Han pasado más 49 años desde la muerte del Ernesto Che Guevara y el general Gary Prado Salmón, aún recuerda cada detalle de esa captura que él mismo comandó el 8 de octubre de 1967. Prado, involucrado por su presunto vínculo con el caso terrorismo, dice que conversó con el guerrillero después de darle comida, café y cigarrillos, y que nunca se imaginó que lo iban a ejecutar.
Ahora, el general tiene 77 años y está la mayor parte del tiempo en cama a raíz de una descompensación en su salud. Dice que ha pasado momentos complicados por su vínculo con el juicio por el supuesto caso terrorismo, el cual califica como una venganza del Gobierno por encabezar la captura del “Che”.
Prado Salmón, discapacitado hace 35 años por un accidente provocado por un oficial que hizo un disparo al manipular un fusil, habló con Los Tiempos sobre sus intercambios de palabras con el guerrillero, lo que ahora, según él, ha dado pie a que sea involucrado en este juicio que lleva más de siete años.
Los Tiempos (LT): ¿Cómo sucedieron las cosas el día de la captura del “Che” Guevara?
Gary Prado (GP): El 8 de octubre en la madrugada yo estaba con mi tropa con una base de patrulla que habíamos organizado unos días antes en el Abra del Picacho, y había 160 hombres; salíamos todos los días a patrullar buscando a la guerrilla. Entonces, el subteniente Pérez, que estaba en la Higuera, a tres kilómetros de la Abra del Picacho, me llama por radio y me dice que recibió la información de un campesino que le dijo que una noche antes vio pasar por la quebrada próxima al grupo de guerrilleros.
Yo bajé con 60 hombres y montamos una operación a eso de las 9:30 de la mañana. Cerramos los extremos de las quebradas, empezamos a registrar y comenzó el combate, porque ahí adentro efectivamente estaba la mayor parte del grupo guerrillero. El combate duró hasta cerca de las 5:00 de la tarde, pero luego de las 1:30 de la tarde, dos soldados, que estaban custodiando una de las salientes de la quebrada, tomaron dos prisioneros, me gritaron, “Capitán, aquí tenemos dos”. Fui a verlo y era el “Che”. Estaba con una herida leve en la pantorrilla derecha y su carabina que estaba destruida por un disparo.
Nos fuimos a La Higuera, pasamos la noche ahí, yo he hablado con el Che, lo he cuidado, le he dado café, le he dado de comer.
Al amanecer siguiente llegó en helicóptero el comandante de la Octava División, el coronel Centeno Anaya y mi comandante de batallón, el mayor Miguel Ayoroa, a los dos les di en informe correspondiente y les entregué a los prisioneros, al “Che” y a Willy Cuba, que era boliviano. Y le dije solicito su autorización, yo voy a volver a la quebrada porque hay que todavía seguir buscando.
Cuando nosotros llegamos, el comandante de batallón dice “el Che ha sido ejecutado por órdenes de La Paz”. Yo ni estaba en La Higuera cuando se produjo la ejecución ni cuando se recibió la orden.
LT: ¿Qué más habló con el “Che”?
GP: En el momento de su captura, era un hombre derrotado, que veía el fin de sus sueños. Me dijo “esto se acabó, yo valgo para ustedes más vivo que muerto”, estaba desmoralizado. Eso en las tres primeras horas bajo mi custodia. Le di agua, café, cigarrillo... vio que lo tratábamos bien, con respeto porque no había necesidad de hacerle nada ni de preguntarle nada.
Entonces ahí empezó a cambiar, al ver el buen trato, al ver que estaba tranquilo, seguramente empezó a sentir alguna esperanza porque ya empezó a hablar con un poco más de tranquilidad y me preguntó “¿qué va a pasar conmigo?”. Yo le digo, “usted va a ser juzgado en Santa Cruz porque ha sido capturado por tropas de la Octava División”.
Entonces me empezó a preguntar por Santa Cruz. Ya se le despertó alguna esperanza, yo no tenía ni idea de que iba a acabar ejecutado.
LT: Y si usted no ejecutó al Che, ¿Por qué ahora está involucrado en el caso terrorismo?
GP: Cuando Evo Morales se lanza a la política para participar de la campaña, su candidato a vicepresidente fue Antonio Peredo Leygue, el hermano mayor de los dos guerrilleros que murieron y hermano de (Osvaldo) Chato Peredo. El ELN (Ejército de Liberación Nacional de Bolivia) es el núcleo que quedó de los simpatizantes del Che, y ese núcleo le abrió el enlace a Cuba a Evo Morales, a raíz de eso es que él puede llegar a Cuba y conseguir apoyo para su campaña. Y entonces aparece el deseo de vengarse, no se olvide que hasta un año y medio después de lo que sucedió en el Hotel Las Américas mi nombre no suena para nada (en el caso).
LT: Entonces, ¿cómo es que lo involucran...?
GP: Cuando hicieron una reunión de evaluación en el palacio -uno tiene siempre algunos amigos, algunas fuentes- dijeron esto (el proceso) no va, no hay cabezas aquí. Y dijeron, necesitamos una cabeza militar, una cabeza política y necesitamos una cabeza de las logias, ésa fue la conclusión. Entonces, ahí nos meten a tres, es clarísimo porque los tres hemos ido juntos a la audiencia cautelar, (Jorge) “Chichi” Castedo como cabeza de las logias, al doctor (Juan Carlos) Santisteban como exdirigente de la Falange, y a mí como el jefe militar.
LT: Dicen que usted lideraba la formación de un grupo armado con fines separatistas y que, incluso, pretendía matar al presidente Morales...
GP: En ninguna acusación se habla de magnicidio, de matar a Evo Morales, no hay ninguna acusación en ese sentido, son cosas que dice el Presidente: “Me querían matar”, pero sin ningún sustento, sin ningún documento, sin ninguna declaración, sin nada, entonces, eso es un disparate.
Yo he tenido una carrera larga y distinguida en las Fuerzas Armadas, y a nivel político una vez que me jubilé del Ejército. He sido embajador, he sido concejero, he sido concejal, soy un escritor conocido, soy profesor académico también de prestigio, ¿usted cree que yo voy a ponerme en el cargo, que me ponen a mí, de principal asesor de Rozsa?, ¿Que yo me iba a poner a órdenes de Rozsa con todo ese prestigio que había hecho con una larga carrera?, ¿Que me iba a poner a órdenes de Rozsa para dividir mi país? No pues, es ya mucha burrera pensar así... No tiene el menor sentido.
LT: Usted dice que el Gobierno montó este proceso ¿por qué cree eso?
GP: Para romper el espíritu cívico y el espíritu cruceño que se estaba enfrentando y consiguiendo apoyo de otros departamentos al proyecto totalitario del MAS. Ése ha sido el objetivo, y lo han conseguido en gran parte. Usted ve cuánta gente ha pagado para salirse del proceso y que están con la cola entre las piernas, pero bueno, así es la vida.
“El futuro del proceso es impredecible”
En más de siete años de haber iniciado del caso Rozsa, aún nadie sabe cuándo terminará. Sin embargo, Prado Salmón afirma que el Gobierno debe dejar que se extinga la causa, porque no se llegó a ninguna conclusión. De las 16 personas que fueron enviadas a prisión, solo quedan tres: Juan Carlos Guedes, Alcides Mendoza y Zvonko Matkovic.
“La ley dice que nadie puede estar más de tres años sin condena, y estos llevan siete años. Esto es una ilegalidad que la tiene que pagar el Gobierno algún día”, dice Prado.
El resto de los procesados se sometieron a sendos juicios abreviados y, de a poco, recuperaron su libertad. Sin embargo, Prado Salmón afirma que esta opción es una extorción por libertad.
Consultado sobre su futuro en el juicio, el general explica que se deberá formar un nuevo tribunal cuando él se haya recuperado totalmente, entonces el proceso empezará de cero. Sin embargo, en la última audiencia, los representantes del Ministerio Público apelaron la resolución emitida por el juez Sixto Fernández de separar del proceso al general, por lo que la determinación final aún no está del todo establecida.
“Pareciera que quieren dilatar el proceso porque, mientras haya la apelación, tiene que pararse el proceso, y entonces el lunes (mañana) van a venir aquí (a Santa Cruz) y van decir que la apelación todavía no se ha resuelto y va a tardar todavía unos dos meses más, mientras tanto se suspende el juicio. Es un perjuicio para los otros que están siendo juzgados”, explica Prado Salmón.
“LA JUSTICIA RECIBE ÓRDENES DEL PRESIDENTE”
Gary Prado Salmón sostiene que después de que el tribunal Primero de Sentencia de La Paz resolvió separarlo del proceso, el fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, ordenó a los dos representantes del Ministerio Público recurrir a la apelación, algo que, inicialmente, no estaba en planes de los fiscales que forman parte del proceso.
Prado señala que en dos ocasiones el primer mandatario del Estado dijo a Guerrero que si logra condenar al grupo de procesados podrá ser candidato a la presidencia del país. “Estará haciendo méritos el fiscal general para condenarnos, ¿no?”, cuestiona el general.
Por otro lado, indica que el tribunal que preside el juez Sixto Fernández, le ha dado “una impresión muy pobre”, ya que, a su criterio, actúa bajo órdenes del Gobierno.
“El tribunal es un desastre porque las dos jueces ciudadanas no saben ni qué pasa, están ahí recibiendo órdenes de los fiscales, una vergüenza para la justicia boliviana”, dice Prado.
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domingo, 31 de julio de 2016
Cochabamba Campanas que repican historia
Se abren los ojos con el tono del reloj de alarma, al desayunar se escucha el tintineo de la cucharilla meneándose dentro de la taza de café, al salir de casa suenan las llaves que aseguran la puerta, un paso en la calle y de pronto infinitos sonidos nos llegan con sus mensajes durante el transcurso del día.
Es así que en el diario vivir, el ser humano recibe información a través del sonido y que este ocasiona diferentes estados de ánimo en las personas, muchos se quedan grabados en la memoria y otros simplemente se olvidan.
También hay tonos que se encuentran en estructuras arquitectónicas, que nos transportan a un determinado momento de la historia, como podría ser el caso del repique de las campanas, aquellas que se encuentran en la torre de la Catedral de Cochabamba y en el Templo de la Compañía de Jesús.
Al oír la palabra campana, al instante la memoria reconoce su sonido y forma, sin embargo con el paso del tiempo su repique parece haber perdido dominio, su tono para algunos incluso pasa inadvertido, opacado por el murmullo de la ciudad agitada.
De pronto, al atravesar por la plaza 14 de Septiembre, el revoloteo de las palomas al sonar las campanas de bronce ocasiona que la mirada dirija su atención como un escáner hacia la torre de la Catedral; pero, también nos hace preguntar sobre el valor y el significado que tuvieron estas en el pasado.
Al transitar por la galería sur de la Plaza Principal se encuentra la Catedral Metropolitana de San Sebastián, que es imponente por su estructura arquitectónica. Al observarla se puede tratar de calcular su antigüedad.
Archivos históricos relatan que fue construida sobre la base de dos iglesias durante el siglo XVI y XVII; pero, en su segunda reedificación, durante el siglo XVIII, recién se incluyó para su construcción la capilla del bautisterio y la torre de reloj, que tiene 126 pies de altura (38.5 metros), que impresiona con su cúpula de estilo neoclásico.
La primera construcción estaba realizada en adobe y recién durante la segunda intervención las autoridades comenzaron a usar piedra, arena y cal.
Inicio de los repiques en el valle del Siglo XVIII
En la torre de la Catedral suenan los cuerpos cóncavos de bronce y estaño, cada uno contiene en su interior un utensilio vertical colgante denominado “badajo”, que con el movimiento golpea su forma metálica, produciendo los tonos musicales de las campanas. Su estruendo hace estremecer a las paredes continuas, este eco nos permite imaginar otro tiempo.
De acuerdo a Teresa Gisbert y José de Mesa en su libro “Arquitectura Andina, Historia y Análisis” relatan que en los días del siglo XVIII, el entonces valle de “Villa de Oropeza” era mucho más poblado y rico que la mayoría de las villas
de España, ostentaba gran diversidad de personas que en aquel tiempo albergaba a españoles y a los nombrados criollos, mestizos e indios.
Estos autores también señalan que en ese momento la religión católica influía tanto en la sociedad que su edificación revelaba uno de los principales espacios dominantes. La Iglesia a través de su estructura reflejaba el poder compartido que tenía con el Estado.
Terminada ya la segunda reedificación de la Catedral, esta estructura era admirada por sus habitantes, por la imponente arquitectura que exhibía, acompañada en su torre por las campanas, las cuales con su repique indicaban los acontecimientos más importantes de la época.
En aquel tiempo las campanas eran un instrumento valioso para la población, ya que anunciaban los diversos actos religiosos o cívicos de la sociedad; además, indicaban las horas del día más importantes: el toque al amanecer, al mediodía y al atardecer, menciona Ángel Fraile de Pablo en una nota publicada por la revista española “Villa”.
Por supuesto el apresurado paso de los años ha dejado atrás algunos de los toques que emitían las campanas y que bien conocían y distinguían nuestros abuelos. Hoy esos sonidos se alojan en la memoria de algunas páginas de libro.
La Torre en nuestro tiempo
La Catedral es considerada una bella estructura arquitectónica de estilo barroco mestizo, a diario las columnas salomónicas de la galería son atravesadas por muchas personas y al transitar se escucha y observa todo un contraste de sonidos, desde el triste acordeón, hasta las monedas que compran un billete de lotería o el periódico.
Ya al ingresar, subiendo los seis o siete escalones de piedra a la puerta de la Catedral, puede verse el primer nivel de la estructura, donde a lado derecho se encuentra el altar con toda su admirable estructura colonial.
Para continuar con el recorrido y conocer el campanario el rector de la Catedral Metropolitana de Cochabamba, Marcelo Bazán, designó al encargado de comunicación Herbert Suárez, quien conoce minuciosamente la estructura.
Para llegar al campanario se sube por unos escalones, hasta llegar a la primera planta, donde se ubica el coro de la Catedral. Aquí se observa con más detalle los diferentes lienzos religiosos que se encuentran en la pared y que son valorados por su gran trabajo artístico; pero aún falta para llegar al segundo nivel.
Seguimos por el estrecho peldaño, que nos permite observar la textura agrietada de los muros, que reflejan su antigüedad. Es en éste nivel donde hallamos el primer cuarteto de campanas, ésta torre cuenta con el diseño de ocho espacios de los que solamente cuatro están ocupados.
Las campanas difieren una de otra por la procedencia y el tamaño que tiene cada una, dos de ellas cuentan con la inscripción de una fecha específica y un nombre tallado de manera estilizada; que según Herbert Suárez posiblemente fueron donadas por autoridades eclesiásticas de la época.
Pero, debemos seguir escalando hasta llegar a la cúpula de la torre, donde se observa cuatro espacios para campanas, pero solo dos de ellas están ocupadas. Suárez afirma que actualmente estas repican cada hora, gracias a un mecanismo moderno que hacen que suene de manera sincronizada con el reloj.
También todas las campanas de la torre indican de lunes a viernes la misa que se da a las ocho de la mañana por Monseñor Óscar Aparicio, actual arzobispo de Cochabamba.
“Los domingos las campanas repican tres veces por la mañana para anunciar las misas dominicales donde aproximadamente asisten unas cuatrocientas personas en los diferentes horarios” explica el comunicador.
Las campanas del Templo de la Compañía de Jesús:
Otra estructura emblemática que resuena en el noroeste de la plaza 14 de Septiembre, ubicada entre la calle Baptista y General Achá, es el Templo de la Compañía de Jesús.
Los archivos históricos señalan que su edificación comenzó a planificarse en 1716, cuando se establecieron los Jesuitas en Villa de Oropesa.
El actual párroco, Luis Palomera, comenta que este templo -que al principio no era parroquia- se construyó en 1730 y se estrenó el año 1756 y años más tarde pasó a ser Seminario menor San Luis.
El templo tenía tres naves como ahora, pero quedaba mucho por hacer y la fachada estaba inconclusa. Palomera asegura que para culminar la estructura se tuvo que atravesar un largo proceso de modificaciones y que en 1767 los jesuitas fueron expulsados por orden de Carlos III y el templo pasó a manos del Estado.
En 1827, ya en la República, el templo fue devuelto a las autoridades eclesiásticas y pasó a ser Iglesia Parroquial. Muchos años después se finalizó la construcción, agregando dos torres de estilo neogótico que ahora ya no están.
En 1952 los jesuitas regresaron a Cochabamba y se les entregó el templo parroquial. Entre 1959 y 1966 el templo fue profundamente refaccionado y remodelado por el arquitecto jesuita P. Enrique Comas.
Archivos históricos señalan que las dos torres de estilo neogótico que se encontraban en la fachada y que eran excesivamente pesadas, fueron sustituidas por dos “espadañas”, -denominadas así por ser campanarios de una sola pared-, para lograr el equilibrio del conjunto.
El párroco Luis cuenta que actualmente las campanas que funcionan en una de las torres fueron traídas de Alemania por el párroco Padre Javier Segura que muchos conocieron.
Caminando por estructura laberín- tica del templo, el párroco explica que aún en la actualidad el repique de las campanas animan y expresan alegría, o en algunos casos se tocan en memoria de algún fallecido.
Los primeros párrocos y ayudantes. Capellanías y medios de subsistencia
La vida que tuvieron que llevar los primeros catequistas y párrocos, llena de trabajos, peligros y sufrimientos, fue sumamente difícil, se considera bajo el punto de vista apostólico, como de aquel económico y psicológico.
Es cosa sabida: cualquier empresa material o religiosa, civil o política en sus principios tropieza casi siempre con dificultades sin número; Lo que en teoría parece cosa fácil y de pronta realización, cuando se llega a quererlo poner en práctica ofrece mil inconvenientes y atrasos que pone en serios apuros a las energías más grandes, a los hombres más valerosos y fuertes, y en verdad, la lucha y privaciones que tuvieron que sostener los curas Antonio de Almeida, Obregón, Andrés de Garnica, Lucas de Veira, Martín flores, Juan de la Cava y muchos otros fueron extraordinarios, prueba de esto fueron las órdenes impartidas por los Sres. Arzobispos, que ordenaban que los curas que se encontraban en la villa
de San Bernardo de Tarija debían servir en la doctrina o parroquia de San Lorenzo, pues ya era difícil encontrar un personal que espontáneamente se fuera a estos parajes
Basta considerar que debían obrar en medio de una población que no sabía que es civilización; que nunca se había dedicado a un trabajo serio y continuo; a una población que necesita de una completa regeneración, de una regeneración psicológica, moral y religiosa y esta debía ser la obra principal de los esforzados catequistas
Los reyes de España cómo los virreyes que vinieron a américa para consolidar los dominios de la corona comprendieron que las armas, la táctica militar, la valentía de los capitanes no era suficiente, ni a propósito, para amansar a los indios, y comprendieron desde el primer momento que no se podían usar los medios de destrucción como en otras partes, pues eliminado el elemento humano del país era imposible poderlo sustituir y la colonización se hubiera hecho absolutamente imposible. Los españoles no sacrificaron a los indios porque sin ellos no hubieran podido disfrutar de las concesiones de tierras que recibían de la casona: de allí, en toda américa, consideraron indispensables y necesarios los misioneros, los ministros de Cristo, para que grabasen en los corazones de los indígenas las doctrinas evangélicas, las únicas que podían transformar aquellos bárbaros en elementos de civilización y de progreso.
En nuestro caso, o sea en la región que llamaremos de San Lorenzo era imposible que pudiesen sostenerse económicamente tres sacerdotes, pues, siendo recientemente descubierta y conquistada, y confinando por demás con tribus feroces y salvajes como eran los Chiriguanos que asaltaban, asesinaban y robaban todo lo que caía en sus manos, teniendo a los pacíficos tomatas en continuo cuidado sin permitirle que se dediquen a un trabajo seguro y provechoso, resultaba muy difícil su situación. A resolverla, en parte, pensaron los católicos reyes de España, ordenando que se pague a los párrocos que se ocupaban en la evangelización y conversión de los indígenas un sueldo anual, que el tesoro fiscal siguió pagándolo hasta que mandaron los emisarios reales; más muchos españoles, buenos católicos, que conocían y sabían apreciar los positivos y saludables beneficios que les proporcionaba la religión por la labor civilizadora de los párrocos y catequistas. Fundaron varias capellanías que con las rentas que producían aliviaban considerablemente la situación económica de los sacerdotes que vivían en la parroquia.
Es cosa sabida: cualquier empresa material o religiosa, civil o política en sus principios tropieza casi siempre con dificultades sin número; Lo que en teoría parece cosa fácil y de pronta realización, cuando se llega a quererlo poner en práctica ofrece mil inconvenientes y atrasos que pone en serios apuros a las energías más grandes, a los hombres más valerosos y fuertes, y en verdad, la lucha y privaciones que tuvieron que sostener los curas Antonio de Almeida, Obregón, Andrés de Garnica, Lucas de Veira, Martín flores, Juan de la Cava y muchos otros fueron extraordinarios, prueba de esto fueron las órdenes impartidas por los Sres. Arzobispos, que ordenaban que los curas que se encontraban en la villa
de San Bernardo de Tarija debían servir en la doctrina o parroquia de San Lorenzo, pues ya era difícil encontrar un personal que espontáneamente se fuera a estos parajes
Basta considerar que debían obrar en medio de una población que no sabía que es civilización; que nunca se había dedicado a un trabajo serio y continuo; a una población que necesita de una completa regeneración, de una regeneración psicológica, moral y religiosa y esta debía ser la obra principal de los esforzados catequistas
Los reyes de España cómo los virreyes que vinieron a américa para consolidar los dominios de la corona comprendieron que las armas, la táctica militar, la valentía de los capitanes no era suficiente, ni a propósito, para amansar a los indios, y comprendieron desde el primer momento que no se podían usar los medios de destrucción como en otras partes, pues eliminado el elemento humano del país era imposible poderlo sustituir y la colonización se hubiera hecho absolutamente imposible. Los españoles no sacrificaron a los indios porque sin ellos no hubieran podido disfrutar de las concesiones de tierras que recibían de la casona: de allí, en toda américa, consideraron indispensables y necesarios los misioneros, los ministros de Cristo, para que grabasen en los corazones de los indígenas las doctrinas evangélicas, las únicas que podían transformar aquellos bárbaros en elementos de civilización y de progreso.
En nuestro caso, o sea en la región que llamaremos de San Lorenzo era imposible que pudiesen sostenerse económicamente tres sacerdotes, pues, siendo recientemente descubierta y conquistada, y confinando por demás con tribus feroces y salvajes como eran los Chiriguanos que asaltaban, asesinaban y robaban todo lo que caía en sus manos, teniendo a los pacíficos tomatas en continuo cuidado sin permitirle que se dediquen a un trabajo seguro y provechoso, resultaba muy difícil su situación. A resolverla, en parte, pensaron los católicos reyes de España, ordenando que se pague a los párrocos que se ocupaban en la evangelización y conversión de los indígenas un sueldo anual, que el tesoro fiscal siguió pagándolo hasta que mandaron los emisarios reales; más muchos españoles, buenos católicos, que conocían y sabían apreciar los positivos y saludables beneficios que les proporcionaba la religión por la labor civilizadora de los párrocos y catequistas. Fundaron varias capellanías que con las rentas que producían aliviaban considerablemente la situación económica de los sacerdotes que vivían en la parroquia.
Proyecto Misionero de los Franciscanos del Colegio de Propaganda Fide de Tarija en el Periodo Colonial, Siglo XVIII (Segunda parte)
Misioneros
Los religiosos franciscanos de la nueva institución se caracterizaron por dos aspectos: formación y espiritualidad. Los religiosos aparte de recibir la formación religiosa, dispuesta en las normas de la orden, se especializaban exclusivamente dos años en métodos misionales, lenguas indígenas y teología de la misión, además desarrollaron una profunda espiritualidad franciscana misionera que les permitía asumir desafíos extremos. Este estilo de vida se sistematizó en los, Estatutos Municipales del Colegio de Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija(67). Otro aspecto interesante de la vida de los religiosos de Tarija fue su cotidiana participación en las conferencias, allí ellos desarrollaban temas concernientes a la misión, temas teológicos sobre moral, doctrina y se plateaban problemas concretos de la misión y buscaban las posibles soluciones. El fruto de estas reflexiones se sistematizó en manuales para la misión, es el caso del “Manual de Misioneros”(68), y los sermonarios del P. Antonio Comajuncosa. Además en las conferencias se tocaban temas tan específicos que fueron varios de ellos presentados en el texto del Prefecto de Misiones, también del P. Comajuncosa.
En Tarija se juntaron dos tradiciones de francisanos, se podría denominar como, una tradicional y otra moderna. El grupo tradicional fue el grupo de fundadores donde se destacaron el P. Manuel Mingo de la concepción y el hermano fray Francisco del Pilar, ellos trabajaron con métodos que se pueden llamar tradicionales pues seguían los modelos utilizados en Ocopa. El otro grupo que logró dar un cambio cualitativo en el colegio de Tarija fueron los religiosos colectados por el P. Mingo en sus viajes como Comisario Colector, tanto del Colegio de San Miguel de Escornalbou en Cataluña, donde se preparaban exclusivamente franciscanos para la misión en América, entre ellos estaba el P. Antonio Comajuncosa; como de Cantabria como el P. León de Santiago, ellos aplicaron los métodos misionales desarrollados en su regiones españolas con los que lograron potenciar y efectivizar la acción misionera de los Franciscanos de Tarija. Estos dos estilos, variantes y evolución de dos métodos están registrados en los escritos del P Manuel Mingo de La Concepción(69) y del P. Antonio Comajuncosa(70).
El proyecto misionero franciscano tenía tareas específica, los misioneros se concentraron en dos tipos de misión, por un lado la misión entre fieles y por otro lado la misión entre infieles.
a) Misiones entre fieles
Las misiones entre fieles fue una aplicación práctica y sistemática de la reforma post-tridentina. En este sentido los objetivos de los misioneros en su apostolado fueron: transformar al individuo y las relaciones sociales. Por eso la conversión del creyente es la meta principal de la acción evangelizadora(71).
Esta acción pastoral de trasformación fue una de las mayores contribuciones de la Iglesia a la transformación del hombre moderno(72), porque a través de la interiorización de las normas y acrecentamiento del sentido de la responsabilidad individual, se buscaba el control sobre el cuerpo y las emociones(73)
El método fue efectivo pues integraron el sermón en una retórica misional que se desplegaba para obtener el máximo efecto en los oyentes, y cumplir efectivamente su fin de enseñar y conmover. La teatralización de la predicación constituyó una obra maestra de la estrategia misionera, en este sentido los franciscanos de Tarija desarrollaron y sistematizaron su método en el “Manual de Misioneros” escrito por el P. Comajuncosa.
En este “Manual...” se encuentra todo un sistema de estética teológica para la misión: música, poesía, teatro y predicación. Este sistema de mediaciones fue capaz de integrar elementos teológicos, misionales y psicológicos como construcción de una “civilización barroca” en el contexto Charcas. En este sistema fue importante la dimensión penitencial como uno de los ejes centrales de la temática teológica, pues los temas de la pasión muerte y resurrección se ubicaron en el centro de la temática para evocar la conversión de los fíeles.
El territorio que abarcó la acción de los franciscanos de Tarija se extiende desde Moquegua en el Perú hasta Tucumán, hoy Argentina. Conectando de manera sistemática una región con una simbología religiosa franciscana. En todo este sistema el factor principal fue el número y calidad de los misioneros.
b) Misiones entre infieles
Las misiones entre infieles fue la acción evangelizadora entre los no cristianos, en el Chaco con el pueblo Guaraní.
El primer contacto de los franciscanos del Colegio de Propaganda Fide fue con los guaraníes, lo hizo el P. Manuel Mingo de la Concepción en el año 1758, él viajó a la región ubicada entre Sauces y la Laguna, allí visitó a los indígenas y los hacendados de la región. Los indígenas recibieron a los franciscanos amigablemente pero no aceptaron ser cristianos.
En el proceso de fundación de las misiones fue fundamental en el rol jugado por Fray Francisco del Pilar, un hermano lego, fundador de 17 misiones en el chaco. Él se acercó a los guaníes no con una actitud de conquistador, sino más bien con una actitud de servicio, utilizando un método denominado de caridad. En 1761 viajó él con el P. Tomás Anaya, en sus conversaciones con los guaraníes el P. Anaya explicó que el cristianismo no es sinónimo de esclavitud sino una nueva forma de comunidad(74). Un desastre natural provocó el nuevo contacto. En ese año se produjo una riada en el pueblo de Pilipili, ante esta catástrofe fray Pilar asistió a los enfermos y las necesidades de los que le solicitaban ayuda, de esta manera, él se ganó un status en la comunidad Guaraní y fue reconocido como ipaye(75) (Chaman) porque el curaba, vivía célibe y tenía palabras de profeta. Este reconocimiento en el mundo simbólico indígena le permitió ganar la confianza de los guaraníes y proponer un modelo misional en la región, así los franciscanos lograron fundar 22 misiones.
Para comprender mejor la acción franciscana, Lorenzo Calzavarini, historiador franciscano, identificó e interpretó dos dimensiones en la acción franciscana en el Chaco: por un lado la “reducción” y por otro la “misión”. La reducción comprendía un espacio amplio de contacto entre los franciscanos y los indígenas, los indígenas que no eran cristianos y no tenía deseo de serlo podían beneficiarse del sistema colectivo de las misiones, por ejemplo la distribución de carne y de comestibles, que provenían de las regiones más productivas. El otro elemento denominado la “misión”, consistía en la acción directa de los franciscanos con los guaraníes convertidos al cristianismo. Para efectivizarla se concentraron en atender las escuelas con el objetivo de preparar una nueva generación en el mundo indígena.
Las misiones fundadas fueron en la frontera que tenían los guaraníes con los españoles y no en el corazón del mundo indígena, por esta razón se mantuvo una zona con poco impacto y contacto con lo colonial, interesante es que desde ésta se originaban reacciones contra la centralidad colonial.
Algo relevante en la época misional fue la defensa del proyecto misional franciscano contra el proyecto de regionalización(76) presentado en 1788 por Francisco de Viedma(77), Intendente de Cochabamba. Viedma fue un fiel ejecutor de la reforma borbónica, para implementar ésta él presentó ante las autoridades de Charcas un Plan de Gobierno. Este plan fue resultado de un viaje de inspección a la zona donde hacían misión los franciscanos de Tarija.
El plan buscaba el mejor aprovechamiento y administración de la agricultura y ganadería para una mayor captación de recursos, por eso, él, propuso tomar la administración de las 4 misiones franciscanas del norte, Piraí, Cabezas, Florida y Abapó. Para consolidar esta acción propuso que estas misiones se conviertan en parroquias y pasen a depender del Obispado de Santa Cruz. En principio propuso que el clero secular asuma la atención de las parroquias, posteriormente propuso que los franciscanos del nuevo Colegio de Propaganda Fide de Tarata asuman la dirección de estas parroquias(78)
Ante este proyecto de Viedma los franciscanos del Colegio de Propaganda Fide de Tarija reaccionaron para defender su proyecto misionero, es así que delegaron al P. Antonio Comajuncosa la tarea de defensa. Por ese motivo fue nombrado por el discretorio como Prefecto de Misiones en 1794 y posteriormente como escrito conventual.
Dos aspectos son defendidos por el P. Antonio Comajuncosa: la unidad regional y en especial los principios misionales de la orden franciscana. La unidad regional implicaba la defensa de la unidad social, cultural y religiosa de la región y la unidad indígena. La defensa la inició el P. Comajuncosa con la elaboración de un exhaustivo informe para la Audiencia de Charcas, allí analizó el Plan Viedma, anotó las imprecisiones, errores y exageraciones, demostrado así que el informe no correspondía plenamente a la realidad de la región(79). Allí argumenta la importancia de la unidad regional y en especial a los guaraníes como una nación con derecho a su territorio y su cultura, escribe el P. Comajuncosa “ninguna nación puede ser dividida ni por gobierno ni por obispado”. Los franciscanos entendían el Plan Viedma como una “repentina mutación” (80) . Con esta argumentación se defendió la unidad de la nación guaraní(81).
Por otro lado, el P. Comajuncosa criticó la propuesta de que el clero secular se haga cargo de las misiones, afirmaba que ellos no están cualificados para atender esas misiones, pues carecían de una formación especial como los religiosos del Colegio de Tarija, además argumentó que el clero secular tampoco tenía una estructura institucional equiparada a un colegio de misioneros que sostenga y apoye esa acción. Sobre los religiosos de Tarata sostiene que ellos están abocados a atender la región de guarayos y no la región guaraní.
Para los franciscanos de Tarija el proyecto de Viedma significó la destrucción de un sistema misional, porque desintegraba la unidad regional social-cultural y religiosa de la región. Además, el P. Comajuncosa defendió dos temas de fondo en sus escritos: la identidad misionera de la Orden Franciscana y el derecho de la Iglesia y de los franciscanos a evangelizar. La identidad misionera de la orden es presentada cuando aclara enfáticamente que los religiosos franciscanos deben ser estrictos imitadores de Francisco y de los santos de la primera generación de la orden que vivieron bajo la ley de Evangelio y con el claro objetivo de anunciar ese mensaje(82).
Conclusión
La Orden Franciscana con la creación del Colegio de Propaganda Fide de Tarija realizó un cambio cualitativo en su presencia y acción en Charcas porque logró consolidar un centro especializado en misiones, completando de esta manera la acción franciscana en la región iniciada por la provincia.
El colegio de Tarija es un claro ejemplo de este proceso de renovación misionera, franciscana y eclesial, pues su estructura fue una nueva variante de franciscanismo autónomo misionero en la región.
El proyecto misionero a través de las misiones entre fieles logró influir en los ciclos religiosos y festivo popular en la región y por la misión entre infieles lograron tener aceptación y una presencia activa en el mudo guaraní.
(44) Fundación “Lorenzo Calzavarini”. Correo electrónico: michurquisito@gmail.com
(67) 1801-1805. Tarija, Estatutos Municipales del Colegio de Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija (A.F.T. RR-11).
(68) Cf., Calzavarini, Lorenzo, “Manual del Misionero del Padre Antonio Comajuncosa 1804 (Acción apostólica y religiosidad popular del Colegio de Propaganda Fide de Tarija en el siglo XVIII)”, en Anuario de la Academia Boliviana de Historia, N. 3, (1997), S. 73-86. Gómez Mendoza Manuel, “Coplas para las misiones entre fieles” en el Manual de Misioneros (1803) del P. Antonio Comajuncosa, misionero del Colegio de Propaganda Fide de Tarija. VII Encuentro Científico Simposio Internacional de Musicología (VI ECSIM) tema La fiesta en la Época Colonial Iberoamericana: Santa Cruz 22 y 23 de abril, Cruz de la Sierra. APAC. 2008.
(69) Mingo, Manuel de la Concepción, Historia de las Misiones franciscanas entre Chiriguanos, Tomo I-II, UAJMS, Tarija 1996.
(70) Comajuncosa, Antonio. Manifiesto Histórico, Geográfico, topográfico, Apostólico y Político de lo que han trabajado, entre fíeles e infieles los misioneros franciscanos de Tarija, 1754-1810, Ed. Offset-Franciscana, Tarija-Bolivia, 1993, pág. 315.
(71) Cf., Rico Callado, Luis Francisco, Misiones Populares en España entre el Barroco y la Ilustración, premio humanismo e ilustración 2005, Instituto, 2006, Valencia, pág. 11.
(72) Op cit., pág. 11.
(73) Idem.
(74) Cf., Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I. págs. 66.
(75) Cí, Calzavarini Lorenzo, Nación chiriguana, pág. 46.
(76) “Descripción y estado de las reducciones de indios Chiriguanos”, in der 1800. II. 26. Potosí. Informe general de todas nuestras Misiones, elevado ante el Virrey de Buenos Aires. (A.F.T. M-52). Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, pág. 770.
(77) Cf., Viedma Francisco, Descripción, S 140. Van den Berg, Hans, “Francisco de Viedma y su plan de gobierno de las misiones de la Cordillera de los Sauces. In: Anuario de la Academia de Historia Eclesiástica, N° 2. La Paz 2006, págs. 45-72.
(78) ídem.
(79) Cf., 1796. Tarija. Reflexiones sobre el informe de Viedma [de 1788], por el Padre Antonio Comajuncosa. (A.F.T. M-125), en Presencia Franciscana, tomo II, pp. 825-842.
(80) 1798. V. 26. Tapera. Fray Francisco del Pilar: el Plan Viedma “es repentina mutación”. (A.F.T. M-152.25), en Calzavarini, Lorenzo, Presencia Franciscana, págs. 867.
(81) Cf., Calzavarini, Lorenzo, “Encyclicas o cartas circulares del P. Fray Antonio Comajuncosa (1794-1801) (e historiación del régimen reduccional franciscano, 1755-1825, según fuentes del Archivo Franciscano de Tarija)”, en Bolivia Franciscana, Revista de la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia, Año 7, N° 7, 2007, Cochabamba, págs. 105-182.
(82) Idem.
DEL LIBRO: DINÁMICAS SOCIALES
LOCALES EN LA ÉPOCA COLONIAL
Serie Jornadas Tarija 2014
Editor: Daniel Vacaflores
Editorial La Pluma del Escribano
Tarija. Septiembre de 2014
Los religiosos franciscanos de la nueva institución se caracterizaron por dos aspectos: formación y espiritualidad. Los religiosos aparte de recibir la formación religiosa, dispuesta en las normas de la orden, se especializaban exclusivamente dos años en métodos misionales, lenguas indígenas y teología de la misión, además desarrollaron una profunda espiritualidad franciscana misionera que les permitía asumir desafíos extremos. Este estilo de vida se sistematizó en los, Estatutos Municipales del Colegio de Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija(67). Otro aspecto interesante de la vida de los religiosos de Tarija fue su cotidiana participación en las conferencias, allí ellos desarrollaban temas concernientes a la misión, temas teológicos sobre moral, doctrina y se plateaban problemas concretos de la misión y buscaban las posibles soluciones. El fruto de estas reflexiones se sistematizó en manuales para la misión, es el caso del “Manual de Misioneros”(68), y los sermonarios del P. Antonio Comajuncosa. Además en las conferencias se tocaban temas tan específicos que fueron varios de ellos presentados en el texto del Prefecto de Misiones, también del P. Comajuncosa.
En Tarija se juntaron dos tradiciones de francisanos, se podría denominar como, una tradicional y otra moderna. El grupo tradicional fue el grupo de fundadores donde se destacaron el P. Manuel Mingo de la concepción y el hermano fray Francisco del Pilar, ellos trabajaron con métodos que se pueden llamar tradicionales pues seguían los modelos utilizados en Ocopa. El otro grupo que logró dar un cambio cualitativo en el colegio de Tarija fueron los religiosos colectados por el P. Mingo en sus viajes como Comisario Colector, tanto del Colegio de San Miguel de Escornalbou en Cataluña, donde se preparaban exclusivamente franciscanos para la misión en América, entre ellos estaba el P. Antonio Comajuncosa; como de Cantabria como el P. León de Santiago, ellos aplicaron los métodos misionales desarrollados en su regiones españolas con los que lograron potenciar y efectivizar la acción misionera de los Franciscanos de Tarija. Estos dos estilos, variantes y evolución de dos métodos están registrados en los escritos del P Manuel Mingo de La Concepción(69) y del P. Antonio Comajuncosa(70).
El proyecto misionero franciscano tenía tareas específica, los misioneros se concentraron en dos tipos de misión, por un lado la misión entre fieles y por otro lado la misión entre infieles.
a) Misiones entre fieles
Las misiones entre fieles fue una aplicación práctica y sistemática de la reforma post-tridentina. En este sentido los objetivos de los misioneros en su apostolado fueron: transformar al individuo y las relaciones sociales. Por eso la conversión del creyente es la meta principal de la acción evangelizadora(71).
Esta acción pastoral de trasformación fue una de las mayores contribuciones de la Iglesia a la transformación del hombre moderno(72), porque a través de la interiorización de las normas y acrecentamiento del sentido de la responsabilidad individual, se buscaba el control sobre el cuerpo y las emociones(73)
El método fue efectivo pues integraron el sermón en una retórica misional que se desplegaba para obtener el máximo efecto en los oyentes, y cumplir efectivamente su fin de enseñar y conmover. La teatralización de la predicación constituyó una obra maestra de la estrategia misionera, en este sentido los franciscanos de Tarija desarrollaron y sistematizaron su método en el “Manual de Misioneros” escrito por el P. Comajuncosa.
En este “Manual...” se encuentra todo un sistema de estética teológica para la misión: música, poesía, teatro y predicación. Este sistema de mediaciones fue capaz de integrar elementos teológicos, misionales y psicológicos como construcción de una “civilización barroca” en el contexto Charcas. En este sistema fue importante la dimensión penitencial como uno de los ejes centrales de la temática teológica, pues los temas de la pasión muerte y resurrección se ubicaron en el centro de la temática para evocar la conversión de los fíeles.
El territorio que abarcó la acción de los franciscanos de Tarija se extiende desde Moquegua en el Perú hasta Tucumán, hoy Argentina. Conectando de manera sistemática una región con una simbología religiosa franciscana. En todo este sistema el factor principal fue el número y calidad de los misioneros.
b) Misiones entre infieles
Las misiones entre infieles fue la acción evangelizadora entre los no cristianos, en el Chaco con el pueblo Guaraní.
El primer contacto de los franciscanos del Colegio de Propaganda Fide fue con los guaraníes, lo hizo el P. Manuel Mingo de la Concepción en el año 1758, él viajó a la región ubicada entre Sauces y la Laguna, allí visitó a los indígenas y los hacendados de la región. Los indígenas recibieron a los franciscanos amigablemente pero no aceptaron ser cristianos.
En el proceso de fundación de las misiones fue fundamental en el rol jugado por Fray Francisco del Pilar, un hermano lego, fundador de 17 misiones en el chaco. Él se acercó a los guaníes no con una actitud de conquistador, sino más bien con una actitud de servicio, utilizando un método denominado de caridad. En 1761 viajó él con el P. Tomás Anaya, en sus conversaciones con los guaraníes el P. Anaya explicó que el cristianismo no es sinónimo de esclavitud sino una nueva forma de comunidad(74). Un desastre natural provocó el nuevo contacto. En ese año se produjo una riada en el pueblo de Pilipili, ante esta catástrofe fray Pilar asistió a los enfermos y las necesidades de los que le solicitaban ayuda, de esta manera, él se ganó un status en la comunidad Guaraní y fue reconocido como ipaye(75) (Chaman) porque el curaba, vivía célibe y tenía palabras de profeta. Este reconocimiento en el mundo simbólico indígena le permitió ganar la confianza de los guaraníes y proponer un modelo misional en la región, así los franciscanos lograron fundar 22 misiones.
Para comprender mejor la acción franciscana, Lorenzo Calzavarini, historiador franciscano, identificó e interpretó dos dimensiones en la acción franciscana en el Chaco: por un lado la “reducción” y por otro la “misión”. La reducción comprendía un espacio amplio de contacto entre los franciscanos y los indígenas, los indígenas que no eran cristianos y no tenía deseo de serlo podían beneficiarse del sistema colectivo de las misiones, por ejemplo la distribución de carne y de comestibles, que provenían de las regiones más productivas. El otro elemento denominado la “misión”, consistía en la acción directa de los franciscanos con los guaraníes convertidos al cristianismo. Para efectivizarla se concentraron en atender las escuelas con el objetivo de preparar una nueva generación en el mundo indígena.
Las misiones fundadas fueron en la frontera que tenían los guaraníes con los españoles y no en el corazón del mundo indígena, por esta razón se mantuvo una zona con poco impacto y contacto con lo colonial, interesante es que desde ésta se originaban reacciones contra la centralidad colonial.
Algo relevante en la época misional fue la defensa del proyecto misional franciscano contra el proyecto de regionalización(76) presentado en 1788 por Francisco de Viedma(77), Intendente de Cochabamba. Viedma fue un fiel ejecutor de la reforma borbónica, para implementar ésta él presentó ante las autoridades de Charcas un Plan de Gobierno. Este plan fue resultado de un viaje de inspección a la zona donde hacían misión los franciscanos de Tarija.
El plan buscaba el mejor aprovechamiento y administración de la agricultura y ganadería para una mayor captación de recursos, por eso, él, propuso tomar la administración de las 4 misiones franciscanas del norte, Piraí, Cabezas, Florida y Abapó. Para consolidar esta acción propuso que estas misiones se conviertan en parroquias y pasen a depender del Obispado de Santa Cruz. En principio propuso que el clero secular asuma la atención de las parroquias, posteriormente propuso que los franciscanos del nuevo Colegio de Propaganda Fide de Tarata asuman la dirección de estas parroquias(78)
Ante este proyecto de Viedma los franciscanos del Colegio de Propaganda Fide de Tarija reaccionaron para defender su proyecto misionero, es así que delegaron al P. Antonio Comajuncosa la tarea de defensa. Por ese motivo fue nombrado por el discretorio como Prefecto de Misiones en 1794 y posteriormente como escrito conventual.
Dos aspectos son defendidos por el P. Antonio Comajuncosa: la unidad regional y en especial los principios misionales de la orden franciscana. La unidad regional implicaba la defensa de la unidad social, cultural y religiosa de la región y la unidad indígena. La defensa la inició el P. Comajuncosa con la elaboración de un exhaustivo informe para la Audiencia de Charcas, allí analizó el Plan Viedma, anotó las imprecisiones, errores y exageraciones, demostrado así que el informe no correspondía plenamente a la realidad de la región(79). Allí argumenta la importancia de la unidad regional y en especial a los guaraníes como una nación con derecho a su territorio y su cultura, escribe el P. Comajuncosa “ninguna nación puede ser dividida ni por gobierno ni por obispado”. Los franciscanos entendían el Plan Viedma como una “repentina mutación” (80) . Con esta argumentación se defendió la unidad de la nación guaraní(81).
Por otro lado, el P. Comajuncosa criticó la propuesta de que el clero secular se haga cargo de las misiones, afirmaba que ellos no están cualificados para atender esas misiones, pues carecían de una formación especial como los religiosos del Colegio de Tarija, además argumentó que el clero secular tampoco tenía una estructura institucional equiparada a un colegio de misioneros que sostenga y apoye esa acción. Sobre los religiosos de Tarata sostiene que ellos están abocados a atender la región de guarayos y no la región guaraní.
Para los franciscanos de Tarija el proyecto de Viedma significó la destrucción de un sistema misional, porque desintegraba la unidad regional social-cultural y religiosa de la región. Además, el P. Comajuncosa defendió dos temas de fondo en sus escritos: la identidad misionera de la Orden Franciscana y el derecho de la Iglesia y de los franciscanos a evangelizar. La identidad misionera de la orden es presentada cuando aclara enfáticamente que los religiosos franciscanos deben ser estrictos imitadores de Francisco y de los santos de la primera generación de la orden que vivieron bajo la ley de Evangelio y con el claro objetivo de anunciar ese mensaje(82).
Conclusión
La Orden Franciscana con la creación del Colegio de Propaganda Fide de Tarija realizó un cambio cualitativo en su presencia y acción en Charcas porque logró consolidar un centro especializado en misiones, completando de esta manera la acción franciscana en la región iniciada por la provincia.
El colegio de Tarija es un claro ejemplo de este proceso de renovación misionera, franciscana y eclesial, pues su estructura fue una nueva variante de franciscanismo autónomo misionero en la región.
El proyecto misionero a través de las misiones entre fieles logró influir en los ciclos religiosos y festivo popular en la región y por la misión entre infieles lograron tener aceptación y una presencia activa en el mudo guaraní.
(44) Fundación “Lorenzo Calzavarini”. Correo electrónico: michurquisito@gmail.com
(67) 1801-1805. Tarija, Estatutos Municipales del Colegio de Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija (A.F.T. RR-11).
(68) Cf., Calzavarini, Lorenzo, “Manual del Misionero del Padre Antonio Comajuncosa 1804 (Acción apostólica y religiosidad popular del Colegio de Propaganda Fide de Tarija en el siglo XVIII)”, en Anuario de la Academia Boliviana de Historia, N. 3, (1997), S. 73-86. Gómez Mendoza Manuel, “Coplas para las misiones entre fieles” en el Manual de Misioneros (1803) del P. Antonio Comajuncosa, misionero del Colegio de Propaganda Fide de Tarija. VII Encuentro Científico Simposio Internacional de Musicología (VI ECSIM) tema La fiesta en la Época Colonial Iberoamericana: Santa Cruz 22 y 23 de abril, Cruz de la Sierra. APAC. 2008.
(69) Mingo, Manuel de la Concepción, Historia de las Misiones franciscanas entre Chiriguanos, Tomo I-II, UAJMS, Tarija 1996.
(70) Comajuncosa, Antonio. Manifiesto Histórico, Geográfico, topográfico, Apostólico y Político de lo que han trabajado, entre fíeles e infieles los misioneros franciscanos de Tarija, 1754-1810, Ed. Offset-Franciscana, Tarija-Bolivia, 1993, pág. 315.
(71) Cf., Rico Callado, Luis Francisco, Misiones Populares en España entre el Barroco y la Ilustración, premio humanismo e ilustración 2005, Instituto, 2006, Valencia, pág. 11.
(72) Op cit., pág. 11.
(73) Idem.
(74) Cf., Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I. págs. 66.
(75) Cí, Calzavarini Lorenzo, Nación chiriguana, pág. 46.
(76) “Descripción y estado de las reducciones de indios Chiriguanos”, in der 1800. II. 26. Potosí. Informe general de todas nuestras Misiones, elevado ante el Virrey de Buenos Aires. (A.F.T. M-52). Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, pág. 770.
(77) Cf., Viedma Francisco, Descripción, S 140. Van den Berg, Hans, “Francisco de Viedma y su plan de gobierno de las misiones de la Cordillera de los Sauces. In: Anuario de la Academia de Historia Eclesiástica, N° 2. La Paz 2006, págs. 45-72.
(78) ídem.
(79) Cf., 1796. Tarija. Reflexiones sobre el informe de Viedma [de 1788], por el Padre Antonio Comajuncosa. (A.F.T. M-125), en Presencia Franciscana, tomo II, pp. 825-842.
(80) 1798. V. 26. Tapera. Fray Francisco del Pilar: el Plan Viedma “es repentina mutación”. (A.F.T. M-152.25), en Calzavarini, Lorenzo, Presencia Franciscana, págs. 867.
(81) Cf., Calzavarini, Lorenzo, “Encyclicas o cartas circulares del P. Fray Antonio Comajuncosa (1794-1801) (e historiación del régimen reduccional franciscano, 1755-1825, según fuentes del Archivo Franciscano de Tarija)”, en Bolivia Franciscana, Revista de la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia, Año 7, N° 7, 2007, Cochabamba, págs. 105-182.
(82) Idem.
DEL LIBRO: DINÁMICAS SOCIALES
LOCALES EN LA ÉPOCA COLONIAL
Serie Jornadas Tarija 2014
Editor: Daniel Vacaflores
Editorial La Pluma del Escribano
Tarija. Septiembre de 2014
sábado, 30 de julio de 2016
Proyecto Misionero de los Franciscanos del Colegio de Propaganda Fide de Tarija en el Periodo Colonial, Siglo XVIII (Primera parte)
Esta intervención tiene por objetivo presentar el desarrollo de la acción misionera del Colegio Franciscano de Propaganda Fide de Tarija en el periodo colonial, del proyecto misionero desde las misiones entre fíeles e infieles como se ha denominado en la literatura misional franciscana.
La “Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa“(45) fue fundada en 1574 por el capitán Luis de Fuentes y Vargas, desde los primeros años se fue configurado el espectro religioso, con la llegada del Dominico P. Francisco Sedeño, junto a Luis de Fuentes, y la fundación de su convento en 1575, la fundación del convento de los Agustinos y de San Juan de Dios hasta fines del siglo XVI(46). En 1606 completa la presencia de mendicantes los franciscanos con la fundación del Convento de Santa María de los Ángeles de Tarija(47).
Esta fundación franciscana tuvo particularidades propias, porque la ciudadanía de Tarija reunida en un Cabildo solicitó la presencia de Franciscanos en Tarija, ante este pedido la respuesta de las autoridades en Charcas fue negativa, pues no contaban con los recursos económicos para la construcción de un nuevo convento y la manutención del personal religioso en una región tan alejada de la centralidad colonial(48).
Ante aquella respuesta los pobladores tarijeños se comprometieron a solventar los gastos de construcción y manutención de los religiosos del convento franciscano de Tarija(49).
Este inicio tan particular conectó la vida de los pobladores con la vida y acción evangelizadora de los religiosos franciscanos. Esto se puede constatar por medio del desarrollo de las Pías Memorias, que fue un sistema de capellanía que conectaban las fincas, chacras y viñas con el convento franciscano, así se financió la manutención del convento en la época colonial y se pudo sostener el servicio religioso a los fieles.
La acción misionera de los franciscanos en Tarija fue periodizada por Lorenzo Calzavarini en su enciclopedia franciscana Presencia franciscana y formación intercultural, en el sudeste de Bolivia, (1606-1936) según documentos del Archivo Franciscano de Tarija, IV Centenario de la fundación del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles (Colegio de Propaganda Fide 1755-1918 de Tarija (1606-2006)”. En esta enciclopedia se puede distinguir una periodización que aquí la presentamos bajo estas cetegorías: prot-misión, misión y post-misión.
Prot-misión corresponde a la primera etapa de vida conventual en Tarija de 1606 a 1755, en la que se desarrolla sólo la vida conventual; el periodo de misión corresponde a la actividad misionera del Colegio de Propaganda Fide desde 1755 a 1918, comprendiendo la última etapa colonial, con la presencia de misioneros españoles y la republicana con la restauración de los Colegios Misioneros de fray Andrés Herrero y la presencia de misioneros de las provincias italianas(50), año de la supresión del Colegio de Propaganda Fide para dar paso a la erección del Vicariato del Chaco en la zona que trabajaron los Franciscanos de Tarija. Desde 1919 hasta 2006 comprende la post-misión o época moderna que comprenden la acción de la orden en nuevos espacios urbanos. De esta manera periodizó los 400 años de actividad franciscana en y desde Tarija(51).
El periodo que interesa en esta presentación es el periodo colonial de prot-misión y la primera etapa colonial de la misión, desde 1606 hasta 1825. En éste se puede distinguir claramente dos momentos: el primero desde la fundación del convento en 1606 hasta 1755, y el segundo desde 1755, año de la erección del convento en Colegio de Propaganda Fide, hasta los umbrales de la revolución.
Los franciscanos desde su llegada a Tarija en 1606 se dedicaron a las siguientes actividades: construcción del convento, acompañamiento espiritual a los fieles y visitas periódicas a las fincas, viñas y chacras que se encontraban en la región, que fue desde el valle de Cinti, hoy parte del departamento de Chuquisaca, hasta las regiones cercanas a Salinas y Bermejo, cerca de la actual frontera con Argentina.
Sobre la Etapa de prot-mision, veamos algunas aspectos, de la vida de los religiosos, de este primer periodo, vale destacar estos aspectos: primero el convento en principio debía ser un convento de recoletos pero el número de religiosos no fue suficiente, a pesar de eso, ellos asumieron ese estilo de vida franciscana que se caracterizó por llevar una vida separada del mundo con una intensa dedicación a la vida espiritual. Así documentó el cronista de la época fray Diego de Mendoza, en su Crónica de la Provincia de los Charcas, la vida del primer Guardián Fray Antonio de San Buenaventura(52) que luego de su conversión y toma del hábito franciscano en el Perú su vida tuvo notas de santidad en Tarija; otro religioso destacado en la región fue el Fray Gregorio Bolívar(53) que hizo incursión en la región de los guaraníes en el siglo XVII. Un acontecimiento relevante, en los inicios, fue registrado por Mendoza, él relata con detalle del descubrimiento de una “Cruz” cerca del pueblo de Torres(54), en las cercanías de Salinas. Ella fue una reliquia religiosa de los guaraníes a la que le atribuyeron varios milagros, por ese motivo la cruz fue trasladada al convento San Francisco de Tarija donde se la conserva como reliquia sagrada. Conectando de esta manera elementos del mundo simbólico guaraní con la vida religiosa franciscana. La historia de esta cruz se puede conectar con los relatos sobre Santo Tomás que contaron los guaraníes en el Paraguay, la cual fue registrada por el P. Antonio Ruiz de Montoya en su libro “Conquista Espiritual”(55).
La acción misionera franciscana en la primera etapa colonial no se debe entender sin una conexión con la ciudad que solicitó a dichos religiosos. La fundación de Tarija tiene dos motivos muy claros, Tarija se fundó dentro de una política de expansión colonial que buscaba, por un lado, conectar e integrar el norte, Lima, Charcas con el sur, Tucumán, Santiago del Estero y el Río de la Plata y al oriente con Asunción. Por otro lado, buscaba con ésta política conquistar a los guaraníes, por eso la posición de Tarija fue estratégica en la expansión colonial.(56)
La acción de los franciscanos se conectó con estos objetivos fundacionales de la ciudad de Tarija, la integración de la región, por medio de las misiones entre fíeles y las Pías Memorias, y la llegada a los poblados indígenas a través del proyecto misionero franciscano de las llamadas misiones “entre infieles”. Estas acciones son intensificadas por la acción misionera del Colegio de Propaganda Fide de Tarija.
Los Colegios de Propaganda Fide
Los Colegios de Propaganda Fide fueron parte de una acción de renovación eclesial y misional que se plasmó de manera efectiva en la Orden Franciscana(57). Es así que el Colegio de Propaganda Fide de Tarija fue parte de este proceso de renovación eclesial. Por eso es importante anotar aquí algunos datos.
Este nuevo modelo misional denominado Colegios de Propaganda Fide fue una institución misionera que estaba bajo la dirección de la Congregación de Propaganda Fide fundada en 1622 con la Bula Inescrutabili divinae providentiae de Gregorio XV(58). La creación de esta Congregación significaba, por un lado, una nueva forma de control del espacio misional desde Roma, donde la Iglesia retomaba sus principios misionales originarios. Por otro lado, la cualificación sistemática de misioneros. Dentro de esta lógica se fundó el Colegio Urbaniano(59) con una perspectiva internacional.
En la Orden Franciscana ya existía inquietud por una reforma para responder con efectividad a los nuevos desafíos que planteaba la misión, por ejemplo, los informes del P. Gregorio Bolívar de 1625, en los que solicitaba conventos donde se especialicen misioneros exclusivamente para la misión. Todas estas inquietudes e iniciativas fueron reunidas y sistematizas en Roma por el P. Francesco Ingoli(60), Secretario de la Congregación, el cual canalizó las diversas inquietudes recibidas.
Fray Antonio Flinás con el apoyo del P. José Ximenez Samaniego, Ministro General de la Orden Franciscana, desarrolló un proyecto misionero a partir de la fundación del primer Colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro en México en el año 1665, con licencias del P. Samaniego, Carlos II y con el Breve Sacrosancti Apostolatus Officilum de Inocencio XI(61).
Rápidamente en Portugal, España y América se erigieron colegios de Propaganda Fide, uno de ellos fue el Colegio de Propaganda Fide de Tarija.
Los colegios fundados estaban en la lógica de una “misión canónica”, esta denominación designa el proceso jurídico eclesial de una nueva institución franciscana con autonomía de las provincias, marcando, de esta manera, un estilo de franciscanismo misionero, además mostraba la capacidad de evolución y de adaptación de la orden a los desafíos misionales sobre la base jurídica de Sacrosancti Apostolatus Officium y Ecclesiae Catholicae(62) de Inocencio XI. En Tarija está el corpus jurídico que fue sistematizado por el P. Antonio Comajuncosa(63).
El Colegio de Propaganda Fide de Tarija
En 1755 el convento de Tarija es elevado al rango de Colegio de Propaganda Fide. Este estatus lo tuvo hasta 1918 año en que se suprimió el colegio, porque la zona misionera, donde trabajaron los religiosos, fue erigida en el Vicariato del Chaco en la lógica de un proceso eclesial, creando así una nueva jurisdicción eclesial.
La orden resolvió crear el Colegio de Propaganda Fide en medio de contradicciones. En principio tenían que ceder esa provincia el Convento de Ocopa pero por oposición de los religiosos no se cedió. Ante esta situación impuso su autoridad el P. Francisco Soto y Marne y se cedió el convento de Tarija para que sea Colegio de Propaganda Fide.
En la patente de fundación, firmada en 3 de abril de 1573, el P. Marne enfatizó su autoridad como superior y el derecho y obligación de la orden de misionar según las bulas inocencianas; bajo este imperativo, ordenó la cesión y erección del convento de Tarija en Colegio de Propaganda Fide.
En el año de 1755 el P. Marne envió 20 misioneros a Tarija, este grupo fue liderado por fray Manuel Mingo de la Concepción, conocido como el primer cronista conventual, además estaba entre ellos el hermano fray Francisco del Pilar, que fue el fundador de las misiones entre los guaraníes(64).
El nuevo colegio empezaba con un claro objetivo misionero, ocupar de las “misiones y conversiones vivas” y para esto desarrolló un nuevo modelo institucional misionero.
La primera tarea de los religiosos fue la construcción del nuevo convento, porque el convento que encontraron estaba en estado de pobreza. El nuevo edificio se edificó bajo el concepto de “cuartel de los soldados de Dios” en el proceso de construcción se destacó la presencia de los arquitectos Antonio Oliver(65) y fray Francisco Miguel Mari(66). El resultado fue un convento que cambió el imaginario urbano de Tarija pues fue el edificio más grande de la pequeña Tarija colonial porque abarcaba esta estructura religiosa más de dos manzanos.
(44) Fundación “Lorenzo Calzavarini”. Correo electrónico: michurquisito@gmail.com
(45) Cf., “Provisión del Virrey para la fundación de Tarixa”, Corrado Alejandro, Comajuncosa, Antonio, El Colegio Franciscano de Tarija y sus Misiones, Maldini Gerardo (Ed.), Tarija 1990, Tomo 2, págs. 509-512.
(46) Cf., Trigo O’Connor d’Arlach, Eduardo, Tarija en la Independencia del Virreinato del Río de La Plata, La Paz, Plural, 2009, págs. 15-22.
(47) Cf., 1606. III. 10. La Plata; 1607.1. 9. La Plata. Escritura original de la licencia de la fundación del Convento. (A.F.T. EP-1), en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana y formación intercultural, en el sudeste de Bolivia, (1606-1936) según documentos del Archivo Franciscano de Tarija, IV Centenario de la fundación del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles (Colegio de Propaganda Fide 1755-1918 de Tarija (1606-2006), Santa Cruz 2006, Tomo I, • págs. 133-136.
(48) Cf., Barnadas, Jopsep, Charcas: orígenes históricos de una sociedad colonial, Centro de Investigaciones y promoción del campesino, La Paz , 1973, pág. 33-42.
(49) Cf., 1606. V. 4. Tarija. Derrama que hicieron los vecinos y benefactores de esta Tarija, para la fundación y erección de esta Iglesia y Convento; y tiene 173 donaciones. (A.F.T. EP-2), en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I, págs. 137-144.
(50) Cf., Gómez Mendoza, Manuel, “Ecos de la presentación de los tres primeros tomos. Proceso de elaboración del libro “Presencia franciscana y formación intercultural en el sudeste de Bolivia”, tomos I-II-III correspondientes a la Audiencia de Charcas, 1606 - 1825”, en: Cántaro N° 321, 2005.08.25, Tarija. “Acción del Colegio de Propaganda Fide y su actividad misionera en el momento colonial y republicano”. Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I, pág. XLIV. Cf., Gómez Mendoza, Manuel, “Cuatro siglos de historia”, en: Cántaro No. 240.
(51) Fuentes en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana I-VII. Además en Gómez Mendoza, Manuel, La nueva obra del Centro Eclesial de Documentación y su autor, Cántaro, N° 305. Tarija 2005.
(52) Mendoza, Diego de, Chrónicas de la Provincia de San Antonio de los Charcas, La Paz, 1976, págs. 293-301.
(53) Cf., “De la entrada que hizo a los indios chiriguanaes el Padre Comisario Fray Gregorio de Bolívar, por el valle de Cochabamba”, en Mendoza Diego de, Chrónica de la Provincia, pág. 113-116. “Actividad misionera del P. Gregorio Bolívar”, Heras, Julián, Perú-Bolivia, S. 538-540. Cf., Lemmens, Leonhard, Geschichte der Franziskanermissionen, N° 12. Münster 1929, pág. 318.
(54) Mendoza, Diego de, Chrónica, págs. 119-124.
(55) Ver: Ruiz de Montoya, Antonio, Conquista Espiritual, feita pelos Religiosos de Companhia de Jesu ñas Provincias do Paraguai, Paraná, Uruguai e Tape, I° Ed. Brasileira, Martins Livreiro Editor, Porto Alegre, 1985, págs. 98-101.
(56) Cf., Calzavarini, Lorenzo, Nación chiriguana: grandeza y ocaso, Ed. Los amigos del libro, Cochabamba, 1980, pág. 55. Datos del Oidor Matienzo, en Roberto Levillier, La Audiencia de Charcas: correspondencia de presidentes y oidores; documentos del Archivo de Indias. Madrid 1918, pág. 162.
(57) En esta lógica está la investigación de: Langenbacher Jiménez, Ferdy, Origen, desarrollo e influjo de los Colegios de Propaganda Fide en la Iglesia y Sociedad de la recién Fundada República boliviana (1834-1877), Grottaferrata, Frati Ed. di Quaracchi, (Rom 2005), pág. 498.
(58) Cf., Orbis Seraphicus; Historia, S. 2-5. Maroni Romano, Gaetano Calvaliere del, Dizionario, pág. 243.
(59) Cf., Jezernik, Maksimilijan, Il Collegio urbano, in Sacrae Congregationis de Propaganda Fide, Memoria rerum. 350 anni al servizio delle missioni 1622-1972,I/1. Herder, Rom-Freiburg-Wien, 1971, págs. 465-482.
(60) Cf., Grisar, Josef, Institut vor rómischen Kongregation (1616-1630), Pontificia Univ. Gregoriana, Rom, 1966, págs. 238 -247.
(61) Cf., Diez, Joseph; Langenbacher, Ferdy, Apostólicos empleos de los hijos del Seraphin Llagado, obreros evangélicos del Collegio de la Santissima Cruz de la ciudad de Santiago de Querétaro. Grottaferrata, 1999, pág. 12. Cf., Espinosa, Isidro Félix de, Juan Domingo Arricivita, Chronicas apostólicas, y seraphica de todos los colegios de Propaganda Fide de esta Nueva-España, de missioneros franciscanos observantes: erigidos con autoridad pontificia, y regia, para la reformación de los fieles, y conversión de los gentiles; consagrada a la milagrosa cruz de piedra, que como titular se venera en su primer Colegio de Propaganda Fide de la muy ilustre ciudad de Santiago de Querétaro, sita en el arzobispado de México, México 1746, pág. 322.
(62) Cf. Calzavarini, Lorenzo, Encyclicas o cartas circulares del P. Fray Antonio Comajuncosa (1794-1801) (e historiación del régimen reduccional franciscano, 1755-1825, según fuentes del Archivo Franciscano de Tarija) en: Bolivia Franciscana, Revista de la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia, Año 7, No. 7. Cochabamba 2007, págs. 11 Oss.
(63) Ver la investigación de: González, Fernando Jesús, Elementos de derecho canónico indiano en la obra inédita de Fray Antonio Comajuncosa, “El Comisario Prefecto de Misiones instruido”, Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, Buenos Aires, 2010.
(64) Anasagasti, Pedro, Francisco del Pilar Conquistador Evangélico del Chaco Chiriguano, 1991, La Paz, Don Bosco, pág. 80.
(65) Cf., Biografía de Fray Antonio Oliver, en Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo III, pág. 1445.
(66) Cf., 1795. I. 13. Tarija. Acta n. 8: Fray Francisco Miguel Mari contrario a la construcción de la atahona, en Libro de las Actas Discretoriales, 1794-1920. (A.F.T. H - 9), y 1806. I. 4. Tarija. Acta n. 33: Trabajos de Fray Francisco Miguel Mari, en Libro de las Actas Discretoriales, 1794-1920. (A.F.T. H-9), S. 391-394, en Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, pág. 379-380.
La “Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa“(45) fue fundada en 1574 por el capitán Luis de Fuentes y Vargas, desde los primeros años se fue configurado el espectro religioso, con la llegada del Dominico P. Francisco Sedeño, junto a Luis de Fuentes, y la fundación de su convento en 1575, la fundación del convento de los Agustinos y de San Juan de Dios hasta fines del siglo XVI(46). En 1606 completa la presencia de mendicantes los franciscanos con la fundación del Convento de Santa María de los Ángeles de Tarija(47).
Esta fundación franciscana tuvo particularidades propias, porque la ciudadanía de Tarija reunida en un Cabildo solicitó la presencia de Franciscanos en Tarija, ante este pedido la respuesta de las autoridades en Charcas fue negativa, pues no contaban con los recursos económicos para la construcción de un nuevo convento y la manutención del personal religioso en una región tan alejada de la centralidad colonial(48).
Ante aquella respuesta los pobladores tarijeños se comprometieron a solventar los gastos de construcción y manutención de los religiosos del convento franciscano de Tarija(49).
Este inicio tan particular conectó la vida de los pobladores con la vida y acción evangelizadora de los religiosos franciscanos. Esto se puede constatar por medio del desarrollo de las Pías Memorias, que fue un sistema de capellanía que conectaban las fincas, chacras y viñas con el convento franciscano, así se financió la manutención del convento en la época colonial y se pudo sostener el servicio religioso a los fieles.
La acción misionera de los franciscanos en Tarija fue periodizada por Lorenzo Calzavarini en su enciclopedia franciscana Presencia franciscana y formación intercultural, en el sudeste de Bolivia, (1606-1936) según documentos del Archivo Franciscano de Tarija, IV Centenario de la fundación del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles (Colegio de Propaganda Fide 1755-1918 de Tarija (1606-2006)”. En esta enciclopedia se puede distinguir una periodización que aquí la presentamos bajo estas cetegorías: prot-misión, misión y post-misión.
Prot-misión corresponde a la primera etapa de vida conventual en Tarija de 1606 a 1755, en la que se desarrolla sólo la vida conventual; el periodo de misión corresponde a la actividad misionera del Colegio de Propaganda Fide desde 1755 a 1918, comprendiendo la última etapa colonial, con la presencia de misioneros españoles y la republicana con la restauración de los Colegios Misioneros de fray Andrés Herrero y la presencia de misioneros de las provincias italianas(50), año de la supresión del Colegio de Propaganda Fide para dar paso a la erección del Vicariato del Chaco en la zona que trabajaron los Franciscanos de Tarija. Desde 1919 hasta 2006 comprende la post-misión o época moderna que comprenden la acción de la orden en nuevos espacios urbanos. De esta manera periodizó los 400 años de actividad franciscana en y desde Tarija(51).
El periodo que interesa en esta presentación es el periodo colonial de prot-misión y la primera etapa colonial de la misión, desde 1606 hasta 1825. En éste se puede distinguir claramente dos momentos: el primero desde la fundación del convento en 1606 hasta 1755, y el segundo desde 1755, año de la erección del convento en Colegio de Propaganda Fide, hasta los umbrales de la revolución.
Los franciscanos desde su llegada a Tarija en 1606 se dedicaron a las siguientes actividades: construcción del convento, acompañamiento espiritual a los fieles y visitas periódicas a las fincas, viñas y chacras que se encontraban en la región, que fue desde el valle de Cinti, hoy parte del departamento de Chuquisaca, hasta las regiones cercanas a Salinas y Bermejo, cerca de la actual frontera con Argentina.
Sobre la Etapa de prot-mision, veamos algunas aspectos, de la vida de los religiosos, de este primer periodo, vale destacar estos aspectos: primero el convento en principio debía ser un convento de recoletos pero el número de religiosos no fue suficiente, a pesar de eso, ellos asumieron ese estilo de vida franciscana que se caracterizó por llevar una vida separada del mundo con una intensa dedicación a la vida espiritual. Así documentó el cronista de la época fray Diego de Mendoza, en su Crónica de la Provincia de los Charcas, la vida del primer Guardián Fray Antonio de San Buenaventura(52) que luego de su conversión y toma del hábito franciscano en el Perú su vida tuvo notas de santidad en Tarija; otro religioso destacado en la región fue el Fray Gregorio Bolívar(53) que hizo incursión en la región de los guaraníes en el siglo XVII. Un acontecimiento relevante, en los inicios, fue registrado por Mendoza, él relata con detalle del descubrimiento de una “Cruz” cerca del pueblo de Torres(54), en las cercanías de Salinas. Ella fue una reliquia religiosa de los guaraníes a la que le atribuyeron varios milagros, por ese motivo la cruz fue trasladada al convento San Francisco de Tarija donde se la conserva como reliquia sagrada. Conectando de esta manera elementos del mundo simbólico guaraní con la vida religiosa franciscana. La historia de esta cruz se puede conectar con los relatos sobre Santo Tomás que contaron los guaraníes en el Paraguay, la cual fue registrada por el P. Antonio Ruiz de Montoya en su libro “Conquista Espiritual”(55).
La acción misionera franciscana en la primera etapa colonial no se debe entender sin una conexión con la ciudad que solicitó a dichos religiosos. La fundación de Tarija tiene dos motivos muy claros, Tarija se fundó dentro de una política de expansión colonial que buscaba, por un lado, conectar e integrar el norte, Lima, Charcas con el sur, Tucumán, Santiago del Estero y el Río de la Plata y al oriente con Asunción. Por otro lado, buscaba con ésta política conquistar a los guaraníes, por eso la posición de Tarija fue estratégica en la expansión colonial.(56)
La acción de los franciscanos se conectó con estos objetivos fundacionales de la ciudad de Tarija, la integración de la región, por medio de las misiones entre fíeles y las Pías Memorias, y la llegada a los poblados indígenas a través del proyecto misionero franciscano de las llamadas misiones “entre infieles”. Estas acciones son intensificadas por la acción misionera del Colegio de Propaganda Fide de Tarija.
Los Colegios de Propaganda Fide
Los Colegios de Propaganda Fide fueron parte de una acción de renovación eclesial y misional que se plasmó de manera efectiva en la Orden Franciscana(57). Es así que el Colegio de Propaganda Fide de Tarija fue parte de este proceso de renovación eclesial. Por eso es importante anotar aquí algunos datos.
Este nuevo modelo misional denominado Colegios de Propaganda Fide fue una institución misionera que estaba bajo la dirección de la Congregación de Propaganda Fide fundada en 1622 con la Bula Inescrutabili divinae providentiae de Gregorio XV(58). La creación de esta Congregación significaba, por un lado, una nueva forma de control del espacio misional desde Roma, donde la Iglesia retomaba sus principios misionales originarios. Por otro lado, la cualificación sistemática de misioneros. Dentro de esta lógica se fundó el Colegio Urbaniano(59) con una perspectiva internacional.
En la Orden Franciscana ya existía inquietud por una reforma para responder con efectividad a los nuevos desafíos que planteaba la misión, por ejemplo, los informes del P. Gregorio Bolívar de 1625, en los que solicitaba conventos donde se especialicen misioneros exclusivamente para la misión. Todas estas inquietudes e iniciativas fueron reunidas y sistematizas en Roma por el P. Francesco Ingoli(60), Secretario de la Congregación, el cual canalizó las diversas inquietudes recibidas.
Fray Antonio Flinás con el apoyo del P. José Ximenez Samaniego, Ministro General de la Orden Franciscana, desarrolló un proyecto misionero a partir de la fundación del primer Colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro en México en el año 1665, con licencias del P. Samaniego, Carlos II y con el Breve Sacrosancti Apostolatus Officilum de Inocencio XI(61).
Rápidamente en Portugal, España y América se erigieron colegios de Propaganda Fide, uno de ellos fue el Colegio de Propaganda Fide de Tarija.
Los colegios fundados estaban en la lógica de una “misión canónica”, esta denominación designa el proceso jurídico eclesial de una nueva institución franciscana con autonomía de las provincias, marcando, de esta manera, un estilo de franciscanismo misionero, además mostraba la capacidad de evolución y de adaptación de la orden a los desafíos misionales sobre la base jurídica de Sacrosancti Apostolatus Officium y Ecclesiae Catholicae(62) de Inocencio XI. En Tarija está el corpus jurídico que fue sistematizado por el P. Antonio Comajuncosa(63).
El Colegio de Propaganda Fide de Tarija
En 1755 el convento de Tarija es elevado al rango de Colegio de Propaganda Fide. Este estatus lo tuvo hasta 1918 año en que se suprimió el colegio, porque la zona misionera, donde trabajaron los religiosos, fue erigida en el Vicariato del Chaco en la lógica de un proceso eclesial, creando así una nueva jurisdicción eclesial.
La orden resolvió crear el Colegio de Propaganda Fide en medio de contradicciones. En principio tenían que ceder esa provincia el Convento de Ocopa pero por oposición de los religiosos no se cedió. Ante esta situación impuso su autoridad el P. Francisco Soto y Marne y se cedió el convento de Tarija para que sea Colegio de Propaganda Fide.
En la patente de fundación, firmada en 3 de abril de 1573, el P. Marne enfatizó su autoridad como superior y el derecho y obligación de la orden de misionar según las bulas inocencianas; bajo este imperativo, ordenó la cesión y erección del convento de Tarija en Colegio de Propaganda Fide.
En el año de 1755 el P. Marne envió 20 misioneros a Tarija, este grupo fue liderado por fray Manuel Mingo de la Concepción, conocido como el primer cronista conventual, además estaba entre ellos el hermano fray Francisco del Pilar, que fue el fundador de las misiones entre los guaraníes(64).
El nuevo colegio empezaba con un claro objetivo misionero, ocupar de las “misiones y conversiones vivas” y para esto desarrolló un nuevo modelo institucional misionero.
La primera tarea de los religiosos fue la construcción del nuevo convento, porque el convento que encontraron estaba en estado de pobreza. El nuevo edificio se edificó bajo el concepto de “cuartel de los soldados de Dios” en el proceso de construcción se destacó la presencia de los arquitectos Antonio Oliver(65) y fray Francisco Miguel Mari(66). El resultado fue un convento que cambió el imaginario urbano de Tarija pues fue el edificio más grande de la pequeña Tarija colonial porque abarcaba esta estructura religiosa más de dos manzanos.
(44) Fundación “Lorenzo Calzavarini”. Correo electrónico: michurquisito@gmail.com
(45) Cf., “Provisión del Virrey para la fundación de Tarixa”, Corrado Alejandro, Comajuncosa, Antonio, El Colegio Franciscano de Tarija y sus Misiones, Maldini Gerardo (Ed.), Tarija 1990, Tomo 2, págs. 509-512.
(46) Cf., Trigo O’Connor d’Arlach, Eduardo, Tarija en la Independencia del Virreinato del Río de La Plata, La Paz, Plural, 2009, págs. 15-22.
(47) Cf., 1606. III. 10. La Plata; 1607.1. 9. La Plata. Escritura original de la licencia de la fundación del Convento. (A.F.T. EP-1), en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana y formación intercultural, en el sudeste de Bolivia, (1606-1936) según documentos del Archivo Franciscano de Tarija, IV Centenario de la fundación del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles (Colegio de Propaganda Fide 1755-1918 de Tarija (1606-2006), Santa Cruz 2006, Tomo I, • págs. 133-136.
(48) Cf., Barnadas, Jopsep, Charcas: orígenes históricos de una sociedad colonial, Centro de Investigaciones y promoción del campesino, La Paz , 1973, pág. 33-42.
(49) Cf., 1606. V. 4. Tarija. Derrama que hicieron los vecinos y benefactores de esta Tarija, para la fundación y erección de esta Iglesia y Convento; y tiene 173 donaciones. (A.F.T. EP-2), en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I, págs. 137-144.
(50) Cf., Gómez Mendoza, Manuel, “Ecos de la presentación de los tres primeros tomos. Proceso de elaboración del libro “Presencia franciscana y formación intercultural en el sudeste de Bolivia”, tomos I-II-III correspondientes a la Audiencia de Charcas, 1606 - 1825”, en: Cántaro N° 321, 2005.08.25, Tarija. “Acción del Colegio de Propaganda Fide y su actividad misionera en el momento colonial y republicano”. Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I, pág. XLIV. Cf., Gómez Mendoza, Manuel, “Cuatro siglos de historia”, en: Cántaro No. 240.
(51) Fuentes en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana I-VII. Además en Gómez Mendoza, Manuel, La nueva obra del Centro Eclesial de Documentación y su autor, Cántaro, N° 305. Tarija 2005.
(52) Mendoza, Diego de, Chrónicas de la Provincia de San Antonio de los Charcas, La Paz, 1976, págs. 293-301.
(53) Cf., “De la entrada que hizo a los indios chiriguanaes el Padre Comisario Fray Gregorio de Bolívar, por el valle de Cochabamba”, en Mendoza Diego de, Chrónica de la Provincia, pág. 113-116. “Actividad misionera del P. Gregorio Bolívar”, Heras, Julián, Perú-Bolivia, S. 538-540. Cf., Lemmens, Leonhard, Geschichte der Franziskanermissionen, N° 12. Münster 1929, pág. 318.
(54) Mendoza, Diego de, Chrónica, págs. 119-124.
(55) Ver: Ruiz de Montoya, Antonio, Conquista Espiritual, feita pelos Religiosos de Companhia de Jesu ñas Provincias do Paraguai, Paraná, Uruguai e Tape, I° Ed. Brasileira, Martins Livreiro Editor, Porto Alegre, 1985, págs. 98-101.
(56) Cf., Calzavarini, Lorenzo, Nación chiriguana: grandeza y ocaso, Ed. Los amigos del libro, Cochabamba, 1980, pág. 55. Datos del Oidor Matienzo, en Roberto Levillier, La Audiencia de Charcas: correspondencia de presidentes y oidores; documentos del Archivo de Indias. Madrid 1918, pág. 162.
(57) En esta lógica está la investigación de: Langenbacher Jiménez, Ferdy, Origen, desarrollo e influjo de los Colegios de Propaganda Fide en la Iglesia y Sociedad de la recién Fundada República boliviana (1834-1877), Grottaferrata, Frati Ed. di Quaracchi, (Rom 2005), pág. 498.
(58) Cf., Orbis Seraphicus; Historia, S. 2-5. Maroni Romano, Gaetano Calvaliere del, Dizionario, pág. 243.
(59) Cf., Jezernik, Maksimilijan, Il Collegio urbano, in Sacrae Congregationis de Propaganda Fide, Memoria rerum. 350 anni al servizio delle missioni 1622-1972,I/1. Herder, Rom-Freiburg-Wien, 1971, págs. 465-482.
(60) Cf., Grisar, Josef, Institut vor rómischen Kongregation (1616-1630), Pontificia Univ. Gregoriana, Rom, 1966, págs. 238 -247.
(61) Cf., Diez, Joseph; Langenbacher, Ferdy, Apostólicos empleos de los hijos del Seraphin Llagado, obreros evangélicos del Collegio de la Santissima Cruz de la ciudad de Santiago de Querétaro. Grottaferrata, 1999, pág. 12. Cf., Espinosa, Isidro Félix de, Juan Domingo Arricivita, Chronicas apostólicas, y seraphica de todos los colegios de Propaganda Fide de esta Nueva-España, de missioneros franciscanos observantes: erigidos con autoridad pontificia, y regia, para la reformación de los fieles, y conversión de los gentiles; consagrada a la milagrosa cruz de piedra, que como titular se venera en su primer Colegio de Propaganda Fide de la muy ilustre ciudad de Santiago de Querétaro, sita en el arzobispado de México, México 1746, pág. 322.
(62) Cf. Calzavarini, Lorenzo, Encyclicas o cartas circulares del P. Fray Antonio Comajuncosa (1794-1801) (e historiación del régimen reduccional franciscano, 1755-1825, según fuentes del Archivo Franciscano de Tarija) en: Bolivia Franciscana, Revista de la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia, Año 7, No. 7. Cochabamba 2007, págs. 11 Oss.
(63) Ver la investigación de: González, Fernando Jesús, Elementos de derecho canónico indiano en la obra inédita de Fray Antonio Comajuncosa, “El Comisario Prefecto de Misiones instruido”, Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, Buenos Aires, 2010.
(64) Anasagasti, Pedro, Francisco del Pilar Conquistador Evangélico del Chaco Chiriguano, 1991, La Paz, Don Bosco, pág. 80.
(65) Cf., Biografía de Fray Antonio Oliver, en Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo III, pág. 1445.
(66) Cf., 1795. I. 13. Tarija. Acta n. 8: Fray Francisco Miguel Mari contrario a la construcción de la atahona, en Libro de las Actas Discretoriales, 1794-1920. (A.F.T. H - 9), y 1806. I. 4. Tarija. Acta n. 33: Trabajos de Fray Francisco Miguel Mari, en Libro de las Actas Discretoriales, 1794-1920. (A.F.T. H-9), S. 391-394, en Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, pág. 379-380.
jueves, 28 de julio de 2016
El cuadro que revela cómo fue el cerco a La Paz en 1781
Han pasado 235 años desde que miles de indígenas, liderados por Túpac Katari (Julián Apaza), el 13 de marzo de 1781, tendieron el cerco alrededor de Nuestra Señora de La Paz que se prolongó por 11 meses, aterrorizando a sus más o menos 11.000 habitantes, en su mayoría españoles.
El hecho es uno de los más documentados en la historia de la Colonia en Bolivia porque el autor, Túpac Katari, fue enjuiciado por sus actos y condenado a muerte. El historiador Fernando Cajías afirma que en el Archivo de Indias, en España, hay más de 3.000 documentos que testimonian y describen el acontecimiento. Pero en La Paz, donde se vivió día a día el cerco, queda un testimonio contundente: el cuadro pintado por Florentino Olivares en 1888.
"El cuadro muestra a detalle la ciudad cercada y cómo se realizó la defensa por parte de los soldados españoles. Se ve los barrios de indios, San Pedro, San Sebastián, y El Alto completamente tomados, lo que demuestra el cerco. A los lados del cuadro se ve un franciscano colgado y a otros indígenas que corrieron la misma suerte”, explica el historiador Fernando Cajías.
Evidentemente, en el lienzo, los indígenas que cercaron Nuestra Señora de La Paz son representados por cientos de figuras diminutas que aparecen delante de las orillas del río Choqueyapu que separaban a la urbe española de los barrios de indios de San Pedro y San Sebastián . Las diminutas figuras se esparcen hacía arriba, hacia la cumbre de El Alto, hoy Ceja de El Alto.
También se ve cómo los indígenas tomaron los cinco puentes que los españoles usaban para cruzar los ríos que rodeaban la ciudad: Choqueyapu, Calchuni y Mejahuira.
La pintura muestra una especie de muralla que los conquistadores habrían elevado en el límite con la Caja de Agua (hoy plaza Riosihnio) para frenar el ingreso de los sublevados.
"La sublevación fue una lucha antifiscal, contra los tributos, repartos y la mita que imponían los españoles a los indígenas, pero fue, a la vez, contra los europeos y el campo contra la ciudad”, señala Fernando Cajías.
Desde el Killi Killi
El historiador Carlos Gerl explica que la pieza histórica "fue pintada al revés” y posiblemente desde el mirador de Killi Killi que, de acuerdo a algunas versiones históricas, fue el cuartel general de Túpac Katari, desde donde comandó el cerco durante los 11 meses.
"El norte está abajo. Es un plano invertido de la ciudad y retrata la situación del cerco, muestra los muros y cómo los cinco puentes de la ciudad estaban tomados. El cuadro retrata la situación dramática en la que quedaron los españoles, que habitaban separados de los barrios de indios”, dice el investigador.
Para Gerl, el lienzo fue mandado a hacer para dejar testimonio del hecho, que llenó de caos y terror la entonces pequeña ciudad española.
El historiador cita los escritos de Diez de Medina, una español acaudalado que habitaba en plena plaza Murillo -en la casona sobre la calle Comercio, que hoy es el Museo Nacional de Arte- donde se lee "el horror que vivieron los españoles”.
"Se lee el caso de un señor de apellido Murillo que salió de los límites de la ciudad con el intento de volar el cerco indígena, pero que fue capturado.
El testimonio dice que los indígenas le rompieron las extremidades superiores e inferiores y que así lo subieron sobre el lomo de una bestia y lo enviaron de nuevo a la ciudad, lo que causó mayor indignación y pavor entre los sitiados”, relata.
"El cerco fue lapidario. Existen testimonios incluso de canivalismo, como el de una familia de españoles que se comió a uno de los hijos después de que éste murió. Otros terminaron alimentándose de carne de mula y hasta de petacas de cuero seco”, añade.
El cerco
"El 13 de marzo, los vecinos españoles vieron aterrados cómo, al son de los pututus y gritos de gue rra, las tropas indígenas descendían a paso apresurado por la cumbre de El Alto, hoy conocida como la ciudad de El Alto. Poco a poco fueron copando los caminos que venían desde el altiplano hasta la ciudad española, rodeándola completamente”, se lee en el artículo "Killi Killi cuartel de Túpac Katari” del historiador Randy Chávez.
El cuadro
El cuadro de Florentino Olivares que plasmó el cerco a La Paz de 1781 es hoy uno de los tesoros más resguardados por la Alcaldía de La Paz. De acuerdo a la información que tiene el lienzo, este fue pintado en 1888. Se encuentra en exhibición en la planta alta del Museo Municipal Casa de Murillo, en la sala de conspiración y despacho.
Desdel el Killi Killi, 11 meses de asedio a los españoles
Cerco El 13 de marzo de 1781, los españoles asentados en Nuestra Señora de La Paz vieron aterrados cómo, al son de los pututus y gritos de guerra, tropas de indígenas descendían por la cumbre de El Alto.
Control Cuando tuvo información de que el cerco estaba instalado, Túpac Katari se dirigió al mirador de Killi Killi para dominar desde allí el cerco.
Controlados El 1 de julio de 1871, después de 109 días de cerco, los españoles lograron vencer el sitio indígena y retomar el control de la ciudad.
Segundo sitio Después de 40 días los indígenas de Katari volvieron a cercar la ciudad. Aparecieron nuevamente por el Calvario y por el campo de Soqueri (Santa Bárbara) y disparando algunos fusiles.
Fin de la rebelión El segundo cerco se prolongó por 64 días, hasta que llegaron tropas del teniente coronel José Reseguín, que rompieron el segundo sitio y dio fin a la rebelión.
El hecho es uno de los más documentados en la historia de la Colonia en Bolivia porque el autor, Túpac Katari, fue enjuiciado por sus actos y condenado a muerte. El historiador Fernando Cajías afirma que en el Archivo de Indias, en España, hay más de 3.000 documentos que testimonian y describen el acontecimiento. Pero en La Paz, donde se vivió día a día el cerco, queda un testimonio contundente: el cuadro pintado por Florentino Olivares en 1888.
"El cuadro muestra a detalle la ciudad cercada y cómo se realizó la defensa por parte de los soldados españoles. Se ve los barrios de indios, San Pedro, San Sebastián, y El Alto completamente tomados, lo que demuestra el cerco. A los lados del cuadro se ve un franciscano colgado y a otros indígenas que corrieron la misma suerte”, explica el historiador Fernando Cajías.
Evidentemente, en el lienzo, los indígenas que cercaron Nuestra Señora de La Paz son representados por cientos de figuras diminutas que aparecen delante de las orillas del río Choqueyapu que separaban a la urbe española de los barrios de indios de San Pedro y San Sebastián . Las diminutas figuras se esparcen hacía arriba, hacia la cumbre de El Alto, hoy Ceja de El Alto.
También se ve cómo los indígenas tomaron los cinco puentes que los españoles usaban para cruzar los ríos que rodeaban la ciudad: Choqueyapu, Calchuni y Mejahuira.
La pintura muestra una especie de muralla que los conquistadores habrían elevado en el límite con la Caja de Agua (hoy plaza Riosihnio) para frenar el ingreso de los sublevados.
"La sublevación fue una lucha antifiscal, contra los tributos, repartos y la mita que imponían los españoles a los indígenas, pero fue, a la vez, contra los europeos y el campo contra la ciudad”, señala Fernando Cajías.
Desde el Killi Killi
El historiador Carlos Gerl explica que la pieza histórica "fue pintada al revés” y posiblemente desde el mirador de Killi Killi que, de acuerdo a algunas versiones históricas, fue el cuartel general de Túpac Katari, desde donde comandó el cerco durante los 11 meses.
"El norte está abajo. Es un plano invertido de la ciudad y retrata la situación del cerco, muestra los muros y cómo los cinco puentes de la ciudad estaban tomados. El cuadro retrata la situación dramática en la que quedaron los españoles, que habitaban separados de los barrios de indios”, dice el investigador.
Para Gerl, el lienzo fue mandado a hacer para dejar testimonio del hecho, que llenó de caos y terror la entonces pequeña ciudad española.
El historiador cita los escritos de Diez de Medina, una español acaudalado que habitaba en plena plaza Murillo -en la casona sobre la calle Comercio, que hoy es el Museo Nacional de Arte- donde se lee "el horror que vivieron los españoles”.
"Se lee el caso de un señor de apellido Murillo que salió de los límites de la ciudad con el intento de volar el cerco indígena, pero que fue capturado.
El testimonio dice que los indígenas le rompieron las extremidades superiores e inferiores y que así lo subieron sobre el lomo de una bestia y lo enviaron de nuevo a la ciudad, lo que causó mayor indignación y pavor entre los sitiados”, relata.
"El cerco fue lapidario. Existen testimonios incluso de canivalismo, como el de una familia de españoles que se comió a uno de los hijos después de que éste murió. Otros terminaron alimentándose de carne de mula y hasta de petacas de cuero seco”, añade.
El cerco
"El 13 de marzo, los vecinos españoles vieron aterrados cómo, al son de los pututus y gritos de gue rra, las tropas indígenas descendían a paso apresurado por la cumbre de El Alto, hoy conocida como la ciudad de El Alto. Poco a poco fueron copando los caminos que venían desde el altiplano hasta la ciudad española, rodeándola completamente”, se lee en el artículo "Killi Killi cuartel de Túpac Katari” del historiador Randy Chávez.
El cuadro
El cuadro de Florentino Olivares que plasmó el cerco a La Paz de 1781 es hoy uno de los tesoros más resguardados por la Alcaldía de La Paz. De acuerdo a la información que tiene el lienzo, este fue pintado en 1888. Se encuentra en exhibición en la planta alta del Museo Municipal Casa de Murillo, en la sala de conspiración y despacho.
Desdel el Killi Killi, 11 meses de asedio a los españoles
Cerco El 13 de marzo de 1781, los españoles asentados en Nuestra Señora de La Paz vieron aterrados cómo, al son de los pututus y gritos de guerra, tropas de indígenas descendían por la cumbre de El Alto.
Control Cuando tuvo información de que el cerco estaba instalado, Túpac Katari se dirigió al mirador de Killi Killi para dominar desde allí el cerco.
Controlados El 1 de julio de 1871, después de 109 días de cerco, los españoles lograron vencer el sitio indígena y retomar el control de la ciudad.
Segundo sitio Después de 40 días los indígenas de Katari volvieron a cercar la ciudad. Aparecieron nuevamente por el Calvario y por el campo de Soqueri (Santa Bárbara) y disparando algunos fusiles.
Fin de la rebelión El segundo cerco se prolongó por 64 días, hasta que llegaron tropas del teniente coronel José Reseguín, que rompieron el segundo sitio y dio fin a la rebelión.
miércoles, 27 de julio de 2016
EN NUEVO LIBRO PRESENTADO EN SUCRE Especialistas demuestran los "mitos" de la historia
En un acto realizado en la Casa de la Libertad, anoche se presentó el libro “Mitos expuestos: Leyendas falsas de Bolivia. Volumen II”, en el que se incorporan análisis de los investigadores Nicholas Robins, Benjamín Torres, Fernando Suárez, Ernesto Cerveira, Marcelo Columba y Magdalena González.
Este nuevo trabajo muestra un estudio de algunos hechos de relevancia en la historia nacional, cuestionados con base en el concepto de la verdad construida de manera subjetiva.
El libro consta de artículos de fácil lectura que contrastan, a través de nuevos métodos, hechos considerados como parte de una versión oficial de la historia con fuentes distintas a las popularizadas.
Este nuevo trabajo muestra un estudio de algunos hechos de relevancia en la historia nacional, cuestionados con base en el concepto de la verdad construida de manera subjetiva.
El libro consta de artículos de fácil lectura que contrastan, a través de nuevos métodos, hechos considerados como parte de una versión oficial de la historia con fuentes distintas a las popularizadas.
martes, 26 de julio de 2016
Alumnos recuerdan el natalicio de Zudáñez
Ante el ausentismo de las autoridades municipales y departamentales, ayer los alumnos del colegio Jaime de Zudáñez recordaron los 244 años del natalicio del notable héroe de la independencia.
En el acto, los alumnos, al pie del monumento de Zudáñez, realizaron la entrega floral y posteriormente se retiraron a su establecimiento, donde se desarrolló una hora cívica.
En el acto, los alumnos, al pie del monumento de Zudáñez, realizaron la entrega floral y posteriormente se retiraron a su establecimiento, donde se desarrolló una hora cívica.
lunes, 25 de julio de 2016
Establecen filiación de Joaquina Costas
María Joaquina Costas, la mujer que tuvo un hijo para el libertador Simón Bolívar, deja de ser un misterio. El investigador argentino Guillermo Carlos Delgado Jordan logró ubicar históricamente a la célebre mujer y estableció su filiación hasta sus abuelos, hecho que permite determinar, incluso, cuál fue su apellido materno.
Costas es famosa por su romance con Bolívar y hasta se afirma que le salvó la vida al libertador al informarle sobre una conspiración para matarle. Tras desbaratar la conjura, Simón Bolívar sostuvo un romance con la mujer que, pese a que se le atribuye haber estado casada con el coronel Hilarión de la Quintana, tuvo un hijo para él cuya descendencia se extiende hasta nuestros días.
Hasta ahora, la información sobre ella era confusa. Luis Subieta Sagárnaga, que la incluye en su libro "Bolívar y Bolivia" llegó a escribir que ni siquiera se llamaba María Joaquina sino simplemente María. No obstante, el trabajo de Delgado, que se especializa en genealogía, permitió establecer no solo el nombre de la amante del libertador sino su filiación.
Los descendientes de José Costas, el hijo de Simón Bolívar, tampoco conocían sobre la filiación de María Joaquina porque no la incluyeron en un documento notarial suscrito en 2012.
Tras conocer su filiación, Teresa Campos, la descendiente que escribió un libro sobre su célebre antepasada, dijo que se incluirá el dato en una adenda del documento.
Todos los datos desconocidos de María Joaquina, su apellido materno, los nombres de sus padres y abuelos serán revelados el próximo domingo en un artículo que se publicará en la revista Ecos.
Costas es famosa por su romance con Bolívar y hasta se afirma que le salvó la vida al libertador al informarle sobre una conspiración para matarle. Tras desbaratar la conjura, Simón Bolívar sostuvo un romance con la mujer que, pese a que se le atribuye haber estado casada con el coronel Hilarión de la Quintana, tuvo un hijo para él cuya descendencia se extiende hasta nuestros días.
Hasta ahora, la información sobre ella era confusa. Luis Subieta Sagárnaga, que la incluye en su libro "Bolívar y Bolivia" llegó a escribir que ni siquiera se llamaba María Joaquina sino simplemente María. No obstante, el trabajo de Delgado, que se especializa en genealogía, permitió establecer no solo el nombre de la amante del libertador sino su filiación.
Los descendientes de José Costas, el hijo de Simón Bolívar, tampoco conocían sobre la filiación de María Joaquina porque no la incluyeron en un documento notarial suscrito en 2012.
Tras conocer su filiación, Teresa Campos, la descendiente que escribió un libro sobre su célebre antepasada, dijo que se incluirá el dato en una adenda del documento.
Todos los datos desconocidos de María Joaquina, su apellido materno, los nombres de sus padres y abuelos serán revelados el próximo domingo en un artículo que se publicará en la revista Ecos.
Beneméritos de Ñancahuazú accederán a beneficios sociales
La Gobernación dando cumplimiento a la Ley departamental Nro. 65 entregó credenciales a los beneméritos de la guerrilla de Ñancahuazú para que los mismos puedan acceder a todos los beneficios sociales, como becas alimenticias, exención en trámites de personalidad jurídica, actos oficiales, servicios de salud, deporte, trato institucional y privilegiado en todas las instituciones del departamento de Santa Cruz.
El jefe de Gabinete de la Gobernación de Santa Cruz, Daniel Delgado, destacó la lucha incansable de estas personas valientes para conseguir esta ley, “es un gran beneficio que reciban estos credenciales que es un logro para todos”, dijo a tiempo de indicar que el Gobernador siempre se ha preocupado por los adultos mayores y de hacer políticas públicas para todos los cruceños y de aquellos que vienen con sueños y esperanzas a esta tierra en busca de una mejor calidad de vida.
El presidente de la Federación de excombatientes, Eduardo Espinoza, agradeció todo el apoyo recibido por parte de la Gobernación y la primera autoridad departamental, Rubén Costas: “Siempre hemos recibido atención de ustedes y esta no es la excepción, si tuviésemos que defender nuevamente a nuestras autoridades lo haríamos con gusto exponiendo nuestras vidas, debemos recuperar el civismo, del respeto a nuestro gobernantes y leyes”, manifestó muy emocionado e indicó que la próxima gestión celebrarán 50 años de haber defendido la soberanía de la patria.
Finalmente, el secretario de Salud y Políticas Sociales, Oscar Urenda, expresó su alegría y orgullos por ser parte de esta lucha que se consiguió por medio de una Ley Departamental que permite se ejerzan sus derechos para todos los valientes defensores de la patria.
El jefe de Gabinete de la Gobernación de Santa Cruz, Daniel Delgado, destacó la lucha incansable de estas personas valientes para conseguir esta ley, “es un gran beneficio que reciban estos credenciales que es un logro para todos”, dijo a tiempo de indicar que el Gobernador siempre se ha preocupado por los adultos mayores y de hacer políticas públicas para todos los cruceños y de aquellos que vienen con sueños y esperanzas a esta tierra en busca de una mejor calidad de vida.
El presidente de la Federación de excombatientes, Eduardo Espinoza, agradeció todo el apoyo recibido por parte de la Gobernación y la primera autoridad departamental, Rubén Costas: “Siempre hemos recibido atención de ustedes y esta no es la excepción, si tuviésemos que defender nuevamente a nuestras autoridades lo haríamos con gusto exponiendo nuestras vidas, debemos recuperar el civismo, del respeto a nuestro gobernantes y leyes”, manifestó muy emocionado e indicó que la próxima gestión celebrarán 50 años de haber defendido la soberanía de la patria.
Finalmente, el secretario de Salud y Políticas Sociales, Oscar Urenda, expresó su alegría y orgullos por ser parte de esta lucha que se consiguió por medio de una Ley Departamental que permite se ejerzan sus derechos para todos los valientes defensores de la patria.
sábado, 23 de julio de 2016
Exhiben en Paraguay restos de un avión de la Guerra del Chaco
El motor y otros restos de un avión hallado la semana pasada y utilizado por el Ejército paraguayo durante la Guerra del Chaco, fueron presentados ayer en el edificio del Congreso como recuerdo de aquella contienda que enfrentó a Paraguay y Bolivia entre 1932 y 1935.
Los restos del aparato, un Potez 25 fabricado en Francia y derribado en 1934 por un caza boliviano, fueron encontrados por peones de una estancia de la localidad de Mariscal Estigarribia, en el Chaco paraguayo.
El hallazgo fue comunicado al senador Arnoldo Wiens, quien tramitó el traslado del motor al Congreso en su calidad de titular de la comisión encargada de poner en valor los lugares históricos de Paraguay donde transcurrió esa guerra.
Wiens fue el maestro de ceremonias de la presentación de los restos hoy en el Congreso, donde asistieron parlamentarios, militares y Graciela Vaesken, hija del teniente Alfredo Vaesken, el piloto del aparato.
Durante el acto se explicó que la nave fue derribada durante la batalla de El Carmen, que tuvo lugar el 11 de diciembre de 1934 en los alrededores de Mariscal Estigarribia.
Tanto Vaesken como su acompañante, el teniente Abelardo Bertoni, sobrevivieron a la caída del avión. Como homenaje, Graciela Vaesken recibió la medalla "Paz del Chaco", otorgada por el Congreso. Los restos del avión permanecerán 15 días en el edificio para que puedan ser visitados por el público. La comisión senatorial que encabeza Wiens se creó en 2015 con objeto de restaurar y señalizar los puntos históricos paraguayos de esa guerra, como trincheras, fortines y rutas, que se encuentran en estado de abandono.
La Guerra del Chaco causó la muerte de 50 mil bolivianos y 40 mil paraguayos.
Los restos del aparato, un Potez 25 fabricado en Francia y derribado en 1934 por un caza boliviano, fueron encontrados por peones de una estancia de la localidad de Mariscal Estigarribia, en el Chaco paraguayo.
El hallazgo fue comunicado al senador Arnoldo Wiens, quien tramitó el traslado del motor al Congreso en su calidad de titular de la comisión encargada de poner en valor los lugares históricos de Paraguay donde transcurrió esa guerra.
Wiens fue el maestro de ceremonias de la presentación de los restos hoy en el Congreso, donde asistieron parlamentarios, militares y Graciela Vaesken, hija del teniente Alfredo Vaesken, el piloto del aparato.
Durante el acto se explicó que la nave fue derribada durante la batalla de El Carmen, que tuvo lugar el 11 de diciembre de 1934 en los alrededores de Mariscal Estigarribia.
Tanto Vaesken como su acompañante, el teniente Abelardo Bertoni, sobrevivieron a la caída del avión. Como homenaje, Graciela Vaesken recibió la medalla "Paz del Chaco", otorgada por el Congreso. Los restos del avión permanecerán 15 días en el edificio para que puedan ser visitados por el público. La comisión senatorial que encabeza Wiens se creó en 2015 con objeto de restaurar y señalizar los puntos históricos paraguayos de esa guerra, como trincheras, fortines y rutas, que se encuentran en estado de abandono.
La Guerra del Chaco causó la muerte de 50 mil bolivianos y 40 mil paraguayos.
viernes, 22 de julio de 2016
La historia de los 152 años de la bandera cruceña
La bandera del departamento de Santa Cruz de Bolivia fue creada en 1864, mediante un decreto prefectural del 24 de julio de ese año aprobado por Tristán Roca. El símbolo cruceño lleva desde su creación los colores verde, blanco y verde.
El decreto fue emitido en una reunión nacional de los prefectos de Bolivia donde se determinó que todos los departamentos del país debían crear sus emblemas departamentales.
Significado de sus colores
El color verde de la bandera cruceña simboliza la vegetación de las selvas, llanuras y montañas de la geografía regional, además de la viva esperanza de un futuro mejor.
El blanco representa la pureza, hidalguía y nobleza del cruceño, su patriotismo y la franqueza de este pueblo.
Historia de la bandera
Tristán Roca
El doctor Tristán Roca Suárez nació en Asusaquí (actual provincia de Warnes) el 26 de junio de 1826. Líder político cruceño que en 1864, durante la presidencia del general José María Achá, asume el cargo de prefecto de Santa Cruz (1863 a 1865).
El 24 de julio de 1864, Roca crea la bandera cruceña por decisión conjunta de varias autoridades del país, reunidas en Cochabamba. El escritor y profesor Hernando Sanabria Fernández lo cuenta así: “Al venir (Roca) de La Paz y detenerse en Cochabamba para recoger y embalar la imprenta, se ha encontrado de casualidad con su colega de Chuquisaca el doctor Ipiña, y con el hace frecuentes visitas al colega del departamento de los valles don Miguel Borda. De entre los acuerdos tomados entre ellos, uno ha sido sugerido por Roca y respecta a la creación de símbolos departamentales.” (Hernando Sanabria Fernández: La Ondulante vida de Tristán Roca. Editorial Serrano, Cochabamba, Bolivia. 1984: 88.).
Carlos Dabdoub, expresidente del Comité pro Santa Cruz, relata en un artículo que la bandera cruceña permaneció durante años en el olvido, seguramente para evitar la maledicencia de quienes siempre tildaron de separatistas o regionalistas a los hombres de estas tierras ignotas.
Recién el 11 de noviembre de 1980, en un solemne acto, el médico Rodolfo Roda Daza, presidente del Comité pro Santa Cruz, izó de nuevo la bandera cruceña; una Resolución del Directorio de esta institución cívica, suscrita el 24 de junio de 1981 (gestión del Dr. José Luís Camacho), declaraba el 24 de julio día de la bandera cruceña, oficializándose también su himno escrito por el fallecido poeta cruceño Luís Darío Vázquez Rivero, con música del destacado profesor Nicolás Menacho Tarabillo.
La bandera cruceña inspira una conciencia cívica profunda, pues define de alguna manera lo que somos, creando a su vez un sentido de pertenencia y compromiso ciudadano con la tierra donde se vive. Este símbolo representa nuestra esencia y tradición que confieren un valor intangible de identificación a Santa Cruz, enfatiza el exlíder cívico.
Himno a la Bandera cruceña
Nicolás Menacho
Nicolás Menacho, autor de la música del Himno a la Bandera
Letra: Luís Darío Vázques R.
Música: Nicolás Menacho T.
Levantemos la Enseña Sagrada
de la tierra de Ñuflo de Chávez,
con la límpida frente elevada
a la altura gloriosa del sol.
Hoy juramos de pie, desafiantes,
preservarla sin mancha ni afrenta,
y vivir a su sombra, triunfantes,
o morir defendiendo su honor.
Desplegada al cielo
verde, blanco y verde,
brille nuestro suelo
con su resplandor.
Arriba, cruceños,
hagamos historia
el excelso sueño
de un mundo mejor.
Con un himno vibrante en el pecho
encendamos la llama sublime
de la Patria, la Ley y el Derecho,
como normas de vida ante Dios.
Inflamados de fe y de civismo
orgullosos miremos al mundo,
sin rencor, sin maldad ni egoísmo,
con lealtad, altivez y dolor.
El decreto fue emitido en una reunión nacional de los prefectos de Bolivia donde se determinó que todos los departamentos del país debían crear sus emblemas departamentales.
Significado de sus colores
El color verde de la bandera cruceña simboliza la vegetación de las selvas, llanuras y montañas de la geografía regional, además de la viva esperanza de un futuro mejor.
El blanco representa la pureza, hidalguía y nobleza del cruceño, su patriotismo y la franqueza de este pueblo.
Historia de la bandera
Tristán Roca
El doctor Tristán Roca Suárez nació en Asusaquí (actual provincia de Warnes) el 26 de junio de 1826. Líder político cruceño que en 1864, durante la presidencia del general José María Achá, asume el cargo de prefecto de Santa Cruz (1863 a 1865).
El 24 de julio de 1864, Roca crea la bandera cruceña por decisión conjunta de varias autoridades del país, reunidas en Cochabamba. El escritor y profesor Hernando Sanabria Fernández lo cuenta así: “Al venir (Roca) de La Paz y detenerse en Cochabamba para recoger y embalar la imprenta, se ha encontrado de casualidad con su colega de Chuquisaca el doctor Ipiña, y con el hace frecuentes visitas al colega del departamento de los valles don Miguel Borda. De entre los acuerdos tomados entre ellos, uno ha sido sugerido por Roca y respecta a la creación de símbolos departamentales.” (Hernando Sanabria Fernández: La Ondulante vida de Tristán Roca. Editorial Serrano, Cochabamba, Bolivia. 1984: 88.).
Carlos Dabdoub, expresidente del Comité pro Santa Cruz, relata en un artículo que la bandera cruceña permaneció durante años en el olvido, seguramente para evitar la maledicencia de quienes siempre tildaron de separatistas o regionalistas a los hombres de estas tierras ignotas.
Recién el 11 de noviembre de 1980, en un solemne acto, el médico Rodolfo Roda Daza, presidente del Comité pro Santa Cruz, izó de nuevo la bandera cruceña; una Resolución del Directorio de esta institución cívica, suscrita el 24 de junio de 1981 (gestión del Dr. José Luís Camacho), declaraba el 24 de julio día de la bandera cruceña, oficializándose también su himno escrito por el fallecido poeta cruceño Luís Darío Vázquez Rivero, con música del destacado profesor Nicolás Menacho Tarabillo.
La bandera cruceña inspira una conciencia cívica profunda, pues define de alguna manera lo que somos, creando a su vez un sentido de pertenencia y compromiso ciudadano con la tierra donde se vive. Este símbolo representa nuestra esencia y tradición que confieren un valor intangible de identificación a Santa Cruz, enfatiza el exlíder cívico.
Himno a la Bandera cruceña
Nicolás Menacho
Nicolás Menacho, autor de la música del Himno a la Bandera
Letra: Luís Darío Vázques R.
Música: Nicolás Menacho T.
Levantemos la Enseña Sagrada
de la tierra de Ñuflo de Chávez,
con la límpida frente elevada
a la altura gloriosa del sol.
Hoy juramos de pie, desafiantes,
preservarla sin mancha ni afrenta,
y vivir a su sombra, triunfantes,
o morir defendiendo su honor.
Desplegada al cielo
verde, blanco y verde,
brille nuestro suelo
con su resplandor.
Arriba, cruceños,
hagamos historia
el excelso sueño
de un mundo mejor.
Con un himno vibrante en el pecho
encendamos la llama sublime
de la Patria, la Ley y el Derecho,
como normas de vida ante Dios.
Inflamados de fe y de civismo
orgullosos miremos al mundo,
sin rencor, sin maldad ni egoísmo,
con lealtad, altivez y dolor.
jueves, 21 de julio de 2016
La BBC destaca el aporte de Bolívar
La BBC elogia y elige a Simón Bolívar como el Hombre más importante del siglo XIX. “Con sólo 47 años de edad peleó 472 batallas, siendo derrotado sólo seis veces”, se menciona.
Destaca además el medio de comunicación europeo que El Libertador participó en 79 grandes batallas, con el gran riesgo de morir en 25 de ellas.
Liberó seis naciones, cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama unidos. Destaca también que fue jefe de Estado de cinco naciones.
Cabalgó con la antorcha de la libertad la distancia lineal de 6.500 kilómetros, que es aproximadamente media vuelta a la Tierra. Recorrió 10 veces más que Aníbal, tres veces más que Napoleón, y el doble de Alejandro Magno.
Sus ideas de libertad fueron escritas en 92 proclamas y 2.632 cartas. Lo más increíble es que muchas de ellas fueron dictadas de forma simultánea y en diferentes idiomas a distintos secretarios.
"Y el ejército que comandó nunca conquistó… sólo liberó…”, dice el documento.
Lo anterior fue el argumento con el cual la BBC de Londres eligió al Libertador Simón Bolívar como el Americano más prominente del siglo XIX.
Vivió solo 47 años, suficientes para ser conocido como un hombre de fina cultura y agudo pensamiento político. En menos de 20 años logró la independencia de seis naciones: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, más conocido como Simón Bolívar, el Libertador, nació el 24 de julio de 1783, Su ciudad natal, Caracas, era entonces la capital de la Capitanía General de Venezuela.
Destaca además el medio de comunicación europeo que El Libertador participó en 79 grandes batallas, con el gran riesgo de morir en 25 de ellas.
Liberó seis naciones, cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama unidos. Destaca también que fue jefe de Estado de cinco naciones.
Cabalgó con la antorcha de la libertad la distancia lineal de 6.500 kilómetros, que es aproximadamente media vuelta a la Tierra. Recorrió 10 veces más que Aníbal, tres veces más que Napoleón, y el doble de Alejandro Magno.
Sus ideas de libertad fueron escritas en 92 proclamas y 2.632 cartas. Lo más increíble es que muchas de ellas fueron dictadas de forma simultánea y en diferentes idiomas a distintos secretarios.
"Y el ejército que comandó nunca conquistó… sólo liberó…”, dice el documento.
Lo anterior fue el argumento con el cual la BBC de Londres eligió al Libertador Simón Bolívar como el Americano más prominente del siglo XIX.
Vivió solo 47 años, suficientes para ser conocido como un hombre de fina cultura y agudo pensamiento político. En menos de 20 años logró la independencia de seis naciones: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, más conocido como Simón Bolívar, el Libertador, nació el 24 de julio de 1783, Su ciudad natal, Caracas, era entonces la capital de la Capitanía General de Venezuela.
miércoles, 20 de julio de 2016
475 aniversario de su muerte El salvaje asesinato de Francisco Pizarro y el misterio de su tumba
En su último año de vida, Francisco Pizarro parecía que iba a gozar al fin de los dulces frutos de sus conquistas. A pesar de los fantasmas que le perseguían a sus 63 años, el extremeño vivía feliz en su recién construido palacio de Los Reyes junto a la bella Angélica Yupanqui. Había sido un solterón empedernido, pero, empeñado en que los españoles entroncaran con la población local, se casó al final de su vida con mujeres indígenas a modo de ejemplo. Disfrutaba de cierta calma, aplastada la rebelión de su viejo aliado, Diego de Almagro, hasta que una brutal muerte le sorprendió en su palacio.
El conquistador casi sobrevivió a todo. A la ingrata tierra extremeña, al duro viaje a través del Atlántico y a una lucha contra millares de guerreros incas, pero no pudo hacer nada contra la ira de sus propios compatriotas. Cuando Pizarro pensaba que moriría de viejo rodeado de sus hijos, su esposa y sus fieles hermanos, junto a los cuales había dado muerte al traicionero de Almagro, irrumpieron los almagristas el 26 de junio de 1541, hace 475 años, en el palacio del extremeño para darle “tantas lanzadas, puñaladas y estocadas que lo acabaron de matar con una de ellas en la garganta”, según la descripción de un cronista.
Terminaba con puñaladas una vida marca-da por las armas y las aventuras. Nacido en la localidad de Trujillo (Extremadura), Francisco Pizarro era un hijo bastardo de un hidalgo emparentado con Hernán Cortés, que combatió en su juventud junto a las tropas españolas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia. En 1502, se trasladó a América en busca de fortuna y fama, donde oyó historias sobre un rico territorio al sur del continente que los nativos llamaban “Birú” (transformado en “Pirú” por los europeos). Francisco Pizarro, de 50 años de edad, decidió unir sus fuerzas con las de Diego de Almagro, de orígenes todavía más oscuros que el extremeño, y con las del clérigo Hernando de Luque para internarse en el sur del conti-nente.
LOS ALMAGRISTAS VENGAN A SU LÍDER
Una vez finalizada la conquista de esa tierra mítica, las riñas internas entre los partidarios de Almagro y los de Pizarro, que luchaban por delimitar los territorios que pertenecían a cada uno de los bandos, entra-ron en conflicto armado en 1535. Tras un choque entre facciones, conocido como la batalla de Las Salinas, Pizarro cogió prisionero a Almagro y lo condenó a muerte. El conquistador suplicó por su vida, a lo cual respondió uno de los herma-nos de Pizarro, Hernando, diciendo: “Sois caballero y tenéis un nombre ilustre; no mostréis flaqueza; me maravillo de que un hombre de vuestro ánimo tema tanto a la muerte. Confesaos, porque vuestra muerte no tiene re-medio”. Finalmente, fue ejecutado el 8 de julio de 1538 en la cárcel por estrangula-miento de torniquete y su cadáver decapita-do en la Plaza Mayor de Cusco.
En medio de la relativa calma que siguió a la muerte de Almagro, Francisco Pizarro seguía conservando su vitalidad, jugaba a los bolos y a la pelota a diario, así como sus hábitos y vestimentas austeras. “Usaba un sayo de paño negro con los faldamentos hasta el tobillo y el talle a los medios pechos, unos zapatos de venado blancos, un sombrero blanco, su espada y su puñal a la antigua”, describe Agustín de Zárate sobre la despreocupada ropa de Pizarro, que vestía a la antigua, esto es, como en otro tiempo. A sus 63 años, el extremeño ya era un anciano, un hombre que disfrutaba mezclándose con el pueblo y observando cómo la ciudad de Lima crecía un poco más cada día.
Lo cual no significa que Pizarro esperara ocioso el final de sus días. Como explica la historiadora Carmen Martín Rubio –autora de “Francisco Pizarro: el hombre desconocido” (Ediciones Nobel)–: “El decreto dado al te-niente de Arequipa el 7 de mayo de 1541, so-bre mes y medio antes de su muerte, atesti-gua fehacientemente la fuerza física y mental que Pizarro poseía en esos momentos. (…) tenía determi-nado comenzar en el próximo verano otra guerra contra el Inca (Manco Inca); es decir, unos seis o siete meses más tarde...”.
Y entonces le llegó la muerte. Ante las amenazas de muerte que le llegaban de los partidarios de Diego de Alma-gro el Joven, hijo de su antiguo compañero de armas, Pizarro aumentó la seguridad en su palacio y, tal vez por estos temores, el día de su muerte pidió que se oficiara misa en su residencia. No se equivocaba el extremeño, puesto que los almagristas le esperaban junto a la iglesia para coserle a cuchilladas. No obstante, al ver que permanecía en su palacio, el grupo armado se dirigió allí al grito de “Viva el rey, muera el traidor”, provocando una enorme espantada entre los acompañantes del conquistador del Perú.
Relata Pedro Pizarro que “todos los que se hallaban en la sala salieron corriendo, incluso el teniente gobernador Juan Velázquez con su vara de mando en la boca, y que se tiraron por las ventanas que daban al río Rimac... dejando solos al gobernador, a su hermano y a dos pajes”.
UN ERROR CON LA TUMBA DURANTE UN HOMENAJE
Francisco Pizarro y su hermano Martín murieron a manos del grupo de almagristas. El extremeño se defendió “bravamente” y fueron necesarias al menos 20 heridas de espada para acabar con su vida. Tras uno de lo mayores magnicidios de la historia de la Edad Moderna, los agresores obligaron a las autoridades de Lima a nombrar gobernador al joven Diego Almagro y forzaron que Fran-cisco Pizarro fuera enterrado de forma casi clandestina, según señala Henry Kamen, en un patio de la catedral de la ciudad. Y precisa-mente aquí empieza la otra parte del desgra-ciado ocaso de Pizarro. Las tumbas y diretes.
