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lunes, 4 de abril de 2016

Aparece documento que revela pasajes de la defensa de Calama


En 1879, Chile invadió territorio boliviano. Los invasores comenzaron por el puerto de Antofagasta, luego pasaron a Calama, donde se registraron acciones heroicas en torno a la defensa del territorio nacional. Era el prolegómeno de la Guerra del Pacífico.

En Calama tuvo lugar el combate en el puente Topáter y una de las frases más recordadas de la historia sucedió en ese epicentro. La expresión fue la que pronunció Eduardo Abaroa ante la exigencia del enemigo para que capitule. "Que se rinda su abuela, carajo”, respondió.

Los entretelones y detalles de la organización de los bolivianos entonces eran poco conocidos. No obstante, apareció un documento que da cuenta de 50 días de campaña de la defensa de aquella región, otrora boliviana.

El texto se denomina Apuntes de la campaña de 50 días de las Fuerzas bolivianas en Calama, con motivo de la invasión chilena; y la retirada de éstas a la ciudad de Potosí, después del combate en 23 de marzo último.

El Ministerio de Defensa publicó un facsilimar de este documento, que consta de 12 páginas y que se publicó por primera vez el 10 de julio de 1879 en Sucre. El autor del texto fue Andrés Lizardo Taborga, uno de los personajes que logró sobrevivir al ataque chileno y quien desde suelo sucrense logró escribir el testimonio.

"El valor de este documento es incalculable históricamente. Describe, primero, cómo un grupo de civiles y un grupo de pobladores de Calama bolivianos con mucho patriotismo se organizan y brindan todo para la defensa”, explica José Padrel, egresado de la carrera de Historia y quien impulsó la publicación de este facsímil.

Enterarse de la invasión

En el documento que escribió Taborga cuenta, en principio, cómo se enteraron de que soldados chilenos habían invadido Calama y que incluso buscaban prevalecer en "todo el Litoral”; también escribe cómo ante la inminente toma de Caracoles, bolivianos habían viajado hasta Calama para informar lo sucedido.

"El 16 de febrero se tuvo grande sorpresa con el arribo intempestivo del coronel Fidel Lara, que desempeñaba la subprefectura del distrito de Caracoles, quien comunicó la toma y posesión del Puerto de Antofagasta, ocurrida en el nefasto y memorable 14 de febrero”, escribe el autor.

Con la llegada de otros efectivos, la población decidió crear una comisión. El folleto relata que entre los encargados de la dirección estaban Ladislao Cabrera, Eduardo Abaroa y Fidel Carranza, y como secretario Taborga, el autor de los apuntes.

"La Junta asumió toda la responsabilidad de sus operaciones; y en su mérito principió a dictar medidas de seguridad local y otras concernientes al mantenimiento territorial, exigidas por el conflicto que diariamente crecía en grandes proporciones”, relata el autor.

Pradel explica que en el texto se ve reflejado cómo 135 héroes, que pelean en la defensa de Calama, se aprovisionan y se organizan. "Es muy simpático cómo desde un punto civil toman una decisión militar”, comenta.

Un diario que aporta

Durante la organización, consiguen pólvora, rifles y lanzas. Pero de entre las contribuciones, también hay un diario local que da una contribución a la causa. "El Comercio de Calama merece justo elogio por haber contribuido voluntariamente a nuestros aprestos ya con dinero, ya con vestuario, ya por fin con el positivo contingente y ofrecimiento de su sangre”, redactó Taborga.

Pero también en el folleto se llega a conocer que los invasores prohibieron el ingreso de víveres a Calama; y la Junta nacional prohibió internar ganado vacuno, combustibles y frutos desde Atacama y Valles de Salta hacia el lugar tomado. La medida "surtió los efectos deseados; pues en Caracoles sentían las consecuencias de su torpe hostilidad”, redactó Taborga.

Gracias al documento se sabe incluso que los patriotas pensaron retomar Caracoles, algo que o se concretó porque se enteraron que más contingente enemigo llegó al lugar.

El 23 de marzo y la retirada

"En la madrugada del 23, horas seis, se presentó el enemigo descendiendo en masa del llano del camino carretero hacia la vega de Calama…”, así comienza el relato del autor sobre el día clave.

Después de la batalla, el autor del folleto retrocede, va a una población minera, luego a Potosí, y llega a Sucre, desde donde publica el texto. "Es un documento testimonial de la época, que está escrito 50 días después de la defensa, y tiene información muy útil, muy fresca de lo que es el conflicto”, dice Pradel.

La invasión de Chile a Bolivia

El libro del mar cuenta que Chile invadió militarmente el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, sin previa declaratoria de guerra.

Bolivia fue arrastrada -dice el texto- a una conflagración que no buscó ni deseó, razón por la cual tuvo que defender su soberanía y, en aplicación del Tratado de Alianza Defensiva suscrito con el Perú en 1873, intentó detener, junto a su aliado, el avance de las tropas chilenas que llegaron a ocupar todo el Litoral boliviano, las provincias peruanas de Tarapacá, Tacna y Arica, e incluso la capital peruana, Lima, establece El libro del mar, publicado por la Cancillería.

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