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miércoles, 28 de diciembre de 2016
El cuartel del primer ‘Presidente’ indígena
En medio de aquel valle rodeado por cerros, algunas columnas de piedra se resisten a desaparecer ante el paso del tiempo, que se ha encargado de llenar de matorrales el cuartel general de Juan Lero, personaje que el 12 de abril de 1899 se autoproclamó primer presidente indígena en Bolivia. De ese suceso se ha escrito poco, aunque sigue vigente en el recuerdo de la gente del cantón Peñas, en el municipio orureño de Antequera.
A finales del siglo XIX, el país atravesaba por una disputa entre conservadores y liberales, los primeros con el desgaste después de haber gobernado el país durante 20 años, mientras que los segundos estaban en constante ascenso popular. Los conservadores se hicieron fuertes en Potosí y Sucre, en tanto que los liberales tenían adhesión en Cochabamba, Oruro y La Paz, que se convirtió en la región hegemónica por su economía, lo que hizo plantear el cambio de la sede del gobierno.
El presidente conservador Severo Fernández Alonso, en su intento por solucionar las disputas por la capitalidad, promulgó, el 19 de noviembre del mismo año, la Ley de Radicatoria, que ordenaba establecer el Poder Ejecutivo, de manera definitiva, en Sucre. La respuesta sucedió el 12 de diciembre, cuando en La Paz se organizó la Junta del Gobierno Federal, liderada por los liberales, quienes, a su vez, se aliaron con Pablo Zárate Willka, líder indígena a quien le prometieron reivindicaciones para los pueblos nativos, luego de que en 1880 fueran despojados de sus tierras a través de la Ley de Exvinculación de 1874.
De esa manera comenzó una guerra civil, que fue denominada Guerra Federal. Fernández decidió movilizarse hacia La Paz, pero en Challapata se enteró de que el enfrentamiento iba a ser difícil porque los rebeldes habían comprado más de 2.000 armas, así que el 14 de diciembre ordenó el reclutamiento de voluntarios en Sucre, quienes durante su marcha al norte saquearon poblaciones indígenas.
El enfrentamiento decisivo ocurrió en el pueblo de Segundo Crucero, de Paria, el 10 de abril, donde las fuerzas de Pando vencieron a las de Fernández luego de cuatro horas de combate, lo que supuso la victoria de los liberales sobre los conservadores. Los originarios no olvidaron los vejámenes del ejército del sur ni los 130 años de opresión de los blancos, así que emprendieron una venganza contra quienes consideraban sus opresores.
Ante las promesas incumplidas por los liberales hacia los indígenas, Juan Lero Ponce, natural de Peñas, estancia Quellivani —según el libro Entre la alianza y la confrontación, de Pilar Mendieta—, organizó cuerpos de infantería y caballería, y constituyó un gobierno indígena, del que se proclamó como su primer presidente. El levantamiento de Peñas, que en apariencia servía a la rebelión liberal, en el fondo tenía ambiciosas tendencias de liberación social, escribe Ramiro Condarco en Zárate, el temible Willka. Su reivindicación fue manchada con asesinatos y saqueos, hasta que las fuerzas de Pando detuvieron a Lero, lo encarcelaron y luego lo asesinaron. De esa historia quedan ahora los restos de su cuartel general, en la comunidad Añahuani, en Cóndor Apacheta de Peñas.
“Admiro cómo Juan Lero manejó tanta gente”, afirma el guía Vicente Pacheco en las afueras de dos habitaciones con paredes de piedra que alguna vez ocupó el líder indígena. Ahora, matorrales y plantaciones invadieron el área donde estaban las caballerizas y el campo de entrenamiento.
Testimonio. Metros abajo hay una fosa con restos óseos humanos. Foto: Alejandra Rocabado
El cuartel se encuentra en un lugar estratégico, cubierto por montes, donde en una cueva Juan solía meditar y organizar sus planes, y también donde sus hombres podían esconderse del enemigo. Metros abajo aún quedan restos óseos de personas que fueron ajusticiadas por las fuerzas indígenas. Vicente dice que a unos kilómetros hay otra fosa con más calaveras, que lo mismo que las ruinas de piedra son los testigos de la vez en que Juan Lero se autoproclamó presidente indígena en una población orureña.
De los trágicos sucesos de 1829 Pedro Blanco Soto
Pedro Blanco Soto, militar y político boliviano, nació en Cochabamba el 19 de octubre de 1795 y falleció en Sucre el 1 de enero de 1829). Se inició desde muy joven en la carrera de las armas, se distinguió en la guerra independentista luchando primero en filas rea-listas mandadas por el general Gerónimo Valdés, y desde 1823 en filas patriotas. En la decisiva batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), cayó herido, siendo asistido por los hombres de La Mar.
Una vez restablecido de su herida, pasó al Alto Perú donde los patriotas ya habían decidido el destino de estas tierras, el de constituirse en una República libre, independiente y soberana con el nombre de Bolívar, en mérito al Gran Libertador que hizo su entrada triunfal en La Paz el 17 de agosto de 1825, por entonces Pedro Blanco ya ostentaba el rango de Gral. del ejército de su patria natal.
Por entonces los enemigos del Libertador Bolívar y de Sucre consideraron llegado el momento de las acciones definitorias para llevar adelante los intentos anexionistas del general peruano Agustín Gamarra. (Era su propósito que el departamento de La Paz formara parte del territorio peruano). Por ello Gamarra y algunos bolivianos que apoyaban las ideas del Gral, desencadenaron una serie de atentados y sublevaciones contra el Mariscal Sucre, obligándolo a renunciar a la presidencia y su salida inmediata del país.
Ante esta crítica situación el Congreso del 3 de agosto de 1828, designa presidente de Bolivia al Gral Andrés de Santa Cruz, que se encuentra en Chile, pero en forma provisoria es elevado a esa situación el vicepresidente José Miguel de Velasco, sin embargo, tres meses después, el mismo Congreso elegió Presidente Constitucional al Gral. Pedro Blanco, quien mostraba cierta subordinación a las ideas del Gral. Gamarra.
El ambiente político se hace más tenso cuan-do el 26 de diciembre Blanco asume la presidencia y ese mismo día dispone la separación de las filas del ejército de todos los jefes y oficiales comprometidos con la política del Mariscal Sucre.
En consecuencia, los coroneles Mariano Armaza, Manuel Vera y José Ballivián se alzan en armas y el 31 de diciembre la soldadesca ataca el palacio de Sucre y toma preso al Gral. Blanco, quien es conducido al Convento de la Recoleta, donde es victimado por la guardia que lo custodiaba, bajo pretexto de que intentaba fugar, era la noche del 1 de enero de 1829. Instantes después, y luego de anunciar: “¡Ya cayó el pájaro!”, Armaza frente al pueblo y las tropas daba cuenta de los hechos.
Al día siguiente (2 de enero) la Asamblea Convencional optó por disolverse y Velasco declaró nulos sus actos (Decreto de 21 de ene-ro). Así quedó restaurado el gobierno provisio-nal elegido por el Congreso de 1828, cargo que había recaído en el Gral. Santa Cruz. Pedro Blanco había gobernado apenas 6 días.
Una vez restablecido de su herida, pasó al Alto Perú donde los patriotas ya habían decidido el destino de estas tierras, el de constituirse en una República libre, independiente y soberana con el nombre de Bolívar, en mérito al Gran Libertador que hizo su entrada triunfal en La Paz el 17 de agosto de 1825, por entonces Pedro Blanco ya ostentaba el rango de Gral. del ejército de su patria natal.
Por entonces los enemigos del Libertador Bolívar y de Sucre consideraron llegado el momento de las acciones definitorias para llevar adelante los intentos anexionistas del general peruano Agustín Gamarra. (Era su propósito que el departamento de La Paz formara parte del territorio peruano). Por ello Gamarra y algunos bolivianos que apoyaban las ideas del Gral, desencadenaron una serie de atentados y sublevaciones contra el Mariscal Sucre, obligándolo a renunciar a la presidencia y su salida inmediata del país.
Ante esta crítica situación el Congreso del 3 de agosto de 1828, designa presidente de Bolivia al Gral Andrés de Santa Cruz, que se encuentra en Chile, pero en forma provisoria es elevado a esa situación el vicepresidente José Miguel de Velasco, sin embargo, tres meses después, el mismo Congreso elegió Presidente Constitucional al Gral. Pedro Blanco, quien mostraba cierta subordinación a las ideas del Gral. Gamarra.
El ambiente político se hace más tenso cuan-do el 26 de diciembre Blanco asume la presidencia y ese mismo día dispone la separación de las filas del ejército de todos los jefes y oficiales comprometidos con la política del Mariscal Sucre.
En consecuencia, los coroneles Mariano Armaza, Manuel Vera y José Ballivián se alzan en armas y el 31 de diciembre la soldadesca ataca el palacio de Sucre y toma preso al Gral. Blanco, quien es conducido al Convento de la Recoleta, donde es victimado por la guardia que lo custodiaba, bajo pretexto de que intentaba fugar, era la noche del 1 de enero de 1829. Instantes después, y luego de anunciar: “¡Ya cayó el pájaro!”, Armaza frente al pueblo y las tropas daba cuenta de los hechos.
Al día siguiente (2 de enero) la Asamblea Convencional optó por disolverse y Velasco declaró nulos sus actos (Decreto de 21 de ene-ro). Así quedó restaurado el gobierno provisio-nal elegido por el Congreso de 1828, cargo que había recaído en el Gral. Santa Cruz. Pedro Blanco había gobernado apenas 6 días.
La caída de un imperio
La lucha había sido feroz, los guerreros pelearon sin darse ni pedirse cuartel. Los ejércitos de Huayna Cápac, Sapa Inca que dominaba la gran extensión del Tahuantinsuyo, en la vasta zona peruana (que por el sur había llegado a las orillas verdes del río Maule, en Chile y por el oriente se extendía hasta la cuenca del Amazonas) consideraban un peligro la existencia del reino de Quito, dominado por los Cara, indígenas duros y bravos en la pelea. Y que, si los dejaban ocupar más tierras podían incluso un día llegar a enfrentarse al imperio de los Incas.
Por eso Huayna Cápac había resuelto jugarse la carta decisiva con astucia, poniendo en juego las armas, aunque al mismo tiempo valiéndose de la inteligencia para dominar al enemigo.
La campaña de los ejércitos incas, aunque feroz y sangrienta, no fue larga, pues eran numéricamente muy superiores a los guerreros del Scyri de Quito. La estrategia decidida por el inca fue la de cercar las fortalezas de los caras una a una, y llegar a un acuerdo con cada uno de sus jefes. Así fue desmembrando el reino de Quito, rompiendo su unidad y reduciéndolo a la obediencia. El último baluarte que se rindió fue la propia capital del reino y sede de su rey, el Scyri de Quito.
Durante la ceremonia de la rendición oficial, estaban presentes los dos jefes, el vencedor y el vencido, el Sapa Inca Huayna Cápac, y el Scyri de Quito, y también sus familias en el esplendor de la corte incaica. Deslumbraban los adornos de oro y plata y los colores de las vestiduras. Pero los ojos del joven Huayna Cápac no estaban atraídos por esos esplendores, sino por la fulguración de la mirada de una de las hijas del rey, que brillaba más que las estrellas.
Terminada la ceremonia, el Inca Huayna se asomó a una terraza del palacio, perdida la mirada en el terciopelo negro de la noche. Absorto en la contemplación, no notó que la hija del Scyri de Quito, la joven y bella Paccha, se había acercado a él.
–¿Qué miras?-, le preguntó.
El se volvió hacia ella, contemplándola fija-mente unos instantes, para contestarle:
–Las estrellas.
–¿Y qué tienen de nuevo? ¿No las ves todas las noches?
–No. Para mi tienen un significado que nunca antes había notado. Brillan con la misma dulzura y la misma intensidad con que brillan tus ojos, que no había visto hasta hoy. Si el oro es el sudor del sol, como decimos, y la plata son lágrimas de la luna, tu sangre es el fuego que está encendiendo mi corazón. . .
Y el diálogo siguió hasta el amanecer, cuando se apagaron las estrellas.
Huayna Cápac tenía su esposa mayor que le había dado un hijo, Huáscar. Pero el Inca quedó prendido de aquellos ojos como estrellas llega-dos del altiplano quiteño y la hizo también su esposa joven. Al poco, de este enlace de amor nacía un hijo a quien pusieron el nombre de Atahualpa, quien heredó la belleza de la madre y la inteligencia del padre.
Era natural que la princesa, madre al fin, destacara ante los ojos de su esposo las excelencias del hijo. Y así el joven Atahualpa fue criado junto con sus hermanos, entre ellos el propio Huáscar quien por las leyes incaicas habría de heredar el trono del padre, ya que se le consideraba de origen divino.
Pero Atahualpa era, como su madre, irresistible. Y conquistó a fondo el corazón de su padre quien, a su muerte, no dejó la totalidad del imperio inca a quien parecía por el destino indicado para sucederle, sino que dividió en dos el territorio, dejando el antiguo imperio del Tahuantinsuyo al Sapa Inca Huáscar, y el viejo reino de los Cara al otro hijo, al hijo de la princesa de Quito, Atahualpa.
No tardó en llegar el día en que la ambición del astuto rey de Cara, Atahualpa, y la convicción de su hermano Sapa, Inca Huáscar, de que todo el reino debía pertenecerle por derecho divino y se encendió la chispa de la discordia.
En el primer encuentro, el Sapa Inca Huáscar llevó la ventaja e hizo prisionero a su hermanastro. Pero las cadenas de la prisión no fueron tan duras para que no pudiera escapar ayudado por su madre, la princesa de Quito.
Magnífico organizador, logró reunir el ejército del antiguo reino de Quito, que se puso bajo las órdenes de dos brillantes generales. Y comenzó la lucha decisiva entre los dos hijos del Sapa Inca Huayna Cápac.
Aunque numéricamente inferior, el ejército de Atahualpa tenía mayor movilidad que el de Huáscar, y poco a poco fue penetrando el terri-torio de Tahuantinsuyo hacia el sur. Y las fuer-zas del Inca, atacadas hoy por un lado y al día siguiente por el opuesto, no pudieron resistir el empuje de Atahualpa. El Inca ante el avance del ahora enemigo, abandonó la capital de Cusco y al poco tiempo fue capturado por su hermano, quien se proclamó a sí mismo, el Sapa Inca del Perú, mientras el verdadero Inca, el destinado por ley divina a regir el imperio, estaba reduci-do a la prisión en una habitación de gruesos muros de piedra, de la que era imposible de escapar.
Al poco tiempo llegó a Atahualpa la noticia inquietante: unas gentes extrañas habían de-sembarcado en la costa; venían en grandes navíos con alas blancas como las aves; los extraños tenían el rostro muy blanco, poblado de negra barba; muchos de ellos vestían pecheras de metal que las flechas no podían traspasar; otros montaban en lomos de ani-males gigantes, que escupían fuego, y cuando corrían traspasaban los escudos y defensas de los incas con unas lanzas muy afiladas y brillantes; otros llevaban unos tubos cortos que lanzaban rayos de fuego y mataban a distan-cia. . . ¿Eran aquellos seres tan extraños los enviados por el dios Viracocha para rescatar el imperio de los Incas de manos del usurpador?
Los conquistadores españoles acababan de poner pie en las tierras peruanas. Se avecina-ba así el fin del dominio incaico, dividido por las luchas entre hermanos, división que los espa-ñoles supieron aprovechar, para vencer a los que no respetaron las leyes divinas del Imperio.
Por eso Huayna Cápac había resuelto jugarse la carta decisiva con astucia, poniendo en juego las armas, aunque al mismo tiempo valiéndose de la inteligencia para dominar al enemigo.
La campaña de los ejércitos incas, aunque feroz y sangrienta, no fue larga, pues eran numéricamente muy superiores a los guerreros del Scyri de Quito. La estrategia decidida por el inca fue la de cercar las fortalezas de los caras una a una, y llegar a un acuerdo con cada uno de sus jefes. Así fue desmembrando el reino de Quito, rompiendo su unidad y reduciéndolo a la obediencia. El último baluarte que se rindió fue la propia capital del reino y sede de su rey, el Scyri de Quito.
Durante la ceremonia de la rendición oficial, estaban presentes los dos jefes, el vencedor y el vencido, el Sapa Inca Huayna Cápac, y el Scyri de Quito, y también sus familias en el esplendor de la corte incaica. Deslumbraban los adornos de oro y plata y los colores de las vestiduras. Pero los ojos del joven Huayna Cápac no estaban atraídos por esos esplendores, sino por la fulguración de la mirada de una de las hijas del rey, que brillaba más que las estrellas.
