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martes, 27 de mayo de 2014

"Temblad rotos que aquí entran los colorados de Bolivia"

La Batalla del Alto de la Alianza, o Batalla de Tacna, fue una acción bélica que se desarrolló el 26 de Mayo de 1880 en Tacna, en el marco de la Guerra del Pacífico, donde la milicia boliviana fue dignamente representada por Los Colorados, quienes dejaron en las páginas de la historia el grito: "Temblad rotos que aquí entran los colorados de Bolivia".

Se enfrentaron los ejércitos aliados del Perú y Bolivia, con 12.000 efectivos dirigidos por el General boliviano Narciso Campero, 6.500 peruanos y 5.500 bolivianos, contra el ejército de Chile de 19.000 hombres, comandado por el General Manuel Baquedano, cuyo principal objetivo era Tacna.

El lugar de la batalla fue la meseta del cerro Inti Orko que en quechua significa Montaña del Sol. Pero antes de la batalla ya se conocía la ubicación del campamento aliado con el nombre de Alto de la Alianza, debido al tratado de alianza defensiva Perú-Bolivia.

Entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde se combatió fieramente, el episodio más destacado fue la intervención heroica de Los Colorados de Bolivia que cargaron para reforzar la debilitada ala izquierda del coronel Camacho.

Se había hablado mucho del famoso Regimiento boliviano de Los Colorados, quienes en esta batalla demostraron que toda su capacidad era verdadera, quienes con gran valentía obligaron a retroceder a los chilenos, fue el último momento en que se pudo pensar en una victoria aliada.

Pero el ataque final de Chile terminó por desmoronar a los aliados, agotados por la fallida incursión de la madrugada anterior, inferior en número, escasa de munición, sedienta y seriamente diezmados, dejando más de 5.000 muertos y heridos con una alta proporción de jefes y oficiales quedaron regados en el campo.

Los destacamentos Murillo y zapadores de Bolivia y Tacna del Perú, fueron la última resistencia, sucumbiendo y dejando que Tacna caiga en manos de los chilenos al final de la tarde.

Esa fue la última batalla de la Guerra del Pacífico en la que participaron las armas bolivianas, pero por su parte Perú sufrió la guerra tres años más, hasta 1883, cuando los chilenos ocuparon Lima y buena parte del territorio peruano por más de un año.

27 de Mayo de 1812 Mujeres valerosas se alzaron ante españoles por defender su hogar

En 1812, un grupo de mujeres valerosas decidió organizarse y armarse para hacer frente a los españoles y así defender a sus hijos y su hogar, escalando la colina de San Sebastián (la Coronilla), trataron de bloquear el ingreso a Cochabamba de las tropas enemigas.

Los españoles aprovecharon que no habían hombres en la ciudad, porque estaban en otras batallas en el país, estas mujeres valerosas pretendieron bloquear el ingreso de las tropas españolas, pero fueron masacradas y tres días después la ciudad estaba ocupada por los españoles.

El 27 de mayo se conmemora en Bolivia el Día de la Madre, en homenaje a las valerosas heroínas de la Coronilla (Cochabamba), quienes sacrificaron sus vidas por combatir a las tropas españolas.

Es una fecha histórica que Bolivia recuerda cómo estas mujeres salieron de sus hogares con palos, piedras para hacer frente a los españoles y proteger la integridad de sus hijos.

En otros países festejan a las madres el día de la Virgen María, mientras que en el país lo hacen el 27 de mayo recordando la valentía que tuvieron las mujeres y por ser una fecha histórica para Bolivia.



HISTORIA

Heroínas de la Coronilla se refiere a un hecho bélico acaecido durante la Guerra de Independencia en el Alto Perú (hoy Bolivia), el 27 de mayo de 1812, en la ciudad de Cochabamba.

El general realista Jerónimo Marrón de Lombera (1760-1814) atacó la ciudad después de vencer en la Batalla de Pocona. En Cochabamba fueron principalmente mujeres las que se atrincheraron en la punta de la colina de San Sebastián, en el lugar conocido como La Coronilla, a unos 1.400 metros del centro de Cochabamba donde los soldados realistas las vencieron.

De éste hecho histórico se destaca la participación femenina en el proceso de la independencia de Bolivia.

Chuquisaca : La pujanza traducida en libertad

Chuquisaca es el departamento que impulsó la libertad que gozamos actualmente los bolivianos.

La capital de este departamento es conocida como la ciudad de los cuatro nombres, Charcas, La Plata, Chuquisaca y Sucre, su efeméride departamental se recuerda el 25 de mayo en homenaje a la revolución de 1809.

Chuquisaca está dividida en diez provincias, 28 secciones municipales y 121 cantones. En su territorio están distribuidos 600.728 habitantes según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012; el 50,34 por ciento son varones y el 49,66 por ciento mujeres.

Chuquisaca se sitúa en la región occidental del Estado Plurinacional de Bolivia en una superficie 51.524 kilómetros cuadrados, limita al Norte con Cochabamba y Santa Cruz; al Sur, con Tarija; al Este con Santa Cruz y la república del Paraguay y al Oeste con el departamento de Potosí.

Este departamento forma parte de las cuencas del Amazona en su parte Norte y la cuenca del Plata en su parte Central, Sur y Este con la cordillera de Mandinga.

Su economía está basada en la agricultura, la ganadería, la agroindustria y la minería, además de la fabricación de cemento y chocolate, la producción de maíz, maní, trigo, ají, cebolla y durazno.

Dentro el turismo tiene una gran variedad de atractivos, como el palacio de los Condes de la Glorieta; la riqueza arquitectónica de las casas, iglesias y edificios coloniales.

Es rica en el aspecto culinario especialmente en la elaboración del "chorizo chuquisaqueño, el mondongo, la empanada y la fritanga.

25 de Mayo de 1809 Chuquisaca dio el primer paso para luchar por la independencia

Chuquisaca fue escenario de lo que llegó a denominarse, el primer grito libertario, ocurrido el 25 de Mayo de 1809, que permitió iniciar la lucha por la independencia de Bolivia, liberándose del yugo español.

Esta fecha es reconocida como una de las más importantes por Bolivia y América Latina porque un grupo de patriotas se sublevó para poner fin a la dominación de la colonia española, aunque algunos historiadores discrepan indicando que el primer grito libertario se suscitó en Oruro el 10 de Febrero de 1781.

Para que se dé inicio a la revolución del 25 de Mayo tuvieron que pasar acontecimientos importantes, tanto externos como internos, los cuales influyeron para que patriotas rebeldes desencadenaran esta sublevación.

Entre los acontecimientos externos se menciona que España no pasaba por una buena época, puesto que se encontraba confrontada con países como Francia, esto generó una cierta incertidumbre entre quienes habitaban la entonces Audiencia de Charcas, puesto que eran fieles al rey Fernando VII y no aceptaban otro mandato.

Esta debilidad en España provocó que jóvenes revolucionarios que estudiaban en la Universidad San Francisco Xavier, comiencen a gestar ideas emancipadoras en la población.

Asimismo, otro factor para la revolución fue el carácter de José Manuel de Goyeneche, quien se encargó de someter a los pueblos de Sudamérica, este personaje luego de haber sostenido una reunión con la Junta de Sevilla en España se ofreció a conseguir que las colonias reconozcan la autoridad de Fernando VII.

Goyeneche llegó a la Audiencia de Charcas con el propósito de imponer su voluntad a los entonces doctores y oidores, esto hizo que se alzarán el 25 de Mayo de 1809 y los rebeldes aprovecharon para fortalecer las ideas de emancipación.

El entonces presidente de la audiencia de Charcas, Ramón García Pizarro, se preocupó por los rumores que ya corrían de las ideas conspiradoras y dispuso la aprehensión de dichos oidores y doctores, pero una gran parte estaba avisado y solo lograron aprehender a Jaime Zudáñez, un revolucionario que mientras le llevaban preso, alertó a la población sobre los abusos que se cometían.

Entonces la gente enardecida empezó a pelear y las campanas de la iglesia de San Francisco comenzaron a sonar y se dio inicio a la revolución del 25 de Mayo de 1809 que fue la promotora para que otras regiones también se subleven.

Entre los dirigentes revolucionarios se destacan los doctores: José Mariano Serrano, Jaime Zudáñez, Bernardo Monteagudo, los hermanos Lemoine (Joaquín y Manuel), Mariano Michel, el cura Manuel Mercado, Manuel Pérez de Sandoval, y el argentino Manuel Moreno.

Día de la madre

Por Ley de 8 de noviembre de 1927 se consagró el día 27 de mayo como “Día de la Madre”, como un justo homenaje de evocación a las valientes mujeres cochabambinas que, en gesta heroica el 27 de mayo de 1812 ofrendaron sus vidas en la colina de San Sebastián (Coronilla).

El ejército represor realista al mando del sanguinario Goyeneche atacó a la ciudad de Cochabamba, el pueblo encabezado por Sebastián Cotrina “el mellizo” y Manuela Gandarillas, quien alzando la voz dijo: “Si ya no hay hombre, aquí estamos nosotras para enfrentar al enemigo y morir por la Patria”, y así, armados de piedras, palos y algunas armas se situaron en la colina de “La Coronilla”, desde donde hostigaron a los españoles. El jefe realista ordenó atacar y tomar la colina, muy pronto fueron puestos en fuga al temerario grupo de resistencia dejando en el campo de batalla numerosos muertos y heridos, en su mayoría mujeres, ancianos y niños.

Luego Goyeneche ingresó a la ciudad y ordenó a la soldadesca el saqueo de las propiedades, y la represión fue la más sangrienta, durante tres días la ciudad vivió días dramáticos. Goyeneche sin ninguna consideración ingresó a caballo al templo de La Matriz y atropelló sable en mano al Dr. López Andreu, ex–oidor de la Audiencia de Charcas. Además, una treintena de hombres fueron condenados a muerte por el delito de resistencia y conspira-ción contra la autoridad establecida.

La historia ha conservado los nombres de al-gunos de los valientes defensores que osaron oponerse al ingreso de la tropas realistas a la ciudad de Cochabamba: Antezana, Gandari-llas, Lozano, Ferrufino, Zapata y Padilla.

¡Honor y gloria! a estas valerosas mujeres que escribieron con su sangre las páginas más bellas de nuestra historia.
TITULARES

Las heroínas de Cochabamba


Sumida en el ostracismo del vasa-llaje colonial, aprisionada en los fastuosos tentáculos de la España señorial, agoniza la joven América de Colón, privada de libertad y amarrada de manos frente a un destino incierto. Em-pero, era necesario afrontar la impostura realista y conseguir la libertad, que era el supremo anhelo de esa gesta bravía, nacida entre las breñas, los riscos y los llanos del Alto Perú. Y empezó el movi-miento de emancipación, marcando nue-vos rumbos en la vida de los pueblos de ese rincón del nuevo mundo.

La historia de América encierra en sus cofres de oro, tesoros heroicos que per-duran a través del tiempo con deslum-brante luminosidad. Surgen los guerrille-ros de la Independencia: Esteban Arze, Warnes, Padilla, Antezana y otros más, cuyas figuras emergen con proyecciones inconmensurables en la historia épica del Alto Pe-rú, emprendiendo el cami-no de la gloria, rumbo a la liberación de América, rompiendo las cadenas opresoras en un supremo impulso de superación. . . Más, no cupo la suerte del sacrificio en aras patriotis-mo sólo a ellos; también supieron escribir con san-gre, páginas de historia, las mujeres de Cochabamba, que son el símbolo auténti-co de la pujanza de una ra-za. Pues, si faltaban hom-bres para el combate, so- braba el valor legendario de las mujeres que habían quedado a la saga de las avanzadas patriotas.

LA HISTÓRICA COLINA DE “SAN SEBASTIÁN”

Pero, juzguemos el valor de las muje-res de Cochabamba, a través de la ar-diente pluma del insigne escritor bolivia-no, Dn. Eufronio Vizcarra, que refirién- dose a la epopeya de la Colina de “San Sebastián”, dice: “. . . en aquella ocasión cupo a las mujeres de Cochabamba un papel sobresaliente. . . muchas de ellas seguían a los guerrilleros en su ascensión a las cuatro serranías existentes (San Sebastián, Ticti, Alalay y San Pedro), todas ellas al sudeste y sud de la ciudad, exaltándoles su patriotismo y empuján-doles a la lucha. Otras marchaban con-duciendo víveres y pertrechos de guerra. Ninguna de ellas desfallecía en su afán extraordinario de contribuir con algo a la defensa de la Patria. . .”

Por otra parte, oigamos al notable his-toriador Dn. Bartolomé Mitre, que dice: “Resuelto el pueblo a perecer antes que rendirse, se reunió en la plaza pública en número como de mil hombres. Allí inte-rrogado por las autoridades si estaban dispuesto a defenderse hasta el último trance, algunas voces contestaron que sí. Entonces las mujeres de la plebe, que se hallaban presentes, dijeron a grandes gri-tos que si no había en Cochabamba hom-bres para morir por la Patria y defender la Junta de Buenos Aires, ellas solas sal-drían a recibir al enemigo. . .”; y luego continúa traduciendo esta gran epopeya: “. . .estimulando el coraje de los hombres con esta heroica resolución. JURARON MORIR TODAS ANTES QUE REN-DIRSE. . . y hombres y mujeres acudían a las armas, se preparaban a la resisten-cia y tomaron posesión del Cerro de “San Sebastián”.

PALOS, GARROTES Y CUCHILLOS

Ancianos, mujeres y niños, gran ejér-cito aguerrido con el alma encendida, repta dificultosamente la serranía, bajo un sol de plomo candente a ocupar su puesto de combate, frente a las huestes del realista Goyeneche, y en la erizada colina de “San Sebastián” se produce el encuen-tro, allí en la tumba de los tiranos y altar de la victoria, sobre el cimiento inconmovible de un monumento de heroísmo que se alza hasta el cielo. . . Pero, ¿cuáles eran las ar-mas de este ejército de mujeres y ancianos. . .? Oigamos nuevamente a Vizcarra: “. . . un clamor inmenso en el que habían rumo-res de tempestad y gritos de desesperación se alzó de esas alturas, anunciando la hora de la prueba y del sacrificio. Era el reto lanzado al invasor por hombres armados de palos y por mujeres sin armas, que no pudiendo vencer, habían acudido allí, a hartar con su sangre y con sus desgarra-das carnes a las hueste feroces que soste-nía en esta parte de América, la causa del Rey de España. . .”

¡¡¡Palos, garrotes y cuchillos!!! Y ante todo, un inmenso corazón, un alma infla-mada de amor patrio y una decisión firme: morir por la libertad atajando con sus cadáveres el paso del impostor. . .

ESTÁN LAS MUJERES DE COCHA-BAMBA?. . . GLORIA A DIOS, HAN MUERTO TODAS EN EL CAMPO DEL HONOR. . .

Esa suprema liberación del espíritu constreñido por la fuerza psicológica del dominador, ese anhelo que hizo vibrar los nervios de esa oscura muchedumbre apos-tada en la cúspide del sacrificio, ese valor sublime que contrajo los músculos fláci-dos de las ancianas para blandir el cuchillo y los palos, han servido para rubricar lo que sólo dos veces la humanidad absorta ha contemplado a través de los siglos: He-roísmo de mujer, de hembra que trastrueca su debilidad física y se yergue como un gigante sobre los gigantes!!!

Esa es la gloriosa tradición de la mujer cochabambina, su valor, su orgullo y su porvenir. . . Es la fuerza incontenible de su sino racial y telúrico. Su prosapia heroica se eleva majestuosa e impertérrita como el Tunari y como la Colina histórica dentro de la historia de América y el mundo todo.

domingo, 25 de mayo de 2014

Memoria y memorial del Alto de la Alianza



En un día de marzo voy camino al Complejo Monumental Alto de la Alianza ubicado a ocho kilómetros al norte de la ciudad de Tacna, la heroica y emblemática ciudad peruana en la contienda por el salitre. Desde la distancia se ve la bandera de Bolivia junto a la del Perú en el centro de un lugar amplio recuperado como Memorial que conmemora el acontecimiento ocurrido el 26 de mayo de 1880 cuando peruanos y bolivianos lucharon juntos contra el Ejército chileno en cumplimiento del Tratado de Alianza Defensiva entre ambos países suscrito en 1873.

Desde su emplazamiento y composición, el Memorial es un testimonio a ser descifrado. Se encuentran allí el Monumento al Alto de la Alianza y el Museo de Sitio rodeados de un conjunto patrimonial. Cada 26 de mayo peruanos y bolivianos rinden homenaje a los caídos en ese campo. Cientos de estudiantes de Tacna se trasladan en romería y se rememora a quienes lucharon valerosamente.

Este Memorial se organiza en una enorme superficie dispuesta en tres anillos concéntricos.

En el anillo externo, en un extremo del Campo del Alto de la Alianza, se encuentran inscritos sobre el suelo y en letras gigantes los apellidos de los militares que encabezaron el Ejército Aliado, en la misma formación que presentaron en el teatro de batalla: Narciso Campero, comandante general en jefe del Ejército Aliado, al centro; Eleodoro Camacho al mando del ala izquierda; Miguel Castro Pinto al mando del centro, y Lizardo Montero al mando del ala derecha. En el extremo opuesto del Memorial se encuentra un camposanto presidido por una enorme cruz con una leyenda que en su inicio dice: “A los que cayeron defendiendo la libertad de Tacna y Arica en las batallas de mayo y junio de 1880. Tributamos homenaje con esta cruz llena de pensamiento rendido a su memoria…”.

Al pie de esta estela hay placas en honor al soldado peruano, al soldado boliviano y al soldado desconocido. Alrededor de ellas decenas de cruces blancas simbolizan la sangre derramada por los soldados aliados. Entre ellas sobresalen cruces que llevan el nombre del batallón boliviano o peruano, de su comandante y el número de efectivos que lo componían. La expresividad del Memorial contrasta con la presencia silenciosa de quienes dieron su vida defendiendo suelo peruano en la antigua Provincia de Tarapacá.

En el anillo central del Memorial se encuentra la escultura que es el motivo principal del conjunto. Alrededor de ella decenas de placas de diferentes años testifican el tributo de instituciones del Estado y la sociedad civil de Perú y Bolivia, como los Veteranos de la Guerra del Pacífico, el ejército y el pueblo peruano, el ejército y el pueblo boliviano, municipios de Perú y Bolivia como Arequipa y Santa Cruz, las madres de Tacna, la Sociedad de Artesanos El Porvenir y otros.

Al centro del Memorial se encuentran dos monumentos: el conjunto escultórico y el Museo de Sitio. El primero se compone de siete piezas orientadas hacia el cielo en una alegoría que simboliza los valores nacionales peruanos y la unidad boliviano-peruana del Ejército Aliado.

Al pie de la escultura está el Museo de los Defensores del Campo de la Alianza. Con base circular, es el espacio más pequeño de todos, pero conserva testimonios encontrados en el campo de batalla. La memoria peruano-boliviana descansa en objetos, sujetos y textos: armas de la época, fusiles, sables, uniformes, morrales, pañuelos, vajilla, utensilios, croquis y maqueta del enfrentamiento, retratos, pinturas, fotografías, cartas y otros documentos.

Entre otros se expone la crueldad de la guerra con el “repase” practicado por el Ejército chileno, pasando a lanzas a los sobrevivientes de la batalla, y objetos de la vida cotidiana de la tropa. La memoria de la batalla también se actualiza con la exhibición de la Ley 2922 aprobada por el Congreso Nacional de Bolivia, promulgada por el gobierno de Carlos Mesa que declara Héroe Nacional al Comandante, clases y soldados del Batallón Colorados, y su ascenso a General de la República.

Para Bolivia, la llamada Guerra del Pacífico tuvo su último pasaje de gestación en 1878, cuando las empresas salitreras chilenas consiguieron que el Estado de ese país identificase sus intereses con los de ellas. El conflicto se inició con la invasión del Litoral boliviano en Antofagasta el 14 de febrero de 1879 y la defensa de Calama el 23 de marzo.

Para el Perú, la Guerra del Salitre se divide en tres momentos: la campaña marítima, la campaña del sur, y la campaña de Lima. En la primera, lucharon acorazados chilenos contra navíos peruanos en los combates de Iquique, Angamos (con el protagonismo del contraalmirante peruano Miguel Grau) y Pisagua. La Batalla del Alto de la Alianza se inscribe en el segundo momento, de las batallas terrestres en el sur del Perú, y es una de las más grandes de la campaña de Tacna y Arica. Se enfrentaron los ejércitos aliados de Perú y Bolivia contra el Ejército de Chile. Como resultado, Bolivia se retiró militarmente de la guerra, diezmada y dolida. Chile ocupó Tacna y se inició la campaña de Lima, que incluyó tres años de ocupación, hasta la firma del Tratado de Ancón.

La contienda fue complicada para Bolivia y Perú. Como asevera el historiador peruano Carlos Contreras, ninguno de los dos países poseía un ejército cohesionado, había una distancia entre oficialidad y tropa (clase propietaria e indígenas) y los esfuerzos de coordinación fueron limitados. Por su parte, el historiador chileno E. Caviedes, mostró que el Estado chileno ya tenía una simbiosis con capitales y familias británicas, lo que se tradujo en el apoyo de Gran Bretaña a Chile en la guerra.REFLEXIÓN. La reflexión llega al final de la visita. El complejo monumental es un Memorial que brinda una experiencia de historia visual. Permite una apropiación más compleja de la historia que el monumento, una tradición escultórica que acompaña al relato histórico desde el siglo XIX.

La pedagogía del lugar está orientada a que sus visitantes se identifiquen a su paso con los vencidos del momento. El pasado todavía es agobiante. A más de un siglo de distancia de la batalla, el Memorial toma actualidad entre las voces que intervienen en el presente sobre una querella ocurrida en el siglo antepasado, que no está resuelta.

Este campo cívico se convierte en una pieza de la historia trinacional que requiere una reconstrucción histórica cuidadosa que no sea incompatible ni contradictoria con lo acontecido, encarada de forma paralela a los procesos políticos actuales. El Memorial transmite que no hay olvido de esa parte de la historia compartida entre Perú, Bolivia y Chile, el valor de peruanos y bolivianos en la defensa de suelo peruano, y la pervivencia de la memoria de la batalla, actualizada cada año. El Memorial, como una reconstrucción del pasado, evoca el futuro como una posibilidad de caminos compartidos en el siglo XXI.


Las cartas interceptadas durante la revolución del 25 de mayo



Contexto después del 25 de mayo. Los revolucionarios más radicales no están tranquilos. Hay un desacuerdo con la marcha de la revolución, para Bernardo Monteagudo resulta demasiada conservadora. En el fondo estaban descontentos con todo lo verificado, ya que no se había llegado a una total independencia, que es lo que ellos querían.

