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sábado, 18 de noviembre de 2017

Potosí antes de Potosí



Su riqueza fue y es tal que se convirtió en sinónimo de opulencia.

La importancia que Potosí tuvo en el siglo XVI, y que representó la base para el capitalismo y la Revolución Industrial, fue advertida, y escrita, por prácticamente todos los cronistas coloniales.

Guamán Poma de Ayala resumió así lo que Potosí significaba para su época:

“La Villa Rica Imperial de Potocchi (Potosí), por la dicha mina, es Castilla; Roma es Roma; el papa es papa y el rey es monarca del mundo; y la Santa Madre Iglesia es defendida y nuestra santa fe guardada por los cuatro reyes de las Yndias y por el emperador ynga; agora lo poderá el papa de Roma y nuestro señor rey don Felipe el Tercero”.

Y si un ayacuchense escribía así, con mayor razón alabó a la ciudad un hijo de esa tierra, Bartolomé Arsanz de Orsúa y Vela:

“La muy celebrada, siempre ínclita, augusta, magnánima, noble y rica Villa de Potosí; orbe abreviado; honor y gloria de la América, centro del Perú; emperatriz de las villas y lugares de este nuevo mundo; reina de su poderosa provincia; princesa de las indianas poblaciones; señora de los tesoros y caudales; benigna y piadosa madre de ajenos hijos; columna de la caridad; espejo de liberalidad; desempeño de sus católicos monarcas; protectora de pobres; depósito de milagrosos santuarios; ejemplo de veneración al culto divino; a quien los reyes y naciones apellidan ilustre, pregonan opulenta, admiran valiente, confiesan invicta, aplauden soberana, realzan cariñosa y publican leal; a quien todos desean por refugio, solicitan por provecho, anhelan por gozarla y la gozan por descanso…”.

Se podría llenar volúmenes enteros con las descripciones y pareceres de cronistas y escritores. Están desde los laudatorios, como el propio Arsanz, hasta los críticos, como Eduardo Galeano. Por ello, para no complicarnos, es mejor acudir a una de las figuras cumbres del idioma español, Miguel de Cervantes Saavedra, quien en el capítulo 71 de su archiconocida obra, “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, refiere este diálogo entre el caballero de la triste figura y su escudero, el de la esférica panza, a propósito de unos azotes que este último habría de recibir a cambio de una paga:

—Agora bien, señor, yo quiero disponerme a dar gusto a vuestra merced en lo que desea, con provecho mío; que el amor de mis hijos y de mi mujer me hace que me muestre interesado. Dígame vuestra merced: ¿cuánto me dará por cada azote que me diere?

—Si yo te hubiera de pagar, Sancho —respondió don Quijote—, conforme lo que merece la grandeza y calidad deste remedio, el tesoro de Venecia, las minas del Potosí fueran poco para pagarte; toma tú el tiento a lo que llevas mío, y pon el precio a cada azote.

Como se ve, Cervantes pone, en labios de Don Quijote, su parecer sobre la plata de la Villa Imperial, conocida por él solo por lecturas y oídas: es tanta y tan abrumadora que es sinónimo de excesiva riqueza.

De ahí es que se acuñó la frase “Vale un Potosí”.

Más atrás…

Para la historia oficial, Potosí comienza en 1545, cuando los españoles toman posesión del Cerro Rico y empiezan a explotar su plata.

Sin embargo, ahora se sabe que Potosí tuvo una historia anterior a 1545.

Hasta antes de la llegada de los españoles, el territorio que hoy es ocupado por la ciudad de Potosí le pertenecía al señorío qaraqara.

La historiadora Ximena Medinaceli señala que “los señoríos estaban agrupados en tres grandes bloques. Uno alrededor del Lago Titicaca donde estaban los Lupaca, pacaje y los Colla (quienes se supone hablaban Puquina). El otro bloque estaba en el centro, con los Caranga y los Asanaque y Quillaca, estos grupos formaban una confederación llamada Confederación Quillaca. En el tercer bloque, un poco hacia el sureste entre Potosí y Cochabamba, estaban los señoríos Charka, Caracara, Chui y Chicha. Estos conformaron la Confederación Charca”.

Antes de la explotación de la plata, el lugar donde hoy está la Villa Imperial era un inmenso cenagal cuyo nombre era P’utuj unu de donde viene, en realidad, el nombre de Potosí. El propio Arsanz lo admite al señalar que “'Póctoc unu', que se interpreta 'donde brota el agua', y era un atolladero o ciénaga, donde después se fundó la mayor parte de esta Imperial Villa”.

El escritor José David Berríos corrobora que 'P’utuj unu' significa “donde brota el agua” y agrega que “era el nombre de un gran pantano que se extendía desde el pie del cerro, hasta Ckantumarca y hasta Ccari-ccari y la Cantería, que es el paraje que hoy ocupa la ciudad de Potosí. Tenía dos leguas de circunferencia, más que menos, Fue desecado, para construir la ciudad, en 1546, por medio del canal que llaman 'Huaina-mayu' (río joven) por (Juan de) Villarroel y sus compañeros”.

Pero hay más detalles sobre los que pocos repararon lo suficiente.

Es llamativo que Potosí sea utilizado no como lugar de referencia sino hasta como hito en las descripciones geográficas que Guamán Poma de Ayala hace en el primer tomo de su crónica. La primera, por ejemplo, dice lo siguiente:

“En este reino de las Indias desde el primer Inga Manco Capac reinó y comenzó a gobernar solo la ciudad del Cuzco; primero se llamaba la ciudad Acamada, sin que pasara a ningún pueblo. Y murió y dejó a su hijo legítimo llamado Sinchi Roca Inga, reinó el Cuzco hasta el Collao y Potosí, y conquistó todos los indios orejones y Collas, Quispillacta, Cana, Canchas, Condes…”.

¿Será simple asociación de ideas o una referencia a un antiguo asentamiento, así sea el P’utuj unu, en donde hoy está Potosí?

Resulta cuando menos inquietante esta referencia/respuesta en otra crónica, la de Juan de Santacruz Pachakuti:

“en tiempo de purunpacha todas las naciones de Tahuantinsuyo benieron de azia arriba de Potossi tres ó quatro exercitos en forma de guerra, y assi los venieron poblando, tomando los lugares, quedandose cada uno de los compañías en los lugares baldios…”.

Así, sin un estudio que las respalde, esas líneas dan cuenta de un posible origen del Tawantinsuyu no en Cuzco ni la Isla del Sol sino en Potosí, o, más concretamente, en lugares situados encima de la ciudad (entiéndase que en el mapa) de los que no da más datos.

¿Se trataría de antiguos asentamientos, anteriores al surgimiento del Tawantinsuyu? Los investigadores tienen la palabra. •

* Es Premio Nacional en Historia del Periodismo.

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