Buscador

miércoles, 4 de enero de 2023

El intento del dominio sobre el territorio - La fundación de ciudades

La fundación oficial y el surgimiento de centros urbanos se debió, principalmente, a la necesidad de la Corona de contar con núcleos para que se estableciera la población blanca, principalmente los encomenderos y los funcionarios. En algunos casos, como en la región del Cusco, los conquistadores se establecieron en los antiguos asentamientos indígenas, pero muchas otras ciudades fueron creadas con propósitos específicos. A diferencia de las ciudades europeas que nacieron como fruto de un largo proceso histórico de división de trabajo, el surgimiento de las ciudades americanas en la época colonial tuvo otras motivaciones o causas. En el caso de Potosí, aparecieron súbitamente como campamentos mineros adosados a los lugares de explotación.

Otras ciudades, como La Plata y La Paz, nacieron en sitios estratégicos para el control administrativo o comercial. Finalmente, también se establecieron núcleos urbanos como “ciudades de frontera” con los “indios de guerra” y como base para incursiones militares o religiosas y también para servir de nexo entre regiones, como sucedió con Santa Cruz. Inicialmente, ser “vecino” de una ciudad no era sinónimo de “habitante”: era vecino el español, dueño de encomienda, que tuviera “casa poblada” en la ciudad. La ciudad también albergaba a sectores mestizos que se dedicaban al comercio, al arrieraje y a la artesanía así como a quienes servían en casa de españoles, como yanaconas y esclavos negros.

Antes de las ordenanzas de Toledo, Matienzo planteó en El gobierno del Perú (1567) la forma en que debían funcionar las ciudades. Incluso planteó la creación de “ciudades de indios” que debían establecerse cerca de los tambos, con tierras adecuadas y con agua. Las autoridades de estos pueblos debían ser las que existían en la época de los incas. El plano de estos pueblos fue trazado por Matienzo con una plaza central y, alrededor, manzanas de doce varas de lado. En la plaza debía estar la iglesia, la casa del cura, el hospital, el cabildo, y la casa del corregidor de indios. Posteriormente, el virrey Toledo adoptó el sistema propuesto por Matienzo.

Cabe señalar que el concepto actual de ciudad, identificado con un lugar geográficamente determinado, no tiene relación alguna con la idea que se tenía al respecto en época de la fundación de las ciudades coloniales. En ese tiempo, se concebía a la ciudad como un conjunto de personas (vecinos) e instituciones (cabildo, Iglesia y otras) y el lugar donde se asentaba dicho conjunto no eran tan importante. Es probablemente por ello que muchas ciudades tuvieron que trasladarse a lugares diferentes de aquellos donde fueron fundadas. Este fue el caso, por ejemplo, de la ciudad de La Paz, fundada en Laja y trasladada posteriormente al valle de Chuquiago (1548) habitado por antiguos mitimaes incas y de otros grupos étnicos.

Sucedió lo mismo con la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, fundada junto a la serranía de San José de Chiquitos –en un lugar conocido actualmente como Santa Cruz la Vieja– y trasladada más adelante a su sitio actual. Estos casos no fueron son los únicos; también hubo traslados en el origen de varias otras ciudades como Buenos Aires, por ejemplo.

La economía minera impulsada por Potosí tuvo un papel preponderante en el proceso de urbanización en la región. La mayoría de las ciudades bolivianas actuales tienen la particularidad de haber sido creadas dentro del espacio económico generado por el mercado potosino y de haber gravitado en la órbita de Potosí.

Poco antes de la década de 1570, marcada por la gestión del virrey Toledo en el Perú, existían pocas ciudades españolas en el territorio de la Audiencia de Charcas: se trataba de Paria, La Plata (hoy Sucre), Potosí, La Paz y Santa Cruz de la Sierra, todavía ubicada en su asentamiento inicial. La población urbana española no llegaba a más de 1.500 personas, de las cuales 800 vivían en Potosí, 200 en La Plata, 200 en La Paz y 200 en Santa Cruz, con algunos españoles dispersos en los valles de Cochabamba y Tarija (Levillier en Arze Quiroga, 1969).

Las ciudades también acogían a una gran cantidad de indios que empezaron a formar los “barrios de los indios”. Su presencia se debía a su participación en la actividad económica de la ciudad, en la que fueron adquiriendo una experiencia urbano-colonial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario