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jueves, 28 de julio de 2016

El cuadro que revela cómo fue el cerco a La Paz en 1781

Han pasado 235 años desde que miles de indígenas, liderados por Túpac Katari (Julián Apaza), el 13 de marzo de 1781, tendieron el cerco alrededor de Nuestra Señora de La Paz que se prolongó por 11 meses, aterrorizando a sus más o menos 11.000 habitantes, en su mayoría españoles.

El hecho es uno de los más documentados en la historia de la Colonia en Bolivia porque el autor, Túpac Katari, fue enjuiciado por sus actos y condenado a muerte. El historiador Fernando Cajías afirma que en el Archivo de Indias, en España, hay más de 3.000 documentos que testimonian y describen el acontecimiento. Pero en La Paz, donde se vivió día a día el cerco, queda un testimonio contundente: el cuadro pintado por Florentino Olivares en 1888.

"El cuadro muestra a detalle la ciudad cercada y cómo se realizó la defensa por parte de los soldados españoles. Se ve los barrios de indios, San Pedro, San Sebastián, y El Alto completamente tomados, lo que demuestra el cerco. A los lados del cuadro se ve un franciscano colgado y a otros indígenas que corrieron la misma suerte”, explica el historiador Fernando Cajías.

Evidentemente, en el lienzo, los indígenas que cercaron Nuestra Señora de La Paz son representados por cientos de figuras diminutas que aparecen delante de las orillas del río Choqueyapu que separaban a la urbe española de los barrios de indios de San Pedro y San Sebastián . Las diminutas figuras se esparcen hacía arriba, hacia la cumbre de El Alto, hoy Ceja de El Alto.

También se ve cómo los indígenas tomaron los cinco puentes que los españoles usaban para cruzar los ríos que rodeaban la ciudad: Choqueyapu, Calchuni y Mejahuira.

La pintura muestra una especie de muralla que los conquistadores habrían elevado en el límite con la Caja de Agua (hoy plaza Riosihnio) para frenar el ingreso de los sublevados.

"La sublevación fue una lucha antifiscal, contra los tributos, repartos y la mita que imponían los españoles a los indígenas, pero fue, a la vez, contra los europeos y el campo contra la ciudad”, señala Fernando Cajías.

Desde el Killi Killi

El historiador Carlos Gerl explica que la pieza histórica "fue pintada al revés” y posiblemente desde el mirador de Killi Killi que, de acuerdo a algunas versiones históricas, fue el cuartel general de Túpac Katari, desde donde comandó el cerco durante los 11 meses.

"El norte está abajo. Es un plano invertido de la ciudad y retrata la situación del cerco, muestra los muros y cómo los cinco puentes de la ciudad estaban tomados. El cuadro retrata la situación dramática en la que quedaron los españoles, que habitaban separados de los barrios de indios”, dice el investigador.

Para Gerl, el lienzo fue mandado a hacer para dejar testimonio del hecho, que llenó de caos y terror la entonces pequeña ciudad española.

El historiador cita los escritos de Diez de Medina, una español acaudalado que habitaba en plena plaza Murillo -en la casona sobre la calle Comercio, que hoy es el Museo Nacional de Arte- donde se lee "el horror que vivieron los españoles”.

"Se lee el caso de un señor de apellido Murillo que salió de los límites de la ciudad con el intento de volar el cerco indígena, pero que fue capturado.

El testimonio dice que los indígenas le rompieron las extremidades superiores e inferiores y que así lo subieron sobre el lomo de una bestia y lo enviaron de nuevo a la ciudad, lo que causó mayor indignación y pavor entre los sitiados”, relata.

"El cerco fue lapidario. Existen testimonios incluso de canivalismo, como el de una familia de españoles que se comió a uno de los hijos después de que éste murió. Otros terminaron alimentándose de carne de mula y hasta de petacas de cuero seco”, añade.

El cerco

"El 13 de marzo, los vecinos españoles vieron aterrados cómo, al son de los pututus y gritos de gue rra, las tropas indígenas descendían a paso apresurado por la cumbre de El Alto, hoy conocida como la ciudad de El Alto. Poco a poco fueron copando los caminos que venían desde el altiplano hasta la ciudad española, rodeándola completamente”, se lee en el artículo "Killi Killi cuartel de Túpac Katari” del historiador Randy Chávez.

El cuadro

El cuadro de Florentino Olivares que plasmó el cerco a La Paz de 1781 es hoy uno de los tesoros más resguardados por la Alcaldía de La Paz. De acuerdo a la información que tiene el lienzo, este fue pintado en 1888. Se encuentra en exhibición en la planta alta del Museo Municipal Casa de Murillo, en la sala de conspiración y despacho.



Desdel el Killi Killi, 11 meses de asedio a los españoles

Cerco El 13 de marzo de 1781, los españoles asentados en Nuestra Señora de La Paz vieron aterrados cómo, al son de los pututus y gritos de guerra, tropas de indígenas descendían por la cumbre de El Alto.
Control Cuando tuvo información de que el cerco estaba instalado, Túpac Katari se dirigió al mirador de Killi Killi para dominar desde allí el cerco.
Controlados El 1 de julio de 1871, después de 109 días de cerco, los españoles lograron vencer el sitio indígena y retomar el control de la ciudad.
Segundo sitio Después de 40 días los indígenas de Katari volvieron a cercar la ciudad. Aparecieron nuevamente por el Calvario y por el campo de Soqueri (Santa Bárbara) y disparando algunos fusiles.
Fin de la rebelión El segundo cerco se prolongó por 64 días, hasta que llegaron tropas del teniente coronel José Reseguín, que rompieron el segundo sitio y dio fin a la rebelión.


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