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martes, 27 de octubre de 2015

205 Aniversario de la gloriosa batalla de Cotagaita

La primera verdadera batalla por la independencia del Alto Perú, se llevó a cabo en Cotagaita capital del partido de los chichas (27 de octubre de 1810).
Los penínsulas conocían bien que en esta misma población de Cotagaita, sus mayores experimentaron el primer amargo sabor de la derrota, frente a las fuerzas bravías de la nación de los chichas, cuando las autoridades de la Audiencia de Charcas y Potosí, ordenaron la conquista o sumisión de los Chichas en 1563, por cuanto este valeroso pueblo se mantenía libre y soberano, gobernado por sus propias autoridades; cuando habían ya trascurrido más de 30 años, que el gran imperio de los incas y toda América Latina soportaba los abusos y desmanes de los penínsulas en su condición de colonias, y conformado un formidable contingente de guerreros españoles muy bien equipados y cientos de aborígenes colaboradores, llegaron a Cotagaita comandados por el capitán Luis de Fuentes y Vargas muy seguros de su conquista, y muy tarde se dieron cuenta a las autoridades de la región estaban muy bien enterados de los propósitos españoles, por lo que estos nada pudieron hacer cuando vieron que estaban cercados y acorralados por las fuerzas de combate chicheños.
No pudiendo retroceder menos avanzar, porque el potencial bélico de los Chichas era solido contundente, en esta situación permanecieron más de un mes, acaso con la posibilidad de recibir alguna ayuda de Potosí o Charcas y siendo ya situación crítica posamos a expirar decidieron su rendición, firmado un compromiso para más volver con fines de conquista a territorio chicheño, en esta situación los españoles hicieron un convite a las autoridades chicheñas para celebrar el acuerdo arribado, y aprovechando esta reunión, el gallardo capitán Luis de Fuentes y Vargas decide desposarse con una vendadera chicheña llamada Cora, hija de uno de los principales caciques de los chichas, con ritos y costumbres de la región, ejemplo que siguieron muchos españoles y desde aquellos tiempos remotos que Cotagaita, se convierte en residencia y centro de españoles y nace el entendimiento entre chicheños y españoles sin sometimientos de ninguna naturaleza y aceptando por el pueblo de los chichas el nombramiento de su primer corregidor de esta nación el capitán Luis de Fuentes y Vargas y siendo el mayor y mejor resultado del acuerdo, que terminaron, las incursiones a territorio chicheño de los salvajes chiriguanos.
De todo lo declarado a 1810 trascurren más de 300 años y nuevamente chicheños y españoles se encuentran frente a frente ya sin ninguna posibilidad de entendimiento, fuerzas de la represión y patriotas de la libertad, pero son los mismos chicheños de hace centurias y con el mismo coraje de sus mayores y se encuentran en la misma población mil veces bendita llamada Santiago de Cotagaita.
En tantos años de dominio, abuso y prepotencia peninsulares para los chicheños no había otra alternativa que el exterminio total de los invasores.
Ante la inminencia de incursión de fuerzas revolucionarias argentinas a territorio Alto Peruano una vez constituido el gobierno libre de Buenos Aires, obliga a las autoridades de Charcas y Potosí a la urgencia de construir una fortaleza militar con capacidad de detener el paso de las fuerzas Rio Platenses y se decide esta construcción en Cotagaita, paso obligado para todo desplazamiento militar del sur hacia Potosí y Charcas, trabajaron mucho tiempo pero ahí estaba el fuerte militar inexpugnable en Cotagaita.
La batalla de Cotagaita no fue estrategia del ejército argentino, sino que fue propiciada y encabezado por los patriotas chicheños, cinteños y tarijeños, cuyas vidas estaban entregadas a la causa libertaria y solo ellos sabían y conocían de cerca el potencial bélico militar español y su ubicación de la fortaleza de Cotagaita; y vale recalcar que jamás pensaron siquiera en un triunfo a su favor, conociendo el equipo moderno militar de los penínsulas el contingente de soldados expertos en su carrera, el objetivo mayor de los chicheños era desalojar a los enemigos de sus regias y formidables trincheras y batirse cuerpo a cuerpo lo que ciertamente consiguieron a creces, pero con el sacrificio de muchas vidas patriotas y luego se acogieron a la retirada cual estaba planificado, y los engreídos y soberbios españoles cantaron victoria, lo que no fue así y el retroceso de los patriotas hacia el sur fue ordenada y sin apuros, aprovechando el gran contingente de la caballería Argentina, y los españoles no pudieron realizar un seguimiento inmediato por cuanto carecían de su caballería, cuyos semovientes habían sido desbandados día antes de esta singular batalla, por valientes y decididos chicheños; aquí es justo reconocer que la causa libertaria estaba latente en Cotagaita.
Con la retirada del Ejército Patriota de Cotagaita, los españoles aseguraron su triunfo ante las fuerzas combinadas del Alto Perú y Buenos Aires y decidieron su persecución; ni siquiera se enteraron que el ejército auxiliar argentino no intervino con todas sus fuerzas en Cotagaita, porque a los 10 días de esta gloriosa batalla se encontraban frente a frente, sin cobijos de ninguna clase en las planicies de Suipacha, patriotas y españoles; había llegado el venturoso día de medir fuerzas de igual a igual y saldar cuentas con los déspotas peninsulares, por lo que ardió Troya en las pampas de Suipacha y todo el dolor y rabia contenida por los patriotas durante centurias de desfogo y los llamados “Vencedores del Gran Bonaparte” paladearon el polvo de la derrota en estas tierras americanas (algo similar al de Cotagaita1563) para orgullo y honor de los potosinos y chicheños en particular, constituyendo el mismo el puntal de la guerra por la independencia del Alto Perú.
Pero tenían que pasar 15 largos años de continuos combates y el sacrificio de muchos héroes y mártires que no llegaron a gustar el placer de la libertad. Y caso increíble o excepcional para muchos que no conocen la historia patria, por obra y hechura de los llamados historiadores clásicos que solo escriben lo que les interesa y mucho sin relevancia pero de las grandes poblaciones y nunca de los sacrificios heroicos de los pueblos pequeños. Por ello es preciso manifestar que en esta misma tierra chicheña se lleva a cabo la última batalla por la independencia del Alto Perú (batalla de Tumusla del 1 de Abril de 1825) donde murió el ultimo virrey español de América, el General Pedro Antonio Olañeta, frente a los patriotas comandados por el coronel Carlos Medinaceli Lizarazu, un cotagaiteño, hijo primogénito del ingeniero español Agustín Medinaceli de la Cerna y Dña. Rosaura Lizarazu, vecinos de Cotagaita.
Por todo lo expuesto de la intervención Potosina en la guerra de la independencia del Alto Perú y consiguiente creación de la República Soberana de Bolivia, los potosinos nos preguntamos cual el beneficio que ha recibido esta región de los poderes del estado en más de dos siglos de vida republicana. Continuamos con la misma actividad minera de la época colonial, ingentes cantidades de minerales se extraen de las entrañas de nuestra cordillera de los más valiosos y en beneficio siempre de otras regiones de Bolivia, aquí en Potosí no queda nada que no sea socavones vacíos, mineros enfermos con silicosis, aguas de regadío contaminadas con desechos mineros y próximos a liquidar la agricultura en los valles.
Tantas vidas ofrendadas por Potosí por una nación libre y que somos hoy en día, la región más atrasada, marginada y olvidada por todos los gobiernos de turno, de nada nos ha favorecido que nuestro Departamento atesore los más valiosos minerales, ahí está el litio de Uyuni que por ley es declarada una riqueza estratégica y pasa a depender del gobierno central y como siempre igual recibimos migajas en nuestro beneficio.
La Villa Imperial, del gran Departamento potosino va entendiendo muy bien el verdadero significado de UNIDAD, ese entendimiento que debía haber reinado, de siempre, en los potosinos de corazón hacia horizontes de desarrollo y progreso de todo el departamento; que siendo el primer artífice de la creación de Bolivia es merecedor de lo mejor que puede aspirar, esta gran nación.

Cotagaita, 24 de octubre de 2015

viernes, 23 de octubre de 2015

La verdadera edad de la ciudad de La Paz

Sabemos que en esta cuenca antes que nosotros se asentaron nuestros antepasados, hombres de muy diferentes orígenes y linajes de los más antiguos. Tal vez fueron los Chiripa, cuyos restos fueron clasificados por Max Portugal como aquellos antiguos de habla puquina, que fueron forjadores de la gran civilización de Tiwanaku. Todo esto antes de la migración sureña de los señoríos aymaras, que construyeron los chullpares, edificios funerarios de adobe que aún permanecen como testimonio de su presencia antes de los españoles que le dieron el nombre de La Paz.

Fritz Buck formulaba la idea de que éstos, los más notables, los del Taypi-Kala-Tiwanaku, pudieron haber salido del valle del Illimani para forjar la gran capital pétrea de Tiwanaku.


La historia de La Paz no se revela a través de la disciplina de la arqueología, sino con la de la historia. Aunque la arqueología ha contribuido sin duda con elementos muy valiosos, éstos, en resumen, sirven para la comprensión de la condición aldeana de los asentamientos previos.

Chuquiabo, 100 años antes

Sabemos por fuentes escritas muy tempranas que Chuquiabo era una marka a partir del reinado de Pachacuti que, más o menos un siglo antes de la presencia ibérica, había conquistado el mítico territorio de los Kollana y que para sus incursiones hacia la Amazonia, hacia la cuenca del Plata y los llanos del Chaco, Chuquiabo resultaba tener una ubicación estratégica.

Además de la producción agrícola y ganadera, Chuquiabo era una bisagra fundamental de articulación territorial, por lo que antes de la cultura Inca, pero también durante, se trabajaron varias vías de penetración hacia el Antisuyo, es decir, la promesa cálida del imperio.

Más adelante, y también por medio de los cronistas españoles, sabemos que el último inca que gobernó sin sobresaltos, Huayna-Cápac, descubrió que además de las ya señaladas virtudes del lugar, el río de Chuquiabo traía en sus mansas aguas pepitas de oro. Por lo que éste, en su política migratoria de consolidación del Estado inca, trajo y asentó varias comunidades de mitimaes, que trabajaron en el lavado del precioso metal.

Caminos y tambos

Una colonia denominada Churubamba -toponimia e indiscutiblemente quechua, que probablemente era simplemente la traducción del léxico Chuquiabo en idioma oficial- acompañó al desarrollo pacífico del contingente humano la implementación de caminos que convergían en esta marka. De ello tenemos testimonios en crónicas, como la de Pedro Sancho, primer español que holló el suelo hoy paceño. Pero también nos hablan coincidentemente de ello las Actas Capitulares de la ciudad de La Paz, que dan cuenta de que a más o menos 30 kilómetros de Chuquiabo existían varios tambos en una red de caminos, por ejemplo el de Laja, rumbo a Arequipa, o los de Viacha y Corocoro, rumbo a Potosí.

Todos estos tambos son muestra evidente de que las vías se encontraban en un punto de organización geográfica del territorio, en un centro que además de tambo tenía una evidente condición industrial: la extracción del oro, lo que resulta ser evidencia de una proto-ciudad que se venía cristalizando; una concentración inca que además admitía la presencia del señorío de los pacajes, que impuso su lengua, idioma que predominaba en la región desde la caída de Tiwanaku. Huayna-Cápac fue directo protector de estos migrantes y beneficiario de su producción aurífera.

Lavadero de oro

La cristalización de una urbe en esta instalación metalúrgico industrial, un lavadero sedentario de oro, que fue descrito por el cronista y secretario de Pizarro, Pedro Sancho, a fines de 1533 o principios del 1534, no puede ser otro que el barrio de Churubamba.

La naturaleza de este poblado vuelve a revelarse en algunas de las Actas Capitulares, donde los españoles instalados ya en ella disfrutaban de las obras hidráulicas dejadas que permitían el abastecimiento del líquido vital, que debió ser protegido por medio de un mandamiento expreso para que no sea alterado sin consentimiento del alarife de la ciudad y bajo su expresa supervisión.

Estas evidencias no son ya de tipo arqueológico, sino histórico, ya que están registradas a través de la palabra, sea de los cronistas o de los escribanos del Cabildo.

En 1536 varios sacerdotes fueron enviados a catequizar el Collao y asentaron aquí en Chuquiabo varias capillas. En 1938 Francisco Pizarro se asentó personalmente para su dominio sobre Charcas y mandó desde aquí a Pedro de Valdivia a conquistar Chile, a Pedro Anzures de Campo Redondo a fundar la ciudad de La Plata.
En 1538, desde Cusco, Pizarro concede tierras y hombres para la construcción de edificios religiosos en Chuquiabo, de acuerdo a las memorias eclesiásticas Los Ángeles.

La génesis de la urbe paceña se da con la conquista inca unos 100 años antes de la española. Ésa es la real edad de la ciudad de La Paz y eso lo sabemos por la historia escrita. La Paz nació junto a la posibilidad de su registro histórico, no prehistórico.

Ciudad de 467 años

Fundación El 20 de octubre de 1548, el español Alonso de Mendoza fundó en Laja Nuestra Señora de La Paz.

Traslado El 23 de octubre la ciudad fue fundada nuevamente en el valle de Chuquiabo.

Caciques En el valle se encontraban indígenas sujetos a dos caciques: Quirquinchae, de Churubamba, y Otorongo, en Potopoto (actual Miraflores).

Se instituye el Himno a la Bandera Potosina

En la sesión ordinaria de ayer jueves, el Concejo Municipal aprobó la Ley Municipal 075/2015 que instituye el Himno a la Bandera Potosina como símbolo del municipio de Potosí y estableciendo su entonación cada 24 de octubre en los actos cívicos.
La normativa reconoce la partitura y la autoría en letra y música de Wilber Flores Ramírez y que la interpretación y entonación del Himno debe sujetarse a procedimientos protocolares en actividades de orden cívico en la jurisdicción del municipio de Potosí.
Señala que la interpretación será en acontecimientos de excepcional importancia y la entonación en días distintos y que es obligación de los habitantes ponerse de pie y permanecer en el lugar.
Se determina que el ejecutivo municipal, a través de instancias competentes, socializará y gestionará para que el Himno sea conocido por los estantes y habitantes del municipio y será gestionado para que forme parte del currículo educativo.
El presidente del órgano legislativo muncipal, Luis Alberto López, afirmó que en vísperas de celebrarse el Día de la Bandera Potosina fue sancionada la ley que instituye el himno al lábaro.
Recordó que hubo polémica sobre el himno y hasta se denunció un plagio, pero el informe de Marcos Clemente, director de la carrera de Música de la Universidad Tomás Frías, fue tomado como fidedigno para la aprobación de la ley.
Dijo que hoy viernes, a las 11:00, se cumplirá la solemne sesión de honor en homenaje a la Bandera Potosina que es conocida en el mundo entero por los conflictos sociales de Potosí y considerado también como símbolo de la dignidad y de solo verlo flamear en los actos en diferentes actividades, revive el civismo.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Laja conmemoró 467 años de la fundación de La Paz

En homenaje a los 467 años de vida de Nuestra Señora de La Paz se rindió un afectuoso homenaje en el municipio de Laja. Los actos comenzaron a tempranas horas de la mañana, con la entrega de ofrendas florales en la plaza central, en presencia del gobernador de La Paz, Félix Patzi; el alcalde paceño, Luis Revilla; el alcalde de Laja, Macario Quino, y autoridades invitadas.

El Gobernador de La Paz señaló que para crecer económicamente, como departamento, se debe impulsar la Región Metropolitana. “Sólo de este modo podrá progresar y desarrollar nuestra región”.

Indicó que La Paz está quedando atrás, porque los 300 millones que recibe la Gobernación del Gobierno Central es poco y no alcanza, para cubrir las necesidades de los municipios y “es en este sentido que no podemos crecer”.

Explicó que se tiene prevista la realización de varios proyectos; con este fin en pasadas semanas se llevo a cabo una reunión con los alcaldes de Palca, Viacha, Mecapaca, Laja, La Paz y El Alto, donde las autoridades expresaron su total disposición para crear la Región Metropolitana.

“A pesar de no contar con recursos económicos, se están priorizando obras en La Paz, con la finalidad de no quedar relegados”, dijo Patzi.

Expuso que el objetivo principal es priorizar las obras productivas, como en el norte de La Paz y la agroindustria. Añadió que las autoridades de las siete ciudades, que comprenderán la Región Metropolitana deben trabajar en conjunto, para lograr los propósitos, que se tiene para el departamento.

El alcalde paceño dijo que La Paz es la hija y El Alto, la nieta, por lo tanto, somos una familia y tenemos que apoyarnos como tal, para que de esta manera se pueda crecer como departamento.

El Alcalde paceño se trasladó hacia la localidad vecina, para suscribir el acuerdo y participar en los actos de homenaje, como parte de los 467 años de la fundación de Nuestra Señora de La Paz.

Entretanto, los pobladores de Laja expresaron su desvelo para progresar, ya que Laja es un lugar bastante importante, para el desarrollo histórico del departamento de La Paz.

En el marco de la celebración de la fundación de La Paz, el domingo pasado el municipio de Laja desarrolló una feria agropecuaria, que contó con la participación de 63 comunidades que ofrecieron a la población una variedad de productos que son cultivados en viveros y parcelas.

La feria contó con la presencia de productores de los municipios de Pucarani, Batallas, Puerto Pérez y otros, que son parte de la provincia de los Andes. También, estuvieron presentes pobladores de Tiwanaku, Viacha, El Alto, organizaciones no gubernamentales y universidades.

DATOS

4 Laja está compuesta por 63 comunidades con un número poblacional aproximado de 25 mil habitantes, no obstante sólo 1.500 radican en la capital.

4 La población de Laja se encuentra distante a 35 kilómetros de la ciudad de La Paz, el 20 de octubre de1548, el español Alonso de Mendoza fundó a Nuestra Señora de La Paz en esta población, por lo cual es considerada histórica.

4 Uno de los atractivos turísticos de Laja es la iglesia que se encuentra en la plaza principal.

4 El pan de Laja es bastante conocido y requerido por los visitantes, razón por la cual la ex Prefectura lo declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial.

martes, 20 de octubre de 2015

Monika Ertl: la mujer que vengó al Che Guevara

En Hamburgo, Alemania, eran las 10 menos 20 de la mañana del 1 de abril de 1971. Una bella y elegante mujer de profundos ojos azules entra en la oficina del cónsul de Bolivia y, espera pacientemente ser atendida.

Mientras hace antesala, mira indiferente los cuadros que adornan la oficina. Roberto Quintanilla, cónsul boliviano, vestido elegantemente de traje oscuro de lana, aparece en la oficina y saluda impactado por la belleza de esa mujer que dice ser australiana, y quien días antes le había pedido una entrevista.

Por un instante fugaz, ambos se encuentran frente a frente. La venganza aparece encarnada en un rostro femenino muy atractivo. La mujer, de belleza exhuberante lo mira fijamente a los ojos y sin mediar palabras extrae un revolver y dispara tres veces. No hubo resistencia, ni forcejeo, ni lucha. Los impactos dieron en el blanco. En su huida, dejó atrás una peluca, su bolso, su Colt Cobra 38 Special, y un trozo de papel donde se leía “Victoria o muerte. ELN”.

¿Quién era esta audaz mujer y por qué asesinó a “Toto” Quintanilla?

HUÍDA DE LA ALEMANIA NAZI

Hans Ertl –el padre de Mónica– tuvo el infortunio de ser reconocido para la historia (y su posterior desgracia), como el fotógrafo de Adolfo Hitler, a pesar de que ni pertenecía al partido nazi. Así que cuando el régimen cayó, Ertl y su familia (aunque intentaron quedarse en Alemania) migraron a Latinoamérica.

Después de una breve estancia en Chile, el 3 de marzo de 1950, los Ertl llegaron a Bolivia, a través de lo que sería conocida como la ruta de las ratas, sendero que facilitó la huida de miembros del régimen nazi hacia Sudamérica al finalizar la Segunda Guerra Mundial.

En 1951 se establecieron en tierras de la Chiquitania, en una propiedad de 3.000 hectáreas llamada “La Dolorida”, donde Hans comenzaría una nueva vida acompañado de su esposa e hijas, la mayor, Mónica.

Hans realizó en Bolivia varios filmes (Paitití y Hito Hito) y trasmitió a Mónica la pasión por la fotografía, lo que le sirvió para posteriormente trabajar con el cineasta boliviano Jorge Ruiz.

Mónica se crió en un círculo tan cerrado como racista, en el que brillaban tanto su padre como otro siniestro personaje al que ella se acostumbró a llamar “El tío Klaus” (seudónimo de Klaus Barbie), empresario germano y ex jefe de la Gestapo en Lyon (Francia).

Barbie cambiaría su apellido por “Altmann” antes de involucrarse con la familia Ertl y con personalidades políticas, al punto de llegarse a ganar suficiente confianza como para, se dice, llegar a asesorar dictaduras sudamericanas.

Mónica se casó con otro alemán en La Paz y vivió en las minas de cobre en el norte de Chile pero, luego de diez años, su matrimonio fracasó y ella se convirtió en una política activa que apoyó causas nobles. Entre otras cosas ayudó a fundar un hogar para huérfanos en La Paz, ahora convertido en hospital.

Sin embargo, la muerte del guerrillero argentino Ernesto Che Guevara en la selva boliviana (octubre de 1967) fue para ella el empujón final para sus ideales. Mónica –según su hermana Beatriz–, “adoraba al “Che” como si fuera un Dios”.

A raíz de esto, la relación padre e hija fue difícil por la combinación: ese fanatismo adherido a un espíritu subversivo; quizá factores detonantes que generaron una postura combativa, idealista, perseverante. Su padre fue el más sorprendido y, muy a su pesar, la echó de la granja.



DE CINEASTA A “IMILLA”

A finales de los sesenta, para Mónica todo cambió con la muerte del Che Guevara. Rompió con sus raíces, dejó de ser aquella chica apasionada por la lente para convertirse en “Imilla la revolucionaria” refugiada en un campamento de las colinas Bolivianas. A medida que fueron desapareciendo de la faz de la tierra la mayor parte de sus integrantes, su dolor se trasformó en fuerza para reclamar justicia convirtiéndose en una clave operativa para el ELN (Ejército de Liberación Nacional de Colombia).

