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miércoles, 20 de diciembre de 2017

Nicolás Avellaneda Presidente argentino hizo estudios primarios en Tupiza

Nicolás, sólo tenía seis años, junto a dos hermanos y su madre doña Dolo-res Silva y Zabaleta, llegó a Potosí, huyendo desde Tucumán en el verano de 1842, encontrando protección y refugio en Tupiza, (Sud Chichas). En Metán, su padre el doctor Marco Manuel de Avellaneda, había sido decapitado por las huestes del dictador Rosas,

Los sicarios de Rosas, decididos a exterminar a la familia Avellaneda, en tenaz persecución, llegaron a La Quiaca, cruzaron la frontera a Villazón, desde ahí a Tupiza. En gesto humanitario el sacerdote Faustino Rendón, escondió a la desesperada y atemorizada dama argentina y sus tres pequeños. El grupo criminal, trás fracasar en su cruel propósito y ante la actitud firme y hostil de la población tupiceña, retrocedió y optó por replegarse a su país.

Doña Dolores con sus hijos, vivió refugiada en la Parroquia durante varios años, las familias tupiceñas, muy solidarias le proporcionaron toda la ayuda posible; el pequeño Nicolás ingresó a una modesta escuela de Tupiza, recibió instrucción primaria, siendo su maestro don Prudencio Guillén, dicho establecimiento educativo estaba en la calle Sucre, frente a la casa del recordado escritor Eduardo Wilde.

“Nuevos Horizontes” de EL DIARIO, evoca el historial y trayectoria del Dr. Nicolás de Avellaneda, quién muy joven, en 1874, asumió el mando Presidencial de la República Argentina.

Los Rosembluth, Sotelo, Bertolini, Martinic, Eguía, Pantoja, Aramayo, Barco, Yañez de Montenegro, entre otros niños de abolengo y de diverso nivel social, fueron los compañeros de clases de Nicolás, quien desde un comienzo demostró afinidad, carisma y fundamentalmente afecto hacia los demás, dedicado al estudio compartía en el recreo los juegos propios de su edad.

El trompo, la pepitas o canicas, las onzitas (monedas vaciadas en plomo), los soldaditos “platillos” (tapa coronas de soda), entre otros juegos, eran el entretenimiento de los niños de esa época y Nicolás, era un chicheño más, estaba en la TIERRA DE GUERREROS, predestinado a emprender el camino a la consagración. Junto a sus amigos, en las tardes libres de otoño demostraba habilidad y destreza, desde el cerro contiguo a la Parroquia (Corazón de Jesús) lanzaba a lo alto sus “voladores” de papel seda, sin duda fueron años de infancia felíz para Nicolás.

A ESTUDIAR EN CÓRDOVA

En 1850, Nicolás retornó a su patria con su familia, muy emocionado y también triste se abrazó y despidió de sus amigos de Tupiza, a quienes consideraba sus “hermanos chicheños” se dirigió a Córdova, para realizar estudios superiores en Derecho, los mismos los concluyó en Buenos Aires en 1857.

A los 24 años de edad, muy joven, fue elegido diputado a la Legislatura de Buenos Aires, en 1862 ascendió a cargos muy altos; Parlamentario, jurisconsulto y periodista, en 1866 Ministro de Gobierno de la Provincia de Bue-nos Aires, luego Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública; en las elecciones generales, con el voto unánime de 10 provincias tomó el mando de la Nación Argentina.

TELÉGRAFO HASTA TUPIZA

Avelino Aramayo, oriundo de Moraya, (región de Los Chichas), próspero empresario Minero, en 1878 en ocasión de su paso a Londres por Buenos Aires, realizó una visita protocolar al Presidente Avellaneda.

El mandatario argentino en la conversación sostenida con Aramayo, emocionado preguntó por sus amigos de Tupiza, sus festividades, recordó sus excursiones, por Entre Ríos, Palala, Tambillo, trepando los cerros colorados, la campiña de Chajrahuasi, donde pescaban cangrejos, la Fiesta de Reyes, la adoración al niño Jesús en el pesebre de la Parroquia en Navidad y tantos otros pasajes de su niñéz.

Avellaneda, emocionado ponderó el gesto humanitario y agradeció a esa hospitalaria ciudad chicheña por haber salvado a su familia de la sañuda persecución política, y fundamentalmente, por haber recibido una sólida educación primaria, factores esenciales que le permitieron realizar estudios superiores en la Universidad hasta graduarse como abogado e incursionar en la política para trabajar por el progreso de su país desde el cargo de Presidente de la República Argentina.

En un gesto de gratitud, el Presidente Avellaneda dio instrucciones a sus ministros para que el tendido del TELEGRAFO desde Buenos Aires, a Jujuy y la Quiaca, fuera ampliado hasta Tupiza, de manera que la antigua ciudad chicheña quedó incorporada a esta red de comunicación internacional.

El servicio telegráfico hasta Tupiza, fue inaugurado el 14 de febrero de 1879, ante el júbilo y alegría no solo en Tupiza, también de poblaciones circundantes que pasaban a formar parte de este medio de comunicación rá-pido y novedoso para esa época, como lo es hoy el Internet.

Empero, esa jornada quedaría marcada por los días trágicos que se avecinaban para Bolivia, los buques de guerra de la armada chilena: Cochrane, O’ Higgins y el Blanco Encalada con salvas de sus cañones, arribaron y fondearon en el puerto boliviano de Antofagasta, desembarcando 200 soldados bien armados to-mando por asalto las instituciones públicas, dan-do inicio a la ocupación de los puertos marítimos y despojo del Litoral Boliviano.

Bolivia, no solo fue despojada de su salida soberana al oceano Pacífico, sino del yacimiento minero de Chuquicamata, EL MAS GRANDE RESERVORIO DE COBRE DEL MUNDO que hasta hoy le genera millonarios ingresos a las arcas del Estado chileno, cuyos dividendos le permiten adquirir moderno material bélico de sus aliados: Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.

UN ASALTO AL ESTILO FAR WEST

El 4 de noviembre de 1908 se produjo el célebre asalto a la Remesa de la Compañía Aramayo Mines en Salo, (norte de Tupiza) en el sector conocido como “Waca Huañusca”, (vaca muerta) protagonizada por Robert Leroy Parker “Butch Cassidy” y Harry Alonso Longabahugh “Sundance Kid”, súbditos norteamericanos que se apoderaron de un botín, reduciendo al cajero y administrador de la mina “Guadalupe”.

La noticia del atraco y posterior muerte de los dos pistoleros norteamericanos en San Vicente corrió como reguero de pólvora por todo el continente y periódicos de Buenos Aires, la noticia fue difundida en detalle y con ribetes sensacionales por los medios de comunicación argentinos en virtud al TELEGRAFO que conectaba a Tupiza con la Argentina.

El Dr. Nicolás de Avellaneda, nació el 3 de octubre de 1837 en San Miguel de Tucumán, hizo estudios primarios en Tupiza, fue proclamado Presidente de la República Argentina (1874 - 80), luego confrontó una penosa y prolongada enfermedad, fue tratado en Paris-Francia, en el viaje de retorno y faltando tres días para atracar en el puerto de Buenos Aires a bordo del vapor “Congo” agonizó en los brazos de su esposa y rodeado de sus hijas, falleció el 25 de noviembre de 1885.

De brillante trayectoria, como escritor, estadista, abogado y periodista, el Dr. Nicolás de Avellaneda, dejó un hermoso legado a su Patria y antes de exhalar su último suspiro afirmó “Muero tranquilo, porque nunca he manchado mis manos, nada dejo para mis hijos, sino la honradez y ejemplo de mi vida”.

La Gran Región de Los Chichas conserva episodios poco difundidos, desde la Guerra de la Independencia (1810-1825), Guerra del Pacífico (1879) y Guerra del Chaco (1932-1935), donde resalta con nitidez el accionar combativo de los bravos guerreros del sur, indómitos integrantes de la legendaria Caballería Chicheña.

CENTENARIO DE LA ESCUELA “7 DE NOVIEMBRE” DE TUPIZA

En el historial del sistema educativo de la Gran Región de Los Chichas, sobresale con letras do-radas la brillante trayectoria de la Escuela Fiscal de Niños “7 de Noviembre”, cuyos fundadores adoptaron esa denominación en honor a la primera victoria libertaria del Alto Perú lograda por argentinos y chicheños en Suipacha, el 7 de no-viembre de 1810.

Este prestigioso plantel educativo, el 2018 celebrará su CENTENARIO DE FUNDACIÓN; meritorios maestros y maestras en el transcurso de diez décadas nutrieron de enseñanza sólida a miles de alumnos (as).

En la década del 60, un selecto grupo de educadores tuvo a su cargo el plan de enseñanza en diversas materias del ciclo primario destacándo los profesores: Sixto Echeverria, Maria Salinas, Mirtha Vargas, Ana Lehner, Luis Yañez; Juan Vargas, Daniel Laguna y otros. Corresponde a los Poderes del Estado, otorgar las máximas distinciones a la prestigiosa Escuela ”7 de Noviembre” de Tupiza en sus 100 años de profícua labor, y ser el crisol del saber en la Gran Región de Los Chichas”.

Antenor Fernández Yañez, WhatsApp 73041229

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Ley repone oficialmente a Sucre fecha de fundación



Una ley movió oficialmente la fecha de fundación de la Villa de la Plata, hoy Sucre, al 29 de septiembre de 1538. La Comisión de Organización Territorial del Estado y Autonomías de la Cámara de Diputados observó que hubo malas interpretaciones de anteriores historiadores que fijaban otra fecha.

En el tratamiento se aprobó el proyecto de Ley 023 que modifica la Ley 1147 del 13 de marzo de 1990, que en su artículo 1 declaraba fecha de fundación de la ciudad de Sucre, el 16 de abril de 1540.

En su exposición de motivos, la Comisión de Organización Territorial del Estado y Autonomías de la Cámara de Diputados sostuvo que la relación de hechos históricos muestran dos posiciones: la primera que indica que la fundación de la ciudad de Sucre fue realizada por Gonzalo Pizarro el 29 de septiembre de 1538; y la segunda según la cual dicha fundación fue protagonizada por Pedro Anzures el 16 de abril de 1540, “confusión a la que se llegó debido a malas interpretaciones y distintas versiones de antiguos historiadores”, señala la nota de prensa de la Cámara de Diputados.

De igual manera, el informe de la Comisión señaló que para llegar a determinar el 29 de septiembre de 1538 como fecha de fundación de Sucre, recibió diversa documentación histórica, informes técnicos del Órgano Ejecutivo y otras instituciones respecto al proyecto de Ley.

La modificación del artículo 2 de la Ley 1147 establece: “El Ministerio de Educación y el Ministerio de Culturas y Turismo, el Gobierno Autónomo Departamental de Chuquisaca y el Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, en coordinación con las instituciones públicas, educativas y cívicas, procederán a la celebración de tan significativa fecha”.


martes, 12 de diciembre de 2017

Del 10 al 17 de diciembre de 1830 Los últimos días de Bolívar

(Parte sustancial)

Bolívar llegó en el bergantín Manuel a Santa Marta en estado de postración la noche del 1 de diciembre de 1830, tras una penosa travesía por el río Magdalena des-de Bogotá y a pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, teniendo algunos momentos de lucidez que le permitieron dictar su testamento y su última proclama, clamando porque su muerte por lo menos permitiera la reconciliación entre sus compatriotas, la desaparición de las ambiciones políticas y lo más importante, salvar la unidad de la Gran Colombia.

Días antes, también había escrito una carta de despedida a ese gran amor parisino que a pesar de la enorme distancia mantuvo con Fanny de Villars, una carta que significó un hermoso poema de amor.

TESTAMENTO DEL LIBERTADOR, HACIENDA DE SAN PEDRO, SANTA MARTA, 10 DE DICIEMBRE DE 1830

En nombre de Dios Todopoderoso. Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legítimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concep-ción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad, hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y San-tísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte, como católico fiel cristiano, para estar prevenido cuando la mía me llegue con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi testamento en la forma siguiente:

1. Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro Señor que de la nada la crió, y el cuerpo a la tierra de que fue formado, dejando a disposición de mis albaceas el funeral y entierro, y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el gobierno.

2. Declaro: fui casado legalmente con la Sra. Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tu-vimos hijo alguno.

3. Declaro: que cuando contrajimos matrimonio, me referida esposa, no introdujo a él ninguna dote, ni otros bienes, y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.

4. Declaro: que no poseo otros bienes más que las tierras y minas de Aroa, situadas en la Pro-vincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis pa-peles, las cuales existen en poder del Sr. Juan de Francisco Martín, vecino de Cartagena.

5. Declaro: que solamente soy deudor de cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco Martín y Poules y Compañía, y prevengo a mis albaceas que estén y pasen por las cuentas que dichos señores presenten y las satisfagan de mis bienes.

6. Es mi voluntad: que la medalla que me presentó el Congreso de Bolivia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto, que aún en mis últimos momentos conservo a aquella República.

7. Es mi voluntad: que las dos obras que me regaló mi amigo el Sr. Gral. Wilson, y que pertenecieron antes a la biblioteca de Napo-león tituladas “El Contrato Social” de Rousse-au y “El Arte Militar” de Montecuculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.

8. Es mi voluntad: que de mis bienes se le den a mi fiel mayordomo José Palacios la cantidad de ocho mil pesos, en renumeración a su constantes servicios.

9. Ordeno que los papeles que se hallan en poder del Sr. Pavageau, se quemen.

10. Es mi voluntad: que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal.

11. Mando a mis albaceas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho, se devuelva a su viuda para que la conserve, como una prueba de amor que siempre he profesado al expresado Gran Mariscal.

12. Mando a mis albaceas se den las gracias al Sr. Gral. Roberto Wilson por el buen comportamiento de su hijo el Coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida.

13. Para cumplir y pagar este mi testamento y el contenido, nombro por mis albaceas testamentarios, fideicomisarios, tenedores de bienes, a los Srs. Gral. Pedro Briceño Mén-dez, Juan de Francisco Martín, Dr. Joé Var-gas, y el Gral. Laurencio Silva, para que de mancomún et in solidum entre ellos, los beneficien y vendan en almoneda o fuera de ella, aunque sea pasado el año fatal de albaceazgo pues yo les prorrogo el demás tiempo que necesiten, con libre franca, y general administración.

14. Y cumplido y pagado este mi testamento y lo en él contenido, instruyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en el que haya sucedido y suceder pudiere, a mis hermanas María Anto-nia y Juana Bolívar, y a los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber, Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de que mis bienes deberían dividirse en tres partes, las dos para mis dichas hermanas, y la otra par-te para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan, y disfruten con la bendición de Dios.

Y revoco, anulo, y doy por de ningún valor ni efecto otros testamentos, codicilos, poderes y memorias que antes de este haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma para que no prueben ni hagan fe en juicio, ni fuera de el, sal-vo el que presente ahora otorgo como mi última y deliberada voluntad, o en aquella vía y forma que mas halla lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorgo en esta hacienda San Pedro Alejandrino de la comprensión de la ciudad de Santa Marta a diez de diciembre de 1830.

Ante mí, José Catalino Noguera, Escribano público.

CARTEGENA, 14 DE DICIEMBRE DE 1830.

Su excelencia Gran Mariscal Andrés de Santa Cruz, Presidente de Bolivia.

Mi estimado Presidente y amigo:

El General Braun me asegura que todo marcha bien bajo la autoridad de usted y que Bolivia está en calma. Doy a usted enhorabuena por tan bello prodigio, el que espero que dure hasta tanto como la presidencia de usted.

Reciba usted las expresiones respetuosas de mi amistad y consideración. Bolívar. Mil cariños de mi parte para mi Bolivia.

LOS ÚLTIMOS INSTANTES DEL LIBERTADOR

Santa Marta, 17 de diciembre de 1830.

En este día Bolívar entra en agonía, ya no habla, sino de modo confuso, su respiración ese hace dificultosa y a la una de la tarde fallece a causa de una enfermedad pulmonar que degeneró en una tisis tuberculosa, en San Pedro de Alejandrino, a la edad de 47 años, en Santa Marta en la casa de su amigo español Joaquín Mier; Próspero Reverende, el médico de Bolívar, quien lo atendió en las instantes finales de su vida, refiere que al amortajar al héroe notó que su camisa estaba rota, el dueño de San Pedro Alejandrino sacó unas camisas nuevas para amortajarlo.

Más tarde, Manuelita, la mujer que acompañó a Bolívar en todas sus campañas libertadoras, decía: “Amé al Libertador, muerto lo venero”.

Bolívar había cumplido su maravilloso destino de dar la libertad a cinco países de nuestra América y fue el Primer Presidente de Bolivia, su “Hija Predilecta”.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Leyenda tupiceña Donde el diablo perdió el poncho

Lorenzo, era un típico paisano Chichéño, agricultor como todos, o minero algunas veces, tenía la prestancia que le daba el sombrero alón de Chichas y las abarcas inseparables de esos pies curtidos por las largas caminatas.

Precisamente volvía de Suipacha, el vallecito aledaño a Tupiza, donde vivía su bella novia Primitiva, más conocida como “Primi”.

Como quiera que el pueblo estaba de fiesta, Lorenzo, acompañado por Primi, le había empinada no pocos vasos de chicha y bastante borrachito se despidió al atardecer para retornar a Tupiza. Seguramente su borrachera y el deseo de llegar lo más pronto posible antes que la noche cayera obligaron a Lorenzo a escoger el camino prohibido que iba por encima de los cerros más elevados de El Angosto, una extraordinaria formación geológica de altísimos cerros que vigilan en su fondo, una extraordinaria conjunción de dos ríos: el San Juan del Oro y el Tupiza que, precisamente en esa zona, parecían pelearse el paso para seguir su curso.

Lorenzo, eufórico por el alcohol seguía su peligroso camino tocando su caja y, de rato en rato, el “Ercke” (una pequeña flauta pegada a la boca angosta de una corneta hecha con el cuerno de un toro), ni siquiera pensaba en la leyenda que corría por aquellos caminos de que ese era el sendero del diablo que se aparecía a los borrachitos noctámbulos como él…

Y ello fue lo que dicen que le ocurrió a Lorenzo: que se le apareció: que se le apareció vestido de campesino y le formuló la propuesta consabida:

Lorenzo, quiero tu alma, a cambio de darte lo que más quieras…

–Ándate al diablo, yo no vendo mi alma a nadie… –Y Lorenzo trató de abrirse paso, pero el diablo, con una sonora carcajada, se hizo a un lado, pero, al mismo tiempo, empujó al paisano hacia el precipicio. Lorenzo dio un grito, extendió los brazos para asirse de algo, alcanzando aferrarse del poncho del diablo y se despeñó por entre las rocas, quedando su cuerpo atravesado en los altos picachos de Entre Ríos… El diablo desapareció del lugar sin su poncho y maldiciendo al infeliz.

Y allí quedó por muchos, muchísimos años el cuerpo de Lorenzo, tantos que, siendo niños fuimos a ver el esqueleto, y la caja del pobre Lorenzo…, y el poncho del diablo que decían se podía ver desde arriba, no sé si logramos hacerlo, pero nuestros paisanos sostenían con toda seriedad que allí fue precisamente donde Lorenzo perdió la vida y el diablo su poncho y que, por tanto, ese es el lugar DONDE EL DIABLO PERDIÓ EL PONCHO.

La Contramarcha de Camarones

El episodio de la contramarcha de Camarones, es uno de los momentos más polémicos de la participación boliviana en la Guerra del Pacífico. Con la toma militar de Pisagua el 2 de noviembre de 1879, las tropas chilenas establecieron una brecha entre el Ejército Aliado Peruano-Boliviano del Norte y del Sud, y cortaron las comunicaciones de los mismos. Anoticiado de este resultado el general Mariano Ignacio Prado, Director Supremo de la Guerra, llamó al general Daza que se encontraba en Tacna y luego conformó un Consejo de Guerra. En este hemiciclo al que concurrieron varios jefes bolivianos y peruanos, se formularon varios planes de operaciones, de los cuales fueron dos los significativos: “uno auspiciado por un jefe boliviano que consistía en retirar todo el Ejército de Tarapacá acercándose a la cordillera y haciendo una curva reunir los ejércitos en Arica y emprender recién la ofensiva contra el enemigo buscando la decisión en una sola gran batalla. El otro proyecto consistía en avanzar convergentemente ambos ejércitos sobre el enemigo para tomarlo entre dos fuegos, es decir entre el Ejército del sud o de Buendía y el Ejército de Tacna o de Da- za” 2. El primer plan fue rechazado por el citado Director que prefirió el segundo.

El 8 de noviembre de 1879 el general Daza juntó a las tropas aliadas partieron de Tacna, hacia Arica. Sobre este momento José Vicente Ochoa narró: “hoy hemos salido de Tacna sobre Arica en cuatro trenes expresos en los que va el Estado Mayor y 2,350 hombres distribuidos en los batallones Daza y Sucre, los tres de la división de Cochabamba, el cuerpo de ametralladoras y 100 jóvenes de la legión Boliviana” 3. Llenas de entusiasmo las milicias bolivianas que durante 7 meses estuvieron acantonadas en Tacna, fueron movilizadas.

El 11 de noviembre, las citadas huestes salieron de Arica hacia Chaca. Luego desde este lugar se dirigieron a la quebrada de Camarones, donde por falta de agua y alimentos se resolvió el descanso.

Fue en este contexto que se desarrolló el citado momento polémico. Según Ochoa, el mismo día que llegó el general Daza el 14 de noviembre, escribió al Director Supremo de la Guerra: “los obstáculos con que se ha tropezado para seguir adelante” 4, e informó: “es pensamiento unánime de nuestros jefes, no avanzar más” 5, sobre este segundo mensaje añadió que no fue cierto porque no se les pidió opinión formal.

Otra versión publicada por el general Daza, en el folleto intitulado “Manifiesto del general Don Hilarión Daza á sus conciudadanos”, puntualizó: “El día 15 por la mañana, estando en el corredor de mi alojamiento esperando el parte de diana, para ver cómo había pernoctado el ejército y saber las novedades que jamás deja de haber en una marcha, se presentó el señor Coronel Eliodoro Camacho, el que después del saludo de costumbre y con la confianza con que siempre lo he tratado, me dijo:

Anoche no quise venir a molestarlo porque le suponía muy fatigado del camino y acomodo del ejército; por eso he venido ahora temprano.

¿Qué hay Coronel?, le dije:

Todos los Jefes, por miedo, nada han querido decirle; pero, han ido a mi alojamiento para que yo se lo diga a Ud. que el ejército no sube esa cuesta, y señaló con la mano hacia la parte sur por donde sigue el camino de Camarones a Chiza.

¿Y por qué? Seguramente por la escasez de agua y de víveres que se ha notado en el camino, pues, aquí mismo tenemos hasta qué comer” 6.

Testimonio diferente fue narrado por el general Eliodoro Camacho, quien en el folleto intitulado ‘Manifiesto del coronel Eliodoro Camacho sobre el acto del 27 de diciembre de 1879’, detalló: “el único responsable de ella es el General Daza; aunque él asegure que fué influido por muchos Jefes de su círculo… cuando nos persuadimos de la resolución que tenía el General Daza de no llevar el ejército adelante, opinamos varios Jefes, desde el principio hasta el fin del consejo de guerra que tuvo lugar el 15, que ‘la órden de avanzar o de contramarchar el ejército desde Camarones, el General en Jefe debía darla de Pozo Almonte, donde él iría conmigo y dos edecanes’.

Sin embargo, ni esa tarde ni a la madrugada del siguiente día emprendió marcha el General Daza. A las 9 a. m. del 15 me llamó a la oficina telegráfica don-de me presentó un parte del General Prado en que le decía más o menos estas palabras: ‘Viendo que no puede U. pasar adelante con su ejército, el consejo de guerra que anoche convoqué ha resuelto que el General Buendía ataque mañana al enemigo: siendo por tanto no solo peligrosa sino innecesaria la marcha de U. al sud’.

Entónces supe que léjos de decir a Arica en el día anterior, lo últimamente acordado, el General Daza se había escusado únicamente con la ‘imposibilidad de pasar adelante’. Así se explica la respuesta del General Prado” 7. En otro texto, Camacho registro que el general Daza telegrafió al Director Prado: “Desierto abruma; ejército se niega a pasar adelante” 8. La opinión contemporánea, atribuyó al Dr. José Rosendo Gutiérrez, Secretario General de Daza, la autoría del citado telegrama y él asumió la responsabilidad.

Una vez que se anunció la orden de contramarchar se presentaron ante el general Daza “el batallón Colorados i le dijo estas palabras, que son gráficas i que revelan su profundo i ardiente patriotismo: ‘Señor, ¿Cómo vamos a contramarchar al frente del enemigo sin haber vengado a nuestros hermanos de Pisagua?’–‘Nó, contestó el jeneral Daza, van ustedes a sucumbir en el desierto, i yo los quiero como a mis hijos para consentir en ese sacrificio estéril’–‘Pero señor, replicaron los soldados, morirá, pues, la mitad, pero siempre queda la otra mitad para pelear’–‘No hijos, insistió Daza, el Director de la guerra nos llama a defender el Morro de Sama, que va a ser atacado por los chilenos’. Al oír esto, -‘al Moro de Sama’, gritaron los soldados con frenético entusiasmo, y se prepararon para contramarchar” 9, describió el benemérito Juan Jose Pérez.

El 16 de noviembre, en la tarde las milicias bolivianas retrocedieron hacia Arica. Sobre ello el citado Ochoa narró: “la verdad es que esta vergonzosa retirada estuvo ya resuelta y se le ha querido justificar con un Consejo de Guerra cuyas opiniones se sabía de antemano, que no iban á ser acatadas” 10. Por otro lado, el general Daza, se quedó acompañado con cuatro ayudantes, el cirujano mayor y un piquete de la Legión Boliviana.

Documentos de la época nos señalan que “que en todas partes fueron recibidos los dispersos con desdén y repulsión” 11.

En consecuencia, “Camarones trajo la dispersión de San Francisco; Camarones causó el desprestigio de nuestras armas ante los ojos del chileno; Camarones produjo la desconfianza del Peruano; Cama-rones nos puso en vergüenza ante el mundo entero; Camarones arrancó un prolongado gemido á nuestra patria; Camarones exhibió la ineptitud del General Daza en toda su trasparencia; Camarones influyó de un modo poderoso, y acaso decisivo, en el éxito final de toda la campaña” 12.

En 1889, el Obispo de La Paz, Miguel de los Santos Toborga publicó el folleto: ‘Para la Historia. Correspondencia cambiada con el Sr. Eliodoro Camacho sobre la traición de Camarones’, es una pieza esencial de la historiografía de la época que demuestra que la culpa de la contramarcha de Camarones no fue precisamente una iniciativa del general Hilarión Daza, sino de otros, entre los cuales incluye principalmente al general Eliodoro Camacho.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Potosí antes de Potosí



Su riqueza fue y es tal que se convirtió en sinónimo de opulencia.

La importancia que Potosí tuvo en el siglo XVI, y que representó la base para el capitalismo y la Revolución Industrial, fue advertida, y escrita, por prácticamente todos los cronistas coloniales.

Guamán Poma de Ayala resumió así lo que Potosí significaba para su época:

“La Villa Rica Imperial de Potocchi (Potosí), por la dicha mina, es Castilla; Roma es Roma; el papa es papa y el rey es monarca del mundo; y la Santa Madre Iglesia es defendida y nuestra santa fe guardada por los cuatro reyes de las Yndias y por el emperador ynga; agora lo poderá el papa de Roma y nuestro señor rey don Felipe el Tercero”.

Y si un ayacuchense escribía así, con mayor razón alabó a la ciudad un hijo de esa tierra, Bartolomé Arsanz de Orsúa y Vela:

“La muy celebrada, siempre ínclita, augusta, magnánima, noble y rica Villa de Potosí; orbe abreviado; honor y gloria de la América, centro del Perú; emperatriz de las villas y lugares de este nuevo mundo; reina de su poderosa provincia; princesa de las indianas poblaciones; señora de los tesoros y caudales; benigna y piadosa madre de ajenos hijos; columna de la caridad; espejo de liberalidad; desempeño de sus católicos monarcas; protectora de pobres; depósito de milagrosos santuarios; ejemplo de veneración al culto divino; a quien los reyes y naciones apellidan ilustre, pregonan opulenta, admiran valiente, confiesan invicta, aplauden soberana, realzan cariñosa y publican leal; a quien todos desean por refugio, solicitan por provecho, anhelan por gozarla y la gozan por descanso…”.

Se podría llenar volúmenes enteros con las descripciones y pareceres de cronistas y escritores. Están desde los laudatorios, como el propio Arsanz, hasta los críticos, como Eduardo Galeano. Por ello, para no complicarnos, es mejor acudir a una de las figuras cumbres del idioma español, Miguel de Cervantes Saavedra, quien en el capítulo 71 de su archiconocida obra, “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, refiere este diálogo entre el caballero de la triste figura y su escudero, el de la esférica panza, a propósito de unos azotes que este último habría de recibir a cambio de una paga:

—Agora bien, señor, yo quiero disponerme a dar gusto a vuestra merced en lo que desea, con provecho mío; que el amor de mis hijos y de mi mujer me hace que me muestre interesado. Dígame vuestra merced: ¿cuánto me dará por cada azote que me diere?

—Si yo te hubiera de pagar, Sancho —respondió don Quijote—, conforme lo que merece la grandeza y calidad deste remedio, el tesoro de Venecia, las minas del Potosí fueran poco para pagarte; toma tú el tiento a lo que llevas mío, y pon el precio a cada azote.

Como se ve, Cervantes pone, en labios de Don Quijote, su parecer sobre la plata de la Villa Imperial, conocida por él solo por lecturas y oídas: es tanta y tan abrumadora que es sinónimo de excesiva riqueza.

De ahí es que se acuñó la frase “Vale un Potosí”.

Más atrás…

Para la historia oficial, Potosí comienza en 1545, cuando los españoles toman posesión del Cerro Rico y empiezan a explotar su plata.

Sin embargo, ahora se sabe que Potosí tuvo una historia anterior a 1545.

Hasta antes de la llegada de los españoles, el territorio que hoy es ocupado por la ciudad de Potosí le pertenecía al señorío qaraqara.

La historiadora Ximena Medinaceli señala que “los señoríos estaban agrupados en tres grandes bloques. Uno alrededor del Lago Titicaca donde estaban los Lupaca, pacaje y los Colla (quienes se supone hablaban Puquina). El otro bloque estaba en el centro, con los Caranga y los Asanaque y Quillaca, estos grupos formaban una confederación llamada Confederación Quillaca. En el tercer bloque, un poco hacia el sureste entre Potosí y Cochabamba, estaban los señoríos Charka, Caracara, Chui y Chicha. Estos conformaron la Confederación Charca”.

Antes de la explotación de la plata, el lugar donde hoy está la Villa Imperial era un inmenso cenagal cuyo nombre era P’utuj unu de donde viene, en realidad, el nombre de Potosí. El propio Arsanz lo admite al señalar que “'Póctoc unu', que se interpreta 'donde brota el agua', y era un atolladero o ciénaga, donde después se fundó la mayor parte de esta Imperial Villa”.

El escritor José David Berríos corrobora que 'P’utuj unu' significa “donde brota el agua” y agrega que “era el nombre de un gran pantano que se extendía desde el pie del cerro, hasta Ckantumarca y hasta Ccari-ccari y la Cantería, que es el paraje que hoy ocupa la ciudad de Potosí. Tenía dos leguas de circunferencia, más que menos, Fue desecado, para construir la ciudad, en 1546, por medio del canal que llaman 'Huaina-mayu' (río joven) por (Juan de) Villarroel y sus compañeros”.

Pero hay más detalles sobre los que pocos repararon lo suficiente.

Es llamativo que Potosí sea utilizado no como lugar de referencia sino hasta como hito en las descripciones geográficas que Guamán Poma de Ayala hace en el primer tomo de su crónica. La primera, por ejemplo, dice lo siguiente:

“En este reino de las Indias desde el primer Inga Manco Capac reinó y comenzó a gobernar solo la ciudad del Cuzco; primero se llamaba la ciudad Acamada, sin que pasara a ningún pueblo. Y murió y dejó a su hijo legítimo llamado Sinchi Roca Inga, reinó el Cuzco hasta el Collao y Potosí, y conquistó todos los indios orejones y Collas, Quispillacta, Cana, Canchas, Condes…”.

¿Será simple asociación de ideas o una referencia a un antiguo asentamiento, así sea el P’utuj unu, en donde hoy está Potosí?

Resulta cuando menos inquietante esta referencia/respuesta en otra crónica, la de Juan de Santacruz Pachakuti:

“en tiempo de purunpacha todas las naciones de Tahuantinsuyo benieron de azia arriba de Potossi tres ó quatro exercitos en forma de guerra, y assi los venieron poblando, tomando los lugares, quedandose cada uno de los compañías en los lugares baldios…”.

Así, sin un estudio que las respalde, esas líneas dan cuenta de un posible origen del Tawantinsuyu no en Cuzco ni la Isla del Sol sino en Potosí, o, más concretamente, en lugares situados encima de la ciudad (entiéndase que en el mapa) de los que no da más datos.

¿Se trataría de antiguos asentamientos, anteriores al surgimiento del Tawantinsuyu? Los investigadores tienen la palabra. •

* Es Premio Nacional en Historia del Periodismo.

martes, 14 de noviembre de 2017

14 de noviembre de 1810 Batalla de Aroma

La Batalla de Aroma fue un triunfo obtenido en el Alto Perú por un ejército irregular de la Intendencia de Cocha-bamba adherente a la Junta de Gobierno de Buenos Aires surgida en la Revolución de Mayo de 1810, sobre las fuerzas realistas de Fermín Piérola fieles al Consejo de Re-

gencia de España e Indias. Tuvo lugar el 14 de noviembre de 1810, en los campos de Aroma o Arohuma (del aimara Haru Uma), a orillas del río Aroma a pocos kilómetros de Sica Sica y al noroeste de Oruro.

Piérola intentó resistir en Sicasica, pero su ingreso en el pueblo fue impedido por sus habitantes. Continuó hacia Calamarca y luego a Viacha. Luego de la victoria y durante la persecución a los realistas, las milicias cochabambinas se dispersaron, retornando sólo un grupo pequeño a Cochabamba.

Actualmente corresponde al Departamen-to de La Paz en Bolivia. Esta victoria de los altoperuanos comandados por el valeroso Esteban Arze y otros patriotas, suele ser considerada como el nacimiento del Ejército de Bolivia.

Algunas fuentes datan a la Batalla de Aroma como ocurrida el 14 de octubre de 1810, lo que la convertiría en el primer triunfo independentista en el Virreinato del Río de la Plata. Sin embargo, la fecha correcta es el 14 de noviembre de 1810, pues el día 12 de noviembre las fuerzas de Arce aún se hallaban en Oruro.

viernes, 10 de noviembre de 2017

La Villa Imperial tuvo fama mundial por su riqueza

Potosí es uno de los nueve departamentos que contituye el territorio de Bolivia. Su capital es la homónima Potosí, famosa por sus yacimientos de plata, que trascendió al tesauro o al acervo léxico del idioma español con la oración vale un Potosí.

Está ubicado al suroeste del país, limitando al norte con los departamentos de Oruro y Cochabamba, al este con Chuquisaca y Tarija, y al sur con Argentina hasta el trifinio cerro Zapaleri, donde empieza su frontera con Chile, hacia el oeste.

Según el último censo oficial realizado el año 2012, el departamento cuenta con una población de 828 093 habitantes. Su densidad poblacional es de 7,7 hab/km² siendo el tercer Departamento menos densamente poblado —por delante de Beni y Pando—.Ha sido fundado el 23 de enero de 1826 por el mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.

Administrativamente el territorio de Potosí se encuentra conformado por 16 provincias, que a la vez, estas se encuentran divididas en 40 municipios. El municipio de Potosí es el más poblado, con una población de 191.302 habitantes, concentrando al 23,10 % del total de la población departamental. Otros municipios también de importancia por la cantidad de población que tienen, son: Uyuni, Llallagua, Tupiza, Villazón, Colquechaca, Betanzos, Cotagaita y San Pedro de Buena Vista.

La economía de Potosí se encuentra entre las que mayor expansión económica tuvieron en los últimos años, tradicionalmente se ha caracterizado por ser productor de plata y otros minerales, lo que le ha permitido convertirse en la quinta economía departamental más grande del país — después de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Tarija .

ECONOMÍA

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2016 la economía del Departamento de Potosí (Producto Interno Bruto) alcanzó a los $us 2.096 millones de dólares, con lo cual llega a representar al 6,16 % de la economía total de Bolivia (34.053 millones). En cuanto al ingreso por habitante (PIB per capita), el 2016 cerró con $us 2.399 dólares en promedio.

Potosí es uno de los nueve departamentos de Bolivia. Su capital es la homónima Potosí, famosa por sus yacimientos de plata, que trascendió al tesauro o al acervo léxico del idioma español con la oración vale un Potosí.

Está ubicado al suroeste del país, limitando al norte con los departamentos de Oruro y Cochabamba, al este con Chuquisaca y Tarija, y al sur con Argentina hasta el trifinio cerro Zapaleri, donde empieza su frontera con Chile, hacia el oeste.

Según el último censo oficial realizado el año 2012, el departamento cuenta con una población de 828 093 habitantes. La densidad es de 7,7 hab/km² siendo el tercer departamento menos densamente poblado —por delante de Beni y Pando—. El departamento fue fundado el 23 de enero de 1826 por el mariscal de ayacucho Antonio José de Sucre.

PREEMINENCIA MUNDIAL

Situada a los pies del Cerro Rico (Sumaj Orcko), a más de 4,000 m.s.n.m., en 1650 era la ciudad más poblada del mundo, con unos 160,000 habitantes; más que Londres, París o Madrid, dada la generosidad del imponente Cerro Rico de Potosí, que albergó en su interior las más codiciadas vetas de plata del mundo, con cuya producción se decía que podía haberse construido un puente entre Potosí y Madrid.

En 1987, Potosí fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad. Permanece intacta, no sólo en su arquitectura, sino también en lo que significa la presencia de sus culturas originarias.

Su patrimonio arquitectónico está representado por numerosas construcciones coloniales como la Catedral de Potosí, de estilo gótico; la Casa de la Moneda, construida entre 1757 y 1773, la cual conserva importantes archivos coloniales y constituye uno de los edificios civiles más destacados de América Latina, así como la Universidad Tomás Frías.

Uno de los símbolos de la ciudad es la Torre de la Compañía, un convento religioso del siglo XVIII, que refleja el máximo esplendor de Potosí, su edificación se concibió como un arco del triunfo con cinco aberturas, treinta y dos columnas salomónicas y tres cúpulas de media naranja. Es una ostensible expresión de la espiritualidad de la época.

HISTORIA ANTIGUA

La historia inicial de la ciudad es una mezcla de hechos fantásticos con verídicos, por lo que es difícil distinguir la historia de la leyenda. Se dice que las vetas de plata fueron descubiertas de forma casual, una noche del año 1545, por un pastor quechua llamado Diego Huallpa, que se perdió mientras regresaba con su rebaño de llamas. Decidió acampar al pie del Cerro Rico y encendió una gran fogata para abrigarse del frío. Cuando despertó por la mañana, se encontró con que, entre las brasas humeantes de la fogata, brillaban hilillos de plata, fundidos y derretidos por el calor del fuego. El cerro, aparentemente, era tan rico en vetas de plata que la misma se encontraba a flor de tierra. El 1 de abril de 1545, un grupo de españoles encabezados por el capitán Juan de Villarroel tomaron posesión del Cerro Rico, tras confirmar el hallazgo del pastor, e inmediatamente establecieron un poblado.

Para 1570, tan sólo veinticinco años después de su nacimiento, su población ya era de 50.000 habitantes. Inicialmente se constituyó como un asiento minero dependiente de la ciudad de La Plata (hoy Sucre) pero, tras una larga lucha por conseguir su autonomía, adquirió el rango de ciudad el 21 de noviembre de 1561 mediante una capitulación expedida por el entonces Virrey del Perú Diego López de Zúñiga y Velasco, conde de Nieva.

Mediante esa capitulación, la ciudad recibió el nombre de Villa Imperial de Potosí y adquirió el derecho a elegir a sus autoridades. La inmensa riqueza del Cerro Rico y la intensa explotación a la que lo sometieron los españoles hicieron que la ciudad creciera de manera asombrosa. En 1625 tenía ya una población de 160.000 habitantes, por encima de Sevilla y mayor aún que París o Londres.

ATRACTIVOS TURÍSTICOS

Luego del Cerro Rico de Potosí, un sitio natural de notable valor histórico, la construcción más notable de aquel período colonial es la Casa de la Moneda, que Toledo la ordenó construir en 1572, para no mandar a acuñar monedas hasta la Península.

De ese período de esplendor vibrante y fugaz del Potosí colonial, en la ciudad solo quedan 16 iglesias que se erigen como fiel reflejo del catolicismo imperante hace cuatro siglos.

De estilos barroco, neoclásico y renacentista, y labrados en piedra, adobe o ladrillo, los templos destacan en el casco urbano de la Villa Imperial e impresionan por su estado de conservación. A pesar de sus más de cuatro siglos, muchas de ellas conservan el detalle de sus acabados.

Entre estas iglesias se encuentran la de San Lorenzo, que es un claro ejemplo del tallado en piedra, cuyo estilo barroco-mestizo sobresale. Su edificación data del año 1548 y otro de los aspectos que se destaca es la filigrana labrada de personajes, cuya característica principal es su polimorfismo inusual.

Según historiadores, fue llamada antiguamente La Anunciación y junto con la iglesia de Santa Bárbara fueron las primeras construidas en la ciudad.

Otra de las iglesias labradas en piedra es la de Santa Teresa, cuya construcción fue realizada en 1685. Su fundación correspondió a un grupo de religiosos dirigidos por la religiosa Josefa de Jesús María. Un convento donde se encuentran cuadros hermosos de carácter religioso está al lado de la iglesia. En él, las religiosas elaboran dulces de mazapán, conocidos desde la Colonia.

DATOS HISTÓRICOS

- La ciudad de Potosí presenta el centro histórico más grande y conservado del período Virreinal en Bolivia. En la época colonial se encontraba dividida en la ciudad de españoles y de indígenas. Sus calles estrechas y serpenteantes mantienen el trazo de quienes edificaron esta ciudad, que otrora fue escenario de los duelos entre Vicuñas y Vascongados, entre Realistas y Patriotas.

- En las calles sobresalen casonas hermosas, edificios administrativos, portadas esculpidas en piedra mostrando escudos nobiliarios, portones, balcones, balconcillos, rejas forjadas y pintorescas fachadas que mantienen sus colores originales, derivados de ocres extraídos del Cerro Rico de Potosí. Además, también llaman la atención la gran cantidad de templos parroquiales y templos conventuales cuya singularidad enaltece la grandiosidad histórica de la Villa Imperial.

- El centro histórico de la ciudad de Potosí, es una muestra visible de un pasado glorioso plasmado en leyendas y tradiciones que se han transmitido de generación en generación. Esta ciudad es un ideal centro de investigación para quienes buscan nutrirse de los antecedentes históricos y culturales del pasado glorioso de una ciudad que deslumbró al mundo con sus riquezas.

RESTAURACIÓN DE AYO AYO

Tras 20 días, desde el diagnóstico hasta el trabajo in situ, se recuperó el esplendor del monumento a los caídos en la Guerra Federal en Ayo Ayo.

Treinta y cinco alumnos del primer y segundo curso de Farmacia y Bioquímica de la Universidad San Francisco Xavier capacitados por el restaurador ICCROM Ramón A. Delgado Loayza tuvieron a cargo tal labor, y emplearon como novedad ácidos orgánicos extraídos de algunas plantas y verduras, además de otros productos químicos, cuya fórmula es biodegradable.

Fue una restauración en metales de bronce, de la que se eliminó la malaquita, además se empleó un acrílico protector resistente al envejecimiento.

Ahora se puede apreciar a plenitud la belleza de este monumento de la histórica de la Capital del Estado boliviano.

Memoria del Mundo integra este año 3 archivos de Bolivia



El programa Memoria del Mundo de la Unesco-Mowlac, que este año celebró su XVIII Reunión del Comité Regional de América Latina y el Caribe, incorporó tres documentos postulados de cuatro que envió el Estado Plurinacional.

El mencionado encuentro se realizó en Curazao (Antillas Holandesas). Por Bolivia se postularon cuatro archivos, pero sólo se eligieron tres, que corresponden a El Repartimiento de tierras de Huayna Capac, 1556-1578, postulado por el Archivo Histórico Departamental de Cochabamba; los Documentos del Plan triangular para el control político y financiero de la Comibol, 1960-1970, del Archivo Histórico de la Minería Nacional, y la Real ordenanza para el establecimiento e instrucción de intendentes de Exército (sic) y Provincia en el Virreynato de Buenos Aires, año de 1782, postulado por la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional-Vicepresidencia del Estado.

El programa Mowlac analiza la autenticidad y la importancia mundial que pueden tener los documentos o archivos postulados por los países miembros.

Su objetivo es recomendar a las autoridades de los países y bibliotecas en custodia llevar adelante las medidas de protección necesarias para la conservación, en óptimo estado, de los documentos que nutren la historia no sólo de un país, sino de la humanidad en general.

Con esos tres documentos, Bolivia aportó al Mowlac 17 archivos de relevancia histórica. Por otro lado, el país liderará la convocatoria al Programa Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe en 2018 y 2019, debido a que el mandato fue entregado por Rita Tjien Fooh, de Surinam, presidenta saliente, a Luis Oporto Ordóñez, representante de Bolivia.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

A 166 años del histórico día Tricolor Nacional fue izada en el Faro de Conchupata como la primera vez

Junto a la entonación de las sagradas notas del Himno Nacional, ayer por la mañana se realizó un acto especial y la iza de la bandera de Bolivia, emulando aquel 7 de noviembre de 1851 cuando por primera vez el Faro de Conchupata se convertía en el escenario histórico para que la tricolor nacional flameara desde la Tierra de Pagador hacia todo el país.

De esta forma y conmemorando los 166 años de aquel histórico día, los estudiantes de la unidad educativa "Juan Misael Saracho", junto a los miembros de la Segunda División de Ejército y el Regimiento 1 de Artillería "Eliodoro Camacho", enarbolaron la enseña patria con respeto y admiración como lo van haciendo desde 1992, junto a ellos, autoridades departamentales y de educación se sumaron para rendir este justo homenaje a una fecha especial para los orureños y los bolivianos.

Fue el profesor Juan Córdova, quien destacó que el colegio Saracho junto a los miembros del Ejército realizan de forma conjunta esta actividad hace un cuarto de siglo, para darle la importancia necesaria a esta fecha importante para la historia del país, recordando que el Conchupata es un lugar fundamental donde un 10 de febrero de 1781, Sebastián Pagador iniciaría la revolución, siendo este el primer grito libertario de la América, además destacó que el Faro de Conchupata por los hechos históricos que acogió se convierte en el crisol de la libertad y la soberanía nacional.

"Se dice que el Presidente Belzu en una marcha a caballo en los caminos entre La Paz y Oruro vio el arcoíris y tuvo como idea los cambios de los colores de la bandera a rojo, amarillo y verde y el restablecimiento de la tradición de nuestros antepasados, hoy (ayer) al recordar esta fecha histórica quiero recordarles que nuestra bandera es la representación de la unidad nacional, en ella vemos planteadas sus aspiraciones, valores culturales y recuerdos de Bolivia cimentados en la unión de sus hijos cobijados en el pendón patrio", manifestó el comandante de la Segunda División de Ejército, general de Brigada Gary Silvestre Mejía Soliz.

Finalmente, el gobernador del departamento de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, mencionó que el Faro de Conchupata es un lugar que debe enorgullecer a los bolivianos, porque desde este sector se ha conocido el rojo, amarillo y verde en todo el territorio nacional, por lo que pidió trabajar para evitar aspectos como el vandalismo del cual es víctima este monumento patrimonio nacional, también afirmó que está siendo afectado por las construcciones aledañas que le restan la magnitud que debe tener el Conchupata como un referente histórico de los orureños.



HISTORIA

El 5 de noviembre se proclamó la ley de la nueva Tricolor Nacional y el 7 de noviembre de 1851, durante la presidencia de Manuel Isidoro Belzu, se izó por primera vez la bandera con los actuales colores en la antes denominada colina de Conchupata, conocida ahora como Faro de Conchupata, fue el mismo "Tata" Belzu quien izó al enseña patria con el rojo, amarillo y verde. Rojo por la sangre de los caídos, amarillo por la riqueza mineral de la región y verde por la riqueza vegetal.

Durante la ceremonia de ese entonces, estuvieron presentes los miembros del Poder Ejecutivo y Legislativo, tropas del Ejército, autoridades de Oruro y el pueblo en general.

Previamente se efectuó una misa de campaña, posteriormente, se entonó el Himno Nacional y Belzu simultáneamente izó la Bandera Nacional, en medio de salvas de artillería y fusilería, seguido del repique de las campanas y vítores de la población.

martes, 7 de noviembre de 2017

7 de noviembre de 1810 Batalla de Suipacha

El primer ejército “auxiliar” enviado por la Junta de Buenos Aires, vino a tierras altoperuanas a órdenes de los generales Eustaquio Díaz Vélez y Antonio Balcarce; aunque el verdadero responsable de los destinos de la expedición fue el Dr. Juan José Cas-telli, representante de la Junta.

A la noticia del avance del ejército argentino, los jefes realistas Vicente Nieto y José Córdo-va, se lanzaron a la ofensiva conduciendo sus tropas hasta Cotagaita, donde se atrincheraron tan estratégicamente, que las fuerzas de Castelli lanzadas también al ataque fueron rechazadas, entonces los argentinos simulando una retirada se dirigieron hacia Suipacha, cerca de Tupiza, lo-grando que los españoles abandonen sus posiciones persiguiendo a los argentinos, sin embargo, Balcarce que tenía a sus mejores hombres escondidos en una hondonada, contando además, con el apoyo de la valerosa caballería chicheña, cayeron por sorpresa contra los realistas, es así que el 7 de noviembre de 1810, se libró la batalla de Suipacha, la suerte fue adversa para los realistas, quienes ante el arrollador ataque, huyeron en desbande, dejando en el campo toda su artillería y doscientos soldados entre muertos y heridos.

La victoria permitió a los hombres de Buenos Aires liberar la ciudad de Potosí y fusilar a algunos líderes en represalia por las atrocidades cometidas por los peninsulares, sin embargo, el éxito de los criollos fue temporal, pronto llegarían refuerzos desde el Perú, donde los españoles se mantenían firmes en su baluarte.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Jose Manuel Loza

Nació en Copacabana el 2 de enero de 1801. Falleció en La Paz el 3 de octubre de 1862.

Abogado, historiador, poeta, periodista y educador. Su personalidad se destaca con singular relieve en la formación de las primeras décadas de la República de Bolivia.

Estudió en el colegio de las Nazarenas de La Paz. Sus estudios superiores de latín en el liceo del Dr. José Ignacio Ardúz y los de Filosofía en el Convento de San Francisco.

Fue profesor de Idiomas, Filosofía, Economía Política y Jurisprudencia en los años 1823 a 1833. Se graduó doctor en Sagrada Teología, en Derecho Civil, en Derecho Ca-

nónico, en Bella Literatura y Filosofía.

Fue profesor en las Cátedras de Latinidad y Jurisprudencia en los Seminarios de San Jerónimo y San Ligorio de Sucre.

Fundador y primer Director en 1838 de la Biblioteca Municipal de La Paz. Vicerector de los Seminarios de Sucre y La Paz. Fun-dador y Cancelario de la Universidad Mayor de “San Andrés” en 1845, 1849 y 1861. Fun-dador y Rector del Colegio de Ciencias y Artes y Ciencias S. Simón de Ayacucho. In-

dividuo de Número del Instituto Nacional y de la Sociedad de Literatura Paceña.

Como periodista su labor fue fecunda en el “Iris de La Paz”. Colaborador de “La Epoca”, “El Grito de la Libertad”, “El Prisma” en 1849, “La Abeja Paceña”, “El Litoral” en 1858, “El Telégrafo” y en otros periódicos y revistas de la época.

Se recibió de Abogado de los Tribunales de Bolivia, el 24 de mayo de 1827.

Desde entonces ocupó los más encumbrados cargos de principios de la República: Ministro Honorario de las Cortes Superiores de La Paz y el Cusco en 1835. Ministro Honorario de la Corte Suprema de Lima en 1837. Fiscal Propietario de las Cortes Judiciales de La Paz y Cochabamba en 1836 a 1839. Presidente de la Corte Superior de Justicia de La Paz en 1848. Miembro de la Comisión Redactora del Código Mercantil Santa Cruz. Auditor General de los Ejércitos de la Confederación Perú-Boliviana, 1835-1837; Secretario General Interino del Protector Andrés de Santa Cruz. Ministro Jubilado de la Corte Superior de La Paz. Oficial Mayor en el Ministerio de Relaciones Exteriores 1834-1835. Secretario de la Legación Boli-viana en el Tratado de Paz de Tiquina en 1831. Secretario de las Legaciones bolivianas en el Tratado celebrado con Francia. Agente Diplomático y Enviado especial ante los gobiernos de Chile y el Perú. Ministro de Estado en los despachos y ramos de Ins-trucción, Culto y Prosperidad Pública.

Como Diputado por La Paz asistió a la Asamblea Constituyente de 1826, juró la Primera Constitución Política del Estado. Asistió como Diputado y Senador por el departamento de La Paz, a las Legislaturas y Congresos Nacionales en 1828, 1831, 1832, 1833, 1837, 1838, 1840 y 1848.

Por sus grandes méritos y servicios prestados a la administración pública, fue distinguido con las siguientes medallas y honores: la del Libertador Simón Bolívar, por su nombramiento por el Congreso de 1827 como Diputado representante de la Nación, para celebrar el Pacto de la Gran Confederación Perú-Colombiana-Boliviano, en la ciudad de Quito, Ecuador; De la Legión de Honor de Bolivia y del Perú; la de Pacificadores del Perú. Las de Yanacocha y Socabaya. Una de Codificadores, otorgada por el Congreso de Bolivia. Una medalla de oro, otorgada por el H. Senado Nacional de 1855, con la significativa leyenda “Como testimonio de la alta estimación con que ha recibido sus obras literarias” y calificándolo de “literato boliviano”. Premiado por el Pontífice Pío IX, por la calificación honrosa que mereció de la Universidad de Roma por sus escritos de orden católico sobre la Concepción Inmaculada de María Santísima.

Su labor y producción intelectual llegó a 17 libros y opúsculos, con contenidos históricos, jurídicos y poéticos. Anotamos los de mayor significación: “Victoria del Lago Ne-

gro. Canto a Santa Cruz”, La Paz, 1835. “Oda Heroica en Memoria de los Constantes Esfuerzos del Alto Perú durante la Guerra de los 15”.

Hoy se recuerda la fundación de Oruro

Un miércoles 1 de noviembre de 1595 se fundó la Villa de San Felipe de Austria, hoy conocida como Oruro. Actualmente esta ciudad es capital del departamento orureño y de la Provincia de Cercado. El municipio tiene una población de 264 943 habitantes según los resultados del Censo Nacional de Bolivia 2012.3​4​ A una altitud de 3735 msnm, es considerada entre las ciudades más altas del mundo.

El nombre de Oruro es una derivación de Uru Uru. Los urus son un pueblo establecido en el actual territorio boliviano antes del Incario.​

En la actualidad, la población es conformada por aproximadamente indígenas de etnia Aymara y quechua con un 59%, luego mestizos representarían un 32%, blancos y criollos un 9% aproximadamente. Lugares de interés: Cóndor, casco del minero, zoológico, faro de Conchupata, mina de Socavón, la víbora, parque ecológico, la Virgen de Socavón, Parque Nacional Sajama, salar de Coipasa, volcán Pomerape y volcán Parinacota, Lago UruUru y Arenales.

DESCUBRIMIENTO

El cura de Colquemarca Francisco Medrano, y otros españoles descubrieron un cerro de la región de Urus rico en plata. Pronto se trasladaron a esta región muchos españoles, así nació una población que estaba bajo la nombre de San Miguel Arcángel puesto que en la fecha del arcángel se comenzó la explotación del mineral.

Como otro atractivo turístico, Oruro también cuenta con los carnavales, que se expone en la ciudad, siendo conocido a nivel mundial, esta muestra cultural fue declarada Obra Maestra del Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco en el 2001.

FUNDACIÓN

A solicitud de los vecinos a la Audiencia de Charcas, se encargó la fundación al licenciado Don Manuel Castro de Padilla, al pie del cerro Pie de Gallo efectuó la fundación en 1 de noviembre de 1606, con el nombre de “Real Villa de don Felipe de Austria”, en honor al monarca reinante Felipe III.

El acta de fundación de la ciudad de Oruro señala que después de una misa en la Iglesia Matriz, se realizó la bendición del estandarte rojo carmesí y se tomó el juramento a Castro y Padilla, para ejecutar la fundación de esta ciudad, luego de la realización de estudios económicos, sociales y de planimetría del lugar.

martes, 24 de octubre de 2017

En el Día de la Bandera Potosina

En los legajos de la Villa Imperial de Potosí, resalta la fecha dedicada a la histórica Bandera Potosina, cuya importancia y nobleza significa muchísimo para todos los estantes y habitantes de esta ciudad y toda la geografía departamental potosina, considerando que este emblema tiene orígenes en el siglo XVI, basado en aquel sagrado estandarte que fue bellamente trabajado por la reina Isabel de Castilla y luego traído de España al nuevo mundo, para quedarse definitivamente en Potosí, por decisión del emperador don Carlos V de Alemania y al mismo tiempo rey Carlos I de España.

La trayectoria de este lábaro español es realmente interesante, sabiendo que el mismo llegó a Potosí con el cuidado y honores de los tercios de España, en atención a la fabulosa riqueza argentífera del “Cerro Hermoso” y ser edificada esta ciudad por voluntad de los primeros conquistadores españoles llegados a esta parte de América.

Dicho estandarte fue primorosamente bordado por las manos de la reina Isabel de Castilla en la ciudad de Santa Fe de España durante el asedio de Granada, lugar donde se firmaron las capitulaciones entre el genovés Cristóbal Colón y los reyes Católicos, cuando estos soberanos, al final entregaron al navegante Colón dicho estandarte, con el cual llegó a tierras del Nuevo Mundo en 1492.

El pendón español era un tejido de Damasco, de seda carmesí con cairel fino y las divisas de los reinos de Castilla y Aragón, con los torreones de la Casa de Austria y los Leones Rampantes, mostrándose en la parte central del mismo, la imagen del apóstol Santiago el Mayor a caballo, enmarcado con una trencilla de oro en fondo de los colores rojo y blanco diagonalmente dispuestos en los cuatro cuarteles. Tenía de largo dos tercios, y de ancho, algo menos de media vara. Estandarte que siguió una trayectoria épica a través de la dolorosa y heroica historia de América.

Este emblema español había sido enarbolado victoriosamente por vez primera en la antiquísima ciudad de Granada al pie de Sierra Nevada, cuando los reyes Católicos conquistaron este último baluarte de los moros en España el año 1492. Luego, el estandarte de realeza cruzó las aguas del inmenso océano que separa al viejo del nuevo mundo, para llegar a la isla de los siboneyes y estar en el Puerto de San Salvador de la actual Cuba el 27 de octubre de 1492.

Estandarte histórico que en el curso del tiempo fue llevado a México por Hernán Cortés y posteriormente trasladado a Honduras por Cristóbal de Olid. Pendón que igualmente estuvo en Colombia, para luego pasar al Perú, sostenido por el brazo del conquistador Francisco Pizarro, entrando triunfalmente a Cusco, centro de la civilización incaica. Emblema que posteriormente fue llevado hasta el asiento minero de Porco y luego a Chuquisaca en manos de Gonzalo Pizarro.

Cuando las ciudades de Cusco y Chuquisaca entablaron un pleito, sosteniendo cada una de ellas el derecho de propiedad sobre esta reliquia histórica y, llevado este caso ante la Corte de España, el emperador don Carlos V de Alemania y a la vez rey Carlos I de España, determinó porque dicho estandarte se quedase definitivamente en la Villa Imperial de Potosí y se constituya en el primer emblema representativo de Potosí, otorgándole al mismo tiempo el primer “Escudo de Armas” a esta ciudad colonial; hecho ocurrido el 28 de enero de 1547.

Transcurridos algunos años y, a partir de 1578, el referido pendón español era paseado por las calles de Potosí cada 25 de julio, fecha dedicada al apóstol Santiago el Mayor “Patrón de España” y de esta ciudad Imperial. Posteriormente el Ayuntamiento de Potosí, dispuso que se le agregara al estandarte, una gualda de seda blanca, significando con ello, la riqueza argentífera de esta ciudad.

El año 1812, luego del grito revolucionario del 10 de Noviembre de 1810, el rey Fernando VII, prohibió la exhibición del estandarte español en las calles de Potosí; sin embargo el general José Manuel de Goyoneche, comandante de las tropas realistas, estando en la Villa Imperial de Potosí en agosto de 1812, hizo que el pendón de tanta historia, paseara con toda la solemnidad por las calles de esta ciudad, en señal de desagravio a España.

Finalmente el 30 de marzo de 1825, encontrándose el mariscal Antonio José de Sucre en Potosí, se apoderó del hermoso pendón español, mandándolo al Ayuntamiento de Bogotá en calidad de obsequio.

Separadamente hubo otra réplica del estandarte español, similar al que guardaba la Villa Imperial de Potosí, que tuvo el orgullo de tremolar en la famosa Batalla naval de Lepanto, donde salió victorioso don Juan de Austria contra los turcos en 1571 junto a Miguel de Cervantes Saavedra que fue herido en la mano izquierda, por cuyo hecho llamado “El manco de Lepanto”.

Pendón de riquísima historia que fue obsequiado a Potosí por el rey Felipe II de España en 1572, siendo portador de este glorioso emblema, el virrey del Perú don Francisco de Toledo, depositándolo en la iglesia de la Compañía de Jesús, en cuya sacristía guardábase cuidadosamente, permaneciendo allí por cerca de dos siglos, para luego ser trasladado a España por órdenes del rey Carlos III.



El 24 de octubre fecha histórica por la reposición del Lábaro Potosino.

Fue en base al estandarte de la realeza española, en que se hace la reposición de la Bandera de Potosí el 24 de octubre de 1940, como consecuencia de la rebeldía demostrada por el pueblo de Potosí junto a sus autoridades ediles y otras, ante la desatención del gobierno central a los reclamos que como siempre realizaba la ciudadanía potosina por el desarrollo y progreso de esta parte de la geografía boliviana; enarbolándose entonces la Bandera Potosina como signo de “Federalización”. Lo cual motivó a que el entonces presidente de la República, Gral. Enrique Peñaranda, ordenara el traslado de cuatro regimientos uniformados a Potosí, cercar la ciudad e ingresar en ella con tanquetas de guerra, cañones y otras armas de artillería, acallando la voz del pueblo y tomando preso al H. alcalde municipal don Wálter Dalence Morales.

Pese a ello, aquella intervención militar no pudo frenar el clamor del pueblo, sabiendo que este mostró su indignación general a través de un “Cabildo Abierto” en el que se ratificó el pedido de una mayor atención a los requerimientos de esta ciudad y, rechazando el accionar del gobierno de ese entonces, consiguiendo porque el burgomaestre Dalence Morales fuese liberado después de haber estado detenido por tres días en una de las oficinas de la Prefectura del Departamento de Potosí.

Finalmente, la creación y vigencia de este lábaro potosino, fue ratificado mediante Ordenanza Municipal de fecha 10 de noviembre de 1940 firmado por todos los miembros del H. Concejo Municipal, con la fundamentación e informe del entonces Comisionado de Constitución y Justicia Dr. Gustavo Salas, quien decía: “La Bandera Potosina cuarteada o dividida en cuatro cuarteles, es una reposición de la que tuvo antes de la independencia de Bolivia”.

Repitiendo que Potosí fue la única ciudad que tuvo su Bandera propia desde la época colonial, siendo el pendón más antiguo, preciado y orlado, como otro obsequio del emperador y rey Dn. Carlos V.

Por tanto el origen de la Bandera Potosina, no responde a fines separatistas; más bien es una divisa de siglos, representando a la incomparable magnificencia de esta ciudad, así como el simbolizar la rebeldía de un pueblo que ha dado todo por la patria grande sin recibir lo que en justicia le corresponde.

En sí, la reposición de la Bandera potosina, está cimentada en el artículo 1ro. de la Ordenanza Municipal 32/40 que, a la letra dice: “La Bandera del Departamento de Potosí que será inaugurada oficial y solemnemente el día 10 de Noviembre de 1940, será de color rojo y blanco, diagonalmente contrapuesto con dos castillos de oro y dos leones rojos respectivamente en ellos. Al centro en forma oval de azur, el Cerro Rico de Potosí”.

Por todo ello se reitera el hecho de que esta ciudad, desde la época de la Colonia, con disposición legal de la monarquía española, obtuvo su propio pendón dispuesto en cuadrantes con los torreones de oro y leones rampantes junto a los colores tradicionales rojo y blanco; significando el primero, la gloria, altivez y sangre valerosa que esplende en escarlata; luego el color blanco, representando a la pureza, señoría, nobleza y toda la plata que lleva por Ofir.



Himno a la Bandera Potosina

Con motivo de celebrarse el Bi-Centenario del Grito Libertario del 10 de noviembre de 1810, llegó a escribirse la letra y partitura musical del Himno a la Bandera Potosina, luego de que el Comité del Bi-Centenario, convocara a un concurso, se hiciera la calificación de los trabajos presentados para este propósito y haciendo conocer el resultado final; habiendo sido ganador del mismo el potosino Wilber Flores Ramírez. Este Himno fue estrenado en ceremonia especial realizada en el teatro Modesto Omiste, en presencia de autoridades y ciudadanía en general, habiéndose escuchado por vez primera el Himno a la Bandera Potosina, en las voces de la coral universitaria perteneciente a la casa superior de estudios Tomás Frías.



*Presidente de la Sociedad

Geográfica y de Historia Potosí

Celebran el Día de la Bandera Potosina

A partir de las 7:30 de hoy comenzaron los actos centrales de celebración del Día de la Bandera Potosina, con el traslado de la enseña desde el edificio de la Alcaldía para la iza en el Obelisco de la plaza 6 de Agosto y la entonación del himno al lábaro potosino.

El acto cívico estudiantil se desarrollará en el Campo Marte a partir de las 9:00 con el homenaje de los alumnos del primero y segundo de secundaria. Participarán las autoridades de Educación que brindarán el homenaje, se entonará el Himno a Potosí, se relatarán antecedentes históricos del pendón, se entonará el Himno a la Bandera Potosina, se escuchará el discurso del gobernador Juan Carlos Cejas y de un representante de la junta vecinal Villa Urkupiña.

Después se procederá con el desfile por la avenida Litoral, calles Santa Cruz, Boquerón, avenida Prado San Clemente y culminará en la plaza de Las Banderas.

Ayer comenzaron los actos oficiales de celebración del Día de la Bandera Potosina, con el desfile nocturno de las autoridades, centros de educación alternativa y las juntas vecinales del Distrito 9.

Se cumplió la serenata en la plaza de La Banderas con la participación de varios grupos folclóricos y la gran oferta de diferentes platos típicos potosinos.

Sin embargo, pese a la vigencia de la Ley Municipal 075/2015 ayer se conoció de un comunicado que dice: “La Asociación de Profesores de Educación Musical, comunica a los profesores y profesoras, conocedores de la problemática referente al Himno a la Bandera Potosina y de los votos resolutivos de nuestra asociación, se les hace recordar que el supuesto Himno a la Bandera no deberá ser entonado en el acto cívico mientras no se apruebe legalmente”.

martes, 17 de octubre de 2017

Recordando el 16, 17 y 18 de octubre de 2003 Gonzalo Sánchez de Lozada: “Yo no voy a renunciar”

“Es importante decir a todo el pueblo de Bolivia que yo no voy a renunciar (...). No es posible que se reemplace la democracia con una dictadura sindical. Se va a reponer el orden y se va a derrotar a los sediciosos (...). Yo no me voy a ir a ningún lado. Quiero decirle a Evo (Morales) al Mallku y a toda esta gente que se han unido para traer violencia y sangre a toda la familia boliviana que no van a tener éxito”, aseguró un 16 de octubre de 2003 el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada desde la Residencia Presidencial.

La exautoridad se mostró esa fecha ante los medios escoltada por sus dos socios políticos, Jaime Paz Zamora y Manfred Reyes Villa. Fue la última aparición pública ante los medios.

Un día después, el 17 de octubre, a través de una carta dirigida al Congreso Nacional presentó su renuncia. En horas de la tarde de esa jornada el Parlamento sesionó después de semanas de haber estado paralizado. En esa misma fecha Carlos Mesa fue posesionado como Presidente Constitucional de Bolivia.

En esas fechas históricas, EL DIARIO hizo un continuo seguimiento de los hechos con ediciones vespertinas que publicó. A continuación reeditamos un pasaje de las noticias del 18 de octubre de 2003

El clamor

popular se impuso

Sánchez de

Lozada renunció

La movilizacion popular obligo a Gonzalo Sanchez de Lozada a renunciar a su cargo. El exmandatario partió anoche con destino a Estados Unidos.

Luego de escuchar la aprobación de su renuncia por el Congreso Nacional y la posesión del nuevo Presidente de la República, el exmandatario Gonzalo Sánchez de Lozada partió anoche rumbo a Estados Unidos, en un vuelo comercial del Lloyd Aéreo Boliviano.

El expresidente, en medio de gran incertidumbre, según ANF, llegó a las 19.30 horas al aeropuerto internacional Viru Viru y permaneció por cuatro horas en el salón Vip, a la espera del avión que lo trasladó hasta Miami cerca de las 22.45 horas de este viernes.

Debido a la fuerte custodia policial en el aeropuerto, ningún medio tuvo acceso al pre embarque, sino que únicamente los trascendidos daban cuenta de lo que ocurría dentro de la terminal aérea.

Gonzalo Sanchez de Lozada partio hacia Estados Unidos, junto a su familia y algunos de los exministros.Durante las horas previas a su arribo la incertidumbre reinó en esta ciudad, ya que ni siquiera los allegados al Gobierno sabían con precisión el rumbo que tomaba Gonzalo Sánchez de Lozada, luego que dos helicópteros llegaron desde Perú para posibilitar su salida de la ciudad de La Paz.

Inclusive una fuente, adelantó que el exmandatario se trasladaba directamente a Lima, ante la versión que campesinos marchistas en Santa Cruz pretendían impedir su salida, lo que finalmente no sucedió.

jueves, 12 de octubre de 2017

Festejarán el Día de la Bandera Potosina

El jefe de la unidad de Promoción Cultural del Gobierno Municipal de Potosí, Jhonny Callapino, hizo conocer los actos del programa de celebración del Día de la Bandera Potosina.

La primera actividad será el lunes 23 de octubre con el desfile nocturno, a partir de las 18:00, con la participación de centros de educación alternativas, las juntas vecinales del Distrito 9, invitados y las autoridades municipales.

El desfile partirá del Campo Marte, seguirá por la avenida Litoral, las calles Santa Cruz, Boquerón, la avenida del Prado y terminará en la plaza de Las Banderas.

Esa noche se desarrollará también la serenata cultural en la plaza de Las Banderas, con la presencia de grupos de música y la oferta de platos típicos potosinos.

Callapino dijo que el día martes 24, Día de la Bandera, a las 7:30 se desarrollará el traslado de la enseña rojo y blanco del edificio de la Alcaldía hasta el obelisco de la plaza 6 de Agosto para el acto de iza, en el que entonará el Himno a la Bandera.

A partir de las 8:30 será el acto de homenaje en el Campo Marte, con la participación de estudiantes de primero y segundo de secundaria. También se entonará el himno. Posteriormente se desarrollará el desfile escolar por el mismo recorrido hasta la plaza de Las Banderas.

El programa de celebración del Día de la Bandera Potosina fue coordinado con representantes de la Dirección Distrital de Educación, dirigentes del Distrito 9 y funcionarios de la Secretaría de Cultura del Gobierno Municipal.

La Ley Municipal 071/2015 establece los elementos de la bandera con los cuarteles rojos con torreones de color oro, los cuarteles blancos con leones rampantes de color rojo y en el centro el óvalo azur con el Cerro Rico.

Bartolina Sisa, la virreina de los indios, la generala



“Ustedes son españoles, yo soy la virreina de los indios”, afirmó la líder indígena Bartolina Sisa, la niña que nació el 24 de agosto de 1750 en el cantón de Caracato, ayllu O’qori, Sica Sica, en La Paz.

Hoy, al rememorar el Día de la Descolonización, se recuerda a la líder joven y esposa de Tupaj Katari a través del trabajo de Lucila Choque Huarín, investigadora, docente, activista boliviana, que permite una mirada al ser humano, a la mujer indígena que rompió los esquemas de su tiempo.

En la división social creada por los colonizadores, Sisa fue considerada una del ‘común’. Los españoles eran ciudadanos de primera categoría, los criollos de segunda y los indígenas, denominados indios, eran considerados animales en proceso de llegar a humanos.

Según Thomsom, autor favorito de Choque, aprendió desde niña el valor del trabajo y el comercio, no tenía miedo a expresarse libremente y estaba enterada de todo lo que ocurría contra los pueblos originarios y sobre todo contra las mujeres indígenas.

Choque narró que aprendió a usar la espada y montaba un caballo en el que bajaba con su arma en ristre desde la zona de Altupata (hoy ciudad de El Alto) en actitud desafiante.

El Chacha-Warmi

Bartolina Sisa aprendió de sus padres la actividad del comercio y conoció a Julián Apaza, quien también comercializaba la coca, producto muy requerido en ese tiempo.

Los colonizadores explotaban las riquezas y las enviaban a España, mientras que en América, en lo que hoy es Bolivia, la población, sobre todo indígena, moría de hambre y para aguantar las duras faenas de trabajo y la falta de alimento, la coca fue indispensable.

Junto a Julián Apaza (Tupaj Katari) formó el chacha-warmi, que en su concepción original no significa que la mujer siga al marido como una sierva, al contrario, el lazo de lealtad y unión entre ambos fue inquebrantable pese a que vivieron separados.

Bartolina formó sola (sin ayuda de Apaza) su propio ejército en Pampahasi, en Chinchaya, tuvo más de 20 mil hombres que la obedecían, que llegaban desde distintos lugares a servirla y le expresaban respeto como la generala o la virreina.

Para reunirse con Katari, un consejo de amautas organizaba todo un protocolo con el fin de solicitar: “Por favor consejera, virreina de los indios, le está llamando su esposo”.

“Para mí la idea del cerco surgió en ella. En un momento Apaza se acobardó, no quiso matar a los españoles y ella no. Sisa nunca expresó miedo hasta el final, pese a todas las atrocidades que le hicieron, jamás entregó a sus compañeros y fue valiente hasta su muerte”, afirmó Lucila Choque.

Más aún, la investigadora, con una mezcla de admiración y rabia al referirse a la Sisa vestida de española, expresó: “La india no siempre es la mujer vestida con hermosos trajes que han mantenido nuestros territorios, podemos estar con las ropas más modernas, pero nuestro corazón es indio, es sentir esa rabia, ese furor de que somos las dueñas de este territorio”.

Choque ha dedicado gran parte de su tiempo a la investigación sobre Bartolina Sisa, ha seguido a distintos autores e investigadores que enfocaron sus trabajos en la heroína indígena con obras como La biografía de Julián Apaza y Bartolina Sisa, de la chilena María Eugenia del Valle; Historia del Tahuantinsuyu, de María Rostworowski; obras de autores como Nicanor Aranzaez, Augusto Guzmán, Porfirio Díaz Machicao y Raúl Bothelo Gozalvez, pero además las versiones románticas y paternalistas que la describen a ella y a Katari, ya sea como los mecenas o a Sisa como la pobre indígena mártir, Choque se inclina hacía el trabajo del doctor en historia Sinclair Thomson y su obra Cuando sólo reinasen los indios.



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La obra de la líder indígena de Pequeño Teatro



El elenco y escuela de dramaturgia Pequeño Teatro, pionero en la puesta en escena de la historia de Tupaj Katari y Bartolina Sisa, estrenó la vida de la líder indígena en la ciudad de Lyon, Francia, en 2016.

Una presentación que aún no fue posible en Bolivia debido a distintos factores. Sin embargo, el elenco, dirigido por Guido Arze, considera que a través de la representación artística se puede difundir la historia de los héroes indígenas.

Sisa fue interpretada por la actriz Verónica Armaza el año que la líder fue prisionera de los colonizadores. Armaza personifica las emociones más íntimas de la mujer, sus miedos no expresados, su pensamiento emancipador, su lucha por la expulsión de los españoles de la tierra americana y el amor que sintió por su pareja Tupaj katari pese a que éste vivió con otras mujeres.

martes, 10 de octubre de 2017

11 de octubre de 1854 - Nacimiento de Adela Zamudio

Adela Zamudio nació en Cochabamba, Bolivia, el 11 de octubre de 1854.

Ilustre mujer, escritora, pensadora, pintora, directora y profesora de la primera escuela laica en Bolivia. Muy joven se inició en la poesía bajo el seudónimo de SOLE-DAD y llegó a ser la figura literaria sobresaliente entre todos los escritores del período romántico. Manejó con acierto todos los gé-neros y formas retóricas. Su versificación fluida y correcta. Sus temas son la vida, la naturaleza, los sentimientos y la preocupación filosófica. Poetisa coronada en 1928 por el Gobierno de la Nación. Vivió para las letras y la enseñanza. Penetrante observadora del alma humana, sus cuentos reflejan el ambiente de su época y denuncian la injusticia social y económica con sutileza, medida e ironía.

Fundó en 1911 la primera escuela de pintura para señoritas y otra igual para niños del suburbio. Combatió gallardamente por la emancipación social e intelectual de la mujer, sin que esta actitud menoscabara su feminidad. Su rebeldía estaba unida a un alto sentido cristiano; sin embargo fue combatida por las autoridades eclesiásticas hasta suscitar una célebre polémica nacional en la que se solidarizaron con la Maestra y Poetisa la casi totalidad de los escritores bolivianos importantes. Autora de piezas de teatro y lecciones líricas para niños.

Su labor didáctica aparte del magisterio, cuenta con estudios y conferencias orientadoras. Sus obras: “Ensayos políticos”, Buenos Aires 1887; “Intimas”, “Peregrinando”, “Ráfa-gas”, París 1914; “Cuentos breves”. Murió el 2 de junio de 1928, en su ciudad natal, luego de haber recibido varios homenajes por su actividad, tanto poética como educativa. El Día de la Mujer Boliviana fue instituido en 1980 en memoria a su natalicio.

“Estar de Jauja”, “vale un Potosí” y otras expresiones que derivan de los conquistadores españoles

Incluso cuando Cristóbal Colón no hubiera sido el primer europeo en llegar a América, como apuntan las pruebas arqueológicas sobre la presencia de vikingos en el continente; lo importancia de lo ocurrido en 1492 fue el encuentro definitivo y continuado entre dos civilizaciones, que dio lugar a un mestizaje único y a un intercambio en numerosos ámbitos. El Descubrimiento supuso un cambio para toda la humanidad y una revolución para Castilla, cuya lengua regó las nuevas tierras, y que, a su vez, se contagió de un sinfín de expresiones y refranes que tenían referencias en América y en la exploración de territorios americanos y pacíficos por parte del Imperio español. La gesta de Colón impregnó también el imaginario popular.

“HACER LAS AMÉRICAS”

La larga tradición de emigración española a América, tanto después del Descubrimiento como en tiempos más recientes, dio lugar a la expresión popular “hacer las américas”, como sinónimo de una empresa arriesgada donde se tiene la esperanza de hacer fortuna.

“ESTAR DE JAUJA”

En su viaje al corazón del Imperio inca, Fran-cisco Pizarro dio con una ciudad llamada Jauja, cuya fama de oasis en medio de las adversidades que sufrían en ese momento los conquistadores españoles terminó evolucionando en el sinónimo de un lugar idílico y paradisiaco, donde no faltaba de nada y todo eran placeres. Lope de Rueda escribió en 1547 el paso titulado “La tierra de Jauja” y fabuló que allí las calles estaban empedradas con piñones y por ellas corrían arroyos de leche y miel. Así, pues, el dicho “¡esto es Jauja!” se suele pronunciar para expresar abundancia, si bien puede tener un sentido irónico: ¿Estamos aquí o en Jauja? Expresión coloquial usada para reprender una acción o un dicho im-portuno o indecoroso.

“QUEMAR LAS NAVES”

La expresión “quemar las naves” ha sido sinónimo a lo largo de la historia de lanzarse a por un objetivo a la desesperada, renunciando a la posibilidad de dar marcha atrás ante un eventual fracaso. Algo similar a lo que Hernán Cortés hizo en su campaña contra el Imperio azteca. “Propuso Cortés ir a México. Y para que le siguiesen todos, aunque no quisiesen, acordó quebrar los navíos, cosa recia y peligrosa y de gran pérdida”, narra el cronista López de Gómara sobre la decisión de Cortés. El 8 de noviembre de 1519 iniciaron el viaje definitivo hacia Tenochtitlán los 400 españoles supervivientes, acompañados de 15 caballos y siete cañones, que pasarían a la historia como los principales responsables del derrumbe del estado mexica. Ya no había marcha atrás.

Su decisión kamikaze se considera el origen de la expresión, si bien puede que su origen aun más lejano esté en el siglo III antes de Cristo, tal y como refleja Manuel Campuzano en su li-bro “Alejandro Magno. La excelencia desde el liderazgo” (Visión). Al llegar a la costa Fenicia, Alejandro Magno observó que sus enemigos le triplicaban en número y que su tropa se veía derrotada antes de pisar el campo de batalla. Alejandro Magno desembarcó e inmediatamente mandó quemar todas las naves. Mientras su flota ardía, el líder macedonio “reunió a sus hombres y les dijo: Obser-vad cómo se queman los barcos... Esa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podrá reunirse con su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos”. “Cuando regresemos, lo haremos en los barcos del enemigo”, anunció.

“HACER EL INDIO”

Como equivalente de actuar de forma ridícula, festiva o extravagante se emplea la expresión “hacer el indio”, lo cual no tiene ninguna relación con el primer significado que se le dio a esta expresión. Según cuenta Ramón J. Sender en su libro “Túpac Amaru” (Navona), “los criollos habían troquelado una expresión que expresaba cualquier clase de resignación vergonzosa ante el oprobio: hacer el indio”. Es decir, que a mediados del siglo XVIII, “hacer el indio” era sinónimo de asumir sin rechistar las humillaciones.

“EN FILA INDIA”

Se cree que esta expresión deriva de la costumbre, obligada por las condiciones geográficas y la ausencia de caminos anchos, de avanzar en fila de a uno de los indígenas. El principal motivo por el que marchaban así era por estrategia y defensa, pues el primero abría paso y todos los siguientes iban pisando sobre las mismas huellas que había dejado el cabeza de la fila. El último miembro iba borrando las huellas para no dejar rastro alguno en la estrecha ruta. De ahí viene que el ir de un sitio a otro manteniendo un orden y uno detrás de otro se le llame “ir en fila india”.

“VALER UN POTOSÍ”

Potosí significa hoy “riqueza extraordinaria”, por lo que valer algo un Potosí equivale a ser algo de mucho precio o estimación. Las asombrosas minas de Potosí están en el origen de este significado. Así, el oro fue el protagonista de los primeros años de la conquista, viviendo su punto álgido entre 1550 y 1560, coincidiendo con un periodo de gran escasez de este mineral en Europa. Pero pronto el oro fue sustituido por el verdadero “Dorado” de América: las minas de plata. La expresión “vale un Perú o un Potosí” hace referencia a que fue en esta región donde estaba una de las minas más emblemática y productiva. En 1545 se inició la explotación de estos yacimientos de plata en el Alto Perú (hoy Bolivia), siendo el año cero del boom en la extracción de este material.

“CHILE, LA FLOR DE MIS GUZMANES”

Este caso no es en sí una expresión popular, sino más bien una cita con tono novelado. Para Carlos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV la Guerra de Arauco, en Chile, fue un quebradero de cabeza por su irresuelta situación constante en el tiempo y su alto coste de vidas. En una ocasión, el Emperador Carlos V resumió con sátira el asunto: “Chile le cuesta al Imperio la flor de mis guzmanes”. Esto es, “la conquista de Chile se ha llevado mis mejores hombres{.

“EL HUEVO DE COLÓN”

La definición de esta expresión es la de “cosa que aparenta tener mucha dificultad pero resulta ser fácil al conocer su artificio”. Una expresión que surgió por la novelización de una reunión en la que algunos cortesanos le dijeron a Cristóbal Colón que su Descubrimiento no tenía nada de particular y tarde o temprano hubiera ocurrido. Para demostrarles su error, Colón les invitó a que pusiesen derecho un huevo cocido. Todos dijeron que aquello era imposible, y él, entonces, dando al huevo un pequeño golpe contra la mesa, lo colocó de pie por efecto de la abolladura del cascarón. Protestaron diciendo que aquello era muy fácil, pero a ninguno de ellos se le había ocurrido hacerlo.

No obstante, esta misma anécdota se contaba anteriormente a Colón con otros protagonistas, como Brunelleschi, el célebre arquitecto florentino, y el famoso constructor Juanelo Turriano, quien inventó el artificio para subir a lo más alto de Toledo las aguas del Tajo.

“DE AQUÍ A LIMA”

La expresión de “aquí a Lima” es equivalente a recorrer una gran distancia o una ruta muy dificultosa. Si bien Cuzco (la Roma de América) era la ciudad más importante del Imperio inca y dejó impresionados a Pizarro y sus hombres, lo cierto es que su posición geográfica entre montañas hizo desaconsejable establecer allí el aparato burocrático que trajo la llegada de los españoles. La administración virreinal prefirió la ubicación de Lima (fundada dos años después que Cuzco, en 1535) y principalmente la cercanía de ésta con el puerto natural de lo que sería El Callao, para establecer la cabecera de sus dominios en Sudamérica. Lima deriva del nombre del río que atraviesa la ciudad, el Rímac; pero fue llamada originalmente la Ciudad de los Reyes.

“EL DORADO”

Tras la conquista de Quito (Ecuador), que se suponía más rica que Cuzco pero no lo era, el cordobés Sebastián de Belalcázar tuvo noticia de una tierra más al norte llamada Cundinamarca, donde los reyes eran cubiertos con oro en polvo a su muerte para ofrendarlo a los dioses, naciendo allí la actual leyenda de “El Dorado”. “Desnu-daban al heredero y lo untaban con una liga pegajosa, y lo rociaban con oro en polvo, de manera que iba todo cubierto de este metal. Metíanlo en la balsa, en la cual iba de pie, y a su alrededor depositaban un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su dios”, escribió muchos años después el cronista Juan Rodríguez Freyle sobre el mito que corrió febril entre los conquistadores españoles. Hoy el término “El Dorado” hace referencia a un sitio de gran riqueza y valor, aunque de carácter imposible.

“HACER EL MISIONERO”

La posición del “misionero” es una de las más utilizadas para mantener relaciones sexuales y, según una leyenda urbana posiblemente falsa, el origen de esta designación está en la evangelización que acompañó a la colonización y conquista de América. En términos de esta teoría, los indios vincularon esta posición con los misioneros porque éstos en su evangelización afirmaban que era el único modo correcto de colocarse para mantener relaciones sexuales. Y ciertamente desde la Iglesia Católica fue ampliamente recomendada durante siglos realizar esta postura (considerándola la más ‘casta’ y efectiva para procrear, evidentemente dentro del matrimonio). No obstante, no hay ni una sola constancia escrita de que a esta postura, empleada desde la Antigüedad, se le llamara de ese modo antes de mediados del siglo XX, cuando recibía el nombre de “postura angelical o de la serpiente”, tal y como explica el doctor en antropología Robert J. Priest en su artículo “Missionary Positions: Chris-tian, Modernist, Postmodernist”, publicado en febrero de 2001.

“VETE AL CARAJO”

Se trata de un interjección para expresar un desacuerdo con alguien. Y curiosamente el origen de su uso está en el tiempo del Descubri-miento, pues “carajo” se le llamaba al lugar si-tuado en lo alto del palo mayor de las antiguas carabelas españolas. Servía como puesto de observación desde el que los vigías oteaban el horizonte en busca de naves enemigas o lugares a donde querían llegar. Cuando un marinero co-metía una falta se le mandaba al carajo en señal de castigo, estando obligado a permanecer allí como vigía.

“SER POBRES EN PANAMÁ”

Tras dos años y medio de viajes hacia Tierra Firme, Pizarro recibió órdenes de cancelar la expedición al Perú y regresar a Panamá. El ex-tremeño, que carecía de la elocuencia de su sobrino lejano Hernán Cortés, el conquistador de México, pero estaba convencido de que era la empresa más importante de su vida, trazó una raya en el suelo en la Isla del Gallo, cerca del municipio de Tumaco (Colombia), y dijo con palabras gruesas: “Por este lado se va a Panamá a ser pobres. Por este otro al Perú a ser ricos. Escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere”. Solo 13 hombres de los 112 supervivientes que componían su expedición decidieron cruzar la línea para “ser ricos en el Perú”.

“LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS”

Filipinas se convirtió con los años y la primera circunvalación a la tierra en un punto clave del Imperio español. Allí llegaba y partía cada año el llamado Galeón de Manila, que conectaba el comercio de Asia con el de América, y este a su vez con Europa. De ahí que la pérdida de este territorio en 1898 a manos de EE.UU. supusiera un golpe moral para un España herida de muerte. Con la expresión “los últimos de Filipinas” se alude hoy en día a las últimas personas que permanecen en un lugar o a las últimas personas que defienden unas ideas, en referencia a la resistencia que unos cuantos soldados españoles llevaron a cabo en el fuerte filipino de Baler contra las tropas americanas. Los pocos soldados del fuerte de Baler continuaron resistiendo, incluso después de que se rindiera la capital de las islas, Manila.

“MALINCHISTA”

La palabra malinchismo se usa de modo peyorativo en la cultura popular mexicana para definir la permeabilidad de un grupo social o étnico frente a un proceso de asimilación cultural de costumbres o hábitos ajenos a la cultura de origen. Su origen está en la figura histórica de La Malinche, una mujer indígena que acompañó a Hernán Cortés durante la conquista de lo que hoy es el territorio de México y ejerció como su intérprete y ayudante.

César Cervera

FUENTE: ABC