Esta disconformidad con el gobierno de la Audiencia se manifestó a través de una nueva aparición de pasquines que “empapeló” la ciudad. En ellos se decía, al igual que en conversaciones privadas, que habiendo muerto el rey Fernando VII “era tiempo de defender a la Patria a sangre y fuego...”, al mismo tiempo que en otros se incitaba a la independencia y a la “restauración de la primera libertad”.

El abogado Manuel Antonio Báez, defensor de Ramón García Pizarro, sostenía que:

“Se decía también, apuntando casi con el dedo, dentro del Colegio de San Juan es escritor del diabólico Diálogo entre el Señor Fernando 7º y Atahualpa Inca del Perú, suponiendo muerto al primero, y ya perdida la España, con exhortaciones las mas inicuas copiadas del Abate Reynalt para censurar la injusta adquisición de la América y persuadir la restauración de la primera libertad”.

Gran parte de la labor antirrevolucionaria fue del intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz. Basada en los testimonios que recibió en la sumaria abierta en Potosí, y en las cartas y emigrados que llegaban constantemente de La Plata, dando cuenta de la obra revolucionaria y sus inmediatas consecuencias.

Las cartas interceptadas. 26 de septiembre de 1809, Álvarez de Arenales comunicó a la Audiencia Gobernadora que sus partidas, en Yamparáez y el río Pilcomayo, interceptaron paquetes de cartas con susceptibilidad de atentar contra el orden recientemente establecido.

También se decomisaron cartas a Martín Navarro, que desde la Villa de Potosí enviaban a La Plata. Vicente Rodríguez Romano, era el comisionado del Tribunal para decomisar la correspondencia que presentaba alguna sospecha.

Esta interesante fuente primaria fue hallada en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid, ubicado en el fondo documental Consejos 21342,1 paquetes 60, 64 y 66. Las cartas interceptadas demuestran otro punto de vista del contexto en el cual se desarrolló la revolución chuquisaqueña, que desde su inicio has finales de 1809, mostró luces y sombras. Se infiere de su lectura: estados de ánimo y actitud frente a los hechos, desmembramiento familiar, temores, esperanzas e involucramiento con las noticias que se generaban continuamente. En la mayoría de estas cartas se mezcló el sentimiento familiar con la adhesión política, y la esperanza de que pronto llegue la solución a esa situación.

Consideraciones finales. En las proclamas, panfletos y pasquines, pero también en los documentos oficiales, podemos ver que ya a fines de 1809 el discurso liberal y moderno ha influido en la Audiencia de Charcas. Principios como la soberanía del pueblo y los derechos individuales, así como el concepto de nación, aparecen en los documentos de forma cada vez más frecuente.

Esta comprobación sostiene que la Audiencia Gobernadora de Chuquisaca no fue revolucionaria tanto por querer modificar la esencia de la relación con la metrópoli y menos aun en el sentido de querer la independencia, ya que se dio bajo el discurso de fidelidad al Rey Fernando VII, pero sí fue revolucionaria en la perspectiva de generar un nuevo lenguaje político, basado fundamentalmente en el concepto de la soberanía popular. De esta manera el movimiento sí fue revolucionario al generar un paso hacia la modernidad política.

No son sinónimos los conceptos de revolucionario chuquisaqueño y doctor de Charcas. Entre los primeros tenemos algunos como Fernández, Aníbarro, Amaya, Miranda, Sivilat, etc., que eran comerciantes o agricultores. Ni tampoco el de revolucionario y criollo, pues entre los cinco recién citados, dos son españoles, dos franceses y uno chuquisaqueño.

De los 42 nombres que se pueden inferir como protagonistas directos de los sucesos de mayo, solamente hay 15 que presentan título universitario: 13 abogados y 2 bachilleres.

De los 27 restantes, 15 son comerciantes o tienen profesiones determinadas, 12 de profesión desconocida. De estos últimos hay 4, que aunque aparezcan en la sumaria formada por la Audiencia antes de los sucesos de mayo, en la que aparecen todos los testigos con sus respectivas profesiones, solo aparecen como vecinos. De lo cual se concluye que no eran, por lo menos abogados, pues de lo contrario hubieran aparecido como tales.

La reacción del intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz, fue doble; abrir una sumaria para averiguar el verdadero alcance del movimiento chuquisaqueño (contaba con las declaraciones de los emigrados de La Plata), y dirigir a la Audiencia un oficio manifestando la desconfianza que le producía su negligente conducta ante los sucesos de La Paz. Aunque no acusaba a la Audiencia Gobernadora de sedición formal, sí que lo hacía en un sentido material. De alguna manera le eximía de gran parte de culpa, porque “se supone que (los insurrectos chuquisaqueños) tienen al propio Tribunal intimidado a términos de no poder usar de su autoridad como corresponde a su notoria justificación”, pero no le absolvía totalmente ya que los paceños habían tomado el mismo pretexto que en Chuquisaca.

Sin embargo, la emancipación en Charcas recién comenzaba...



Norberto Benjamín Torres es miembro de la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre” y de la Academia Boliviana de Historia Eclesiástica. Investigador de Ciencia Editores, con la que publicó recientemente “Cartas interceptadas. La revolución del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca” y “El Gral. Arenales y la batalla de La Florida. 25 de mayo de 1814”.



Trayectoria universal de la revolución en Charcas



La revolución del 25 de Mayo de 1809, acaecida en la ciudad de La Plata, hoy Sucre, fue un acontecimiento histórico que, como los movimientos revolucionarios que se suscitaron sucesivamente después en La Paz, Quito, Caracas, Buenos Aires y otras ciudades, formó parte constitutiva de la revolución democrática burguesa que en Hispanoamérica se concretó a través de una guerra de liberación nacional contra la administración virreinal española.

Las posibilidades materiales para la realización de la revolución en Charcas se fincaron en el agotamiento del modo de acumulación originaria de capital que prevaleció en las relaciones sociales de producción vigentes en la América española, en las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo, principalmente indígena, y en la consolidación económica, social y cultural de un conglomerado humano, esencialmente criollo y mestizo, vinculado a las actividades industriales, agrarias, financieras, comerciales e intelectuales, cuyas reivindicaciones históricas estaban relacionadas con la concreción de los objetivos económicos y políticos que la burguesía desarrolló en el curso de los siglos precedentes y que se hicieron evidentes a través de la revolución inglesa, la revolución norteamericana y la revolución francesa.

Sin embargo, el futuro de la revolución en Charcas no solo dependía de la concurrencia de los factores materiales que exigían su realización, sino, era imprescindible la existencia de un factor subjetivo expresivo del desarrollo de una conciencia colectiva, al menos de una parte importante de la sociedad, acerca de la necesidad de transformar las relaciones sociales de producción entonces imperantes. Correspondió la tarea de desarrollar aquella conciencia a la burguesía criolla y mestiza que, si bien controlaba un porcentaje importante de los medios de producción en la minería, el comercio, las finanzas y la agropecuaria; no había logrado su acceso pleno al poder político. Esta tarea implicaba realizar, en un tiempo más o menos prolongado, un cúmulo de acciones de carácter orgánico, ideológico, político y, si fuera necesario, militar.

En las condiciones políticas vigentes en los años anteriores a la revolución de 1809 las posibilidades de organización de una opinión pública libre eran mínimas, en tal sentido, las agrupaciones revolucionarias adoptaron las fórmulas de asociación utilizadas en las revoluciones triunfantes en Norteamérica y en Francia: las sociedades masónicas, otras formas de asociación conspirativa y, cuando fue posible, la academia universitaria, en el caso de Charcas la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca y la Academia Carolina. La educación ideológica de las personas reunidas en estas agrupaciones revolucionarias se sustentaba en la lectura de los autores de la ilustración francesa, como Voltaire, Rousseau, Montesquieu y Raynal, entre otros; o los ilustrados españoles, como Uztáriz, Ward, Campomanes y Jobellanos, para citar algunos. El programa político de la revolución se constreñía a reivindicar el ejercicio pleno de la libertad civil a través de la constitución de un Estado nacional, democrático y republicano.

La evidencia documental permite inferir que al comenzar la penúltima década del siglo XVIII la revolución burguesa universal poseía un espacio vital en la sociedad charqueña. En efecto, entre 1780 y 1782, cuando se suscitaron las sublevaciones indígenas en Charcas y el Perú, una cantidad importante de pasquines escritos en español y en latín, en prosa y en verso, que se conservan todavía en diversos archivos de Iberoamérica, emergieron de la oscuridad orgánica de los inconformes con la administración colonial para apoyar a los sublevados. Años después, en 1785, durante la sublevación mestiza que se verificó en la ciudad de La Plata, una cantidad inusitada de documentos subversivos acompañó su realización y concluyó con predicciones revolucionarias: “¡Guerra, queremos guerra, aguardamos la ocasión!”. A un cuarto de siglo de que las insurrecciones indígenas y las sublevaciones mestizas fueron aplacadas a ruegos y cañonazos, los acontecimientos históricos acaecidos en la ciudad de La Plata en 1809, como emergencia de la invasión napoleónica a España, la abdicación de Fernando VII en favor de José Bonaparte, su prisión en Bayona y las pretensiones de la corte portuguesa de las que era portador el emisario de la Junta Suprema de España e Indias, el brigadier José Manuel Goyeneche, demostraron que la revolución en Charcas y en toda la América española era a todas luces inevitable.

Para la vanguardia consciente radicada en la ciudad de La Plata y formada en las verdades de la ilustración, la abdicación de Fernando VII, incluso su posible fallecimiento, suponía la disolución del pacto social que se había establecido entre la monarquía española y los habitantes de sus colonias en América y, en tal entendimiento, el derecho que les asistía de dotarse del gobierno que soberanamente les convenía. Para el pueblo llano este mismo asunto, las pretensiones lusitanas y la complicidad de algunas de las autoridades coloniales implicaba proceder a la defensa de la majestad del Rey de España. Las dos posiciones coincidían en el punto que para renovar el pacto social o defender el trono de Fernando VII era imprescindible derrocar a la autoridad colonial que gobernaba en Charcas.

La Audiencia Gobernadora, que fue el resultado tangible de la revolución, se mantuvo en funciones por el lapso de siete meses. En ese periodo confirió el mando militar al comandante Pedro Antonio Álvarez de Arenales, organizó un cuerpo de milicias para velar la seguridad interna y externa de la ciudad de La Plata, envió emisarios a las ciudades del Virreinato informando acerca del propósito de los sucesos políticos y el modo cómo se habían producido y, desde luego, cumplió con las responsabilidades jurisdiccionales y administrativas que le correspondían. Como todas las revoluciones, la de Chuquisaca vivió aquel periodo con la incertidumbre de desarrollarse o perecer, en ese cabildeo que implicaba la confrontación tácita entre los espíritus conciliadores y los que pretendían una acción más radical y, aunque el movimiento logró evidenciar su vigor revolucionario a través de los sucesos del 16 de julio en La Paz, esta primera etapa concluyó el 22 de diciembre de 1809 con la llegada del brigadier Vicente Nieto para ejercer, por nombramiento del Virrey de Buenos Aires, las funciones de Presidente de la Audiencia de La Plata. La nueva autoridad restableció plenamente la administración colonial en la ciudad de La Plata y, a través de una política que combinaba la prudencia con el ejercicio pleno de su autoridad, encarceló a los principales dirigentes de la insurrección y hacia febrero de 1810 salieron exiliados al Perú los oidores Ussoz y Mozi y Vásquez Vallesteros, el fiscal López Andreu, el comandante Pedro Antonio Álvarez de Arenales y el doctor Jaime de Zudáñez, entre otros. Pocos meses después, ante la imposibilidad de realizar una revolución esencialmente política, una guerra revolucionaria se desplegó por todo el continente americano, por 15 años, hasta cesar el 6 de agosto de 1825 con la fundación de la república de Bolivia, en la misma ciudad donde se gestó la revolución en la América española.


Destacan papel de revolucionarios en acto de Campana de la Libertad

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Jorge Isaac von Borries, y el alcalde de Sucre, Moisés Torres destacaron ayer el papel de los revolucionarios de Charcas en 1809 que irradiaron la chispa de la libertad y de la igualdad para Bolivia y América, durante el acto de homenaje a la histórica Campana de la Libertad en la Basílica menor de San Francisco, al que no asistió el presidente Evo Morales y nadie de su comitiva que participaban en ese momento en la sesión de honor de la Asamblea Legislativa Departamental.
Justamente, esta sesión, prevista para las 17:00, empezó a las 18:15, en espera del Presidente.
El Primer Mandatario también se hizo esperar en el otro acto organizado por el Gobierno Municipal de Sucre que se demoró casi una hora; como no llegó, comenzaron con la presencia de autoridades municipales, judiciales, universitarias e invitados especiales en una noche muy fría en la capital.
En su discurso, el alcalde Moisés Torres Chivé dio la bienvenida a los visitantes a esta ciudad donde se dio la primera chispa de la libertad y lamentó la ausencia del Presidente.
Mientras tanto, en la Casa de la Libertad, Evo raclamaba la presencia del burgomaestre. Destacó que esta Campana sigue impregnando aires de libertad para los bolivianos, para seguir luchando contra la pobreza y la corrupción con honestidad y libertad.
“Gracias a los próceres de la libertad hoy podemos decir con firmeza que Sucre como capital fue en el pasado, es en el presente y será por siempre capital de la libertad”, señaló la autoridad municipal.
Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Jorge Isaac von Borries, también hizo una rememoración histórica de las ideas libertarias y de igualdad que comenzaron en Sucre con los hermanos Zudáñez y otros abogados formados en la Universidad San Francisco Xavier, que desde esta casa superior de estudios difundieron estas ideas.
Sin embargo, Von Borries señaló que el sistema de justicia de esos años no acompañó en esta batalla a los revolucionarios de Charcas; “después vinieron los códigos Andrés de Santa Cruz, pero la justicia continuaba atrasada a los acontecimientos, atrasada al movimiento revolucionario, al avance del pueblo boliviano en su labor de desarrollo de nuevas ideas, de nuevas tecnologías de desarrollo del pueblo”, aseguró.
“Los abogados de hoy conmemoramos a los abogados de antes, que enarbolaron las ideas de independencia, libertad, igualdad, lo que hoy en fraternidad diríamos un vivir bien. Seguimos con ese ímpetu de revolución y de libertad de nuestros antepasados, por ello estamos tratando de mejorar la justicia”, enfatizó la autoridad.
Sin embargo, reclamó de las autoridades de los otros órganos del Estado el cumplimiento de la ley 025 del Órgano Judicial con la aprobación de las codificaciones “Morales” para cambiar la justicia que el pueblo boliviano espera. “La retardación de justicia, inclusive la corrupción, son el resultado de los códigos atrasados”, complementó.
En su criterio, los juicios orales que introducen los nuevos códigos permitirán mayor transparencia y menos corrupción con procedimientos rápidos e inmediatos para salir de la retardación de justicia.


ENCENDIDO DEL FUEGO
Al final de los discursos, el Presidente del Tribunal Supremo de Justicia se encargó de encender el “fuego de Mayo” en la torre de San Francisco donde se encuentra la campana de la libertad. Subió acompañado del Alcalde y del presidente del Concejo Municipal de Sucre, Santos Ramírez.
Entre los invitados presentes en el acto del encendido del “fuego de Mayo”, estuvieron el gobernador del Beni, Carmelo Lenz; el líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina y algunos diputados de UN.

Historia

La Campana de la Libertad fue tocada por los hermanos Lemoine en la madrugada del 25 de mayo de 1809 para llamar a la revolución.

PAZ ESTENSSORO HECHO DE LUCES Y SOMBRAS

A sus 14 años fue elegido Jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario, desde entonces se constituyó en el patriarca de la política nacional. Augusto Céspedes diría: es "el jefe por antonomasia". Esta es una visión desenfadada del líder histórico del movimientismo

Víctor Paz Estenssoro es sin duda uno de los hombres más geniales de la política nacional. Su paso por la historia está marcado por su espíritu tenaz y controvertido. Desde la fundación de su partido en 1942, hasta la finalización de su último gobierno, en 1989, junto al Movimiento Nacionalista Revolucionario, ejerció — en la práctica— una profunda influencia en el pensamiento político contemporáneo.

Admirado y venerado al extremo la figura de Paz fue resistida, temida y combatida hasta los límites del odio incluso por sus propios correligionarios.
Su presencia en el quehacer político aún es objeto de juicios de los más severos, por sus oponentes, y de los más elogiosos, para quienes lo consideran el estadista más grande de este medio siglo.
En 1947, desde el exilio, inicia su carrera hacia la presidencia de la República durante el gobierno de Enrique Hertzog, carrera que llegaría a la cúspide, 38 años más tarde, en 1985 cuando escribiría su cuarto mandato constitucional. Es el único boliviano que se postuló en ocho oportunidades a la presidencia; en el recuento que hace Carlos D. Mesa, el doctor Paz ha gobernado el país 4.586 días, que equivalen a 12 años, seis meses y 22 días de gobierno.

"JACCA T’ANTA UTHANI"
Desde su primera aparición en los balcones del Palacio Quemado, el 15 de abril de 1952, donde expresó, en un emotivo como pésimo aimara: "jacca t'anta uthani" (habrá mucho pan) hasta su lacónica sentencia del 29 de agosto de 1985 "Bolivia se nos muere", Paz Estenssoro fue constantemente enjuiciado por sus detractores.
Un ejemplo de aquellos embates contra el hombre del movimientismo son las referencias de Gustavo Navarro (Tristán Maroff) en su obra "El experimento nacionalista", donde relata uno de los episodios de la vida política de Paz Estenssoro que ocurrió en 1937. El hecho está relacionado a la incorporación de Paz al grupo opositor al gobierno de Peñaranda dirigido por Augusto Céspedes, Carlos Montenegro, Armando Arce, Hernán Siles y Germán Monroy Block quienes, conocedores del mundillo político, diri¬gieron su mirada hacia el doctor Paz, a sabiendas que fue elegido diputado por Tarija. En voz baja comen¬taban: "este diputadillo" se destaca por sus discursos, "este joven circunspecto, de manos y pies limpios debería ser atraído”.
Alguien preguntó...
—¿Pero quién es este Paz Estenssoro?
—Un joven tarijeño, ambicioso, serióte y que ríe con las dos mandíbulas. Desea labrarse su porvenir... no fue de derecha porque se cotizó muy alto. Comenzó como oficial mayor en el gobierno de Toro, se ofreció a Patiño, a la casa Grace. Es detallista, estudioso, como dirían acá, un Waskiri. Se ha vuelto medio ciego de tanto leer. Se pasa todas las noches estudiando economía. Paz habla con solemnidad, no ríe ni lanza bromas. No es humorista. Sus chistes son aprendidos de un catálogo. Los precursores de La Calle y Paz Estenssoro fundarían luego el MNR en 1942.

UN FOLLETO CONTRA PAZ
El diputado movimientista por Oruro, Fausto Reinaga, en 1949, tras mantener divergencias con la dirección del partido, .hizo público un folleto bajo el título: "Víctor Paz Estenssoro".
Luego de varias consideraciones personales, Reinaga afirma: "Víctor Paz, ni es un amateur de filosofía ni sociólogo ni pensador, ni escritor ni estadista ni caudillo de masas, mucho menos conductor de pueblos... no escribió libros ni ensayos, no se propuso crear universidades populares, siendo profesor de Economía de la Universidad Mayor de San Andrés hizo alumnos a su imagen y semejanza, burócratas y oportunistas. En su pasado político fue abogado de la Patiño Mines, abogado de la rosca, defendió los intereses del rey del estaño; siendo Ministro de Hacienda del gobierno de Villarroel solía exclamar: "Soy el dictador financiero". Fue Paz Estenssoro quien lanzó la consigna: "crear una nueva rosca”, concluye Reinaga.
Tras este juicio político y moral contra su jefe, Reinaga pasaría a prestar sus servicios como asesor político del gobierno de turno, cargo desde el cual desataría una guerra contra sus ex compañeros de partido.

UNA DESCRIPCIÓN ATREVIDA
Sus enemigos naturales, la feudal burguesía, en su tiempo, recurrieron a todos los medios para invalidar sus acciones políticas; el mismo Gustavo Navarro (Tristán Maroff) actúo en forma solapada en contra del líder movimientista, su obra ''Breve Biografía de Víctor Paz” señala: " Hace 45 años que usa anteojos. Es miope o parece que tiene la mirada extraviada. Sin anteojos el señor Paz es un simio perfecto, con anteojos adquiere la majestad de un profesor de economía...". Luego continúa: "el señor Paz, es el jefe indiscutido de una pandilla, de un partido que es el Movimiento Nacionalista Revolucionario. Ha sido nazi, comunistoide, demócrata, nacionalista, vertebrado e invertebrado". Maroff sólo podía enjuiciar a sus adversarios políticos con el veneno que alimentó su propia existencia política.
El fracaso o la gloria política de su existir estuvieron ligados a su partido, es por esta razón que Paz Estenssoro no se guardó escrúpulo alguno para conformar verdaderos grupos de poder a su alrededor. Protegerse y avanzar en consolidación del proceso revolucionario significaba cohesionar y fortalecer al MNR, es por eso que la firma del decreto de Reforma Agraria sostuvo: "al pueblo sólo le quedaba luchar a muerte para mantener las obras de la Revolución Nacional".

LAS LUCES DE LA REVOLUCIÓN
Si bien el juicio de sus enemigos políticos fue en su momento lapidario e inmisericorde, no faltaron voces de aliento y admiración a su obra revolucionaria. El sociólogo y político francés Noel Pierre Lenoir, en su obra "Revolución, altitud 4.000 metros", impactado por el acontecimiento de mayor trascendencia en el continente americano, como fue la Revolución del 9 de Abril de 1952, presenta el siguiente retrato del doctor Paz Estenssoro:'' En nada se parece a los militares o a los matamoros demagógicos que ocuparon la presidencia de la República. Con sus anteojos sin armazón, delgado, algo canoso y un tanto demacrado tiene el aspecto del intelectual que es; en ninguna de sus innumerables fotografías se le ve disfrazado de deportista o de obrero. Aunque algo distante, franco; jamás dice yo sino nosotros y su reserva sólo se atenúa con una ironía a veces mordaz... su hobby es la fotografía y a menudo aparece con su máquina en el palco oficial''.
"En sus discursos parlamentarios en vano se buscarán patetismos líricos, entre las cifras, citas, las referencias y desarrollos teóricos raramente se desliza una frase de tono elevado. Su indiscutible popularidad se debe a su obra revolucionaria. Su autoridad deriva de su fuerza y coraje... no vacila jamás en decir las más duras verdades, acusando a los mineros de trabajar poco, reconociendo que hay trabajadores ladrones, revelando la situación desastrosa de las finanzas del Estado o lo que es más difícil: declarando que Bolivia es un país atrasado que debe agradecer al extranjero su ayuda... siendo uno de los fundadores del MNR, diputado y ministro, pasó por la alta escuela de los revolucionarios que es el exilio, concluye Lenoir.

FUERA DE LA PRIMERA LÍNEA
El hecho de no haber participado activamente en las jornadas del 9 al 11 de abril del 52, motivó una serie de conjeturas y objeciones a su jefatura, a pesar de ello su actuación cimentó el sacrificado proceso de la Revolución Nacional. Desde el inicio de su primer gobierno se mostrará como el hombre que transformaría la decrépita sociedad heredada de los gobiernos de la oligarquía.
Después de abandonar el viejo modelo de capitalismo de Estado que él mismo inaugurara e incorporarse fervientemente a la corriente del neoliberalismo, el viejo líder, a sus 78 años de vida, el 6 de agosto de 1985, ceñiría en su pecho la insignia del Libertador Simón Bolívar por cuarta vez. El controvertido líder político salió al paso de quienes pensaban que ya estaba acabado cuando afirmó "que en el país no había cadáveres políticos ni de los enterrados a tres metros de profundidad y que era imperativo barrer para adentro sin importar la clase de basura que pudiera colarse en la escoba”.
Paz Estenssoro estaba dispuesto a compartir la misma mesa con quienes lo habían derrocado y vilipendiado con el único propósito de afrontar el grave problema económico que aquejaba al país.
Eduardo Trigo O'Connor D. en su publicación "Víctor Paz, Doctor Honoris Causa", relata un acontecimiento que, por sus connotaciones históricas, es propicio reproducir. En ocasión de tan distinguida mención académica, Paz Estenssoro le comentó al doctor Félix Denegrí Luna, presidente de la Academia de Historia del Perú: "Félix te llamará la atención que a los 77 años pretenda volver por cuarta vez a la presidencia de la República. Creí y sigo creyendo que nuestra revolución del 52 era indispensable para el bien de Bolivia y de los bolivianos, pero que esto exigía un profundo cambio en las estructuras nacionales. Como mi tarea quedó incompleta y aún esas estructuras no han podido consolidarse, quiero volver a la presidencia y completar lo que he emprendido, sé que se tiene que tomar duras medidas económicas si se quiere poner a Bolivia en la dirección debida para su desarrollo. Esto me hará impopular, ya lo sé, pues a veces el hacer bien a un pueblo exige un sacrificio temporal del mismo. Estoy dispuesto a asumir ese rol porque no quiero halagos sino servir a mi patria''. El 29 de agosto de 1985, el gobierno de Paz Estenssoro dictó el Decreto Supremo 21060 inaugurando la Nueva Política Económica, que a la postre seria la muerte del Estado benefactor surgido de la revolución del 52.
El Wiracocha de los Andes, el que liberó al indio, el que le dio tierra, el que revirtió la riqueza minera en beneficio del pueblo, el que forjó una verdadera revolución social, dejó su huella sellada en la historia boliviana, ¡qué duda cabe!


*Julio Calle Torrez es investigador

Suplemento “Ventana”
del periódico La Razón
3 de octubre de 1999 La Paz - Bolivia


¿Qué era la Real Audiencia de Charcas?, ¿dónde funcionaba?

Prolegómenos.- Sucre ciudad capital del departamento de Chuquisaca y capital constitucional de la República de Bolivia guarda y conserva de entre todo su patrimonio arquitectónico una parte de la historia viva de muchísimos años que según documentos recopilados data de más de 250 años antes de consolidarse la Fundación de la República de Bolivia el 6 de Agosto de 1825. Uno de esos valiosos patrimonios se encuentra en las calles Dalence, Bolívar y Audiencia bordeando tres calles céntricas; el inmueble donde funcionaba la Real Audiencia de Charcas; es decir, el principal tribunal del Alto Perú en tiempos de la Corona española en aquella época. Este inmueble claramente evoca otros tiempos, cuando con seguridad los españoles tenían todo el control o poder político y social con su frecuente actividad por el ingreso y salida de hombres armados y de carruajes tirados por caballos, mientras allí funcionaba toda la administración de la Audiencia de Charcas. Este inmueble también era conocido con el denominativo de palacio por las funciones que cumplía a favor de la corona española; un inmueble con historia, típico encanto de una casa solariega.

Antecedentes.- El más importante tribunal de la Corona española del Alto Perú, en tiempos de la Colonia era la Real Audiencia de Charcas, ya que a partir de las sublevaciones independentistas iniciadas en 1809, lo que hasta ese momento era un órgano casi exclusivamente de administración dentro de una amplia correlación de fuerzas que se inició por orden de Fernando VII de España (1813-1833), para evitar los movimientos sediciosos que se generarían en las propias audiencias diseminadas en el amplio territorio que controlaba, hasta la Revolución de 1809, siendo el primer grito libertario de América.



Historia.- La Real Audiencia de Charcas fue creada por el Rey Felipe II de España de fecha 4 de septiembre de 1559, como parte del Virreinato del Perú, y regulada por reales cédulas de fecha 29 de Agosto de 1563, del 1 de octubre de 1566 y 2 de mayo de 1573 (recogidas posteriormente en Recopilación de Leyes de Indias del año 1680).

La Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas, conocida simplemente como Audiencia de Charcas, zona conocida como Charcas, llamada tardíamente Alto Perú (hoy Bolivia). Hasta 1776, fue parte del Virreinato del Perú, luego fue parte del Virreinato del Río de la Plata. El Virrey del Perú la anexó provisionalmente a su virreinato en 1810. Tuvo su sede en la ciudad de La Plata, llamada también Chuquisaca (Sucre desde 1839). La Audiencia de Charcas en sus inicios tuvo bajo su jurisdicción a los actuales países del cono Sur y la explotación de la riquísima mina de plata de Potosí.

Transcripción de la redacción del Acta original de la jurisdicción que abarcaba los territorios de la Real Audiencia de Charcas.

"…En la Ciudad de la Plata de la Nueva Toledo, Provincia de los Charcas, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y Chancillería Real: con vn Presidente: cinco Oidores, que también sean Alcaldes del Crimen: vn Fiscal: vn Alguazil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller, y los demás Ministros y Oficiales necessarios, la qual tenga por distrito la Provincia de los Charcas, y todo el Collao, desde el Pueblo de Ayabiri, por el camino de Hurcosuyo, desde el Pueblo de Assillo por el camino de Humasuyo, desde Atuncana, por el camino de Arequipa, ázia la parte de los Charcas, inclusivé con las Provincias de Sangabana, Carabaya, Iuries y Dieguitas, Moyos y Chunchos, y Santa Cruz de la Sierra, partiendo terminos: por el Septentrion con la Real Audiencia de Lima, y Provincias no descubiertas: por el Mediodia con la Real Audiencia de Chile: y por el Levante y Poniente con los dos Mares del Norte y del Sur, y línea de la demarcacion entre las Coronas de los Reynos de Castilla y de Portugal, por la parte de la Provincia de Santa Cruz del Brasil. Todos los quales dichos terminos sean y se entiendan, conforme á la ley 13 que trata de la fundacion y ereccion de la Real Audiencia de la Trinidad, Puerto de Buenos Ayres, porque nuestra voluntad es, que la dicha ley se guarde, cumpla y execute precisa y puntualmente…". La dicha ciudad de la Plata con más de cien leguas de tierras alrededor por cada parte.



Resumen final.- Después de consolidar nuestra República, el palacio o casa solariega de la Audiencia de Charcas, fue intervenida donde los oidores habían sesionado por más de doscientos cincuenta años dictando sentencias de toda índole. Durante el proceso de enajenación que comenzó bajo la presidencia de Antonio José de Sucre, consolidándose en la gestión del Mariscal Andrés de Santa Cruz, el palacio posteriormente albergó en forma temporal dependencias administrativas del naciente Poder Judicial, como una Academia de Jurisconsultos. Hoy, en la actualidad, la antigua casona de construcción arquitectónica con arcos y capiteles de arte dórico vislumbra en su interior una belleza inigualable desde tiempos de la Colonia, llamando la atención su techo sumamente alto. Al fondo se aprecia un patio con losa de piedra labrada inundado de luz y con una fuente de aguas cantarinas; en el segundo piso, ambientes amplios con ventanales y puertas labradas, con balcones de acero decorado. Por lo demás, esta fortaleza otrora en poder del Virreinato del Alto Perú, ocupaba nada menos que casi un manzano en pleno centro de la ciudad de Sucre.

Sucre celebra hoy aniversario de su gesta libertaria

La ciudad de Sucre se apresta para conmemorar la gesta libertaria del 25 de mayo de 1809 en medio de actos protocolares y ayer el Presidente premió a los arquitectos ganadores del diseño para la construcción de un nuevo centro cultural.
Los actos protocolares se iniciaron ayer con el traslado de la urna que contiene los restos de Juana Azurdy de Padilla, desde su aposento en la Casa de la Libertad hasta el museo militar de San Francisco, y hoy seguirán los actos de reconocimiento.
En medio del ambiente festivo, el presidente Evo Morales presentó ayer a los arquitectos Efraín Miguel Calle y Denis Flores como los ganadores del diseño del Centro Cultural La Sombrerería. Los profesionales recibieron 50.000 bolivianos y un diploma de participación.
"Saludo la capacidad de nuestros arquitectos, una forma para que demuestren su conocimiento, su profesionalismo, su cariño sobre todo, para presentar proyectos arquitectónicos”, indicó.
Morales dijo que el Gobierno nacional construirá la infraestructura cultural en el pleno centro histórico de la capital.
El actual edificio está en las intersecciones de las calles España y Camargo, con una superficie de 6.882 metros cuadrados.
A las 7:00 de hoy se tiene previsto disparar las salvas de fusilería en la plaza 25 de Mayo; seguirán las ofrendas florales, la iza de banderas en la Casa de la Libertad, la misa intercultural, el solemne tedeum en la Catedral, los tañidos de la Campana de la Libertad. Más tarde se realizará el desfile cívico, institucional, militar y policial.

viernes, 23 de mayo de 2014

CONGRESO ANALIZARÁ LOS ORÍGENES DE LA PAZ

El alcalde Luis Revilla anunció la formación del comité organizador para el Congreso Municipal de la Historia de la Fundación y Antecedentes Históricos y Arqueológicos de la Ciudad del Illimani, que tiene previsto realizarse entre los 21 y 23 de octubre próximos. La autoridad municipal hizo el anuncio en un acto que contó con la presencia de concejalas, historiadores e investigadores, representantes de instituciones académicas, cívicas y organizaciones de la comunidad.

Libro. En la ocasión, Revilla agradeció al arquitecto Juan Francisco Bedregal –autor de una investigación referida al pasado de la zona Churubamba– "quien puso sobre la mesa un tema que estaba en la cabeza de todos los paceños pero que quedó relegado”. Revilla destacó que esa investigación fue la principal motivación para escudriñar un poco más en la historia e investigar sobre el pasado de la ciudad. "Inicialmente tendremos cuatro mesas de investigación: histórica, sociológica, arqueológica y antropológica y la del contexto urbano".

La obra Tras el oro de Chuquiabo... en busca de un tiempo olvidado, de Bedregal fue presentada en febrero y uno de los principales aportes del texto refiere que el barrio de Churubamba fue el recinto que alojó en el siglo XVI a varios españoles en 1540, lo que demuestra que la antigua ciudad ya estuvo formada antes de su fundación oficial el 20 de octubre de 1542.

domingo, 18 de mayo de 2014

BATALLóN COLORADOS DE BOLIVIA 134 años de su gran batalla

Un día en la historia nacional. El 26 de mayo de 1880, el Batallón Colorados de Bolivia marcó el calendario con su valor. A partir de entonces su historia es contada de generación en generación.

Dentro de la historia de Bolivia, en sus guerras internacionales adversas, surgieron episodios trascendentales para los hitos nacionales que matizaron de heroísmo los hechos. Entre ellos se puede destacar las batallas de Ingavi, Avaroa en Atacama, el Alto de la Alianza y la epopeya de Boquerón.

Estas son páginas que preservan el honor nacional y muestran el temple del boliviano como soldado.

Este próximo 26 de mayo se recuerda el Día de los Colorados de Bolivia, una fecha significativa para los bolivianos, que se sienten orgullosos de sus soldados que dignamente los representaron en la guerra.

Hombres valientes y de coraje que enfrentaron la arremetida chilena, la cual estaba decidida a arrebatarnos una parte del territorio nacional y también peruano. Las condiciones en las cuales se tuvo que desenvolver el ejército nacional eran precarias, tanto en armamentaje como numeralmente.

A partir de ahí el Batallón Colorados de Bolivia continúa siendo un referente de patriotismo y heroísmo.

Desde esta revista dominical se quiere rendir homenaje a esos hombres, muchos de los cuales quedaron en el anonimato.

batalla DEl alto de la aliANza

Al estallar la Guerra del Pacífico, el ejército boliviano estaba compuesto de dos escuadrones de caballería, una batería de artillería y tres batallones de infantería siendo los Colorados el Nº 1 de Línea.

Su armamento consistía en fusiles Remington mientras que los otros batallones, dada la poca confianza que inspiraban al presidente, se encontraban armados en su mayoría de anticuados fusiles de fulminante.

Esta batalla es considerada el fin de la Guerra del Pacífico, en ese momento el ejército perú-boliviano constaba de 12 mil hombres de los cuales 6.500 eran peruanos y 5.500 bolivianos, con 23 piezas de artillería, se enfrentaron a tropas chilenas compuestas por 19 mil hombres, que tenían 41 piezas de artillería.

La contienda se llevó a cabo en un terreno desértico donde soportaron temperaturas extremas, calor excesivo durante el día que llegaba a 28 grados. El cielo despejado alternaba con períodos de densa neblina, llamada "camanchaca", y temperaturas gélidas por las noches.

El lugar fue bautizado como “Alto de la Alianza”, una de las versiones sobre este nombre indica que surgió de la decisión chilena de ponerle en Tacna un alto definitivo a la alianza perú-boliviana, los defensores abrieron tres frentes de batalla.

el grito de guerra

Cuando el batallón peruano "Victoria" estaba a punto de ser dominado por las tropas chilenas, se envió, decididamente, al "Batallón Colorados", que entraron al combate al grito de "Agarrarse rotos, que aquí entran los Colorados de Bolivia".

Éstos emprendieron la batalla al trote avanzando en los campos de la Alianza desplegados en guerrillas, con el fusil en la diestra, la mano izquierda sujetando la mochila, el kepí rojo echado hacia atrás y la mirada dura clavada en el enemigo.

El combate duró casi todo el día y la derrota de los aliados se dio al caer la tarde. De acuerdo al relato que hizo el periodista peruano Víctor Mantilla, que quedaron en los libros de la historia nacional.

“Aquellos Colorados eran los soldados fantasmas por cuyos cuerpos atravesaban las balas sin derribarlos; caían heridos pero para ponerse de pie… cruzaban como relámpagos ante los ojos de los soldados chilenos, cegándolos...”.

Mantilla prosigue con el relato más desgarrador de la contienda bélica como epílogo: “Cuando a la caída de la tarde se pronunció la derrota y el corneta del batallón tocaba la retirada, no apareció ninguno de ellos. Al cerrar la noche, él continuaba llamando sin que ninguna chaqueta roja respondiera a la cita... los que no habían muerto estaban heridos y no llegaban a veinte”.

Y porque además los caballos del ejército chileno pisaron a los soldados de la casaca roja y amarilla, y buscaron cuidadosamente a los que aún respiraban para clavarles sus afiladas bayonetas. Es así como la historia nacional recuerda el sacrificio, la lealtad y el valor de sus soldados; a hidalguía de ellos al vestir el uniforme de batalla.

héroes de la contienda

Pero solo los cuerpos de estos valientes quedaron en al campo de batalla pues su sacrificio y valor nunca quedaron en el olvido, al contrario se conservan en la memoria de la sociedad.

Como es el caso del Coronel Ildefonso Murguía Anze, el comandante casi olvidado por la historia de Bolivia, fue él quien guió a los soldados del Batallón Colorados de Bolivia.

La escritora María Luisa Zeballos afirma que este personaje nació el 23 de enero de 1838, creció en la ciudad de Pagador y de joven se dedicó a la explotación de minas, pero luego participó de la revolución de 1857 y peleó a favor de José María Linares, quien lo nombró capitán e ingresó al Ejército.

La escritora relata que fueron los intereses políticos de la época los que condenaron a ocho sobrevivientes del Batallón Colorados de Bolivia a sufrir la muerte con ignominia por fusilamiento y a su comandante a condenarlo al olvido, y es así como murió, marginado por el Estado.

El tamborillero Juan Pinto Cabrera, con solo 13 años de edad, ocupaba el cargo de tambor de órdenes del Batallón Colorados de Bolivia. El Museo del Litoral de La Paz y otros archivos no tienen más datos sobre su procedencia.

En el Campo de la Alianza cambió su tambor por un fusil. Cuentan que cuando los Colorados eran castigados por el intenso fuego de la artillería enemiga, arrebató a un herido de su batallón su arma para enfrentar al enemigo junto a sus camaradas y murió.

El orureño Pascual Mariano Mamani participó de la guerra como el corneta de dos batallones. En esa batalla los bolivianos lograron escalar un cerro y tomar cañones chilenos, pero el numeroso ejército enemigo causó bajas a los aliados, por lo que el corneta Mamani se montó sobre un cañón, con la pierna fracturada y tocó su corneta pidiendo refuerzos hasta que murió.

Por su parte la rabona del sargento Olaguibel llegaba con su guagua a la espalda y sosteniendo en una mano una ollita de barro. Venía desde Tacna trayéndole el almuerzo a su compañero. Luego de alimentarlo, entregó a su bebé para que se despida y emprendió el regreso a Tacna... Mientras la rabona se alejaba, el batallón la seguía con la vista, y no habría caminado 150 metros, cuando una bomba fue a caer cerca a ella, levantando una nube de polvo.



origen DEL REGIMIENTO

La unidad fue creada en 1821 por el general José Miguel Lanza, bajo el nombre de Batallón Aguerridos, para enfrentar al Ejército español, y en 1851 pasó a denominarse Batallón Colorados Primero de Línea.

En los anales históricos del batallón "Regimiento Primero de Infantería Colorados de Bolivia Escolta Presidencial" se menciona como primera referencia a este cuerpo de combate que aparece en 1857, cuando figura como Batallón "Colorados" 39 de Línea convirtiéndose desde entonces en una unidad de élite del Ejército boliviano.

HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO

La Ley No 2922, promulgada por el gobierno del presidente Carlos Mesa el 26 de noviembre de 2004, declaró Héroe Nacional al Coronel Ildefonso Murguía Anze, Comandantes, Clases y Soldados del Batallón Colorados de Bolivia, por su valiente y patriótica acción en la Batalla del Alto de la Alianza.

Ya es una tradición que una delegación de este regimiento participe de la ceremonia realizada cada 26 de mayo en el Alto de la Alianza donde se desarrolló la Batalla de Tacna, donde se izan los pabellones de ambas naciones, se entonan sus respectivos himnos y se colocan ofrendas florales en honor a los soldados caídos de ambos países.

viernes, 16 de mayo de 2014

Buscarán restos de víctimas en Teoponte



El Consejo Interinstitucional para el esclarecimiento de Desapariciones Forzadas resolvió el ingreso a la localidad de Teoponte (norte de La Paz) para ubicar los lugares donde posiblemente se encuentren enterrados los restos de personas que desaparecieron durante el gobierno de Alfredo Ovando Candia (1970).

La decisión fue adoptada en una reunión en la que participaron el Ministerio de Justicia, los viceministerios de Relaciones Exteriores, Régimen Interior y Policía, Defensa y Cooperación al Desarrollo Integral, de Justicia y la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional (Asofamd).

“Hoy (ayer) se efectuó la segunda reunión del Consejo Interinstitucional, en la que se acordó realizar el ingreso a la localidad de Teoponte para la ubicación de posibles lugares de entierro de restos de personas desaparecidas durante el gobierno dictatorial de Ovando”, informó la ministra de Justicia, Sandra Gutiérrez.

La autoridad gubernamental indicó también que se coordinarán acciones para la identificación de restos óseos exhumados en el mausoleo de la Asofamd del Cementerio General de la ciudad de La Paz.

“Se acordó asumir las acciones necesarias para realizar la memoria histórica de los hechos de violación a los derechos humanos entre 1964 y 1982”, agregó Gutiérrez.

domingo, 11 de mayo de 2014

LA ANTIGUA CASA DE DOÑA PAOLA DE ARCE V. de RUILOBA Y EL ACTUAL ARCHIVO HISTÓRICO DE TARIJA

DON RODRIGO DE ACOSTA, UNO DE LOS FUNDADORES DE LA VILLA DE SAN BERNARDO DE LA FRONTERA

La casa actualmente ocupada por el Archivo Departamental de Tarija habría pertenecido originalmente a don Rodrigo de Acosta, uno de los fundadores de la Villa de San Bernardo de la Frontera ya que el documento de Capellanía III que cita el padre Lorenzo Calzavarini menciona lo siguiente (1):

“Don Rodrigo de Acosta fundó esta Capellanía antes de 1629 pero no se precisa la fecha. En este año, el Síndico Don Diego Suárez de Ávila, impuso la obligación de 330 pesos sobre una casa que tenía (Don Rodrigo de Acosta) enfrente del Convento de San Agustín por escritura otorgada en 24 de abril de 1630 ante el escribano Francisco Iñiguez de Arellano. El 13 de noviembre de 1668, Doña Thomasa de Baeza y Mendoza dio como garantía para esta Capellanía su casa, chacra y estancia firmando como testigos Juan Pórcel de Padilla, Diego de Armenta y Gonzalo Ortiz de Buenavida. Doña Thomasa pagó regularmente esta obligación hasta 1694 en que murió. Siguió un juicio prolongado que duró hasta 1729 siendo la casa adquirida luego por don Pedro Iriarte (libro 4, f. 371 del manuscrito) quien hizo los pagos respectivoshasta 1739 (12 noviembre 1739)…”.

El juicio mencionado fue un dilatadísimo pleito que siguió el Padre Fray Nicolás Pacheco, religioso mercedario, hijo de Doña Thomasa de Baeza y Mendoza, quien se habría hecho cargo de las obligaciones que pesaban sobre la casa, chacra y estancia de Doña Thomasa de Baeza y Mendoza el 13 de noviembre de 1668. El mismo documento anteriormente indicado señala que:

"...pagó sin novedad dicha Doña Thomasa por este principal 16 pesos cinco reales anuales hasta el año 1694 (en que probablemente falleció). Después de su muerte siguió reñidísimo pleito (archivo n. III) el cual duró no menos de treinta años, esto es, hasta el año de 1729, entre nuestro hermano Síndico y los herederos de la dicha Doña Thomasa Baeza, cuya parte defendió poderosamente su hijo el Padre Fray Micolás Pacheco y Baeza, religioso mercedario. Vencióse al cabo y, en cumplimiento de lo juzgado, fue vendida una casa finca que quedó por fin y muerte de dicha señora Doña Thomasa su madre, la que compró Don Pedro Iriarte (libro 4, f. 371 del manuscrito) quien aseguró este principal de 333 pesos sobre la misma casa y otorgó escritura de reconocimiento en 29 de abril de 1729 ante el Escribano Público y de Cabildo, Don Bernardo García de Prada. Pagó dicho Iriarte los 16 pesos cinco reales anuales hasta el año 1739 en que Doña Paula de Arze, viuda de Don Francisco de Ruiloba, compró esta casa, y obló este principal el que entró en poder del nuestro hermano Síndico el día 12 de noviembre del mismo año de 1739".

La ubicación exacta de esta casa la da el documento "Capellanía IV: del Convento de San Francisco de Tarija (2): en el que se menciona que Doña Thomasa de Baeza y Mendoza habría sido: “… propietaria de una casa frente al convento de San Agustín que posteriormente fue adquirida por Doña Paula Arce, viuda de Don Francisco de Ruiloba en 1739…”. Efectivamente, el indicado convento de San Agustín se encontraba ubicado al frente de la casa que comentamos.

LA CASA PATRIMONIAL DE LA FAMILIA RUILOBA

En consecuencia, esta casa pasó en esos momentos a poder de Doña Paola de Arce Oruña y Vásquez de Gareca, tercera hija de Don Pedro de Arce y Oruña de la Campa y de Doña María Flores de Burgos y Gareca, viuda de Don Francisco de Ruiloba, un caballero español que llegó a Tarija a fines del siglo XVII con muchos bombos, platillos y campanillas porque se decía que pertenecía a la nobleza española.

Iría a convertirse en el bien patrimonial principal de la familia Ruiloba y comprendía toda la mitad de la manzana ubicada entre las actuales calles Campero y Juan Misael Saracho, desde la calle Bolívar hasta lo que fue posteriormente el Colegio Campero inclusive. Fue recibida en herencia por uno de los hijos de Doña Paola, el Presbítero Don Manuel de Ruiloba y luego, por su hermano, Don Sebastián de Ruiloba. Pasó subsiguientemente a poder de Don Juan Ramón de Ruiloba Ichazo (“el abuelito Ruiloba” para sus familiares cercanos) y de Doña María de los Dolores Echeverría Baldiviezo, padres de Doña María Francisca Ruiloba Echeverría, esposa del Gral. Francisco Burdett O'Connor.

LA CASA DEL GRAL. FRANCISCO BURDETT O’CONNOR



El Gral. O’Connor adquirió esta casa en 1834 y, poco después, vendió la mitad a Don Pedro de Ichazo (3): según consta en la escritura de compra que se encuentra en el Archivo Histórico de Tarija en la cual se menciona que esas casas “…fueron del finado Presbitero D.D. Manuel de Ruiloba y posteriormente de su hermano el D.D. Sebastián de Ruiloba … // … en ellas se basó una capellanía que mando fundar Da. Paula de Arce…”.

La parte comprada por Don Pedro de Ichazo fue posteriormente cedida para el actual Colegio Campero. La restante fue a constituir el domicilio y residencia del Gral. Francisco Burdett O’Connor con su esposa, Doña Francisca Ruiloba y, posteriormente, de la hija de ambos, Doña Ercilia O’Connor Ruiloba de d’Arlach y de sus descendientes.

LA CASA DE DOÑA PAULA DE ARCE, MONUMENTO HISTORICO DE TARIJA

Los descendientes del Gral. O’Connor dividieron subsiguientemente la casa en varias partes. Una de ellas, la que quedó en poder de los hijos de Don Octavio O’Connor d’Arlach, ubicada en la esquina de las calles Bolívar y Campero, fue adquirida el año 2010 por la Gobernación de Tarija para albergar el Archivo Histórico del Departamento de Tarija.

Es de hacer notar que, pese a que transcurrieron tantos años y pasaron tantos dueños, la casa original de Don Rodrigo de Acosta se mantuvo prácticamente sin cambios importantes salvo, quizás, la parte que correspondió al actual Colegio Campero, cuya estructura original no es posible establecer en este momento.

Por tanto, aparte de su valor histórico implícito, como domicilio de personalidades tan importantes, hay razones para considerarla como un “monumento” conservado casi intacto desde los tiempos de la fundación de la Villa de San Bernardo de la Frontera y que convendría conservar como tal para el futuro.



/1) L. Calzavarini, L., “Presencia franciscana y formación intercultural en el sudeste de Bolivia según documentos del Arcghivo Franciscano de Tarija. 1606 – 2006. Rodrigo de Acosta. De las Matrículas de Pías Memorias y Capellanías (1626 - 1760) del Convento de San Francisco de Tarija. Tomo III, 2006, pag. 1087.

(2) Ibid, pag. 1088. Capellanía IV. Cristóbal de Salazar, de las Matrículas de Pías Memorias y Capellanías (1626 - 1760).

(3)“…por escritura pública de benta que me hizo el ciudadano Francisco Oconor soi Dueño de las casas que poseo las mismas que fueron del finado Presbitero D.D. Manuel de Ruiloba y posteriormente de su hermano el D.D. Sebastián de Ruiloba, en ellas da causa un Gral. De capellanía que mando fundar Da. Paula de Arce…”. Escritura de compra de Don Pedo de Ichazo. Archivo Histórico de Tarija:.


sábado, 10 de mayo de 2014

El 10 de mayo de 1865, Mariano Melgarejo mandó ejecutar al periodista Cirilo Barragán

El 10 de mayo de 1865, Mariano Melgarejo mandó ejecutar al periodista Cirilo Barragán por un artículo que molestó a su dictadura. El 10 de mayo de 1938, Germán Busch decretó el Día del Periodista. Se daba el primer paso para reconocer esta actividad como una profesión y se validaba el derecho a la jubilación. Desde aquella vez se lo celebra el 10 de mayo de cada año.

martes, 6 de mayo de 2014

Bernardo Monteagudo y la Federación de los Estados Hispanoamericanos

Sobre la labor del historiador, el pensador estadounidense Vernon Louis Parrington, nos recuerda que: “el desenterrar reputaciones sepultadas y revivificar causas muertas es la tarea común del historiador, a cuyos ojos muchos hombres ya olvidados adquieren importancia tan grande como la de algunos para con los cuales la posteridad se ha mostrado más generosa” 1. Uno de esos hombres olvidados que debe ser conmemorado, es el gran Bernardo Monteagudo, que fue un gran patriota americano. Nació en Tucumán, el 20 de agosto de 1789, promotor de la independencia hispanoamericana.

Desde su juventud ejerció el cargo de ‘Defensor de los Pobres’ en lo civil ante la Real Audiencia de Charcas. Participó en 1809 en el movimiento revolucionario de Chuquisaca con el que se inicio la independencia de la región rioplatense y “antes de la Revolución escribió el célebre ‘Dialogo entre Atahualpa y Fernando VII’, que plantea la injusticia del despojo hecho a los Incas por los conquistadores. (Además, J. P.) Algunos autores le atribuyen la autoría de la ‘Proclama de la ciudad de La Plata a los vale-rosos habitantes de La Paz’” 2.

Vinculado a los ‘jacobinos argentinos’ participó en 1812, en la ‘Revolución de Mayo de Buenos Aires’. Además, dirigió la ‘Gaceta de Buenos Aires’, donde escri-bió fuertes críticas a la Revolución, críticas que fueron extremadamente radicales. Fundó también el periódico ‘Mártir o Libre’ donde expuso sus ideas para lo-grar una auténtica libertad e independen-cia.

Consecutivamente, acompañó al general San Martín, libertador de la Argentina en su marcha al otro lado de los Andes libertando Chile y el Perú, en esta última nación fue nombrado Ministro de Guerra y Marina, luego Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del libertador San Martín, hasta que se retira y el libertador Simón Bolívar toma el mando de las fuerzas de la libertad que se unen. Dos días antes de la batalla de Ayacucho, dirigida por el Gral. Antonio José de Sucre, de acuerdo con el plan libertador, el “9 de diciembre de 1824 Bolívar convocó al Congreso de Panamá” 3. Monteagudo que es su colaborador, escribe desde una visión americanista en 1825, un Ensayo en el que habla de la necesidad de una reunión como la convocada por el liber-tador, este documento nunca se lo con-cluyó porque el patriota Bernardo Mon-teagudo, fue asesinado en Lima, el 28 de enero de dicho año. En esta oportunidad describiremos y analizaremos el citado Ensayo.

En tal sentido, es posible distinguir en las primeras líneas del texto, una clara reflexión de Monteagudo sobre el proce-so libertario hispanoamericano y su inte-gración. Es decir, que la revolución ame-ricana fue una consecuencia del pensa-miento libertario germinado en el siglo XVIII y que la ‘Federación’ entre los nuevos Estados Hispanoamericanos, debía ser el proceso histórico del siglo XIX. Pero un obstáculo para llegar a ello, fueron los diversos problemas políticos de sus líderes y la distancia de las capitales de los nuevos Estados. Por otro lado, uno de los factores favorables para impulsar la ‘Federación’, fue la apertura de nuevos puertos, que implicaba la ruptura del anti-guo sistema colonial de restricciones para el comercio intercontinental.

En esa época, el Presidente de Colombia, tomó la iniciativa y envió plenipotencia-rios a México, Perú, Chile y Buenos Aires, con la intención de concebir Instrumentos Internacionales, que establecieran una ‘Li-ga General’. Por lo tanto, en Perú, como en México se instituyó el Tratado propues-to. Con ello el Perú, se dirigió a Colombia y México, con la idea de uniformar el tiempo y lugar en que debían reunirse los plenipotenciarios de cada Estado.

Sin embargo, por la delicada situación política, económica y social en que se ha-llaba la América Hispana, Monteagudo esperaba que a mediados de 1825 se reali-zará la ‘Federación de los Estados Hispa-noamericanos’, constituida bajo los auspi-cios de una Asamblea, cuya base sería la consolidación de “los derechos de los pue-blos, y no los de algunas familias que desconocen, con el tiempo, el origen de los suyos” 4.

