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domingo, 25 de enero de 2015

Han pasado 480 años de la fundación de la primera ciudad en Bolivia

Han pasado ya 480 años desde que los primeros españoles llegaron a Paria o también conocido como el Kollasuyo, habiéndola refundado con el mismo nombre que tenía, pero esa vez a tres kilómetros al Este del sitio original.

El 23 de enero, este pueblo celebró un año más desde que fuera fundada por el capitán Juan de Saavedra.

En un ensayo realizado por José Sánchez de la Mata, se remarca que los conquistadores trajeron la religión en la punta de la espada, con pocas excepciones toda la corte de los frailes que seguían a los soldados españoles trataron de conquistar almas para el cielo por los mismos medios de violencia con que aquellos ganaban tierras para el soberano.

"Este sistema que no tocaba la naturaleza del corazón, ni encendía la llama de la fe, sólo produjo cristianos por temor o por cálculo, ha dejado una herencia de trabajo arduo y perseverante que posteriormente asumieron el papel de verdaderos apóstoles evangélicos", relata Sánchez.

Sostiene que los primeros religiosos que pisaron estas tierras fueron fray Francisco Pérez, Antonio Rendón y Cristóbal Molina, a lo que obedece la fundación de la iglesia y la construcción del templo y de la torre, además de los conventos, que fueron considerados obras extraordinarias para aquellos tiempos.

La construcción de esas obras y de las campanas de la torre, maravillaron a propios y extraños, sobre todo la sonoridad de las campanas, que se escuchaba a largas distancias.

El material y otros gastos corrieron a cuenta de los vecinos, y además de ellos intervino

en las obras, el canónico José Iraola.

Y luego comenzaron con la construcción de sus viviendas según un plano que muestra que este pueblo, contaba con infraestructuras para un convento, monasterio, cuartel, tres plazas, que se fueron deteriorando y derruyendo.

La fundación de la Villa de San Felipe de Austria, hoy ciudad de Oruro, entusiasmó a los habitantes de Paria, quienes abandonaron su localidad y se dirigieron a la nueva villa.

Con el correr del tiempo y el progreso de la nueva población, fue segregándose la jurisdicción de Paria, que era considerada como provincia, habiendo sido dividida en dos secciones Poopó y Challapata, con este hecho se ve reducida a un simple cantón, que hasta hoy sufre la indiferencia del pueblo, no sólo de sus habitantes, sino de todo el país, que olvidó a su primera ciudad.

José Sánchez cuenta que Paria fue una de las provincias más grandes, después de la Colonia, donde se efectuaron reuniones de ilustres personalidades de la política como la Asamblea Legislativa, las conferencias de los candidatos políticos, como Aniceto Arce y Eliodoro Camacho.

Antes de que lleguen los españoles, se dice que Paria fue la "metrópoli de la cultura Uru", conocida en todas partes y luego de su fundación fue conocida como el principal centro de comercio y de estadía de los españoles e indígenas.

En Paria los habitantes siempre se dedicaron a la agricultura por las aguas cristalinas que contiene su río que bajan desde los cerros de la cordillera Oriental.

El hermano de José Sánchez de la Mata, Crisólogo Sánchez de la Mata, comenta que el pueblo contaba con un templo para el culto al dios Sol, una casa de ñustas, edificaciones para civiles y castrenses, graneros, tambos, y estaba situada en la ruta del camino real del Inca, que partía del Cuzco hacia la provincia de Chile, hasta el río Maule, confín del imperio incaico.

Hoy el primer templo de Bolivia que fue construido el mismo año de la fundación de Paria, y que fue declarado como Monumento Nacional del Estado Boliviano, por Decreto Supremo 8171 del 7 de diciembre de 1967 se desmorona a pedazos por el descuido y falta de atención de autoridades nacionales, departamentales y municipales.

Hoy Paria también es objeto de la explotación de agregados como la arena de su río, que debiera ser controlada por sus principales autoridades municipales de acuerdo a la Ley 3425 que determina la competencia de los Gobiernos Municipales en el manejo de áridos o agregados.

Los municipios son los responsables de controlar que no exista una explotación desmesurada de estos materiales, debiendo contar con normas elaboradas en base a la Ley 1333 de Medio Ambiente, además deben gestionar auditorías ante las autoridades competentes.

Pero además los gobiernos municipales tienen que aprobar las tasas por la explotación, recursos que deben estar destinados al plan de manejo de los ríos, cuencas, a la construcción de defensivos y a obras que beneficien a las comunidades colindantes con los ríos.

Esta ley debe ser aplicada para el beneficio de este pueblo, dejando de lado los intereses personales, que en varias ocasiones han sido observados y denunciados por los mismos pobladores.

Paria está como está no sólo por la indiferencia de las autoridades, sino también por la indiferencia de sus mismos pobladores, que no reclaman por mejorar sus condiciones de vida, y hacer que prevalezca su historia como la primera población fundada en Bolivia.

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