Buscador

viernes, 28 de octubre de 2016

Alonso de Mendoza acumuló una de las riquezas más cuantiosas, pero murió pobre.

Investigadores españoles han corroborado que Garrovillas de Alconétar, en Extremadura, es la cuna del fundador de la ciudad de La Paz, el capitán Alonso de Mendoza, y de su hermano Juan Dávalos, quien fue el primer alcalde de Santiago de Chile.

Durante muchos decenios y con base en diversas fuentes, distintos autores atribuyeron la procedencia de ambos a un puñado de pueblos de la España del siglo XVI, entre ellos, Cáceres, en la provincia homónima, Zamora y Medina de Ríoseco, al norte de Extremadura, o Mérida, Don Benito y La Garrovilla, en Badajoz.

Todas fueron descartadas por Cándido Serradilla, Dionisio Martín y Santiago Molano, quienes, tras revisar el archivo municipal garrovillano y de Cáceres, establecieron en un reporte, difundido en 2015 por la Revista de Estudios Extremeños, que ambos fundadores "nacen y pasan su infancia” en aquella villa, a orillas del río Tajo y sus embalses.

Garrovillas de Alconétar es una villa y municipio español, en la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura.

Esa fue, sin embargo, la primera de las conclusiones a las que siete años antes había llegado, por vías distintas y de manera independiente, un historiador boliviano, en una investigación presentada a la Universidad Mayor de San Andrés. "Mendoza no vino al mundo en Zamora, como afirmó su hermano en 1551”. Tampoco en Cáceres, Mérida o Don Benito y La Garrovilla, "sino en el poblado de Garrovillas de Alconeta”, fue una de las conclusiones del estudio La ruta de Alonso de Mendoza (2009), hoy agotado.

Tras las huellas de Alonso de Mendoza

Aún en ese marco, el nacimiento y muerte del fundador de La Paz son todavía un misterio, lo mismo que su posible pasado mexicano y guatemalteco. Lo que no es un misterio es su fortuna de 50 mil pesos, acumulada en Charcas y el Collao, pero que perdió en 1547, durante la batalla de Huarina, y la que, finalmente, reconstituye en 1549, cuando vende dos casas suyas en Potosí, por 1.800 pesos de oro.

Alonso de Mendoza recibió también una encomienda entre los soras de Caracollo y se adjudicó cocales en Zongo, Chacapa y Challana, y minas de oro de Zimaco, además del solar principal en la plaza mayor del "pueblo nuevo” y posiblemente otro en la de Churubamba.

La última de sus firmas en las actas del Cabildo paceño data de mayo de 1551. Cuatro meses antes había notificado su partida de la ciudad, probablemente hacia Zimaco, centro aurífero aledaño a Tipuani.

En noviembre de 1551, su hermano Juan Dávalos solicitó al rey permiso para que pudiera retornar a España por siete años. El diciembre de ese año el monarca le concedió tal licencia, "sin que se le remuevan ni quiten los indios de su encomienda”, según cédulas regias a los gobernadores peruanos.

Por ese mismo año, Mendoza habría dispuesto que algunos sobrinos y su hermana, Ana Dávalos, pasaran a Chile. Pero el 5 de junio los regidores de Chuquiabo (Chuquiago, hoy La Paz) ya habían revertido ciertas tierras "del Sol” que ocupaba en Larecaja, afirmando que "se servía de ellas… sin título alguno solamente por su autoridad”

La información jurada de sus méritos, presentada por su hermano Juan al rey, a fines de 1551, refiere que "sirvió a Su Majestad en aquellas provincias (del Perú) y en otras partes de las Indias”, lo que confirmaría su pasado mexicano y quiteño.

Un 20 de octubre de 1555, a petición de Juan Dávalos para sus sobrinos, los hijos del capitán, el Consejo de Indias sugirió una merced de 1.000 pesos.

Una Real Cédula de febrero de 1556, dirigida al Virrey Hurtado de Mendoza - ubicada este año en los archivos digitalizados del Ministerio español de Cultura -hace efectiva esa compensación "para que en atención a los servicios prestados a la Corona por Alonso de Mendoza, que murió pobre, se den a cada uno de sus hijos, Pedro de Mendoza y Beatriz de Mendoza, 1.000 pesos de oro en los repartimientos de indios que estuvieren vacíos por todos los días de su vida”.

En 1557, Beatriz fue favorecida por una ayuda real para su dote ante el Monasterio de Santo Domingo El Viejo de Toledo "donde se ha metido monja”, dice un legajo del Archivo de Indias.

Las incógnitas

Genera polémica la presencia de eventuales homónimos de Alonso de Mendoza en México, Quito y el lago Titicaca.

Uno de ellos aparece en Pánuco, en la costa mexicana del Caribe, y se relaciona con personajes como Antonio Navarro, corregidor en La Paz, y Lope de Mendoza, compañero del fundador en Charcas, hacia los años 1540-1547

Otro Mendoza confirma su presencia entre las tropas que Pedro de Alvarado alistó entre Guatemala y Nicaragua, en enero de 1534, rumbo a Perú, para disputar el imperio inca a los Pizarro. Desembarcó en Puerto Viejo, actual costa ecuatoriana. Allí es registrado junto a Alonso de Alvarado, hermano del jefe conquistador, que se convertiría en acérrimo rival de Mendoza, en Chuquiabo

En marzo de 1535, Alonso figura como alguacil mayor de la recién fundada San Francisco de Quito. En nombre y apellido reaparece, en 1538, cuando Cieza consigna que en un flanco destacado de las fuerzas pizarristas, antes de la batalla de las Salinas, cerca del Cuzco, Diego de Almagro perdió y pagó con su cabeza.

Sin embargo, legajos de contratación del Archivo de Indias en Sevilla señalan que Alonso de Mendoza pasó al nuevo mundo por Veragua, costa caribeña de Panamá, en febrero de 1535, dos meses antes que su hermano Juan Dávalos.

Apellidos diferentes

La diferencia Mendoza/Dávalos se explica por la costumbre de la época de optar por otro distinto al que le correspondía por nacimiento, que nacía de la libertad prevaleciente entonces de tomar cualquiera de los nombres de un pariente carnal o espiritual. Ambos fundadores fueron hijos de Pedro Jufre y Elvira López de Avalos, como señala el pase a Indias de 1535.

No hay comentarios:

Publicar un comentario