El fin del periodo está marcado por la irrupción
de los incas en el territorio, alrededor de la década
de 1450. Es un tema de discusión la manera en
que los incas dominaron el extenso territorio.
Como fuera, el cambio significó la instauración
de un sistema no solamente estatal sino imperial
y por tanto un proceso de estandarización de
muchos aspectos de la sociedad, desde la organización
en ayllus, un sistema de control y aprovechamiento
del espacio, tecnologías en muchos
sentidos: textil, constructivas, de cerámicas, etc.
Es decir una transformación de la gran diversidad
previa a una cierta uniformidad, aunque este
proceso fue tan complejo que no llegó a concluir
cuando irrumpieron los europeos. También cabe
recalcar que el dominio inca no fue igual en todas
las regiones, como se podrá ver en el siguiente capítulo.
En algunos lugares como entre carangas,
quillacas o charcas los antiguos señores étnicos
pasaron a formar parte de la burocracia imperial.
En otros la resistencia fue mayor, como entre los
chuis quienes finalmente por medio de la guerra,
fueron incorporados al Imperio. En este sentido,
el cambio de periodo históricos, aunque escalonado
en el tiempo, tuvo lugar a lo largo de todo
el mundo andino incluyendo los valles.
La frontera étnica fue marcada con más
nitidez entre un mundo inca “civilizado” y los
“otros”, los chirguanos o los chunchos que
mantuvieron a raya a los incas lo cual afectó a
las antiguas relaciones de relación e intercambio
que parece tuvieron lugar, por ejemplo, en
la región de los chichas. Del mismo modo, la
ocupación del espacio sufrió dramáticos cambios
con la inclusión de mitimaes llevados por
los incas de un lugar a otro, con lo que el mapa
social y étnico del periodo será muy distinto al
de los Señoríos.
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