Buscador

miércoles, 10 de julio de 2013

Calle Jaén, rica en historias de aparecidos y seres fantásticos

La calle Apolinar Jaén, ubicada en el centro de La Paz, está llena de memorias y recuerdos. Quienes día a día la transitan visitan sus museos y centros culturales y no pueden evadir su magia, sobre todo en la noche.

“Cuando era niña le tenía miedo a la calle, en mi casa se contaban tantas historias. Mi abuela tenía amigas allí y yo tenía que acompañarla”, cuenta Rosmery Rocha. Camina despacio, mira los balcones coloniales sobre su cabeza, recuerda aquellos primeros paseos.

Rocha comenta que si bien la ciudad cambia vertiginosamente, “La Jaén” se ha mantenido casi igual desde que ella era niña.

“Se han añadido detalles, se ha arreglado, pero su esencia se mantiene y a pesar de transitarla con frecuencia me sigue pareciendo perturbadora y bella”.

Esta calle, originalmente conocida como Cabra–Cancha, data del siglo XVII y ha sufrido pocas modificaciones Es conocida por dos razones principalmente: haber atestiguado las reuniones de los precursores de la Revolución de Julio y por las historias de aparecidos sobre el empedrado.

Se cuentan historias sobre fantasmas, duendes y otros seres sobrenaturales en esa calle, historias como la de la “viuda negra” o del fantasma de Pedro Domingo Murillo, incluso sobre reuniones en las casas que ahora son museos.

Jorge Navarro, por ejemplo, dice que tuvo un encuentro con seres sobrenaturales en el lugar. “Me estaba recogiendo cuando sentí que me tocaban el hombro; al darme vuelta no había nadie, pero al volver al paso, allí estaba, un hombre vestido muy elegantemente me miraba fijamente, mientras susurraba palabras que no entendía”.

El hombre quedó hipnotizado por la aparición. Cuando despertó, esa figura ya no estaba, pero él había caminado unos 20 pasos hacia el callejón que va a la calle Alto de la Alianza.

De acuerdo con los relatos, muchos jóvenes fueron arrastrados así hacia callejones oscuros, de donde volvieron ensangrentados, sin poder recordar lo sucedido.

Otras leyendas, según el historiador Pedro Hinojosa, involucran seres que esconden y protegen riquezas, ocultas en los patios y paredes de las casas.

Hinojosa manifiesta que las casas de esta calle son ricas en “tapados”, tesoros coloniales. Uno de ellos estaba en la vivienda en donde ahora funciona el Etno-café, cerca de la esquina de la calle Jaén con la Indaburo.

Rocha pasa por el arco del Museo Costumbrista y es como si despertara de un hermoso sueño. Golpeada por los tiempos modernos cruza la calle y su expresión cambia mientras observa cómo la luz del mediodía rebota en las paredes blancas y el piso empedrado. “Después de estar allí, es extraño volver a nuestros días” comenta. Luego continua su camino, como casi todos los días, por “La Jaén”



Alcaldía realiza mantenimiento a la zona
Limpieza Funcionarios de la Unidad de Mantenimiento y de la empresa de limpieza Sabempe realizan labores exhaustivas en la vía, tanto como en las calles aledañas. Remozan el lugar para festejar el grito libertario del 16 de julio.


Electricidad Además de la limpieza, Sistemas Eléctricos realiza el mantenimiento de las luminarias y del cableado de la calle. Allí está la Casa de Murillo, la Tea de la Libertad.


Fachadas Los vecinos, junto con los dueños de locales y la Alcaldía paceña arreglan las fachadas de los edificios patrimoniales de la calle y también dan retoques a los interiores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario