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domingo, 13 de febrero de 2022

Yamparáes ¿indios de arco y flecha?

Los restos más antiguos de cerámica yampara relacionan a este pueblo con una amplia franja cultural que llegaba hasta Cochabamba y a las estribaciones de la Cordillera Real al Este de Chuquisaca, evidenciando así que los yamparas compartían formas culturales con otros grupos étnicos de estos valles. La cerámica yampara temprana corresponde cronológicamente al Tiwanaku clásico y la yampara clásica al Tiwanaku tardío, el yampara tardío corresponde al periodo Intermedio Tardíos (1000-1400) (Alconini, 2002b), pudiendo colegirse que esta formación social tiene una larga profundidad temporal.

La formación social conocida luego como yampara estaba ubicada en una región de contención a los chiriguanos, pueblo considerado una amenaza por los pobladores de los valles, amenaza que se incrementó en el periodo que nos ocupa, pero corresponde también a un momento de incremento de la población.

Lo extraño es que en Oroncota no se encontró cerámica relacionada con los chiriguanos. Podría deberse a que no llevaron consigo estos artefactos en sus veloces incursiones pero también, y más probablemente, se debe a que las relaciones fueron más de “aculturación” entre los guaraní de llanos y los yampara de valles. Ser un pueblo de frontera podría implicar también relaciones socioeconómicas con poblaciones de los llanos. Por ello se discute acerca del modelo de frontera cultural y frontera militar. En esta frontera se ubicaron por lo menos dos sitios de contención como son las fortalezas de Oroncota a orillas del Pilcomayo y Cuzcotuyo 60 Km al Este de la primera, donde los incas hicieron fuertes; en Oroncota se evidenció asentamientos anteriores a los incas con cerámica yampara de alrededor de 800-1300 d.C, pero en Cuzcotuyo los asentamientos preincas son más bien de baja densidad demográfica y de origen tropical. (Alconini, 2002).

Información etnohistórica deja saber que los yamparas, juntamente con otros pueblos de la región, no se sometieron con facilidad al dominio inca y más bien organizaron una fuerte resistencia. Topa Inca Yupanqui logró dominar allí la resistencia multiétnica formada por más de 20000 indios procedentes de Carangas, Paria, Cochabamba y Yamparáes. La estrategia quedó registrada por su originalidad: el Inca logró vencerlos gracias a que preparó una danza de mujeres para distraer a los centinelas permitiendo así el ataque al fuerte (Cobo, [1653] 1964). Con los incas, Oroncota sirvió de refugio para la resistencia y fue el escenario de una campaña militar que garantizó el dominio de los incas sobre los territorios de Tucumán y Chile (Julien, 1995).

Una vez incorporados al Tawantinsuyu los caciques yampara reafirmaron su poder en la región pasando a conformar una elite local apoyada por los incas. Documentación colonial refiere que Aymoro, el último cacique de origen prehispánico, recibió los privilegios reservados para los aliados de los incas: tierras, yanaconas y símbolos de nobleza.

Un panorama de las lenguas en la región indica la presencia del aymara entre varios de los pueblos de Chuquisaca pero existen indicios de que hubo también otras lenguas locales hoy perdidas e incluso quedan resabios en la toponimia local del puquina. Respecto a la lengua originaria de los yamparas solamente se sabe que tuvieron una lengua particular de la que no se tiene mayor información. Queda por investigar la relación de los pueblos vallunos con otros de los llanos con quienes tuvieron relaciones fluctuantes pues se sabe tuvieron constantes enfrentamientos pero también intercambios económicos.

El título del libro de Rossana Barragán (1994) se pregunta si los yamparáes o yampara podrían considerarse indios del altiplano o si por el contrario serían más bien de tierras cálidas distinguidos por el uso de arcos y flechas. Los yamparáes más que una etnia o nación eran también un conglomerado de distintos pueblos ubicados en lo que hoy es el departamento de Chuquisaca y en los alrededores de la ciudad de Sucre teniendo como centro principal Hatun Yampara ubicado a una legua del actual pueblo de Yotala. No tuvieron una cabecera en la puna ni tierras en el altiplano, siendo prácticamente totalmente un Señorío de valle organizados en dos mitades: la superior Yotala y la inferior Quilaquila. Hacia el Este de su territorio se demarca una línea fronteriza con el mundo chiriguano compuesta por el eje Tarabuco -Presto - Paccha.

Bajo el dominio inca, su territorio fue reestructurado y poblado por mitimaes de diversas partes del Tawantinsuyu como los huatas (incas de sangre real), también canches, collas, chichas y gente del Chinchaysuyu (Norte del Imperio). Es posible que la conquista de la zona fuera apoyada por los quillacas puesto que se encuentra importante presencia quillaca con una larga duración puesto que hasta la actualidad existen relaciones entre pobladores de Chuquisaca y el Sur de Oruro. Entre los yampara también se hallaban grupos considerados de menor desarrollo como los churumatas y moyos; por ello un mapa étnico del territorio yampara muestra un mosaico multiétnico característico de los valles.

La recomposición inca del territorio ordenaba hacia el Oeste del territorio a la población propiamente yampara mientras que los mitimaes de diversas partes se ubicaron sobre todo hacia el Este. De ellos las poblaciones altiplánicas estaban hacia el Norte en tanto que churumatas y moyomoyos estaban al Sur, respetando parciamente su hábitat natural. A su vez, gente yampara fue trasladada a zonas como los valles de Ambaná y Combaya, en el departamento de La Paz (Barragán, 1994).

Las referencias encontradas acerca de la religiosidad local se refieren al periodo inca; Gisbert, Arze y Cajías (1997) señalan la presencia en la región yampara de dos huacas relacionadas con los incas: Mantocalla y Quiquijana. Según el cronista Cobo del siglo XVI, Mantocalla era una huaca del Cusco ubicada en el camino del Antisuyu. Además en el Cerro de Manturcalla sacrificaban diez carneros para el sol y diez para el trueno. Quiquijana, en cambio constituiría – según el cronista Calancha– un altar en el que se sacrificaba un ídolo de plata en forma de llama.
D istribuciónd et opónimosq uechuas,g uaraníy e spañola l ol argod el af ronterai nca- c hiriguano

Ceramico Yampara

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