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lunes, 6 de junio de 2016

Día del Maestro en honor a la fundación de la primera Normal

Uno de los elementos fundamentales de la sociedad, después del núcleo familiar, es sin duda alguna, el maestro, sea éste varón o mujer. Sin su trabajo moldeador se tendría en el mundo gente sin valores, sin educación, en otras palabras seres que vivirían sin motivaciones.

Es en el aula del saber donde los maestros guían a los niños, adolescentes y jóvenes para encaminar su vida, descubrir en ellos dotes que permitan forjar su futuro.

Si bien la educación cambió en Bolivia, el profesor tiene la misma misión, como hace más de cien años. Sin embargo, es necesario recordar el motivo principal para rendir homenaje a uno de los seres más sublimes de la tierra, el maestro, luego de la madre por supuesto.



HISTORIA

Durante la presidencia de Bautista Saavedra se dictó un decreto supremo el 24 de mayo de 1924, declarando el 6 de junio como "Día del Maestro Boliviano", como un justo homenaje al trabajo que realizan formando generación tras generación.

Pero no se tomó esa fecha al azar, sino que años antes pasó un hecho trascendental en la historia del magisterio boliviano. El 6 de junio de 1909, se fundó la Escuela Nacional de Maestros en Sucre, basado en dos preceptos, el primero como reconocimiento al centenario de la gesta libertaria de Chuquisaca, celebrada el 25 de mayo de 1809.

Asimismo, conmemorando el nacimiento del pionero de la educación boliviana, Modesto Omiste Tinajeros. Su nacimiento tiene como registro el 6 de junio de 1840 en la ciudad de Potosí. Durante su vida dedicada a la docencia, forjó desde las aulas del saber a Juan Misael Saracho y Daniel Sánchez Bustamante.

El presidente de Bolivia que impulsó la obra fue Ismael Montes, quien entendió que la educación era uno de los fundamentos principales para el desarrollo del país.



EL INTENTO

Haciendo un paréntesis a esa cronología, no se debe dejar de lado, que el maestro del Libertador Simón Bolívar, don Simón Rodríguez Carreño intentó crear una primera escuela de maestros a principios del siglo XIX, pero las circunstancias de la época no lo permitieron, por los tradicionalistas y obtusos moldes.



PEDAGOGÍA

Volviendo a la fundación de la Escuela Nacional de Maestros de Sucre, esta iniciativa se consolidó con el esfuerzo del entonces ministro de Instrucción Pública, Daniel Sánchez Bustamante.

Esa acción fue ponderada no solo en el país, que necesitaba con urgencia, talento que permita guiar el destino de las nuevas generaciones, mediante la formación de estudiantes. Este hecho también se destacó en el exterior, porque se consideró que se seguían los pasos de las primeras escuelas de maestros fundadas en Argentina y Chile.

De acuerdo a los registros de la Escuela Nacional de Maestros de Sucre, el primer director fue el chileno Leónidas Banderas Lebrún. Asimismo, tuvo tres profesores de ese país, Óscar Hernández, Luis Echeverría y Achiles Van Swae.

También fueron componentes de la entidad José María Araujo, Emilio Finot, Guillermo Loayza, Mariano Oropeza, Fanor Romero y José María Urdininea.

La fundación de esta escuela de maestros motivó al ministro Sánchez Bustamante a viajar a Europa en busca de una misión pedagógica. Es así que unos meses después llegó a Sucre una misión desde Bélgica, encabezada por el pedagogo, Georges Rouma. Él fue fundador de la "Sociedad de Paidotecnia" de Bruselas.

Una vez en Sucre, Rouma se convirtió en director de la escuela de maestros y con él se tuvo a reconocidos maestros europeos en sus filas, sobre todo franceses como Luis Buch, Julie Degand, Adhemar Gehaín, Raymond Thirion, Cristian Jacobs, Constant Lurquin, Henry De Gens, Julien Fisher y Eduardo Berdecio, quien fue compositor musical y director de la filarmónica.

El método global de enseñanza de lectura y escritura por medio de las palabras normales. Lo interesante del caso en este hecho, Bolivia fue el primer país en el mundo para ese tipo de métodos.

Se elaboraron los primeros programas, sustentados por bases sociológicas y pedagógicas. Dos años después a la fundación se aplicó en las escuelas la denominada "coeducación".

La labor de Rouma no terminó ahí, fue designado Director General de la Educación boliviana en 1914, motivo por el cual ejecutó en el país sus conocimientos.

El 24 de mayo de 1917 se encargó de fundar en La Paz el Instituto Normal Superior para la preparación exclusiva de maestros para el nivel secundario, uno de los más adelantados del continente, en su época.

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