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lunes, 7 de agosto de 2017

Primeras monedas bolivianas

Luego de firmada el acta de la independencia, el 6 de agosto de 1825, en el campo de la Numismática, la Asamblea General, el 17 de agosto, sancionó una Ley estableciendo las características peso y fino de las monedas del nuevo estado.

Se establecía, que las monedas de plata tendrían la denominación de soles, con las siguientes características: en el anverso, el cerro de Potosí y un sol naciente sobre su cima. En el reverso, en el centro el Árbol de la Libertad y a sus pies dos alpacas sentadas y enfrentadas. Las monedas de oro, tendrían el mismo anverso que las de plata. En el reverso se ubicaría el escudo de armas de la República, con dos banderas a cada flanco y trofeos militares al pie.

La ley anteriormente citada nunca se puso en práctica, por diversos motivos, por ello, luego de interminables y largas discusiones en la Asamblea, finalmente fue modificada por otra Ley del 10 de julio de 1826, que disponía que las monedas de oro y plata lleven respectivamente en su anverso, las imágenes del Libertador y el Gran Mariscal de Ayacucho. Mientras, se continuaba acuñando monedas de plata con el busto de Fernando VII y la fecha de 1825.

Al recibir Sucre este proyecto para su sanción, en carta a Bolívar le expresa que iba a vetarlo, por no estar de acuerdo en que su busto apareciera en las monedas de plata por considerar que era demasiado premio por sus servicios prestados a la patria.

Cumpliendo su promesa, Sucre sugirió a los asambleístas que quitaran su retrato y lo reemplazaran por el del Libertador, como en las monedas de oro. Las discrepancias continuaron en el Congreso hasta noviembre de 1826, sin llegar a un acuerdo.

Ante ese panorama y considerando que las nuevas monedas debían acuñarse a partir de 1º de enero de 1827, Sucre, envió un nuevo proyecto al Congreso, que fue aprobado sin modificaciones el 14 de noviembre y sancionado por el presidente el 20, disponía emitir desde el 1 de enero monedas de oro y plata con el peso, ley y diámetro decretados por Asamblea General del 17 de Agosto de 1825.

En las piezas de plata, en el anverso, luciría el busto del Libertador a la heroica circundado con la leyenda “Libre por la Constitución” y al pie de su busto, “Bolívar”. El reverso, llevaría los mismos emblemas, pero rodeados de la inscripción “República Boliviana”. Las monedas de oro, en el anverso, el retrato del Libertador, y en el reverso, las armas de la República.

Todas las piezas ostentarían en el canto la inscripción “Ayacucho: Sucre: Mil ochocientos veinticuatro”.

Recibida la ley en Potosí el 16 de noviembre, el refecto, León Galindo la envió al contador de la Casa de Moneda. El talla mayor, Pedro Venavides, dedicó todo su esfuerzo para terminar el primer diseño de la moneda independiente, que tuvo observaciones realizadas por el Mariscal Sucre a través del prefecto hasta la aprobación del cuño con el busto del Libertador a la heroica y la inscripción “Bolívar” y embebida en la parte inferior del busto.

Para el 21 de diciembre, ya estaban listos los nuevos troqueles trabajados por Venavides y sus ayudantes.

Las monedas con los nuevos diseños fueron acuñadas y puestas en circulación a partir de febrero de 1827 en una cantidad de 1.599.000 ejemplares, con un peso de 27 gramos. Posteriormente se acuñaron piezas de 4, 2, 1 y ½ soles.

La acuñación de oro se concretó a partir de 1831.

Los ensayadores de las monedas acuñadas en Potosí de acuerdo con Arnaldo Cuñietti - Ferrando en 1825 y 1826 fueron: 1825 JL. Juan Palomo y Luís Aguilar, hasta el 12 de julio; 1825 JL. Juan Palomo y Leandro Ozio hasta el 31 de diciembre; 1825 JL. Juan Palomo y Leandro Ozio hasta marzo de 1826; 1825 J. Juan Palomo; 1825 JM. Juan Palomo y Miguel López, hasta diciembre de 1826 (con fecha 1825). 1826 No hubo acuñaciones con esta fecha.

Los ensayadores de las primeras monedas para Bolivia fueron: 1827 JM. Juan Palomo y Miguel López; y 1828 JM. Juan Palomo y Miguel López.

Finalmente, vale la pena comentar algunos aspectos de Juan Palomo y Sierra, Miguel López y Pedro Venavides.

El español, don Juan Palomo y Sierra, fue uno de los ensayadores más activos y antiguos de la ceca potosina, puesto que se desempeñó en ese oficio desde 1802 hasta diciembre de 1830 en que por su delicado estado de salud, pidió licencia para trasladarse y vivir en tierras más bajas, siendo sustituido “en comisión” por el ensayador segundo, don Luís de Aguilar.

Palomo retornó más tarde a su puesto de trabajo, pero debió nuevamente pedir licencia en octubre de 1831 para ausentarse al campo “afectado de una antigua afección de los pulmones”. No obstante, siguió firme en su puesto trabajando a conciencia hasta que el 16 de octubre de 1832. Falleció en Potosí el 30 de noviembre de ese año.

En cuanto a Miguel López, podemos indicar que en el año 1825, el ensayador Juan Palomo y Sierra, según informa el contador, Eustaquio Eguivar, tenía la vista “cansada para ejercer las delicadas operaciones de primer ensayador y si llega a enfermarse, será todo un afán para la Casa de Moneda ya que ninguna persona puede sustituir su falta”.

De tal manera, en marzo de 1826, las autoridades de la ceca nombraron como ayudante del ensayador a Miguel López, que hasta entonces se había desempeñado como teniente balanzario, señalando Eguivar “que este individuo ha sido colocado recientemente por resolución de 9 del corriente del Gran Mariscal de Ayacucho, en razón de ser el único inteligente y capaz de desempeñar el ensaye a falta de D. Juan Palomo, y que entre toda la lista de individuos que desean optar destinos, no hay uno que tenga ni la más leve idea de este arte, por lo que se hace preciso su conservación”.

Es así que a partir de enero de 1827, López pasó a sustituir a Luís de Aguilar como ensayador segundo, apareciendo su inicial en las primeras monedas independientes de Bolivia las iniciales JL.

Venavides nació en Chuquisaca el 22 de febrero de 1772, ingresó en 1789 como aprendiz en la oficina de talla de la Casa de Moneda de Potosí, bajo la dirección del talla mayor, Nicolás Moncayo, el joven aprendió rápidamente el oficio demostrando un gran talento para el grabado. En 1813, cuando el Ejército Auxiliar Argentino ingreso en Potosí, ya era oficial segundo, tenía 41 años. Y ante la ausencia de su jefe fue ascendido a talla mayor por autoridades argentinas y tuvo a su cargo la realización de las matrices de los cuños, para las monedas para las Provincias Unidas del Río de La Plata.

Como se comentó anteriormente, Venavides confeccionó los cuños de las primeras monedas bolivianas, murió en Potosí rodeado de sus familiares, el 11 de agosto de 1837, a sus 65 años.

De esa manera, en la recordación del 192 aniversario de Bolivia damos a conocer algunos aspectos invalorables del aporte de Potosí y de la Casa de Moneda en la consolidación de la República de Bolivia en el campo de la economía y la numismática.


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