Revolución del 16 de julio de 1809

El levantamiento indígena más importante ocurrido durante la ocupación hispánica fue la encabeza en 1780 por Túpac Amaru y el cerco de La Paz ejecutado por Túpac Catari. Posteriormente, el 25 de mayo de 1809 estalló en Chuquisaca, que formaba parte del Virreinato del Río de la Plata, una revolución que depuso al gobernador español. Este movimiento se extendió y el 16 de julio de 1809, se produce la revolución de La Paz.

Pedro Domingo Murillo y un grupo de patriotas, la tarde del 16 de julio de 1809 irrumpieron la Plaza de Armas de la ciudad de La Paz e iniciaron la revolución que depuso a las autoridades españolas, instalando poco después la célebre Junta Tuitiva cuya proclama fue el de sacudir el yugo español, de organizar un sistema nuevo de gobierno y levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias.

Los realistas al mando de Goyeneche reprimieron con sangre y fuego llevando a Murillo y a los que secundaron la causa libertaria a la horca, el 29 de enero de 1810.

Ursula Goyzueta y Simona Manzaneda participaron en los sucesos del 16 de julio de 1809, ambas sufrieron la represión realista.

José Manuel de Goyeneche reprimió con todo rigor a los revolucionarios del 16 de julio de 1809.

Murillo y otros patriotas que lucharon por la independencia altoperuana sufrieron ejecuciones, confiscaciones y destierros.

Antonio Castro y Victorio García Lanza fueron otras víctimas de la represión de Goyeneche, cuyas cabezas fueron expuestas en la plaza de Ocobaya.