Durante los cuatro años que permaneció recluida en el campamento escribió a su padre, solamente una vez por año, para decir textualmente “no se preocupen por mi… estoy bien”. Lamentablemente, nunca más la volvió a ver; ni viva, ni muerta.

Así fue como el año 1971, cruza el Atlántico y vuelve a su natal Alemania, y en Hamburgo ejecuta personalmente al cónsul boliviano, el coronel Roberto Quintanilla Pereira, responsable directo del ultraje final a Guevara –la amputación de sus manos, luego de su fusilamiento en La Higuera–. Con esa profanación firmó su sentencia de muerte y, desde entonces, la fiel “Imilla” se propuso una misión de alto riesgo: juró que vengaría al Che Guevara.

Después de cumplir su objetivo comenzaría una cacería que atravesó países y mares y que solo encontró su fin cuando Mónica cayó muerta en el año de 1973, en una emboscada que según algunas fuentes fidedignas le tendió su traicionero “tío” Klaus Barbie.

LOS RESTOS DEL PADRE Y LA HIJA

Después de su muerte, Hans Erlt siguió viviendo y filmando documentales en Bolivia, donde murió a la edad de 92 años (año 2000) en su granja ahora convertida en museo gracias a la ayuda de algunas instituciones de España y Bolivia, donde permanece enterrado. Su sepulcro fue preparado por Hans mismo, quien había expresado en una entrevista concedida a la agencia Reuters: “No quiero regresar a mi país. Quiero, incluso muerto, quedar en esta mi tierra”.

En un cementerio de La Paz, se dice que descansan “simbólicamente” los restos de Mónica Ertl. En realidad nunca le fueron entregados a su padre. Sus reclamos fueron ignorados por las autoridades a partir del hecho. Estos permanecen en algún sitio desconocido del país boliviano. Yacen en una fosa común, sin una cruz, sin un nombre, sin una Bendicion de su padre.

Así fue la vida de esta mujer que en un período, al decir de la derecha fascista de aquellos años, campeaba en “el comunismo” y por ende “el terrorismo” en Europa. Para unos su nombre quedo grabado en los jardines de la memoria como guerrillera, asesina o quizá terrorista, para otros como una mujer valiente que cumplió con una misión.

En mi opinión, es el costado femenino de una revolución que luchó por las utopías de su época, y que a la luz de nuestros ojos nos obliga a reflexionar, una vez más sobre esta frase: “Jamás subestime el valor de una mujer”.

TRAYECTORIA DE HANS ERTL

Hans Ertl nació en Alemania en 1908, y murió en Bolivia el año 2000. Fue alpinista, innovador de técnicas submarinas, explorador, escritor, inventor y materializador de sueños, agricultor, converso ideológico, cineasta, antropólogo y etnógrafo aficionado. Muy pronto alcanzó notoriedad al retratar a los dirigentes del partido nacionalsocialista cuando filmaba la majestuosidad, la estética corporal y las destrezas atléticas de los participantes en los Juegos Olímpicos de Berlín (1936), bajo la dirección de la cineasta Leni Riefenstahl quien glorificó a los nazis.

Aunque el iconógrafo oficial del Führer fue Heinrich Hoffman, del escuadrón de defensa, Ertl fue identificado como fotógrafo oficial de Hitler (Hans debía documentar el recorrido del regimiento del famoso mariscal de campo, apodado el “Zorro del Desierto” Erwin Rommel, por Tobruk, África.

A pesar de que aborrecía la guerra, Ertl exhibía con orgullo la chaqueta diseñada por Hugo Boss para el ejército alemán, como símbolo de sus gestas de otrora, y su garbo ario. Detestaba que lo llamaran “nazi”, no tenía nada contra ellos, pero tampoco contra los judíos. Por irónico que parezca fue otra víctima de la Schutzstaffel.

Una biografía cautivante de Jurgen Schreider

La historia de Mónica pudo ser narrada con grandes pasajes gracias a la investigación hecha por Jürgen Schreiber, cuyo resultado fue la publicación de su libro

“La mujer que vengó al Che Guevara”, en el que se ahonda en la intimidad de esta fascinante mujer que hablaba inglés, alemán, aymara y castellano en sus versiones chilenas y bolivianas.

Se cuenta que en su paso por Alemania había tomado contacto con el movimiento extraparlamentario de la nueva izquierda alemana, APO; y que en 1969 ingresó al ELN y se convirtió en Imilla.

Fue así, en el ejército, que conoció al Inti Peredo (Guido Álvaro Peredo Leigue, el revolucionario boliviano) con quien habría tenido una relación muy cercana.

En este tránsito, Mónica se propuso vengar al mítico líder latinoamericano que marcó definitivamente el resto de su vida...y también su muerte.


La Paz ¿Quién estrenó el cementerio?

Era el año de 1828, en que se acti-vaban los trabajos de nuevo cementerio público, que debía sustituir a los atrios de los templos, donde hasta entonces se inhumaban los cadáveres de los que fallecían en la ciudad de La Paz.

No faltaron quienes protestaran con-tra la innovación que iba a efectuarse, entre los cuales se distinguía una viejecita llamada Ana Paredes, la que haciéndose cruces, decía a las de su barrio.

¡Jesús! con los sarracenos que quie-ren alejar del sagrado de los templos los cuerpos de los cristianos que mueren en lo sucesivo, confinándolos a la soledad del nuevo panteón, tan distante del po-blado. . . Si son para desesperar a Job los tiempos a que hemos llegado, yo no consentiré jamás tamaño ultraje, y otras cosas parecidas.

Por fin se llegó a concluir el muro que cercaba el futuro cementerio y el gran arco, obra atrevida de arte, que ideó y dirigió el P. Sanauja, dándole toda la amplitud que pudo, como para significar el gran tragadero por donde habían de pasar todos los habitantes de La Paz, si es que no se iban a morir a otra parte.

Las autoridades civiles, de acuerdo con la eclesiástica, habían determinado que el nuevo cementerio se estre-nase poniendo en él los res-tos del Iltmo. Obispo Sr. Ochoa, de grata memoria, trasladándolos de la iglesia en que estaba enterrado.

A este fin se exhumó su cadáver, abriendo la caja mortuoria en público. Como se encontrase que el cuerpo del Sr. Ochoa se había con-servado de manera sobrena-tural, se dispuso exhibirlo en la Catedral, templo situado en un ángulo de la plaza principal.

Fue mucha la afluencia de gente al mencionado templo, y sea por los cambios de temperatura, o por otra causa, es el caso que se des-prendió de las bóvedas una fracción de cornisa. Alarmada la concurrencia y temiendo el desplome del vetusto edifi-cio, trataron de salir todos a la vez arre-molinándose en las puertas, y en la apretadera que se produjo, hubo una víctima que fue precisamente la viejeci-ta Ana Paredes, la de nuestro cuento.

Como los funerales del Sr. Ochoa fueron solemnes y duraron varios días, demoraron su traslado; pero para el cadáver de la viejecita no hubo espera, y tuvo que ir a estrenar el cementerio contra toda su voluntad y anteriores protestas.

He ahí cómo según esta tradición, el estreno del cementerio público de La Paz, coincide con el principio de la de-molición de la antigua Catedral, el año de 1828, la que, si la vemos restaurada, será en el mismo lugar en que estuvo aquella, después de más de un siglo de su destrucción.

Del libro Tradiciones y anécdotas bolivianas de Elías Zalles Ballivián.

LA CABALLERÍA CHICHEÑA DIO NACIMIENTO A BOLIVIA

La lucha armada de l6 años, por la emanci-pación del Alto Perú, contra la corona de Espa-ña, comenzó con el enfren-tamiento en Cotagaita (27 Oct. 1810), prosiguió con el resonante triunfo del ejer-cito argentino y los chiche-ños en Suipacha (7 Nov. 1810) y culminó con la glo-riosa batalla de Tumusla (1 Abril 1825), donde nació Bolivia a la vida indepen-diente y soberana.

El destino hizo que, en el generoso suelo chicheño, se desarrolle la primera y última batalla libertaria, re-saltando nítidamente el ac-cionar arrollador y comba-tivo de la gloriosa caballería chicheña, conformada por los indómitos guerreros del sur.

La revista Nuevos Horizontes de EL DIARIO, a diez años de recordarse el Bi-centenario del nacimiento de Bolivia, evo-ca las acciones bélicas desarrolladas en el sur de nuestro territorio.

SANGRIENTO VIERNES SANTO

Es fines de verano, época de cosechas, corte del maíz, amanece en el valle chiche-ño, tensa calma en los poblados asenta-dos en la ribera del río Tumusla.

Grupos de jinetes chicheños llegados desde diferentes comunidades del sur, veteranos con amplia experiencia guerrera se alistan para enfrentar al poderoso ejér-cito español.

EL Cnl. Carlos Medinaceli Lizarazu, en Pucka Wasi (casa colorada), con su Esta-do Mayor planifica la táctica y estrategia de combate, mientras su oponente, Pedro An-tonio de Olañeta, con su formidable colum-na de infantería, caballería y piezas de artillería, se aproxima procedente de Po-tosí para aplastar al grupo guerrillero.

Los chicheños, toman posiciones en acequias, debajo de churquis, molles y detrás de las colinas circundantes, es inmi-nente el enfrentamiento.

Los pobladores, que se aprestaban a honrar el Viernes Santo, reciben noticias que, por Vitichi pasó la tropa española rumbo sur, su llegada se iba a producir en cualquier momento.

Jinetes de la avanzada realista, fueron vistos en la banda opuesta del río Tumus-la, un absoluto silencio, presagio de san-gre y muerte, las mujeres con sus hijos, toman precauciones, aseguran sus casas y animales y se alejan de la zona.

EL RÍO CAMPO DE BATALLA

La polvareda, el rechinar de las ruedas de carretas y piezas de artillería son tira-das por mulas, se percibe la numerosa ca-ballería de Olañeta, preámbulo del enfren-tamiento, toda la columna desciende hacia el río, los artilleros instalan sus piezas en puntos estratégicos.

Agazapados, los patriotas observan los movimientos del enemigo, se distingue la silueta del comandante español Pedro An-tonio de Olañeta, éste, imparte órdenes, anima a sus oficiales y soldados para ha-cer respetar y cumplir con los mandatos del rey Fernando VII.

Confiado en su poderío bélico de 2.000 hombres bien armados, Olañeta, está deci-dido a saldar cuentas y aplastar a su ex edecán Madinaceli, que incurrió en acto de traición, pasando al bando guerrillero.

Medinaceli, conoce la forma y modalidad de pelea de su ex jefe, lo tiene bien calcu-lado y planificado, en el arte de la guerra, la paciencia, serenidad y prudencia son virtudes.

Es cuestión de esperar, hasta que todo el bloque de la caballería realista se ponga al descubierto en todo el río, de manera de tenerles en la mira de los fusileros.

EL ÚLTIMO LEÓN DE IBERIA

Olañeta se pone al frente de su grupo, desenvaina su espada, al toque del clarín “pica espuelas” a su caballo, toma veloci-dad seguido de su caballería en dirección a las posiciones de los patriotas, desde el frente una cerrada y nutrida descarga de fusilería causa las primeras bajas, en la estampida muchos animales tropiezan, re-linchan y provocan la caída de los jinetes, cunde el desorden y el desconcierto.

De las colinas y quebradas circundantes, en un ruido estremecedor y en cerrada for-mación emerge a todo galope la caballería chicheña, el ataque es envolvente, los españoles están rodeados y confundidos, el pánico es total, sus jefes no pueden montar a sus caballos, son arrastrados algunos soldados, se percatan que Olañe-ta, había caído de su montura, está herido, un proyectil hizo blanco en su pecho, pro-vocando un profuso sangrado manchando su otrora vistoso uniforme… además, está cubierto de tierra y arena.

La batalla es corta y se pone a favor de los patriotas, los españoles al verse ence-rrados en mortal círculo y sin líder se rin-den, en el río yacen heridos y muertos.

Banderas, estandartes, flamines, espa-das, fusiles, cañones, gorras, varios prisio-neros, caballos heridos son el saldo de la batalla, en el río Tumusla, se extinguió la arrogancia y soberbia de los ibéricos, es un sangriento cuadro de muerte y desola-ción.

OLAÑETA AGONIZA Y MUERE

Moribundo, Olañeta es llevado hasta una pequeña vivienda, se intenta reani-marlo, pero es inútil, pasada la mediano-che expira el jefe español el último “león de Iberia”, y en Tumusla se acaba con el régi-men opresor de 500 años, la gloriosa CA-BALLERÍA CHICHEÑA con esa victoria le da nacimiento a Bolivia a la vida libre, independiente y soberana, después de 16 años de intensa lucha contra el despo-tismo español.

Tumusla, se encuentra en la jurisdicción de la Alcaldía Municipal de Cotagaita (Nor Chichas), mediante Ley 660 del 2008, fue declarada PATRIMONIO HISTÓRICO DE BOLIVIA.

El fomento a la actividad histórica y cul-tural, es deber del Gobierno Municipal, así lo dispone la Ley de Municipalidades, para ello disponen de presupuesto, por consi-guiente, el Concejo y Gobierno Municipal de Cotagaita mediante la Asamblea Legis-lativa Departamental, tienen la OBLIGA-CIÓN de tramitar y hacer sancionar una Ley de PRIORIDAD, incorporando el Bi-centenario de la gloriosa batalla de Tumus-la en la Agenda 2025.

CENSURABLE INDIFERENCIA

Está vigente la Ley contra la discrimina-ción y el racismo, establecidos con clari-dad en la nueva Constitución Política del Estado, por cuanto el aniversario de la me-morable batalla de Tumusla fue omitido en forma gradual y ofensiva a la memoria de los combatientes que ofrendaron su vida por la causa libertaria.

Es de imperiosa necesidad, restaurar el Pucka Wasi, las caballerizas y el panteón de Patirana, donde reposan los restos de los bravos chicheños, además del coman-dante español Olañeta y sus soldados caí-dos en combate.

El 6 de agosto de 1825, los autodenomi-nados “Doctores Alto Peruanos”, reunidos en Sucre redactaron el Acta para la funda-ción de la “República Bolívar”, y el único líder guerrillero combatiente que estuvo presente en esa histórica ceremonia fue José Miguel Lanza.

En la Academia de Historia Militar y en el Museo Privado del Dr. A. Torrez Carpio (Tupiza), se encuentran documentos e informes del Cnl. Medinaceli, respecto a la batalla de Tumusla.

CICATRICES Y POBREZA

Centenares de chicheños, héroes anóni-mos, regaron con su sangre el bendito suelo patrio por la causa de la libertad, los sobrevivientes con profundas cicatrices de la guerra quedaron pobres y olvidados, lo mezquino, lo reprochable, no fueron con-vocados a la histórica ceremonia del 6 de agosto en Sucre, cuando Bolivia nacía a la vida independiente ¿…..? ahí comenzó la ingratitud con los valerosos pueblos del sur.

“Los nobles doctores” que jamás empu-ñaron, una espada o un fusil, protocoli-zaron con sus firmas en Sucre, el naci-miento de nuestra Patria, aunque no disi- mularon el desprecio por el nombre adop-tado para la naciente República.

En el largo proceso de la lucha armada por la independencia de Bolivia, surgieron hechos inéditos, la mayoría de los militares eran del Cuerpo de Oficiales Reales al servicio de la corona de España, algunos estaban implicados en las muertes de los próceres como el salteño, Martín Miguel de Güemes, del chicheño Pedro Arraya, Manuel Ascencio Padilla.

Cuando vieron que las sublevaciones se venían como un aplastante torrente por todo el Alto Perú optaron por defeccionar y se pasaron al bando de los patriotas.

Medinaceli, fue ascendido a general, desempeñó el cargo de Ministro de Guerra y Marina en el gobierno de José Miguel de Velasco y falleció en La Paz, el 28 de febrero de 1841.

Por la notoria ignorancia de sus auto-ridades regionales de turno, este decisivo episodio guerrero se fue perdiendo en el tiempo, en los textos de historia, la batalla de Tumusla no tiene la jerarquía que le corresponde.

“Un pueblo que no valora su pasado histórico, es un pueblo con futuro incierto”.

La batalla de Tumusla, es EMBLEMA DORADO de la gran región de Los Chi-chas, sus bravos combatientes emergieron de lo que hoy forman los municipios: Vi-llazón, Tupiza, Atocha, Cotagaita, Vitichi, esta heroica acción de guerra es PATRI-MONIO NACIONAL, por consiguiente de-be ser objeto de los homenajes respecti-vos por todo el pueblo boliviano.

Antenor Fernández Yañez, cel 7304129.

Nacimiento de Nuestra Señora de La Paz

La Paz”, en memoria de la conclusión de dos guerras civiles del Virreinato cerca del valle de Chuquiago. A 463 años de ese acontecimiento se convirtió en crisol de la bolivianidad. Referente de nuestro país a nivel mundial y dentro del territorio es la cabeza histórica e impulsora del desarrollo.

Chuquiago Marka (Heredad de Oro) comenzó su vida en estas tierras, cuando el presidente de la Audiencia de Charcas, el sacerdote Pedro de la Gasca, dispuso la fundación de un “Pueblo Nuevo”, entre Potosí y Cusco, además el pacificar la contienda entre “pizarristas” y “almagristas”, y conmemorar la conclusión de la contienda entre los mismos españoles, misión que le fue encargada a Alonso de Mendoza, capitán de la milicia del rey.

Es así que conformaron un total de once comisionados, quienes llegaron a la aldea de la población de Laja, que contaba y cuenta con una iglesia católica y fue el 20 de Octubre de 1548, donde suscribieron la primera acta de fundación.

Tras la fundación de La Paz, un día después, los españoles continuaron camino hasta llegar a la hoy Ceja de El Alto, descendiendo hacia una quebrada, hoy el centro de la ciudad, donde estaba el poblado indígena, para hospedarse en el tambo del cacique Kirkincha, para continuar el 23 de octubre de 1548, cruzaron el río Choqueyapu, sembrado de oro y arena aurífera, y reuniéndose otra vez, en un cabildo, nuevamente suscribieron la segunda fundación de la ciudad, en calidad de asiento provisional, entretanto se encontrara un lugar más apropiado.

Como parte de la pacificación, fue la leyenda que rodea al escudo “Los discordes en concordia en paz y amor se juntaron y pueblo de paz fundaron, para perpetua memoria”, aunque irónicamente los conflictos no cesarían hasta nuestros días.

20 DE OCTUBRE DE 1548 Fundación de la ciudad “Nuestra Señora de La Paz”

Don Pedro de La Gasca, gobernador-presidente del Virreinato del Perú había logrado pacificar a los españoles -pizarristas y almagristas- que se habían enfrascado en una cruenta lucha por la po-sesión del Cusco y para conmemorar esta exitosa campaña ordenó con gran entu-siasmo la fundación de una ciudad como símbolo de paz entre los discordes. El co-misionado para hacer realidad este pro-yecto, fue uno de sus más audaces y va-lientes colaboradores, el Cap. Alonso de Mendoza, a quien le otorgó La Gasca una provisión u orden escrita con fecha 8 de septiembre de 1548, instruyéndole que buscase un sitio adecuado, para la funda-ción de una ciudad intermedia en el trán-sito entre el Cusco, Potosí y Charcas. Ade-más, la ciudad debía llevar la denomina- ción de “Nuestra Señora de La Paz” y que tuviese “mayor número de buenas costum-bres que de leyes”.

Alonso de Mendoza contagiado por el entusiasmo de La Gasca, organizó de in-mediato una expedición que salió del Perú con rumbo al sur y tras una agobiante marcha llegó hasta el poblado indígena de Laja, donde fundó la ciudad, un 20 de octubre de 1548 (aniversario de la batalla de Huarina donde fue derrotado Gonzalo Pizarro).

Sin embargo, el lugar no ofrecía las con-diciones necesarias para la fundación de una ciudad, entonces el Cap. Mendoza anoticiado de la existencia de tierras más benignas, decidió trasladarse con su comi-tiva hacia el valle de Chuquiago, tierra fér-til y con un gran río que atravesaba por la mitad del valle. Tres días después los es-pañoles descubrían asom-brados un hermoso valle al pie de un nevado que los in-dígenas llamaba Illimani. Descendieron con gran júbilo hasta una pequeña planicie que los lugareños llamaban Churupampa (lugar de cara-coles) y allí plantaron la cruz y la picota en señal de pose-sión de estas tierras, a nom-bre de S.M. el rey de España Carlos V y allí quedó definiti-vamente establecida la ciu-dad de La Paz.

En la designación de las primeras autoridades el capi-tán Alonso de Mendoza fue nombrado Corregidor y Justi-cia Mayor; se nombraron también dos alcaldes, cinco corregidores, un alguacil ma-yor y un escribano. Además del cabildo, entre los prime-ros edificios a construirse en la naciente ciudad estaba una iglesia que se llamó San Sebastián y en la que fue entronizada la Virgen del Pilar de Zaragoza, más tarde, enterado el rey de España por este feliz acontecimien-to, otorgó a la ciudad un escudo de Armas que lleva la siguiente leyenda:

“Los discordes en concordia,

en paz y amor se juntaron

y pueblo de paz fundaron

para perpetua memoria”.

Así nació la ciudad de La Paz, hoy ciu-dad maravilla, y por mucho tiempo sus ha-bitantes acostumbraban llamarla “Pueblo Nuevo”.

En sus 467 años de fundación La Paz paga consecuencias de ser sede de Gobierno

Al conmemorarse los 467 años de la fundación de Nuestra Señora de La Paz, nuestra ciudad paga las consecuencias de ser sede de Gobierno al quedar postergada, debido a los conflictos sociales, con marchas, bloqueos y la falta de obras significativas recientes, según habitantes y autoridades.

La Paz, caracterizada por sus montañas altas, que inspiraron a más de un cantautor, dedicarle poemas, es sede de Gobierno, donde diferentes instituciones, organizaciones sociales y diferentes grupos sindicales llegan hasta la urbe paceña para hacer conocer sus demandas, conforme les amparan las normas; sin embargo, todo aquello representa convulsión, caos y retraso, para los habitantes de este departamento.

Aquella situación que viven los paceños y quienes radican en la urbe, es el “pan de cada día”, como lo señaló un transeúnte del centro. Según los propios vecinos, esto se debe a que las autoridades no responden a tiempo las demandas de diferentes sectores.