Los investigadores, sin embargo, hallaron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo, situado en la parte derecha de la catedral
Como narra la historiadora Carmen Martín Rubio en su obra, Pizarro había dejado escrita su voluntad de ser enterrado “en la iglesia ma-yor de esta Ciudad de los Reyes, en la capilla mayor de la dicha iglesia”. Con el paso de las décadas los restos de Pizarro sufrieron distin-tos traslados hasta que, en 1623, se decidió su definitivo emplazamiento: en la bóveda sepul-cral debajo de la capilla mayor de la Catedral de Lima. Allí permanecieron hasta que, en 1881, el cabildo de la ciudad estableció una comisión para exhumar e investigar sus restos como conmemoración del 340 aniversario de su muerte.
Sin excesivo rigor, los investigadores halla-ron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo para la ocasión, situado en la parte derecha de la catedral. La comisión defendió que se trataba del extremeño porque, según su informe, el ca-dáver mostraba marcas de derrames sanguí-neos producidos por heridas en la cabeza, cue-llo y extremidades.
Durante más de un siglo esa momia repre-sentó al conquistador del Perú y fue el objeto de sus actos de homenaje, sin que nadie sos-pechara que no se trataba de los restos de Pizarro. El 18 de julio de 1977, unos operarios encontraron durante unos trabajos de remode-lación en la catedral una caja de plomo y otra de madera. En la de madera se hallaron hue-sos. Por su parte, en el inte-rior de la de plomo había un cráneo y una inscripción ine-quívoca: “Aquí está la cabeza del señor marqués Don Fran-cisco Pizarro que descubrió y ganó los reinos de Perú y puso en la real Corona de Castilla”. Se abría el misterio: ¿cuáles eran los auténticos restos de Pizarro?
EL FINAL AL MISTERIO Y A LA POLÉMICA
Los sucesivos análisis arqueológicos no terminaron de despejar el misterio sobre los restos de Pizarro. En un principio se dijo que los huesos de la caja pertenecían a un adulto, una mujer y dos niños, pero, incluso cuando el arqueólogo Hugo Ludeña aseguró que se trataba de Pizarro, la polémica siguió abierta. Al no alcanzarse un acuerdo en la comunidad científica, los investigadores decidieron abrir también la urna donde reposaba la momia del supuesto Pizarro. Dos antropólogos forenses procedentes de EE.UU. confirmaron las sospechas: aquella momia pertenecía a cualquier persona menos a un soldado del siglo XVI; en tanto, se procedió a trasladar los restos de las cajas a una ca-pilla ubicada en la parte derecha de la catedral.
SE CONFIRMÓ QUE SE TRATABA DE PIZARRO EN BASE A LAS 16 HERIDAS PUNZO CORTAN-TES Y DE LA HUELLA DE OTRAS CICATRICES EN LOS HUESOS
El solemne traslado no significó el final de la polémica. Distintos historiadores continuaron desconfiando de los procedimientos empleados y exigieron nuevos estudios. Tras una investigación radiológico sobre el esqueleto, a cargo de la doctora Ladis Delpino (Universidad Cayetano Heredia), se confirmó que se trataba de Pizarro en base a las 16 heridas punzo cortantes y de la huella de otras cicatrices en los huesos, que correspondería con la forma en la que murió el extremeño y con heridas documentadas a lo largo de su vida.
Y por si aún cabía alguna duda, entre el año 2006 y el 2008 el arqueólogo forense Edwin Raúl Grenwich, de la Universidad de San Marcos, realizó análisis bio-arquiométricos que parecen haber dado al fin carpetazo al miste-rio. No en vano, Grenwich identificó los restos como los de un hombre diestro, robusto, de 1,74 centímetros, y que al fallecer tenía entre 50 y 68 años en el momento de su muerte.
CÉSAR CERVERA
ABC - Cultural
El conquistador casi sobrevivió a todo. A la ingrata tierra extremeña, al duro viaje a través del Atlántico y a una lucha contra millares de guerreros incas, pero no pudo hacer nada contra la ira de sus propios compatriotas. Cuando Pizarro pensaba que moriría de viejo rodeado de sus hijos, su esposa y sus fieles hermanos, junto a los cuales había dado muerte al traicionero de Almagro, irrumpieron los almagristas el 26 de junio de 1541, hace 475 años, en el palacio del extremeño para darle “tantas lanzadas, puñaladas y estocadas que lo acabaron de matar con una de ellas en la garganta”, según la descripción de un cronista.
Terminaba con puñaladas una vida marca-da por las armas y las aventuras. Nacido en la localidad de Trujillo (Extremadura), Francisco Pizarro era un hijo bastardo de un hidalgo emparentado con Hernán Cortés, que combatió en su juventud junto a las tropas españolas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia. En 1502, se trasladó a América en busca de fortuna y fama, donde oyó historias sobre un rico territorio al sur del continente que los nativos llamaban “Birú” (transformado en “Pirú” por los europeos). Francisco Pizarro, de 50 años de edad, decidió unir sus fuerzas con las de Diego de Almagro, de orígenes todavía más oscuros que el extremeño, y con las del clérigo Hernando de Luque para internarse en el sur del conti-nente.
LOS ALMAGRISTAS VENGAN A SU LÍDER
Una vez finalizada la conquista de esa tierra mítica, las riñas internas entre los partidarios de Almagro y los de Pizarro, que luchaban por delimitar los territorios que pertenecían a cada uno de los bandos, entra-ron en conflicto armado en 1535. Tras un choque entre facciones, conocido como la batalla de Las Salinas, Pizarro cogió prisionero a Almagro y lo condenó a muerte. El conquistador suplicó por su vida, a lo cual respondió uno de los herma-nos de Pizarro, Hernando, diciendo: “Sois caballero y tenéis un nombre ilustre; no mostréis flaqueza; me maravillo de que un hombre de vuestro ánimo tema tanto a la muerte. Confesaos, porque vuestra muerte no tiene re-medio”. Finalmente, fue ejecutado el 8 de julio de 1538 en la cárcel por estrangula-miento de torniquete y su cadáver decapita-do en la Plaza Mayor de Cusco.
En medio de la relativa calma que siguió a la muerte de Almagro, Francisco Pizarro seguía conservando su vitalidad, jugaba a los bolos y a la pelota a diario, así como sus hábitos y vestimentas austeras. “Usaba un sayo de paño negro con los faldamentos hasta el tobillo y el talle a los medios pechos, unos zapatos de venado blancos, un sombrero blanco, su espada y su puñal a la antigua”, describe Agustín de Zárate sobre la despreocupada ropa de Pizarro, que vestía a la antigua, esto es, como en otro tiempo. A sus 63 años, el extremeño ya era un anciano, un hombre que disfrutaba mezclándose con el pueblo y observando cómo la ciudad de Lima crecía un poco más cada día.
Lo cual no significa que Pizarro esperara ocioso el final de sus días. Como explica la historiadora Carmen Martín Rubio –autora de “Francisco Pizarro: el hombre desconocido” (Ediciones Nobel)–: “El decreto dado al te-niente de Arequipa el 7 de mayo de 1541, so-bre mes y medio antes de su muerte, atesti-gua fehacientemente la fuerza física y mental que Pizarro poseía en esos momentos. (…) tenía determi-nado comenzar en el próximo verano otra guerra contra el Inca (Manco Inca); es decir, unos seis o siete meses más tarde...”.
Y entonces le llegó la muerte. Ante las amenazas de muerte que le llegaban de los partidarios de Diego de Alma-gro el Joven, hijo de su antiguo compañero de armas, Pizarro aumentó la seguridad en su palacio y, tal vez por estos temores, el día de su muerte pidió que se oficiara misa en su residencia. No se equivocaba el extremeño, puesto que los almagristas le esperaban junto a la iglesia para coserle a cuchilladas. No obstante, al ver que permanecía en su palacio, el grupo armado se dirigió allí al grito de “Viva el rey, muera el traidor”, provocando una enorme espantada entre los acompañantes del conquistador del Perú.
Relata Pedro Pizarro que “todos los que se hallaban en la sala salieron corriendo, incluso el teniente gobernador Juan Velázquez con su vara de mando en la boca, y que se tiraron por las ventanas que daban al río Rimac... dejando solos al gobernador, a su hermano y a dos pajes”.
UN ERROR CON LA TUMBA DURANTE UN HOMENAJE
Francisco Pizarro y su hermano Martín murieron a manos del grupo de almagristas. El extremeño se defendió “bravamente” y fueron necesarias al menos 20 heridas de espada para acabar con su vida. Tras uno de lo mayores magnicidios de la historia de la Edad Moderna, los agresores obligaron a las autoridades de Lima a nombrar gobernador al joven Diego Almagro y forzaron que Fran-cisco Pizarro fuera enterrado de forma casi clandestina, según señala Henry Kamen, en un patio de la catedral de la ciudad. Y precisa-mente aquí empieza la otra parte del desgra-ciado ocaso de Pizarro. Las tumbas y diretes.
Los investigadores, sin embargo, hallaron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo, situado en la parte derecha de la catedral
Como narra la historiadora Carmen Martín Rubio en su obra, Pizarro había dejado escrita su voluntad de ser enterrado “en la iglesia ma-yor de esta Ciudad de los Reyes, en la capilla mayor de la dicha iglesia”. Con el paso de las décadas los restos de Pizarro sufrieron distin-tos traslados hasta que, en 1623, se decidió su definitivo emplazamiento: en la bóveda sepul-cral debajo de la capilla mayor de la Catedral de Lima. Allí permanecieron hasta que, en 1881, el cabildo de la ciudad estableció una comisión para exhumar e investigar sus restos como conmemoración del 340 aniversario de su muerte.
Sin excesivo rigor, los investigadores halla-ron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo para la ocasión, situado en la parte derecha de la catedral. La comisión defendió que se trataba del extremeño porque, según su informe, el ca-dáver mostraba marcas de derrames sanguí-neos producidos por heridas en la cabeza, cue-llo y extremidades.
Durante más de un siglo esa momia repre-sentó al conquistador del Perú y fue el objeto de sus actos de homenaje, sin que nadie sos-pechara que no se trataba de los restos de Pizarro. El 18 de julio de 1977, unos operarios encontraron durante unos trabajos de remode-lación en la catedral una caja de plomo y otra de madera. En la de madera se hallaron hue-sos. Por su parte, en el inte-rior de la de plomo había un cráneo y una inscripción ine-quívoca: “Aquí está la cabeza del señor marqués Don Fran-cisco Pizarro que descubrió y ganó los reinos de Perú y puso en la real Corona de Castilla”. Se abría el misterio: ¿cuáles eran los auténticos restos de Pizarro?
EL FINAL AL MISTERIO Y A LA POLÉMICA
Los sucesivos análisis arqueológicos no terminaron de despejar el misterio sobre los restos de Pizarro. En un principio se dijo que los huesos de la caja pertenecían a un adulto, una mujer y dos niños, pero, incluso cuando el arqueólogo Hugo Ludeña aseguró que se trataba de Pizarro, la polémica siguió abierta. Al no alcanzarse un acuerdo en la comunidad científica, los investigadores decidieron abrir también la urna donde reposaba la momia del supuesto Pizarro. Dos antropólogos forenses procedentes de EE.UU. confirmaron las sospechas: aquella momia pertenecía a cualquier persona menos a un soldado del siglo XVI; en tanto, se procedió a trasladar los restos de las cajas a una ca-pilla ubicada en la parte derecha de la catedral.
SE CONFIRMÓ QUE SE TRATABA DE PIZARRO EN BASE A LAS 16 HERIDAS PUNZO CORTAN-TES Y DE LA HUELLA DE OTRAS CICATRICES EN LOS HUESOS
El solemne traslado no significó el final de la polémica. Distintos historiadores continuaron desconfiando de los procedimientos empleados y exigieron nuevos estudios. Tras una investigación radiológico sobre el esqueleto, a cargo de la doctora Ladis Delpino (Universidad Cayetano Heredia), se confirmó que se trataba de Pizarro en base a las 16 heridas punzo cortantes y de la huella de otras cicatrices en los huesos, que correspondería con la forma en la que murió el extremeño y con heridas documentadas a lo largo de su vida.
Y por si aún cabía alguna duda, entre el año 2006 y el 2008 el arqueólogo forense Edwin Raúl Grenwich, de la Universidad de San Marcos, realizó análisis bio-arquiométricos que parecen haber dado al fin carpetazo al miste-rio. No en vano, Grenwich identificó los restos como los de un hombre diestro, robusto, de 1,74 centímetros, y que al fallecer tenía entre 50 y 68 años en el momento de su muerte.
CÉSAR CERVERA
ABC - Cultural
El primer encuentro de Belzu con Juana Manuela Gorriti
Entre las apasionantes vidas de nuestra América, está la de Juana Manuela Gorriti, escritora, poetisa, novelista, política y principal actora en el desenvolvimiento de cuatro gobiernos de la República, cada cual más tormentosos en la Historia de Bolivia. Nos referimos a los gobiernos de José Ballivián, Manuel Isidoro Belzu, Jorge Córdova y Mariano Melgarejo, que desde ya muestran estridencias en lo que ha sido Bolivia en los inicios de su vida republicana.
Juana Manuela Gorriti, nacida en Salta, en el norte de la República Argentina, casi en la frontera de las provincias altas con las provincias bajas, llamadas así desde el Congreso de Tucumán en 1816, transcurrió su niñez en Salta y gran parte de su vida en Bolivia, viviendo en sus postrimerías en Lima y Buenos Aires.
Mujer estudiosa, culta, muy hermosa y de una inteligencia superior, significó en la vida pública boliviana un toque de romanticismo, en una tierra convulsionada por las pasiones políticas…
Juana Manuela Gorriti ha sido considerada como “La primera novelista Argentina”, sus obras han sido publicadas en Lima, Buenos Aires y París, y sus veladas literarias, en el transcurso de su vida, fueron visitadas por lo más granado de la intelectualidad de la época.
En esa época gobernaba la República de Bolivia el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, quien había sido llamado de urgencia para hacerse cargo de la conducción del país por la disolución de la Asamblea Constituyente decretada por el General Velasco, ocupando la presidencia el 19 de mayo de 1809.
Una de las primeras actuaciones de la presidencia de Santa Cruz, fue la reorganización del ejército boliviano, que después de la retirada de las fuerzas libertadoras colombianas, había quedado como una pequeña minoría.
El Gobierno de Santa Cruz acogió a militares de prestigio en la reorganización del ejército de Bolivia, los más héroes de la guerra libertadora de la Independencia, incluyéndose en el escalafón a Francisco Burdett O´Connor, Otto Felipe Braun, Guillermo Miller, y los coroneles José María Silva, José de La Trinidad Morán y José Ballivián Segurola, siendo éste uno de los principales.
Entre los incorporados al ejército también figuraba el Capitán Manuel Isidoro Belzu, que había servido en el ejército peruano y que al conocer las intenciones del General peruano Agustín Gamarra, de ingresar a territorio boli-viano, pide su incorporación al Ejército de Boli-via, siendo, después de algunos problemas de orden militar, destinado a la ciudad de Tarija, por instrucciones de Ballivián.
Y es en esa hermosa ciudad, a orillas del Guadalquivir, la Andalucía boliviana, que Manuel Isidoro Belzu conoce a Juana Manuela Gorriti, una niña, una mujer de rara belleza, que con solo su mirada turba el carácter recio del militar de campaña, quien caería rendido a sus pies. El hecho inicial se habría dado cuan-do Manuelita Gorriti de 14 años de edad, saliera al balcón de la casa de los Marqueses del Tojo, en la plaza principal de Tarija, al escuchar las bandas militares de un desfile encabezado por un escuadrón de granaderos, encontrándose de improviso con los ojos profundos de un gallardo capitán de rostro moreno aperlado y una estatura más que regular, fruto de un mestizaje de india con árabe que le otorgaba un atractivo poco común.
Se inicia así el romance, con la total oposición de la familia Gorriti. No podía aceptarse dentro de la familia a un oscuro militar que si bien era de apuesto continente no significaba un futuro aceptable para Juana Manuela, y me-nos tratándose de un personaje sin alcurnia. La ayuda y explicación del General Francisco Bur-dett O´Connor, a la sazón Comandante del Ejército de Tarija, facilitó el romance. Don José Ignacio Gorriti quedó sorprendido cuando el joven militar pidió a su hija en matrimonio, no quedándole otra cosa que dar su aquiescencia, dado el enamoramiento de Juana.
Y se ejecutó el matrimonio en la Iglesia Matriz, celebrado por el Obispo Coadjutor de Tarija, con los festejos y las felicitaciones corres-pondientes en la casa del afamado General Francisco Burdett O´Connor, ubicada en la ca-lle Campero esquina Bolívar, hoy Archivo De-partamental de Tarija.
Don Bernardo Trigo Espejo, Prefecto de Ta-rija, ofreció su casa de campo, en su propie-dad ubicada en la localidad de San Joaquín, a escasa distancia de la ciudad de Tarija, para la luna de miel de la feliz pareja; hermosa finca heredada actualmente por el nieto de don Bernardo, don Leocadio Trigo Achá.
Juana Manuela contaba con 15 años, y el Capitán Belzu con 25 años, hacía poco había ascendido de Sargento Mayor a Capitán.
Fue entonces que se inició la vía crucis de Juana Manuela, comprendiendo tardíamente que ser la esposa de un militar en Bolivia, país lleno de convulsiones políticas y aprestos mili-tares permanentes, era vivir con el Jesús en la boca, implorándole que su marido no pereciera en los innumerables combates que mantenía.
Llamado el Capitán Manuel Isidoro Belzu a la capital de la República, se traslada con su familia esperando el destino señalado en el ejército, y Juana Manuela, mujer liberal, no re-presentaba ningún problema doméstico para su esposo, pues para cambios de destino ella era una diestra amazona, pudiendo acomoda-rse a cualquier emergencia sin problema algu-no.
Es el tiempo de gloria del Mariscal Andrés de Santa Cruz y un 14 de agosto de 1831 es nombrado Presidente Constitucional de la Re-pública. Gran Ciudadano y Restaurador de la Patria, fue iniciando preparativos para el ingre-so de su ejército ante el llamado de auxilio del Presidente peruano Luis Orbegozo.
Bajo esas circunstancias, Belzu es destinado a la ciudad de La Paz e incorporado al ejército, estableciendo su hogar en forma momentánea en su propiedad de Millocato, en Río Abajo, lu-gar histórico donde se había refugiado el obis-po realista La Santa y Ortega en la revolución del 16 de julio de 1809. Juana Manuela es aco-gida con mucho cariño por la sociedad paceña, iniciando una serie de amistades con conoci-das familias y el año 1833 nace su primera hija, Edelmira…
(Fragmentos del libro “Juana Manuela Gorriti – su vida, su obra y su paso por Bolivia”, de José Alberto Diez de Medina).
Juana Manuela Gorriti, nacida en Salta, en el norte de la República Argentina, casi en la frontera de las provincias altas con las provincias bajas, llamadas así desde el Congreso de Tucumán en 1816, transcurrió su niñez en Salta y gran parte de su vida en Bolivia, viviendo en sus postrimerías en Lima y Buenos Aires.
Mujer estudiosa, culta, muy hermosa y de una inteligencia superior, significó en la vida pública boliviana un toque de romanticismo, en una tierra convulsionada por las pasiones políticas…
Juana Manuela Gorriti ha sido considerada como “La primera novelista Argentina”, sus obras han sido publicadas en Lima, Buenos Aires y París, y sus veladas literarias, en el transcurso de su vida, fueron visitadas por lo más granado de la intelectualidad de la época.
En esa época gobernaba la República de Bolivia el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, quien había sido llamado de urgencia para hacerse cargo de la conducción del país por la disolución de la Asamblea Constituyente decretada por el General Velasco, ocupando la presidencia el 19 de mayo de 1809.
Una de las primeras actuaciones de la presidencia de Santa Cruz, fue la reorganización del ejército boliviano, que después de la retirada de las fuerzas libertadoras colombianas, había quedado como una pequeña minoría.
El Gobierno de Santa Cruz acogió a militares de prestigio en la reorganización del ejército de Bolivia, los más héroes de la guerra libertadora de la Independencia, incluyéndose en el escalafón a Francisco Burdett O´Connor, Otto Felipe Braun, Guillermo Miller, y los coroneles José María Silva, José de La Trinidad Morán y José Ballivián Segurola, siendo éste uno de los principales.
