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miércoles, 11 de enero de 2017

Comienzan festejos por Bicentenario de la Batalla de La Tablada

Tarija Economía.- A los pies del Cristo de La Loma de San Juan se dará inicio hoy a los festejos por el Bicentenario de la Batalla de La Tablada a celebrarse el próximo 15 de abril.

El acto protocolar arrancará con las melodías de las tradicionales cañas, la proyección de un video de fotografías históricas de la ciudad de Tarija y la interpretación de canciones emblemáticas, como La Pascua, ‘Moto’ Méndez y Chapaco Alzao, por grupos del folklore tarijeño entremezclados con la orquesta sinfónica y un ballet.

Después están la proyección del video “El fuego del Bicentenario”, la entrega de árboles por los 200 años de la gesta libertaria y el lanzamiento de globos, con los tradicionales colores de la bandera de Tarija, por parte de personalidades destacadas.

El director de la Oficina Técnica del Bicentenario, Sergio Lea Plaza, dijo que eligieron el Cristo de La Loma de San Juan para el inicio de los festejos por ser un sitio con valor simbólico porque representa la historia, la fe religiosa, la arquitectura e integración de la Tarija tradicional y popular.

Cada año esta región productora de hidrocarburos conmemora su efeméride el 15 de abril en homenaje a la Batalla de La Tablada que fue liderada por el legendario guerrillero Eustaquio “Moto” Méndez.

Al acto protocolar asistirán el gobernador Adrián Oliva y el alcalde de Cercado, Rodrigo Paz, además de autoridades militares y policiales.

EN LAS PÁGINAS DORADAS DE LA HISTORIA DE BOLIVIA

La Batalla de la Tablada de Tolomosa tuvo lugar el 15 de abril de 1817 en las cercanías de la ciudad de Tarija (actualmente, en el sur de Bolivia). En ella se enfrentaron fuerzas realistas al mando del coronel Mateo Ramírez y fuerzas independentistas del Ejército del Norte al mando del tucumano Gregorio Aráoz de Lamadrid, como parte de la Expedición de Aráoz de Lamadrid al Alto Perú. Guerrilleros tarijeños provenientes de la denominada Republiqueta de Tarija ayudaron a la rendición realista sitiando a Tarija.

Al acercarse a Tarija, la división de Aráoz de Lamadrid pasó sin ser notada a la izquierda de un escuadrón y de 50 infantes al mando del entonces realista Andrés de Santa Cruz, que se hallaba en el valle de Concepción, y sin atacarlos para no perder la sorpresa sobre Tarija. Cuando el comandante y gobernador realista de Tarija observó el avance de las tropas, pensó que se trataba de las fuerzas gauchas del teniente coronel Francisco Pérez de Uriondo (quien había partido con sus fuerzas desde San Ramón de la Nueva Orán hacia Tarija), por lo que ordenó la salida de los granaderos del Cuzco para atacarlas, expresando: Vamos a desparpajar a esos gauchos. Luego de cruzar el río Guadalquivir, al observar el despliegue y darse cuenta de que no eran fuerzas irregulares, ante los primeros disparos ordenó el repliegue y se encerró en la villa protegida por las trincheras hechas construir recientemente por José de la Serna. Aráoz de Lamadrid ocupó el morro de San Juan, en donde emplazó sus 2 cañones y luego intimó la rendición de Ramírez, que fue rechazada.

Los gauchos de Pérez de Uriondo, junto con otros grupos de montoneros, entre ellos los comandados por Eustaquio Méndez y por José María Avilés (la después llamada Republiqueta de Tarija), aportaron un millar de hombres y colaboraron en el sitio de Tarija, rodeándola por orden de Aráoz de Lamadrid, a fin de capturar a los mensajeros despachados con pedidos de ayuda hacia las divisiones ubicadas en el valle de Concepción y en Cinti (la actual Camargo), mandada esta última por el presidente de la Real Audiencia de Charcas, el brigadier de marina José Pascual de Vivero y Salaverría. Méndez se adelantó con 100 jinetes bien armados a recibir a Aráoz de Lamadrid en la Cuesta del Inca. Santa Cruz, quien se hallaba casualmente en Tarija, intentó sortear el sitio para ir en busca de su división, pero no lo logró.

Al escuchar los cañonazos, las fuerzas realistas acantonadas en el valle de Concepción (unos 130 soldados) se dirigieron hacia Tarija, entrando por el campo de la Tablada en las primeras horas del 15 de abril de 1817 al mando del oficial Malacabeza. Aráoz de Lamadrid había salido a reconocerlas con solo 32 húsares, el ex capitán Lorenzo Lugones que viajaba como aventurero en la expedición,1 y los ayudantes de húsares: Manuel Cainzo y teniente Victorio Llorente. Al encontrarse de pronto con las fuerzas realistas, envió a Llorente en busca de la 1° compañía de húsares al mando del capitán Mariano García y cargó sable en mano obteniendo la victoria de la batalla, en la que murieron 65 realistas, incluso 2 oficiales, quedando prisioneros otros 40, con solo un muerto patriota y un portaestandarte y 3 soldados heridos. Inmediatamente después, Aráoz de Lamadrid retornó a Tarija y volvió a intimar la rendición al sitiado Mateo Ramírez, quien luego de rechazarla, la aceptó ante la amenaza de ser todos degollados y por temor al ataque desordenado de un millar de gauchos, y a pesar de contar con fuerzas superiores, salió él mismo a parlamentar con Aráoz de Lamadrid solicitando que no se saquearan sus pertenencias y que se le concediesen los honores de la guerra.

La rendición de los realistas en Tarija le significó al Ejército del Norte la captura de 20 oficiales (incluyendo a Ramírez, Santa Cruz y otro teniente coronel) y 274 soldados, habiéndose tomado 400 fusiles, 10 pares de pistolas, 20 sables,2 47 lanzas, 5 cajas de guerra, abundantes municiones, útiles de maestranza, víveres, e incorporándose además muchos altoperuanos al ejército. Posteriormente fueron encontrados otros 50 fusiles. El costo total del ataque a Tarija fue de 2 muertos y entre 5 y 7 heridos. Aráoz de Lamadrid envió un mensaje a Manuel Belgrano comunicándole la victoria y avisándole que enviaría los prisioneros por la ruta del Chaco salteño escoltados por una compañía de 50 milicianos de Tucumán al mando del capitán Carrasco que había llevado con la división, lo que ocurrió dos días después.

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