Para el experto en temas sociales, además académico, Rolando Calvimontes, las marchas, bloqueos y diferentes expresiones culturales, donde la gente se manifiesta significan una alteración al normal desenvolvimiento de las actividades económicas, educativas y otros, que a diario debe desarrollar la gente que vive en la urbe paceña.

Según el vicepresidente del Concejo Municipal, Jorge Silva, al ser La Paz sede política, donde concentra los poderes Ejecutivo y Legislativo, se convierte en una urbe para propios y extraños.

“La Paz marca noticia a nivel nacional y a nivel internacional, por lo tanto ser sede política conlleva este tipo de actividad y dinámica convulsionada, que en definitiva afecta a la ciudad de La Paz, al mismo tiempo se convierte en la fortaleza de nuestro municipio y departamento, el tener la concentración del órgano Ejecutivo y Legislativo (…) La Paz por excelencia no se caracteriza por su actividad productiva ni comercial, sino por ser una ciudad que presta servicios”, declaró Silva.

OBRAS

En el marco de las celebraciones por los 467 años de la fundación de la Ciudad de Nuestra Señora de La Paz, el alcalde Luis Revilla anunció la entrega de varias obras como la Estación de Bomberos Antofagasta, el Centro de Salud San Pedro y el asfaltado de varias calles.

“Vamos a inaugurar el centro de Salud San Pedro, la nueva estación de bomberos, algunos parques, de tal forma que vamos a poder celebrar con obras”, declaró la autoridad edil.

La Paz también tiene obras macros como los puentes Gutiérrez Guerra, Ferrobeni, hospitales que no serán entregados en octubre de este año, sino en la gestión 2016.

Para el concejal Silva del MAS, en los 467 años de fundación, La Paz no tiene ningún proyecto ni obra grande con la cual festejar, esto debido a que las autoridades departamentales y municipales se dedicaron a trabajar en una gestión.

“Las obras son coyunturales, bajo un cálculo político electoral, improvisadas, los proyectos no responden a ninguna política de desarrollo ni del municipio, ni del departamento (…) Los proyectos como los puentes y hospitales responden a la anterior gestión, las propuestas estaban en el plan de Gobierno del Movimiento Sin Miedo (MSM) hace cinco años atrás han ofrecido estos proyectos y lamentablemente ni siquiera esos proyectos están pudiendo ser entregadas”, sostuvo el concejal Silva.

Actos protocolares

El primer acto se realizará a las 07.00, en la plaza Alonso de Mendoza, donde se realizará la iza de la bandera y la entrega de ofrendas florales.

Actos protocolares

Plaza Alonso de Mendoza (La Paz)

07.00, en la plaza Alonso de Mendoza, alza de la bandera y entrega de ofrendas florales.

Laja

09.00, el alcalde de La Paz Luis Revilla estará en la plaza principal del municipio de Laja para participar en la mañana como invitado en diversas actividades que incluyen un desfile cívico y militar.

10.00 desfile cívico militar en el palco de honor, en presencia de las autoridades departamentales, municipales y locales.

Posteriormente, se llevará a cabo un apthapi comunitario y la gran fiesta taurina (corrida de toros).

La Paz

16.00 hasta las 19.30 sesión de honor del Concejo Municipal en el Jardín Japonés (calle 8 de Calacoto, esquina avenida Ballivián) y en la cual se condecorará a 27 personas e instituciones.

Las distinciones son “Hijo Predilecto de la Ciudad”, “Escudo de Armas de la Ciudad de Nuestra Señora de La Paz en grados de servicios especiales” y la condecoración “Prócer Pedro Domingo Murillo en grado de honor cívico”

Condecoración “Hijo Predilecto de la Ciudad”: David Choquehuanca Céspedes, Carlos Mesa Gisbert, Eduardo Rodríguez Veltzé y Emerson Alfredo Calderón Guzmán.

sábado, 17 de octubre de 2015

“Octubre negro” Doce años de la revuelta de El Alto que derrocó a Gonzalo Sánchez de Lozada

Se cumplen hoy doce años del derrocamiento del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, por efecto de una revuelta social que tuvo por escenario a la ciudad de El Alto. Ese movimiento comenzó en septiembre, pero en un día como hoy causó la renuncia de ese mandatario, quien de inmediato salió del país, junto con su familia. Desde entonces vive exiliado en Estados Unidos.

La represión militar contra tal reacción popular, por supuesta venta de gas natural a Chile, aunque el compromiso contraído estaba dirigido a Estados Unidos y probablemente también a México.

El saldo de esos hechos de violencia fue la muerte de 60 personas, que dejó también heridas a unas 400 personas, según la versión de los cabecillas del alzamiento. Como contraparte, desde hace más de tres años están recluidos en el penal de San Pedro tres de los jefes militares de entonces, al atribuírseles que fueron los que dispusieron a sus efectivos disparar sus armas de fuego contra los participantes en el movimiento de rebelión.

EXPLICACIÓN MILITAR

En tanto, en su defensa ante la justicia, explicaron que las Fuerzas Armadas están obligadas a defender el orden constitucional, que estaba siendo violado, en cumplimiento de la Constitución Política del Estado, al recibir una orden presidencial, la que, en efecto se produjo. Además, adujeron que no hubo exactamente lo que pueda llamarse represión, sino que fue en respuesta a la ofensiva y agresiones de los grupos sociales en acción contra de las patrullas que tendían evitar los disturbios callejeros.

Con la finalidad de obtener la reclusión de ministros del gobierno caído y, en especial, la extradición de Sánchez de Lozada, se iniciaron causas judiciales, pero no dieron el resultado esperado.

Los ex ministros que integraban el gabinete de entonces lograron asilarse en representaciones diplomáticas o se dieron modos para fugar del país clandestinamente. En cuanto al asilo de Sánchez de Lozada en Estados Unidos, tampoco fructificó hasta el presente.

En días recientes, se informó que al estar asilado en el país del norte y haber cumplido más de 80 años de edad, por previsiones legales que tiene éste, se le reconoce en forma automática la nacionalidad estadounidense, por lo que no puede ahora ser extraditado .

DEMANDAS PREVIAS

Antes de que se produzca el “Octubre Negro”, como se denomina a los sucesos de El Alto en 2003, se registraron demandas sociales de distinta naturaleza, así como de la UPB (Universidad Pública Boliviana). A ellas se sumó la decisión de la COB (Central Obrera Boliviana) de declarar huelga general, a principios de dicho mes.

A su vez, campesinos liderados por Román Loayza y Teodoro Mamani, procedieron a bloquear los caminos de La Paz con las provincias, con lo que la movilización social se tornó en una virtual subversión contra el gobierno de Sánchez de Lozada, teniendo siempre como bandera la presunta venta de gas a Chile.

Después de presentar su renuncia al Congreso Nacional, mediante una misiva oficial, el 17 de octubre, asumió la presidencia de la nación el intelectual y periodista Carlos Mesa Gisbert, que en ese tiempo fue el vicepresidente del mandatario dimitente, quien abandonó el país al día siguiente.

martes, 13 de octubre de 2015

José Carrasco Torrico Su obra diplomática en el Brasil (1916-1919)

En la historia de las Relaciones Internacionales de Bolivia, hubo personajes destacados de creativa perspectiva, que mediante sus escritos y propuestas, idearon adecuadas y firmes bases de Política Exterior como fue el caso de José Carrasco Torrico, distinguido diplomático y escritor, que a través de sus obras: ‘Bolivia y Chile. El Tratado de Paz de 20 de octubre de 1904’ y ‘Bolivia ante la Liga de las Naciones’, publicado bajo el seudónimo de Brissot, contribuyó a promover la reintegración marítima boliviana durante las primeras décadas del siglo XX. Es en ese sentido, como un sincero homenaje a su trabajo, en esta nota describiremos su misión diplomática en la República Federativa del Brasil (1916- 1919).

José Carrasco Torrico, nació en la población Totora, departamento de Cochabamba, el 4 de noviem-bre de 1863. Las primeras letras las aprendió en su pueblo natal, sucesivamente los estudios secundarios los realizó en la ciudad de Cochabamba. Posterior-mente, estudió Derecho en la Universidad Mayor de San Simón, de la cual se graduó en 1885.

Más adelante, fue elegido Diputado por Cochabamba en la legislatura 1888-89, “parlamentario de palabra docta y espontanea fue digno discípulo del patricio y jefe liberal Antonio Quijarro. En todos los debates celebres políticos o institucionales disertó con bizarría de líder y dominio legislativo los asuntos considera-dos” 2.

Consecutivamente, Carrasco, fue nombrado Decano de la Facultad de De-recho de Cochabamba, cargo que ejerció durante cinco años, desde 1893. Durante este año fundó también el periódico liberal ‘El Comercio’ de Cochabamba, del cual fue su primer director.

Tras la toma del poder por parte del partido Liberal, José Carrasco, fue designado Oficial Mayor del Ministerio de Guerra (1899); Prefecto de Oruro (1900) y Ministro de Gobierno y Justicia (1902-1903), en este cargo publicó las obras: ‘Memoria presentada por el Mi-nistro de Gobierno y Justicia Dr. José Carrasco, al H. Congreso Ordinario’ (1902); ‘Memoria del Ministro de Gobierno y Justicia, presentada al H. Con-greso Ordinario’ (1903) y ‘Exposición de los ex-Ministros de Estado José Carrasco e Ignacio Calderón, contra la acusación pro-puesta en la Cámara de Diputados’ (1903).

En 1904, fundó el ma-tutino ‘El Diario’, el cual dirigió hasta 1921. Posteriormente, fue ele-gido Senador por Oruro y luego es nombrado Presidente del Congreso.

Un año después, publi-có el folleto: ‘Bolivia y Chile. El Trata-do de Paz de 20 de octubre de 1904’ 3, documento valioso en el cual expresa: “…acostumbrados á la lucha, colocados en la situación de influir modestamente en los destinos de Bolivia, en un momen-to histórico de incalculables proyeccio-nes, hemos encarado la dificultad pen-diente por veinte años y colaborando al gobierno y á la mayoría del Congreso, hemos aceptado responsabilidades que no escusamos; responsabilidades cuyo fundamento tenemos deber de explicar á nuestros conciudadanos…” 4. Testimo-nio hidalgo, que para muchos personajes de la época que participaron en la apro-bación de dicho Instrumento fue difícil de convenirlo posteriormente.

Por otro lado, entre 1908 y 1909, de-sempeñó las funciones de Ministro de Gobierno y Justicia. Como resultado de su gestión publicó: ‘Memoria que pre-senta el Dr. José Carrasco, Ministro de Gobierno y Fomento al H. Congreso Ordinario de 1909’.

En 1910, fue reelegido Diputado por Cochabamba. Más adelante, publicó la obra: ‘Biografía del doctor Venancio Jiménez’ (1911). En 1913, fue distingui-do como segundo Vice-presidente de la República.

Tres años después, es invitado por el Dr. Ismael Montes, para ser nombrado como E. E. y Ministro Plenipotenciario de Bolivia en el Brasil, cargo que aceptó. Es en ese sentido, que el 5 de abril de 1916, ya se encontraba en la ciudad de Río de Janeiro. Sobre ello escribió: “…la impre-sión personal que he tenido de esta Capi-tal és de admiración por la belleza que ostenta, habiendo encontrado las más francas simpatías para Bolivia y su ilus-trado gobierno. Sopla un viento de acen-tuado americanismo que permite confiar en soluciones satisfactorias en nuestras cuestiones pendientes. Así me lo han ase-gurado con manifiesta seguridad…” 5.

Posteriormente, presentó sus Cartas Credenciales al Presidente Venceslau Brás Pereira Gomes. Durante la ceremonia de presentación, el Plenipotenciario Carras-co, expresó: “…en este momento histórico en que el viejo mundo se despedaza, la unión de los pueblos de América és una necesidad imperiosa. Estamos en el prólo-go de una nueva era de la historia univer-sal y la América debe entrar en ella, fuerte y vigorosa por la unión y la fraternidad en todo el continente. El Brasil ha de tomar la vanguardia en este movimiento, impres-cindible del nuevo mundo, al que se asocia Bolivia, con el más alto sentimiento de leal y sincero americanismo…” 6.

Sin duda, estas palabras expresan un sentimiento magno de fraternidad y afecto americano.

En respuesta, el Presidente del Brasil de ese entonces, manifestó: “…los designios de vuestra elevada misión perfectamente se ajuntan y armonizan con los sentimientos del pueblo brasileño y del gobierno que no cesan de estrechar con desvelo y cada vez más, los lazos de leal amistad que lo ligan al pueblo y al gobierno boliviano…” 7.

En este contexto, es necesario mencionar que en esta época, nuestro país tenía dos temas pendientes con el Brasil, el primero era la construcción del ferrocarril Madeira-Mamoré y el otro era la ejecución del ‘Tratado de Petropolis’. Es de esta manera, que José Carrasco realizó constructivas negociaciones primero con el Canciller carioca Lauro Severiano Müller y luego con el Canciller Nilo Procópio Peçanha, sobre ello escribió a mediados de 1918, un importante documento intitulado ‘Memorándum’, en este pliego señaló: “…tenemos pendiente en el Abuná la de-marcación de una línea que comprende el territorio que vá de la naciente del Rapirran al paralelo del Iquiri y de allí al Arroyo Bahía, que convendría definirla para terminar este viejo litigio…” 8.

Pero dentro de la labor que desempeñó Carrasco, es necesario mencionar que también suscribió a nombre de nuestro país dos importantes Instrumentos Inter-nacionales, nombrados: ‘Convenio espe-cial de Tráfico Telegráfico y Radio Tele-gráfico Directo’, firmado el 2 de mayo de 1918 y el ‘Tratado de Extradición’, sus-crito el 3 de junio del citado año.

Entre otros temas nuestro biografiado, a fines de junio, solicitó una breve licencia. Durante este momento Carrasco, regresó a Bolivia vía Buenos Aires. Una vez en La Paz, renunció al cargo de Ministro Pleni-potenciario, el cual fue rechazado y se le pidió que continúe en el citado puesto.

Más adelante, sobre la cuestión del Pací-fico, propuso mediante notas: “…creo que debemos tomar como base indispensable de nuestra actuación, la justicia y ella nos obliga a reclamar el derecho junto con el aliado que perdió tanto o más que noso-tros en la hora de la adversidad…” 9. En este sentido, cuestionó la participación de Bolivia en las Conferencias de Paz de Pa-rís y defendió la tesis reivindicacionista.

De esta manera, Carrasco al estar en desacuerdo con los planes internacionales trazados por el Presidente Gutiérrez y el Dr. Ismael Montes, representante de Boli-via en las Conferencias de Paz de París, renunció nuevamente a su cargó a fines de abril de 1919, el cual fue aceptado por el Gobierno.

Paralelamente, publicó en La Paz bajo el seudónimo de Brissot, la obra: ‘Bolivia ante la Liga de Naciones’ 10, que en 1920, fue traducido al idioma in-glés y fue publicado en Lon-dres bajo el título: ‘Bolivia Case for League of Na-tions’. Consecutivamente, en La Paz, imprimió la mag-na obra intitulado: ‘Estudios Constitucionales’ (en 4 To-mos).

Un año después en París, Alfredo de Bengoechea, tra-dujo la obra reivindicacio-nista de nuestro biografiado y publicó en la citada ciu-dad, el libro: ‘La Bolivie devant la Societé des Na-tions’. Finalmente José Ca-rrasco Torrico, falleció en La Paz el 24 de mayo de 1921, a la edad de 58 años.

Posteriormente, de manera póstuma en 1923, fue publicado en España su obra: ‘Al margen del Tratado Boliviano-Chileno de 1904’.

A modo de conclusión, podemos decir que Carrasco fue un hombre de gran men-talidad y diplomático por naturaleza, que siempre antepuso sus principios patrióti-cos e intelectuales ante beneficios circuns-tanciales.

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domingo, 11 de octubre de 2015

Pronunciamiento popular del 6 de Octubre de 1810

La celebración de los Bicentenarios en la América Hispana, sobre los primeros movimientos libertarios hacia la independencia, justificaba en lo que respecta a la Historia de Oruro una relectura de los importantes acontecimientos ocurridos el año de 1810. El único trabajo de investigación realizado por Marcos Beltrán Ávila el año de 1925 sobre el 6 de Octubre de 1810 en base a las Actas del Cabildo de Oruro, actualmente en el Archivo Histórico Municipal de Oruro requería una mirada diferente de interpretación a la luz de nueva documentación histórica sobre el proceso de la guerra de la Independencia Americana.

La investigación realizada se basa en la documentación de los Libros de Cabildo desde los años 1800 a 1825 teniendo como año central el año de 1810. Ello nos permitió encontrar valiosa información histórica inédita hasta el momento como el nombramiento del Subdelegado de Hacienda y Guerra Tomás Barrón el año de 1804, referencias sobre su llegada a la Villa de Oruro, ya que era vecino de la Villa de La Plata, Chuquisaca y otros detalles sobre su familia.

Se destaca en el estudio que los sucesos del 6 de Octubre de 1810 son parte de un proceso histórico que tiene su origen en la invasión napoleónica a España. Se adjunta una tabla cronológica que señala lugares y acontecimientos que ayudan a comprender el momento histórico que se vivía en América y que lo que se pretendía inicialmente era una autonomía política en el poder por parte de los americanos.

Se incluye en el trabajo por primera vez todas las Actas del Cabildo de Oruro de 1810 que existían en el Archivo Histórico para que estudiantes e investigadores puedan disponer de información oficial de los acuerdos y detalles de la villa, asimismo de la actitud de los miembros del Ayuntamiento y de las autoridades, antes, durante y después del 6 de octubre de 1810. Pudiendo rescatar el importante aporte de personajes como el Alcalde Provincial José Mariano del Castillo, que es protagonista principal y es quién en realidad asume la conducción política de la Villa de Oruro.

El 6 de octubre de 1810, significa la reafirmación del pueblo orureño de su ideal libertario, al protagonizar con su protesta en las calles, el asalto a las cajas reales que simbolizaban la monarquía española y la captura de José María Sánchez Chávez una actitud de apoyo a los cambios y a las nuevas ideas revolucionarias que se esparcían por tierras americanas.

sábado, 10 de octubre de 2015

Paz: Bolivia moderna nació en 1982, no con las nacionalizaciones de 2006

Como hoy, un 10 de octubre de 1982, Hernán Siles Suazo era posesionado como Presidente Constitucional de la República de Bolivia tras un largo ciclo de gobiernos militares y golpes de Estado. Con este año se cumplen 33 años de gobiernos democráticos, elegido por voto popular, de forma continua.

Junto con Siles Suazo asumió el poder Jaime Paz Zamora como vicepresidente del Estado. Años después, de 1989 a 1993, también como parte del juego democrático Paz recibiría la presidencia de Bolivia.

Actualmente retirado de la actividad política, Paz Zamora evalúa brevemente ese momento de la historia de Bolivia que le tocó ser su protagonista.

“El sentido de lo que ocurrió el 1982 tiene que ver con un cambio de época en la historia nacional. Hasta ese momento habíamos vivido con una incapacidad para entendernos, habíamos vivido un modelo de golpismo civil y militar”, recordó el expresidente, vía telefónica desde Tarija.

Paz Zamora graficó ese momento histórico en el que se vivía un modelo político donde se entraba a tiros al palacio de Gobiernos y se salía también a tiros.

“Por primera vez una generación de bolivianos empezaba a tener un país viable en democracia, porque salió de esa condición de país salvaje que colgaba presidentes en las plazas”, explicó.

Para la exautoridad el retorno a la democracia ha convertido a esa generación de bolivianos en privilegiados, porque las anteriores no conocieron esta democracia.

En el tema económico Paz Zamora reconoció su discrepancia con el actual presidente, Evo Morales. “Él cree que la Bolivia moderna empieza con la nacionalización de los hidrocarburos en 2006. Sin embargo, yo creo que la Bolivia moderna comienza con la instauración de la democracia”, aseguró.

Para la exparlamentaria y analista política, Erika Brockman, la transición de la dictadura a la democracia es un momento constitutivo en la historia política de Bolivia que está acompañado por momentos con diversas otras consecuencias.

El registro de Los Tiempos

En su edición del 11 de octubre de 1982, Los Tiempos registró ampliamente la trasmisión de mando del presidente Hernán Siles Suazo de manos del último gobernante militar, Guido Vildoso. En uno de los artículos se lee: “En ambiente de euforia cívica y expectación internacional se ha cumplido en la sala del poder legislativo la transición de la República al Estado de derecho, cuando el Gobierno de las Fuerzas Armadas cesó en funciones y se recibió el juramento de ley del presidente y vicepresidente a mandatarios originados en las urnas y confirmados por el Congreso Nacional. La trascendental jornada tuvo una duración de tres horas y 40 minutos de duración en el hemiciclo de diputados y concentró en la plaza Murillo a una enorme multitud de gente.

“Fueron momentos culminantes en instante en que el presidente militar, Gral. Guido Vildoso se despojó de los símbolos de mando de la nación para entregar al presidente del Congreso, Julio Garrret Ayllón y los momentos en que Hernán Siles Suazo recibía los símbolos como Presidente”

1879: “Escuadrón Sucre”



El pasado 17 de agosto, cuando se conmemoraba el Día de la Bandera, llegaban los restos mortales de dos soldados de la Guerra del Pacífico. A 135 años de la Batalla del Alto de la Alianza, el pueblo boliviano —y en particular el chuquisaqueño— los recibió con honores militares. Gracias a documentos existentes en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), podemos conocer algunos aspectos de lo que fue la convocatoria para aquella defensa de la Patria que, hoy en día, a propósito del fallo de la Corte Internacional de La Haya, vuelven a cobrar importancia.
Cuatro jóvenes sucrenses, ante el peligro que se cernía sobre el territorio boliviano, decidieron convocar a sus contemporáneos. Pero, ¿quién encaminó esa decisión?

Samuel Velasco Flor
El abogado Samuel Velasco Flor nació en la ciudad de Potosí y fue bachiller del colegio Nacional Pichincha. En 1861 se ausenta de su ciudad para inscribirse en la Facultad de Derecho de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.

Habiendo terminado con satisfacción sus estudios profesionales, concibe la idea de resaltar a personalidades en breves biografías; es así que se convirtió en el primero en presentar la de los esposos Manuel Ascensio Padilla-Juana Azurduy. Fue prefecto de su ciudad natal y también diputado en la Asamblea Constituyente de 1878.

