Buscador

domingo, 1 de mayo de 2016

Pasaron 130 años de la masacre de Chicago

Este 1 de mayo, se recuerda la lucha por lograr ocho horas de jornada laboral, una reivindicación de trabajadores en Chicago-Estados Unidos, cuando la Federación Estadounidense del Trabajo, decidió convocar a una huelga exigiendo una ley en favor de la clase obrera.

Según la historia, el resultado de esta reivindicación laboral costó la muerte de muchos trabajadores que trabajaban entre 10, 12 e incluso 18 horas con una paga insuficiente, lo que motivó a los dirigentes a demandar la reducción del tiempo laboral, hecho resistido por el gobierno, sin embargo el 1 de mayo de 1886 decidieron ingresar a una huelga de hambre.

Sin embargo la fábrica McCormick de equipos agrícolas, seguía funcionando y es allí donde ocurrieron las primeras muertes al tercer día, durante una pelea entre los empleados de la factoría y un grupo de obreros a los cuales la Policía mató.

Se desconoce la cantidad exacta de muertos y heridos en esta nueva masacre que continuó con el arresto y enjuiciamiento de varios sindicalistas, quedando al final solo ocho acusados de los cuales, tras un juicio dudoso en que se violaron los procedimientos legales, cinco fueron condenados a muerte, dos a cadena perpetua y uno a 15 años de trabajos forzados.

De los ocho dirigentes, todos menos uno eran trabajadores inmigrantes, August Spies, Óscar Nebbe, Michael Schwab, Georg Engel, Adolf Fischer y Louis Linng, alemanes; Samuel Fielden, inglés, y Albert Parsons, norteamericano, que no estuvo en Haymarket, pero quiso ser juzgado con sus compañeros y fue ejecutado junto a ellos.

Después de algunos años el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional Obrera que se reunió en Paris en 1889 declaró Día Internacional del Trabajo al 1 de mayo, en homenaje a la lucha de estos hombres, conocidos como los Mártires de Chicago y de los miles que los acompañaron.

Un papel importante jugó el redactor alemán Adolf Fischer, del periódico anarquista, Arbeiter Zeitung, quien escribió "Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ". Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden... secad vuestras lágrimas, los que sufrís!, ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!

Ese mensaje se utilizó en su contra para condenarlo a la horca, pero antes Adolf Fischer, convocó a una revuelta en la plaza de Haymarket el 4 de mayo donde asistieron más de 20.000 trabajadores que fueron reprimidos y atacados por policías, habiéndose producido la muerte de un sin número de manifestantes y luego se declaró un estado de sitio y toque de queda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario