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martes, 11 de abril de 2017

Fernández Alonso es derrotado en el Crucero y dimite la presidencia

Pronunciada la derrota del ejército constitucional en los campos del Crucero, el 10 de abril, el capitán general que lo mandaba, el doctor Severo Fernández Alonso, tomó su coche y se dirigió a Oruro, donde llegó a las 8 y 30 de la misma noche.

Se instaló en el palacio de gobierno y allí recibió la visita de los elementos más representativos del lugar, que lo rodearon solícitos ofreciéndole sus servicios. Algunos jefes que le acompañaban, le propusieron organizar la resistencia en la ciudad. Pero dos horas más tarde, los salones del palacio se vieron completamente desiertos, y no llegaban a cien los soldados que habían acudido al toque de llamada.

En vista de esta situación, los pocos militares y amigos que le rodeaban, y aún los mismos jefes, le hicieron ver la necesidad de abandonar Oruro esa misma noche y salir al exterior por el tren de Antofagasta.

Atendiendo a esas insinuaciones, el doctor Alonso, tranquilo y sereno, arregló su maleta y se decidió a tomar el camino de la proscripción.

Nombró jefe de la plaza al coronel Miguel Aguirre, a quien le dejó una carta-orden para su banquero por la suma de quince mil bolivianos para que los distribuyese entre los heridos y los leales que quisiesen restituirse a sus domicilios. Por otro lado, los soldados unitarios abandonados por sus jefes y oficiales, desorganizados, desalentados moralmente y fatigados físicamente, se dispersaron en la noche del 10 de abril.

A las 11 y media de la noche se dirigió a la estación del ferrocarril. Estaba acompañado de pocas personas, ellas, el cónsul de Chile en Oruro, señor Carlos Klein.

El tren que debía conducirlo, había partido ya, horas antes, ocupado por el doctor Telmo Ichaso y por los primeros que llegaron del campo de batalla; y fue merced a don Manuel Arnal, español, que el doctor Alonso pudo tomar otro tren, en el que se disputaron asientos todos los jefes y oficiales que se hallaban presentes en aquel momento.

El tren llegó a Challapata a las cinco de la mañana de un día como hoy, - 11 de abril del año 1899.

De allí el doctor Alonso envió a Sucre el siguiente despacho telegráfico, renunciando la presidencia de la república:

“Challapata, 11 de abril de 1899.- (Horas 5 a.m.) Al señor ministro de gobierno. Sucre”.

Sabiendo que el coronel Pando y su ejército se encontraban en Caracollo con el propósito de enviar fuerzas sobre la División de Vargas, salí en la mañana de ayer de Oruro con el ejército para evitar el tránsito de fuerzas y perseguirlas si hubiesen pasado y en todo caso atacar al ejército de Pando. Al llegar a Paria batimos una fuerte avanzada y media legua más allá en el punto llamado “El Crucero” encontramos todo el ejército enemigo. Inmediatamente el general López desplegó la línea de batalla, que se trabó rápidamente en toda la línea, durante hora y media. Los dos batallones de Sucre se batieron heroicamente; el “Alonso” arrolló el ala izquierda, pero la falta de apoyo al “25 de Mayo” en nuestra ala izquierda hizo retroceder nuestra línea en ese lado y pronunciose la derrota. La falta de apoyo provino de cobardía invencible o traición manifiesta del “Aroma” y del “Primero” y también no correspondió la artillería de campaña. La de montaña y ametralladoras bien. El “Bolívar” y “Húsares” brillantemente. Me ha sido imposible reorganizar los cuerpos ni en Paria, ni en el tránsito a Oruro, ni en Oruro mismo, y por esto y por haber quedado nuestra artillería en poder del enemigo que ocupará esa plaza dentro de pocas horas, si es que no está ya en ella, se ha reconocido por todos los señores con quienes he consultado, la necesidad de mi inmediata salida.

Una vez que este vencimiento me deja moralmente impedido para reasumir el mando, me dirijo al exterior. El señor vicepresidente debe asumir el ejercicio pleno y de la presidencia. Al salir de Oruro he encomendado al sub-jefe coronel Miguel Aguirre, pues que el Jefe del Estado Mayor General, el general López, el presidente del Senado y el Prefecto viajan conmigo al exterior.

(Fdo.) S. F. Alonso".

Pero, ni el vicepresidente asumió el ejercicio de la presidencia, ni el coronel Aguirre se hizo cargo del ejército, porque, al día siguiente los liberales de la capital de la república, encabezados por don Eliodoro Villazón y don Pastor Sainz desalojaron del palacio de gobierno al doctor Peña y a sus ministros, al mismo tiempo que las huestes vencedoras en el Crucero entraban en Oruro, en medio de las aclamaciones del pueblo.

A las cuatro de la tarde del 11 de abril de 1899 la plaza fue ocupada por el comandante en jefe del Ejército Federal que entró con sus ayudantes, el subjefe de Estado Mayor don Ismael Montes y su escolta compuesta por 50 hombres. El pueblo de Oruro recibió al coronel Pando con júbilo y entusiasmo como al libertador de la oligárquica tiranía que durante 15 años pesó sobre el país.

De Challapata el doctor Alonso continuó su viaje al mismo día hasta Antofagasta, de este puerto dirigió a la nación un manifiesto en forma de reportaje, el que concluía con las siguientes palabras:

“Y me voy más lejos todavía para ahorrar temores a mis adversarios y persecuciones a mis amigos”.

Eso dijo el doctor Alonso; pero desde ese día, no pudo desterrar de su pecho el odio contra el departamento de La Paz y contra el partido liberal de la República.

Por último, la Convención Nacional que se realizó el 23 de octubre de 1899, resolvió proclamar al general José Manuel Pando, como Presidente de la República desde el 25 de octubre hasta el 14 de agosto de 1904.

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