Jorge Córdova puede considerarse el primer presidente surgido de la voluntad popular, aunque hubo votaciones previas.
Merece ser considerada tal, pues si antes hubo otras dos votaciones directas (1844 y 1850), se las llevó a cabo sin oposición y fueron más bien ratificaciones.
1. EL TATA BELZU. Para inicios de 1855, el presidente Manuel Isidoro Belzu, se encontraba desgastado luego de seis años de gobierno en los que el fisco alcanzó superávit. Numerosas intentonas subversivas promovidas por la élite antagonista, hicieron que decida convocar a proceso electoral y la primera “transmisión” constitucional de la presidencia en 30 años de sistema republicano. El gobernante en la culminación de sus esfuerzos de bolivianidad, tenía en mente la “sucesión” legal, institucional y democrática en términos de aquellos tiempos de “voto calificado”. El 12 de marzo de 1855, el presidente Manuel Isidoro Belzú, mediante un decreto supremo llamó a elecciones presidenciales en el país a realizarse el 1 de mayo de ese año.
2. LAS CAMPAÑAS. Campañas electorales y la pulseta correspondiente son interesantes. El periódico democrático-popular La Época, ofrece panorama a tomar en cuenta. Muestra la construcción de las imágenes de los principales contendientes. Por ejemplo, a Córdova, yerno del mandatario saliente casado con su hija Edelmira, lo presenta como persona nueva, honesta, aguerrida, apegada a la ley, proveniente del “pueblo” e identificada consecuentemente con quienes tenían menos poder. Contrapone dichas virtudes, a la figura doctoral, teórica, insensible y separada de la gente, de Linares. Se capta que los adeptos de éste, a su vez, consideraban al candidato promovido por Belzu, inexperto y poco preparado para ejercer la primera magistratura. Confiaban en la trayectoria y prestigio de quien los representaba. Al acercarse las elecciones, la intensidad de los debates fue subiendo. Pero hay que remarcar que hubo alto grado de respeto y legalidad en dicha época electoral.
3. GANAR VOTOS. Hábilmente, se debe reconocer, la campaña de Córdova también estuvo dirigida a ganar confianza y votos entre sus opositores. A la vez que recibía constantes manifestaciones de apoyo popular rural y urbano, mensajes claros fueron emitidos, en sentido de, acuerdos, conciliación, defensa de las libertades y políticas que favorecieran la producción boliviana y consiguientemente a propietarios y comerciantes. En ello se marcaba alguna diferencia respecto a Belzu. Además, que llegando a la presidencia fue cumplido en gran medida.
4. EL DÍA DEL VOTO. La votación “popular”, según el historiador José Agustín Morales, se verificó el 1º de mayo. Inscribieron candidaturas: Córdova, Linares, Andrés de Santa Cruz y Calavmana, Tomás Frías, Gregorio Pérez, Celedonio Ávila y Calixto Ascarrunz. Más allá de que dos candidatos no pudieron volver a territorio boliviano, se conoce que el sufragio se efectuó sin presiones ni violencias. Linares y Santa Cruz y Calavmana fueron los ciudadanos que participaron estando exiliados.
5. LARGA ESPERA. Dadas las distancias, y sobre todo lo difícil que resultaba recoger los votos de los cantones provinciales y centralizarlos, se esperó los resultados durante tres meses en los cuales siguió el duelo entre el Gral. Córdova y el Dr. Linares. De tal manera, el 6 de agosto, fue instalado el Congreso Nacional en Sucre, presidido por el cruceño Manuel María Aguirre.
6. LOS RESULTADOS. El día 11, terminó el escrutinio de alrededor de 15.000 votos. Considerando el censo de 1846, participó un 1,09 por ciento del total de la población, cabe señalar. Las candidaturas más votadas fueron las que se incluye a continuación:
El número de votantes estaba limitado por una serie de requisitos que necesariamente debían cumplir los ciudadanos. En ese sentido, sólo aquellos que sabían «leer y escribir», y tenían «un capital de cuatro cientos pesos», o ejercían «algún empleo, profesión, ciencia, arte u oficio» que les proporcionara «la subsistencia, sin sujeción a otro en clase de sirviente doméstico», gozaban «del derecho de sufragio en las elecciones»
En las elecciones de 1855, sufragaron solamente 14.414 individuos.
Las elecciones fueron relativamente correctas, absolutamente perfectas no las ha habido en Bolivia, por ellas se comprobó que Linares no contaba con la mayoría de la Nación. Los partidarios de Linares triunfaron en las capitales de Sucre y La Paz y en algunas provincias. En Potosí, su ciudad natal, perdió la elección. Las cifras anotadas ponen de manifiesto que los fraudes electorales fueron insignificantes, a no ser que se suponga que el partido belcista no contaba con ese escaso número de electores, lo cual estaría desmentido por la realidad de los hechos. Los partidarios más obsecados de Linares, confirman que no hubo coacción oficial, y esto basta para abonar la conducta de los que presidieron aquellas elecciones".
También es ilustrativo, sobre este particular, tener en cuenta las siguientes palabras pertenecientes a Víctor Santa Cruz:
«Pese, sin embargo, a las tachas ciertas o atribuídas de la elección realizada el Io de mayo de 1855, lo evidente, lo que nunca puede ser desmentido, es el hecho de que el gobierno de Belzu dió una alta lección de democracia, al convocar por primera vez en Bolivia a una elección para designar por voto popular y directo al Presidente de la República»
Fuentes: Revista Ciencia Bolivia
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