Desde inicios de los años 30, Chiripa fue el sitio emblemático del Formativo en Bolivia. Se encuentra en la península de Taraco y forma un montículo habitacional que muestra sucesivas y continuas fases de ocupación. Esta zona era parte de una hacienda, habiéndose encontrado el sitio al hacer la limpieza de terreno para la construcción de una cancha de tenis.
Las primeras excavaciones de Chiripa le corresponden al arqueólogo Norteamericano Wendell Bennett (1933-1934), quien identificó cuatro niveles estratigráficos. Sucesivos trabajos permitieron la identificación de un patio central hundido, rodeado por estructuras rectangulares, que tenían puertas corredizas y una especie de dobles muros utilizados para el almacenaje de productos agrícolas (Fig. 15). Debajo de los pisos se encontraron entierros de personas de alto status, siendo muy famoso el entierro excavado por Maks Portugal Zamora (1940) que pertenecía a un hombre y una mujer juntos, al cual se denominó como “entierro de los amantes”.
Las investigaciones han mostrado que existen varias fases constructivas en Chiripa. Se identificaron dos niveles de casas, Nivel Inferior y Nivel Superior, asociadas a templos con estilos constructivos diferentes. En el Nivel Superior los pisos y muros tenían revoques de color (rojo, verde y blanco), aspecto comprobado por las excavaciones del Proyecto PACH (2007) (Fig. 16).
Trabajos más recientes permitieron obtener el fechado más antiguo del Formativo de la cuenca del Titicaca en este sitio (1500 a.C.), el cual corresponde a la fase más temprana de Chiripa. A partir de estos trabajos y con el aporte de otros investigadores, se estructuró una secuencia propia para el sitio la cual contempla las fases Chiripa Temprano (1500-1000 a.C.), Chiripa Medio (1000-800 a.C.) y Chiripa Tardío (800 - 100 a.C), las mismas que corresponden a su vez al Formativo Temprano y Formativo Medio (Hastorf et. al., 2001).
Los datos existentes en el sitio de Chiripa muestran que se trataba de un área residencial, funeraria y ceremonial, lo cual implicó la existencia de una sociedad en proceso de complejización. El templete semisubterráneo que actualmente se observa en el sitio corresponde a un período posterior (Tiwanaku), y resalta la importancia ceremonial de este sitio.
Sin embargo, Chiripa también es conocido como un estilo cerámico. Sus principales características son pastas con inclusiones de arena y mica, decoración incisa, así como bandas horizontales con motivos escalonados incisos. Parte de este material fue registrado fuera del área circunlacustre, lo que muestra el movimiento de estas poblaciones a regiones tan alejadas como los Yungas o los valles del Norte de La Paz.
Esto lleva a plantear que durante el Formativo Medio, la cuenca del Titicaca fue un área de interacción social y económica, tanto al interior como hacia regiones adyacentes. Las relaciones distantes implicaron la circulación de bienes, pero también el movimiento de una ideología que permitió crear vínculos entre poblaciones diversas. A su vez, este fenómeno dio lugar a procesos de integración a través de esferas religiosas, comerciales, políticas y culturales.
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