La independencia, paz y garantías eran para Bernardo Monteagudo, los principa-les intereses que debían discutir los nuevos Estados en una Asamblea. Sobre la inde-pendencia escribió: “es el primer interés del nuevo mundo. Sacudir el yugo de la España, borrar hasta los vestigios de su dominación y no admitir otra alguna, son empresas que exigen y exigirán, por mu-cho tiempo, la acumulación de todos nues-tros recursos, y la uniformidad en el im-pulso que se les dé” 5. Sobre la conforma- ción de un Congreso que garanticé la inde-pendencia, anotó: “tanto más se toca la necesidad de un congreso que sea el depo-sitario de toda la fuerza y voluntad de los confederados: y que pueda emplear am-bas, sin demora, dondequiera que la inde-pendencia esté en peligro” 6. Añadió sobre los Pactos suscritos: “nuestros tratados de 6 de junio de 1822 (Tratado de Unión, Liga y Confederación entre las Repúblicas Colombia y Perú), y 3 de octubre de 1823 (Tratado de Unión, Liga y Confederación entre las Repúblicas de Colombia - Méxi-co), participan del espíritu de la cuádruple alianza de Chaumont y del tratado de París de 30 de mayo de 1814. Ambos contienen el pacto de una alianza ofensiva y defensiva, detallan subsidios y anuncian la determinación de continuar la guerra hasta destruir el poder español, así como los aliados de Chaumont se ligaron para destruir a Napoleón. También abrazan el convenio de celebrar una asamblea hispa-noamericana que nos sirve de consejo en los grandes conflictos, de punto de contac-to en los peligros comunes, de fiel intér-prete de los tratados públicos, y de conci-liador de nuestras diferencias, guardando en todo esto una fuerte analogía con las estipulaciones de la paz del 30 de mayo” 7.

Adicionalmente Monteagudo expuso so-bre la paz: “en el triple sentido que abraza a las naciones que no tengan parte en esta liga, a los confederados por ella, y a las mismas naciones relativamente al equili-brio de sus fuerzas. En los tres casos, sin atribuir a la asamblea ninguna autoridad coercitiva que degradaría su institución, con todo podemos asegurar que al menos en los diez primeros años contados desde el reconocimiento de nuestra independen-cia, la dirección en grande de la política interior y exterior de la confederación de-be estar a cargo de la asamblea de sus plenipotenciarios, para que ni se altere la paz, ni se compre su conservación con sa-crificio de las bases e intereses del sistema americano, aunque en la apariencia se consulten las ventajas peculiares de algu-no de los confederados” 8.

Finalmente, sobre la garantía, escribió: “los grados de respeto, de crédito y de po-der que se acumularán en la asamblea de nuestros plenipotenciarios, formarán una solemne garantía de nuestra independen-cia territorial y de la paz interna” 9.

En síntesis, la Independencia, Paz y Ga-rantías de Hispanoamérica tenían que ser los grandes resultados que debían esperar de una asamblea continental. En ese senti-do a modo de conclusión, el ensayo de Monteagudo, está lleno de optimismo, el cual enfocaba impulsar con uniformidad los recíprocos intereses de los grandes y pequeños Estados del Continente Hispano-americano.

viernes, 2 de mayo de 2014

Estudio diplomático revela verdadero testamento de Eustaquio Méndez Arenas

El historiador Elías Vacaflor Dorakis en su anterior trabajo titulado “La Tragedia de Santa Bárbara, el ocaso de Eustaquio Méndez Arenas” (“El País”, Año XXII, Edición 7482, página 10), informó que muchos acontecimientos de la historia de Tarija han sido distorsionados y descontextualizados.

De esta manera, ahora el historiador expone un trabajo de rectificación del testamento del coronel Eustaquio Méndez, para lo cual dedicó años en la búsqueda del testamento original del prócer. Vacaflor cuenta que inició su estudio en marzo de 1999 y añade que finalizó la transcripción de los segmentos del testamento de Eustaquio Méndez Arenas publicadas en las ediciones de 1934 y 1991 del libro “Las tejas de mi techo” (Bernardo Trigo Pacheco). Asegura que en éstas descubrió varias anomalías.
Agrega que buscó afanosamente el documento para él “apócrifo” publicado en 1934 y 1991; y afirma que a pesar del esfuerzo y el tiempo dedicados, no lo encontró en ningún archivo de la época. “no lo encontré, porque sencillamente nunca existió”, dice convencido.
Sin embargo, el historiador se dedicó, sin pausa, a transcribir e investigar el texto original del expediente que se encuentra en las bóvedas del Banco Nacional de Bolivia (Tarija); al que accedió en marzo de 1999. “Luego lo sometí al Estudio Diplomático, hice las comparaciones con el publicado por Bernardo Trigo Pacheco. Además, otra documentación fue útil para conocer detalles inéditos sobre el prócer”, relata Vacaflor.
Agrega que constató que la vida de Méndez tuvo contornos heroicos, dramáticos y misteriosos. Empero, revela que algunos historiadores tarijeños le agregaron ribetes novelescos hasta “absurdos”. De esta manera, su testamento termina siendo un hilo conductor de un ovillo que a medida que se desenvuelve, demuestra que Méndez fue un mortal como nosotros: “un hombre sencillo del que no era necesario alterar su voluntad”, asegura el historiador.
Para arribar a esa conclusión, Vacaflor, asegura haber recurrido al testamento original y a otros documentos con el objetivo de interpretar su escala de valores, sentimientos, sopesar su condición de hombre, héroe, esposo y padre.
Es decir, conocer su personalidad y el objetivo de su última voluntad que la detalló el Dr. Agustín de Mendieta a través de las 11 cláusulas que elaboró ese 2 de mayo de 1849 en la celda el “infiernillo” del Cabildo de Tarija. El texto arroja tantas luces como asombro e interrogantes.

El análisis diplomático
realizado por Vacaflor Dorakis
El historiador asegura que para realizar el análisis diplomático del testamento de Eustaquio Méndez Arenas participó del Curso de Diplomática Indiana en la Ciudad de La Paz realizado en julio de 1999 a cargo del Dr. José Miguel López Villalba (España).
En este marco, Vacaflor inicia explicando que todo testamento tiene una estructura: Protocolo Inicial, Cuerpo del Documento y Protocolo Final.
Cuenta que si bien el supuesto testamento publicado en 1934 y 1991, a primera vista respetó dicha estructura, en definitiva no fue así. Afirma que cuando terminó la lectura y comparación con el texto del testamento original (copias en su poder), el autor de “Las Tejas de mi techo” dice: “…no seguiremos literalmente el contexto del instrumento; tomaremos solamente las disposiciones que merecen sobresalir por su valor histórico, que fisonomizan la figura del guerrillero…”. Para Vacaflor esto significa que conscientemente se alteró el tenor y orden de las cláusulas del testamento.
Empero, continúa el análisis y añade que el protocolo inicial fue respetado en su integridad, salvo la alteración insignificante del orden de presentación de los testigos: Salvador Vigil, Benedicto Castillo y Juan Mireles.
Explica que en el Cuerpo del Documento, figura el orden correlativo pero inconcluso de las cláusulas. Al respecto, el historiador hizo algunas observaciones.
1. Manifiesta su profunda fe y vocación católica. Encomienda su alma a Dios y solicita que se lo entierre con el hábito de San Francisco y enterrado en el lugar que corresponda. Sin modificación.
2. Declara ser hijo legítimo de Juan Méndez y María Arenas. Sin modificación.
3. Declara haber sido casado en primeras nupcias con Salomé Ibarbol. Con modificación.
4. Declara haber sido casado en segundas nupcias con María Estefanía Rojas. Sin modificación.
5. Declara su patrimonio y el de su primera esposa. Sin modificación.
6. Declara su patrimonio y el de su segunda esposa. Sin modificación.
7. Declara que su patrimonio habido de la herencia de su padre. Sin modificación.
8. En el original Méndez declara como sus deudores a Ciriaco Cortez y Pascual Guerrero. El numeral y texto fueron alterados.
9. En el original Méndez declara no ser deudor. El numeral y el texto fueron alterados.
10. En el original Méndez manifiesta su voluntad de apoyar y mejorar la situación de su hija Leonor. El numeral y texto fueron alterados.
11. En el original Méndez manifiesta su voluntad de apoyar y mejorar la situación de su esposa María Estefanía Rojas e hijos. A Leonor le deja la casa en la esquina del pueblo. El numeral y el texto no fueron tomados en cuenta.
Como se podrá constatar en el documento, para Dorakis “apócrifo”, no se respetó la numeración de las cláusulas finales.
De acuerdo al historiador en el Protocolo Final del testamento original, Méndez instruye a Mendieta, lo siguiente (textual):
“Y para cumplir y pagar este su testamento y todo lo en él contenido, instituye y nombra por sus albaceas testamentarios en primer lugar: al ciudadano Juan Cortez y en segundo lugar a su hijo legítimo José Manuel y por sus herederos a sus citados hijos que declarados tiene en las anteriores cláusulas, advirtiendo, que a los hijos ilegítimos los ha educado y mantenido hasta que han salido de la minoría de edad, para que con la bendición de Dios y la suya lo hereden y disfruten con revocación de otros testamentos que antes de éste hubiese otorgado de palabra o por escrito; y es su voluntad que sólo el presente valga u haga fe en juicio y fuera de él”.
“Y yo el supradicho Escribano doy fe que el otorgante al parecer se halla en su sano y entero juicio y entendimiento natural; y habiéndole leído este su testamento de principio a fin con claras y altavoces a presencia de los testigos citados, dijo estar bien puesto y ser ésta su última y determinada voluntad. No firma por no saber, lo hizo uno de los testigos en este papel común por falta del sellado con cargo a reintegro de todo lo que doy fe”.
Vacaflor continúa el análisis y asegura que en el documento “apócrifo”, el Protocolo Final fue alterado con la inclusión del texto siguiente:
“Los que dicen que me deben, les perdono y mando a mi albacea don Juan Cortez, no cobre ni ejecute, por ser gente que sirvió a mi patria, y porque supieron dar su vida por seguirme, como guapos que luchamos por nuestros pagos. Muero sin aborrecer, sin haber quitado nada a nadie y habiendo servido con mis animales que se acabaron en las milicias. No queda más que retazos de bienes que serán partidos entre mis hijos por igual y si alguno reclama o se queja, perderá todo. Quiero que me entierren con mi ropa overa, usada en Montenegro, y al lado de mi madre, en el panteón de San Lorenzo”
Al respecto el historiador afirma que dentro del Protocolo Final, deben existir cuatro requisitos: primero, data tópica (sitio o lugar); segundo, data crónica (fecha); tercero, data histórica y; cuarto, los signos de validación (firmas del Escribano, del testador y de los testigos).
Para Vacaflor el texto, apócrifo tiene: la data histórica, “Cnel. Moto Méndez” y la data crónica, es incorrecta: 4 de mayo de 1849. No tiene data tópica ni tampoco los signos de validación que son los más importantes.
El historiador revela que la verdadera fecha de su elaboración fue el 2 de mayo y no el 4, fecha en la que murió en Tarija. “Y para colmo del irrespeto escribieron el apodo del Prócer. Es decir, el texto del verdadero testamento, exprofesamente fue alterado”, afirma el historiador Vacaflor Dorakis.

Conclusiones
En conclusión Elías Vacaflor Dorakis indica que de acuerdo a las características señaladas anteriormente y a la lectura minuciosa de las Testimoniales, o sea del propio testamento o documento auténtico, éste se encuentra en el Banco Nacional de Bolivia (Regional de Tarija) y es éste el que pertenece al tipo de Testamento a Favor del Alma, Cerrado y Solemne.
“Era inadmisible aceptar que, el Dr. Agustín de Mendieta, Escribano Público de Bolivia y Actuario de Letras del Departamento, abogado de elevados méritos profesionales y de amplia experiencia, haya cometido tan graves errores en la elaboración de dicho testamento”, asegura el historiador.