

Faustino Rico Toro El Chicheño EN EL PRIMER ATAQUE AÉREO EN LA GUERRA DEL CHACO


Piloto de caza, Cap. Faustino Rico Toro, nacido en Tupiza, en solitaria misión de ataque sorprendió a las tropas paraguayas en 1928, además, junto a su instructor el francés Henrry Lemaitre, protagonizó el primer vue-lo nocturno en Bolivia. (Foto Acervo-FAB). GALERÍA(4)
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Antenor Fernández Yañez

El repentino rugir del Fokker CVC, al mando del piloto de caza, Tte. Av. Faustino Rico Toro, rompió el silen-cio en la llanura chaqueña, el observador y artillero My. Alfredo Santalla, disparó ráfa-gas de ametralladora, los proyectiles lev-antaban polvo en el arenal, mientras los defensores de las trincheras paraguayas, despavoridos buscaban protección bajo los quebrachos y toborochis.

La sorpresiva incursión por un caza boli-viano, se produjo el 15 de diciembre de 1928, sobre las posiciones enemigas de Bahía Negra, Galpón y Patria, constituyén-dose en EL PRIMER ATAQUE AÉREO, preámbulo de la Guerra del Chaco prota-gonizado por el piloto chicheño Faustino Rico Toro.

La Quinta División del Ejército, le asignó la misión a Rico Toro, hostilizar a los forti-nes paraguayos, en represalia al artero ataque al Fortín boliviano Vanguardia.

Casi, rozando las copas de los arboles, con sus planos, el caza boliviano Fokker, hizo varios pasajes, aunque sus bombas lanzadas sobre el objetivo enemigo, no explotaron, al parecer, un súbdito francés que había alistado el avión con los arme-ros para esa misión sorpresa en la pista de Puerto Suárez incurrió en un acto de sa-botaje, restando poder de fuego del Fokker boliviano.

CAUSÓ SORPRESA Y PÁNICO

Como un fantasma, en el estilo de sus antepasados, Rico Toro “el Jinete del Cie-lo”, montado en su caballo de acero, con el poderoso rugido del motor de su aeronave sorprendió a “los pilas”, causando estra-gos y pánico en un concentración de tro-pas paraguayas, luego emprendió el retor-no al galope a su base desapareciendo en la lejanía.

Rico Toro, fue el primer aviador que in-tervino en acción de guerra, fue ascendido al grado de capitán, además de recibir va-rias condecoraciones por su audaz inter-vensión en el sudeste.

Esta acción, en la evolución del enfren-tamiento permitió al Ejército Boliviano, re-tomar los fortines Mariscal López y Boque-rón, en este último punto estratégico del escenario bélico, el Gral. Marzana, junto a un puñado de soldados, casi desfallecien-tes por falta de agua y alimentos, escribió la página más gloriosa de la Guerra del Chaco (1932-1935), pese a estar rodeados por el enemigo, los bravos bolivianos resistieron hasta el final sacrificando sus vidas al servicio de su Patria.

La revista Nuevos Horizontes de EL DIARIO, reproduce este episodio revela-dor de la Guerra del Chaco, siendo su protagonista el aviador Rico Toro, evocada por Ramiro Molina Alanes, Académico de Número de la Academia de Historia Militar, al recordarse los 80 años de su caída en El Alto, publicada en la edición 135 de Actua-lidad Aeronáutica de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

La Fuerza Aérea en campaña, con 40 aeronaves, sus tripulaciones, observado-res y técnicos, cumplió 20.000 misiones, en sus salidas completó 60.000 horas de vuelo desde el amanecer hasta el atarde-cer, un avión de combate en cada jornada realizó hasta seis salidas, para cobertura de apoyo a las tropas en tierra, librando decisivos combates frente a la aviación enemiga.

CAZADOR AUDAZ

Faustino Rico Toro, nació en Tupiza (Sud Chichas) el 15 de febrero de 1905, sus padres fueron el Tcnl. José Antonio Rico y su madre doña Teresa Toro.

Muy joven ingresó al Colegio Militar del Ejercito, egresando de ese instituto en 1924, con el grado de Subteniente de Artillería; dos años después se incorporó a la Escuela Militar de Aviación de El Alto (la Paz) hizo el curso de pilotaje básico y avanzado.

Descendiente de los le-gendarios guerreros chi-cheños, Rico Toro, estaba predestinado para cumplir las más arriesgadas misio-nes en la aviación de esa época, tal es así que su instructor de vuelo, el fran-cés Henrry Lemaitre, le de-signó su co-piloto para rea-lizar EL PRIMER VUELO NOCTURNO EN BOLIVIA, que se produjo con éxito el 19 de diciembre de 1926.

Este episodio, fue objeto de elogiosos comentarios de la opinión pública que vio con asombro el destello de las luces de la aeronave “Breguett” XIX que evolucionaba en el oscuro cielo pace-ño, haciendo rugir su motor propulsor, fue todo un acontecimiento noticiero en aque-lla época.

Tras cumplir satisfactoriamente los cur-sos de pilotaje elemental y de combate, el Tte. José P. Cohelo y el Sbtte. Faustino Ri-co Toro, recibieron sus brevets de pilotos militares del entonces Presidente de la Re-pública Dr. Hernando Siles en ceremonia efectuada en la Escuela Militar de Aviación de El Alto, el 29 de marzo de 1927.

Ya soplaban vientos de guerra en los arenales del Chaco Boliviano-Paraguayo, 19 meses después el chicheño Rico Toro, se convirtió en el primer aviador boliviano que intervino en acción internacional de guerra en defensa de su Patria.

VUELO A LA ETERNIDAD

Pero, el destino truncó la vida del joven aviador, por cuanto en la aciaga jornada del 7 de abril de 1932, cuando ejecutaba maniobras acrobáticas en el aire, caracte-rísticas de los pilotos de caza, la aeronave Vickers Scout que tripulaba, al parecer tuvo una “plantada de motor”, sin control y en picada se estrelló contra el suelo oca-sionando el deceso de Rico Toro, una pér-dida irreparable para Bolivia.

Semblanza corta, pero, con una merito-ria trayectoria de Rico Toro, confirma el temple guerrero de los bravos del Sur, la legendaria y GLORIOSA CABALLERÍA CHICHEÑA, que combatió durante 15 A-ÑOS EN LOS CAMPOS DE BATALLA en la Guerra de la Independencia (1810-1825).

El contingente al mando del Cnl. Carlos Medinaceli, aplastó al último reducto espa-ñol comandado por el realista Pedro Anto-nio Olañeta, en Patirana-Tumusla el 1 de abril de 1825, en esta histórica planicie, NACIÓ BOLIVIA a la vida libre e indepen-diente con el sudor y sangre de la valerosa CABALLERÍA CHICHEÑA. Se aproxima el Bicentenario de esta magna fecha, Tumus-la, verdadero baluarte de la emancipación de nuestra Patria amada.

Años después, ante la invasión chilena POR ASALTO ARMADO y ocupación de nuestros puertos marítimos, 70 francotira-dores en su mayoría chicheños al mando del Cnl. Rufino Carrasco, el bravo taline-ño, derrotaron a una columna del Ejercito chileno en el cañadón de Tambillo en la madrugada del 5 de diciembre de 1879, esta hazaña y memorable victoria fue ocul-tada en forma deliberada por los historia-dores chilenófilos. (Rev. N. Horizontes Nº 1.008-2012)

En una ocasión, el ex Presidente Hugo Banzer Suárez expresó: “El valor del sol-dado chicheño está comprobado por su lealtad y coraje, está considerado como EL MEJOR SOLDADO DEL EJÉRCITO BOLI-VIANO” (La Gaceta del Sur-Potosí - 7 - XI-1988).

HOMENAJE A LOS BRAVOS GUERRE-ROS

En un noble gesto de homenaje al valor de los soldados chicheños que marcharon VOLUNTARIOS con sus propios caballos para defender el oro negro en la Guerra del Chaco, desde hace varios años la U.E. “7 de Noviembre” de Tupiza, incorporó una llamativa columna de niños “Los Colora-dos de Bolivia”, que hacen su presentación en los actos cívicos luciendo orgullosos y con gallardía el glorioso uniforme de los soldados que combatieron y defendieron los hidrocarburos en el Chaco Boreal, hoy pilar esencial de la economía nacional.

Pese a la destacada trayectoria exhibida por los bravos CHICHEÑOS, mujeres y hombres del Sur, que contribuyeron con esfuerzo y sangre al nacimiento de Bolivia, persiste la indiferencia de los poderes del Estado, es notoria la falta de atención a las múltiples necesidades de los históricos pueblos del Sur.

Los Senadores, Diputados, Asambleis-tas, del Sur nunca hicieron prevalecer los LEGÍTIMOS DERECHOS DE LA GRAN REGIÓN DE LOS CHICHAS, logrados con sacrificio en su brillante historial, con la sangre de sus héroes anónimos. Los oca-sionales líderes de estas provincias del Sur, impulsaron confrontaciones regiona-les innecesarias, esos disociadores lleva-ron al descalabro a la Gran Región de Los Chichas, ni siquiera está re-conocida como “Nación” en la nueva Constitución Políti-ca del Estado Plurinacional.

La raza guerrera del Sur, jinetes a caballo, armados de lanzas y machetes, llevando ojotas, poncho rojo y som-brero blanco alón emergió de: Villazón, Tupiza, Cotagai-ta, Vitichi, Atocha, Tumusla, Nazareno, Vichacla, Tambi-llo, San Miguel, Cornaca, Pa-lala, Talina, Estarca, Moraya, Esmoraca, Totora, Mojo, Santa Catalina, Los Lipez, Calcha, Quiriza, Quechisla, Pampa Grande, Palquiza, Lampaya, Selocha, Suipa-cha, San Joaquin, Oploca, Almona, Ramadas, entre otros humildes y dignos pue- blos, además de otros en territorio argentino como: Ya-vi, Catamarca, Casabindo, Humahuaca, Jujuy, que des-de tiempos remotos forman parte de la Gran Región de Los Chichas.

Estos históricos pueblos asentados en varios ecosistemas, necesitan mejores condiciones de vida con agua potable, energía eléctrica, caminos, agua para rie-go, viviendas, institutos de formación pro-fesional y fundamentalmente hospitales de tercer nivel para preservar el valioso capi-tal humano de Los Chichas.

Se pregona convertir a Bolivia en el Cen-tro Energético de Sudamérica, sin embar-go, el Proyecto Múltiple de AJNAPA en la cuenca alta del río San Juan del Oro, (Tur-binas Hidroeléctricas, agua para riego, pis-cicultura y otros beneficios) que tiene in-clusive rótulo de ley de “prioridad nacio- nal”, fue archivado por la negligencia de los mismos chicheños que no piensan en el bienestar de las futuras generaciones y el desarrollo integral del Sur.

El legado del Cap. Faustino Rico Toro, es un ejemplo de la capacidad, trabajo y sa-crificio al servicio de la Patria, los chiche-ños deben recuperar y fortalecer su IDEN-TIDAD respetar y enaltecer a sus próceres y hacer un compromiso serio de INTE-GRACION, erradicar el dañino regionalis-mo, TRABAJAR UNIDOS por el bienestar de la Gran Región de Los Chichas

(Antenor Fernández Yañez

Cel. 73041229).

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