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martes, 16 de julio de 2013

¿Cómo Murillo llegó a ser héroe?

La construcción de héroes es una de las características de la historiografía boliviana. Probablemente esta particularidad busca satisfacer las necesidades de poder, por un determinado grupo social, desde dentro y fuera del propio Estado de una manera directa, ya sea, desde el gobierno central o los gobiernos locales.

En este sentido, el culto al héroe se convierte en política de Estado, en discurso oficial del poder, utilizado para fines ideológicos y políticos pero también para fines éticos y sociales diversos en un proceso de perpetuo “rellenamiento” estratégico de dominación.

Entonces ¿cómo se ha ido construyendo en la mentalidad de los paceños, la idealización profunda que se tiene sobre algunos “personajes importantes” de nuestra historia? La respuesta parece radicar, en revisar y comprender el proceso de construcción de héroes en la narrativa historiográfica boliviana de corte tradicional durante el siglo XIX y parte del siglo XX.

Sin embargo, la construcción de héroes encuentra su resultado más elocuente en la conducta social e institucional legitimando la estructura de poder, en una búsqueda de justificar la estructura de dominación y exclusión en la sociedad. Lo que implica, que el héroe es el personaje que se encuentra ausente de la realidad de la sociedad y se introduce en ella de una manera legendaria, hasta llegar a convertirse en un ejemplo, al cual todos los individuos que deben seguir en su doctrina, comportamiento y accionar.

Pero toda esta imagen del héroe, es debidamente construida con el tiempo a través de prácticas simbólicas, mediante diversos lenguajes y gestos, como ser la promulgación de leyes, establecimiento del calendario para la celebración de las fiestas cívicas, invención de rituales, ceremonias, conmemoraciones, desfiles, actos protocolares públicos, elaboración de discursos, incorporación en los contenidos educativos, la enseñanza de la historia patria y pedagogía cívica y la construcción de monumentos y edificios alusivos, cuyos nombres nos recuerdan al héroe permanentemente. En el caso de: Pedro Domingo Murillo, podemos mencionar algunos ejemplos: la celebración del “primer grito libertario” el 15 de julio, donde se realiza el desfile de teas, en el cual se vitorea a Pedro Domingo Murillo con el estribillo: “¡Gloria a Murillo, GLORIA!”. Y al día siguiente, es decir el 16 de julio, se cumple el feriado departamental; por otro lado, tenemos la plaza “Murillo”, la cual, es la plaza principal de la ciudad; también se cuenta con una calle “Murillo” y la Avenida 16 de Julio -ambas en pleno centro de la ciudad-; lo mismo ocurre, con las unidades educativas, como ser: el instituto de educación superior: Industrial Pedro Domingo Murillo, y no podemos dejar de nombrar al ex cine Murillo, el himno a La Paz, y el Museo Casa de Murillo, por citar algunos ejemplos.

El gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario de 1952, utilizó como instrumento para los intentos vanos de construcción de la nación boliviana la imagen de los acontecimientos acaecidos de 1809; los mismos que formaron parte del proceso que muchos historiadores consideraron independencia.La historia da cuenta, que en 1950 se abriría por primera vez el Museo Casa de Murillo. Aunque son carentes los trabajos que expliquen la relación del inmueble patrimonial categoría: A “Monumental” y su pertenencia a Pedro Domingo Murillo, los documentos encontrados hasta la actualidad mencionan que la propiedad habría pertenecido a José Ramón de Loayza y no así a Murillo. También debemos establecer que el museo resguarda una serie de bienes patrimoniales que parten desde documentos históricos y transcurren por platería, mueblería, entre otras tipologías patrimoniales, hasta llegar a sus bienes pictóricos. Sin embargo, lo interesante se encuentra en el reflejo de sus piezas históricas, puesto que las mismas en su mayoría no transmiten los acontecimientos acaecidos en julio de 1809 y mucho menos el proceso “independentista”. Por lo tanto, podemos decir que hoy en día, cuando la sociedad habla de la independencia de la república, poco le importa el proceso y los acontecimientos acaecidos que hayan ocurrido de una u otra manera, sino la importancia radica en cómo se la representa, lo cual implica la permanencia de la historiografía de corte tradicional. Pero lo cierto de todo esto es, que los actos oficiales de celebración de las Fiestas Julias, tienen su inicio con la presencia de autoridades gubernamentales en el inmueble que se le atribuye el derecho propietario a Pedro Domingo Murillo.Queda pues claro, que la historia no puede aparecer ante nuestros ojos sino como una magnifica epopeya de nuestros héroes. La concepción de fuerza social es demasiado abstracta y preferimos construir la unidad y coherencia de la sociedad a través del horizonte de una personalidad, del rostro fulgurante de un héroe. Pero detrás de este manejo de la historia, se puede comprender claramente que el objetivo esencial era y es justificar una estructura de dominación, así como consolidar la estructura nacional. Moldeando y regulando la conducta social de los individuos en una actuación política y estética, al mismo tiempo se van creando y consolidando los cánones sociales.



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