Terminada la ceremonia, el Inca Huayna se asomó a una terraza del palacio, perdida la mirada en el terciopelo negro de la noche. Absorto en la contemplación, no notó que la hija del Scyri de Quito, la joven y bella Paccha, se había acercado a él.
–¿Qué miras?-, le preguntó.
El se volvió hacia ella, contemplándola fija-mente unos instantes, para contestarle:
–Las estrellas.
–¿Y qué tienen de nuevo? ¿No las ves todas las noches?
–No. Para mi tienen un significado que nunca antes había notado. Brillan con la misma dulzura y la misma intensidad con que brillan tus ojos, que no había visto hasta hoy. Si el oro es el sudor del sol, como decimos, y la plata son lágrimas de la luna, tu sangre es el fuego que está encendiendo mi corazón. . .
Y el diálogo siguió hasta el amanecer, cuando se apagaron las estrellas.
Huayna Cápac tenía su esposa mayor que le había dado un hijo, Huáscar. Pero el Inca quedó prendido de aquellos ojos como estrellas llega-dos del altiplano quiteño y la hizo también su esposa joven. Al poco, de este enlace de amor nacía un hijo a quien pusieron el nombre de Atahualpa, quien heredó la belleza de la madre y la inteligencia del padre.
Era natural que la princesa, madre al fin, destacara ante los ojos de su esposo las excelencias del hijo. Y así el joven Atahualpa fue criado junto con sus hermanos, entre ellos el propio Huáscar quien por las leyes incaicas habría de heredar el trono del padre, ya que se le consideraba de origen divino.
Pero Atahualpa era, como su madre, irresistible. Y conquistó a fondo el corazón de su padre quien, a su muerte, no dejó la totalidad del imperio inca a quien parecía por el destino indicado para sucederle, sino que dividió en dos el territorio, dejando el antiguo imperio del Tahuantinsuyo al Sapa Inca Huáscar, y el viejo reino de los Cara al otro hijo, al hijo de la princesa de Quito, Atahualpa.
No tardó en llegar el día en que la ambición del astuto rey de Cara, Atahualpa, y la convicción de su hermano Sapa, Inca Huáscar, de que todo el reino debía pertenecerle por derecho divino y se encendió la chispa de la discordia.
En el primer encuentro, el Sapa Inca Huáscar llevó la ventaja e hizo prisionero a su hermanastro. Pero las cadenas de la prisión no fueron tan duras para que no pudiera escapar ayudado por su madre, la princesa de Quito.
Magnífico organizador, logró reunir el ejército del antiguo reino de Quito, que se puso bajo las órdenes de dos brillantes generales. Y comenzó la lucha decisiva entre los dos hijos del Sapa Inca Huayna Cápac.
Aunque numéricamente inferior, el ejército de Atahualpa tenía mayor movilidad que el de Huáscar, y poco a poco fue penetrando el terri-torio de Tahuantinsuyo hacia el sur. Y las fuer-zas del Inca, atacadas hoy por un lado y al día siguiente por el opuesto, no pudieron resistir el empuje de Atahualpa. El Inca ante el avance del ahora enemigo, abandonó la capital de Cusco y al poco tiempo fue capturado por su hermano, quien se proclamó a sí mismo, el Sapa Inca del Perú, mientras el verdadero Inca, el destinado por ley divina a regir el imperio, estaba reduci-do a la prisión en una habitación de gruesos muros de piedra, de la que era imposible de escapar.
Al poco tiempo llegó a Atahualpa la noticia inquietante: unas gentes extrañas habían de-sembarcado en la costa; venían en grandes navíos con alas blancas como las aves; los extraños tenían el rostro muy blanco, poblado de negra barba; muchos de ellos vestían pecheras de metal que las flechas no podían traspasar; otros montaban en lomos de ani-males gigantes, que escupían fuego, y cuando corrían traspasaban los escudos y defensas de los incas con unas lanzas muy afiladas y brillantes; otros llevaban unos tubos cortos que lanzaban rayos de fuego y mataban a distan-cia. . . ¿Eran aquellos seres tan extraños los enviados por el dios Viracocha para rescatar el imperio de los Incas de manos del usurpador?
Los conquistadores españoles acababan de poner pie en las tierras peruanas. Se avecina-ba así el fin del dominio incaico, dividido por las luchas entre hermanos, división que los espa-ñoles supieron aprovechar, para vencer a los que no respetaron las leyes divinas del Imperio.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
La mujer en la revolución en el Río de la Plata
La doctora en Historia Ana Frega, parte del equipo de investigadores sobre la “Crisis revolucionaria y procesos de construcción estatal en el Río de la Plata”, dice que las mujeres tuvieron una participación viva en la revolución independentista, pero se invisibilizaron en la construcción del relato público porque, para sus contemporáneos, formaban parte de lo cotidiano.
Frega, de nacionalidad uruguaya, es docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad la República del Uruguay, estuvo en Sucre participando de un intercambio académico de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, que promueve que los estudiantes y docentes que forman parte de esa asociación puedan conocer otras realidades universitarias y sociales.
El intercambio
Frega dice a ECOS que esa actividad es fundamental porque el conocimiento ya no puede limitarse solo a los estados-nación, sino tiene que enriquecerse con redes que vinculen a investigadores de distintos lugares. Además, considera importante para los estudiantes conocer comunidades académicas diferentes. “Sería bueno que el intercambio sea una asignatura más para la formación de los estudiantes”, opina.
Remarca que se debería fortalecer el intercambio académico entre todas las universidades públicas que forman parte del Grupo Montevideo (Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia).
“En mi caso, yo trabajo desde hace mucho tiempo en el periodo de la emancipación y trabajar en el Río de la Plata, sin poder acceder a la historiografía sobre la emancipación en Bolivia, era una carencia seria. Pero en los pocos días que estuve en Sucre pude conversar con los colegas, ver qué bibliografía se publicó y también conocer el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), que es una de las casas que tenemos los investigadores”, comenta.
Frega participó en el II Congreso Internacional de Historia “Gunnar Mendoza Loza”, y en los actos de conmemoración por el décimo aniversario de la Carrera de Historia de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.
Se lleva una impresión positiva de la Carrera de Historia porque vio que es joven, tiene una gran perspectiva y muchos proyectos que buscan afirmar la meta de la investigación, una de las fortalezas para la formación.
La investigación
Frega es profesora de Historia y una apasionada de la investigación, a la que comenzó a dedicarse en el Centro Latinoamericano de Economía Humana, en plena época de la dictadura civil militar, cuando la universidad pública estaba intervenida y sin embargo, “los centros privados de investigación sobrevivían y eran como un aire fresco para formarse en esa área”.
Recuerda que cuando se restableció la democracia no solo se concentró en la docencia sino también en la investigación. Así terminó una licenciatura en Ciencias de la Educación e hizo un posgrado en Uruguay, en temas de Historia Económica y Social en América Latina. Después, hizo su doctorado en Buenos Aires.
En ese tránsito cambió su tema de investigación sobre el siglo XX, retrocediendo al final del siglo XVIII y el inicio del XIX. Suma dos décadas de especialización en ese periodo, en la crisis revolucionaria y los procesos de edificación de nuevas repúblicas.
Su investigación
Para su investigación, Frega no solo se concentró en el Uruguay: amplió su horizonte a la región del Río de la Plata. “Desde mi perspectiva, es necesario recuperar el carácter contingente y abierto de este periodo”, comenta.
Además, el hecho de tener dos directores de tesis, uno en Argentina y el otro en Uruguay, le permitió abrir la mirada a un periodo en el que su país era una zona de frontera entre Brasil y Argentina. Ahí comenzó a trabajar con temas de historia política como el federalismo, el confederacionismo, el centralismo y de qué manera se fueron organizando los sujetos soberanos que surgieron a partir de la revolución.
Frega dice que primero se centró en la década de 1810, en la figura y la expansión de las ideas de José Artigas en el litoral platense, en las provincias argentinas de Entre Ríos, Córdoba, Misiones y Santa Fe. Luego fue viendo los aspectos políticos y sociales, analizando cómo se sintió la revolución en los pequeños poblados y distintos grupos sociales; vio que la gente tenía que seguir con su vida cotidiana, procurando el alimento o casándose aunque se estuviera en guerra, porque era cotidiano.
“Después me di cuenta de que el corte de 1820 no fue bueno cuando José Artigas es derrotado y exiliado al Paraguay hasta su muerte (30 años). Ese corte no fue bueno porque el proceso continuó; entonces, junto con el grupo de investigadores del departamento de historia del Uruguay, incursionamos en la década de 1820 aplicando los mismos esquemas metodológicos que utilizamos en la década de 1810.
Ahora hay varias tesis de doctorado que están tratando de ver con una visión más general, para poder llegar a conclusiones más ricas de las que se tenía antes. Esa es una de las líneas de investigación”, agrega.
Frega explica a ECOS que otra línea de investigación que desarrolló tiene relación con lo conceptual o la historia social de los conceptos. Examinó que en el periodo de cambios también empezó a variar el significado de las palabras; por ejemplo, “emancipación” existía en el Derecho Privado, cuando el padre otorgaba la mayoría de edad al hijo, o cuando el amo le daba la libertad al esclavo; pero en ese vocablo siempre había un poder que habilitaba al otro.
“Pero cuando estudiamos el movimiento de la emancipación, vimos que no es el rey el que tiene el poder de emancipar sino que se emancipa; entonces, lo que cambia es el sujeto que lo va a utilizar. Ese tipo de aspectos son interesantes porque nos encontramos con muchas palabras que hoy tienen significados diferentes”, sostiene.
La tercera línea de investigación tiene que ver con la construcción social del espacio, que considera el tema de las fronteras y de los límites, no solo internacionales sino también del interior; para saber cómo se organizan, si son departamentos o provincias porque cada una de esas formas habla de una competencia por el poder y el control de los recursos del territorio.
La mujer en la revolución
Las mujeres siempre (antes, durante y después) estuvieron presentes en la revolución en el Río de la Plata, en los dos bandos enfrentados: criollos y peninsulares.
Algunos escritos las mencionan cumpliendo determinados roles, como canal de comunicación, de espionaje o de inteligencia, llevando y trayendo noticias; algunas reclutaron gente y acompañaron a los ejércitos, atendiendo en el área de salud, alimentación o servicio sexual.
“No hay tanta referencia sobre si las mujeres participaron en la batalla luchando, pero es seguro que algunas lo hicieron”, asegura Frega. Según la historiadora uruguaya, es un detalle que quedó en las memorias de un militar que escribía sobre la revolución en la Banda Oriental del Uruguay, una fuente muy usada desde hace 60 años.
Sin embargo, nadie reparó cuando ese militar escribió: “María, la correntina, les decía que no fueran cobardes y que tenían que seguir peleando…”. Al respecto, Frega pregunta: “¿Quién era María, la correntina? Uno tiene que formularse esa pregunta para que las mujeres aparezcan”.
“A ese militar no le llamó la atención que haya habido una mujer en el campo de batalla, pero desde el momento en que se formulan las preguntas, las fuentes recién empiezan a mostrar su presencia. Lo que pasa es que las mujeres siempre se destacaron, pero no fueron recogidas por la historia”, señala.
También se menciona a las mujeres y su rol en el área rural y en la población capital de Montevideo. A las mujeres de los comerciantes y estancieros españoles leales a la Corona que fueron derrotados y huyeron a otras latitudes quedándose ellas solas, a cargo de sus casas y familias, en una situación de mucha inestabilidad porque no se sabía qué iba a pasar al día siguiente.
Invisibilizadas
Frega dice que las mujeres tuvieron una participación viva pero se invisibilizaron en la construcción del relato público, porque para sus contemporáneos formaban parte de lo cotidiano. Después, cuando la Historia elabora el relato sobre la nación, los militares y miembros de la élite tienen el rol principal.
“A veces la historiografía se vale de indicios, porque no siempre se puede tener toda la documentación. Pero los indicios permiten seguir buscando y abrir un espacio de indagatoria que se irá llenando a lo largo de mucho tiempo, así se permite asegurar una presencia que de otra manera no se conocería…”, sentencia la investigadora uruguaya. •
sábado, 3 de diciembre de 2016
Hoy es el Día Internacional de la Persona con Discapacidad
A nivel mundial, hoy se recuerda el Día Internacional de la Persona con Discapacidad, y actualmente la población suma más de siete mil millones de personas, de los cuales más de mil millones (el 15%) vive con algún tipo de discapacidad, la mayor parte en los países en vías de desarrollo.
El mensaje oficial señala que este mes se cumplen 10 años de la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Esta Convención, que cuenta con 169 partes y es uno de los instrumentos internacionales de derechos humanos más ampliamente ratificados, ha propiciado importantes avances en el compromiso y la acción en favor de la igualdad, la inclusión y el empoderamiento en todo el mundo, al incorporarse cada vez más la discapacidad en las agendas mundiales en materia de derechos humanos y desarrollo.
Este año, los Estados Miembros de las Naciones Unidas han comenzado a aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, nuestro plan maestro para la paz, la prosperidad, la dignidad y las oportunidades para todos en un planeta saludable, según el comunicado de la ONU.
Con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible interdependientes, la Agenda 2030 se basa en el compromiso de no dejar a nadie atrás. Para lograr este objetivo, son necesarias la plena inclusión y la participación efectiva de las personas con discapacidad en la sociedad y el desarrollo.
Queda mucho por hacer para que las personas con discapacidad puedan alcanzar su pleno potencial como miembros de la sociedad y en pie de igualdad. Debemos eliminar los estereotipos y la discriminación que perpetúan su exclusión y crear un entorno accesible, propicio e inclusivo para todos. Para que la Agenda 2030 tenga éxito, debemos incluir a las personas con discapacidad en su aplicación y seguimiento, y usar la Convención como guía, señala la nota.
En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad instó a los gobiernos nacionales y locales, a las empresas y a todos los actores de la sociedad, a que redoblen sus esfuerzos para poner fin a la discriminación y eliminar las barreras, debidas al entorno y a la actitud que impiden que las personas con discapacidad disfruten de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
Trabajemos juntos en pro de la participación plena y en condiciones de igualdad de las personas con discapacidad en un mundo inclusivo y sostenible que acoja a la humanidad en toda su diversidad, conlcuye.
El mensaje oficial señala que este mes se cumplen 10 años de la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Esta Convención, que cuenta con 169 partes y es uno de los instrumentos internacionales de derechos humanos más ampliamente ratificados, ha propiciado importantes avances en el compromiso y la acción en favor de la igualdad, la inclusión y el empoderamiento en todo el mundo, al incorporarse cada vez más la discapacidad en las agendas mundiales en materia de derechos humanos y desarrollo.
Este año, los Estados Miembros de las Naciones Unidas han comenzado a aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, nuestro plan maestro para la paz, la prosperidad, la dignidad y las oportunidades para todos en un planeta saludable, según el comunicado de la ONU.
Con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible interdependientes, la Agenda 2030 se basa en el compromiso de no dejar a nadie atrás. Para lograr este objetivo, son necesarias la plena inclusión y la participación efectiva de las personas con discapacidad en la sociedad y el desarrollo.
Queda mucho por hacer para que las personas con discapacidad puedan alcanzar su pleno potencial como miembros de la sociedad y en pie de igualdad. Debemos eliminar los estereotipos y la discriminación que perpetúan su exclusión y crear un entorno accesible, propicio e inclusivo para todos. Para que la Agenda 2030 tenga éxito, debemos incluir a las personas con discapacidad en su aplicación y seguimiento, y usar la Convención como guía, señala la nota.
En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad instó a los gobiernos nacionales y locales, a las empresas y a todos los actores de la sociedad, a que redoblen sus esfuerzos para poner fin a la discriminación y eliminar las barreras, debidas al entorno y a la actitud que impiden que las personas con discapacidad disfruten de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
Trabajemos juntos en pro de la participación plena y en condiciones de igualdad de las personas con discapacidad en un mundo inclusivo y sostenible que acoja a la humanidad en toda su diversidad, conlcuye.
martes, 29 de noviembre de 2016
29 de noviembre de 1730 Alejo Calatayud
Gobernaba por entonces el virreinato del Perú José de Armendaris cuando tuvo lugar la rebelión del 29 de noviembre de 1730, movimiento encabezado por Alejo Calatayud y numerosos artesanos y mestizos de Cochabamba.
El virrey de Lima puso al señor Manuel Benero de Balero, al cargo de revisitador de la Villa de Oropesa, quién se vio en la obligación de exigir a los mestizos, incluyendo a los artesanos el pago de elevadas contribuciones para las arcas reales.
Cochabamba se preparó para resistir a Valero. Y en medio de cabildos, los artesa-nos también se unen para la lucha en contra del avasallamiento español. La tarea del re-visitador consistió, básicamente, en hacer una auditoría a las listas de empadrona-miento, ya que llegó a oídos del Virrey que había corrupción en las autoridades locales; y por otra, hacer que los mestizos prueben sus orígenes, para así diferenciarse de los muchos nativos que se hacían pasar por ellos para evitar tributos.
Los rebeldes se dirigen a la casa del platero Alejo Calatayud, para nombrarlo líder de la resistencia. Ya no se trataba de una re-vuelta ordinaria, sino de instaurar un nuevo gobierno pero sin desconocer al rey. El pueblo reunido, se fue contra uno de los símbolos más cercanos al yugo ibérico, la cárcel, la destruyen y liberan a todos los reclusos, la ciudad se ve en medio del caos, apedreo de casas de españoles y saquean algunas. Más el clero se puso en marcha con sus vírgenes y salen en procesión instando a la población a la pacificación.
Calatayud reúne a casi dos mil hombres armados y en los predios del cerro de San Sebastián los enfrenta a la caballería rea-lista, que días antes había salido de Cocha-bamba en socorro de Benero. Los rebeldes logran derrotar a los españoles hasta ensañarse con los muertos.
Calatayud es nombrado jefe de las fuerzas Armadas y se designa corregidor a don Francisco Rodríguez Carrasco, amigo suyo.
El 31 de enero de 1731, Carrasco traiciona a Calatayud, bajo la acusación de tramar una nueva revuelta, luego de una información rápida y testigos aleccionados, termina siendo torturado. El cadáver de Alejo aparece en la colina de San Sebastián pendiente de una horca, la cabeza es separada de su cuerpo y frita en aceite en enviada a Chuquisaca para exhibirla en una picota. Luego, las autoridades españolas retoman el poder.
El virrey de Lima puso al señor Manuel Benero de Balero, al cargo de revisitador de la Villa de Oropesa, quién se vio en la obligación de exigir a los mestizos, incluyendo a los artesanos el pago de elevadas contribuciones para las arcas reales.
Cochabamba se preparó para resistir a Valero. Y en medio de cabildos, los artesa-nos también se unen para la lucha en contra del avasallamiento español. La tarea del re-visitador consistió, básicamente, en hacer una auditoría a las listas de empadrona-miento, ya que llegó a oídos del Virrey que había corrupción en las autoridades locales; y por otra, hacer que los mestizos prueben sus orígenes, para así diferenciarse de los muchos nativos que se hacían pasar por ellos para evitar tributos.
Los rebeldes se dirigen a la casa del platero Alejo Calatayud, para nombrarlo líder de la resistencia. Ya no se trataba de una re-vuelta ordinaria, sino de instaurar un nuevo gobierno pero sin desconocer al rey. El pueblo reunido, se fue contra uno de los símbolos más cercanos al yugo ibérico, la cárcel, la destruyen y liberan a todos los reclusos, la ciudad se ve en medio del caos, apedreo de casas de españoles y saquean algunas. Más el clero se puso en marcha con sus vírgenes y salen en procesión instando a la población a la pacificación.
Calatayud reúne a casi dos mil hombres armados y en los predios del cerro de San Sebastián los enfrenta a la caballería rea-lista, que días antes había salido de Cocha-bamba en socorro de Benero. Los rebeldes logran derrotar a los españoles hasta ensañarse con los muertos.
Calatayud es nombrado jefe de las fuerzas Armadas y se designa corregidor a don Francisco Rodríguez Carrasco, amigo suyo.
El 31 de enero de 1731, Carrasco traiciona a Calatayud, bajo la acusación de tramar una nueva revuelta, luego de una información rápida y testigos aleccionados, termina siendo torturado. El cadáver de Alejo aparece en la colina de San Sebastián pendiente de una horca, la cabeza es separada de su cuerpo y frita en aceite en enviada a Chuquisaca para exhibirla en una picota. Luego, las autoridades españolas retoman el poder.
martes, 22 de noviembre de 2016
Guerra de la Independencia – 21 de Noviembre de 1816 Batalla del Pari
Nacido en Buenos Aires, don Ignacio Warnes vino al Alto Perú con el grado de teniente coronel con el Ejército auxiliar Argentino del general Manuel Belgrano. En 1813 fue nombrado por éste gobernador intendente de la provincia de Santa Cruz de la Sierra, donde formó una división de las tres armas, con la que se propuso defender su territorio. Formó maestranzas, fabricó armas, fundió cañones y trabajó como obrero a fin de estar preparado para defenderse ante cualquier agresión realista. Después de las batallas de la Florida y Santa Bárbara, en las que venció a los españoles, Warnes organizó un ejército de 800 hombres, con cinco piezas de artillería, sirviendo de base para la insurrección que se extendía en el resto del país.
Don Francisco Javier Aguilera había nacido en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Estudiante de teología en el Seminario de Chuquisaca un día fugó del colegio para alistarse en las filas del ejército realista en los comienzos de la guerra de la independencia. Con el grado ya de coronel fue enviado por el jefe español Juan Ramírez a combatir a los caudillos patriotas Padilla y Warnes, que mantenían el espíritu de la insurrección, el primero en las provincias de Chuquisaca y el segundo en el oriente alto-peruano.
AGUILERA CONTRA WARNES
Después de vencer a Padilla en la jornada del Villar (14 de septiembre de 1816), el coronel Aguilera emprendió feroz campaña contra los patriotas del oriente. En Valle-grande reforzó su ejército con soldados de Cochabamba. Entre sus fuerzas estaban: el batallón Fernando VII, de 500 plazas; el batallón talavera de 300 hombres; dos escua-drones de caballería cochabambina con 250 jinetes cada uno; una sección de artillería con ocho plazas servidas por 100 artilleros. En todo, 1.400 hombres. Completado el equipo y armamento de este ejército, Aguilera se dirigió sobre la ciudad rebelde que estaba defendida por Warnes. La marcha del jefe realista fue cautelosa y nadie se apercibió de su marcha sino cuando en Horcas, caserío próximo a Santa Cruz, se vieron las bayo-netas realistas que pronto causarían terror y muerte en estas comarcas.
LA BATALLA DEL PARI
Ante la sorpresiva aproximación del ene-migo, Warnes ordenó la marcha de su ejército a las 11 del día 21 de noviembre de 1816. Al tiempo de partir, arengó a su tropa: “Soldados, a vencer o morir con gloria”. Un grito de entusiasmo fue la respuesta del ejército cruceño. El Pari es una extensa pradera próxima a los arrabales de la ciudad. El camino que viene de las provincias del interior, atraviesa este campo en toda su longitud, teniendo el arroyo del Pari a la derecha. En ese campo y como a 800 metros del arrabal de la ciudad, tendió Warnes su línea de batalla. Apoyó su derecha sobre el arroyo y cubrió su izquierda con la caballería; al centro colocó la artillería, emboscando algunas piezas en las isletas y renovales. Poco después se presentó el ejército español. Aguilera desplegó su línea paralela a la de Warnes, emboscando parte de ella en la vera del Pari, donde emplazó su artillería protegiendo ambas alas con su caballería.
LA BATALLA DECISIVA
Simultáneamente ambas líneas avanzaron la una sobre la otra. El batallón Fernando VII, dirigido por el mismo Aguilera, abrió fuego sobre la infantería cruceña, cuyo jefe, el co-mandante Saturnino Salazar, huyó ante las primeras descargas. La tropa se tendió en el suelo hasta que vino Warnes a caballo ordenando seguir adelante, trabándose un combate sangriento. En refuerzo de Aguilera se presentó el comandante Llanos a la cabeza del temido batallón Talavera. En lo más recio de la refriega, fue derribado de un balazo el caballo del jefe patriota, que cayó sujetando al jinete de la pierna derecha. Los soldados, creyéndolo muerto, fugaron dejándolo abandonado en el campo de batalla. Un soldado español encontrándolo con vida, le atravesó el pecho con su bayoneta y un pistoletazo en la cabeza lo ultimó.
Al comenzar el combate, la caballería cruceña al mando del coronel Mercado había embestido con furia a la caballería realista cochabambina, hasta ponerla en desordena-da fuga. Mercado lo persiguió durante cinco horas, peleando en el trayecto los jinetes pelotón a pelotón, cuerpo a cuerpo, hasta que los cochabambinos fueron destruidos por completo. Mercado tornó victorioso al campo de batalla y al saber la muerte de su jefe, “dando alaridos de rabia se precipitó sobre los realistas, pero éstos formando sólidos grupos, fusilaron a los intrépidos jinetes, que no contaban más que con sus lanzas para el ataque”. A Aguilera su triunfo le costó caro, pues de 1.400 hombres que tenía le quedaron sólo 250, los demás habían muerto o estaban heridos. Aguilera mandó a cortar la cabeza de Warnes y colocarla en una pica en la plaza de Santa Cruz.
Don Francisco Javier Aguilera había nacido en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Estudiante de teología en el Seminario de Chuquisaca un día fugó del colegio para alistarse en las filas del ejército realista en los comienzos de la guerra de la independencia. Con el grado ya de coronel fue enviado por el jefe español Juan Ramírez a combatir a los caudillos patriotas Padilla y Warnes, que mantenían el espíritu de la insurrección, el primero en las provincias de Chuquisaca y el segundo en el oriente alto-peruano.
AGUILERA CONTRA WARNES
Después de vencer a Padilla en la jornada del Villar (14 de septiembre de 1816), el coronel Aguilera emprendió feroz campaña contra los patriotas del oriente. En Valle-grande reforzó su ejército con soldados de Cochabamba. Entre sus fuerzas estaban: el batallón Fernando VII, de 500 plazas; el batallón talavera de 300 hombres; dos escua-drones de caballería cochabambina con 250 jinetes cada uno; una sección de artillería con ocho plazas servidas por 100 artilleros. En todo, 1.400 hombres. Completado el equipo y armamento de este ejército, Aguilera se dirigió sobre la ciudad rebelde que estaba defendida por Warnes. La marcha del jefe realista fue cautelosa y nadie se apercibió de su marcha sino cuando en Horcas, caserío próximo a Santa Cruz, se vieron las bayo-netas realistas que pronto causarían terror y muerte en estas comarcas.
LA BATALLA DEL PARI
Ante la sorpresiva aproximación del ene-migo, Warnes ordenó la marcha de su ejército a las 11 del día 21 de noviembre de 1816. Al tiempo de partir, arengó a su tropa: “Soldados, a vencer o morir con gloria”. Un grito de entusiasmo fue la respuesta del ejército cruceño. El Pari es una extensa pradera próxima a los arrabales de la ciudad. El camino que viene de las provincias del interior, atraviesa este campo en toda su longitud, teniendo el arroyo del Pari a la derecha. En ese campo y como a 800 metros del arrabal de la ciudad, tendió Warnes su línea de batalla. Apoyó su derecha sobre el arroyo y cubrió su izquierda con la caballería; al centro colocó la artillería, emboscando algunas piezas en las isletas y renovales. Poco después se presentó el ejército español. Aguilera desplegó su línea paralela a la de Warnes, emboscando parte de ella en la vera del Pari, donde emplazó su artillería protegiendo ambas alas con su caballería.
LA BATALLA DECISIVA
Simultáneamente ambas líneas avanzaron la una sobre la otra. El batallón Fernando VII, dirigido por el mismo Aguilera, abrió fuego sobre la infantería cruceña, cuyo jefe, el co-mandante Saturnino Salazar, huyó ante las primeras descargas. La tropa se tendió en el suelo hasta que vino Warnes a caballo ordenando seguir adelante, trabándose un combate sangriento. En refuerzo de Aguilera se presentó el comandante Llanos a la cabeza del temido batallón Talavera. En lo más recio de la refriega, fue derribado de un balazo el caballo del jefe patriota, que cayó sujetando al jinete de la pierna derecha. Los soldados, creyéndolo muerto, fugaron dejándolo abandonado en el campo de batalla. Un soldado español encontrándolo con vida, le atravesó el pecho con su bayoneta y un pistoletazo en la cabeza lo ultimó.
Al comenzar el combate, la caballería cruceña al mando del coronel Mercado había embestido con furia a la caballería realista cochabambina, hasta ponerla en desordena-da fuga. Mercado lo persiguió durante cinco horas, peleando en el trayecto los jinetes pelotón a pelotón, cuerpo a cuerpo, hasta que los cochabambinos fueron destruidos por completo. Mercado tornó victorioso al campo de batalla y al saber la muerte de su jefe, “dando alaridos de rabia se precipitó sobre los realistas, pero éstos formando sólidos grupos, fusilaron a los intrépidos jinetes, que no contaban más que con sus lanzas para el ataque”. A Aguilera su triunfo le costó caro, pues de 1.400 hombres que tenía le quedaron sólo 250, los demás habían muerto o estaban heridos. Aguilera mandó a cortar la cabeza de Warnes y colocarla en una pica en la plaza de Santa Cruz.
lunes, 21 de noviembre de 2016
Conmemoran bicentenario de la batalla de El Pari
Después del 24 de septiembre de 1810, que es cuando se da el primer grito libertario en Santa Cruz, ocurren tres importantes batallas que ayudan a la independencia de Bolivia: la batalla de la Florida que se da el 25 de mayo de 1814 en la zona del Chaco, la de Santa Bárbara que sucedió el 7 de octubre de 1815 en Chiquitos y la de El Pari, 21 de noviembre de 1816. "Esta última es la contribución de Santa Cruz a la emancipación de América", destacó Nino Gandarilla, coordinador del Comité Organizador del Bicentenario de la Batalla de El Pari.
Contexto histórico. En 1813 Ignacio Warnes comienza a organizar un nuevo ejército, el mismo contaba con una infantería, caballería, artillería y Estado Mayor.
El virrey, Joaquín de la Pezuela, tomó en cuenta el problema que significaba Santa Cruz, ya que contaba con su propio ejército y una artillería de nueve cañones, entonces decide realizar una gran invasión, matar a Manuel Ascencio Padilla e Ignacio Warnes, pasar y atacar Salta, en Argentina, y de ahí entrar a Buenos Aires, donde se encontraba Martín Miguel de Güemes.
Una sangrienta batalla. El combate de El Pari comienza en la mañana del 21 de noviembre de 1816 con ataques de las caballerías de ambos bandos. En el primer enfrentamiento sale airoso José Manuel Mercado, oficial de las fuerzas revolucionarias, haciendo huir a la caballería invasora.
Luego se produce el enfrentamiento entre infanterías, el Regimiento Fernando VII, por parte de las fuerzas invasoras, contra los Pardos Libres, del lado revolucionario. Luego Warnes decide enfrentar en el duelo de comandantes a Francisco Javier Aguilera para hacerla más corta la batalla. Entonces un artillero español le dispara una bala de cañón, tumban a Warnes del caballo y en el piso es derrotado por las fuerzas realistas. "Fue la batalla más sangrienta de la historia. La misma duró siete horas en el día y en la noche continuó con la guerra de guerrillas. El saldo de bajas fue de 2.400 muertes en ambos bandos, de los 1.600 hombres que mandaron los realistas quedaron 200 y de los 1.350 patriotas el saldo final fue de 350", contó Gandarilla.
De los 200 que entraron con Aguilera a Santa Cruz, tres días después de la batalla, quedaron 12 porque los demás fueron asesinados por las mujeres de la ciudad en represalia por los actos vandálicos que cometieron. "El ejército que mandó Pezuela quedó diezmado y contenido en Santa Cruz permitiendo así que Salta sea protegida", dijo Gandarilla, resaltando una vez más la importancia de la única batalla campal que tiene Santa Cruz en su historia en defensa de la ciudad.
Actividades para la conmemoración. Desde las primeras horas de la mañana comenzarán los actos, primero la 8va División del Ejército lanzará salvas de artillería, luego a las 8:00 se realizará un Te Deum en la Catedral, después habrá un desfile de bandas, donde participarán 700 estudiantes, desde la plaza 24 de Septiembre hasta la plaza El Pari. En este lugar se realizarán otras actividades relacionadas a la música y teatro, entre otras.
Contexto histórico. En 1813 Ignacio Warnes comienza a organizar un nuevo ejército, el mismo contaba con una infantería, caballería, artillería y Estado Mayor.
El virrey, Joaquín de la Pezuela, tomó en cuenta el problema que significaba Santa Cruz, ya que contaba con su propio ejército y una artillería de nueve cañones, entonces decide realizar una gran invasión, matar a Manuel Ascencio Padilla e Ignacio Warnes, pasar y atacar Salta, en Argentina, y de ahí entrar a Buenos Aires, donde se encontraba Martín Miguel de Güemes.
Una sangrienta batalla. El combate de El Pari comienza en la mañana del 21 de noviembre de 1816 con ataques de las caballerías de ambos bandos. En el primer enfrentamiento sale airoso José Manuel Mercado, oficial de las fuerzas revolucionarias, haciendo huir a la caballería invasora.
Luego se produce el enfrentamiento entre infanterías, el Regimiento Fernando VII, por parte de las fuerzas invasoras, contra los Pardos Libres, del lado revolucionario. Luego Warnes decide enfrentar en el duelo de comandantes a Francisco Javier Aguilera para hacerla más corta la batalla. Entonces un artillero español le dispara una bala de cañón, tumban a Warnes del caballo y en el piso es derrotado por las fuerzas realistas. "Fue la batalla más sangrienta de la historia. La misma duró siete horas en el día y en la noche continuó con la guerra de guerrillas. El saldo de bajas fue de 2.400 muertes en ambos bandos, de los 1.600 hombres que mandaron los realistas quedaron 200 y de los 1.350 patriotas el saldo final fue de 350", contó Gandarilla.
De los 200 que entraron con Aguilera a Santa Cruz, tres días después de la batalla, quedaron 12 porque los demás fueron asesinados por las mujeres de la ciudad en represalia por los actos vandálicos que cometieron. "El ejército que mandó Pezuela quedó diezmado y contenido en Santa Cruz permitiendo así que Salta sea protegida", dijo Gandarilla, resaltando una vez más la importancia de la única batalla campal que tiene Santa Cruz en su historia en defensa de la ciudad.
Actividades para la conmemoración. Desde las primeras horas de la mañana comenzarán los actos, primero la 8va División del Ejército lanzará salvas de artillería, luego a las 8:00 se realizará un Te Deum en la Catedral, después habrá un desfile de bandas, donde participarán 700 estudiantes, desde la plaza 24 de Septiembre hasta la plaza El Pari. En este lugar se realizarán otras actividades relacionadas a la música y teatro, entre otras.
Historia de las izquierdas Bolivianas
“Historia de las izquierdas Bolivianas Archivos y documentos (1920-1940)”, explora el mundo de las ideas de las izquierdas de las décadas de 1920 y 1930 a través de un corpus de documentos inéditos o de difícil acceso en la actualidad.
Coordinadores: Andrey Schelchkov y Pablo Stefanoni
Editorial: Vicepresidencia y Centro de Investigaciones Sociales
Páginas: 392
Año: 2016
Héroes de Boquerón mal pagados
Para muchos combatientes, la Guerra del Chaco no solamente repercutió en sus vidas durante el tiempo que duró el conflicto bélico. Algunos volvieron con nuevas ideas políticas, otros con planes diametralmente opuestos a los que imaginaban antes de ser movilizados; empero, los más trajeron huellas indelebles, físicas y mentales, de realización o de frustración, que habrían de tener consecuencias en los circunstancias vitales que enfrentarían a futuro. Y en la inmediata posguerra, algunos fueron víctimas de la mezquindad y la mala conciencia de quienes tuvieron responsabilidad de mando en esa contienda, injusto pago a su sacrificio por la patria.
Entre los valientes que soportaron el violento asedio paraguayo a Fortín Boquerón, que tuvo como perversos aliados a la ineficiencia de los altos mandos militares bolivianos y a la inclemente sed, se encontraba el sargento Alberto Saavedra Peláez, quien fue tomado prisionero con otros 465 sobrevivientes de esa increíble gesta. Saavedra, no pudo resistir el cautiverio en Asunción del Paraguay, por lo que poco antes del fin de la guerra se fugó a nado por el río Pilcomayo con otros compañeros hasta la Argentina, de donde pudo pasar luego a Bolivia. Saavedra es autor del libro “Memorias de un Soldado”, que relata sus vivencias en Boquerón, y de un breve relato sobre los avatares que a continuación se resumen.
En julio de 1936, en su tierra natal de Oruro y con otros compañeros de armas, fundó la “Asociación de Ex Prisioneros”, con el fin de prestarse mutua colaboración, sobre todo a aquellos que no tenían recursos, durmiendo incluso en plazas y zaguanes. Como los socorros devengados a los excombatientes demoraban en llegar desde La Paz, la directiva de la asociación visitó al prefecto coronel Ovidio Quiroga, para pedirle interceda por ellos ante las autoridades, teniendo en cuenta su estrecha amistad con el presidente David Toro. El prefecto, que fue auxiliar de Toro en la malhadada batalla de Picuiba, los recibió de mala manera y, cuando los delegados abandonaban cabizbajos el palacio prefectural, Quiroga salió a uno de los balcones y se puso a gritar: “¡Prisioneros cobardes!”.
Al oír semejante improperio, los sorprendidos excombatientes murmuraron entre sí: “Miren quien dice ‘cobardes’, si es de los que se entregaron sin combatir” y, luego de una sonora silbatina, se alejaron gritándole: “¡Picuiba! ¡Picuiba!”, lo que enfureció de gran manera al aludido, llegando a hacer disparos al aire con una ametralladora.
El sábado posterior a ese incidente y luego de un disputado “match” de fútbol, Saavedra y cinco compañeros fueron a una quinta a servirse un picante. Al entrar al local público, vieron que en una mesa Quiroga departía con un par de amigos; sin prestarle atención, se acomodaron en otra mesa y llamaron a doña Angélica, la dueña, para que les sirviera. Grande fue su sorpresa al decirles la propietaria que por orden del prefecto no podía atenderles, a lo que inmediatamente respondió a gritos uno de los jóvenes: “dígale al señor prefecto que ésta no es la prefectura, sino una quinta pública”.
Rememora Saavedra: “Enardecido, el prefecto se paró con un fuete en la mano y vino hacia nosotros. Iba a darle un fuetazo en la cara al de más cerca y éste le puso el brazo y le tiró un empujón. Caliente por nuestra actitud llamó a sus amigos y se retiraron del local. Nosotros, como festejando el triunfo, pedimos que nos sirvan cerveza y el plato que habíamos pedido. No imaginábamos lo que posteriormente nos iba a pasar”.
No acabaron de dar la orden, cuando a las carreras se presentó ante los jóvenes doña Angélica, gritando: “niñitos, ¡váyanse, que el prefecto salió amenazándoles!”. Dicho y hecho; pocos minutos después la quinta fue rodeada por un destacamento de soldados. Al tratar de escapar, fueron reducidos a culatazos y conducidos al regimiento Camacho, donde pasaron la noche temblando de frío. Al mediodía siguiente, se les comunicó que serían confinados por “peligrosos comunistas”, junto a dos periodistas. El destino era el poblado de Santo Corazón, en la frontera con Brasil.
Fueron innúmeras las aventuras que corrieron los deportados, varias de ellas de riesgo y originadas en la necesidad de hacerse con alimentos en el hostil entorno selvático, donde tuvieron que recurrir a las experiencias adquiridas en el Chaco para sobrevivir. Con una frontera desguarnecida y extensos territorios deshabitados, Saavedra y sus amigos se desplazan casi libremente, seguidos en complicidad por el cabo que debe custodiarlos. En esas correrías se topan con contrabandistas y cuatreros. Entre los últimos, visita Santo Corazón un cruceño de apellido Cronembold, a quien lo acompaña un jinete brasilero, que se mantiene callado. En una siguiente pasada por el pueblo, Cronembold les hace creer que el brasilero era Luis Carlos Prestes, el famoso dirigente comunista que años atrás encabezó una frustrada sublevación contra el Gobierno brasilero, refugiándose pocos meses en Bolivia. Sin embargo, en la época de esta anécdota, Prestes estaba preso en Río de Janeiro, por orden del presidente Getulio Vargas.
Cansados de esa vida y de las consecuentes privaciones, sumadas a la lógica molestia de estar desterrados por un enojo del caprichoso coronel Quiroga, Saavedra y dos de sus compañeros de destierro escapan de Santo Corazón y cruzan la frontera. Obligados a ganarse el pan, trabajan en labores manuales para hacendados brasileros, hasta reunir el dinero suficiente para acercarse a Corumbá. Allá tienen la sorpresa de encontrarse con un grupo de militares bolivianos que departían en un restaurante. Ellos les informan que como Toro ha sido derrocado —nada menos que por uno de los máximos héroes de la guerra del Chaco, el mayor Germán Busch—, podían volver sin temor a Bolivia, cosa que hacen de inmediato.
Ayudados por los excombatientes cruceños, los injustamente confinados pueden hacer el largo camino hasta su tierra natal, “llegando a Oruro como si no hubiera pasado nada”.
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Entre los valientes que soportaron el violento asedio paraguayo a Fortín Boquerón.
Archivo
“Al tratar de escapar, fueron reducidos a culatazos y conducidos al regimiento Camacho, donde pasaron la noche temblando de frío. Al mediodía siguiente, se les comunicó que serían confinados por “peligrosos comunistas”, junto a dos periodistas. El destino era el poblado de Santo Corazón, en la frontera con Brasil.”
Entre los valientes que soportaron el violento asedio paraguayo a Fortín Boquerón, que tuvo como perversos aliados a la ineficiencia de los altos mandos militares bolivianos y a la inclemente sed, se encontraba el sargento Alberto Saavedra Peláez, quien fue tomado prisionero con otros 465 sobrevivientes de esa increíble gesta. Saavedra, no pudo resistir el cautiverio en Asunción del Paraguay, por lo que poco antes del fin de la guerra se fugó a nado por el río Pilcomayo con otros compañeros hasta la Argentina, de donde pudo pasar luego a Bolivia. Saavedra es autor del libro “Memorias de un Soldado”, que relata sus vivencias en Boquerón, y de un breve relato sobre los avatares que a continuación se resumen.
En julio de 1936, en su tierra natal de Oruro y con otros compañeros de armas, fundó la “Asociación de Ex Prisioneros”, con el fin de prestarse mutua colaboración, sobre todo a aquellos que no tenían recursos, durmiendo incluso en plazas y zaguanes. Como los socorros devengados a los excombatientes demoraban en llegar desde La Paz, la directiva de la asociación visitó al prefecto coronel Ovidio Quiroga, para pedirle interceda por ellos ante las autoridades, teniendo en cuenta su estrecha amistad con el presidente David Toro. El prefecto, que fue auxiliar de Toro en la malhadada batalla de Picuiba, los recibió de mala manera y, cuando los delegados abandonaban cabizbajos el palacio prefectural, Quiroga salió a uno de los balcones y se puso a gritar: “¡Prisioneros cobardes!”.
Al oír semejante improperio, los sorprendidos excombatientes murmuraron entre sí: “Miren quien dice ‘cobardes’, si es de los que se entregaron sin combatir” y, luego de una sonora silbatina, se alejaron gritándole: “¡Picuiba! ¡Picuiba!”, lo que enfureció de gran manera al aludido, llegando a hacer disparos al aire con una ametralladora.
El sábado posterior a ese incidente y luego de un disputado “match” de fútbol, Saavedra y cinco compañeros fueron a una quinta a servirse un picante. Al entrar al local público, vieron que en una mesa Quiroga departía con un par de amigos; sin prestarle atención, se acomodaron en otra mesa y llamaron a doña Angélica, la dueña, para que les sirviera. Grande fue su sorpresa al decirles la propietaria que por orden del prefecto no podía atenderles, a lo que inmediatamente respondió a gritos uno de los jóvenes: “dígale al señor prefecto que ésta no es la prefectura, sino una quinta pública”.
Rememora Saavedra: “Enardecido, el prefecto se paró con un fuete en la mano y vino hacia nosotros. Iba a darle un fuetazo en la cara al de más cerca y éste le puso el brazo y le tiró un empujón. Caliente por nuestra actitud llamó a sus amigos y se retiraron del local. Nosotros, como festejando el triunfo, pedimos que nos sirvan cerveza y el plato que habíamos pedido. No imaginábamos lo que posteriormente nos iba a pasar”.
No acabaron de dar la orden, cuando a las carreras se presentó ante los jóvenes doña Angélica, gritando: “niñitos, ¡váyanse, que el prefecto salió amenazándoles!”. Dicho y hecho; pocos minutos después la quinta fue rodeada por un destacamento de soldados. Al tratar de escapar, fueron reducidos a culatazos y conducidos al regimiento Camacho, donde pasaron la noche temblando de frío. Al mediodía siguiente, se les comunicó que serían confinados por “peligrosos comunistas”, junto a dos periodistas. El destino era el poblado de Santo Corazón, en la frontera con Brasil.
Fueron innúmeras las aventuras que corrieron los deportados, varias de ellas de riesgo y originadas en la necesidad de hacerse con alimentos en el hostil entorno selvático, donde tuvieron que recurrir a las experiencias adquiridas en el Chaco para sobrevivir. Con una frontera desguarnecida y extensos territorios deshabitados, Saavedra y sus amigos se desplazan casi libremente, seguidos en complicidad por el cabo que debe custodiarlos. En esas correrías se topan con contrabandistas y cuatreros. Entre los últimos, visita Santo Corazón un cruceño de apellido Cronembold, a quien lo acompaña un jinete brasilero, que se mantiene callado. En una siguiente pasada por el pueblo, Cronembold les hace creer que el brasilero era Luis Carlos Prestes, el famoso dirigente comunista que años atrás encabezó una frustrada sublevación contra el Gobierno brasilero, refugiándose pocos meses en Bolivia. Sin embargo, en la época de esta anécdota, Prestes estaba preso en Río de Janeiro, por orden del presidente Getulio Vargas.
Cansados de esa vida y de las consecuentes privaciones, sumadas a la lógica molestia de estar desterrados por un enojo del caprichoso coronel Quiroga, Saavedra y dos de sus compañeros de destierro escapan de Santo Corazón y cruzan la frontera. Obligados a ganarse el pan, trabajan en labores manuales para hacendados brasileros, hasta reunir el dinero suficiente para acercarse a Corumbá. Allá tienen la sorpresa de encontrarse con un grupo de militares bolivianos que departían en un restaurante. Ellos les informan que como Toro ha sido derrocado —nada menos que por uno de los máximos héroes de la guerra del Chaco, el mayor Germán Busch—, podían volver sin temor a Bolivia, cosa que hacen de inmediato.
Ayudados por los excombatientes cruceños, los injustamente confinados pueden hacer el largo camino hasta su tierra natal, “llegando a Oruro como si no hubiera pasado nada”.
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Entre los valientes que soportaron el violento asedio paraguayo a Fortín Boquerón.
Archivo
“Al tratar de escapar, fueron reducidos a culatazos y conducidos al regimiento Camacho, donde pasaron la noche temblando de frío. Al mediodía siguiente, se les comunicó que serían confinados por “peligrosos comunistas”, junto a dos periodistas. El destino era el poblado de Santo Corazón, en la frontera con Brasil.”
Inician actos por los 200 años de batalla de El Pari
El Comité Organizador del Bicentenario de la Batalla de El Pari arrancó hoy, a las 8:00, la jornada conmemorativa de esta gesta libertaria por la independencia de Sudamérica con una misa de Te Deum en catedral de Santa Cruz de la Sierra, con respaldo de la Gobernación y de la Alcaldía cruceña.
Luego de la misa, tendrá lugar un acto cívico militar en la plaza de El Pari.
Al acto asisten la principales autoridades de la región, entre ellas el gobernador Rubén Costas, confirmó la Gobernación.
sábado, 19 de noviembre de 2016
Brasil les compró el Acre a Bolivia y a Estados Unidos, pero no concluyó el tren a Villa Bella
“Los Estados Unidos del Brasil pagarán una indemnización de £ 2’000.000 (dos millones de libras esterlinas) que la República de Bolivia acepta con el propósito principal de destinarlas a la construcción de vías férreas u otras obras tendientes a mejorar las comunicaciones y desarrollar el comercio entre los dos países”, señala el artículo 3 del Tratado de Petrópolis firmado el 17 de noviembre de 1903 para ponerle fin al conflicto armado del Acre. “O pagamento será feito em duas prestações de um milhão de libras cada uma: a primeira dentro do prazo de três meses, contado da troca das ratificações do presente tratado, e a segunda em 31 de março de 1905”, dice el original del documento en portugués.
En otras palabras, mediante el Tratado del 17 de noviembre de 1903 que estipula una figura algo ambigua de “permuta”, Brasil le compró a Bolivia el territorio del Acre que estuvo en franca disputa desde 1898, pero también pagó una “indemniización” al consorcio “Bolivian Sindicate” de Nueva York. Los dos millones de libras esterlinas equivalían a aproximadamente 34’466.270 réis. De ese total, según el historiador Carlos Alberto Alves de Souza, 32’080.000 réis debían destinarse a financiar la red ferroviaria boliviana sobre la frontera, y 2’366.270 réis fueron un pago al Bolivian Syndicate por los gastos incurridos por esa compañia norteamericana durante el conflicto, como el desplazamiento del acorazado Wilmington hacia los puertos amazónicos con la perspectiva de entrar en combate.
Recordemos que el presidente José Manuel Pando había acordado entregar a dicha compañia norteamericana, “en arriendo”, la administración del territorio boliviano del Acre y en ese propósito Pando no vaciló en movilizar a todo el ejército del país para aplastar a los autonomistas acreanos que lograron afianzarse en este nuestro territorio mediante los alzamientos guerrilleros de Luis Gálvez en 1898 y de Plácido de Castro en 1902, alzamientos motivados precisamente por el afán boliviano de entregar el Acre a Estados Unidos
La posible invasión boliviana a las victoriosas colonias nordestinas en nuestro Acre —con auxilio de la fuerza naval norteamericana que mandó su avanzada a bordo del buque de guerra Wilmington— hizo temer en el Brasil una verdadera conflagración bélica que obligaría al ejército brasileño romper su esforzada neutralidad para enfrentar a los ejércitos aliados de Bolivia y Estados Unidos.
Ante esa eventualidad catastrófica, el canciller brasileño José María Da Silva Paranhos, más conocido como el Barón do Rio Branco, aceleró la pacificación ofreciendo al Gobierno boliviano el pago de aquellos montos que el mismo presidente Pando ya había exigido dos años antes. En febrero de 1903 se acordó un “modus vivendi” que pacificó la zona mientras se elaboraba el Tratado de Petrópolis que entraria en vigor en noviembre y consolidaria la plena anexión del Acre al Brasil con excepción de la parte más próxima al Abuná, hoy Departamento de Pando.
En Bolivia, no hay constancia ni hubo rendición de cuentas demostrando que el dinero que recibió el país por venderle el Acre al Brasil hubiera sido efectivamente empleado en la construcción de ferrocarriles tal cual estipula el Tratado de Petrópolis. Primer incumplimiento.
Petrópolis es un municipio en Rio de Janeiro donde el Barón de Rio Branco, el canciller brasileño da Silva Paranhos, tenía su residencia. Hasta allí llegaron el canciller boliviano Claudio Pinilla y el embajador Fernando Guachalla para firmar el Tratado del 17 de noviembre junto a sus pares brasileños.
Según el professor Juarez Maciel, distinguido jurisconsulto, historiador y municipalista de Xapurí, existe otro detalle —acaso más intrigante que el destino del dinero que recibió Bolivia por la venta del Acre al Brasil— que pone en cuestión el cumplimento pleno del Tratado de Petrópolis. Es el detalle referido al compromiso contractual del Brasil para tender una línea férrea que conecte zonas estratégicas de la frontera amazónica entre ambos países.
“Cuando um tratado no se cumple en su cabalidad, ese Tratado sigue en pié a pesar del tempo transcurrido, hasta su total aplicación”, asegura el historiador xapurense.
Para el profesor Maciel, el artículo 7 del Tratado de Petrópolis no se ha cumplido hasta la fecha por parte del Brasil, y Bolivia hace poco por exigir su cumplimiento. “Por tanto el Tratado de Petrópolis sigue vigente 113 años después de su firma”, sostiene.
Dice lo siguiente el artículo 7:
“Los Estados Unidos del Brasil están obligados a construir en territorio brasileño, por sí o mediante una empresa particular, una ferrovia desde el Puerto de San Antonio, en el río Madera, hasta Guajará-Mirim en el Mamoré, com um ramal que, pasando por Villa Murtinho u otro punto próximo (Estado de Mato Grosso), llegue hasta Villa Bella (en Bolivia), sobre la confliencia de los ríos Beni y Mamoré. Dicha ferrovía que el Brasil se esforzará en concluir dentro un plazo de cuatro años, usarán ambos países con derecho a las mismas franquicias y tarifas”.
El historiador Juarez Maciel informa que efectivamente Brasil arrancó con la construcción del ferrocarril en el Puerto de San Antonio, con un despliegue masivo de tecnologia y fuerza laboral que dio surgimento a la ciudad de Porto Velho y al Estado de Rondonia. “Pero este ferrocarril nunca llegó hasta Villa Bella, ese ramal para Bolivia comprometido en el Tratado de Petrópolis no llegó a construirse hasta hoy y por tanto el espíritu de integración y buena vecindad estipulado en este Tratado, sigue siendo una cláusula pendiente en este siglo XXI”, afirma el académico acreano.
El Ferrocarril Madeira-Mamoré fue construído entre los años 1907 y 1912, uniendo a lo largo de 364 kilómetros a Porto Velho con Guajará-Mirim, en el estado de Rondonia. Se inauguro el 30 de abril de 1912, fecha que marca también la fundación de Guajará-Mirim. La obra estuvo a cargo del norteamericano Percival Farquhar.
Una de las locomotoras del centenario ferrocarril Madeira-Mamoré, en Porto Velho, exhibida como pieza de museo frecuentemente visitada por estudiantes y educadores. | Foto Sol de Pando
Una de las locomotoras del centenario ferrocarril Madeira-Mamoré, en Porto Velho, exhibida como pieza de museo frecuentemente visitada por estudiantes y educadores. | Foto Sol de Pando
“Nadie podía imaginar lo difícil que sería dar curso a ese ferrocarril, luchar no sólo contra la naturaleza —tarea titánica— sino contra la falta de mano de obra”, escribió el experto Patricio Crooker. “Se publicaron anuncios de búsqueda de personal en los periódicos más importantes de la época en los Estados Unidos de Norteamérica, y se dice que acudieron trabajadores de más de 50 nacionalidades. Las locomotoras y vagones llegaban en barco por los ríos Amazonas y Madera, lo que para la pequeña población de Porto Velho constituía un gran espectáculo. Las obras acercaron también a la zona algunos avances tecnológicos, como el teléfono y la máquina de lavar ropa. Una de las dificultades más grandes durante la construcción del ferrocarril fue la lucha contra la malaria, la fiebre amarilla y las picaduras de serpientes. El hospital de la Candelaria era el lugar más visitado por los trabajadores y, los que tenían menos suerte, terminaban en el cementerio de la misma localidad, lugar donde hasta el día de hoy se pueden apreciar tumbas con nombres de distintos orígenes. Se dice que unos 6.000 hombres dejaron la vida en torno a los rieles del ‘ferrocarril
Pero la historia de tan memorable obra es corta y para el empresario Farquar, el megaproyecto representó un gran fracaso económico, agrega Crooker. “Ocurre que, luego de que los precios de la goma se desplomaran, el uso del ferrocarril se redujo a lo mínimo; el periodo de las dictaduras de los 70 tocaron el réquiem”.
La línea férrea fue parcialmente desactivada en los años 1930 y totalmente desactivada en 1972. En 1981, se rehabilitó un trecho de sólo siete kilómetros, con fines de entretenimiento. El resto quedó convertido em museo para turistas.
El municipio de Porto Velho impulsa actualmente la reactivación de ese tren con fines turísticos, en un plan paralelo a las obras de la cuestionada Hidroeléctrica de San Antonio.
En la parte boliviana, las autoridades muncipales de Guayaramerín, frente a Guajará-Mirim, intentan invocar el Tratado de Petrópolis para que se concluya el ramal hacia Villa Bella, pero nadie escucha, ni en Bolivia ni en Brasil.
“Ha llegado la hora de que los pueblos de Bolivia y Brasil cerremos aquel capítulo de la historia haciendo que se cumpla en un cien por ciento el Tratado de 1903”, exhorta el profesor Maciel.
En otras palabras, mediante el Tratado del 17 de noviembre de 1903 que estipula una figura algo ambigua de “permuta”, Brasil le compró a Bolivia el territorio del Acre que estuvo en franca disputa desde 1898, pero también pagó una “indemniización” al consorcio “Bolivian Sindicate” de Nueva York. Los dos millones de libras esterlinas equivalían a aproximadamente 34’466.270 réis. De ese total, según el historiador Carlos Alberto Alves de Souza, 32’080.000 réis debían destinarse a financiar la red ferroviaria boliviana sobre la frontera, y 2’366.270 réis fueron un pago al Bolivian Syndicate por los gastos incurridos por esa compañia norteamericana durante el conflicto, como el desplazamiento del acorazado Wilmington hacia los puertos amazónicos con la perspectiva de entrar en combate.
Recordemos que el presidente José Manuel Pando había acordado entregar a dicha compañia norteamericana, “en arriendo”, la administración del territorio boliviano del Acre y en ese propósito Pando no vaciló en movilizar a todo el ejército del país para aplastar a los autonomistas acreanos que lograron afianzarse en este nuestro territorio mediante los alzamientos guerrilleros de Luis Gálvez en 1898 y de Plácido de Castro en 1902, alzamientos motivados precisamente por el afán boliviano de entregar el Acre a Estados Unidos
La posible invasión boliviana a las victoriosas colonias nordestinas en nuestro Acre —con auxilio de la fuerza naval norteamericana que mandó su avanzada a bordo del buque de guerra Wilmington— hizo temer en el Brasil una verdadera conflagración bélica que obligaría al ejército brasileño romper su esforzada neutralidad para enfrentar a los ejércitos aliados de Bolivia y Estados Unidos.
Ante esa eventualidad catastrófica, el canciller brasileño José María Da Silva Paranhos, más conocido como el Barón do Rio Branco, aceleró la pacificación ofreciendo al Gobierno boliviano el pago de aquellos montos que el mismo presidente Pando ya había exigido dos años antes. En febrero de 1903 se acordó un “modus vivendi” que pacificó la zona mientras se elaboraba el Tratado de Petrópolis que entraria en vigor en noviembre y consolidaria la plena anexión del Acre al Brasil con excepción de la parte más próxima al Abuná, hoy Departamento de Pando.
En Bolivia, no hay constancia ni hubo rendición de cuentas demostrando que el dinero que recibió el país por venderle el Acre al Brasil hubiera sido efectivamente empleado en la construcción de ferrocarriles tal cual estipula el Tratado de Petrópolis. Primer incumplimiento.
Petrópolis es un municipio en Rio de Janeiro donde el Barón de Rio Branco, el canciller brasileño da Silva Paranhos, tenía su residencia. Hasta allí llegaron el canciller boliviano Claudio Pinilla y el embajador Fernando Guachalla para firmar el Tratado del 17 de noviembre junto a sus pares brasileños.
Según el professor Juarez Maciel, distinguido jurisconsulto, historiador y municipalista de Xapurí, existe otro detalle —acaso más intrigante que el destino del dinero que recibió Bolivia por la venta del Acre al Brasil— que pone en cuestión el cumplimento pleno del Tratado de Petrópolis. Es el detalle referido al compromiso contractual del Brasil para tender una línea férrea que conecte zonas estratégicas de la frontera amazónica entre ambos países.
“Cuando um tratado no se cumple en su cabalidad, ese Tratado sigue en pié a pesar del tempo transcurrido, hasta su total aplicación”, asegura el historiador xapurense.
Para el profesor Maciel, el artículo 7 del Tratado de Petrópolis no se ha cumplido hasta la fecha por parte del Brasil, y Bolivia hace poco por exigir su cumplimiento. “Por tanto el Tratado de Petrópolis sigue vigente 113 años después de su firma”, sostiene.
Dice lo siguiente el artículo 7:
“Los Estados Unidos del Brasil están obligados a construir en territorio brasileño, por sí o mediante una empresa particular, una ferrovia desde el Puerto de San Antonio, en el río Madera, hasta Guajará-Mirim en el Mamoré, com um ramal que, pasando por Villa Murtinho u otro punto próximo (Estado de Mato Grosso), llegue hasta Villa Bella (en Bolivia), sobre la confliencia de los ríos Beni y Mamoré. Dicha ferrovía que el Brasil se esforzará en concluir dentro un plazo de cuatro años, usarán ambos países con derecho a las mismas franquicias y tarifas”.
El historiador Juarez Maciel informa que efectivamente Brasil arrancó con la construcción del ferrocarril en el Puerto de San Antonio, con un despliegue masivo de tecnologia y fuerza laboral que dio surgimento a la ciudad de Porto Velho y al Estado de Rondonia. “Pero este ferrocarril nunca llegó hasta Villa Bella, ese ramal para Bolivia comprometido en el Tratado de Petrópolis no llegó a construirse hasta hoy y por tanto el espíritu de integración y buena vecindad estipulado en este Tratado, sigue siendo una cláusula pendiente en este siglo XXI”, afirma el académico acreano.
El Ferrocarril Madeira-Mamoré fue construído entre los años 1907 y 1912, uniendo a lo largo de 364 kilómetros a Porto Velho con Guajará-Mirim, en el estado de Rondonia. Se inauguro el 30 de abril de 1912, fecha que marca también la fundación de Guajará-Mirim. La obra estuvo a cargo del norteamericano Percival Farquhar.
Una de las locomotoras del centenario ferrocarril Madeira-Mamoré, en Porto Velho, exhibida como pieza de museo frecuentemente visitada por estudiantes y educadores. | Foto Sol de Pando
Una de las locomotoras del centenario ferrocarril Madeira-Mamoré, en Porto Velho, exhibida como pieza de museo frecuentemente visitada por estudiantes y educadores. | Foto Sol de Pando
“Nadie podía imaginar lo difícil que sería dar curso a ese ferrocarril, luchar no sólo contra la naturaleza —tarea titánica— sino contra la falta de mano de obra”, escribió el experto Patricio Crooker. “Se publicaron anuncios de búsqueda de personal en los periódicos más importantes de la época en los Estados Unidos de Norteamérica, y se dice que acudieron trabajadores de más de 50 nacionalidades. Las locomotoras y vagones llegaban en barco por los ríos Amazonas y Madera, lo que para la pequeña población de Porto Velho constituía un gran espectáculo. Las obras acercaron también a la zona algunos avances tecnológicos, como el teléfono y la máquina de lavar ropa. Una de las dificultades más grandes durante la construcción del ferrocarril fue la lucha contra la malaria, la fiebre amarilla y las picaduras de serpientes. El hospital de la Candelaria era el lugar más visitado por los trabajadores y, los que tenían menos suerte, terminaban en el cementerio de la misma localidad, lugar donde hasta el día de hoy se pueden apreciar tumbas con nombres de distintos orígenes. Se dice que unos 6.000 hombres dejaron la vida en torno a los rieles del ‘ferrocarril
Pero la historia de tan memorable obra es corta y para el empresario Farquar, el megaproyecto representó un gran fracaso económico, agrega Crooker. “Ocurre que, luego de que los precios de la goma se desplomaran, el uso del ferrocarril se redujo a lo mínimo; el periodo de las dictaduras de los 70 tocaron el réquiem”.
La línea férrea fue parcialmente desactivada en los años 1930 y totalmente desactivada en 1972. En 1981, se rehabilitó un trecho de sólo siete kilómetros, con fines de entretenimiento. El resto quedó convertido em museo para turistas.
El municipio de Porto Velho impulsa actualmente la reactivación de ese tren con fines turísticos, en un plan paralelo a las obras de la cuestionada Hidroeléctrica de San Antonio.
En la parte boliviana, las autoridades muncipales de Guayaramerín, frente a Guajará-Mirim, intentan invocar el Tratado de Petrópolis para que se concluya el ramal hacia Villa Bella, pero nadie escucha, ni en Bolivia ni en Brasil.
“Ha llegado la hora de que los pueblos de Bolivia y Brasil cerremos aquel capítulo de la historia haciendo que se cumpla en un cien por ciento el Tratado de 1903”, exhorta el profesor Maciel.
viernes, 18 de noviembre de 2016
Bolivia celebra 171 años del Himno Nacional
El 18 de noviembre de 1845, en la antigua plaza de Armas, hoy plaza Murillo, en la ciudad de La Paz, se entonó por primera vez la notas del Himno Nacional.
El Himno Nacional es una marcha —en compás de 4/4, aunque popularmente se canta en 12/8—, con letra de José Ignacio de Sanjinés y música de Leopoldo Benedetto Vincentti. Fue estrenado a las doce del día, de un día como hoy, con unos 90 instrumentistas, pertenecientes a las bandas militares de los batallones quinto, sexto y octavo.
El primer nombre de este fue Canción Patriótica. Aquel día se festejaba el cuarto aniversario de la victoria en la Batalla de Ingavi, con varios actos de civismo extraordinario.
AUTORES
José Ignacio de Sanjinés, autor de la letra del Himno Nacional, era jurisconsulto, legislador y poeta; nació en Chuquisaca, en 1786 y murió en Sucre el 15 de agosto de 1864.
Leopoldo Benedetto Vincentti nació en Roma, cursó estudios en el Conservatorio de París, fue contratado por el almirante Du Thus, para que los acompañara en su segundo viaje alrededor del mundo. Fue traído a Bolivia por el Presidente Ballivían. Se quedó en la ciudad de La Paz, contrayendo matrimonio con una dama boliviana. Años después regreso a su país, donde murió.
En el gobierno del general Manuel Isidoro Belzu, en 1851, mediante Decreto Supremo, se oficializó el Himno Nacional de Bolivia y se mandó a imprimir para que fuera distribuido en las calles. En 1834, en la ciudad de Sucre salió a luz una composición llamada “Marcha Nacional”; obra del maestro peruano y catalogado como el primer músico de América, Don Pedro Ximenez Abrill y Tirado, quien ejercía el cargo de Maestro de la Capilla de la Catedral de Sucre.
El Himno Nacional es una marcha —en compás de 4/4, aunque popularmente se canta en 12/8—, con letra de José Ignacio de Sanjinés y música de Leopoldo Benedetto Vincentti. Fue estrenado a las doce del día, de un día como hoy, con unos 90 instrumentistas, pertenecientes a las bandas militares de los batallones quinto, sexto y octavo.
El primer nombre de este fue Canción Patriótica. Aquel día se festejaba el cuarto aniversario de la victoria en la Batalla de Ingavi, con varios actos de civismo extraordinario.
AUTORES
José Ignacio de Sanjinés, autor de la letra del Himno Nacional, era jurisconsulto, legislador y poeta; nació en Chuquisaca, en 1786 y murió en Sucre el 15 de agosto de 1864.
Leopoldo Benedetto Vincentti nació en Roma, cursó estudios en el Conservatorio de París, fue contratado por el almirante Du Thus, para que los acompañara en su segundo viaje alrededor del mundo. Fue traído a Bolivia por el Presidente Ballivían. Se quedó en la ciudad de La Paz, contrayendo matrimonio con una dama boliviana. Años después regreso a su país, donde murió.
En el gobierno del general Manuel Isidoro Belzu, en 1851, mediante Decreto Supremo, se oficializó el Himno Nacional de Bolivia y se mandó a imprimir para que fuera distribuido en las calles. En 1834, en la ciudad de Sucre salió a luz una composición llamada “Marcha Nacional”; obra del maestro peruano y catalogado como el primer músico de América, Don Pedro Ximenez Abrill y Tirado, quien ejercía el cargo de Maestro de la Capilla de la Catedral de Sucre.
Con desfiles cívicos y presentación de danzas típicas Beni celebra 174 años de creación
En esta fecha de 18 de noviembre, el departamento del Beni festeja dos acontecimientos de trascendencia nacional, la primera, la creación del departamento, en 1842, y la segunda el triunfo de la Batalla de Ingavi, del 18 de noviembre de 1841.
Es así que el día 18 de noviembre, en homenaje al primer aniversario de la gran Batalla de Ingavi, el presidente de la República, general José Ballivian, creó el departamento del Beni en el territorio de Moxos, fomentando su poblamiento e impulsando el estudio de nuevas rutas fluviales y terrestres que unirían esta región con el occidente.
INVERSORES EUROPEOS
El empeño de Ballivián por la colonización del oriente no encontró eco en los inversores europeos ni en los propios bolivianos. No consiguió que se organizaran compañías nacionales interesadas en sus proyectos. Por otra parte, tropezó también con la negativa de los países vecinos a permitir la libre navegación de barcos mercantes por las aguas de sus ríos.
De esta manera, el Beni llegó a considerarse como un departamento más de la nacionalidad boliviana mediante un Decreto Supremo, dictado por la dinámica labor del Presidente Ballivián.
Además se celebra el movimiento independentista protagonizado por el caudillo indígena Pedro Ignacio Muiba. La historia del Beni se remonta a períodos prehispánicos, con la existencia de la cultura de los arawak, de quienes descienden los moxos y los baures, que fueron los pueblos que los jesuitas encontraron a su llegada a las llanuras del Beni, entre los años 1560 y 1600.
BELLEZA EXUBERANTE
El departamento del Beni está ubicado el noroeste del país y es uno de los más extensos en superficie. Su clima es húmedo y cálido de tipo tropical.
Su capital, Trinidad, fue fundada en 1603 por el gobernador Juan de Mendoza de Mate de Luna, que venía de España con el encargo de fundar dos ciudades en el territorio de los Moxos. Con este objeto, reclutó un contingente de 150 hombres y se embarcó en la ruta del río Guapay. Según los historiadores, la expedición de Mate de Luna, avanzó hasta el territorio de los cunaguanas, donde fundó un pueblo con el nombre de Santísima Trinidad, que es el antecedente del que se fundaría después, a fines del siglo, con el mismo nombre.
Bolivia es un país con paraísos de múltiples encantos y una buena parte de estos paraísos están en el Beni. Además este departamento es poseedor de una herencia cultural a través de sus tradiciones autóctonas de gran manifestación. Es de resaltar el conjunto de rituales religiosos que conserva la población junto a los grupos étnicos.
Su capital Trinidad es una noble ciudad que se caracteriza por ser una mezcla de naturaleza virgen y urbanismo en desarrollo. Posee inmensas pampas y bajíos que la rodean y convierten en la capital ganadera de Bolivia.
Cuenta en sus alrededores con diversos y maravillosos lugares para visitar, donde encontraremos en sus orillas balnearios naturales de aguas poco profundas. A cada paso en Trinidad se descubren nuevos horizontes junto a una naturaleza de extraordinaria flora y fauna amazónica, un folklore auténtico, tradiciones y una cultura viva que añadida a la tradicional hospitalidad y calor humano de sus habitantes hacen de esta ciudad un destino turístico inolvidable.
NATURALEZA
Uno de los grandes tesoros del departamento del Beni es su variada y rica naturaleza, como la del Parque Departamental Iténez que se encuentra en la provincia del mismo nombre. Como en muy pocos lugares, allí se puede estar en contacto con los delfines de río, variedad de peces tropicales, caimanes, piyos y aves como las garzas y los martín pescador, además de árboles de castaña, goma y otros. El visitante puede deleitarse con las maravillas naturales de la Estación Biológica de Beni, en la provincia Ballivián, el Parque Nacional Isiboro Sécure.
Trinidad siempre se caracterizó por ser el centro de la actividad ganadera de toda la región y no se la veía como un destino turístico, en la actualidad uno de los lugares que más atrae al visitante es el Museo Ictícola (de peces) que se encuentra en los predios del campus de la Universidad Autónoma de Beni y que sobrepasa los 400 ejemplares. Es una de las colecciones más importantes de Sudamérica, muchos de ellos provienen del río Mamoré que supera las 300 especies.
Uno puede instruirse en el Museo Etnoarqueológico del Beni “Kenneth Lee”, donde se recrea diversos aspectos de la cultura moxeña. Cuenta con restos arqueológicos y objetos de las culturas que poblaron esa región y de algunas que aún viven en el departamento. Es una visita obligada para entender mejor la historia precolombina y colonial del noreste boliviano. Por otro lado, la ciudad tiene en el balneario de la Laguna Suárez, uno de los espacios de mayor esparcimiento, y tres puertos (Almacén, Varador y Ballivián).
RESIDENTES BENIANOS
Como parte de los actos de homenaje, los residentes benianos en la ciudad de La Paz presentaron un programa de actividades en conmemoración al 174 años de creación del departamento del Beni, con actos cívicos, sociales y culturales, que comenzarán con la celebración de una misa en la Catedral Metropolitana, entrega de ofrendas florales en la plaza Murillo y recepciones de confraternidad.
El presidente del Centro Cultural “Moxos” de residentes benianos en La Paz, Raúl Catacora, señaló que este día tiene un significativo valor histórico para el país, por lo que representa el departamento para la economía nacional.
Por su parte, el asesor legal de la organización, Alcindo Claros, sostuvo que el departamento del Beni posee una de las culturas más ricas del país, por sus costumbres y cultura, que impulsan el desarrollo del turismo a nivel nacional e internacional.
Señaló que el departamento posee una amplia actividad agrícola, sus tierras regalan para todo el país plátano, maíz, arroz, algodón y yuca; asimismo, la pesca y la gran variedad de fauna y flora son tesoros que se esconden en sus frondosas tierras.
“Beni posee ocho provincias y 19 municipios; su capital, Trinidad, es una noble ciudad que se caracteriza por ser mezcla de una naturaleza virgen y un urbanismo en desarrollo que apoya al desarrollo del Estado Plurinacional de Bolivia”, dijo.
DATOS
- En los últimos 5 años las exportaciones del departamento del Beni han acumulado 1.053 millones de dólares, mientras que sus importaciones sumaron 63 millones.
- El valor exportado del Beni al tercer trimestre de 2016 aumentó en un 7% con respecto al mismo período de 2015, mientras que las importaciones disminuyeron en 15%.
- El departamento del Beni es el mayor exportador de nueces del Brasil, representa el 83% del total exportado hasta septiembre de 2016.
- El 53% de las exportaciones del Beni tiene como destino a Estados Unidos, mientras que el 90% de las importaciones provienen desde Brasil.
- Al tercer trimestre de 2016, el departamento del Beni representa el 5% de las exportaciones del país.
Es así que el día 18 de noviembre, en homenaje al primer aniversario de la gran Batalla de Ingavi, el presidente de la República, general José Ballivian, creó el departamento del Beni en el territorio de Moxos, fomentando su poblamiento e impulsando el estudio de nuevas rutas fluviales y terrestres que unirían esta región con el occidente.
INVERSORES EUROPEOS
El empeño de Ballivián por la colonización del oriente no encontró eco en los inversores europeos ni en los propios bolivianos. No consiguió que se organizaran compañías nacionales interesadas en sus proyectos. Por otra parte, tropezó también con la negativa de los países vecinos a permitir la libre navegación de barcos mercantes por las aguas de sus ríos.
De esta manera, el Beni llegó a considerarse como un departamento más de la nacionalidad boliviana mediante un Decreto Supremo, dictado por la dinámica labor del Presidente Ballivián.
Además se celebra el movimiento independentista protagonizado por el caudillo indígena Pedro Ignacio Muiba. La historia del Beni se remonta a períodos prehispánicos, con la existencia de la cultura de los arawak, de quienes descienden los moxos y los baures, que fueron los pueblos que los jesuitas encontraron a su llegada a las llanuras del Beni, entre los años 1560 y 1600.
BELLEZA EXUBERANTE
El departamento del Beni está ubicado el noroeste del país y es uno de los más extensos en superficie. Su clima es húmedo y cálido de tipo tropical.
Su capital, Trinidad, fue fundada en 1603 por el gobernador Juan de Mendoza de Mate de Luna, que venía de España con el encargo de fundar dos ciudades en el territorio de los Moxos. Con este objeto, reclutó un contingente de 150 hombres y se embarcó en la ruta del río Guapay. Según los historiadores, la expedición de Mate de Luna, avanzó hasta el territorio de los cunaguanas, donde fundó un pueblo con el nombre de Santísima Trinidad, que es el antecedente del que se fundaría después, a fines del siglo, con el mismo nombre.
Bolivia es un país con paraísos de múltiples encantos y una buena parte de estos paraísos están en el Beni. Además este departamento es poseedor de una herencia cultural a través de sus tradiciones autóctonas de gran manifestación. Es de resaltar el conjunto de rituales religiosos que conserva la población junto a los grupos étnicos.
Su capital Trinidad es una noble ciudad que se caracteriza por ser una mezcla de naturaleza virgen y urbanismo en desarrollo. Posee inmensas pampas y bajíos que la rodean y convierten en la capital ganadera de Bolivia.
Cuenta en sus alrededores con diversos y maravillosos lugares para visitar, donde encontraremos en sus orillas balnearios naturales de aguas poco profundas. A cada paso en Trinidad se descubren nuevos horizontes junto a una naturaleza de extraordinaria flora y fauna amazónica, un folklore auténtico, tradiciones y una cultura viva que añadida a la tradicional hospitalidad y calor humano de sus habitantes hacen de esta ciudad un destino turístico inolvidable.
NATURALEZA
Uno de los grandes tesoros del departamento del Beni es su variada y rica naturaleza, como la del Parque Departamental Iténez que se encuentra en la provincia del mismo nombre. Como en muy pocos lugares, allí se puede estar en contacto con los delfines de río, variedad de peces tropicales, caimanes, piyos y aves como las garzas y los martín pescador, además de árboles de castaña, goma y otros. El visitante puede deleitarse con las maravillas naturales de la Estación Biológica de Beni, en la provincia Ballivián, el Parque Nacional Isiboro Sécure.
Trinidad siempre se caracterizó por ser el centro de la actividad ganadera de toda la región y no se la veía como un destino turístico, en la actualidad uno de los lugares que más atrae al visitante es el Museo Ictícola (de peces) que se encuentra en los predios del campus de la Universidad Autónoma de Beni y que sobrepasa los 400 ejemplares. Es una de las colecciones más importantes de Sudamérica, muchos de ellos provienen del río Mamoré que supera las 300 especies.
Uno puede instruirse en el Museo Etnoarqueológico del Beni “Kenneth Lee”, donde se recrea diversos aspectos de la cultura moxeña. Cuenta con restos arqueológicos y objetos de las culturas que poblaron esa región y de algunas que aún viven en el departamento. Es una visita obligada para entender mejor la historia precolombina y colonial del noreste boliviano. Por otro lado, la ciudad tiene en el balneario de la Laguna Suárez, uno de los espacios de mayor esparcimiento, y tres puertos (Almacén, Varador y Ballivián).
RESIDENTES BENIANOS
Como parte de los actos de homenaje, los residentes benianos en la ciudad de La Paz presentaron un programa de actividades en conmemoración al 174 años de creación del departamento del Beni, con actos cívicos, sociales y culturales, que comenzarán con la celebración de una misa en la Catedral Metropolitana, entrega de ofrendas florales en la plaza Murillo y recepciones de confraternidad.
El presidente del Centro Cultural “Moxos” de residentes benianos en La Paz, Raúl Catacora, señaló que este día tiene un significativo valor histórico para el país, por lo que representa el departamento para la economía nacional.
Por su parte, el asesor legal de la organización, Alcindo Claros, sostuvo que el departamento del Beni posee una de las culturas más ricas del país, por sus costumbres y cultura, que impulsan el desarrollo del turismo a nivel nacional e internacional.
Señaló que el departamento posee una amplia actividad agrícola, sus tierras regalan para todo el país plátano, maíz, arroz, algodón y yuca; asimismo, la pesca y la gran variedad de fauna y flora son tesoros que se esconden en sus frondosas tierras.
“Beni posee ocho provincias y 19 municipios; su capital, Trinidad, es una noble ciudad que se caracteriza por ser mezcla de una naturaleza virgen y un urbanismo en desarrollo que apoya al desarrollo del Estado Plurinacional de Bolivia”, dijo.
DATOS
- En los últimos 5 años las exportaciones del departamento del Beni han acumulado 1.053 millones de dólares, mientras que sus importaciones sumaron 63 millones.
- El valor exportado del Beni al tercer trimestre de 2016 aumentó en un 7% con respecto al mismo período de 2015, mientras que las importaciones disminuyeron en 15%.
- El departamento del Beni es el mayor exportador de nueces del Brasil, representa el 83% del total exportado hasta septiembre de 2016.
- El 53% de las exportaciones del Beni tiene como destino a Estados Unidos, mientras que el 90% de las importaciones provienen desde Brasil.
- Al tercer trimestre de 2016, el departamento del Beni representa el 5% de las exportaciones del país.
martes, 15 de noviembre de 2016
206 Años de la Batalla de Aroma en Tarata
El municipio de Tarata recordó ayer 206 años de la Batalla de Aroma.
Se realizó un acto con la presencia de autoridades departamentales y municipales. En la oportunidad el gobernador Iván Canelas prometió proyectos importantes como la construcción de la carretera Tarata -Anzaldo-Toro Toro, que se iniciará la gestión 2017, la entrega de la presa de Millu Mayu y la dotación de ítemes en salud.
Organizaciones sociales conmemorarán 235 años de la muerte del líder indígena Túpac Katari
Las organizaciones sociales conmemorarán este miércoles los 235 años de la muerte del líder indígena Túpac Katari en al menos dos sitios donde se prevé masivas concentraciones. Uno de ellos la Estación de Mi Teleférico en la ciudad de El Alto, que contará con la presencia del presidente Evo Morales.
El coordinador con los sectores sociales, Pablo Quispe, informó que otro acto tendrá lugar en la localidad de Peñas, en la provincia Aroma, lugar donde nació el líder indígena. Los actos son coordinados entre las federaciones Túpac Katari, Bartolina Sisa, Cofecay, Cepilar, Conamaq y la Federación de Interculturales del departamento.
"Queremos invitar a la gran concentración en conmemoración de nuestros líderes indígenas, para este miércoles 16 de noviembre, donde todas las organizaciones sociales estaremos presentes para rendir homenaje y realizar un acto porque el legado de esas luchas y las tradiciones indígenas se traducen en respuestas que se deben dar a los problemas que asechan a la humanidad del siglo XXI, que exige soluciones para la crisis alimentaria, económica, ética y moral, que los indígenas respondieron a través de paradigmas del vivir bien", afirmó Quispe.
El evento en la ciudad de El Alto comenzará a las 09.00 y, según Quispe, estará presente el presidente Evo Morales, autoridades nacionales y departamentales. Un apthapi y música acompañarán al acto de conmemoración.
"Los verdaderos precursores de la independencia son Túpac Amaru, Túpac Katari, Bartolina Sisa, los hermanos Katari, Micaela Bastidas quienes unos 50 años antes de Simón Bolívar iniciaron un verdadero levantamiento continental y que los mismos no son reconocidos", dijo Quispe.
Líder del levantamiento indígena que tuvo lugar en Bolivia en 1781 contra la colonia española, Katari, cuyo nombre original fue Julián Apaza Nina, fue condenado a muerte y ejecutado en Peñas el 15 de noviembre de ese mismo año.
Subastan cartas y libros relacionados con Simón Bolívar
La casa de subastas Doyle de Nueva York ha puesto en venta una extensa colección de cartas, libros y manuscritos relacionados con el Libertador Simón Bolívar.
La casa Doyle, que espera recaudar más de 100.000 dólares, exhibirá esta colección al público este fin de semana, y mientras tanto los interesados ya pueden pujar por internet hasta el próximo 22 de noviembre.
Entre los 40 lotes que conforman la colección destacan el libro Constitución de la República de Colombia (1822) y la carta de aceptación del cargo de líder del Alto Perú -territorio que ocupa la actual Bolivia- escrita por Simón Bolívar en 1825.
"Es un gran honor proteger a un pueblo entero y servir de guía... El Alto Perú tiene mi espada y mi corazón, no tengo nada más que ofrecer", dice Bolívar en esa carta, que tiene un valor estimado de 10.000 dólares.
"Esperamos una subasta muy competitiva con la participación de coleccionistas e instituciones de todo el mundo", detalló a Efe el responsable de catalogación de las piezas, Peter Costanzo.
Esta colección cierra con una carta de Bolívar que data de diciembre de 1830, en la que, 10 días antes de su muerte, urge a sus compatriotas a dejar de lado las diferencias políticas para garantizar la supervivencia del movimiento bolivariano que había promovido.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, conocido como Simón Bolívar nació en Caracas, Capitanía General de Venezuela el 24 de julio de 1783.
La casa Doyle, que espera recaudar más de 100.000 dólares, exhibirá esta colección al público este fin de semana, y mientras tanto los interesados ya pueden pujar por internet hasta el próximo 22 de noviembre.
Entre los 40 lotes que conforman la colección destacan el libro Constitución de la República de Colombia (1822) y la carta de aceptación del cargo de líder del Alto Perú -territorio que ocupa la actual Bolivia- escrita por Simón Bolívar en 1825.
"Es un gran honor proteger a un pueblo entero y servir de guía... El Alto Perú tiene mi espada y mi corazón, no tengo nada más que ofrecer", dice Bolívar en esa carta, que tiene un valor estimado de 10.000 dólares.
"Esperamos una subasta muy competitiva con la participación de coleccionistas e instituciones de todo el mundo", detalló a Efe el responsable de catalogación de las piezas, Peter Costanzo.
Esta colección cierra con una carta de Bolívar que data de diciembre de 1830, en la que, 10 días antes de su muerte, urge a sus compatriotas a dejar de lado las diferencias políticas para garantizar la supervivencia del movimiento bolivariano que había promovido.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, conocido como Simón Bolívar nació en Caracas, Capitanía General de Venezuela el 24 de julio de 1783.
Misterios del más allá La batalla de Ingavi y la cuarta dimensión
Ante los preparativos y desplazamientos de los invasores peruanos al mando del Gral. Agustín Gamarra, ocupada la ciudad de La Paz, se produjo la unidad de los bolivianos, al mando del Gral. José Ballivián, quien decidió iniciar el combate. Es digno de mención el hecho de que inclusive los partidarios del retorno del Mariscal Andrés de Santa Cruz renunciaron a sus pretensiones políticas para ponerse a órdenes del Gral. Ballivián, quien en sus proclamas manifestó que el Gral. Gamarra hallaría su tumba en suelo boliviano.
Entre tanto el Gral. Gamarra se encontraba en La Paz, cuya población le demostraba resistencia y animadversión con actos de hostilidad. Viendo esta situación, el general peruano se retiró de La Paz y se dirigió a Viacha. El Gral. Ballivián se encontraba acampado en Sica Sica y de ahí se desplazó hacia Ingavi, campo abierto cerca de la población de Viacha, al nivel del cerro de las Letanías.
El choque armado se produjo a hrs. 10.45 de la mañana del 18 de noviembre de 1841 en el campo abierto de Ingavi. Las tropas bolivianas con una bravura sin límite y con el deseo de castigar al invasor, dominaron desde el comienzo la situación, haciendo retroceder a las tropas peruanas, causando grandes bajas y prisioneros. Para desgracia de los invasores, el Gral. Gamarra recibió una descarga mortal, cayendo al pie de su caballo y su hijo que le acompañaba, apenas pudo cerrarle los ojos y darle el póstumo adios.
Derrotados los peruanos, cayó preso el Gral. Ramón Castilla y junto a él 24 coroneles, 150 jefes de distintas graduaciones, 3.200 soldados, 8 cañones, 3.400 fusiles y fue deshecha su caballería. En esta forma el Gral. Ballivián epilogó su decidida actuación militar con esta brillante victoria.
A propósito de esta acción, sucedió que me encontraba escuchando la versión con los oficiales y soldados del regimiento Bolívar 2° de Artillería, junto con el Dr. Guaraz eminente galeno. Lo increíble es que decían que esa batalla se repetía todos los años, en la fecha en que se llevó esta acción de armas en Viacha. El mismo comandante del Regimiento expresó que había visto la repetición de esa memorable batalla, lo que fue corroborado por los soldados que hacían la guardia nocturna en los muros periféricos del Regimiento. Por ello, la tropa temía hacer la guardia en ese sitio, ya que eran frecuentes los desmayos y hemorragias producidos por las apariciones de soldados fantasmagóricas del más allá.
El Dr. Guaraz manifestó que era imposible lo que contaban y que apostaba dos docenas de cerveza al comandante del regimiento para constatar esa visión. Efectuada la apuesta, se esperó pacientemente a que llegara el 18 de noviembre. En la noche esperada nos reunimos oficiales, soldados, el Dr. Guaraz y mi persona para verificar tal historia.
Con tal motivo, nos desplazamos por el regimiento hasta la última guardia o extremo y esperamos hasta la una de la mañana, y para sorpresa nuestra, ocurrió lo increíble, lo espantoso, fueron apareciendo en la brumosa noche, formas humanas en una actividad frenética entablando una batalla campal, el humo y las cargas de la caballería, el estruendo de los cañones y la gritería de los soldados que combatían, provocando en nosotros un enorme susto y sorpresa. Lo increíble es que los cabellos del Dr. Guaraz se volvieron blancos por la impresión recibida de semejante aparición. ¿Será que es un fenómeno de la cuarta dimensión? ¿Será que ondas magnéticas eléctricas se trasladan en el tiempo y el espacio para reproducir hechos del pasado? ¿Un fenómeno paranor-mal?. Es un gran misterio. . .
Complementando la nota, casos como el relatado, ocurrieron en diferentes épocas y en distintos lugares donde se realizaron horrendas batallas. Otro testimonio sobre batallas lleva-das a cabo por ciertos espíritus ocurrió durante la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918). Todo el día se había estado combatiendo en la disputada “tierra de nadie” alemanes y franceses. Por la noche de aquel dramático día de septiembre, la lluvia había arreciado y las acciones habían decaído, sólo el resplandor de aislados cañona-zos alumbraban las trinchera alemanas, la noche era oscura. En el sector encomendado al capitán Eric von Henkel, había hambre, sed, cansancio, deses-peración por falta de suminis-tros.
También se estaba en espera de los reemplazos, pues los diezmados combatientes alema-nes estaban cansados y ago-biados de combatir, de pronto, y muy cerca de la media noche, el soldado Hans Braún que estaba de guardia, gritó entusias-mado anunciando la llegada de las tropas frescas. Todo el pelotón de la trinchera 127 se puso de pie y levantando la manos daban la bienvenida a los hombres que llegaban para reemplazarlos.
De pronto, en medio de la oscuridad, cuando la columna se fue acercando más, los soldados alemanes retrocedieron pálidos y aterrorizados, lo que llegaba a las trincheras era un ejército de muertos, un ejército de calaveras en formación perfecta, eran las almas, los espíritus de los miles y miles de muertos, caídos en esas mis-mas trincheras, y que esa noche se levantaban para tomar el lugar de los vivos y continuar la lucha.
Llenos de espanto y terror, los soldados del capitán Henkel huyeron a refugiarse en lo más profundo de las trincheras. Sin embargo, no sólo fueron los alemanes quienes vieron a sus muertos compatriotas llegar a las trincheras, también los centinelas franceses, desde el otro frente, fueron testigos de este fenómeno espan-toso, al igual que los alemanes, también aban-donaron sus puestos de vigilancia y huyeron despavoridos del lugar.
Al día siguiente, los soldados dieron su infor-me a sus superiores de lo visto aquella noche, naturalmente que no les creyeron tal infundio. Existen otros ejemplos antiguos, relativos a este fenómeno, pero hoy, la ciencia trata de enterrar como a los muertos con el manto de la supersti-ción, arguyendo que fueron espejismos o efec-tos de los fenómenos naturales como la neblina o simplemente la imaginación de los soldados que vieron caer en el campo de batalla a sus camaradas y el deseo de volverlos a ver con vida entre sus filas combatiendo.
Entre tanto el Gral. Gamarra se encontraba en La Paz, cuya población le demostraba resistencia y animadversión con actos de hostilidad. Viendo esta situación, el general peruano se retiró de La Paz y se dirigió a Viacha. El Gral. Ballivián se encontraba acampado en Sica Sica y de ahí se desplazó hacia Ingavi, campo abierto cerca de la población de Viacha, al nivel del cerro de las Letanías.
El choque armado se produjo a hrs. 10.45 de la mañana del 18 de noviembre de 1841 en el campo abierto de Ingavi. Las tropas bolivianas con una bravura sin límite y con el deseo de castigar al invasor, dominaron desde el comienzo la situación, haciendo retroceder a las tropas peruanas, causando grandes bajas y prisioneros. Para desgracia de los invasores, el Gral. Gamarra recibió una descarga mortal, cayendo al pie de su caballo y su hijo que le acompañaba, apenas pudo cerrarle los ojos y darle el póstumo adios.
Derrotados los peruanos, cayó preso el Gral. Ramón Castilla y junto a él 24 coroneles, 150 jefes de distintas graduaciones, 3.200 soldados, 8 cañones, 3.400 fusiles y fue deshecha su caballería. En esta forma el Gral. Ballivián epilogó su decidida actuación militar con esta brillante victoria.
A propósito de esta acción, sucedió que me encontraba escuchando la versión con los oficiales y soldados del regimiento Bolívar 2° de Artillería, junto con el Dr. Guaraz eminente galeno. Lo increíble es que decían que esa batalla se repetía todos los años, en la fecha en que se llevó esta acción de armas en Viacha. El mismo comandante del Regimiento expresó que había visto la repetición de esa memorable batalla, lo que fue corroborado por los soldados que hacían la guardia nocturna en los muros periféricos del Regimiento. Por ello, la tropa temía hacer la guardia en ese sitio, ya que eran frecuentes los desmayos y hemorragias producidos por las apariciones de soldados fantasmagóricas del más allá.
El Dr. Guaraz manifestó que era imposible lo que contaban y que apostaba dos docenas de cerveza al comandante del regimiento para constatar esa visión. Efectuada la apuesta, se esperó pacientemente a que llegara el 18 de noviembre. En la noche esperada nos reunimos oficiales, soldados, el Dr. Guaraz y mi persona para verificar tal historia.
Con tal motivo, nos desplazamos por el regimiento hasta la última guardia o extremo y esperamos hasta la una de la mañana, y para sorpresa nuestra, ocurrió lo increíble, lo espantoso, fueron apareciendo en la brumosa noche, formas humanas en una actividad frenética entablando una batalla campal, el humo y las cargas de la caballería, el estruendo de los cañones y la gritería de los soldados que combatían, provocando en nosotros un enorme susto y sorpresa. Lo increíble es que los cabellos del Dr. Guaraz se volvieron blancos por la impresión recibida de semejante aparición. ¿Será que es un fenómeno de la cuarta dimensión? ¿Será que ondas magnéticas eléctricas se trasladan en el tiempo y el espacio para reproducir hechos del pasado? ¿Un fenómeno paranor-mal?. Es un gran misterio. . .
Complementando la nota, casos como el relatado, ocurrieron en diferentes épocas y en distintos lugares donde se realizaron horrendas batallas. Otro testimonio sobre batallas lleva-das a cabo por ciertos espíritus ocurrió durante la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918). Todo el día se había estado combatiendo en la disputada “tierra de nadie” alemanes y franceses. Por la noche de aquel dramático día de septiembre, la lluvia había arreciado y las acciones habían decaído, sólo el resplandor de aislados cañona-zos alumbraban las trinchera alemanas, la noche era oscura. En el sector encomendado al capitán Eric von Henkel, había hambre, sed, cansancio, deses-peración por falta de suminis-tros.
También se estaba en espera de los reemplazos, pues los diezmados combatientes alema-nes estaban cansados y ago-biados de combatir, de pronto, y muy cerca de la media noche, el soldado Hans Braún que estaba de guardia, gritó entusias-mado anunciando la llegada de las tropas frescas. Todo el pelotón de la trinchera 127 se puso de pie y levantando la manos daban la bienvenida a los hombres que llegaban para reemplazarlos.
De pronto, en medio de la oscuridad, cuando la columna se fue acercando más, los soldados alemanes retrocedieron pálidos y aterrorizados, lo que llegaba a las trincheras era un ejército de muertos, un ejército de calaveras en formación perfecta, eran las almas, los espíritus de los miles y miles de muertos, caídos en esas mis-mas trincheras, y que esa noche se levantaban para tomar el lugar de los vivos y continuar la lucha.
Llenos de espanto y terror, los soldados del capitán Henkel huyeron a refugiarse en lo más profundo de las trincheras. Sin embargo, no sólo fueron los alemanes quienes vieron a sus muertos compatriotas llegar a las trincheras, también los centinelas franceses, desde el otro frente, fueron testigos de este fenómeno espan-toso, al igual que los alemanes, también aban-donaron sus puestos de vigilancia y huyeron despavoridos del lugar.
Al día siguiente, los soldados dieron su infor-me a sus superiores de lo visto aquella noche, naturalmente que no les creyeron tal infundio. Existen otros ejemplos antiguos, relativos a este fenómeno, pero hoy, la ciencia trata de enterrar como a los muertos con el manto de la supersti-ción, arguyendo que fueron espejismos o efec-tos de los fenómenos naturales como la neblina o simplemente la imaginación de los soldados que vieron caer en el campo de batalla a sus camaradas y el deseo de volverlos a ver con vida entre sus filas combatiendo.
Promulgan ley de protección de símbolos cruceños
El alcalde Percy Fernández promulgó una ley de protección de los símbolos de Santa Cruz, después de que en un establecimiento educativo de la Chiquitanía se empezó a entonar el himno cruceño con la letra modificada.
“Esta reacción del gobierno municipal se debe a la intención de modificar los símbolos que nos definen y nos nombran como cruceños. No podemos tirar la historia así no más porque a un grupo cualquiera se le ocurrió (cambiar la letra del himno)”, aseveró Fernández.
Ley 398, que previamente fue aprobada por unanimidad en el Concejo Municipal, declara como patrimonio histórico, cultural y de identidad cruceña a la bandera, escudo de armas y al himno del departamento de Santa Cruz.
El artículo 2 de esa ley dice que la norma tiene por finalidad valorar, proteger, preservar, promover y difundir el patrimonio cultural de los cruceños, expresado e identificado a través de sus símbolos. (ANF)
“Esta reacción del gobierno municipal se debe a la intención de modificar los símbolos que nos definen y nos nombran como cruceños. No podemos tirar la historia así no más porque a un grupo cualquiera se le ocurrió (cambiar la letra del himno)”, aseveró Fernández.
Ley 398, que previamente fue aprobada por unanimidad en el Concejo Municipal, declara como patrimonio histórico, cultural y de identidad cruceña a la bandera, escudo de armas y al himno del departamento de Santa Cruz.
El artículo 2 de esa ley dice que la norma tiene por finalidad valorar, proteger, preservar, promover y difundir el patrimonio cultural de los cruceños, expresado e identificado a través de sus símbolos. (ANF)
Bicentenario de la Batalla de La Tablada será en 2017
El gobernador de Tarija, Adrián Oliva, promulgó ayer una norma que declara el 2017 como el año del Bicentenario de la Batalla de La Tablada, en honor a la gesta heroica del 15 de abril de 1917.
“Hoy es un día muy importante, porque hoy iniciamos los actos del bicentenario y lo hacemos promulgando una ley que declara el 2017 el año del bicentenario. Lo hacemos además evocando la memoria larga de este departamento que tiene en el 15 de abril del año 1817 uno de sus hitos más importantes como fue la batalla de La Tablada”, dijo en un acto público.
La Ley del Bicentenario fue aprobada en el Legislativo de Tarija por iniciativa de la asambleísta de Unidad Departamental Autonomista, María Lourdes Vaca.
“Esta ley es el marco normativo para conmemorar el Bicentenario de la Batalla de La Tablada como una de las gestas libertarias más importantes de la región”, destacó Vaca.
La norma indica que todos los documentos oficiales de la Gobernación de Tarija serán precedidos por la denominación bicentenario de la batalla de La Tablada el 2017, además de la creación de un comité que promoverá diversas actividades.
A pesar de la publicación de normas, la población de Tarija sigue viviendo una recesión por la mala administración económica de la Gobernación, según diferentes sectores sociales.
“Hoy es un día muy importante, porque hoy iniciamos los actos del bicentenario y lo hacemos promulgando una ley que declara el 2017 el año del bicentenario. Lo hacemos además evocando la memoria larga de este departamento que tiene en el 15 de abril del año 1817 uno de sus hitos más importantes como fue la batalla de La Tablada”, dijo en un acto público.
La Ley del Bicentenario fue aprobada en el Legislativo de Tarija por iniciativa de la asambleísta de Unidad Departamental Autonomista, María Lourdes Vaca.
“Esta ley es el marco normativo para conmemorar el Bicentenario de la Batalla de La Tablada como una de las gestas libertarias más importantes de la región”, destacó Vaca.
La norma indica que todos los documentos oficiales de la Gobernación de Tarija serán precedidos por la denominación bicentenario de la batalla de La Tablada el 2017, además de la creación de un comité que promoverá diversas actividades.
A pesar de la publicación de normas, la población de Tarija sigue viviendo una recesión por la mala administración económica de la Gobernación, según diferentes sectores sociales.
viernes, 11 de noviembre de 2016
Crece la polémica por la letra del himno cruceño
Las damas cívicas, la Federación de Fraternidades Cruceñas, la Unión Juvenil Cruceñista y pobladores de San Ignacio de Velasco fueron algunos de los que ayer realizaron actos de desagravio, luego de que alumnos de la normal de Concepción cantaran el himno cruceño con la letra cambiada.
El director departamental de Educación, Salomón Morales, emitió la instructiva N.º 097/2016 “para el estricto cumplimiento” de los directores distritales en la que indica que está totalmente prohibido realizar cambios, tanto a la letra como a la música de los himnos nacionales y regionales. “La Dirección Departamental de Educación (DDE) es muy respetuosa con nuestros símbolos. No podemos cambiar de la noche a la mañana nuestras raíces, por lo tanto, el himno es nuestra esencia”, expresó.
Morales dijo que se está haciendo el seguimiento respectivo para iniciar el proceso y determinar la sanción que corresponda al responsable del cambio de la letra del himno cruceño. Entre las sanciones están una llamada de atención, descuentos de cinco días en los haberes, y, si lo amerita, la suspensión del cargo.
Reacciones
Los pronunciamientos en contra de cualquier modificación de los símbolos cruceños no se hicieron esperar. El Comité pro Santa Cruz, la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras y los asambleístas se pronunciaron de inmediato.
Ayer por la mañana, las damas cívicas llegaron a la plaza 24 de Septiembre para entonar el himno cruceño con la letra original. La exgobernadora del departamento, Ruth Lozada, fue categórica en manifestar que no hay nada que apruebe alguna modificación del himno. “La esencia de la historia no se puede cambiar, porque ya está escrita y la hemos vivido”, remarcó.
Cuestionó la propuesta que ha lanzado el asambleísta departamental del pueblo chiquitano, Pedro Damián Dorado, de cambiar la letra del himno cruceño.
El Comité Cívico Femenino y la Gobernación solicitarán informes al respecto a la DDE.
La Unión Juvenil Cruceñista también se concentró en la plaza principal para entonar el himno cruceño, y hoy tienen previsto participar de actos cívicos en algunos establecimientos educativos.
San Ignacio de Velasco
En San Ignacio de Velasco, unas 100 personas asistieron a la actividad de desagravio al himno cruceño en la plaza 31 de Julio, donde participaron autoridades municipales y cívicos.
A las 10:00 los pobladores cantaron el himno cruceño e izaron la bandera departamental, como un acto de desagravio a la intención que hay de modificar algunas estrofas.
La presidenta del Comité Cívico Femenino, Beidy Cabrera, y la concejala Adela Mendía (Demócratas) estuvieron en primera fila. Cantaron el himno departamental a capela y cerraron esta ceremonia cívica con un fuerte grito de ¡Viva Santa Cruz!
Algunos pobladores llegaron después del acto y felicitaron por la iniciativa.
Piden sanciones
Del mismo modo, asambleístas departamentales de la bancada de Demócratas exigieron que se sancione a los responsables. “Estamos pidiendo a la Dirección Departamental de Educación un informe porque el himno cruceño es un símbolo departamental y está reconocido en el Estatuto Autonómico de Santa Cruz”, sostuvo la legisladora por la provincia Velasco, Jordana Middagh.
La asambleísta mostró la carta que envió solicitando informe a la DDE, porque cree que se deben tomar acciones legales y sancionar a quienes obligaron a estudiantes que se cante el himno con la letra cambiada. “No debemos permitir que se siga sembrando incertidumbre en la población, es necesario aclarar este hecho”, indica en la carta.
Middagh cuestionó al asambleísta Pedro Damián Dorado al señalar que el legislador solo busca desviar la atención, pues tiene 11 procesos pendientes ante la justicia por malversación de fondos y enriquecimiento ilícito.
En la misma línea y descartando que en el órgano deliberante se hubiera propuesto debatir este tema, el asambleísta departamental por la provincia Cordillera, Ronald Moreno, pidió que se respeten los símbolos departamentales cruceños.
De la misma manera, la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras emitió un pronunciamiento en la que señala que el himno cruceño, tal como está escrito, forma parte de la historia y ha estado presente en todas las luchas, por lo tanto, bajo ningún concepto se permitirá que se genere una división por este asunto.
Los Comités Cívicos Provinciales de la Cruceñidad emitieron un comunicado en el que se encarga a sus dirigentes ser vigilantes y fiscalizadores para que nunca más se violente la letra del himno cruceño.
Evo lo propuso antes
En junio de 2009, el presidente del Estado, Evo Morales, sugirió cambiar la letra del himno cruceño, porque menciona la frase ‘la España grandiosa’. "Hace un momento ustedes han cantado algo que no me gustó. Han dicho España la grandiosa. ¿Todavía cantamos ese tema?", cuestionó el mandatario en un acto de entrega de tierras a campesinos de Santa Cruz. Agregó que al estar Bolivia "en una etapa de liberación", se debería cambiar el mensaje de "algunos himnos".
El planteamiento del mandatario también fue criticado en la época
El himno es un poema que se inicia con la fundación
El himno cruceño fue producto de un concurso literario lanzado por la Alcaldía, así lo informa el periódico de la época, La Ley, el 2 de septiembre de 1908, siendo ganadora la versión del abogado Felipe Leonor Ribera y la música del maestro italiano César Manzoni, aunque no se tiene un registro sonoro.
El investigador histórico Bismark Cuéllar Chávez indicó que el himno es una poesía histórica que se inicia con la fundación de Santa Cruz de la Sierra, por ello habla de Ñuflo de Chaves, de la belleza escénica y de la riqueza natural del territorio donde se erigió.
“El poema también agradece a Dios por tanta riqueza dotada a la región e invita al hombre a hacer uso de los recursos, a ser libre y feliz en esta tierra”, dijo el historiador.
Además, la composición propone al cruceño hacer una promesa cívica, la de defender la patria ante cualquier opresor, destacando la arenga del libertador rioplatense Ignacio Warnes que empleó en la batalla del Pari, ‘a vencer o con gloria morir’.
“El coro destaca el origen mestizo de nuestros pobladores, cuyo origen nativo se fundió con el español recién llegado que trajo el cristianismo, plantando el signo de la redención (la cruz); ese es el significado, cualquiera que conozca algo de nuestra historia sabrá interpretarlo en el contexto exacto”, agregó Cuéllar.
El 28 de septiembre de 1909 el diario popular La Abeja, informó de que el himno fue interpretado en la efeméride por niños del Colegio Nacional Florida. Sin embargo, el periódico El País, del 30 de noviembre de 1920, informó de que hubo otro concurso, participando cuatro músicos, pero al final el francés Gastón Guillaux se unió con Ribera usando su letra, es el que hoy se entona y fue estrenado el 10 de diciembre del mismo año./
Himno cruceño, ¿por qué la polémica por la letra?
SU HISTORIA
El himno cruceño fue escrito en memoria a
la Revolución Libertaria de Santa Cruz de la Sierra del 24 de septiembre
de 1810 que fue encabezada por los patriotas José Vicente Seoane,
Eustaquio Moldes y otros.
Y para recordar la proeza de estos héroes y la belleza y origen de esta tierra, la Alcaldía lanzó un concurso literario, así lo informa el periódico de la época, La Ley, el 2 de septiembre de 1908, siendo ganadora la versión del abogado Felipe Leonor Ribera y la música del maestro italiano César Manzoni, aunque no se tiene un registro sonoro.
El investigador histórico Bismark Cuéllar Chávez indicó que el himno es una poesía histórica que se inicia con la fundación de Santa Cruz de la Sierra, por ello habla de Ñuflo de Chaves, de la belleza escénica y de la riqueza natural del territorio donde se erigió.
“El poema también agradece a Dios por tanta riqueza dotada a la región e invita al hombre a hacer uso de los recursos, a ser libre y feliz en esta tierra”, dijo el historiador.
Además, la composición propone al cruceño hacer una promesa cívica, la de defender la patria ante cualquier opresor, destacando la arenga del libertador rioplatense Ignacio Warnes que empleó en la batalla del Pari, ‘a vencer o con gloria morir’.
“El coro destaca el origen mestizo de nuestros pobladores, cuyo origen nativo se fundió con el español recién llegado que trajo el cristianismo, plantando el signo de la redención (la cruz); ese es el significado, cualquiera que conozca algo de nuestra historia sabrá interpretarlo en el contexto exacto”, agregó Cuéllar
Y para recordar la proeza de estos héroes y la belleza y origen de esta tierra, la Alcaldía lanzó un concurso literario, así lo informa el periódico de la época, La Ley, el 2 de septiembre de 1908, siendo ganadora la versión del abogado Felipe Leonor Ribera y la música del maestro italiano César Manzoni, aunque no se tiene un registro sonoro.
El investigador histórico Bismark Cuéllar Chávez indicó que el himno es una poesía histórica que se inicia con la fundación de Santa Cruz de la Sierra, por ello habla de Ñuflo de Chaves, de la belleza escénica y de la riqueza natural del territorio donde se erigió.
“El poema también agradece a Dios por tanta riqueza dotada a la región e invita al hombre a hacer uso de los recursos, a ser libre y feliz en esta tierra”, dijo el historiador.
Además, la composición propone al cruceño hacer una promesa cívica, la de defender la patria ante cualquier opresor, destacando la arenga del libertador rioplatense Ignacio Warnes que empleó en la batalla del Pari, ‘a vencer o con gloria morir’.
“El coro destaca el origen mestizo de nuestros pobladores, cuyo origen nativo se fundió con el español recién llegado que trajo el cristianismo, plantando el signo de la redención (la cruz); ese es el significado, cualquiera que conozca algo de nuestra historia sabrá interpretarlo en el contexto exacto”, agregó Cuéllar
FELIPE LEONOR RIVERA / EL AUTOR
El
Doctor Felipe Leonor Rivera nació en la ciudad de Santa Cruz de la
Sierra el 25 de mayo de 1847 y falleció un 23 de junio de 1938.Abogado
prestigioso, profesor, literato, periodista y autor de la letra del
Himno a Santa Cruz de la Sierra.
El portal educa.com.bo resalta que el himno fue oficialmente estrenado el 10 de diciembre de 1920, refleja en sus versos, el espíritu del habitante cruceño, su patriotismo, hidalguía, libertad y el amor a su tierra.
Se tituló como abogado en el año 1875, dedicándose con preferencia a la docencia; en 1920 fue Primer Secretario de la Universidad Cruceña y Director del prestigioso Colegio Nacional Florida; llegó a ocupar el cargo de Rector de la Universidad Gabriel Rene Moreno.Como poeta escribió numerosas composiciones en verso, de género satírico y humorístico.
También ha sido magistrado destacado además de político de gran prestigio.
El portal educa.com.bo resalta que el himno fue oficialmente estrenado el 10 de diciembre de 1920, refleja en sus versos, el espíritu del habitante cruceño, su patriotismo, hidalguía, libertad y el amor a su tierra.
Se tituló como abogado en el año 1875, dedicándose con preferencia a la docencia; en 1920 fue Primer Secretario de la Universidad Cruceña y Director del prestigioso Colegio Nacional Florida; llegó a ocupar el cargo de Rector de la Universidad Gabriel Rene Moreno.Como poeta escribió numerosas composiciones en verso, de género satírico y humorístico.
También ha sido magistrado destacado además de político de gran prestigio.
LA POLÉMICA POR PEDIDO DEL CAMBIO DE LETRA
El
asambleísta chiquitano afín al MAS, Pedro Damián Dorado, es la
autoridad que ha hecho pública la propuesta de modificar dos versos del
himno cruceño; en la primera estrofa donde plantea cambiar la parte que
dice 'en la tierra de Ñuflo de Chaves' por 'en la tierra del Gran
Grigotá'.
La otra es en el coro, donde propone sacar lo de 'España grandiosa' y sustituirlo por 'la selva grandiosa'Dorado afirma que esto no se trata de "ningún capricho" y que es una petición de las bases y otros representantes de los pueblos indígenas que no se sienten identificados con parte de la letra ya que defienden su idea de que se le rinde tributo al colonialismo y se agranda la figura de una persona que vino a buscar riquezas y que en ese afán dejó muerte y dolor en el pueblo indígena
La otra es en el coro, donde propone sacar lo de 'España grandiosa' y sustituirlo por 'la selva grandiosa'Dorado afirma que esto no se trata de "ningún capricho" y que es una petición de las bases y otros representantes de los pueblos indígenas que no se sienten identificados con parte de la letra ya que defienden su idea de que se le rinde tributo al colonialismo y se agranda la figura de una persona que vino a buscar riquezas y que en ese afán dejó muerte y dolor en el pueblo indígena
¿QUÉ DICE LA GENTE?
No es un capricho. Es una propuesta de los pueblos indígenas chiquitanos"
Pedro Damián Dorado Asambleista departamental
EN CONCEPCIÓN SE ENTONÓ EL HIMNO CON LETRA CAMBIADA
Las
damas cívicas, la Federación de Fraternidades Cruceñas, la Unión
Juvenil Cruceñista y pobladores de San Ignacio de Velasco fueron algunos
de los que realizaron actos de desagravio, luego de que alumnos de la
normal de Concepción cantaran el himno cruceño con la letra cambiada
(Mira el video).
El director departamental de Educación, Salomón Morales, emitió la instructiva N.º 097/2016 “para el estricto cumplimiento” de los directores distritales en la que indica que está totalmente prohibido realizar cambios, tanto a la letra como a la música de los himnos nacionales y regionales.
“La Dirección Departamental de Educación (DDE) es muy respetuosa con nuestros símbolos. No podemos cambiar de la noche a la mañana nuestras raíces, por lo tanto, el himno es nuestra esencia”, expresó
El director departamental de Educación, Salomón Morales, emitió la instructiva N.º 097/2016 “para el estricto cumplimiento” de los directores distritales en la que indica que está totalmente prohibido realizar cambios, tanto a la letra como a la música de los himnos nacionales y regionales.
“La Dirección Departamental de Educación (DDE) es muy respetuosa con nuestros símbolos. No podemos cambiar de la noche a la mañana nuestras raíces, por lo tanto, el himno es nuestra esencia”, expresó
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