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martes, 14 de abril de 2015

15 de abril de 1817 La batalla de La Tablada

En el sur del Alto Perú actuaban férreamente disciplinados los legendarios jinetes Montoneros, comandados por “El Moto” Méndez, que amagaban sin cesar en ataques sorpresivos causando desconcierto a las tropas enemigas leales a la Corona española del Virrey La Serna.

A marchas forzadas, para cumplir su misión de auxilio a los altoperuanos, el valiente militar argentino Tcnl. Gregorio Araóz de La Madrid, a la cabeza de una importante fracción de veteranos, se dirigió a Tarija y el 8 de abril de 1817 derrotó sin esfuerzo a una unidad realista en Cangrejillos.

La ciudad de Tarija estaba fuertemente guarnecida por aguerridas unidades españolas, como los “Granaderos del Cus-co” al mando del Cnl. Mateo Ramírez, que defendía la plaza, porque era Gobernador de la provincia, y a los alrededores se levantaron trincheras para preservar a la población y evitar el ingreso del bravo e intrépido “Moto” Méndez Arenas.

Otra fuerza se encontraba en Concepción al mando del Comandante Andrés de Santa Cruz, que servía a las fuerzas del monarca español con unidades de caballería e infantería. El 14 de abril de 1817, las fuerzas patriotas, una parte se ubicaron en La Tablada y otra en las alturas de San Juan.

El español La Madrid, al amanecer del día 15, atacó en La Tablada a fuerzas superiores a las suyas, en tanto que los Montoneros cargaban contra los “Granaderos del Cuzco”. La Madrid atacaba por el centro, el caudillo José Eustaquio “El Moto” con sus escuadrones de caballería, a su vez, por la retaguardia y el ala izquierda. Otra fracción chapaca, comandada por el Cnl. Francisco Pérez de Uriondo y su hermano Manuel, José Ma-ría Avilés, Pedro Antonio Flores, Manuel Rojas, Mateo Berdeja, Manuel Cainzo, Cnl. Ramón Rojas y otros guerrilleros impedían que las fuerzas superiores que se hallaban en la villa, pudieran salir en auxilio de Ramírez. Cuando esos refuerzos llegaron al lugar, la gloriosa batalla de “La Tablada”, ya había concluido.

Los españoles estaban derrotados, pero, no capitulaban, Ramírez los hizo rendirse, después, en ceremonia especial que tuvo lugar en lo que hoy son los predios del hospital “San Juan de Dios”, hubo rendición total, muchos prisioneros, entre ellos el propio Cnl. Ramírez y el Comandante Andrés de Santa Cruz, que fue apresado y rendido, quien posteriormente, sería Presidente del Perú y Bolivia, creador de la Confederación entre los dos países. También fueron tomados 18 oficiales, 274 soldados y más de 400 fusiles y municiones. La victoria fue total. La Villa de Tarija había contribuido con más 1.300 chapacos en loables hazañas incluidas pequeñas fracciones que se habían incorporado el día anterior.

Este hecho de armas y la consiguiente derrota española, tuvieron enorme reper-cusión en el curso de los acontecimientos y en el resultado final de la campaña libertaria. Las fuerzas tarijeñas continuaron cooperando al Ejército Auxiliar y so-bre todo custodiando el extenso territo-rio, para evitar nuevas incursiones de las fuerzas monárquicas. La continua partici-pación de los bravos chapacos en los Ejércitos Auxiliares Argentinos, contribu-yeron eficazmente a la consolidación de la libertad altoperuana, en la epopeya de los 15 largos años de lucha por romper las cadenas de la esclavitud a través de la Guerra de la Independencia.

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