Entre los incorporados al ejército también figuraba el Capitán Manuel Isidoro Belzu, que había servido en el ejército peruano y que al conocer las intenciones del General peruano Agustín Gamarra, de ingresar a territorio boli-viano, pide su incorporación al Ejército de Boli-via, siendo, después de algunos problemas de orden militar, destinado a la ciudad de Tarija, por instrucciones de Ballivián.
Y es en esa hermosa ciudad, a orillas del Guadalquivir, la Andalucía boliviana, que Manuel Isidoro Belzu conoce a Juana Manuela Gorriti, una niña, una mujer de rara belleza, que con solo su mirada turba el carácter recio del militar de campaña, quien caería rendido a sus pies. El hecho inicial se habría dado cuan-do Manuelita Gorriti de 14 años de edad, saliera al balcón de la casa de los Marqueses del Tojo, en la plaza principal de Tarija, al escuchar las bandas militares de un desfile encabezado por un escuadrón de granaderos, encontrándose de improviso con los ojos profundos de un gallardo capitán de rostro moreno aperlado y una estatura más que regular, fruto de un mestizaje de india con árabe que le otorgaba un atractivo poco común.
Se inicia así el romance, con la total oposición de la familia Gorriti. No podía aceptarse dentro de la familia a un oscuro militar que si bien era de apuesto continente no significaba un futuro aceptable para Juana Manuela, y me-nos tratándose de un personaje sin alcurnia. La ayuda y explicación del General Francisco Bur-dett O´Connor, a la sazón Comandante del Ejército de Tarija, facilitó el romance. Don José Ignacio Gorriti quedó sorprendido cuando el joven militar pidió a su hija en matrimonio, no quedándole otra cosa que dar su aquiescencia, dado el enamoramiento de Juana.
Y se ejecutó el matrimonio en la Iglesia Matriz, celebrado por el Obispo Coadjutor de Tarija, con los festejos y las felicitaciones corres-pondientes en la casa del afamado General Francisco Burdett O´Connor, ubicada en la ca-lle Campero esquina Bolívar, hoy Archivo De-partamental de Tarija.
Don Bernardo Trigo Espejo, Prefecto de Ta-rija, ofreció su casa de campo, en su propie-dad ubicada en la localidad de San Joaquín, a escasa distancia de la ciudad de Tarija, para la luna de miel de la feliz pareja; hermosa finca heredada actualmente por el nieto de don Bernardo, don Leocadio Trigo Achá.
Juana Manuela contaba con 15 años, y el Capitán Belzu con 25 años, hacía poco había ascendido de Sargento Mayor a Capitán.
Fue entonces que se inició la vía crucis de Juana Manuela, comprendiendo tardíamente que ser la esposa de un militar en Bolivia, país lleno de convulsiones políticas y aprestos mili-tares permanentes, era vivir con el Jesús en la boca, implorándole que su marido no pereciera en los innumerables combates que mantenía.
Llamado el Capitán Manuel Isidoro Belzu a la capital de la República, se traslada con su familia esperando el destino señalado en el ejército, y Juana Manuela, mujer liberal, no re-presentaba ningún problema doméstico para su esposo, pues para cambios de destino ella era una diestra amazona, pudiendo acomoda-rse a cualquier emergencia sin problema algu-no.
Es el tiempo de gloria del Mariscal Andrés de Santa Cruz y un 14 de agosto de 1831 es nombrado Presidente Constitucional de la Re-pública. Gran Ciudadano y Restaurador de la Patria, fue iniciando preparativos para el ingre-so de su ejército ante el llamado de auxilio del Presidente peruano Luis Orbegozo.
Bajo esas circunstancias, Belzu es destinado a la ciudad de La Paz e incorporado al ejército, estableciendo su hogar en forma momentánea en su propiedad de Millocato, en Río Abajo, lu-gar histórico donde se había refugiado el obis-po realista La Santa y Ortega en la revolución del 16 de julio de 1809. Juana Manuela es aco-gida con mucho cariño por la sociedad paceña, iniciando una serie de amistades con conoci-das familias y el año 1833 nace su primera hija, Edelmira…
(Fragmentos del libro “Juana Manuela Gorriti – su vida, su obra y su paso por Bolivia”, de José Alberto Diez de Medina).
domingo, 17 de julio de 2016
Ayo Ayo salva el templo en el que Túpac Katari fue sacristán
Encontramos al comunario Ignacio Aro Apaza sentado a los pies de la estatua de Julián Apaza, autodenominado Túpac Katari. El monumento se encuentra edificado a unos pasos del templo Niño Salvador de Ayo Ayo, localidad que fue cuna de este líder indígena. Hace cinco días, el recuerdo de este personaje volvió a la mente de sus pobladores, en especial de los abuelos.
"Túpac Katari era un líder indígena. Antes luchó contra los españoles. (...) Él ha visto, ha conocido cómo eran los españoles, si eran buenos o malos; entonces, observando, se ha levantado”, explicó Aro. Conversamos con él, mientras esperábamos el inicio de la ceremonia de entrega de las obras restauradas de la iglesia del pueblo.
El acto se llevó a cabo el miércoles 13 de julio. En la ceremonia participaron representantes del Ministerio de Culturas y Turismo, de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) así como pobladores de la localidad. También estaban los residentes en La Paz, que emprendieron las gestiones.
El templo Niño Salvador de Ayo Ayo data del siglo XVIII. Incluso el mismo Julián Apaza fue sacristán en el mismo. En 1945 fue declarado como Monumento Nacional, pero a pesar de ello no se hizo mucho por preservarlo e incluso sufrió el robo de cuadros, cuyo paradero, hasta ahora es desconocido.
En 1781, el líder indígena se rebeló contra las autoridades de la Corona española y sometió a la ciudad de La Paz a dos cercos, que en conjunto duraron casi seis meses. En la plaza del pueblo hay una estatua del rebelde y sus habitantes aún conservan la memoria de su levantamiento.
En la plaza del pueblo había entre 250 a 300 personas. La señal de que el acto iba a empezar fue dada por los acordes que interpretaba una banda colegial que acompañó a las autoridades en un breve desfile alrededor de la plaza. También había un grupo autóctono, en el que se destacaban, sobre todo, las zampoñas y los sikus. La entrega se realizó durante una típica mañana invernal altiplánica, caracterizada por el azul intenso del cielo, el sol abrasador y el frío bajo la sombra.
Luego de la ceremonia, ingresamos al interior del templo. Las obras de intervención se realizaron en el retablo mayor, el púlpito, 16 esculturas, 10 marcos así como la portada en piedra y el portón de madera. También fueron restaurados 12 lienzos, que fueron colocados en las paredes laterales que rodean al retablo mayor.
Las gestiones para la restauración comenzaron hace varios años. "El año 2010, 12 lienzos se han depositado en el Ministerio de Culturas, estaban enrollados. (...) Después de tres años, más o menos, se han restaurado”, explicó el asesor general del Centro de Residentes de Ayo Ayo, Guillermo Reynaga Mita. También aclaró que en total se restauraron 16 imágenes de santos. "Nosotros, con nuestros aportes del Centro de Residentes, hemos hecho cinco. En total son 16 esculturas”, indicó al explicar que en el templo hay en total 25 estatuas.
Los fondos empleados ascienden a 250 mil bolivianos, que fueron aportados por la ABC. Reynaga explicó que el pueblo de Ayo Ayo destinó un terreno de seis hectáreas a la entidad estatal. "De ahí han sacado el material árido, arena, piedras y cascajo; todo eso se ha puesto en la doble vía. En reconocimiento a eso, la ABC nos ha dicho: ‘les doy 40.000 dólares, presenten un proyecto productivo’”, contó.
Lo anterior pasó el año pasado. Al principio, no hubo un acuerdo en el pueblo. "A nadie le gusta la iglesia porque la población quiere tener cosas productivas, que generen ingresos. Ellos dicen ‘aquí qué cosa podemos tener’”, añadió el representante. "Todavía no están entendiendo el valor que tiene hacer esto (restaurar el templo)”.
El secretario concejal del municipio, Virgilio Orozco, contó que, efectivamente, el monto de 40.000 dólares que entregó la ABC a la comunidad, inicialmente, estaba destinado a la adquisición de ganado. "Los comunarios destinaron a otro proyecto que era compra de vacas”.
Entonces, las autoridades de la ABC les explicaron que no podían destinar recursos a ese tipo de proyectos. "Queremos ayudar de otro modo”, les dijeron. "Entonces se ha insertado este proyecto”, continuó el concejal.
Y finalmente se acordó que se restaurase el interior del templo. "Las restauraciones son de mucho valor e importancia porque lamentablemente, en años anteriores, esta iglesia ha sufrido robos”, según Orozco.
El altar mayor, por ejemplo, estaba muy deteriorado. "Prácticamente estaba en ruinas, teníamos el temor de que cualquier momento se nos venga abajo”, afirmó el presidente del Centro de Residentes, Jorge Sánchez Vargas. "Prácticamente ha sido renovado, ha sido reforzado”.
Durante la restauración, algunas piezas fueron reubicadas en sus lugares originales. Esto pasó con la figura del Niño San Salvador de Ayo Ayo. "Es el patrono del pueblo, lo hemos ubicado en su lugar original”, indicó Sánchez.
Así realizamos un breve recorrido por el interior del templo. Al salir, nos encontramos con Petrona Calle, que recién llegaba. Ella tenía curiosidad por ver cómo quedaron los bienes restaurados, sobre todo por el escepticismo de algunos comunarios, que preferían emplear los recursos en otros proyectos. "Yo siempre he dicho que está bien, pero la gente no piensa eso, son un poco malos”, dijo. "Han dicho que deberían gastar (el dinero) en agua”, contó.
Por todo aquello, Calle tenía curiosidad de ver el resultado de las obras. "Estoy contenta, feliz, tan bonito es este templo, desde (la época de) los abuelos. Yo tengo 72 años cumplidos. He conocido, no era así. Era una pena, ahora ha mejorado. Siempre vengo los domingos, yo soy de Ayo Ayo”, continuó Calle. "La gente no tiene que estar descontenta, aquella vez ratero ha entrado. Habían agujereado los cuartos y todo se lo han llevado. Y la gente no dice nada de eso”, concluyó.
Al finalizar el acto, Reynaga comparte su sueño. "Vamos a coordinar con Calamarca y Sica Sica para hacer un triángulo para visitar los tres monumentos”, dijo. Su idea consiste en que los tres templos conformen un circuito turístico.
Obras antiguas
Lienzos Se restauraron 12 óleos sobre tela correspondientes a los siglos XVIII y XIX. La identidad de los autores es desconocida.
Polvo Las pinturas estaban muy empolvadas, no tenían bastidores y algunas casi no se distinguían.
Temas Muestran imágenes de la Virgen y los santos.
En este tiempo hay crisis religiosa
El párroco del templo Niño Salvador de Ayo Ayo, Germán Alvarado, explicó que muy poca gente acude a las misas de la parroquia. "Por lo menos vienen 70 a 80 personas”, aseguró.
Los servicios religiosos se hacen los sábados, domingos y en fechas especiales, como la fiesta del patrón del pueblo, el Niño Salvador, que se celebra el 6 de agosto.
Otra festividad religiosa importante es la dedicada a la Virgen del Carmen, que se celebra el 16 de julio.
"En este tiempo en que hay crisis religiosa muy poca gente asiste a los oficios religiosos”, indicó Alvarado, al explicar que él se desplaza para celebrar misas por 20 comunidades cercanas al pueblo.
El sacerdote cree que la crisis religiosa se debe a varios factores, como la irrupción de la tecnología, "Van quitando la fe espiritual y la gente se centra en lo material. No obstante, no se pierde lo espiritual, sigue manteniéndose”, afirmó.
Con las restauraciones realizadas, la visita al templo será más grata para los comunarios. Lo principal de la restauración de los bienes muebles es la satisfacción de los pobladores, afirmó el sacerdote.
"La gente se llena de satisfacción cuando aprecia con los ojos, con los sentidos. De esa manera está contenta y hace digna su visita porque (el templo) presenta un aspecto muy bueno”.
Ahora, es necesario un compromiso de los pobladores para realizar un mantenimiento adecuado. Justamente -contó el concejal Virgilio Orozco- los técnicos recomendaron a los pobladores que deben retirar el polvo que se acumula en el interior del templo. Asimismo, deben evitar el ingreso de palomas.
"Después de todo es un monumento nacional que debe ser conservado con la ayuda de todas las autoridades.
Esperamos que así se realice. Por nuestra parte seguiremos teniendo el cuidado del templo”, concluyó el párroco Alvarado.
"Túpac Katari era un líder indígena. Antes luchó contra los españoles. (...) Él ha visto, ha conocido cómo eran los españoles, si eran buenos o malos; entonces, observando, se ha levantado”, explicó Aro. Conversamos con él, mientras esperábamos el inicio de la ceremonia de entrega de las obras restauradas de la iglesia del pueblo.
El acto se llevó a cabo el miércoles 13 de julio. En la ceremonia participaron representantes del Ministerio de Culturas y Turismo, de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) así como pobladores de la localidad. También estaban los residentes en La Paz, que emprendieron las gestiones.
El templo Niño Salvador de Ayo Ayo data del siglo XVIII. Incluso el mismo Julián Apaza fue sacristán en el mismo. En 1945 fue declarado como Monumento Nacional, pero a pesar de ello no se hizo mucho por preservarlo e incluso sufrió el robo de cuadros, cuyo paradero, hasta ahora es desconocido.
En 1781, el líder indígena se rebeló contra las autoridades de la Corona española y sometió a la ciudad de La Paz a dos cercos, que en conjunto duraron casi seis meses. En la plaza del pueblo hay una estatua del rebelde y sus habitantes aún conservan la memoria de su levantamiento.
En la plaza del pueblo había entre 250 a 300 personas. La señal de que el acto iba a empezar fue dada por los acordes que interpretaba una banda colegial que acompañó a las autoridades en un breve desfile alrededor de la plaza. También había un grupo autóctono, en el que se destacaban, sobre todo, las zampoñas y los sikus. La entrega se realizó durante una típica mañana invernal altiplánica, caracterizada por el azul intenso del cielo, el sol abrasador y el frío bajo la sombra.
Luego de la ceremonia, ingresamos al interior del templo. Las obras de intervención se realizaron en el retablo mayor, el púlpito, 16 esculturas, 10 marcos así como la portada en piedra y el portón de madera. También fueron restaurados 12 lienzos, que fueron colocados en las paredes laterales que rodean al retablo mayor.
Las gestiones para la restauración comenzaron hace varios años. "El año 2010, 12 lienzos se han depositado en el Ministerio de Culturas, estaban enrollados. (...) Después de tres años, más o menos, se han restaurado”, explicó el asesor general del Centro de Residentes de Ayo Ayo, Guillermo Reynaga Mita. También aclaró que en total se restauraron 16 imágenes de santos. "Nosotros, con nuestros aportes del Centro de Residentes, hemos hecho cinco. En total son 16 esculturas”, indicó al explicar que en el templo hay en total 25 estatuas.
Los fondos empleados ascienden a 250 mil bolivianos, que fueron aportados por la ABC. Reynaga explicó que el pueblo de Ayo Ayo destinó un terreno de seis hectáreas a la entidad estatal. "De ahí han sacado el material árido, arena, piedras y cascajo; todo eso se ha puesto en la doble vía. En reconocimiento a eso, la ABC nos ha dicho: ‘les doy 40.000 dólares, presenten un proyecto productivo’”, contó.
Lo anterior pasó el año pasado. Al principio, no hubo un acuerdo en el pueblo. "A nadie le gusta la iglesia porque la población quiere tener cosas productivas, que generen ingresos. Ellos dicen ‘aquí qué cosa podemos tener’”, añadió el representante. "Todavía no están entendiendo el valor que tiene hacer esto (restaurar el templo)”.
El secretario concejal del municipio, Virgilio Orozco, contó que, efectivamente, el monto de 40.000 dólares que entregó la ABC a la comunidad, inicialmente, estaba destinado a la adquisición de ganado. "Los comunarios destinaron a otro proyecto que era compra de vacas”.
Entonces, las autoridades de la ABC les explicaron que no podían destinar recursos a ese tipo de proyectos. "Queremos ayudar de otro modo”, les dijeron. "Entonces se ha insertado este proyecto”, continuó el concejal.
Y finalmente se acordó que se restaurase el interior del templo. "Las restauraciones son de mucho valor e importancia porque lamentablemente, en años anteriores, esta iglesia ha sufrido robos”, según Orozco.
El altar mayor, por ejemplo, estaba muy deteriorado. "Prácticamente estaba en ruinas, teníamos el temor de que cualquier momento se nos venga abajo”, afirmó el presidente del Centro de Residentes, Jorge Sánchez Vargas. "Prácticamente ha sido renovado, ha sido reforzado”.
Durante la restauración, algunas piezas fueron reubicadas en sus lugares originales. Esto pasó con la figura del Niño San Salvador de Ayo Ayo. "Es el patrono del pueblo, lo hemos ubicado en su lugar original”, indicó Sánchez.
Así realizamos un breve recorrido por el interior del templo. Al salir, nos encontramos con Petrona Calle, que recién llegaba. Ella tenía curiosidad por ver cómo quedaron los bienes restaurados, sobre todo por el escepticismo de algunos comunarios, que preferían emplear los recursos en otros proyectos. "Yo siempre he dicho que está bien, pero la gente no piensa eso, son un poco malos”, dijo. "Han dicho que deberían gastar (el dinero) en agua”, contó.
Por todo aquello, Calle tenía curiosidad de ver el resultado de las obras. "Estoy contenta, feliz, tan bonito es este templo, desde (la época de) los abuelos. Yo tengo 72 años cumplidos. He conocido, no era así. Era una pena, ahora ha mejorado. Siempre vengo los domingos, yo soy de Ayo Ayo”, continuó Calle. "La gente no tiene que estar descontenta, aquella vez ratero ha entrado. Habían agujereado los cuartos y todo se lo han llevado. Y la gente no dice nada de eso”, concluyó.
Al finalizar el acto, Reynaga comparte su sueño. "Vamos a coordinar con Calamarca y Sica Sica para hacer un triángulo para visitar los tres monumentos”, dijo. Su idea consiste en que los tres templos conformen un circuito turístico.
Obras antiguas
Lienzos Se restauraron 12 óleos sobre tela correspondientes a los siglos XVIII y XIX. La identidad de los autores es desconocida.
Polvo Las pinturas estaban muy empolvadas, no tenían bastidores y algunas casi no se distinguían.
Temas Muestran imágenes de la Virgen y los santos.
En este tiempo hay crisis religiosa
El párroco del templo Niño Salvador de Ayo Ayo, Germán Alvarado, explicó que muy poca gente acude a las misas de la parroquia. "Por lo menos vienen 70 a 80 personas”, aseguró.
Los servicios religiosos se hacen los sábados, domingos y en fechas especiales, como la fiesta del patrón del pueblo, el Niño Salvador, que se celebra el 6 de agosto.
Otra festividad religiosa importante es la dedicada a la Virgen del Carmen, que se celebra el 16 de julio.
"En este tiempo en que hay crisis religiosa muy poca gente asiste a los oficios religiosos”, indicó Alvarado, al explicar que él se desplaza para celebrar misas por 20 comunidades cercanas al pueblo.
El sacerdote cree que la crisis religiosa se debe a varios factores, como la irrupción de la tecnología, "Van quitando la fe espiritual y la gente se centra en lo material. No obstante, no se pierde lo espiritual, sigue manteniéndose”, afirmó.
Con las restauraciones realizadas, la visita al templo será más grata para los comunarios. Lo principal de la restauración de los bienes muebles es la satisfacción de los pobladores, afirmó el sacerdote.
"La gente se llena de satisfacción cuando aprecia con los ojos, con los sentidos. De esa manera está contenta y hace digna su visita porque (el templo) presenta un aspecto muy bueno”.
Ahora, es necesario un compromiso de los pobladores para realizar un mantenimiento adecuado. Justamente -contó el concejal Virgilio Orozco- los técnicos recomendaron a los pobladores que deben retirar el polvo que se acumula en el interior del templo. Asimismo, deben evitar el ingreso de palomas.
"Después de todo es un monumento nacional que debe ser conservado con la ayuda de todas las autoridades.
Esperamos que así se realice. Por nuestra parte seguiremos teniendo el cuidado del templo”, concluyó el párroco Alvarado.
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