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domingo, 24 de enero de 2016

Plaza principal 14 de Septiembre Historia del Cóndor y las Tres Gracias

Conozca el origen de estos monumentos patrimoniales que se encuentran en la Plaza Principal



El primero de enero de 1574 la plaza principal 14 de Septiembre, como es conocida actualmente, fue escenario de la segunda creación del departamento de Cochabamba, a cargo de Sebastián Barba de Padilla.

Desde entonces, poco a poco, generación tras generación, este espacio público comenzó a tejer su valor histórico al convertirse en el escenario de varios acontecimientos que dieron origen a cambios fundamentales en la historia cochabambina, como: alzamientos durante la colonia, cabildos, manifestaciones y hasta hechos de sangre.

Al margen de estos actos históricos, la Plaza Principal cuenta con una rica historia arquitectónica que se desplaza desde sus orígenes hasta la actualidad, consolidándose como un legado patrimonial importante para la región.

La fuente de las Tres Gracias y el Cóndor sobre la Columna de los Héroes son los monumentos que destacan dentro de este espacio territorial. Existen varias anécdotas en torno a ambos durante su fase de construcción y en todos los años que acompañan la vida cotidiana de los cochabambinos.

Actualmente, ambas estructuras fueron sometidas a un proceso de conservación y restauración, a cargo del arquitecto Mario Moscoso, como parte de las labores encaradas por la Alcaldía de Cercado dentro del proyecto de Peatonalización de la Plaza Principal.

A partir de esta semana, los cochabambinos y todos los visitantes podrán disfrutar de este remozado espacio público y de sus dos monumentos icónicos.

EL REGALO DE CARLOS III

El origen de la fuente de las Tres Gracias, ubicada al sur de la Plaza Principal, frente a la puerta lateral de la Catedral Metropolitana de Cochabamba, se confunde con la historia de la fuente de agua que se instaló en el siglo XVIII, donde ahora se encuentra la Columna de los Héroes y el Cóndor.

De acuerdo a la recopilación histórica efectuada por el arquitecto Mario Lavayen, la primera fuente de la Plaza Principal fue solicitada a España por el procurador de la Villa, Martín Salazar, en septiembre de 1619; pero, no obtuvo respuesta.

Recién en 1786 el Rey Carlos III de España donó diez mil pesos de sus arcas reales para la construcción de una fuente de agua para los habitantes de la ciudad, y lo hizo como una forma de agradecer a sus súbditos, por haber hecho frente al levantamiento indígena que impulsó el indio Tupac Katari en 1781.

No se conocen más datos o una descripción detallada acerca de esa fuente; solo existen escuetas descripciones

realizadas por Francisco Viedma y Federico Blanco, quien -en su obra “Diccio- nario Geográfico del Departamento de Cochabamba”- asegura que la fuente estuvo ubicada al centro de la plaza, que tenía una columna central y cuatro piletas laterales, cuyo conjunto formaba la pila principal, que estaba rodeada por una verja de piedra y que desde 1786, por razones no mencionadas, comenzó a modificarse.

Con el paso del tiempo esta estructura fue demolida y aproximadamente en 1850 se eligió ese mismo sitio para la erección de la Columna de los Héroes. Existen algunos datos históricos que hacen pensar que parte de las pilastras de esta fuente fueron empleadas en la fachada del Teatro Achá, pero no se puede confirmar esta información.

Lamentablemente, no existe documentación gráfica de esta fuente, lo que genera una confusión con la historia de la otra que se instaló con un poco más de un siglo de diferencia.

FUENTE DE LAS TRES GRACIAS

La instalación de la actual fuente de agua en la Plaza Principal fue el resultado de una gestión municipal que se inició en 1890, cuando se decidió encarar un proyecto de “Ornamentación de la Plaza”.

Cinco años después, con la inauguración de un kiosco en el sector norte, se abrió la posibilidad de colocar otro elemento al sur que permita lograr una armonía en toda la Plaza Principal.

Paralelamente, otra razón circunstancial daría un pequeño impulso a este sueño. Ese mismo año, el municipio estaba instalando 32 pilas públicas en la ciudad y, claro, la más importante debía ubicarse en la Plaza Principal. Con el tiempo este emprendimiento se conocería como el primer sistema de agua potable instalado en la ciudad, denominado “Aguas de Arocagua”.

Según las referencias bibliográficas, se sabe que la fuente fue adquirida en la ciudad de París, Francia, de la Casa Després y Cía. y de la Casa Mercantil Devés y Cía, una parte con fondos del Gobierno; pero, como no se alcanzó a cubrir el monto final, los promotores del proyecto, entre ellos Juan de la Cruz Torres, tuvieron que recurrir a un préstamo del Banco de Argandoña para poder cubrir el monto total.

La fuente demoró tres meses en llegar a Cochabamba. La temática escultórica de las Tres Gracias se compone de tres figuras femeninas unidas por la espalda y cogidas de la mano, que representan a deidades de la mitología griega: Áglae, diosa de la belleza y el es- plendor, Talía diosa del teatro y de las celebraciones festivas y Eufrosina, deidad que representa el júbilo, la alegría y el hechizo. Los rostros denotan expresiones placenteras, que transmiten un mensaje bienestar y prosperidad.

El prototipo de esta fuente tuvo influencia directa del estilo arquitectónico de la fuente de la plaza Real de Barcelona en España.

La fuente y las pilas públicas fueron inauguradas al medio día del 16 de julio de 1896, durante el gobierno de Mariano Baptista Caserta. El ingeniero Manno fue el encargado de la obra.

El periódico El Heraldo, de aquella época, en su publicación del 17 de julio, señala que la fuente de Las Tres Gracias fue inaugurada con la bendeción del sacerdote Aniceto Alba Vallejo con la presencia del presidente Baptista.

Como padrinos asistieron el ex presidente Aniceto Arce, Julio Pinkas, jefe nacional de Ingenieros, el prefecto del departamento Melchor Terrazas y el presidente del Concejo Municipal, Lisandro Quiroga.

Según el diario, unas tres mil personas festejaron con entusiasmo semejante acontecimiento.

El cóndor de la plaza

Pocos conocen que, la figura del cóndor que está elevado en la Columna de los Héroes en el centro de la Plaza Principal sobre un capitel, es la réplica de un cóndor que habitó en la ciudad y se convirtió en la mascota de los cochabambinos.

Se dice que este animal fue criado por los “Soldados del Piquete” en el viejo canchón de la policía de Cochabamba, ubicado en la acera norte de la plaza, allá por 1914. Fue amaestrado y adoptado como mascota de la columna.

Devoraba junto a ellos su “rancho” (comida diaria)y también disfrutaba de servirse un poco de chicha.

Esta ave llegó a vivir muchos años como la atracción de la Plaza Principal. Sin embargo, tiempo después, comenzó a comportarse agresivamente, le gustaba picotear las pocas líneas telegráficas de la zona y, además, derrumbar a toda mujer que llevara un bulto atado a las espaldas, en busca de carne.

Ante esta situación, las autoridades policiales ordenaron su fusilamiento, a pesar de la oposición de sus cuidadores; pero, lamentablemente, el cóndor se había convertido en un peligro para la población y no quedaba otra opción que dar curso a la ejecución.

Es así que una mañana, en el canchón de la Policía, se dio lectura a la sentencia, con sentida voz. El ave fue llevada al paredón. Como último deseo se le proporcionó un trozo de carne, que engulló. Luego tronó por los aires el sonido de la descarga de las pistolas. El cóndor cayó fulminado al piso; algunos soldados lloraron su triste final.

Posteriormente, rindiendo homenaje a este “ilustre ciudadano”, varias personas -se desconoce sus nombres- propusieron que se coloque su réplica en la Plaza Principal.

No se tiene la fecha exacta de su instalación sobre la Columna de los Héroes, aunque se estima que fue a inicios del S. XX.

Sin duda, esta ave con su mirar vigilante y sus alas prestas al vuelo, se ha convertido en el guardián de los cochabambinos, que cada día, desde lo alto, es el fiel testigo del crecimiento y desa-rrollo de esta ciudad que acoge con benevolencia a todos sus visitantes.

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