Buscador

lunes, 4 de mayo de 2015

Fotografías y memoria visual del barón del estaño Simón I. Patiño

Oruro, corazón minero por excelencia desde la época de la Colonia, ha pasado por largas datas de investigación. No hay duda, otrora época republicana, trajo consigo adelanto para nuestra ciudad y regiones cercanas y lejanas como Llallagua, Uncía, Catavi, Siglo XX, Huanuni. Ese movimiento dio inicio a cobrar vida en los suelos, en las vetas escondidas y en los habitantes que comenzaron a multiplicarse, llegando de otras ciudades y países distantes.

"Fotografías para la historia" Simón I. Patiño: estaño y vida cotidiana 1900-1930, nos conduce primero, al "Contexto histórico" como reminiscencia de lo acontecido en el siglo XX, los avatares de la Guerra Federal, dos únicos partidos, el Conservador y el Liberal que cobraron notoriedad precisamente por el poder que se posesionaría con fuerza y el deseo del triunfador que motivó para que Bolivia se actualice.

Corría el año 1901, cuando don Simón I. Patiño, desde Cochabamba se trasladó hacia Potosí, le sonrió la fortuna al encontrar el filón de estaño "La Salvadora".

Este contexto, permitió que la vida de Oruro tome otra dimensión, es decir otros asientos mineros al ser explotados desencadenaron que este territorio, sea el eje de tránsito para llegar a los puertos del Pacífico, fue el principio para ser llamada ciudad cosmopolita, por la evidencia de la llegada de profesionales y comerciantes extranjeros.

Al mismo tiempo, se sumaban etapas de tensión, otra escaramuza suscitada con Chile e Intereses personales provocaron la construcción de la línea férrea interna, administrada por ingleses con el denominativo conocido The Bolivian Railway.

Existía necesidad de contar con expertos que conduzcan la parte técnica, anuncios en diarios de Alemania, Inglaterra y Francia, donde se solicitaban ingenieros de minas. Motivando a esos ciudadanos postular a dichos cargos, a través de algunas representaciones en esos países, así llegó el ingeniero Hans Block Burhaus contratado por don Simón I. Patiño, como gerente general de sus minas, participó en la exploración y explotación de la mina Siglo XX y la construcción del ingenio de Catavi, del nosocomio de Miraflores en la localidad de Uncía, hospital Santa Albina y otro en Colquechaca. Esta situación de necesidad, motivó para la creación en Oruro y Potosí de las "Escuelas de Minas", lógica que tuvo ponderados augurios. En ambas ciudades se concretó la apertura de estos espacios de enseñanza. Oruro se pronunció desde 1905 al contar con el apoyo del Dr. Ismael Montes, ese año se publicaron avisos para la búsqueda de un ambiente donde pudiese concretarse este objetivo, se convocó a alumnos a inscribirse para iniciarse en la carrera de Técnicos de minas, agrimensores y ensayadores. Su destino debía ser el ir a trabajar a las minas de don Simón I. Patiño. Llegaron ingenieros europeos para enseñar y graduar como técnicos medios hasta 1915, cuando los mismos alumnos posteriormente se inscribieron para ser ingenieros, era otro status que buscaban, la Escuela cambiada de nombre al convertirse en Escuela de Ingenieros.

A estos afanes sobrevino la primera guerra mundial, pasaron un sinfín de vicisitudes. Oruro, se encontraba en el mejor momento, los extranjeros trajeron consigo sus costumbres, cultura, conocimiento y se afincaron en este territorio para que sea un emporio durante la explotación de minas. Nos convertimos en el centro del movimiento económico, cultural y de desarrollo nacional, contábamos con teléfonos de tres dígitos, el correo vital para la comunicación, las salidas de trenes hacia el interior y Antofagasta, con horarios establecidos, apertura de sucursales de bancos internacionales, es decir Oruro parecía una ciudad luz.

Nuestro país fue motivo de agresión ante la invasión del Paraguay a Laguna Chuquisaca, derivando en el inicio de la Guerra del Chaco. Ese hecho provocó que don Simón I Patiño contribuyera con múltiples donaciones en vituallas, dinero en efectivo para la adquisición de varios elementos.

El primer sindicato minero en Bolivia: La Federación Obrera Central Uncía, creada en 1911, con obreros de la Empresa Minera La Salvadora.

Otra vez el universo transformaba su quietud en conflicto, la segunda guerra mundial, asomaba la insolvencia moral para dominar territorios ajenos. Cuando corría el año 1952 se creó la Central Obrera Boliviana, bajo la dirección de un trabajador minero, don Juan Lechín Oquendo.

Las personas que rodearon a don Simón Patiño escribieron en los anales de la historia, que los mineros de la empresa cada 12 de septiembre se dirigían al santuario milagroso del Señor de Quillacas. Otra referencia probablemente inadvertida fue que el ahorro minero sirvió de antecedente para la jubilación.

No hay duda, este libro ha sido labrado como testimonio del legado de un hombre que sufrió y luchó por sus principios. Nunca se rindió, había trazado tener un horizonte, la meta triunfar, la suerte fue para don Simón.

"Fotografías para la historia" Simón I. Patiño, estaño y vida cotidiana 1900-1930, esta memoria está dividida en ocho singulares capítulos: las primeras imágenes comienzan con un obsequio a los amigos de don Simón Patiño, precisamente de instantes irrepetibles, fotografías de la Mina "La Salvadora", Don Simón I. Patiño en las faldas del cerro "Espíritu Santo", edificaciones de la Administración del Socavón "Juan del Valle", Bocamina de "La Salvadora", trozos de minerales raros de la mina, El distrito de "minas de plata con estaño" de la Challapería", colección que refrenda la importancia de 172 imágenes.

Cada fotografía, es testimonio que el tiempo no ha borrado, considero, que haber registrado cada toma antes de ser instalada y después en pleno funcionamiento, como los ingenios a todo vapor, muestran todos los planos, edificaciones incluyendo páramos, son registros de arte, es innegable hacer el seguimiento visual. El lente captó a profesionales nacionales y extranjeros armados ante una intervención del francés Pedro Artegui de Colquechaca.

Las construcciones en 1899 del ingenio Miraflores los ambientes de las máquinas automáticas como los molinos de bolas, la sección de los Jiggers, sección de mesas concentradoras en el ingenio de Miraflores, son una muestra del adelanto de la tecnología, no olvidemos que para extraer y transportar los minerales era necesaria la inversión.

Uncía en 1900, la laguna artificial en la cumbre "Espíritu Santo", la represa, la caída del agua son evidencias del trance que cambió una población. Un año después se dio inicio a la apertura del Socavón "Luzmila Patiño", otros personajes acreditan este paraje. Continúa la evolución, desde 1908, ya se advierten los campamentos, se tiene un registro de la infraestructura que cobra vigor.

Para 1920 en Cerro Juan del Valle marca otra faceta relacionada a la línea férrea. En Machacamarca se inaugura el ferrocarril uniéndose con Uncía, la toma es imperdible por el instante de la imagen y la asistencia de personalidades nacionales y extranjeros. Exactamente la primera locomotora a diesel y vagones de carga deben recorrer por el puente construido en 1914. En estas fotografías de calidad puede valorarse las imágenes capturadas del tren de carga con bolsas de estaño para su exportación.

Don Simón, seguía invirtiendo en enormes y sofisticadas máquinas de concentrado, tableros de control de la generadora eléctrica, motores y otros.

Las fotografías tienen consistencia el argumento valioso en blanco y negro. Don Simón siempre fue solidario, instaló grandes almacenes de materiales, el hospital Santa Albina, las pulperías donde concentraban desde finas telas, material de escritorio, herramientas, juguetes, alimentos.

Otro importante distrito, Huanuni también fue centro de posesión desde 1908 hasta 1921 advirtiéndose en las fotografías numerosas máquinas que fortalecieron la explotación.

Otros asientos mineros Poopó, Oruro en 1900, la ciudad a principios del siglo XX, observándose al fondo el cerro Pie de Gallo y otros espacios no identificados.

Pairumani, Cochabamba, en 1920 construcción inmensa en el espacio abierto con áreas frutícolas, poblada de árboles y la hacienda denominada Villa Albina, con lago artificial en todo su esplendor.

Cochabamba en 1920, Palacio Portales en construcción. Hoy este palacio se erige con bibliotecas para fomentar la lectura infantil, niveles básico y medio. Oficinas como Centro Pedagógico y Cultural "Simón I. Patiño", donde permanentemente irradia cultura. En Cochabamba, La Paz y Oruro hizo construir de sólida infraestructura los Bancos Mercantil que aún están vigentes, manteniendo el mismo nombre y con el prestigio de ese entonces.

Su vida cotidiana, registrada desde 1903 en Uncía, siempre fue motivo de atención hacia su familia, el deceso prematuro de uno de sus infantes, motivó a retratar la capilla ardiente. Fotografías de la Sra. Albina Rodríguez Patiño, una fiesta infantil con mucho significado por el instante que captó el lente, a niños que llenan estos peldaños. Testimonio de estos ambientes que fueron residencia, hoy en posesión de la Universidad Técnica de Oruro, convertida en Casa de Cultura y Museo "Simón I. Patiño".

Luzmila Patiño Rodríguez probablemente por ser la menor, gozó de más consideración de sus hermanos y progenitores. Don Simón se retrató junto a su querida familia. Este lenguaje fotográfico, es vivo porque fue real, instante irrepetible de los años dorados del siglo XX. Don Simón I. Patiño dejó estas fotografías de valor incalculable, registro de arte que cobra notoriedad como legado de su vida cotidiana, perpetuando su memoria, los hábiles fotógrafos que se pronunciaron a través de sus sellos.

Estas fotografías evidencian las instantáneas de los episodios del tiempo en que vivió don Simón I Patiño, conocido y reconocido en el mundo como barón del estaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario