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domingo, 9 de octubre de 2016

Gary Prado Salmón: “Hice cosas más importantes que capturar al Che Guevara”




Fue la figura en la captura del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara el 8 de octubre de 1967 en la quebrada del Yuro. A sus 77 años, el gral. (r) Gary Prado recuerda lo ocurrido en la región de Vallegrande.

_ ¿Dónde estaba ud. cuando empezaron las hostilidades de la guerrilla de Ñancahuazú?
Era capitán, estaba destinado en el regimiento Braun 12 de Caballería, al mando de un escuadrón, justo tocó el reclutamiento, llegué de La Paz y no me entregaron mis soldados ya que estaban ‘alquilados’ en actividades extracuartelarias; recién me los entregaron a fines de febrero y el 23 de marzo hubo la primera emboscada de los guerrilleros a una patrulla en Ñancahuazú. Luego vino otra el 23 de abril.

_ ¿Sabían quiénes eran?
No se sabía si eran narcotraficantes u otro tipo de delincuentes. Se supo más o menos cuando un grupo salió a Tatarenda Viejo a buscar comida. Apareció la tropa comandada por Marcos, barbudos, que hablaban medio raro, ahí les vendieron galletas. A los dos días llegó el capitán Silva que era el encargado de ver unas fábricas de carbón del Ejército y avisó a sus jefes en Camiri, desde donde salió la patrulla que fue emboscada el 23 de marzo.

_ ¿Qué hizo el Ejército?
Comenzó a reunir gente, de Santa Cruz, de Challapata llegaron los Ranger, paracaidistas y se movilizaron por toda la zona.

_ ¿Qué hacía mientras tanto?
Del Braun me enviaron al Manchego porque el regimiento recibió instrucción de contrainsurgencia. Estuvimos tres meses en La Esperanza (en el norte cruceño). Vinieron 15 instructores gringos y yo coordinaba con ellos porque hablaba inglés.

_ ¿Cuándo ocurre su llegada al teatro de operaciones?
Llegué a Vallegrande el 26 de septiembre, con 165 hombres Buscábamos a los guerrilleros en Pucará, La Higuera y Alto Seco.

_ ¿Cómo fue ese 8 de octubre?
Dos días antes habíamos subido desde el Río Grande hasta la Abra del Picacho. Había tropas de otra compañía al mando del capitán Torrelio, que tenía una sección en La Higuera. La mañana del 8 de octubre no hacía frío, el subteniente Pérez, comandante de la unidad en La Higuera, llama por radio para decirme que acababa de llegar un campesino que decía que me conocía. Quién es le dije y me contestó, Peña; claro, sí lo conozco, su padre era mi compañero de escuela. Él anoche vio pasar a los guerrilleros y esta mañana vino a avisar, pero no me he movilizado porque tengo muy poca gente. Junté unos 50 hombres y fuimos a La Higuera.

_ ¿Qué hicieron cuando vieron a los guerrilleros?
Una vez llegamos le pregunté a Peña dónde los ha visto y me señaló la quebrada que llamamos El Churo (manantial) y había otra quebrada La Tusca. Pusimos una ametralladora en el lugar y luego comenzó la baleadura, que duró unas cuatro horas.

_ ¿Cómo capturan al Che?
Mi capitán, tenemos a dos, me gritan soldados que estaban a 15 metros de mi posición y corro hacia allí. ¿Quiénes son ustedes?, les pregunto y uno de ellos contesta: Soy el Che Guevara y el otro dijo Willy, un boliviano.

_ ¿El Che estaba armado?
Tenía su carabina inutilizada, un disparo le había roto el cerrojo, parece que una ráfaga de la ametralladora le perforó la boina y lo hirió en la pantorrilla derecha. Los llevamos amarrados y los pusimos bajo unos árboles.

_ ¿Conversó con el Che?
Después de una media hora y cuando había amainado la refriega, bajé donde estaban los prisioneros. Me dice mi capitán, ustedes son de los Ranger, ¿no? Sí, le dije y él continuó. No sabíamos que estaban por aquí y le repliqué que para eso nos habíamos entrenado. Me dijo: No le parece una crueldad tener un hombre herido y amarrado. Entonces ordené que le desataran las manos.

_ ¿Qué hicieron luego?
Una vez oscureció nos alistamos para volver a La Higuera. ¿Puede caminar?, le pregunté al Che. Sí, puedo, me dijo y le puse un soldado para que lo ayude. Llegamos y me comuniqué con Vallegrande e informé al comando que había capturado al Che. Mañana temprano estaré allá, anunció el comandante, Joaquín Zenteno Anaya.

_ ¿Qué sucedió cuando llegaron a La Higuera?
Pusimos a los dos prisioneros en la escuela de La Higuera, en cuartos separados. Conversamos con él. Le pregunté a qué había venido al país y me dijo que la revolución no tiene fronteras, pero le expliqué que habíamos hecho nuestra revolución el 52, la Reforma Agraria, nacionalizamos las minas y así transcurrió gran parte de la noche. ¿Qué va a pasar conmigo?, me preguntó. Usted será juzgado, contesté.

_ ¿Qué paso al otro día?
Temprano llegó el comandante Zenteno Anaya en un helicóptero, di parte, le entregué todas las pertenencias del Che, el diario, rollos de películas, y le dije, mi comandante, me voy porque todavía hay guerrilleros en la zona y en la quebrada pillamos a tres más. Al volver nos enteramos de que el helicóptero había hecho varios viajes llevando a los muertos y a los heridos. ¿Qué ha pasado?, pregunté. Lo han ejecutado, llegó la orden de La Paz. No estuve cuando ocurrió la ejecución.

_ ¿Qué significó para usted haber capturado al Che?
En mi vida como militar y luego en la civil, he hecho cosas más importantes que la captura del Che, para mí ese episodio fue uno más, solo cumplí con mi deber como soldado, cumplí con mi patria, de combatir a unos invasores

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