Ante los sucesos con Chile por todos conocidos, él fue quien convocó a la juventud a unirse para defender a la Patria. Entonces, a la cabeza de cuatro jóvenes chuquisaqueños, se propuso formar en la Capital de la República el que fue el bizarro “Escuadrón Sucre”.

Por consenso, a Velasco Flor lo nombran jefe de los jóvenes voluntarios y, junto al coronel Castro Pinto, “fue el Teniente Coronel 2º jefe de este cuerpo”, según la “Corona fúnebre del Dr. Samuel Velasco Flor. Sucre, agosto 13 de 1880”, consultada en el ABNB.

Para el logro de tamaña misión, Velasco Flor y los suyos acuden a los medios de comunicación. Es así que en el periódico “La Patria en Peligro”, realizan un llamamiento público a los jóvenes chuquisaqueños para que se sumen a la causa. Los 30 firmantes de esta publicación son los primeros voluntarios que se alistaron en Chuquisaca (VER RECUADRO APARTE).

“Columna Sucre”
En una edición posterior del mismo periódico se puede leer que “a la anterior invitación que circulo (sic) el domingo a las 8 a.m., y hasta las dos de la tarde había ya en la plaza pública alistados más de 150 jóvenes, prontos a marchar, donde el deber los llama. Los más se arman y equipan a su costa”.

Luego: “A la misma hora estaba organizado un batallón de 600 plazas que marchaba por las calles sorprendiendo a los espectadores por su orden, disciplina y ardiente entusiasmo. Hasta el jueves habrá cuatro a seis y más cuerpos organizados. Ayer a pesar del fuerte e incesante aguacero hacían ejercicios en los corredores de la universidad, la primera compañía de la ‘Columna Sucre’”.

También, entre otras cosas, lo siguiente: “Se sabe que muchas dignas señoritas de la capital, se ocupan de realizar un estandarte para la ‘Columna Sucre’. Tributamos con anticipado agradecimiento a tan oportuno obsequio”.

“Libres del Sud”
Así, esa columna de jóvenes valientes partió a las costas del Pacífico el 7 de abril de 1879, ya decididamente “en campaña contra el enemigo de la patria y la primera de toda la república”. Más tarde, tomó el nombre de “Regimiento Libres del Sud”. En uno de los documentos encontrados en el ABNB se puede leer lo siguiente: “Sucre a concurrido (sic) al teatro de la guerra con el Regimiento ‘Libres del Sud’ que ha consumado su sacrificio en los ‘Altos de la Alianza’”.

En Sucre se conformaron los batallones “Calama”, “Reconquista” y “Libertad” de la Sexta División, comandada por el general Flores, según el contenido de la página 4 de “La Patria en Peligro”, fechado el 11 de marzo de 1879.

Muchos jóvenes se enrolaron y marcharon a la línea de fuego dejando a sus padres y demás familiares y amistades en un profundo dolor, aunque, en definitiva, orgullosos, como se puede advertir en la carta de un padre a su hijo, que resultó ser nieto de Juana Azurduy de Padilla (VER RECUADRO APARTE).

Don Samuel Velasco Flor, de acuerdo con la citada documentación, “permanece mas (sic) de un año en el teatro de guerra, regresa al seno de la familia herido y de muerte, con la conciencia de haber cumplido el deber más grande respecto a su patria”. Fallece en la ciudad de Sucre, el 7 de julio de 1880.

En la columna fúnebre —discurso en el momento de su entierro— se habla de “Escuadrón Sucre”, según se puede confirmar en el ABNB.

La publicación de los 30
“Columna Sucre. Los ciudadanos que suscriben, constituidos en cuerpos de operaciones militares bajo las órdenes del Coronel Miguel Castro Pinto, a quien han elegido por su jefe, se dirigen al sentimiento público de los que quieran ponerse al servicio de la causa de la patria, tan gravemente comprometida por la invasión Chilena, consumada contra toda forma de derecho. Es llegada la hora de comprobar el patriotismo, sellándola con el sacrificio. Si fuera necesario el de la vida misma.

Después de la propuesta hablada y formulada delante del sagrado pabellón nacional cuyos hermosos colores vemos hoy con un sentimiento de tristeza mezclado de indignación, tenemos que constatar a la prueba con resoluciones firmes y prácticas, ofreciéndonos en los altares de la patria.
Es con este particular empeño que los suscritos llaman a sus conciudadanos y especialmente a la juventud de Sucre, a engrosar sus filas, con el objeto de concurrir a la defensa de la integridad nacional y luchar, sin omitir sacrifico alguno.

Los que tengan propósitos iguales a los que abrigan los suscritos, podrán firmar un compromiso escrito, que desde este momento encontraran en casa de los conciudadanos Samuel Velasco Flor y Manuel Aguirre. Sucre marzo de 1879.

Firman: Miguel C. Pinto, Guillermo José Figueroa, Manuel Aguirre, J. Paravicini, O. Salanova, Octavio Moscoso, Luis Navarro, J. Apolinar de Jauregui, José David Echaso, Severo Lora, Samuel Velasco Flor, Luis Gumiel, Demetrio Toro, José Manuel Gutiérrez, Marcial Roso, José M. Linares, Ángel M. Lora, Adolfo Barrenechea, José M. Buitrago, Zacarías Sanz, José B. Vargas, Melitón Flores, Rómulo Echaso, Enrique Paravicini, Manuel Bartolomé Lord, Víctor Sanz, José María Urdidinea (hijo), Adolfo Navarro, Cirilo Serrano, Ladislao Araujo”.

De un padre a su hijo alistado en el Regimiento "Libres del Sud" (*)
“Señor: Gerardo A. Asurduy. Colquechaca, marzo 21 del 79.
Con gusto he leído tu carta del 21, los bellos sentimientos que despliegas en cuanto a la guerra de Chile. Ante todo debes hacer resolución de sufrir con energía toda clase de fatigas e infortunios, por que esto no es juguete. Ser a toda prueba, honrado y sumiso a los jefes; atrevido en los combates, debes corresponder a la conducta de tus ascendientes. La sangre de la famosa tu abuela Doña Juana Asurduy de Padilla, que sin ejemplar en la América obtuvo el alto grado de Coronel: La de tu tío Don Manuel Asencio Padilla marido de aquella, la de tu abuelo Don Gregorio Asurduy mi padre querido, que milito con ellos y emigro con su madre por 10 años a la Argentina, habiendo muerto Padilla en uno de tantos combates; todo esto reunido de que por parte de madre perteneces a la familia de los Condes de Carma; todo, todo te impone el deber de guardar una conducta irreprensible en moral y valor. La primera condición para todo es que seas cristiano de corazón; sin esta calidad nada vale el hombre. Juan Pablo Asurduy”.

* Fuente: “La Patria en Peligro”, Sucre, 19 de abril de 1879. Nro. 6. Pág. 4. La revista ECOS respeta la escritura original, que incluye las formas propias de la época.


El rol clave de los Edwards en la Guerra del Pacífico

Fuente Correo del Sur

E sta es la historia de cómo Agustín Edwards Ossandón –bisabuelo del actual dueño de El Mercurio– jugó un rol preponderante de "lobby" político y empresarial para que se desencadenara la Guerra del Pacífico, la que es relatada en una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman, de Víctor Herrero.

"Agustín Edward Ossandón fue el creador de la inmensa fortuna de los Edwards, pero fue su hijo Agustín Edwards Ross quien catapultó a la millonaria familia de provincia hacia los más altos círculos del poder político y social chileno", así describe Víctor Herrero, en su biografía desclasificada del dueño de El Mercurio, al bisabuelo de Agustín Edwards Eastman y segundo Agustín de una dinastía que comprendió perfectamente el juego unificado entre el dinero, la política y los medios de comunicación.

Según el libro, Edwards Ross, "El cucho", fue quien se dio cuenta de que "el mundo político no solo servía para articular los intereses económicos de su familia, sino también para ganar prestigio (...) la generación de los primeros herederos ambicionaba ya no solo riquezas, sino poder".

"En pocos años, este nuevo Agustín Edwards se convertiría en uno de los principales protagonistas en tres grandes acontecimientos históricos que, hasta cierto punto, repercuten hasta nuestros días: la Guerra del Pacífico de 1879, la Guerra Civil de 1891 y la creación de una prensa moderna y con una influencia nunca antes vista en el país", agrega Herrero.

ROL DESENCADENANTE
Un año después de la muerte de su padre, en 1873, Edwards Ross tuvo un papel fundamental, hasta "desencadenante" de la Guerra del Pacífico. Ese año asumió la presidencia de la "Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta", de la cual su familia tenía el 42% de las acciones. "Agustín Ricardo, de veintiún años, envió a un emisario a La Paz para gestionar con el Gobierno de Bolivia el reconocimiento de los derechos y concesiones de esa compañía para explorar y exportar salitre en amplias zonas de la región de Antofagasta que entonces pertenecía al país vecino", lo que fue concedido, pero nunca ratificado por el Congreso de Bolivia. Luego, en 1878, la Asamblea Constituyente boliviana aprobó sin problemas el establecimiento de un impuesto de diez centavos al quintal de salitre exportado, lo que desencadenó la ira de los empresarios chilenos, entre ellos Edwards.

La Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta se negó a pagar este impuesto, nueve meses después el prefecto de Antofagasta ordenó la aprehensión del gerente general de la empresa de Edwards, estando solo dos meses detenidos. Pero no todo estaba zanjado, en enero de 1879 La Paz aprobó un decreto para confiscar los bienes de la empresa y anunció el remate de estos, con lo que las faenas de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta se detuvieron. En paralelo, el Gobierno chileno de Aníbal Pinto también desplegó sus cartas. Los empresarios llevaban tiempo presionándolo para que interviniera, aunque un conflicto fronterizo mantenía la atención de las autoridades nacionales, pero la posibilidad de un remate de una empresa chilena levantó las alarmas y el Presidente envió al buque Blanco Encalada a las costas de Caldera. Cuatro días después, este ancló en Antofagasta.

En paralelo el representante en Chile de Gibbs & Sons –también dueños de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta– escribió a sus superiores en Londres, con el objetivo de dar a conocer la estrategia zanjada tras una reunión de accionistas. En la misiva se recomendaba "gastar algún dinero para estimular a periodistas en los diarios para que publiquen artículos de naturaleza patriótica", lo que efectivamente ocurrió –como relata el libro– y en los diarios El Ferrocarril y Los Tiempos se publicaron textos de corte nacionalista.

Finalmente la jugada política y militar de Chile llegó, y justo cuando la Compañía de Salitres y Ferrocarriles iba a ser rematada en Antofagasta (14 de febrero de 1879) las tropas chilenas desembarcaron en el puerto de dicha ciudad. De esta forma, Agustín Edwards Ross salvó a su empresa de ser rematada y fortaleció su poder económico y de manipulación política.

Dos semanas después del arribo en Antofagasta, Bolivia, junto a Perú, declaró la guerra a Chile, asegura el libro, según el cual, “el conflicto bélico duraría un poco más de cuatro años y causaría unos catorce mil muertos".

Pero el accionar de Edwards y las conexiones del mundo político con el sector económico eran evidentes. Según Víctor Herrero, "llama la atención que tres de los cinco ministros que conformaron el primer gabinete de guerra chileno eran accionistas minoritarios de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta. Ellos eran Antonio Varas, ministro del Interior; Domingo Santa María, ministro de Relaciones Exteriores, y Jorge Huneeus, ministro de Justicia".

Otra operación que es develada por el libro es que, pocas semanas después de que estalló la guerra, apareció ante el notario de Antofagasta el estadounidense Charles C. Greene, el nuevo gerente de la Compañía de Salitres y Ferrocarril". ¿El objetivo? Pedir el permiso, a nombre de 21 empleados de la empresa, ante notario, para explorar yacimientos en la zona ya ocupada por Chile. Luego fueron inscritas "51 tacas de salitre a nombre de los empleados", los que no pagaron nada por el procedimiento y que el siguiente año cedieron sus derechos a la Compañía de Salitres y Ferrocarril, de la cual Edwards Ross era director.

Treintaiún años después la operación salió a la luz: un civil levantó una denuncia por posible fraude al fisco, pero este no se hizo parte y, ya en la Corte Suprema, la Compañía de Salitres y Ferrocarril contrató como abogado a Luis Barros Borgoño, ex relator de la Corte y quien luego sería Vicepresidente de la República, el que finalmente hizo que la empresa ganara la demanda, esto a pesar de las repercusiones mediáticas y de protestas obreras. El fallo era descrito "como un ejemplo de cómo la oligarquía y el Estado confabulan para favorecer los intereses de los grandes empresarios", relata la biografía.

Es a raíz de estas operaciones que "Agustín Edwards Ross sacó dos lecciones valiosas del conflicto de 1879. La primera era que las guerras victoriosas son un negocio muy rentable y, la segunda, que la prensa es un factor clave en formar una opinión pública favorable a los intereses propios".

El segundo aprendizaje fue fundamental para la política comercial de la familia Edwards: para generar una real influencia en el país había que mezclar los intereses políticos con los económicos y la "herramienta crucial para lograrlo era la prensa", escribe Herrero. Es así como en 1882 Edwards Ross compró el diario La Época y luego, en 1882 o en 1884 –no está clara la fecha– compró El Mercurio de Valparaíso.
"Con el término de la Guerra del Pacífico, Agustín Edwards Ross emergía como una de las figuras más poderosas de Chile. No solo había logrado expandir la vasta fortuna familiar, sino que ejercía también una enorme influencia empresarial y política. Los Edwards, que habían hecho fortuna en las inhóspitas y polvorientas ciudades y pueblos del Norte Chico, se instalaban ahora cada vez más cerca del centro mismo del poder", señala la biografía desclasificada del dueño de El Mercurio.

Hoy 10 de octubre Bolivia recuerda 33 años de democracia

Hace 33 años, tras una oscura época de gobiernos dictatoriales, las bolivianas y los bolivianos recuperaron la democracia y hasta la fecha es el período más largo de un sistema de gobierno que se instauró en el país. Un día como hoy, el general Guido Vildoso Calderón entregaba la Presidencia de la República, en ese entonces, al electo candidato de Unidad Democrática y Popular (UDP), Hernán Siles Zuazo.

La UDP fue una alianza que se formó a finales de la década del 70 entre el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNR- I) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB).

En esa época, el Gobierno boliviano se encontraba frente a una complicada situación económica y también política porque era una transición a la democracia tras más de 18 años de dictaduras.

Económicamente, Bolivia estaba quebrada frente a la crisis de la deuda externa, que era común en toda América Latina, derivada de una década en que las dictaduras latinoamericanas endeudaron fraudulentamente a los países con crédito barato.

Este hecho, además, desencadenó un proceso de hiperinflación que destruyó el poder adquisitivo de los asalariados “llevando el país a la anarquía”. Políticamente, Bolivia se hallaba rodeada de personajes de las dictaduras que planeaban el retorno de los militares al poder.

En todo ese proceso, el gobierno de Hernán Siles no logró los resultados económicos esperados, hecho que le obligó a renunciar a la Presidencia de Bolivia y convocar a nuevas elecciones el 6 de agosto de 1985.

En esa crítica situación, Siles Zuazo logró preservar esa frágil democracia boliviana, hecho que impulsó la instauración democrática en América del Sur, porque posterior a Bolivia, en 1983 Argentina recuperó su sistema democrático; Uruguay en 1985; Brasil en 1985; Paraguay en 1989, y finalmente, Chile en 1990.

PROCESOS

Posterior a la presidencia de Siles Zuazo, entre 1985 y 1989, Víctor Paz Estenssoro se hizo de la Presidencia de Bolivia, siendo su principal logro una nueva política económica que logró controlar la hiperinflación del orden del 27.000 por ciento entre enero y agosto de 1985, y que fue exportada a otros países de América.

Entre 1989 y 1993 gobernó Jaime Paz Zamora, del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), a pesar que logró el tercer lugar en votación, Paz Zamora asumió la Presidencia de Bolivia en agosto de 1989 con el apoyo de Acción Democrática Nacionalista (ADN) liderada por el exdictador, Hugo Banzer Suárez.

En junio de 1993, Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR asumió la Presidencia de Bolivia y, por primera vez, un representante indígena accedió a la vicepresidencia, el aymara, Víctor Hugo Cárdenas. Su plan de gobierno se caracterizó por la “capitalización” de las empresas estatales, la participación popular, la reforma educativa y la descentralización administrativa en un programa denominado “Plan de Todos”.

En junio de 1997, logró acceder a la Presidencia de Bolivia, el exdictador Hugo Banzer Suárez, quien a pesar de no contar con la mayoría absoluta recibió el respaldo de Jaime Paz y el MIR. Su gobierno se caracterizó por constantes protestas y movilizaciones de trabajadores, campesinos y cocaleros que demandaban atención a sus pedidos. Se vivieron momentos de crisis social.

Aquejado de cáncer de pulmón, Banzer renunció el 6 de agosto de 2001 a la Presidencia y fue sustituido en la misma por el que hasta entonces había sido su vicepresidente, Jorge Quiroga.

A Quiroga le tocó completar la gestión de Banzer gobernando hasta el 6 de agosto de 2002.

A partir de esta época la gobernabilidad en Bolivia se caracterizó por períodos accidentados.

Ese mismo año, 2002, nuevamente asume la Presidencia, Gonzalo Sánchez de Lozada que sólo obtuvo el 22.5 por ciento de los votos, y el respaldo de Jaime Paz que también participó en esas elecciones sellaron un pacto de gobernabilidad denominado “Plan Bolivia de Responsabilidad Nacional”. Su gobierno se caracterizó por una serie de medidas económicas impopulares como un impuesto al salario entre otros lo que generó protestas y después hechos violentos, y pese a lograr nuevas alianzas políticas, la crisis social se agravó hasta el fatídico “Octubre negro” o la “Guerra del gas” de 2003 cuando, acorralado por las protestas y convulsión social, se vio obligado a renunciar.

Como en el gobierno de Banzer, el vicepresidente, Carlos Mesa sustituyó a Sánchez de Lozada, quien huyó a Estados Unidos, donde radica desde ese entonces. Mesa, en esa difícil coyuntura convocó a un referéndum en el que los bolivianos deberían pronunciarse sobre la cuestión de la exportación de gas natural por vía Chile.

Fue una época de masiva protestas y movilizaciones por la nacionalización de los hidrocarburos. Carlos Mesa renunció a la Presidencia y lo sucedió el entonces Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien gobernó entre 2005 y 2006. El 18 de diciembre de 2005 se celebraron elecciones nacionales en las que el vencedor fue Evo Morales del Movimiento Al Socialismo MAS, quien gobierna Bolivia hasta la fecha.

martes, 6 de octubre de 2015

El noble gesto del Gran Mariscal de Ayacucho

Era en 1827 y el Gran Mariscal se hallaba en la ciudad de Oruro, atendiendo las urgencias de la administración y los asuntos relacionados con la organización de la República.

En esos ajetreos se descubrió que el capitán suizo, Eclés, con otros desalmados más, habían sido comisionados por el general español Antonio Olañeta, para ejecutar un plan siniestro, asesinar a Sucre y a varios jefes del ejército independiente.

La forma cómo se debía eliminar al Mariscal era la infame y villana práctica de darle una pasta compuesta de opio y arsénico, disuelta en chocolate, de manera que el efecto del tósigo fuese fulminante, ofreciéndo al asesino, como premio, la suma de 16.000 pesos.

Declarado por Eclés todo el plan del horrible crimen que se iba a cometer, el Mariscal en un gesto humanitario lo perdonó y aún le obsequió algunos fondos para que saliera del país, a fin de evitarse ma-yores responsabilidades y, como es de suponer, el merecido castigo.

OH! qué corazón tan grandemente generoso y qué espíritu tan divinamente pu-ro! Con justa razón se le llamaba “el impecable”.

A raíz de tan nefasto hecho, dirigió des-de la Villa de Felipe de Austria, al general Olañeta, la siguiente carta que decía: “Al llegar a esta Villa me he encontrado con una novedad. El capitán suizo Eclés ha presentado cuatro cartas de U.S. para don Francisco Ostria, don Miguel Cevallos, don Manuel Arguedas y don Hipólito Maldona-do, todas escritas de letra de U.S. y rubricadas de su mano; ellas contienen instrucciones para que estos sujetos den a Eclés cierta cantidad de dinero, para una comi-sión importante que debía ejecutar en su momento.

“Eclés ha declarado que la comisión era para asesinarme y para matar al general Lanza, y ha presentado el veneno que U.S. le dio para el efecto, que es una composición de opio y arsénico; añadiendo que otro agente de U.S. y que anda por Cochabamba, tiene la misma comisión, con el premio de 16.000 pesos al que lo ejecute.

Apenas puedo persuadirme de que un hombre como U.S., que se jacta de estar dotado de principios morales y religiosos, pueda pensar en un atentado tan horrible, que no está contado ni entre los horrores practicados por los españoles en la revolución de América. Tal crimen no cabe sino en un corazón corrompido y malvado, y hablando sinceramente, no había creído a U.S. capaz de él.

Dudando entre la verdad de Eclés, que resultará en la causa, y la perfidia que ha caracterizado a nuestros enemigos, he pensado de mi deber es poner en cono-cimiento de U.S. que he pasado una orden estricta y terminante para que en cualquier parte que sea asesinado o envenenado un oficial del ejército libertador, se aprehen-dan y sean fusilados de inmediato cuantos españoles europeos existan en el país, que no tengan pruebas incontestables de su decisión por la independencia.

Después de haber dado testimonio de una clemencia sin límites hacia los enemigos, hacia los bárbaros que han devastado nuestro país, es una obligación que nos impone la justicia misma, mostrar y ejercer con los ingratos tanta severidad cuantas han sido nuestras bondades hacia ellos. Dios guarde a U.S. – A. J. de SUCRE”.

En esta misiva se manifiesta, al mismo tiempo, que una alta lección de merecido reproche a la conducta desleal del pérfido y felón Olañeta, una enérgica prevención contra los que no se sometan al nuevo régimen de la independencia, que tantas vidas y tanto esfuerzo y sufrimiento había costado.

Los datos de este bello y sugestivo pasaje están tomados de la obra “Vida del Gran Mariscal de Ayacucho”, por el doctor Laureano Villanueva. Caracas, 1895.