Buscador

martes, 3 de enero de 2017

Potosí 1920-1940: Intelectualidad, arte y cultura



La cultura y el arte nacional del siglo XX, si se toman figurativamente como la composición de un mosaico, están compuestos por piezas provenientes de ciudades, localidades o regiones donde personas e instituciones produjeron en determinados periodos un trabajo intelectual y artístico que, hoy por hoy, es desconocido para muchos, sea por falta de mayor investigación histórica, difusión o por la suplantación de paradigmas.

Esto hace que las nuevas generaciones, en particular, desconozcan testimonios de aquellos contenidos culturales, artísticos e ideológicos que se dieron entre el periodo post liberal y el precedente al denominado Nacionalismo Revolucionario de los 50.

Una tendencia a percibir nuestros periodos históricos de manera homogénea, eventualmente, nos impide reconocer las variables que existieron bajo conceptos de nuestra historia política. Por ejemplo, que una de las etapas de los tipos de nacionalismos tuvo tendencias culturalistas, donde afloraron ideologías nuevas y renovadoras que determinaron en el plano intelectual, cultural y artístico una particular producción; como las décadas de los 20 a los 40 del siglo XX.

Lo que sucedía en el interior de la república —ya en referencia al contexto cultural— quedaba aparentemente en los planos locales, fuera del real y acelerado progreso que tuvo la ciudad de La Paz, que traducía de manera tangible los réditos que le significó las dos primeras décadas del siglo XX como nueva sede del poder político.

Sobre Potosí —ciudad— se consolidó el paradigma sobre su peso simbólico de significado colonial imposible a ser superado y que nadie conscientemente querrá remontarlo, lo cual no impide revalorizar que entre la década de los 20 y 40 del siglo pasado se generó, desde allí, un fenómeno que puso a esta ciudad como referente regional. Por la llegada de artistas e intelectuales, atraídos no solo por una todavía intacta silueta colonial sino porque desde Potosí se generaba un singular hecho de relacionamiento entre personajes e instituciones privadas y públicas que constituyeron, en el marco de las corrientes políticas, sociales, ideológicas y culturales de la época, un resultado que ahora a grandes rasgos destacamos.

En esta reconstrucción de la historia de la cultura y de una parte de la historia del arte potosino de la primera mitad del siglo pasado cabe preguntarse si lo sucedido entre la década de los 20 a los 40 fue el periodo más internacional que tuvo —fuera del proyecto colonial— y qué factores determinaron en esta experiencia. Para respondernos se ha estructurado una relación de elementos que lleven a responder las interrogantes, desarrollar contenidos y esbozar conclusiones. Aquí, por razones de espacio, resumimos algunos de esos puntos.

La formación y educación que el Mariscal Sucre implementó con las Escuelas de Artes y Oficios, que también fundó en Potosí en el siglo XIX al organizar la nueva República, es un punto de partida para ponderar el rol formativo. En el colegio de segundo grado se enseñaba Dibujo Decorativo, Carpintería y otras disciplinas que, siendo menores, no dejaron de proyectar hacia delante futuras generaciones que continuarían con estudios superiores gracias a la creación de la Universidad Tomás Frías en 1892.

Es importante tomar en cuenta que de la formación en abogacía surgían orientaciones hacia la historia, la filosofía, el periodismo e incluso la literatura, por cuanto estas disciplinas de las ciencias sociales no llegarían a constituirse como formación profesional. De hecho, en Potosí se atendió más al llamado de áreas técnicas relacionadas con la minería y la geología posteriormente.

En 1939, como parte de la Universidad Tomas Frías, se creaba la Academia de Bellas Artes, donde se formarían artistas plásticos y músicos profesionalmente. De ahí que varios artistas del siglo XX hayan continuado la ruta de la plástica, en particular, dando cuenta que los resultados de una tradición artística no es casual.

El segundo componente son las instituciones culturales, prácticamente el soporte central de este periodo. Tres son las que destacan: la Sociedad de Historia y Geografía de Potosí, la Sociedad de Pintores Libres de la Sierra y, quizás la más representativa, el grupo Gesta Bárbara.

Tres periódicos circulaban en Potosí, entre ellos “Alas”. También es otra fuente el epistolario que quedó de algunos personajes.

Tampoco es de ignorar la existencia de las librerías, donde llegaban obras que nutrían las bibliotecas de los intelectuales y artistas; editadas principalmente en España y Argentina. Y las revistas, por lo general editadas en este último país, donde aparte de una miscelánea se reproducían literatura y actualidad.

(…)

Como si se tratase de una compensación al cambio que sumiera a Potosí dejándola fuera del eje económico y su importancia pasada, algunos factores externos a lo artístico e intelectual coincidían a coadyuvar con esta especie de conjunción que dio un punto alto de su historia contemporánea.

La reciente inaugurada línea férrea en 1927 que conectaba al sur con Argentina, a través de su frontera con Villazón, abrió el camino para materializar una ruta al intercambio cultural con Argentina, mientras al norte también por este medio de transporte se promovía el fluido tránsito al Perú. La facilidad de transporte moderno permitió la visita y la llegada de intelectuales, escritores, arquitectos, pintores, no solo de América sino desde España como Martín Noel, entre otros conocidos de la historiografía.

De la Argentina provenía el arquitecto Pedro Luís Vignale, Alfredo Guido; los pintores Lino Espilenbergo, José Luís Malanca y la francesa radicada en Buenos Aires Leoni Mathisse; del Ecuador llegaría a Potosí Luis Wallpher, el pintor Enrique Toro Moreno; posteriormente, el lituano Juan Rimssa. Potosí no era solo un punto en una ruta cultural, los campos de la etnología demandaron la presencia de estudiosos y pioneros en otros campos como Dick Ibarra Graso.

Un aspecto que requiere de mayor profundidad son las corrientes y pensamiento en torno a las cuales se desarrolló este periodo de la cultura y el arte. En el campo de la literatura, la tendencia fue el Modernismo, dando lugar a un romanticismo criollo. Tampoco dejan de estar presentes las ideas filosóficas de Shopenhauer y la gran influencia del español José Ortega y Gasett.

En historia, el positivismo y el determinismo a través de Hipolito Taine, indirectamente influyen en dar un toque melancólico y romántico.

Pero la producción misma, tanto de escritores y de artistas plásticos como los pintores, requieren mayor análisis desde lo estético y temático. No fue gratuito que el paisaje potosino y su luminosidad, la historia misma y tipología de la ciudad, atrajeran a artistas plásticos como fuente y motivación a través del género del paisaje por una arquitectura bañada de luminosidad y de color.

En tanto los géneros cultivados por los literatos son el ensayo, el artículo con crítica, el cuento y, en historia, además de ensayos, trabajos biográficos que alternan con las publicaciones investigativas de la Sociedad Geográfica e Historia.

La temática de la Revista Universidad es más convencional. Los profesionales del Derecho tratan sobre su materia, aunque hay trabajos sobre pedagogía o política que se manifestaban por las ideas socialistas que ya habían encontrado espacio en el ámbito nacional.

Conclusiones

Finalmente, a manera de respuestas a las interrogantes formuladas, podía señalarse:

- El pensamiento y corrientes de esta producción intelectual artística dan cuenta de que en entre 1920 y 1940 se produce una rica y singular actividad en Potosí, trascendiendo sus fronteras y convirtiéndola en un centro conectado de una de las rutas transitadas desde Buenos Aires, pasando por ciudades del norte argentino y haciendo punto escala principal en Potosí, para proseguir al norte hasta Perú y Ecuador.

- El espíritu expresado en el lenguaje en cuanto a la ponderación sobre la historia y la personalidad arquitectónica y urbanista de la ciudad está todavía inmerso en la influencia de España, por una parte, pero su valoración como estudio daría lugar luego a los primeros estudios sobre valores arquitectónicos – históricos patrimoniales que se dieron a finales de los 40.

- En cuanto a las características de la literatura, el periodismo y otros, están traduciendo las corrientes de la época como el Modernismo. El romanticismo criollo es también una fuente de revisión y estudio.

- No menos importante es la producción para los campos de la ciencia e investigación en economía, estadística y técnica, especialmente en los campos de la minería y otras disciplinas técnicas como la hidráulica, que estudios de profesionales contribuyeron con sus trabajos de investigación para la Sociedad Geográfica y de Historia.

- Se dieron positivas coincidencias, cierta facilidad de infraestructura, el apoyo de autoridades —tanto universitarias como políticas— y pocos pero acertados respaldos como el impulso de las editoriales para que el trabajo de estas generaciones e instituciones hicieran de Potosí de los años 20 y 30 una experiencia digna de estudiar, conocer y difundir.

- Queda demostrado que no son necesariamente las grandes políticas, el avance de la tecnología y la ciencia los que escriben las mejores páginas de la historia, sino el capital humano que, hoy por hoy, no está sabiendo responder siquiera a la tarea de preservación de los testimonios tangibles como la arquitectura y el urbanismo, por decir lo menos. •

* Licenciada en Artes Plásticas con especializaciones en Historia del Arte, Gestión Cultural y Administración Pública. El presente es un compendio del ensayo original que, además, está acompañado de varias fotografías.


No hay comentarios:

Publicar un comentario