Buscador

domingo, 8 de enero de 2023

El intento del dominio sobre el territorio - La fundación de Porco

La explotación de la plata en el asiento de Porco, denominado por Presta (2010) como “la primera joya de la Corona” se produjo desde la época prehispánica. El proyecto Porco-Potosí en el sitio arqueológico llamado por la población local como Huyaurachina Alta mostró la presencia de asentamientos incas que también fueron explotados durante el período colonial temprano (Cohen, Rehren, Van Buren, 2010). Los historiadores también sostienen que las minas de Porco fueron explotadas por los incas y por los mallkus locales debido a que las minas estaban en el territorio del grupo étnico visisa que formaba parte de la Confederación caracara-charcas.

Por esta razón, la entrega de las minas de plata de Porco a los españoles fue realizada por el señor de los indios charcas, Coysara, tras la derrotaderrota que sufrieron las fuerzas aliadas indias frente a los españoles en la batalla de Cochabamba (1538). Se sostiene que Tata Purcu fue el patrón sagrado de la minería, la guerra, la fecundidad y la salud, la huaca consagrada al rayo de los de las siete naciones de Charcas y un importante centro ceremonial. Esto explica que el sumo sacerdote Villac Uma también participó en el acto de la entrega de las minas. Según relatan los documentos, Hernando Pizarro fue llevado por los indios a Porco donde se le adjudicó varias minas; entre ellas, la que se creía que era del Inca Huayna Capac fue destinada a Carlos V. La entrega de las minas antes ocultas, significó una transferencia simbólica y material de poderes, porque Porco tenía un alto valor simbólico como un bien preciado que se entregó al Rey, como antes había sido ofrecido al Inka, en señal de sumisión y de lealtad, reconocimiento simbólico-religioso de la soberanía del Rey de Castilla a la vez que le comprometían a un “pacto de reciprocidad” (Platt et al., 2006).

Los mallkus entregaron los primeros mitayos a los españoles que empezaron a trabajar las minas de plata. Mientras Hernando Pizarro se fue a España, sus minas fueran administradas por su mayordomo Pedro de Soria y otros veinte españoles. Como Hernando nunca volvió a Charcas, se considera que fue Gonzalo Pizarro el que inició la explotación minera en Porco. A raíz de los repartimientos realizados por Francisco Pizarro, los hermanos Pizarro recibieron tierras pobladas por aproximadamente 30.000 indígenas que rodeaban el yacimiento de Porco y el futuro asiento de Potosí. Tomando en cuenta los recursos mineros y humanos, los Pizarro tuvieron acceso a la parte más rica de Charcas, pero se cuenta con pocos datos acerca de los primeros años de explotación. Este yacimiento albergó a una gran población conformada por mineros, indígenas, españoles, negros, yanaconas e indios de encomienda y su producción fue destinada a solventar cuatro años de guerra, entre 1544 y 1548 (Presta, 2008).

Después de las guerras civiles, las posesiones de los Pizarro fueron confiscadas y hubo nuevos repartos de las minas y de los indios a encomenderos como Polo de Ondegardo y Juan Ortíz de Zárate. Pero algunos de los antiguos encomenderos como Álvarez y Lope de Mendieta supieron cambiar a tiempo de bando y, por ello, aumentaron sus riquezas. Sus encomendados fueron los indios carangas, los más experimentados en la minería de Porco: disponían de ganado, un insumo indispensable para el trabajo minero, y empezaron explotar simultáneamente las minas de Porco y de Potosí. Ante el mayor potencial y a la riqueza creciente de Potosí por un lado, la inundación crónica de las minas y la falta de la mano de obra, Porco fue perdiendo importancia. Sin embargo, aunque opacado por la grandeza de Potosí, este asiento minero siguió siendo explotado a lo largo de la época colonial.
Porco

No hay comentarios:

Publicar un comentario