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miércoles, 7 de diciembre de 2016

La mujer en la revolución en el Río de la Plata



La doctora en Historia Ana Frega, parte del equipo de investigadores sobre la “Crisis revolucionaria y procesos de construcción estatal en el Río de la Plata”, dice que las mujeres tuvieron una participación viva en la revolución independentista, pero se invisibilizaron en la construcción del relato público porque, para sus contemporáneos, formaban parte de lo cotidiano.

Frega, de nacionalidad uruguaya, es docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad la República del Uruguay, estuvo en Sucre participando de un intercambio académico de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, que promueve que los estudiantes y docentes que forman parte de esa asociación puedan conocer otras realidades universitarias y sociales.

El intercambio

Frega dice a ECOS que esa actividad es fundamental porque el conocimiento ya no puede limitarse solo a los estados-nación, sino tiene que enriquecerse con redes que vinculen a investigadores de distintos lugares. Además, considera importante para los estudiantes conocer comunidades académicas diferentes. “Sería bueno que el intercambio sea una asignatura más para la formación de los estudiantes”, opina.

Remarca que se debería fortalecer el intercambio académico entre todas las universidades públicas que forman parte del Grupo Montevideo (Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia).

“En mi caso, yo trabajo desde hace mucho tiempo en el periodo de la emancipación y trabajar en el Río de la Plata, sin poder acceder a la historiografía sobre la emancipación en Bolivia, era una carencia seria. Pero en los pocos días que estuve en Sucre pude conversar con los colegas, ver qué bibliografía se publicó y también conocer el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), que es una de las casas que tenemos los investigadores”, comenta.

Frega participó en el II Congreso Internacional de Historia “Gunnar Mendoza Loza”, y en los actos de conmemoración por el décimo aniversario de la Carrera de Historia de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.

Se lleva una impresión positiva de la Carrera de Historia porque vio que es joven, tiene una gran perspectiva y muchos proyectos que buscan afirmar la meta de la investigación, una de las fortalezas para la formación.

La investigación

Frega es profesora de Historia y una apasionada de la investigación, a la que comenzó a dedicarse en el Centro Latinoamericano de Economía Humana, en plena época de la dictadura civil militar, cuando la universidad pública estaba intervenida y sin embargo, “los centros privados de investigación sobrevivían y eran como un aire fresco para formarse en esa área”.

Recuerda que cuando se restableció la democracia no solo se concentró en la docencia sino también en la investigación. Así terminó una licenciatura en Ciencias de la Educación e hizo un posgrado en Uruguay, en temas de Historia Económica y Social en América Latina. Después, hizo su doctorado en Buenos Aires.

En ese tránsito cambió su tema de investigación sobre el siglo XX, retrocediendo al final del siglo XVIII y el inicio del XIX. Suma dos décadas de especialización en ese periodo, en la crisis revolucionaria y los procesos de edificación de nuevas repúblicas.

Su investigación

Para su investigación, Frega no solo se concentró en el Uruguay: amplió su horizonte a la región del Río de la Plata. “Desde mi perspectiva, es necesario recuperar el carácter contingente y abierto de este periodo”, comenta.

Además, el hecho de tener dos directores de tesis, uno en Argentina y el otro en Uruguay, le permitió abrir la mirada a un periodo en el que su país era una zona de frontera entre Brasil y Argentina. Ahí comenzó a trabajar con temas de historia política como el federalismo, el confederacionismo, el centralismo y de qué manera se fueron organizando los sujetos soberanos que surgieron a partir de la revolución.

Frega dice que primero se centró en la década de 1810, en la figura y la expansión de las ideas de José Artigas en el litoral platense, en las provincias argentinas de Entre Ríos, Córdoba, Misiones y Santa Fe. Luego fue viendo los aspectos políticos y sociales, analizando cómo se sintió la revolución en los pequeños poblados y distintos grupos sociales; vio que la gente tenía que seguir con su vida cotidiana, procurando el alimento o casándose aunque se estuviera en guerra, porque era cotidiano.

“Después me di cuenta de que el corte de 1820 no fue bueno cuando José Artigas es derrotado y exiliado al Paraguay hasta su muerte (30 años). Ese corte no fue bueno porque el proceso continuó; entonces, junto con el grupo de investigadores del departamento de historia del Uruguay, incursionamos en la década de 1820 aplicando los mismos esquemas metodológicos que utilizamos en la década de 1810.

Ahora hay varias tesis de doctorado que están tratando de ver con una visión más general, para poder llegar a conclusiones más ricas de las que se tenía antes. Esa es una de las líneas de investigación”, agrega.

Frega explica a ECOS que otra línea de investigación que desarrolló tiene relación con lo conceptual o la historia social de los conceptos. Examinó que en el periodo de cambios también empezó a variar el significado de las palabras; por ejemplo, “emancipación” existía en el Derecho Privado, cuando el padre otorgaba la mayoría de edad al hijo, o cuando el amo le daba la libertad al esclavo; pero en ese vocablo siempre había un poder que habilitaba al otro.

“Pero cuando estudiamos el movimiento de la emancipación, vimos que no es el rey el que tiene el poder de emancipar sino que se emancipa; entonces, lo que cambia es el sujeto que lo va a utilizar. Ese tipo de aspectos son interesantes porque nos encontramos con muchas palabras que hoy tienen significados diferentes”, sostiene.

La tercera línea de investigación tiene que ver con la construcción social del espacio, que considera el tema de las fronteras y de los límites, no solo internacionales sino también del interior; para saber cómo se organizan, si son departamentos o provincias porque cada una de esas formas habla de una competencia por el poder y el control de los recursos del territorio.

La mujer en la revolución

Las mujeres siempre (antes, durante y después) estuvieron presentes en la revolución en el Río de la Plata, en los dos bandos enfrentados: criollos y peninsulares.

Algunos escritos las mencionan cumpliendo determinados roles, como canal de comunicación, de espionaje o de inteligencia, llevando y trayendo noticias; algunas reclutaron gente y acompañaron a los ejércitos, atendiendo en el área de salud, alimentación o servicio sexual.

“No hay tanta referencia sobre si las mujeres participaron en la batalla luchando, pero es seguro que algunas lo hicieron”, asegura Frega. Según la historiadora uruguaya, es un detalle que quedó en las memorias de un militar que escribía sobre la revolución en la Banda Oriental del Uruguay, una fuente muy usada desde hace 60 años.

Sin embargo, nadie reparó cuando ese militar escribió: “María, la correntina, les decía que no fueran cobardes y que tenían que seguir peleando…”. Al respecto, Frega pregunta: “¿Quién era María, la correntina? Uno tiene que formularse esa pregunta para que las mujeres aparezcan”.

“A ese militar no le llamó la atención que haya habido una mujer en el campo de batalla, pero desde el momento en que se formulan las preguntas, las fuentes recién empiezan a mostrar su presencia. Lo que pasa es que las mujeres siempre se destacaron, pero no fueron recogidas por la historia”, señala.

También se menciona a las mujeres y su rol en el área rural y en la población capital de Montevideo. A las mujeres de los comerciantes y estancieros españoles leales a la Corona que fueron derrotados y huyeron a otras latitudes quedándose ellas solas, a cargo de sus casas y familias, en una situación de mucha inestabilidad porque no se sabía qué iba a pasar al día siguiente.

Invisibilizadas

Frega dice que las mujeres tuvieron una participación viva pero se invisibilizaron en la construcción del relato público, porque para sus contemporáneos formaban parte de lo cotidiano. Después, cuando la Historia elabora el relato sobre la nación, los militares y miembros de la élite tienen el rol principal.

“A veces la historiografía se vale de indicios, porque no siempre se puede tener toda la documentación. Pero los indicios permiten seguir buscando y abrir un espacio de indagatoria que se irá llenando a lo largo de mucho tiempo, así se permite asegurar una presencia que de otra manera no se conocería…”, sentencia la investigadora uruguaya. •

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