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martes, 30 de noviembre de 2021

Período Formativo - Las primeras aldeas (2000 a.C.-500 d. C.) - Hacia la formación del Estado

 El proceso descrito fue consolidado durante el Formativo Tardío. Los diferentes grupos tenían similar organización además de compartir elementos culturales comunes, por ejemplo se había consolidado el cultivo a gran escala en sukakollus. Esto fortalecía un esquema de relacionamiento y también la creación de una esfera de competencia por la hegemonía regional.

Esta competencia se manifestaba en la construcción de centros ceremoniales, la producción agrícola excedentaria, el control de redes de intercambio para la obtención de productos exóticos de alto valor social, la realización de alianzas y también de conflictos. Hasta ese momento ya se había consolidado un sistema social jerárquico y se había hecho evidente la existencia de élites regionales.

Durante el Formativo Medio, Pukara se había consolidado en el lado Norte del Titicaca. Conformaba un complejo ceremonial y político de alta relevancia durante el Formativo Medio y Tardío (Fig. 17), y fue el área donde se elaboraron las representaciones iconográficas y arquitectónicas más relevantes de ese período (Stanish, 2003).

Este panorama hizo que el asentamiento existente en Tiwanaku pugnara también por el control político de la cuenca.

En Tiwanaku, ya se había construido el Templete Semisubterráneo (Fig. 18) y probablemente algunas otras estructuras del área ceremonial, lo que muestra la importancia del sitio como centro religioso, incluso en relación a sitios como Chiripa, que en su momento fueron los más importantes.

Alrededor del 400 d. C., la élite que ocupaba Tiwanaku se consolidó como una entidad política regional de gran alcance. La llegada de poblaciones de diferentes partes del altiplano a este centro le dieron la hegemonía que buscaba, y dos siglos más tarde (600 d. C.) se consolidó la formación del Estado en la cuenca del Titicaca (Kolata, 1993).

Sitio Arqueologico de Pukara

Templete semisubterraneo de Tiwanacu


Período Formativo - Las primeras aldeas (2000 a.C.-500 d. C.) - El sitio arqueológico de Chiripa

 Desde inicios de los años 30, Chiripa fue el sitio emblemático del Formativo en Bolivia. Se encuentra en la península de Taraco y forma un montículo habitacional que muestra sucesivas y continuas fases de ocupación. Esta zona era parte de una hacienda, habiéndose encontrado el sitio al hacer la limpieza de terreno para la construcción de una cancha de tenis.

Las primeras excavaciones de Chiripa le corresponden al arqueólogo Norteamericano Wendell Bennett (1933-1934), quien identificó cuatro niveles estratigráficos. Sucesivos trabajos permitieron la identificación de un patio central hundido, rodeado por estructuras rectangulares, que tenían puertas corredizas y una especie de dobles muros utilizados para el almacenaje de productos agrícolas (Fig. 15). Debajo de los pisos se encontraron entierros de personas de alto status, siendo muy famoso el entierro excavado por Maks Portugal Zamora (1940) que pertenecía a un hombre y una mujer juntos, al cual se denominó como “entierro de los amantes”. 

Templete Semisubterraneo de Chiripa

Las investigaciones han mostrado que existen varias fases constructivas en Chiripa. Se identificaron dos niveles de casas, Nivel Inferior y Nivel Superior, asociadas a templos con estilos constructivos diferentes. En el Nivel Superior los pisos y muros tenían revoques de color (rojo, verde y blanco), aspecto comprobado por las excavaciones del Proyecto PACH (2007) (Fig. 16).

Trabajos más recientes permitieron obtener el fechado más antiguo del Formativo de la cuenca del Titicaca en este sitio (1500 a.C.), el cual corresponde a la fase más temprana de Chiripa. A partir de estos trabajos y con el aporte de otros investigadores, se estructuró una secuencia propia para el sitio la cual contempla las fases Chiripa Temprano (1500-1000 a.C.), Chiripa Medio (1000-800 a.C.) y Chiripa Tardío (800 - 100 a.C), las mismas que corresponden a su vez al Formativo Temprano y Formativo Medio (Hastorf et. al., 2001).

Los datos existentes en el sitio de Chiripa muestran que se trataba de un área residencial, funeraria y ceremonial, lo cual implicó la existencia de una sociedad en proceso de complejización. El templete semisubterráneo que actualmente se observa en el sitio corresponde a un período posterior (Tiwanaku), y resalta la importancia ceremonial de este sitio.

Sin embargo, Chiripa también es conocido como un estilo cerámico. Sus principales características son pastas con inclusiones de arena y mica, decoración incisa, así como bandas horizontales con motivos escalonados incisos. Parte de este material fue registrado fuera del área circunlacustre, lo que muestra el movimiento de estas poblaciones a regiones tan alejadas como los Yungas o los valles del Norte de La Paz.

Esto lleva a plantear que durante el Formativo Medio, la cuenca del Titicaca fue un área de interacción social y económica, tanto al interior como hacia regiones adyacentes. Las relaciones distantes implicaron la circulación de bienes, pero también el movimiento de una ideología que permitió crear vínculos entre poblaciones diversas. A su vez, este fenómeno dio lugar a procesos de integración a través de esferas religiosas, comerciales, políticas y culturales. 

Estructura alrededor del templete de Chiripa

Templete Cultura Chiripa

martes, 23 de noviembre de 2021

Período Formativo - Las primeras aldeas (2000 a.C.-500 d. C.) - El Formativo en la cuenca circunlacustre

 El lago Titicaca se encuentra a aproximadamente 3810 m.s.n.m., es el lago navegable más alto del mundo. Ecológicamente ésta es una región benéfica para el desarrollo de sistemas de producción agrícola y pastoril, ya que su gran cuerpo de agua irriga los bordes, lo que crea un ambiente húmedo en relación a otras regiones del altiplano. Esto se manifiesta también en la generación de pasturas que ofrecen un hábitat adecuado para el ganado. Por esas razones, las riberas del Titicaca son áreas privilegiadas para el asentamiento humano, pues también permiten el desarrollo de la actividad pesquera (Fig. 12).

Lago Titicaca

En este paisaje y con el aprovechamiento de esos recursos es que tuvo lugar el establecimiento de poblaciones tempranas que todavía se dedicaban a la caza y recolección durante el Formativo Temprano (1500-800 a.C.). Como parte de un proceso continuo se dio la sedentarización, lo que implicó también el crecimiento demográfico y la complejización de los grupos asentados en esas regiones. Parte de esa complejización es el surgimiento de la noción de territorialidad, pues cada grupo empezó a demarcar su territorio y reconocer espacios de interacción que fueron consolidados a partir de redes de tráfico de bienes. Consecuentemente, se dio paso también a una ideología religiosa, la cual fue consolidada materialmente durante el siguiente período.

A nivel de producción material, la cerámica reportada de este período corresponde a los trabajos desarrollados en la península de Taraco, donde se identificaron los estilos Chiripa Temprano (1500-1000 a.C.) y Chiripa Medio (1000- 800 a.C.) (Hastorf et. al., 2001). Este tipo de materiales entonces, podrían estar considerados entre los más antiguos de la cuenca del Titicaca.

Ya en la fase del Formativo Medio (800-200 a.C.) los grupos empezaron a mostrar niveles de centralización política y jerarquización social, marcando el desarrollo de un nivel de complejidad no observado hasta ese entonces. Parte de esa complejidad se advierte en la construcción de arquitectura pública y monumental, la cual era destinada al ámbito ritual, implicando un sistema religioso que lograba la comunión entre el hombre andino y las divinidades naturales. Una prueba de ello son los templos con patios hundidos, conocidos como templetes semisubterráneos o semi-hundidos, en los que se aprecian pilastras con grabados zoomorfos (sapos, lagartos, serpientes y felinos), o monolitos con forma humana (antropomorfos) en posiciones particulares (Fig. 13). Los ritos realizados en los templos fueron los primeros esfuerzos por congregar a las comunidades en base a un fin común, el religioso en este caso, promoviendo también niveles de autoadscripción regional y local. La construcción de templos hundidos y la representación de esculturas y artefactos de la denominada tradición Yaya-Mama o Pa-ajanu, son los aspectos más característicos del Formativo Medio (Chavez y Mohr, 1975).

La alfarería de este período está relacionada con el estilo Chiripa Tardío, es decir una cerámica con antiplástico de fibra vegetal, que presenta decoración en rojo y crema. También, se inicia la elaboración y utilización de trompetas cerámicas, destinadas a fines rituales.

Al parecer, la economía de este tiempo estuvo basada en la agricultura, el pastoreo y la pesca. Por lo mismo, se plantea que los sitios del Formativo Medio pudieron estar ya asociados a incipientes campos elevados de cultivo, tecnología que permitió el cultivo a gran escala en tiempos sucesivos.

Esculturas en Piedra en el Formativo

Por otra parte, el Formativo Tardío (200 a.C.- 400 d. C.) fue relacionado con el surgimiento de Pucara, un sitio que centralizó e influyó en los asentamientos de la cuenca del Titicaca (Stanish, 2003). Este período se caracteriza por una complejidad política no observada antes, la consolidación del sistema económico precedente y una manufactura artefactual más elaborada. El estilo decorativo de la cerámica era más complejo, pues se observa la policromía del rojo, crema y negro, algunas veces asociado a un delineado inciso de los motivos.

Los indicadores mencionados son aspectos representativos, así como elementos típicos de varios grupos asentados en las márgenes del Titicaca. Los principales sitios de las distintas fases del Formativo se encuentran en Chissi, Escoma, la península de Santiago de Huata, Tiwanaku, Tumatumani, Titinhuayani, Casani, Ckackachipata, Chiripa y Pukara, éstos últimos son los sitios más conocidos de la cuenca del Titicaca (Fig. 14).

Riberas Lago Titicaca

La tradición escultórica Yaya-Mama

Esta tradición, que articuló una serie de manifestaciones religiosas diseminadas en toda la cuenca del Titicaca, es también conocida como Pa-ajanu . Sus expresiones iconográficas son muy particulares, pues presentan motivos recurrentes como los brazos cruzados sobre el pecho de algunas esculturas antropomorfas de piedra, cuyos costados muestran representaciones de animales. Esta simbolización también se observa en artefactos rituales, como trompetas o sopladores de cerámica con decoración incisa, muy típicas de ese tiempo. Debido a su área de difusión y su simbolización es considerada una tradición religiosa, indicador representativo del Formativo Medio.


domingo, 21 de noviembre de 2021

Período Formativo - Las primeras aldeas (2000 a.C.-500 d. C.) - Periodización del Formativo

 En Bolivia se reconocen dos claras áreas para el estudio del Formativo; primero, el altiplano con sus variantes regionales en la cuenca circunlacustre y el altiplano Central, y la región de los valles mesotermos, sobre todo Cochabamba. La secuencia de periodización presenta, en ambos casos, variantes cronológicas que se observan en el cuadro 2.

Periodizacion del Formativo

Las secuencias presentadas son producto del desarrollo de las investigaciones arqueológicas, reconociéndose cuatro áreas principales:

  • La cuenca del Titicaca, que desde los años 40 es el centro de importantes hallazgos del Formativo, tanto a nivel de los sitios como de niveles de complejidad. En adelante equipos de investigadores bolivianos, pero sobre todo Norteamericanos, consolidaron una secuencia cronológica basada en los trabajos desarrollados en el sitio arqueológico de Chiripa.
  • El altiplano Noreste de Oruro, donde se registró una de las culturas más antiguas del Formativo de Bolivia: Wankarani. Las investigaciones realizadas permitieron fechar algunos sitios y establecer diferentes secuencias locales.
  • Los valles de Cochabamba, valles del Sur y Santa Cruz, donde se identificaron expresiones muy particulares del Formativo que fueron la base de los desarrollos posteriores. Los trabajos desarrollados en esos espacios fueron promovidos en los últimos veinte años, mostrando que la presencia de las aldeas tempranas en otras partes de la actual Bolivia también tuvo relevantes implicancias para las culturas subsecuentes.
  • Los Llanos de Mojos, área donde últimas investigaciones han logrado obtener fechados muy tempranos, los que problematizan más aún la antigüedad de este período en Bolivia. Datos precisos sobre este tema serán presentados en el capítulo correspondiente a las Tierras Bajas.

En las áreas reconocidas se observa, ya desde este período, movilizaciones poblacionales interregionales que posibilitaron el aprovechamiento de diferentes recursos. Al parecer, se habían logrado establecer niveles de intercambio que permitían que muchos recursos de las zonas
altas fueran aprovechados tanto en los valles como en la costa, y viceversa. Esto les daba cierta autonomía a algunas poblaciones, posibilitando el desarrollo de tradiciones culturales y/o religiosas
particulares, cuyas expresiones materiales son registradas actualmente.

A pesar de ello, durante el Formativo no se advierte una homogeneización cultural, como tampoco se observan niveles de centralización política local o regional. Lo que más bien sucede es una complejización del panorama social a partir del surgimiento y difusión de tradiciones religiosas, sobre todo en el área del lago Titicaca. En períodos más tardíos, dicha complejidad se traspasa al ámbito político, lo que ocasiona que los asentamientos compitan por la hegemonía, hecho que originó el primer Estado de los Andes Centro Sur: Tiwanaku (Stanish, 2003).

En otras regiones, el medio ambiente fue determinante para definir los sistemas productivos de las poblaciones del Formativo. Por ejemplo, grupos de pastores se establecieron en el árido altiplano utilizando para su subsistencia las distintas especies de camélidos. Este hecho y la dispersión de las poblaciones motivaron el establecimiento de niveles no centralizados, tendientes más bien a la multiculturalidad, como se observa en el desarrollo de Wankarani y de todos los asentamientos del Formativo de los valles. En períodos más tardíos esa multiculturalidad es diferenciada a partir de la producción material, característica que se mantendrá hasta los tiempos del Inca.

sábado, 20 de noviembre de 2021

Período Formativo - Las primeras aldeas (2000 a.C.-500 d. C.) - ¿Qué es el Formativo?

 El Formativo es un período caracterizado por la transición que experimentaron los grupos de cazadores, recolectores y pescadores hacia el sedentarismo. Con ello se propició la formación de asentamientos permanentes y el desarrollo de nuevas formas productivas, tales como la agricultura y el pastoreo. Entonces, el concepto de Formativo responde a una nomenclatura basada en el desarrollo tecnológico y social. En contraposición al esquema planteado por John Rowe en los años 40 basado en la existencia de horizontes culturales, se planteó este nuevo esquema con el objetivo de generalizar los fenómenos culturales y hacerlo adaptable a cualquier región de América.

En ese entendido, a continuación se señalan algunas características generales del Formativo, compartidas por los distintos grupos en varias partes de los Andes:

  • La formación de aldeas, asentamientos de ocupación permanente, así como de centros rituales.
  • El desarrollo de la agricultura como proceso ulterior a la horticultura, mecanismo productivo que influyó en la complejización de las sociedades.
  • El surgimiento de la actividad pastoril de especies ya domesticadas, tales como la llama y la alpaca.
  • El desarrollo de tecnología, relacionado sobre todo a la cerámica, la textilería y la metalurgia; aspectos que permiten diferenciarlo del período anterior (precerámico), pues se entienden como producto de la sedentarización.

En opinión de muchos autores, la aparición de la agricultura marcó el paso del precerámico al Formativo. A nivel general, este proceso se dio entre el 6000-5000 a.C. en África y el este de Europa, siendo Catal Huyük en Turquía, uno de los sitios más emblemáticos de todo el mundo. Sin embargo, hacia el 3600 a.C. empezó un proceso de complejidad social y política que motivó la construcción de ciudades y la emergencia de procesos de centralización. Durante ese tiempo, por ejemplo, dio inicio el período de los faraones en Egipto, considerado uno de los eventos más connotados de la historia mundial (Fagan, 1983).

