Cochabamba
Al parecer, la presencia de Tiwanaku en Cochabamba no fue a través de un control directo, ni se dio el establecimiento de colonias. Los sitios del valle de Cochabamba que recibieron la influencia de Tiwanaku expresaron esta característica en su propia producción. La cerámica encontrada allí, datada en 600 d. C., tiene rasgos estilísticos que son considerados tiwanakotas, pero carece de los elementos iconográficos clásicos como pumas, cóndores o cabezas humanas. Se trata posiblemente de una producción local. En la colina de San Sebastián, que en la actualidad se encuentra en la misma ciudad de Cochabamba, fueron encontrados en 1916 objetos de oro laminado pertenecientes, posiblemente, a algún jerarca local asociado a Tiwanaku; se trata de diademas, brazaletes y pectorales de un conjunto que se conoce como “el tesoro de San Sebastián”. Por la forma en que fueron encontrados, no existe un estudio del contexto arqueológico. Tampoco se hallaron restos de construcciones.
Hubo asentamientos de Tiwanaku también en la zona del valle hacia el sureste, en una parte de Tarija, de Chuquisaca y también de la quebrada de Humahuaca (Argentina). Todos ellos posiblemente fueron proveedores de maíz.
La colonia de Omo en el valle de Moquegua
Al Noroeste, en los valles del Sur del actual Perú, cerca de Moquegua, existe un conjunto monumental ceremonial y administrativo con un templo de adobe y con tres patios de diferentes niveles; allí se encontraron dos estelas de piedra. También fueron hallados centenares de textiles y cerámica con el estilo clásico tiwanakota. Se considera que Omo fue una colonia controlada directamente por Tiwanaku y que sus habitantes provenían del núcleo del altiplano, como se evidencia por enterramientos encontrados en el sitio de Chen Chen.
Los dos asentamientos tiwanakotas en Moquegua, Omo y Chen Chen, fueron colonias administradas directamente desde la ciudad de Tiwanaku por su élite. Allí parece haberse mantenido la identidad del núcleo sin mezclarse con tradiciones locales. Junto al asentamiento tiwanakota en Omo, se encontraba una colonia vecina del Estado de Wari, cuyo núcleo se encontraba en Ayacucho. Wari ocupó la parte superior del valle superior de Moquegua y Tiwanaku estableció su colonia en el sector medio.
La periferia
Tiwanaku también tuvo presencia en los valles y en la costa del Pacífico, como Azapa, en Arica (hoy Chile). Posiblemente, estos centros estuvieron conectados por la élite gobernante de Tiwanaku y los señores locales. En la zona alta del desierto de Atacama (hoy San Pedro de Atacama, en Chile), se desarrolló otro centro que probablemente tenía la modalidad de conexión de élite a élite, consolidada por entrega de bienes, trasladados por medio de caravanas de llamas, como señalan Berenguer (2007), Nuñez, Dillehay y Browman (1981). No se encontraron allí restos arquitectónicos, pero sí un gran volumen de
textiles y objetos de madera que se conservaron gracias al clima del desierto. Desde allí y otros lugares del área se llevaba al centro ceremonial del altiplano malaquita, cobre, minerales y turquesa. En esas zonas, se han encontrado tumbas con una gran riqueza de ajuares funerarios, con vasos de oro, anillos, diademas, plumas, brazaletes, placas y campanas, hachas de oro, cobre y estaño y collares de malaquita. El clima desértico permitió también la conservación de textiles (tapices, túnicas y mantos, fajas y bolsas) con el clásico sello del estilo Tiwanaku, los que eran llevados en caravanas desde un mismo centro productivo, de acuerdo a los estudios de Oakland (1993).
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