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martes, 19 de abril de 2016

Pasquines, proclamas y primeros impresos Diáfanos de la cultura escrita en Bolivia

A pesar de que en la época Colonial hubo un alto índice de analfabetismo y las autoridades españolas prohibieran la impresión, lectura o importación de libros en la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia). “Las producciones literarias de los ingenios alto-peruanos se ejecutaban y conservaban en cuadernillos manuscritos en letra clara y formato adecuado que imitase en lo posible la apariencia de libros impresos” 1. Por otro la-do, los ‘pasquines’ mantuvieron la corriente escrita Charquina, al ser “hojas manuscritas fijadas en las paredes y edificios de conocidos lugares urbanos” 2, que propagaron el libre pensamiento a fines del siglo XVIII e inicios del XIX.

En los territorios del Alto Perú, el ‘libelo’ más antiguo registrado data del 9 de enero de 1780 y es un manifiesto contra el recolector de impuestos de La Paz, Bernardo Gallo, en el citado documento se lee: “Seano torio al pu.co Quesino Quitan a Gallo de la Aduana Veberemos en su Calabera lo mismo en sus pasiales. Es pre ven sion por seis Cristiano. Ino muera en pecado mortal por las tiranías deste Erege. Señores Al to si salen a la defensa Correra sangre muera el mal gobierno” 3. Consecutivamente, el 4 de marzo del mismo año, apareció el segundo pasquín, que también contiene planteamientos revolucionarios y es antifiscal: “Vivala Ley de Dios y la puresa de María, y Muera el Rey de España, y seacabe el Perú, pues el es causa detanta iniquidad; Si el Monarca no sabe de las insolencias de sus ministros de los Robos Publicos, y como tiene ostilizados a los pobres Viba el Rey y mueran todos estos ladrones publi-cos, ya que no quieren poner enmienda enloque se lespide. Con esta ban dos ha-bisos, y noay enmienda pues lloraremos detal lastima porqe por dos o tres, ma-lignos ladrones que estan aquí pagaran muchos, ynocentes y correra sangre por calles y plasa cuanta Agua llevan las calles de la Paz; cuenta el qe. no defiende alos criollos” 4.

Desde este momento histórico, se incre-mentó la aparición clandestina de ‘libelos’ en las Intendencias de Cochabamba, Chu-quisaca y Oruro. Irradiadores de la idea de libertad, desmitificaban el poder monár-quico e incitaban a la rebelión. En La Paz el protomártir Pedro Domingo Murillo fue un gran redactor de pasquines durante la gesta revolucionaria del 16 de julio de 1809. Sin duda, estos pseudo carteles del mismo modo fueron pre-hojas periodísti-cas.

Consecutivamente, con la llegada de la tipografía 5 fueron impresos ‘proclamas militares’. El primer impreso fue la: ‘Pro-clama promulgada en Oruro por José Manuel de Goyeneche, el 12 de mayo de 1813’ 6 y más adelante, en 1822 fue publi-cado el primer ‘Boletín’ denominado ‘El Telégrafo’, que fue impreso en el pueblo de Mojo y editado por el general realista Pedro Olañeta.

Un año después, el general Andrés de Santa Cruz introdujo a los territorios Char-quinos una pequeña imprenta denominada ‘del Ejército libertador del Sud’, en la cual se prensó el 17 de agosto de 1823 ‘La Gaceta del Ejército del Perú Libertador del Sud’, en el citado documento se lee: “El Exército que os manda a mis órdenes el gran genio que preside la República, es de peruanos. Cada uno de los que lo for-ma viene a defender su casa, sus padres, sus hijos, su herencia y su patria. Yo mismo paceños, he nacido entre vosotros y he visto correr la sangre de nuestros deudos y amigos. El fuego que abrasa mi al-ma, ha abrasado siempre la vuestra; y la patria misma, que tiene tanto derecho a vuestros servicios, nada puede ya exigiros, que voso-tros no le hayáis ya sacrifi-cado desde que, por primera vez y antes que otro, hicies-téis resonar el eco santo de la libertad” 7. Consecutiva-mente, dicha imprenta cayó en manos realistas en Cala-marca junto a su director Jo-sé Rodríguez. Sobre este mo-mento histórico el papelista José Rosendo Gutiérrez, apuntó: “…tenemos un Bole-tín fechado en La Paz a 30 de septiembre del mismo año 1823 y firmado por el jeneral Olañeta; al pié de él se lee: ‘Imprenta tomada al traidor Santa Cruz’…” 8. Más ade-lante, tras el combate de Tumusla, las tropas patriotas recapturaron la imprenta perdida.

Por otro lado, el Ejército Libertador comandado por el general Antonio José de Sucre, trajo consigo una pequeña tipografía denominada ‘imprenta volan-te’. En este aparato fue impreso el primer periódico boliviano llamado ‘El Chu-quisaqueño’, cuyo primer número se publicó el 1° de febrero en la ciudad de La Paz. Una edición posterior contiene el famoso Decreto del 9 febrero de 1825, documento mediante el cual, Sucre con-vocó a elecciones populares para consti-tuir la Asamblea Constituyente que fijó el destino del Alto Perú. Consecutiva-mente, fueron impresos nueve números de la ‘La Gaceta de Chuquisaca’, en instalaciones de la Universidad de San Francisco Xavier. Posteriormente, el pri-mer libro impreso en Bolivia, fue “un folleto titulado Catecismo masónico, editado en La Paz” 9, en 1825.

Sobre la evolución tipográfica en nues-tra ciudad, el clásico escritor Rigoberto Paredes, nos recuerda que “los libros fo-lletos publicados en los talleres de La Paz desde 1825 hasta 1900 alcanzaban a 2.500 volúmenes” 10 y también fueron publicados un centenar de periódicos. Pero en síntesis, la cultura impresa por su gran alcance, tuvo efectos duraderos en el pensamiento nacional y fue un gran diáfano del conocimiento.

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