Un hito en América fue la domesticación del maíz, implicando el desarrollo de los pueblos en Mesoamérica. Las investigaciones muestran que la producción temprana de este producto se dio en valle de Tehuacán-México, alrededor del 4000 a.C., región donde se establecieron varios grupos de agricultores, que luego dieron paso al período Preclásico de la periodización mesoamericana.

En los Andes fue muy importante la domesticación de la papa, más específicamente en la región de Ayacucho-Perú, zona probable donde dicha domesticación se habría realizado. Paralelamente, en ese mismo tiempo y debido a la importancia de la actividad pesquera de la costa central, se dio un fenómeno de complejización social y religiosa, expresado en la construcción de imponentes centros rituales. Los sitios más representativos de este tiempo son Chilca y la Huaca Prieta.

Como se verá más adelante, las investigaciones realizadas en varias partes de nuestro país permiten proponer que el proceso mencionado se desarrolló entre el 2000 a.C. y el 400-600 d. C. Aunque abarca un gran espacio temporal, las connotaciones culturales de este período fueron particulares, de acuerdo a la dinámica de cada región.

En el cuadro 1 se observa el desarrollo de diferentes culturas del Formativo, comparando temporalmente la ubicación de aquéllas registradas en Bolivia en relación a otros desarrollos a nivel mundial.
Cuadro Comparativo del Periodo Formativo


jueves, 18 de noviembre de 2021

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - El periodo arcaico en territorio de la actual Bolivia - Valles y Tierras Bajas

 En la zona de Yura, al Sureste de Potosí, se descubrieron cuatro sitios de esta época en cuevas y aleros en las rocas con pintura rupestre, además de puntas de proyectiles, raspadores bifaciales y otros objetos líticos (Lecoq y Céspedes en Rivera, 2005).Hay evidencias de presencia humana en la etapa Arcaica en las regiones de los valles como Sacaba y Mizque en Cochabamba, en Candelaria, Quila Quila y Maragua en Chuquisaca (Capriles y Albarracín, 2012) y también en Icla y Cinti.

En los Llanos de Mojos (Beni), en la región amazónica, existen montículos que se distinguen del terreno llano que durante mucho tiempo se pensó eran formaciones naturales o producidas por la acción de animales e insectos. Sin embargo, en los últimos años, Umberto Lombardo y un equipo de trabajo de la Universidad de Berna, descubrieron que en realidad se trata de montículos artificiales formados por amontonamientos de conchas, huesos de animales y carbón, y que son los restos de asentamientos de cazadoresrecolectores en “islas de bosque” que vivieron allí hace unos 10.400 años, a inicios del Holoceno (Lombardo, 2013) alimentándose de mamíferos, peces, aves y caracoles de agua dulce. Los restos acumulados formaron estos montículos que se convirtieron en el hábitat natural de flora y fauna local.

Al final de esta época, la experiencia desarrollada en la recolección de alimentos, en la observación de los ciclos vitales de los animales, en los ciclos climáticos estacionales, el conocimiento de sus indicadores, los saberes basados en la observación del cielo, las prácticas de desplazamiento entre diferentes pisos ecológicos y la complejización de relaciones sociales llevaron a la aparición de la agricultura, la ganadería y nuevas técnicas productivas, como la cerámica y el tejido. Éstas serán ya las características del siguiente período, el Formativo, marcado por formas más sedentarias de vida, por la construcción de aldeas y complejos ceremoniales, agricultura y ganadería especializada y cosmovisión relacionada con dioses ligados a estas actividades.

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - El periodo arcaico en territorio de la actual Bolivia - Potosí y Lípez

 En 2011, en los alrededores de Potosí, fueron encontrados varios sitios, posiblemente del período Arcaico. En uno de ellos se hallaron dientes de hippidium, una especie ya extinguida de caballo americano.

Los primeros descubrimientos de restos del Arcaico fueron realizados durante el siglo XX en la región de Lípez, al Suroeste de Bolivia, cerca de laguna Colorada y laguna Hedionda y junto al Río Grande. Más tarde se encontraron evidencias de población de esta época en Quetena, San Pablo y Soniquera. En esta región se descubrieron sitios con materiales líticos, tanto del Arcaico como del Paleoindio. Se trata de instrumentos toscos de forma irregular para hacer raederas, raspadores, perforadores gruesos y cortos, así como gubias para desbastar los mangos y puntas de las lanzas. Se puede establecer una relación (tanto de cronología como por el tipo de trabajo) entre estos grupos de cazadores de la región de Lípez con los restos de Lauricocha (Perú) que están fechados en c. 7.580 a.C. Entre 1984 y 2000 se encontraron más asentamientos en la zona de Lípez, en Soniquera, Alota y Quetena. En la región cerca de la mina San Cristóbal, en Cueva Bautista, uno de los más antiguos sitios arqueológicos de los Andes del centro-sur, como vimos, Capriles y Albarracín descubrieron los restos de los asentamientos humanos más tempranos en nuestro territorio (Capriles y Albarracín, 2012).

Cerca de Betanzos, Potosí, Rivera Casanovas y Calla identificaron en 2011 decenas de sitios arqueológicos del período Arcaico con artefactos líticos y arte rupestre en los que se observan escenas que representan caza de camélidos y cérvidos y filas de estos animales a pequeña escala (Rivera y Maldonado, 2011). En Tarija, en la zona alta de Tajzara, Michel López descubrió sitios tempranos con puntas de proyectil líticos, raspadores y otras herramientas, así como también enterramientos humanos debajo de montículos de piedra (Michel et al., 2007)


Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - Los primeros humanos en territorio de la actual Bolivia - Viscachani y el altiplano central

 El yacimiento lítico mejor conocido es el de Viscachani, que fue encontrado a mediados del siglo XX. Se trata de yacimientos superficiales sobre terrazas de formaciones naturales que bordeaban un antiguo lago glacial. Los talleres líticos de Viscachani muestran la mayor cantidad de objetos trabajados en piedra, como puntas de proyectiles, puntas de lanzas, raederas y las herramientas para producirlos. La zona donde se encontraron los restos líticos trabajados es extensa y tiene 28 Km. de largo por 4 Km. de ancho. Sus materiales con industria lítica tosca son choppers, lascas grandes y medianas y hachas de piedra. (Fig. 11).

En Viscachani, los materiales más empleados fueron la cuarcita verdosa y el basalto negro. Las formas de las puntas de proyectiles son, entre otras, la hoja de sauce y las puntas triangulares. La fase más tardía de la cultura Viscachani (Viscachani II) se caracteriza por la presencia de instrumentos similares a los de la época anterior, aunque de tamaño más reducido, y por la aparición de puntas de lanza gruesas y muy toscas, instrumentos en forma de hoja de laurel de una y dos caras elaboradas en cuarcita verdosa. Se fabricaron también puntas de lanza de 6 a 7 cms. de largo, además de instrumentos como lascas, raspadores, raederas y buriles, obtenidos mediante la técnica de percusión.

Recientemente se realizaron nuevos descubrimientos en áreas cercanas a Viscachani y más alejadas como Viacha, Quelcatani y Callapa, que llegan hasta la zona intersalar y que tienen características similares a Viscachani (Capriles y Albarracín, 2012).

Cerca de Oruro, en Kala Kala, Capachos y Uspa Kollo, existen también sitios de la época del Arcaico. Al Oeste de Oruro y en la frontera con Chile se encontraron sitios con industria lítica de esta etapa y en Iroco, a orillas del río Uru Uru, se descubrieron talleres líticos, bases de refugios, artefactos e instrumentos de piedra, como cuchillos y puntas de proyectiles; muchos de ellos hechos de basalto negro y de obsidiana. Objetos trabajados en estos mismos materiales fueron ubicados en Pumiri. En la zona del salar de Coipasa se encontraron también evidencias de ocupaciones humanas.

Instrumentos liticos de viscachani

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - El periodo arcaico en territorio de la actual Bolivia - Altiplano Norte

 Es importante señalar que en eras geológicas pasadas, casi toda la zona del altiplano estuvo ocupada por un gran paleolago que se formó en el Pleistoceno y que después de la era glaciar cubrió desde la zona del Titicaca hasta los actuales salares de Coipasa y Uyuni. El eje acuático del altiplano, con el lago Titicaca, los ríos Desaguadero, el lago Poopó y los salares, corresponde al desarrollo final de ese proceso que se inició hace millones de años. Estos paleolagos tuvieron una fuerte influencia en el clima y en las características físicas de esta región y en el origen de su biomasa.

En la época inicial de la presencia humana en esta región, los alrededores del eje acuático fueron el escenario de poblaciones que se instalaron allí atraídas por la flora y fauna locales. En el lago Titicaca, cerca de Tiwanaku, y en Santiago de Huata se encontraron en 2011 talleres líticos a cielo abierto de la época del Arcaico (Capriles y Albarracín, 2012) que se sumaron a los sitios de esta época encontrados en 2004 en la Isla del Sol (Stanish y Bauer) y que estaban considerados como los más antiguos de Bolivia. 

Mapa de sitios arqueológicos de Periodo Arcaico en Bolivia.

viernes, 12 de noviembre de 2021

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - Los primeros humanos en territorio de la actual Bolivia

 Las investigaciones sobre esta etapa son las menos numerosas dentro del campo arqueológico y de otras disciplinas en Sudamérica. Incluso si se compara con las pocas investigaciones realizadas en países vecinos, el trabajo arqueológico que se ha hecho en Bolivia es muy reducido, en especial para las épocas más tempranas, aunque en los últimos diez años aumentaron las excavaciones, investigaciones e hipótesis.

Las evidencias sobre las poblaciones humanas más tempranas en Bolivia se encontraron en el sitio de Cueva Bautista de San Cristóbal, Potosí, que fueron estudiadas por Capriles y Albarracín (2012). Estas investigaciones muestran restos humanos de 10.900 años de antigüedad (c. 8.900 a.C.) , por lo que esta es la datación más antigua de un ser humano en el territorio de la actual Bolivia.

Anteriormente a estos hallazgos y a su datación, se consideraba que las evidencias más antiguas de seres humanos eran los restos óseos encontrados en San Luis, Tarija. Los análisis realizados dieron como resultado una antigüedad de 7.640 años, es decir que los restos del llamado “Hombre de San Luis” se podrían datar aproximadamente en 5600 a. C. (Delcourt, 2008). (Fig. 9).

Otros antiguos restos óseos, de una persona de aproximadamente 50 años de edad fueron descubiertos en la región del Chaco, en Ñuapua (Ñuagapua). Su análisis dio una antigüedad de 6000 años antes del presente, es decir unos 4000 años a.C.; estos restos estaban asociados con megafauna ya extinguida de la época, como gliptodontes y otros (Delcourt, 2008).

En Jaihuayco, Cochabamba, se descubrieron también restos óseos humanos y después de realizados los análisis de datación se concluyó que tenían una antigüedad posible de 13000 años; sin embargo, después se consideró que hubo fallas en el sistema de datación y se descartó la antigüedad que le había sido adjudicada.

Restos del Hombre de San Luis


miércoles, 10 de noviembre de 2021

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - Cazadores, recolectores y pescadores. 10000 - 2000 a.C.

 La época conocida como el Arcaico se desarrolló aproximadamente entre 11000 y 4000 años antes del presente (9000 y 2000 a.C.) En la etapa más antigua de este período histórico los seres humanos convivieron con la megafauna del Pleistoceno. Algunos de estos animales, ya extintos, fueron los perezosos gigantes (Megatherium americanum), mastodontes o elefantes americanos (Mastodon andium, Cuvieronus sp.), caballos (Parahipparium saldose, y Equus curvidens), ciervos (Cervus brachyceros), camélidos, como la paleollama, y felinos dientes de sable (Smylodon sp), además de otras especies menores (Lumbreras et al., 2010).

Al igual que en la etapa anterior, estas poblaciones lograron obtener sus medios de vida a partir de una economía de caza, recolección y pesca, adaptándose a diferentes medios geográficos y desplazándose en busca de otros recursos. Posiblemente se trataba de grupos humanos no muy numerosos, igualitarios, con poca o ninguna estratificación social, con división de trabajo por sexo, con una posible preponderancia de cazadores masculinos y mujeres dedicadas a la recolección de alimentos. Habitaban en lugares que proporcionaban cobijo, como cuevas o paredes rocosas o hacían campamentos que construían con pieles de animales o pequeños refugios de barro, recintos que pueden ser considerados como los primeros indicios de aldeas. La población tenía una gran movilidad y estos refugios eran temporales, cambiando de lugar de acuerdo a las variaciones estacionales del clima. Posiblemente los grupos humanos de esta época se desplazaban entre las zonas altas, valles y costa, buscando alimentos vegetales y siguiendo a los animales de los cuales vivían. Además de estos grupos trashumantes, posiblemente hubo también grupos sedentarios. La base económica de esta formación cultural fue el uso intensivo de la naturaleza y la apropiación de recursos mediante la caza, la pesca, la recolección y la extracción. Los cazadores desarrollaron la manufactura de instrumentos de piedra hechos para la caza y para el tratamiento de pieles y carne de animales. Además de piedra, se usó también madera, hueso, cuero de animales y plumas para la producción de instrumentos, herramientas, objetos utilitarios y de adorno. Posiblemente existió una tendencia a una movilización general que llevó al surgimiento de algunos elementos comunes como las puntas de proyectil en forma de hojas, que, por el sitio donde fueron encontradas en mayor cantidad, se conocen con el nombre de  Ayampitín (Lumbreras, 1981).

Estos recorridos temporales generaron circuitos que serían característicos de los recorridos de los seres humanos con sus camélidos y que integraron paisajes, territorios y sociedades de diferentes sitios desde el altiplano hasta la costa, pasando por la cordillera, la precordillera y los valles del occidente de esta región. Ya desde esta época, diferentes ecologías quedaron conectadas por los desplazamientos estacionales de las poblaciones de regiones diferentes y se generó lo que Nuñez y Dillahey llaman “la movilidad giratoria”, un modelo que explica una de las formas de la distribución de la ocupación de espacios interzonales y la interacción entre las sociedades en la región centro-Sur andina. (Núñez y Dillehay, 1995), que fueron generadas precisamente por la conexión entre grupos móviles con sus caravanas de camélidos con las sociedades sedentarias. Esta “movilidad giratoria”, que pervive hasta la actualidad, surgió de manera muy temprana y organizó las experiencias de las sociedades del periodo Formativo. También marcó las interrelaciones en la época de Tiwanaku y las características de este Estado, y también es importante para comprender la estructura de las sociedades que más tarde se desarrollarían en la región.

Seguramente la cosmovisión que se desarrolló en esta época estuvo ligada al contexto geográfico y a los elementos que fueron más importantes para la subsistencia, como los camélidos en las zonas altas. La pintura rupestre y los grabados que aparecen en las cuevas muestran la representación de animales junto a seres humanos. En el arte rupestre se ven también manos y rostros humanos esquematizados, además de representaciones geométricas y abstractas como espirales y círculos radiados. Dibujos y grabados en rocas se encuentran tanto en las zonas altas como en los valles y en Tierras Bajas. Aunque no se tienen dataciones precisas sobre la mayor parte del arte rupestre encontrado en Bolivia, se considera que, por el contexto y el tipo de representaciones, muchos de estos grabados y pinturas corresponderían a la época de cazadores, recolectores y pescadores. (Fig. 8). 

A esta etapa pertenecen también gran cantidad de instrumentos, como raederas, raspadores, puntas de proyectil, hachas, cuchillos, y otros. Muchas de estas herramientas han sido encontradas en toda la zona andina. Las armas y herramientas de piedra fueron elaboradas haciendo saltar fragmentos de un trozo grande de piedra por el método de percusión. Esta técnica fue mejorada combinando la técnica de golpe y percusión y añadiendo la de retoque, que permitía el despeje de trozos más finos de la zona afinada, lo que le daba un acabado más cuidadoso. También se fabricaron artefactos de elementos orgánicos que posiblemente no sobrevivieron en la misma proporción que los líticos. 

Cazadores, recolectores y pescadores. 10000 - 2000 a.C.


lunes, 8 de noviembre de 2021

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - Los periodos más antiguos: el Paleoindio y el Arcaico

En la periodización de la historia americana, se llama Paleoindio al período comprendido entre la llegada de los primeros grupos poblacionales a América y los años 8000 a 10000 a. C., cuando se produjeron cambios significativos en las formas de vida de estas poblaciones. Dentro de la periodización de la Historia Universal, el Paleoindio estaría dentro del período cultural del Paleolítico y parte temprana del Mesolítico.

La etapa siguiente es la del Arcaico (9000 a 2000 a. C.) que se caracteriza por el aprovechamiento de diferentes ecosistemas y por la producción de herramientas; esta época corresponde a las eras geológicas del Pleistoceno tardío y el principio del Holoceno. El Arcaico correspondería en su fase temprana a la parte final del Mesolítico y, en su fase tardía, al Neolítico y primera parte de la etapa de la Prehistoria conocida como la Edad de los Metales. En esta etapa comenzaron los primeros logros en la domesticación de plantas y animales que llevarían más adelante a la agricultura, el pastoreo, la ganadería y la existencia de caravanas de camélidos, con las que la territorialidad de los grupos se amplió e integró.

Actualmente se presume que los primeros pobladores de los Andes estuvieron asentados previamente en la costa (Aldenderfer y Flores, 2011), desde donde habrían llegado a las zonas altas. Esta teoría se opone a hipótesis anteriores que proponían que fueron los cazadores del altiplano los que se desplazaron a la costa. Por otra parte, la hipótesis de Lathrap, de 1971, que sostenía que las corrientes de poblamiento de Sudamérica habían seguido una ruta Este-Oeste desde las Tierras Bajas hacia los Andes, recibió en los últimos años un respaldo con estudios de ADN de antiguas momias del Norte de Chile, cuyos resultados muestran coincidencias genéticas con el ADN de los de habitantes de la Amazonía (Standen et al., 2003).

De todos modos, es importante señalar que en Sudamérica la geografía quebrada que va desde la costa del Pacífico a la cordillera, el altiplano, los valles interandinos y las Tierras Bajas de las cuencas del Atlántico conformó también, a lo largo del tiempo, un espacio cultural de alta movilidad entre diferentes ecologías, de manera que culturalmente no es tan sencillo establecer los límites, por ejemplo entre lo “andino” y “lo amazónico”. Los territorios de muchos países sudamericanos actuales como Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, incluyen esta diversidad geográfica. 

 La geografía de la región andina centro- Sur varió a lo largo de estos siglos, en especial debido a los cambios producidos entre fines de la época del Pleistoceno y todo el Holoceno. En la etapa del Holoceno se produjeron fases secas seguidas por temporadas húmedas que se diferenciaron de región en región y que se manifestaron en diferentes características del clima y la vegetación (Aldenderfer, 2009). A partir del año 7000 a. C. aumentaron las lluvias, lo que generó un ambiente con mayor vegetación y condiciones más favorables para la vida. En estos largos períodos (Paleoindio de 35000 al 10000 a. C. y Arcaico de 10000 a 2000 a. C.) se presentan características culturales similares en diferentes regiones.

Breves definiciones: Pleistoceno y Holoceno

El Pleistoceno es una época geológica que comenzó hace dos millones y medio de años y que finalizó aproximadamente entre 12000 y 11000 a.C se caracteriza por las glaciaciones. El Holoceno es un período geológico que abarca los últimos 11800 años, se inicia desde la finalización de la última glaciación del período geológico anterior, el Pleistoceno. En sus inicios, la capa de hielo se derritió y el clima se hizo más benigno. La única especie humana que vivió en esta época es el homo sapiens, a la que pertenece la humanidad actual.

Pleistoceno y Holoceno


sábado, 6 de noviembre de 2021

Origen de la población de América y las sociedades más tempranas (10000 - 2000 a.C.) - Evidencias más antiguas sobre la población de América

 En las últimas décadas del siglo XX y primeros diez años del siglo XXI hubo un aumento de excavaciones enfocadas en la búsqueda asentamientos del Paleoindio y del Arcaico, especialmente en América del Sur, tanto en la costa como en la zona andina y en la Amazonía. De acuerdo a las dataciones aceptadas de excavaciones relativamente recientes, el panorama del poblamiento de América muestra la presencia más temprana de seres humanos al extremo Sur del continente, en el sitio de Monte Verde, cerca de Puerto Montt, Chile, cuya antigüedad es de 14500 años (12500 a.C.). En general, estas fechas de Monte Verde han sido aceptadas por la comunidad académica.

Entre 1978 y 1980 en Pedra Furada, Piauí, Brasil, se encontró un refugio de paredes altas con arte rupestre; más tarde en este mismo lugar se encontró industria lítica que fue datada con una antigüedad posible entre 33000 y 25000 años (31000 a 23000 a. C.) (Dillehay, 1988), aunque no hubo un consenso que ratificara la datación.

En Sudamérica continuaron los hallazgos de poblaciones muy tempranas, y se excavaron restos humanos de 13000 años de antigüedad; 11000 a.C. en Piedra Museo, Santa Cruz, Argentina. En Quebrada Jaguay y Quebrada Tacahuay, en la costa peruana, se encontraron ocupaciones con una antigüedad de 13000 a 11000 años (11000 a 9000 a. C.).

Pero los hallazgos tempranos no solamente son del Sur de América. En Buttermilk Creek, un complejo arqueológico al Norte de Austin, Texas, los arqueólogos encontraron en una capa de tierra debajo de una excavación Clovis, herramientas pre-Clovis de 15528 año de antigüedad, es decir, unos 2000 años anteriores a Clovis, lo que confirma la presencia humana en América antes de Clovis (Gugliotta, 2013). En el sitio de Aucilla, al Este de Tallahasse, Florida, se encontraron evidencias de presencia humana de hace 14500 años. En 2004, en el sitio de Topper, Carolina del Norte, Estados Unidos, se encontraron herramientas de piedra que fueron datadas con una antigüedad posible de 37000 años (35000 a. C.). En Pensilvania, hallazgos arqueológicos en el sitio de Meadocroft mostraron restos de hace 19000 años (17000 a.C). Ambas dataciones, sin embargo, fueron cuestionadas por el procedimiento de toma de muestras. En 2006 se encontraron esqueletos en las cavernas de Tulum, en Quitana Roo, México, con una posible antigüedad de 14000 años. La tendencia actual de la ciencia sobre este tema es pensar que hubo grupos humanos viviendo en América hace 15000, 16000 o tal vez incluso 18000 años.

En 2012, científicos de la Universidad de Exter, Inglaterra, del Museo Nacional de Historia Natural de Nueva York y del Instituto Smithsoniano plantearon la teoría de la llegada de grupos humanos siglos antes de Clovis procedentes de Europa. La hipótesis se basa en el parecido de la tecnología de las puntas Clovis encontradas en Pennsilvania y el Sureste de Virginia con puntas de proyectiles de la cultura solutrense del Paleolítico Superior. Sin embargo, los científicos opinan que esta hipótesis merece mayor investigación, pues las pruebas aún no son concluyentes.

En 2005 los arqueólogos encontraron en Monte Verde algunos instrumentos líticos aún más antiguos que los que habían sido encontrados anteriormente, que fueron datados en 33000 a.C. aproximadamente. Las investigaciones continúan y todavía la ciencia no tiene una explicación aceptable para estos hallazgos.

Presencia humana en América

• Monte Verde II (Puerto Montt, Chile). Restos de 33000 años, posiblemente, todavía en estudio.

• Topper,( Carolina del Norte, EE.UU) . Evidencias datadas en más de 30000 años, fechas en discusión.

• Pedra Furada (Brasil). Evidencias con posible antigüedad de 25000 años (23000 a. C.), datación no confirmada.

• Buttermilk Creek (Austin) EE.UU. Heramientas pre-Clovis de hace 15500 años.

• Monte Verde I (Puerto Montt, Chile). Restos de hace 14500 años (12500 a. C.).

• Aucilla, Tallahasse ( Florida, EE.UU.). Evidencias de presencia humana con una antigüedad de 14500 años.

• Clovis (Estados Unidos). Restos de caza y recolección de 13500 años de antigüedad (11500 años a.C .).

• Piedra Museo (Argentina. Restos de 13000 años de antigüedad (11000 a. C.).

• Chivateros (Lima, Perú). Industria lítica de hace12000 años (10000 a. C.).

• Los Toldos (Santa Cruz, Argentina). Restos de caza y recolección de hace 12000 años (10000 a. C.).

• Paiján (La Libertad, Perú). Esqueletos humanos de hace 11000 años (9000 a. C.).

• Pedra Pintada (Piauí, Brasil). Pinturas rupestres fechadas hace 11000 años atrás (9000 a. C.).

• Mojos (Beni, Bolivia). Montículos artificiales de conchas y huesos de hace 10400 años (8400 a. C.).

• Lauricocha (Huánuco, Perú). Industria lítica, fósiles de animales, plantas, esqueletos humanos y pinturas

rupestres de hace 10000 años (8000 a. C.).

• Hombre de San Cristóbal ( Potosí, Bolivia). Restos óseos de hace 10000 años (8000 a. C.).

• Toquepala (Tacna, Perú). Pinturas rupestres de hace 9000 años (7000 a. C.).

• Lagoa Santa (Brasil). Restos fósiles de hace 8000 años (6000 a. C.).

• Viscachani (Bolivia). Talleres líticos, herramientas y armas de hace 8000 años (6000 a. C.).

• Cueva de las Manos (Santa Cruz, Argentina). Pinturas rupestres de hace 7730 años (5730 a. C.).

• Hombre de San Luis (Tarija, Bolivia). Esqueleto de hace 7640 años (5640 a. C.).

• Cueva Fell (Tierra del Fuego, Chile). Restos de hace 7000 años (5000 a. C.).

• Hombre de Jayhuayco (Cochabamba, Bolivia). Restos de 5500 años de antigüedad (3500 a. C.)