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jueves, 22 de diciembre de 2022

El intento del dominio sobre el territorio - En la búsqueda de El Dorado y del Gran Paitití

Después de la conquista del Collasuyu, prosiguieron las entradas hacia el este y el norte de Charcas, intentando llegar más allá de las fronteras que los incas habían establecido en sus avanzadas hacia las tierras bajas. Uno de los propósitos era unir la zona andina con las tierras amazónicas y las del Río de La Plata. La búsqueda de la mítica tierra de El Dorado y el Gran Paitití también fue un incentivo que llevó a los españoles a realizar peligrosas expediciones debido a la naturaleza de estas regiones y sus pobladores. Según la leyenda, alimentada por los “testimonios, habladurías, hechos reales, hechos imaginarios acerca de Paititi”, en la confluencia de dos grandes ríos que tenían su naciente en los Andes, existía un territorio habitado por un pueblo civilizado enormemente rico.

En 1557, después de la muerte de Irala, Chaves recibió la orden de hacer una entrada a la zona de los Xarayes (conocida hoy como la zona del Pantanal, entre Bolivia, Paraguay y Brasil). Algunos de los acompañantes de Chaves regresaron a Asunción, pero él continuó su marcha fundando la Nueva Asunción llamada también como la primera ciudad de La Barranca (1559) sobre el río Guapay (Arze Quiroga, 1969; Combès, 2010).

Paralelamente, alrededor de 1556, Andrés Manso había recibido la autorización del virrey Hurtado de Mendoza para hacer una entrada por Tomina (hoy Chuquisaca) hacia las llanuras al sudeste de Charcas, en la región de los chiriguanos, entre los ríos Paraguay, Pilcomayo y Bermejo y empezó a poblar “en Quiricota”, es decir en los llanos de Grigotá, por el río Guapay.

Una de las características de este proceso fueron las disputas entre los dos capitanes, Andrés Manso y Ñuflo de Chaves por los territorios conquistados. Como consecuencia del el segundo viaje de Chaves a Lima en 1560 éste obtuvo el título de “teniente general de la provincia de Mojos”, siendo el gobernador de facto el hijo del virrey García de Mendoza y Manrique que jamás llegó al lugar. Las disputas entre ambos capitanes fueron finalmente resultas por Juan de Avellanada, enviado del virrey para solucionar este conflicto, quedando bajo la jurisdicción de Chaves la región de la Chiquitanía, Mojos y Mato Grosso, y para Manso la región del Chaco. Esta decisión fue convalidada por la audiencia en 1562. A su vuelta, en 1561, Chaves fundó Santa Cruz de la Sierra mientras que, ese mismo año, Manso fundó Santo Domingo de la Nueva Rioja a orillas del río Parapetí, o Condorillo en la cordillera chiriguana. Poco después, los chiriguanos atacaron la zona, destruyendo la Nueva Rioja y matando a Andrés Manso. Chaves mandó contingentes al lugar para reprimir a los chiriguanos y las tierras de los llanos de Manso quedaron bajo su mando. Asimismo, en 1564 fue destruida la Nueva Asunción y poco después, en 1568, Chaves murió a manos de los itatines (Combès, 2010).

No obstante, tanto Manso como Chaves mantenían relaciones amistosas con los chiriguanos y “contra la voluntad de los gobernantes, primero participó como aliado de los chiriguanos en las expediciones en las tierras bajas, en las que tomaban miles y miles de prisioneros-indígenas de etnias locales” (Schramm, 2012: 264). Algunos historiadores, sostienen que, debido a las alianzas que mantuvieron las corrientes colonizadoras “del Paraguay” con los grupos chiriguanos y guaraníes, éstos no desarrollaron una imagen negativa sobre ellos, como la que generaron en el mundo andino (Oliveto, 2011).

La región amazónica situada al norte también fue explorada en distintas ocasiones, en este periodo. El autor anónimo de la Relación de los descubrimientos pretendidos y realizados al Oriente de la Cordillera de los Andes (1570) señaló que “ocho capitanes intentaron realizar las expediciones a la zona amazónica” (Carvajal, 2009). Pedro de Candia y Peranzures se lanzaron en los años 1538-1539, pero posteriormente, en 1550, las expediciones del descubrimiento y conquista en esta región fueron prohibidas. A pesar de ello, en los años 1560-70, varios aventureros siguieron las huellas de los primeros exploradores. Livi Bassi señala que

…las expediciones cruzaban la Cordillera a treinta leguas al este de Cusco por Opatari (como lo ha hecho Pedro de Candia) y bajaban por el río Manú, o también atravesaban la Cordillera de Carabaya por Sandia y San Juan de Oro (donde se había localizado, por cierto, yacimientos de oro), a treinta leguas al sur de Opatari, siguiendo las valles y afluentes de Madre de Dios, o también más al sur, al este del lago Titicaca por Camata, siguiendo los afluentes del alto curso del Beni. Una vía de acceso a los llanos más meridional se encontraba al sur de Cochabamba, bajando por los valles de los afluentes del alto Mamoré (Livi Bassi, 2012: 66).

Sin embargo, todas estas vías de acceso resultaron dificultosas. Cuando en 1561, Gómez de Tordoya, comisionado por el virrey conde de Nieva, intentó penetrar por el río del Tono con el propósito de implantar una gobernación, se le negó la autorización. Al fin del mismo año, el explorador Juan de Nieto, con autorización del virrey, utilizó el camino de Camata: llegó hasta Apolobamba pero tuvo que volver con pocos resultados al cabo de tres meses. En 1562, Antonio de Gastos llegó al río Mamoré, en los Mojos, entrando por la ciudad de Cochabamba; de igual manera tuvo que volver sin mayor éxito.

Un año después, Diego Alemán partió hacia el norte desde Ayopaya, en Cochabamba, siguiendo el curso del río Cotacajes para explorar la zona de los llamados “chunchos”, hasta llegar a orillas del río Madre de Dios. Su expedición fue aniquilada por los indígenas de la zona. Posteriormente, hubo otras expediciones hacia el norte, una de Luján, en 1565, que, por comisión de la Audiencia de Charcas, salió desde Cochabamba en busca de minas de oro, pero él y otros miembros de su expedición fallecieron a causa de los ataques de los indígenas. Álvarez de Maldonado, en 1567, llegó hasta la zona de los toromonas, en la región del río Madre de Dios, pero tuvo que retroceder hacia la región de Carabaya, en 1569. Otra expedición de Tordoya se dirigió de Cusco a Camata. La zona también fue explorada por el sacerdote Vásquez de Urrea que recorrió la zona (hoy Pando) entre 1560 y 1568 y murió junto a Tordoya cuando su expedición fue atacada por los toromonas. Otra expedición encabezada por Cuéllar y Ortega, en 1569, no pudo arrancar por falta de autorización de las autoridades.

Con la llegada del virrey Toledo que “soportaba mal la anarquía de las expediciones”, se calmó el ímpetu de los aventureros y, por otro lado, una real cédula de Felipe II adjudicó a los españoles de Santa Cruz de la Sierra la prerrogativa del descubrimiento de la región de Mojos (Livi Bassi, 2012).


gobernaciones de Andres Manso y Ñuflo de Chavez


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