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lunes, 10 de octubre de 2022

El mundo indígena - La tasa de La Gasca en Charcas

Después de la rebelión de Pizarro, el presidente La Gasca mandó al capitán Gómez de Solís a realizar la primera visita a los repartimientos charqueños para ajustar la tasa de tributación. Cuando concluyó la visita, en 1551, se determinó qué productos y qué cantidades se debía entregar a los encomenderos. La producción agraria estaba destinada a la venta en los mercados de Potosí, La Plata y Porco. Así, por ejemplo, los indígenas del repartimiento perteneciente a Pedro de Hinojosa tenían que entregar cantidades específicas de huevos, miel, tejidos de lana, etc.; además, se les exigía que cedieran anualmente 1.200 fanegas de maíz y minerales que cambiaban en los mercados de Potosí por pesos ensayados. Se intentó modificar el pago de los tributos de tal manera que los indígenas podían entregar los productos principales dependiendo de su especialización. Los caracara, calificados como hábiles mineros, entregaban metales mientras que los lupacas, especializados en pastoreo, pagaban en animales (Platt et al., 2006; Larson, 1992).

Después de la introducción en 1552 de la primera tasa de tributación, el repartimiento de Paria entregó a su encomendero, Lorenzo de Aldana, maíz y trigo del valle de Sicaya, ropa de abasca y de cumbi, costales y 11.000 pesos ensayados, además del trabajo de los indios yanaconas que cultivaban sus chacras y explotaban las minas de Andacaua (Potosí) y Berenguela (La Paz) y otros trabajos en la Villa de La Plata (Del Río, 2005). En la zona de La Paz, la tasa establecida por La Gasca favoreció la mercantilización de la hoja de coca y se produjo el aumento de las rentas del encomendero. Entre los tres repartimientos Songo, Suri, y Oyuni estudiados por Percovich (2012), se estableció una “nueva complementariedad orientada al mercado” puesto que, además de la coca que procedía de estos valles, éstos proporcionaban mano de obra como arrieros, pastores y cargadores para trasladar la coca a Potosí.

El impacto de la tasa de La Gasca sobre las comunidades era significante. En Sacaca, si bien no se cambió la lista de especies, hubo una disminución dramática de las rentas debido a la presión del encomendero Alonso Montemayor; en Chayanta, se triplicó el número de especies y fueron incluidos productos de lana, aperos para caballos y otros productos requeridos para el consumo español como aves europeas y cerdos (Platt et al., 2006).

El tributo se computaba a nivel del repartimiento entero y los caciques repartían la tasa entre sus indios produciéndose casos de abusos en la exigencia del pago y, en caso de necesidad, tuvieron que proveer de su propia hacienda, recurriendo incluso a préstamos de los españoles. Los encomenderos lograron obtener ganancias de los indios de encomienda ejerciendo una política de presión contra las autoridades étnicas. Alonso Montemayor, encomendero de Sacaca entre 1549 y 1556, retuvo durante casi seis meses en Potosí al mallku principal don Alonso Ayaviri como prisionero, y amenazó con ahorcar a varios caciques. Se lo calificó como una persona tacaña y cruel, empeñada en sacar el máximo provecho del repartimiento que no proporcionaba altas ganancias mercantiles. En otro caso, aparentemente, Martín de Robles buscaba congraciarse con Kanchi, el cacique principal de Chayanta, por medio de costosos regalos, pero los testimonios aseguraron que Kanchi se suicidó, ahorcándose como consecuencia de los maltratos y las exigencias de Robles y su temible esposa Juana de los Ríos para entregar más ganado, maíz y ropa (Platt et al., 2006).

Aunque las reformas de La Gasca permitieron a los encomenderos cobrar rentas bastante altas, hubo muchos abusos debido al pedido de sumas descomunales y la consiguiente imposibilidad de satisfacerlas. Por tanto, se afirmaba que “los indios siempre están presos por no pagar la tasa”. La importancia de la reformas de La Gasca consistió en haber fijado los montos de los tributos que, hasta entonces, eran definidos al antojo de los encomenderos. Además, los indios tenían derecho de denunciar a sus encomenderos para recuperar los tributos cobrados por demás. La introducción de esta ley fue posible tan sólo después de la derrota de la sublevación de Hernández Girón y la creación de un sistema de defensores de los naturales a partir de las reformas del virrey Toledo (1575).

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