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martes, 23 de noviembre de 2021

Período Formativo - Las primeras aldeas (2000 a.C.-500 d. C.) - El Formativo en la cuenca circunlacustre

 El lago Titicaca se encuentra a aproximadamente 3810 m.s.n.m., es el lago navegable más alto del mundo. Ecológicamente ésta es una región benéfica para el desarrollo de sistemas de producción agrícola y pastoril, ya que su gran cuerpo de agua irriga los bordes, lo que crea un ambiente húmedo en relación a otras regiones del altiplano. Esto se manifiesta también en la generación de pasturas que ofrecen un hábitat adecuado para el ganado. Por esas razones, las riberas del Titicaca son áreas privilegiadas para el asentamiento humano, pues también permiten el desarrollo de la actividad pesquera (Fig. 12).

Lago Titicaca

En este paisaje y con el aprovechamiento de esos recursos es que tuvo lugar el establecimiento de poblaciones tempranas que todavía se dedicaban a la caza y recolección durante el Formativo Temprano (1500-800 a.C.). Como parte de un proceso continuo se dio la sedentarización, lo que implicó también el crecimiento demográfico y la complejización de los grupos asentados en esas regiones. Parte de esa complejización es el surgimiento de la noción de territorialidad, pues cada grupo empezó a demarcar su territorio y reconocer espacios de interacción que fueron consolidados a partir de redes de tráfico de bienes. Consecuentemente, se dio paso también a una ideología religiosa, la cual fue consolidada materialmente durante el siguiente período.

A nivel de producción material, la cerámica reportada de este período corresponde a los trabajos desarrollados en la península de Taraco, donde se identificaron los estilos Chiripa Temprano (1500-1000 a.C.) y Chiripa Medio (1000- 800 a.C.) (Hastorf et. al., 2001). Este tipo de materiales entonces, podrían estar considerados entre los más antiguos de la cuenca del Titicaca.

Ya en la fase del Formativo Medio (800-200 a.C.) los grupos empezaron a mostrar niveles de centralización política y jerarquización social, marcando el desarrollo de un nivel de complejidad no observado hasta ese entonces. Parte de esa complejidad se advierte en la construcción de arquitectura pública y monumental, la cual era destinada al ámbito ritual, implicando un sistema religioso que lograba la comunión entre el hombre andino y las divinidades naturales. Una prueba de ello son los templos con patios hundidos, conocidos como templetes semisubterráneos o semi-hundidos, en los que se aprecian pilastras con grabados zoomorfos (sapos, lagartos, serpientes y felinos), o monolitos con forma humana (antropomorfos) en posiciones particulares (Fig. 13). Los ritos realizados en los templos fueron los primeros esfuerzos por congregar a las comunidades en base a un fin común, el religioso en este caso, promoviendo también niveles de autoadscripción regional y local. La construcción de templos hundidos y la representación de esculturas y artefactos de la denominada tradición Yaya-Mama o Pa-ajanu, son los aspectos más característicos del Formativo Medio (Chavez y Mohr, 1975).

La alfarería de este período está relacionada con el estilo Chiripa Tardío, es decir una cerámica con antiplástico de fibra vegetal, que presenta decoración en rojo y crema. También, se inicia la elaboración y utilización de trompetas cerámicas, destinadas a fines rituales.

Al parecer, la economía de este tiempo estuvo basada en la agricultura, el pastoreo y la pesca. Por lo mismo, se plantea que los sitios del Formativo Medio pudieron estar ya asociados a incipientes campos elevados de cultivo, tecnología que permitió el cultivo a gran escala en tiempos sucesivos.

Esculturas en Piedra en el Formativo

Por otra parte, el Formativo Tardío (200 a.C.- 400 d. C.) fue relacionado con el surgimiento de Pucara, un sitio que centralizó e influyó en los asentamientos de la cuenca del Titicaca (Stanish, 2003). Este período se caracteriza por una complejidad política no observada antes, la consolidación del sistema económico precedente y una manufactura artefactual más elaborada. El estilo decorativo de la cerámica era más complejo, pues se observa la policromía del rojo, crema y negro, algunas veces asociado a un delineado inciso de los motivos.

Los indicadores mencionados son aspectos representativos, así como elementos típicos de varios grupos asentados en las márgenes del Titicaca. Los principales sitios de las distintas fases del Formativo se encuentran en Chissi, Escoma, la península de Santiago de Huata, Tiwanaku, Tumatumani, Titinhuayani, Casani, Ckackachipata, Chiripa y Pukara, éstos últimos son los sitios más conocidos de la cuenca del Titicaca (Fig. 14).

Riberas Lago Titicaca

La tradición escultórica Yaya-Mama

Esta tradición, que articuló una serie de manifestaciones religiosas diseminadas en toda la cuenca del Titicaca, es también conocida como Pa-ajanu . Sus expresiones iconográficas son muy particulares, pues presentan motivos recurrentes como los brazos cruzados sobre el pecho de algunas esculturas antropomorfas de piedra, cuyos costados muestran representaciones de animales. Esta simbolización también se observa en artefactos rituales, como trompetas o sopladores de cerámica con decoración incisa, muy típicas de ese tiempo. Debido a su área de difusión y su simbolización es considerada una tradición religiosa, indicador representativo del Formativo Medio.


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