Buscador

sábado, 22 de marzo de 2014

La historia inédita del monumento al defensor de Calama, Eduardo Abaroa

En una visita que realizó EL DIARIO al centro cultural Tambo Quirquincho entabló una conversación con el historiador Randy Chávez García, quien relató la historia de Emiliano Luján, escultor del monumento de Eduardo Abaroa que se encuentra en la plaza del mismo nombre, además explicó porque Abaroa se escribe con “v” dentilabial y no con “b” labial.

Según documentos del Tambo Quirquincho, el monumento escultórico estatuario del bulto redondo de tipo cuerpo entero, es una obra realizada a base de bronce fundido, su dimensión se aproxima a los 4.50 m, con un peso estimado de 3 toneladas, el mismo está ubicado en la plaza homónima, entre las calles Belisario Salinas, Sánchez Lima, Av. 20 de Octubre y Pedro Salazar de la zona de Sopocachi.

El monumento fue develado el 23 de marzo de 1952, fecha en la que se recuerda la invasión del ejército chileno a la población boliviana de Calama.

Chávez indicó que el escultor del monumento a Eduardo Abaroa es Emiliano Lujan, un excombatientes cochabambino de la Guerra del Chaco y destacado escultor además de caricaturista.

Cada rasgo es sobresaliente en la escultura es una simbología especial que le dio Luján al monumento de Abaroa.

“Cuando se los mira atentamente sobresalen varios rasgos, uno de ellos es la imagen de su rostro que conjunciona una serie de expresiones como dolor, frustación y molestia”, dijo.

Se refirió a sus manos y señaló que uno de sus dedos se encuentra desproporcionado.

El dedo desproporcionado significa, que Abaroa se dirige hacia el mar “dicen que el mismo autor le bajó el dedo para suplantarlo por otro pequeño”.

El cuerpo tiene la forma de un rayo encrespado “por la postura de sus manos y el cruce de sus pies”. El rayo significa castigo a los enemigos sostuvo.

AVAROA O ABAROA

El historiador Chávez indicó que los primeros documentos que fueron compilados por Ronald Macklin Avaroa compila de su antepasado muestra documentos en los cuales Eduardo Abaroa firma con la “v” dentilabial.

“Ese es el problema que se ha suscitado en el apellido del héroe, en algunos lugares está con “v” y “b”, pero originalmente es “v” Avaroa”, señaló.

PLAZA

Según el documento denominado “Patrimonio escultórico público de la ciudad de La Paz” de la Oficialía Mayor de Culturas, el monumento escultórico estatuario de bulto redondo, de tipo cuerpo entero, en posición yacente representa la imagen de Eduardo Abaroa.

Su dimensión es de 4 m con 50cm, es la escultura fundida más ancha de la ciudad, y su peso aproximado es de 3 t. Obra del escultor Emiliano Luján, realizada a base de bronce fundido en 1951. Está ubicado en la plaza homónima, entre las calles Belisario Salinas, Sánchez Lima, Av. 20 de Octubre y Pedro Salazar de la zona de Sopocachi.

El espacio público donde se ha erigido el monumento que rinde homenaje a Eduardo Abaroa (1838-1879), máximo héroe civil de la Guerra del Pacífico, inicialmente era un campo de malezas, espinos y plantas silvestres.

En 1927 Hugo Ernst, Prefecto de La Paz, dispuso terraplenar y recrear paisajísticamente con jardines el lugar. Ese mismo año se creó el comité Pro Monumento a Eduardo Abaroa, institución cívica que inició una colecta pública para erigir un monumento al héroe del Topater. Sin embargo, el proyecto quedó postergado, siendo materializado recién después de 25 años.

El molde de la obra fue realizado en una sala del Estado Mayor, desde donde fue transportado a la localidad de Viacha para su fundición. Su autor, Emiliano Luján, se convirtió en el primer boliviano en fundir un monumento en Bolivia, para lo cual utilizó vainas de bronce proporcionadas por el ejército.

Luján plasmó perceptiblemente varios simbolismos en la efigie del héroe: uno de ellos fue su dedo “acusador”, realizado en dimensiones desproporcionadas, recordando a los bolivianos el deber de recuperar el Litoral cautivo. El dedo “acusador”, como comúnmente se lo denominó, fue reducido por el mismo escultor, tras sufrir varias críticas.

Indignado y molesto, subió al monumento y le cortó el dedo. Después de algún tiempo, lo substituyó por otro de menores dimensiones; pero aún éste quedó un tanto desmedido.

Entre otros simbolismos que presenta la efigie del monumento, están la del rostro que conjunciona una serie de emociones, expresando al mismo tiempo frustración, molestia, llanto y dolor. También llama la atención su cuerpo, que fue concluido en forma de un rayo encrespado, apreciable en la postura de manos y el cruce de piernas. Un detalle también importante es la forma del pedestal que, con la imagen de un puente quebrantado, representa el puente del Topater.

El monumento fue develado en acto solemne el 23 de marzo de 1952, fecha que recuerda la invasión del ejército chileno a la población boliviana de Calama, en la cual perdieron la vida memorables patriotas, entre los que se encontraba justamente Abaroa. Al acto público asistieron el presidente Hugo Ballivián, tropas militares, instituciones civiles y una numerosa concurrencia que llenó complemente la plaza. También asistió la banda del ejército, que bajo la dirección del mayor Antonio Montes Calderón, interpretó el Himno a Abaroa, del compositor Luciano Bustios, y la canción al Héroe del Topater, del compositor Luís Felipe Arce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario