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sábado, 30 de marzo de 2013

Situado en Calama Residencia del Héroe del Pacífico

"¿Rendirme yo? ¡Que se rinda su abuela carajo!", es la frase histórica del héroe Eduardo Abaroa, pronunciada ante las fuerzas chilenas, durante la Guerra del Pacífico (1879-1883), y la más recordada por los bolivianos, durante el 23 de marzo de todos los años, cuando se celebra con pena y amargura, el Día del Mar.

Precisamente en este espacio, queremos hacer un homenaje a este héroe que ofrendó su vida el 23 de marzo de 1879, tras caer con dos disparos en la garganta, que le quitaron la vida los usurpadores chilenos. Por ello, 134 años después, queremos mostrar el lugar donde vivió y combatió en defensa de la Patria.

El combate del Topáter, se desarrolló en el parque Loa situado en Calama, que está en medio del desierto de Atacama, que antes de la usurpación chilena, pertenecía al departamento del Litoral boliviano.

Fue en el puente del Topáter, donde se llevó a cabo el episodio de valor de Abaroa, por debajo pasa la afluente del río Loa, muy preservado actualmente.

En el campo donde se desarrolló la batalla, se erigió un monumento que recuerda dicha contienda mediante una plaqueta. A un kilómetro aproximadamente al Norte de ese lugar está la casa de Eduardo Abaroa, cuya propiedad tiene las características de una finca.

En la puerta principal se observan dos iniciales con la letra "A" de Abaroa. Su casa que fu construida en el siglo XIX está en perfecto estado, muy conservada y habitada por el bisnieto del héroe nacional, Juan Abaroa. A la fecha es una casa privada, cuya visita al público es denegada.

Dos reliquias del Siglo XIX para el Museo Histórico Marítimo

El 28 de diciembre de 1825 se habilitó en la provincia de Atacama en la rada de Cobija del Litoral boliviano, el “PUERTO LA MAR”, nombre en reconocimiento y merito al Gran Mariscal Don José Lamar, vencedor de Ayacucho. Con la preocupación constante de los primeros gobiernos bolivianos: De Bolívar, Sucre, Velasco, Santa Cruz y Ballivián, de integrar la región de Atacama con el interior de la República, crearon y habilitaron el Puerto de Cobija- La Mar como el principal centro de la Provincia de Atacama, relacionada con el comercio marítimo. Bolivia, hasta entonces, no contaba con una flota mercante. Con el desarrollo emprendido por los gobiernos de esa entonces en el puerto de Cobija-La Mar se inicio el transporte marítimo para el comercio de las cargas de y para Bolivia, facilitando la comunicación con todas las naciones como puerto franco libre de impuestos.
Las infraestructuras más importantes que se construyeron en la época para el desarrollo del puerto fueron: La Aduana, una garita para empleados, un hospital, una iglesia, el muelle y la CAPITANÍA DE PUERTO, que contaba con un Capitán de Puerto y cuatro marineros, para la administración y Policía Portuaria, siendo sus funciones especificas controlar los zarpes y atraques de buques. El primer Capitán de puerto fue el Alférez de Fragata Francisco Guzmán, quien registraba en el libro (Bitácora) el movimiento de buques que arribaban al puerto. Los Comandantes de los buques presentaban la documentación correspondiente de la carga embarcada y desembarcada, planilla de pasajeros y la lista de tripulación, el Capitán de Puerto como autoridad portuaria daba la conformidad con el
“SELLO DE LA CAPITANÍA” del puerto de Cobija-La Mar.
Durante la misma época en el Puerto de Cobija-Lamar, debido al comercio y tráfico de buques mercantes, circulaba la moneda de pesos bolivianos del Distrito del Litoral, o sea, el “BILLETE DEL LITORAL BOLIVIANO”.
Durante la misma época en el Puerto de Cobija-Lamar, debido al comercio y tráfico de buques mercantes, circulaba la moneda de pesos bolivianos del Distrito del Litoral o sea el “BILLETE DEL LITORAL BOLIVIANO”.
Las citadas antigüedades del siglo XIX se encuentran actualmente encajonadas en el Museo Nacional de Arqueología de la ciudad de La Paz.
El Director de la Escuela Naval y el Directorio del Museo Histórico Naval, con el asentimiento del Sr. Presidente del Estado Plurinacional, en ocasión del XXXVI aniversario de la Escuela Naval Militar e inauguración del Museo Histórico Marítimo en la gestión 2009 se iniciaron las gestiones ante el Ministerio de Culturas para la transferencia en calidad de “Custodia” las dos reliquias del siglo XIX, que por los antecedentes históricos precedentes, correspondería la exhibición de estas en el “Museo Histórico Marítimo”.
Lamentablemente, hasta la presente gestión, no se ha podido realizar el traspaso por la burocracia impuesta en los niveles intermedios del Ministerio de cultura, en esta materia por la Dirección del Museo de Arqueología, que pone dificultades para concretar la transferencia de tan invalorables reliquias que deben ser expuestas al público.

Campeones 1963

Del Especial de El Deber
na proeza como pocas logradas por jugadores de fútbol bolivianos cumple mañana 50 años, el histórico campeonato sudamericano que se disputó en 1963 en los estadios de las ciudades de La Paz y de Cochabamba. Jugadores jóvenes y experimentados, que eran figuras en clubes cochabambinos y paceños, formaron parte de la selección que logró unir al pueblo boliviano, que, a la conclusión del certamen, los aclamó durante grandes concentraciones en las que le demostraron admiración y afecto por la conquista.


Los seleccionados
El seleccionado nacional estaba conformado por los siguientes jugadores: Arturo López en el arco; Roberto Cainzo (argentino nacionalizado), Eduardo Espinoza (argentino nacionalizado), Jesús ‘Pichón’ Herbas y Eulogio Vargas, en la defensa. Max Ramírez, Máximo Alcócer y Wilfredo Camacho, en el mediocampo; y Fortunato Castillo, Víctor Agustín Ugarte y Renán López, en la delantera. Como alternativas estaban Issac Álvarez (arquero), Hugo Palenque, Alberto Tórrez, Oswaldo Villarroel, Mario Zabalaga, Édgar Quinteros, Antonio Aguirre, Abdul Aramayo, Ramiro Blacut, Carlos Cárdenas y Ausberto García.


Dirigía el combinado nacional el brasileño Danilo Alvim, una ex estrella brasileña que formó parte de la selección que perdió la final del mundial de 1950 ante Uruguay en el hasta hoy recordado ‘Maracanazo’, a quien acompañaban en el cuerpo técnico José Villazón, como preparador físico, y Sixto Oquendo, como kinesiólogo.
Es de hacer notar que para este torneo Uruguay declinó su asistencia y Argentina envió un equipo prácticamente juvenil, pero con jugadores talentosos como el arquero Andrada, Grigol, Albrecht, Menotti y Savoy; Brasil fue representado por un equipo estadual y no por el poderoso combinado que había ganado un año antes el mundial en Chile.
Pese a este hándicap, pocos esperaban que Bolivia alcanzara el campeonato, la idea era hacer un buen papel y lograr uno de los tres primeros lugares.




Inicio a tropezones
El 10 de marzo se inició el campeonato en La Paz con el partido ante Ecuador. Bolivia formó con López, Caínzo, Espinoza y Vargas, en defensa; Tórrez y Camacho en el medio campo; y adelante Quinteros, Renán López, Máximo Alcócer, Ugarte y Castillo.
A pesar de que casi siempre se elige al rival más accesible para el debut del equipo local, el partido con los ecuatorianos fue difícil. Abrió la cuenta Renán López, a los 16 minutos, aumentando Castillo a los 27’, lo que presagiaba un gran resultado para la escuadra local, pero tres minutos más tarde el ecuatoriano Raffo, que a la postre fue el goleador del certamen, anotó el descuento y a los 44 Raymondi logró el empate.
Al comenzar el segundo tiempo parecía que se le venía la noche al seleccionado verde, ya que Gando a los 3 minutos puso el 3-2 para los ecuatorianos y Raymondi anotó el cuarto. Un silencio sepulcral envolvió el estadio Hernando Siles, cuyo público empezó de nuevo a alentar cuando, a los 10 minutos, ‘Tutula’ Alcócer acortó las cifras y Wilfredo Camacho igualó a los 35’, tanteador con lo que finalizó el encuentro
Este resultado constituyó un llamado de atención que los jugadores bolivianos asimilaron muy bien y fue el inicio también del fútbol ‘camachista’ que se puso al hombro al equipo en los momentos más difíciles.


Colombia vino después
Tras el partido con Ecuador, la selección se fue a Cochabamba para enfrentarse a Colombia, el 17 de marzo. A decir de los comentaristas de la época, fue un partido deslucido y con exceso de juego en el medio campo, en el que hizo su debut Hugo Palenque, en el único cambio que hizo el brasileño Alvim en el equipo nacional. La escuadra colombiana se puso en ventaja a los 4 minutos por intermedio de Botero. ‘Tutula’ Alcócer, jugando en su tierra, demostró sus dotes de gran goleador al marcar los dos tantos nacionales a los 22’ y 40’ del primer tiempo, en un marcador que no sufrió ninguna modificación en el segundo tiempo y Bolivia se ponía en el bolsillo su primer triunfo, que fue el comienzo de una nueva historia para el fútbol nacional.

Ante Perú y Paraguay
El partido ante la escuadra peruana se jugó el 21 de marzo en La Paz y empezó con un gol de Camacho, a los 2 minutos, en una faena que parecía fácil, pero a los 12 minutos empató Gallardo y Alcócer provocó el desnivel a los 49. El peruano León logró el empate a los 17’ del segundo tiempo y García puso cifras definitivas a los 31’ en medio de la euforia general. En este partido debutó Blacut que luego fue inamovible en el resto del campeonato.
El 24 volvió a Cochabamba para enfrentarse a Paraguay, donde el equipo boliviano logró un cómodo 2-0 con goles de Castillo a los 17’ del primer tiempo y de García a los 43’, del segundo tiempo.


Y luego Argentina
El 28 de marzo se jugó en la capital paceña el partido considerado como el más dramático del campeonato. Castillo, de palomita, abrió el marcador a los 11 minutos, pero el argentino Rodríguez empató cinco minutos después. Blacut puso nuevamente en ventaja a Bolivia y a los 35 minutos del segundo tiempo Rodríguez logró nivelar el marcador, poniendo un resultado nada bueno para las aspiraciones locales. A los 42’ hubo penal para Bolivia, que cobró el ‘Chino’ Ramírez, pero el arquero Andrada desvió al córner. Mientras los jugadores argentinos celebraban junto al portero, Castillo lanza el tiro de esquina que es cabeceado por Camacho, que puso el definitivo 3-2.


Brasil, la final
El 31 de marzo, en el Félix Capriles, de Cochabamba, Bolivia se enfrentó a Brasil que se puso en ventaja con un tanto de Flavio; Ugarte anotó el empate a los 29’ y Almir nuevamente dio la ventaja a Brasil, empatando Camacho a los 44’.
En el segundo tiempo García anotó el tercero para Bolivia y Alcócer el cuarto a los 12’, mientras que Ugarte de penal anotó el quinto a los 24’.
Dos goles brasileños le dieron dramatismo al final, pero no doblegaron al combinado nacional, que comenzó a celebrar el título

Unos datos


El torneo se jugó entre el 10 y el 31 de marzo de 1963

El delantero boliviano Renán López marcó el primer gol del torneo en el partido contra Ecuador.

Último gol. Máximo Alcócer marcó el cuarto gol ante Brasil y sufrió una doble fractura. No volvió a jugar más.

Contra Argentina. El triunfo frente a los rioplatenses fue clave para la conquista.


El brasileño alvim, dt de la selección
El director técnico de la selección boliviana durante el campeonato sudamericano de selecciones fue el brasileño Danilo Alvim, un recordado medocampista que fue titular de la escuadra brasileña durante el Mundial de 1950, cuando Uruguay le ganó a Brasil en el ‘Maracanazo’.
Alvim se hizo cargo de la selección, que en 1962 era dirigida por Vicente Arraya, a principios de 1963.
Danilo fue una estrella brasileña de la década de los 40 del siglo pasado, habiendo sido figura en el Vasco da Gama, equipo con el que ganó el Campeonato de Clubes de Sudamérica (actual Copa Libertadores) en 1948 y en la Copa América de selecciones de 1949.
El director técnico brasileño debutó en los partidos de vuelta de la Copa Paz del Chaco en Asunción, perdiendo en ambos contra la selección paraguaya (3-0 y 5-1), lo que estuvo a punto de costarle el puesto.
Pese a que gran parte de la opinión pública pedía su cambio, los dirigentes de la Federación Boliviana de Fútbol lo mantuvieron en el cargo y al final fue uno de los héroes de la conquista.
Danilo Alvim murió en suelo brasileño el 16 de mayo de 1996.

jueves, 28 de marzo de 2013

Inauguran obras en homenaje al aniversario de Tarija

La Gobernación realizará la entrega e iniciará obras durante todos los días de abril, como homenaje de la institución al 196 aniversario del departamento de Tarija.

El programa que inicia el primero de abril y concluye el último día de ese mes, contempla actividades durante todos los días del mes.

Se trata de más de una docena de obras o proyectos que serán entregados, además de otra treintena programas a inaugurar por autoridades seccionales y municipales en cada una de las provincias.

"La política de la Gobernación es resaltar cada aniversario del departamento, no sólo un día, sino todo el mes, pero con la particularidad de hacer partícipes a todas las provincias, razón por lo que se realizará actividades con la participación del gobernador, Lino Condori, todos los días del mes en diferentes municipios y comunidades del departamento", informó el vocero oficial de la Gobernación, Efraín Nieves.

Explicó que entre las obras y proyectos a ser entregados figuran la unidad educativa Villa Nueva, en el municipio del El Puente, con una inversión superior al millón de bolivianos; el sistema de riego Huarmachi Curqui, también en el municipio de El Puente, que supone una inversión cercana a los cuatro millones de bolivianos.

martes, 26 de marzo de 2013

La guerra del Pacífico, el mar para Bolivia y la gloria


Como sociedad debemos mirar esa guerra sin orgullo ni falso patriotismo. Fue un conflicto armado por defender nuestras propiedades y derechos en las tierras del salitre, una guerra comercial como muchas de esa época. Tiene que ver con el desarrollo capitalista de nuestro país, más que con otra cosa. Esto evidentemente no niega el carácter heroico de muchos de los actos de nuestros oficiales, soldados, dirigentes civiles que se comprometieron en la dirección de la guerra. Pero esa guerra, como decisión colectiva, no tiene que ver con la gloria de Chile. En realidad, tiene relación con decisiones de política económica que nos permitían, o si se quiere forzaban, a usar nuestras potencialidades como Estado en la lucha contra pueblos hermanos por el dominio de un recurso natural, cuya conquista nos iba a permitir la primera modernización capitalista de nuestro siglo.

Creo que esto lo sabemos inconscientemente y por ello celebramos con unción las derrotas, el combate naval de Iquique y la batalla de la Concepción. No hablamos de gloria para celebrar la ocupación de Lima por nuestras tropas, quizás porque, en el secreto de nuestra conciencia colectiva, sabemos que lo que en verdad se juega en la guerra es el poder de una sociedad y que en todo conflicto armado con otra nación las miserias de los hombres salen a la luz tanto como sus grandezas.

En la guerra del Pacífico contribuimos a humillar con daños territoriales y simbólicos a dos pueblos hermanos. A Perú, de una manera coyuntural, porque nuestros diplomáticos y políticos contribuyeron a una solución que a nuestros vecinos no les inflingió tanto daño. Pero a Bolivia la hemos obligado a soportar una pérdida que todavía dura. En relación con esa nación no debe importarnos el formalismo de los derechos, debe importarnos la construcción de lazos para el futuro.

En algún recodo de nuestra historia nos convertimos en un país aislacionista que contribuyó más al refuerzo de la frag-mentación de nuestro continente que al sueño de la unificación. Fracasada en el pasado la unificación creciente de los pueblos de nuestro subcontinente, de nuestra América sureña, es hoy una condición del desarrollo futuro. El necio orgullo de creernos más yanquis que sureños nos llevó, durante la dictadura y después de ella, a creernos del primer mundo. Somos de aquí y para poder ser de aquí con nuestros vecinos, con los más próximos, debemos resolver la pérdida simbólica que le ocasionamos a Bolivia. Ese gesto nos podría dar la gloria a la que tanto nos referimos en nuestros discursos patrióticos.

Recopilación por Ing. Jorge Edgar Zambrana, Analista de Historia

Mural Histórico Militar de Bolivia

En el museo de la Academia Boliviana de Historia Militar, ubicado en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz, existe un imponente y sensacional mural al óleo de aproximadamente 20 metros de largo por 4 metros de altura, que al margen de resumir gráfica y explícitamente el proceso evolutivo de los fastos militares más gloriosos de nuestro país, tiene la virtud de revalorizar e incrementar el espíritu cívico y patriótico de los bolivianos.

DESCRIPCIÓN HISTÓRICA

Comienza con la época prehispánica, la cual está representada por la enigmática puerta del sol y la cruz andina, símbolos indisolubles del esplendor de las culturas tiwanacota e incaica, cuyos bravos guerreros después de conquistar vastas y diversas regiones de Sudamérica, afrontaron en desventaja tecnológica la cruel y devastadora conquista española.

La oprobiosa época colonial caracterizada por las sublevaciones mestizas e indígenas, está simbolizada por el sacrificio del líder aymara Julián Apaza, el temible Tupac Katari, que constituye un antecedente inmediato de la lucha emancipadora del Alto Perú.

La larga y sangrienta Guerra de la Independencia está representada por las señeras figuras de Pedro Domingo Murillo, Jaime Zudáñez, Esteban Arze, José Miguel Lanza y otros héroes, así como por la bravura de la mujer altoperuana inmortalizada por las abnegadas heroínas de la Coronilla de San Sebastián y de la Generala de los ejércitos argentinos y Mariscala de Bolivia, Doña Juana Azurduy de Padilla. Asimismo, se resalta las figuras de los manes de la Patria Libertador Simón Bolívar y Mariscales Antonio José de Sucre y Andrés de Santa Cruz.

Las gloriosas Campañas de la Confederación Perú Boliviana, que situaron a nuestro país como una las principales potencias militares del continente, y la heroica y decisiva batalla de Ingavi, que consolidó la independencia de nuestro país, tiene como figura central al Mcal. José Ballivián.

La infausta pero gloriosa Guerra del Pacífico, que privó a Bolivia de su tradicional y soberano derecho de salida al mar, tiene como figuras a la niña Genoveva Ríos, de noble actuación en la invasión de Antofagasta; al paradigma del heroísmo boliviano, Cnl. Eduardo Avaroa, y a los aguerridos Colorados de Bolivia.

La Guerra del Acre, desarrollada en un remoto y desconocido espacio geográfico sirvió una vez más para poner en evidencia la bravura y el coraje del Soldado Boliviano que combatió bajo las órdenes del propio Capitán General del Ejército, Gral. José Manuel Pando.

El extenso, lejano e inhóspito Chaco Boreal fue el escenario de la más larga y sangrienta guerra internacional que se produjo en el continente americano; en este “infierno verde”, donde nuestra aviación alcanzó la superioridad aérea frente al adversario, máxima premisa del poder aéreoespacial, se desarrollaron importantes batallas donde se utilizó por primera vez armas de última tecnología, emergieron héroes de la talla de, Manuel Marzana, Bernardino Bilbao Rioja, German Busch y Rafael Pabón, vencedor del primer combate aéreo en América; pero, también es destacable el valor y la tenacidad del soldado que más de las veces proveniente de la gélida altipampa demostró su bravura en los bosques y pajonales del Chaco, que concluyó con la defensa de nuestros recursos hidrocarburíferos que actualmente sustentan al Estado Plurinacional de Bolivia.

Son también notorias las campañas antiguerrilleras de Ñancahuazú y Teoponte, hasta la conformación de las nuevas Fuer-zas Armadas con proyección al futuro, en base a la disciplina y la introducción de la nueva tecnología

Finalmente, observamos el futuro, al cual se dirigen las FFAA del Estado, repre-sentado por el moderno soldado que vigila la heredad nacional y entrenado para en-frentar los desafíos que nos depara el futuro; se ve al fondo el sol que ilumina nuestro derrotero mediante el trabajo teso-nero de sus ciudadanos.

EL PROMOTOR Y EL AUTOR

Este extraordinario mural que ha servido para ilustrar una ingente cantidad de libros, revistas y artículos, fue plasmado entre los años 1997 y 1998 por iniciativa y esfuerzo del Director de la Academia Boliviana de Historia Militar, Cnl. Víctor Alba Almanza y pintado en su integridad por el talentoso artista plástico Sof. Rosendo Huarina Quis-pe, destacado funcionario de la Armada Boliviana.

Este reconocido muralista, nació el 1 de marzo de 1952 en una población de la provincia Omasuyos del departamento de La Paz; realizó estudios superiores en la Fa-cultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Mayor de San Andrés.

Su obra de tendencia realista y de as-pecto temático en las que se funden la figuras entre sí con los objetos, está plas-mada en diversos trabajos para la institución que le cobijó. Su sensible falleci-miento se produjo el 20 de junio de 2001, que privó a las Fuerzas Armadas de un notable pintor que supo plasmar en su arte nuestros militares, así como los anhelos y motivaciones de un pueblo glorioso y de profundas tradiciones ancestrales.

El autor es Académico de Número de la Academia Boliviana de Historia Militar.

domingo, 24 de marzo de 2013

Ocurrió un 22 de marzo Tocopilla fue anexada a Chile hace 134 años

El puerto de Tocopilla, fundado el 29 de septiembre de 1843 por el francés Domingo Latrille por encargo del Gobierno de Bolivia, fue anexado a la República de Chile, el 22 de marzo de 1879, durante la invasión del ejército de ese país al Litoral boliviano. Se recordaron 134 años de ese infausto día.

Tras la invasión del Puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, las fuerzas chilenas comenzaron a apoderarse de cuanto territorio boliviano tenían en frente, debido a la facilidad en el transporte tanto marítimo, como de caballería y aprovechando la poca presencia de habitantes bolivianos, en el departamento del Litoral.

Es así que el 22 de marzo de 1879, el comandante chileno Juan Williams Rebolledo desembarcó en Tocopilla en el blindado "Blanco Encalada" y procedió a la toma pacífica del puerto para su posterior anexión.

El subprefecto del Litoral, Manuel María Abastos fue el último ciudadano boliviano en Tocopilla tras firmar el acta de sometimiento el 22 de marzo de 1879.

En la subprefectura de Tocopilla, conocida como la cárcel de Bolivia, hoy denominada Casa de Piedra, fue donde se firmó la toma de Tocopilla. La infraestructura donde se firmó el documento, aún está de pie, pero abandonada a su suerte, es una casa hecha de pura piedra que está muy cerca de la costa tocopillana.

Tiene bases tan sólidas que ni el terremoto de 1877, ni el del 2007 afectaron a sus cimientos, que se cree fueron construidos para soportar el movimiento sísmico de la zona.



DOCUMENTO

El comunicado de Rebolledo decía: "La declaratoria de guerra hecha por el Gobierno de Bolivia, con motivo de la reivindicación efectuada por mi Gobierno, del territorio hasta el grado 23, me obliga militarmente a este puerto, y a todo el Litoral boliviano hasta su frontera Norte. Siendo la ocupación transitoria y en la forma que dejo dicha, juzgo prudente que los funcionarios civiles, judiciales y del orden administrativo, continúen en sus puestos, a fin de que los intereses del Gobierno de Bolivia no sufran menoscabo alguno".

Por su parte, Abastos respondió: "He recibido su oficio fecha de hoy. (…) Cábeme decir a Ud., en contestación, que no teniendo más fuerza armada que cuatro policías de sable, no puedo poner resistencia alguna a la determinación consignada en la nota que contesto, apoyada en la fuerza de cuatro vapores, dos de ellos de poder. Y me limito, a este respecto, a protestar enérgicamente del ataque tan violento, arriando el pabellón de la República en el momento de entregar este oficio al comisionado por Ud.".



LA PARADOJA

Una de las causas de la Guerra del Pacífico en 1879, fue que Bolivia pidió que los salitreros, integrados en compañías formadas por chilenos e ingleses situados en el Litoral boliviano, paguen un impuesto de diez centavos por tonelada de salitre explotada, que según ellos, se vulneraba el Tratado suscrito en 1974.

El Gobierno boliviano

calificó la medida como una forma de ayuda para reconstruir las ciudades destruidas du-

rante el terremoto de 1877, sin embargo, se tuvo la negativa de los chilenos, que aprovecharon del mencionado Tratado de

1874 para explotar gratuitamente el guano y salitre de los salares.

Las fuerzas invasoras utilizaron ese pretexto, que presuntamente vulneraba el Tratado de 1974, para que a la fuerza se apoderen de territorio que no les correspondía.

Aquí viene la paradoja, ya que después de anexar Tocopilla a Chile, inmediatamente se pusieron "manos a la obra" para cambiar el Puerto de Tocopilla y lo que es más interesante, que ellos, es decir los chilenos, impusieron un impuesto de 40 centavos por quintal de salitre explotado por los ingleses, por eso decíamos que sólo fue un pretexto para apoderarse de territorio ajeno.



DESACIERTOS

Cabe hacer notar además que desde la fundación de la República de Bolivia, el 6 de Agosto de 1825, los gobiernos que pasaron para gobernar a los bolivianos, siempre tuvieron una visión centralista, olvidándose de cuidar ciertos lugares estratégicos del país, como el Litoral boliviano, que al momento de ser ocupado por los chilenos el 14 de febrero de 1879, el 95 por ciento de la población de Antofagasta era de Chile.

Asimismo, los políticos de ese país se aprovecharon de la ingenuidad y casi ignorancia de los gobernantes bolivianos de la época, quienes dieron demasiadas facilidades a los vecinos, para que no solo nos den la mano, sino quieran el codo y el hombro.

Y porque decimos ignorancia, porque durante el gobierno de Mariano Melgarejo, éste envió una carta a su similar chileno, para pedirle que la policía de su país ocupe el puerto de Antofagasta con la finalidad de brindar seguridad a sus habitantes, porque no confiaba en la Policía Boliviana.



TOCOPILLA

A la fecha, Tocopilla es una ciudad portuaria que se encuentra en la Segunda Región de Chile, si bien tiene en su poder a dos termoeléctricas, que son importantes para el abastecimiento de energía para Chile, sufren el olvido y abandono de sus autoridades, como manifestaron hace pocos días, sus habitantes a LA PATRIA.

El deseo de ellos, es que se aplique el Tratado de 1904 y se den todas las facilidades de desembarco y establecimiento de un puerto boliviano, para que se tenga una posibilidad de mejorar su economía.

Departamento del Litoral se funda para establecer presencia en el Pacífico

El presidente Andrés Santa Cruz Calahumana decretó la fundación del departamento del Litoral en 1837, como una acción política que tenía como objetivo, establecer soberanía en el territorio costero y posesionarse como Estado Boliviano, de aquellas ubérrimas tierras todavía despobladas, tras finalizar algunos momentos cruciales que enfrentó la Patria para hacer frente a la ambición de sus vecinos que buscaban destruir Bolivia.

El departamento del Litoral nació con dos provincias: La Mar, con su capital Cobija y Atacama con su capital San Pedro de Atacama y, recién en 1868 es fundada la ciudad de Antofagasta, por decisión del presidente, general Mariano Melgarejo. Este conglomerado urbano se convierte en capital de la Provincia de Mejillones. Desde antes de su fundación, Antofagasta era un puerto de desembarque, lugar de refugio y descanso sobre la costa boliviana para los exploradores.

El 10 de agosto de 1866, los gobiernos de Bolivia y Chile firman un Tratado de límites entre los dos países y, junto a un acta adicional, el 25 de agosto se establece como límite entre los dos países, el paralelo 24 de latitud sur. No obstante la división territorial estipulada, ambos gobiernos se comprometen dolosamente a repartir por la mitad los productos provenientes de la explotación de los depósitos de guano descubiertos en Mejillones y de los demás depósitos del mismo abono por descubrir en el territorio comprendido entre los grados 23 y 25 de latitud meridional. Ambos instrumentos, comprometen paralelamente, los derechos de exportación percibidos sobre los minerales extraídos en el mismo territorio

El 18 de septiembre de 1866, José Santos Ossa y Francisco Puelma lograron la adjudicación legal de la concesión de terrenos salitrales, tras una solicitud enviada al Gobierno boliviano. Una expedición liderada por José Santos Ossa y Alfredo Ossa y el cateador Juan Zuleta descubrieron ricos depósitos de salitre (nitrato) en el sector de Salar del Carmen, al oriente de la actual Antofagasta y conforma una Sociedad Exploradora del Desierto de Atacama.

El 19 de marzo de 1868 se constituyó la Compañía Melbourne Clark, tras la integración de intereses chilenos e ingleses. Posteriormente, la compañía logró el 5 de septiembre de 1868, una ampliación de la concesión otorgada por el Gobierno boliviano, esta vez por 15 años y comienza a poblarse la región, fundándose La Chimba, antiguo nombre del puerto de Antofagasta, en noviembre de 1866.

El terremoto de Iquique y Cobija del 13 de agosto de 1868, fue determinante para el reconocimiento legal de La Chimba, como un poblado minero y el 27 de agosto de 1868, el presidente de Bolivia, Mariano Melgarejo, encarga al prefecto del Departamento del Litoral, la fundación oficial de la ciudad con el nombre de La Chimba, según consta en el acta de fundación. Posteriormente, la ciudad fue renombrada como Antofagasta. El primer plano oficial de la población y puerto de Antofagasta fue diseñado por José Santos Prada, el 14 de septiembre de 1869. En este documento, se delimita el terreno de la Compañía Melbourne Clark, además de 17 manzanas y una plaza principal. El 8 de mayo de 1871, Antofagasta fue designada Puerto Mayor de Bolivia, abierto al comercio de todo el mundo.

El 25 de enero de 1872, tras una sesión dirigida por el Subprefecto del Departamento de Mejillones Manuel Buitrago, se fundó la Municipalidad de Antofagasta conforme a la ley boliviana de municipalidades. Se conforma el Cuerpo de Agentes Municipales y es renombrada como Junta Municipal de Antofagasta, integrada por nueve miembros.

El 27 de noviembre de 1873, la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta firmó un acuerdo leonino y doloso con el gobierno, que le autorizaba la explotación del mineral libre de impuestos por 15 años, desde la bahía de Antofagasta hasta Salinas, incluyendo el Salar del Carmen.

En 1875, la Municipalidad de Antofagasta practicó un censo de población. Como resultado, se contabilizan 5.384 habitantes, de los cuales 4.530 eran chilenos y 419 eran bolivianos.

Con la reforma constitucional boliviana de 1878, promulgada bajo el gobierno del presidente Hilarión Daza, y aplicada sobre la Constitución Política del Estado de 1831, se volvió a la bicameralidad, figurando Franklin Alvarado como diputado por Mejillones y Antofagasta en la Asamblea Constituyente que la aprobó.

Los historiadores bolivianos siguiendo la consigna chilena han difundido que la población boliviana en su Litoral era muy escasa y que solamente alcanzaba un 5%, lo que es completamente falso. Si bien fue minoritaria en Antofagasta, no lo era en el resto del departamento del Litoral, donde había una población originaria y proveniente del interior de Bolivia, además de extranjeros.

Está demostrado que en Antofagasta los inmigrantes chilenos formaron la logia secreta “Patria”, desde la cual promovieron el separatismo o la integración de ese territorio a la soberanía chilena, pretextando que se constituyó para luchar contra la opresión y abusos de las autoridades locales bolivianas. Solo este hecho evidencia que los bolivianos eran más numerosos de lo que se ha difundido, porque en un medio con población local reducida no habrían tenido necesidad de conformar organizaciones secretas; pues se entiende que siendo mayoría aplastante no tenían necesidad de éstas.

Policía rindió homenaje a Genoveva Ríos

Recordando los 134 años de la pérdida de la salida soberana al mar para Bolivia, el Comando Departamental de la Policía, ayer rindió homenaje a la memoria de aquella niña de 14 años, Genoveva Ríos, quien resguardó la tricolor boliviana de manos chilenas durante la guerra del Pacífico de 1879.

El acto de homenaje se realizó frente al edificio de la Policía.

El comandante departamental de la Policía, coronel Carlos Quiroga, manifestó que los uniformados tienen que homena-

jear a esta niña de 14 años que hace 134 años, escondió la tricolor entre su ropa.

"Fue un acto valeroso que hizo esta niña, que con tan sólo 14 años de edad no permitió que su bandera sea pisoteada por gente que había ingresado a Bolivia a tomar posesión de esas tierras", dijo.

Explicó que Genoveva Ríos, fue hija del comisario don Clemente Ríos, policía y por ese motivo los policías ayer han rendido homenaje al valor de esta niña que salvó la tricolor boliviana.

"Genoveva Ríos salvó la bandera que se hallaba izada en la Intendencia de la Policía, escondiéndola dentro de la ropa que vestía, burlando así que cayera en manos de la rotería enfurecida", aseveró.

Esta niña está en la historia de Bolivia, pues sin miedo a nadie, entre la confusión y la balacera corrió hacia el edificio de la Intendencia donde aún flameaba la enseña tricolor, para sacarla y guardarla.

Asimismo sostuvo que como bolivianos existe el compromiso inalterable de recuperar el mar que nos pertenece por derecho.

"Nosotros somos los dueños de este mar que nos pertenece por derecho, esperemos que con las tratativas y las negociaciones podamos recuperarlo", señaló.

“La pérdida del Litoral Boliviano es la herida más profunda que hemos tenido en nuestra historia”


Después de más de 130 años del infausto momento, tras la Guerra del Pacífico, el país quedó obligado a ceder a perpetuidad los derechos del Litoral boliviano. Lo que a la postre se ha convertido en la herida más profunda de nuestra historia, sostuvo el excanciller boliviano, Armando Loaiza.
Es oportuno resaltar este episodio, dijo, porque nos trae a la memoria la valerosa acción de un grupo de civiles, que al mando de don Eduardo Abaroa que sin contar con más que unos cuantos fusiles, hicieron frente al ejército invasor que venía preparado para la batalla decisiva. “No soy pesimista, pero considero que esta es la herida más profunda que hemos tenido en nuestra historia y que sigue sangrando”, sostuvo el excanciller.
Loayza resaltó que el pueblo boliviano, mandatarios, personalidades y excancilleres nunca cesaron en su intención de buscar un arreglo, con la República de Chile, que supusiera una reintegración marítima para que Bolivia reasuma alguna forma de soberanía, sobre las costas del Pacífico.
“Hubo mucha gente de gran patriotismo, desprendimiento y coraje entre nuestros mandatarios y hombres públicos, que han buscado un arreglo con Chile y la verdad que hemos estado, en muchas ocasiones, muy cerca de lograrlo”, dijo.
Uno de esos momentos se presentó en 1895, cuando Bolivia y Chile llegan a un acuerdo, 15 años después de la Guerra del Pacífico, en la cual se acepta una cesión a favor de Bolivia en los departamentos de Tacna y Arica, en ese entonces en manos chilenas. Éste fue muy significativo, considerando que se trataba de una costa de 84 kilómetros, pero desafortunadamente el Congreso Boliviano, no estuvo a la altura de las circunstancias y, prácticamente, no pudo alcanzar un pleno acuerdo. El Legislativo, por diversas actitudes, entrabó el tratado.
Otros intentos de acuerdo se presentaron entre 1921 y 1950, este último logró expectativa, por las “Notas Diplomáticas de 1950”, mediante las cuales, Chile reconoce que existe un conflicto pendiente y que se debe solucionar”.
En1975, con la “Negociación de Charaña” y luego en 1987, con la propuesta del “Enfoque Fresco”, nuevamente, se plantea la cesión una franja de territorio en la frontera con Perú y tres enclaves más al sur. “Estuvimos cerca de un acuerdo en todas esas oportunidades, muchos hombres públicos y mandatarios, actuaron con patriotismo y decisión en ese proceso”, dijo.
La propuesta del “Enfoque Fresco” fue el último intento de negociación en el último gobierno de Víctor Paz Estensoro, desde entonces si bien no se ha vuelto a negociar un acuerdo con Chile, no es menos cierto, que no se ha seguido en ese objetivo, permanentemente. Se ha estado conversando en los últimos 25 años, con las autoridades chilenas, para buscar el terreno apropiado que nos conduzca a un acuerdo.
En opinión del excanciller Loaiza, desde el 2002 la negociación de una Agenda Bilateral Boliviano-Chileno ha sido importante y ambas partes actuaron de buena fe, al punto de coincidir en un listado de los temas más importantes del proceso de negociación Boliviano-Chileno. “Si en este momento uno mira serenamente la agenda bilateral, la encontrará con mayores contenidos políticos, económicos, fronterizos, comerciales e incluso de cooperación en la esfera policial y militar”.
La Agenda Boliviano-Chilena, sostuvo, fue trabajada en base a una negociación de varios años antes de compactar en la Agenda de los 13 puntos, “no se llegó a una confianza recíproca, pero se dieron pasos importantes en la negociación, incluso en temas económicos, comerciales y de los recursos hídricos, que comprende la disposición de las aguas del Silala y del Lauca”.
Sin embargo, el 23 de marzo de 2011, por motivos que no han sido suficientemente esclarecidos por parte del Gobierno, se produjo un cambio, un golpe de timón, por parte del presidente Evo Morales que había iniciado años atrás una negociación muy importante con el gobierno de Ricardo Lagos y posteriormente con la expresidenta Michelle Bachelet, cuando alegó que el proceso de diálogo con Chile era “perder el tiempo” y que habría que buscar otros caminos, para lograr nuestro anhelo marítimo, pero no se presentaron argumentos suficientemente consistentes, para desechar simple y llanamente la gestión diplomática de la Agenda de los 13 puntos.

Lo que fue el puerto “Potosí” o puerto “Cobija”

Atacama hacia el Pacífico, habiendo sido parte del extenso territorio de la llamada “Intendencia de Potosí” durante el periodo de la colonia, allí estaba uno de los más importantes puertos o desembarcaderos que tomó el nombre de “POTOSI”, cuando ese lugar de la costa del Pacífico, fue bautizado y era conocido con el denominativo de “Puerto de Santa María Magdalena de Cobija”, cuya abra y ciudadela fue establecida el año de 1589 por un pequeño grupo de españoles que tuvieron la feliz iniciativa de ese hecho, a la cabeza del conquistador Dn. Francisco Oñez.
Como quiera que el puerto de referencia tenia una vinculación directa con la Villa Imperial de Potosí por encontrarse en la parte occidental y estar dentro de la jurisdicción territorial de esta Provincia, fue el año de 1786 cuando tomó el nombre de costa del Mar del Sur a distancia de 177 leguas de la Villa Imperial de Carlos V.
Este puerto muy utilizado en la colonia por su estrategia en los 22 grados de latitud, era en principio una ensenada abierta por todas partes a excepción del lado oriental; su anclaje era bastante bueno, aún de que las aguas del mar se levantaban en oladas violentas, al producirse vientos muy fuertes, sin dejar salir embarcación alguna, tal como ocurre en la actualidad.
El mejor lugar para el anclaje, estaba en el sector Oeste de la Capilla, lugar donde venerábase a la imagen religiosa de la Virgen María Magdalena, entronizada el año 1601 por el fraile franciscano José de Fuente.
Toda la costa llena de rocas, favorecían al desembarco de buques, así como el poner los navíos a cubierto de la mar gruesa cuando los vientos soplaban del Sur que son los más generales en toda la costa.
Por escritos e información del viajero francés M. Fresier que examinó prolijamente al puerto y sus contornos, haciendo viajes por todo el Atacama y los Lípez de Potosí; este autor afirmaba en sentido de que el “Puerto Santa María Magdalena de Cobija” es una pequeña Bahía de un tercio de legua de hondura, donde se meten los navíos a 18 ó 15 brazadas de agua, de fondo arenisco y de poco resguardo contra los vientos del Sur que son los más ordinarios por allí.
Este puerto, hasta antes de ser poblado y otorgársele toda la importancia como tal, contaba con apenas una treintena de cabañas hechas de cueros de lobos marinos, pertenecientes a los indios del lugar, cuando éstos armaban diariamente sus cabañas sobre costillas de ballenas, no existiendo otras casas formales que fueran de los indios, excepto aquellas casas de madera pertenecientes al Corregidor, al Cura y, a 6 españoles que compartían de dos galpones que servían de bodegas.
El puerto y su comarca, teniendo suelo árido, con exceso de calor y la no caída de lluvia alguna, apenas contaba con un par de palmeras y dos pares de higueras, sin existir otras yerbas, cuando esos árboles y demás pastos, gracias a la mano del hombre, fueron multiplicándose en el curso del tiempo, sirviendo de alimento a las mulas y llamas que llegaban allí con cargamentos de plata potosina.
Esa pequeña Bahía, generalmente era concurrida por algunos pescadores indios que vivían de solo pescado, hasta que los españoles les enseñaron a comer y hacer buena pesca.
A partir del año 1740 fue frecuentado por navíos franceses e ingleses, cuando los escasos pobladores españoles, no le dieron mayor atención al puerto, sino a partir de 1780, viendo la necesidad de convertir al mismo, en uno de los más importantes de la costa del Pacífico. Esto se logró con el fenómeno del comercio de ultramar hacia la Villa Imperial de Potosí y de ésta con la exportación de su riqueza argentífera.


DESARROLLO PAULATINO DEL PUERTO DE COBIJA
Un hecho totalmente observado es que el puerto de Cobija, generalmente fue utilizado por navíos franceses que desembarcaban mercaderías de contrabando con destino a Potosí, así como el distraer la plata potosina con rumbo distinto al de su origen.
En atención a ese hecho, algunos navíos de España, tomaban anclaje en el puerto de referencia, con el mismo objetivo que los franceses y en veces, huyendo de los Oficiales Reales de Arica, porque los Corregidores fácilmente se convenían a cualquier discimulo cuando el partido fuese lucrativo.
Y fue a partir del año 1782 cuando el puerto marítimo de Santa María Magdalena de Cobija, tuvo mayor importancia con actividad comercial floreciente y asentamiento humano de cierta consideración, al haberse creado la “Intendencia de Potosí” dependiendo del Virreynato de Buenos Aires por Real Ordenanza de fecha 28 de enero de 1782.
Fue entonces cuando las regiones de Porco, Chayanta, Charcas, Atacama, Lípez, Chichas y Tarija, conformando todas ellas la amplia geografía potosina, estuvieron sometidas a la autoridad de la Intendencia territorial asentada en la Villa Imperial de Carlos V.
Ello quiere decir que la Intendencia de Potosí, comprendía desde la Provincia de Tarija hasta la de Atacama, limitando con Chile a través del río Salado junto al Paposo, a los 25o 31’ y 36´´ latitud Sur. Por esta situación, las caletas “Chimba” (actual puerto de Antofagasta), Michilla y Gualaguala, aún más el puerto de Cobija, tuvieron mayor dinamicidad o labores en orden marítimo, puesto que a estos desembarcaderos llegaban mayor número de naves españolas, así como el transportar la plata potosina hacia Europa, para cuyo propósito, el puerto de Cobija fue mayormente utilizado en este orden, razón por la cual tomó el nombre de: Puerto Marítimo “Potosí”, reconocido con dicha designación por el Rey Carlos III de España y los Virreynatos de Buenos Aires y de Lima, ordenándose para que en los planos y otros documentos de aquellas jurisdicciones territoriales, figure el nombre de “Potosí” en reemplazo de Cobija. Tal es así que en el mapa general de Potosí del año 1787, se puso en “Limpio” el mandato del Rey, cuando el Fiel Intendente de la Real Casa de la Moneda, Dn. Hilario Malavez, puso en orden aquella carta geográfica, cambiando el nombre de cobija por el de “Potosí”.
Así mismo, en esta ciudad Imperial, habíase construido un arco de piedra y ladrillo en el lugar señalado como punto de salida o ingreso de o hacia la Villa Imperial, cuando el mencionado arco tomó el nombre de: “Santa María Magdalena de Cobija”, por el hecho mismo de que ese arco daba paso al transporte de la plata potosina por el camino que dirigíase al puerto de cobija o puerto “Potosí”.


NACIMIENTO DE LA REPUBLICA BOLIVIANA CON EL PUERTO “POTOSI”
Constituida la República de Bolivia, el Libertador venezolano Simón Bolívar Palacios, después de recibir los informes del viaje efectuado por el General O’ Connor hacia la costa del Pacífico, dictó el Decreto de fecha 28 de diciembre de 1825, por el cual habilitaba el puerto marítimo “Potosí”, antiguamente llamado “Cobija”, como puerto mayor del Litoral boliviano, otorgándole el nombre de Puerto “La Mar”, en homenaje al Mariscal de este nombre, uno de los vencedores de la Batalla de Ayacucho.
Por su parte, el Mariscal Antonio José de Sucre, en ejercicio constitucional del mando de la nación, expidió en Chuquisaca el 10 de septiembre de 1827, otro Decreto para poblar el puerto marítimo que había disminuido en su población y había necesidad de otorgar algunos incentivos a ciudadanos que tuvieran a bien el asentarse en dicho puerto.
Posteriormente, el Mariscal Andrés de Santa Cruz, durante su gobierno, dio el mayor impulso al desarrollo de este Puerto, cuando por Decreto Supremo de fecha 1ro. de julio de 1829, estableció en Cobija un primer Gobierno propio y legítimo, independiente del Departamento de Potosí. De esta manera y por vez primera, la suprema autoridad de la Villa Imperial de Carlos V, dejaba de tener tuición sobre el puerto “Potosí” o “Cobija”, cuando éste, casi en forma simultánea, fue declarado puerto franco con un arancel de aduanas.


*Socio de Número de la Sociedad
Geográfica y de Historia Potosí

¿Ocultó Daza la noticia de la invasión chilena?

El 14 de febrero de 1879, tropas chilenas invadieron el antiguo litoral boliviano ocupando por la fuerza de las armas al indefenso puerto de Antofagasta. La noticia de esta invasión le llegó al controvertido Presidente boliviano, Gral. Hilarión Daza, en los días del carnaval, circunstancia que ha dado lugar a una prolongada polémica en nuestra historiografía entre los que sostienen que Daza ocultó entonces dicha noticia al país para no interrumpir los festejos carnavaleros, y los que alegan que no la ocultó, pues ésta le llegó tarde y (casualmente) al final del carnaval.

El primer autor nacional que tocó el tema en 1880, fue el Crnl. Eliodoro Camacho en su Manifiesto, en el que basándose en una fuente que citaremos después afirmó que Daza “aturdido en el bullicio del carnaval, ocultaba el parte (de la invasión chilena) y solemnizaba la ocupación de nuestro Litoral". Luego, en ese mismo año, el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, en su Historia de la Campaña de Tarapacá, basándose en informaciones de la prensa y de los diplomáticos chilenos que estuvieron en La Paz relató que:

"La noticia de la ocupación por las armas de Chile de la plaza de Antofagasta, que tuvo lugar el 14 de febrero de 1879, no llegó a La Paz con la tardanza de la larga travesía del desierto y al lento paso de la acémila, sino en alas del vapor y del alambre eléctrico.

“Llevada, en efecto, la nueva a Iquique (entonces Perú) por el paquete (o Vapor Amazonas) que tocó en Antofagasta el domingo 16 de febrero, era comunicada (por telégrafo) a Tacna (Perú) el 17 (sic, 18) al cónsul boliviano de esa ciudad, don Manuel Granier, y de allí, por chasques y a revienta cinchas (o en mula en 3 días) a La Paz (los paréntesis son nuestros).

“Tuvo conocimiento, en consecuencia, el presidente Daza de lo que pasaba el jueves 20 de febrero, día que en aquella ciudad y en todo Bolivia se llama el ‘jueves de los compadres’, porque es el comienzo del retozón y en ocasiones desaforado carnaval”.

Luego, el chileno agregó que Daza festejó ese jueves con sus compadres: la mayoría de los cabos y sargentos del Batallón Colorados. Y los días siguientes continuó celebrando el carnaval, pero guardó “la lúgubre misiva en un cajón de su despacho”, ocultando así la noticia al pueblo por “una semana” (sic, 6 días) hasta el miércoles de ceniza, 26 de febrero, cuando lanzó su proclama contra la ocupación chilena (TI: 205-225)

En 1881, el historiador cruceño Gabriel René Moreno, en sus Bases chilenas, relató sarcásticamente que Daza guardó “en los bolsillos de su disfraz la noticia por tres días, (y) reservó su sorpresa para después de los carnavales". Algunas de estas versiones iniciales de este incidente, incluida la del argentino Dámaso Uriburu, fueron repetidas a su manera por todos los historiadores nacionales que tocaron el tema hasta 1968 (como E. Viscarra, A. Arguedas, E. Finot, H. Vázquez Machicado y otros)

En 1968, Gastón Velasco, dirigente de Acción Marítima de La Paz, con mucho patriotismo pero sin mayores conocimientos de historia, aseveró en un artículo que Daza no ocultó la noticia de la invasión chilena como escribieron erradamente algunos historiadores, y que este error provenía de “la intriga que sembró el autor chileno Benjamín Vicuña Mackenna” con el objetivo de desacreditar a Daza, para lo cual el chileno publicó “a fines de abril de 1879, en la prensa de Santiago” ciertos párrafos que transcribió Velasco.

Pero esto es erróneo, pues en abril de ese año y hasta junio, el gobierno chileno estuvo en tratativas con Daza para que rompiese su alianza con el Perú y se adhiriese a Chile, por lo que entonces no les convenía a los chilenos desacreditarlo. Además, Velasco no citó el periódico ni el artículo escrito por el historiador chileno, por lo que más parece que solo copió dos de los tres párrafos que transcribimos antes del libro del mismo chileno, pero omitiendo el segundo, en el que se indica que la noticia llegó de Tacna a La Paz en mula.

Empero, esta noticia no llegó tan rápido como supuso erradamente el chileno, porque según la prensa de la época, cuando el vicecónsul boliviano en Iquique la telegrafió a nuestro cónsul en Tacna, Manuel Granier, éste en vez de enviarla a La Paz y ganar tiempo como imaginó el chileno, se trasladó a Arica para encontrase con los bolivianos que venían de Antofagasta en el Vapor Amazonas y que arribaron el 19 de febrero dándole mayor información de la invasión. Recién entonces la envió de Tacna a La Paz por vía expresa (sin que se indique cuando llegó). Además, el mismo Granier envió otro oficio el 20 de febrero por correo ordinario que llegaría y se divulgó en La Paz al final del carnaval, “a la media noche” del martes 25 de febrero, y se publicó con su nota del 19 en “El Comercio” el viernes 28 de febrero.

Por su parte, Velasco con esa omisión voluntaria o involuntaria dio a entender que el chileno habría dicho que la noticia llegó a Daza por telégrafo de Tacna a La Paz, para luego alegar que se equivocó porque en Bolivia no había telégrafo, como en Chile y Perú. Después, Velasco narró como la noticia llegó a Tacna el 19 de febrero, según lo publicado en la prensa. Y luego relató con lujo de detalles, pero sin respaldo documental, que el cónsul Granier envió la noticia de Tacna a La Paz con el “estafeta (indígena) Gregorio Collque, más conocido como el ‘Goyo”, que hizo de “chasqui” incaico y que realizó la hazaña de recorrer (a pie) “76 leguas en seis días”, llegando el martes 25 de febrero a medianoche a La Paz, donde buscó a Daza en varias fiestas hasta entregarle la nefasta noticia. Luego Daza con sus ministros tomaron las medidas del caso. Esta versión de Velasco fue repetida sin mayor análisis por Enrique Vidaurre (1975: 117) y Edgar Oblitas (1978: 140).

Después, el historiador orureño Juan Siles Guevara, conocido por refutar la obra anti-boliviana del chileno Jaime Eyzaguirre, en su discurso de ingreso a la Academia Boliviana de la Historia titulado “Última misión diplomática chilena y el comienzo de la Guerra del Pacifico” publicado en Presencia (04 y 11/03/1979), refutó la versión del chasqui Goyo de Velasco calificándola de “novela”, en base a documentos del Archivo de nuestra Cancillería. Según éstos, por entonces entre Tacna y La Paz había un servicio de correos o mensajeros “extraordinarios” (peruanos) llamados “propios” que hacían este recorrido en mula “en 65 o 66 horas, o sea, poco más de dos días y medio”. Y, que la noticia detallada de la invasión que envió el cónsul Granier el 19 de febrero fue llevada por el propio “Pedro Ramos” (y no por el Goyo), que “sale de Tacna a las 10 de la noche y llega a La Paz el 22 (sábado de carnaval) a las 2 de la tarde”.

Además, Siles Guevara reveló que Daza y su Canciller Eulogio Doria Medina, supieron varios días antes del carnaval de la orden dada por el gobierno chileno a sus fuerzas en Caldera para ocupar Antofagasta, mediante tres telegramas enviados por el cónsul boliviano en

Valparaíso (Chile) a su colega en Tacna Manuel Granier, quien los mandó a La Paz con el propio Juan Cáceres que llegó el 15 de febrero. Luego, el mismo Granier se enteró del contenido del telegrama del Gobierno de Chile a su representante en La Paz confirmando esa orden y la resolución chilena de ocupar Antofagasta, información que envió a La Paz con el propio Manuel Alai que llegó el 17 de febrero.

En consecuencia, Daza y sus tres ministros supieron de la orden chilena de ocupar Antofagasta antes del carnaval y de los detalles de la invasión el sábado 22 de carnestolendas, y ocultaron estas noticias al pueblo (por 10, 8 y 3 días hasta el martes 25), para no interrumpir esta tradicional fiesta. Y, al parecer, también para permitir la boda tranquila de la boliviana A. Bustamante con el secretario de la legación chilena F. Valdés apadrinado por su embajador, y su salida del país (Gutiérrez A: 1969: 154). Pero sobre todo, según el mismo Siles, porque estaban a la espera de la respuesta del gobierno peruano a las gestiones del Ministro Serapio Reyes Ortiz que viajó a Lima mucho antes, el 9 de febrero, para pedir el cumplimiento del tratado de alianza defensiva contra Chile, pues entonces ya se consideraba posible una agresión chilena.

Empero, por cierta indiscreción algunos personajes en La Paz se enteraron del ocultamiento de la noticia, como J. Rosendo Gutiérrez, quien según Siles, escribió en su diario intimo e inédito: “Febrero 23 (sic, 24) Ayer se fue (el embajador chileno) D. Pedro Nolasco Videla.

Anteayer llegó la noticia oficial de la toma de Antofagasta, que no ha sido publicada, porque Daza quiere bailar. Febrero 25. Martes de carnaval. Llega el correo. No pueden ocultar la noticia” Luego Gutiérrez pasaría esta información veraz o algo exagerada a Eliodoro Camacho, que la publicó como indicamos antes.

Esta versión de Siles Guevara fue corroborada a su modo por Roberto Querejazu (1979 y 1995) y Valentín Abecia B. (1979 y 1986).

Empero, por otro lado, Luís Antezana Ergueta, en su folleto: “Daza no ocultó la noticia de la invasión chilena” (1982), objetó la versión de Siles y repitió como veraz el relato del chasqui Goyo de Velasco, pero tildando alegremente de “agentes de la mentira” a los autores que no opinaban como él; de “chileno” a Siles; de “pro chilena” a la Academia Boliviana de la Historia; y de “fuente misteriosa” a los documentos de la Cancillería usados por Siles. Para después presentar de manera anti-histórica como una fuente de mayor valor probatorio al tomo “La Corte del General Daza” de una novela seriada sobre la Guerra del Pacífico del chileno Ramón Pacheco, cuyo texto además copió mal para confirmar el cuento falso del chasqui Goyo que llegó a La Paz el martes de carnaval.

Empero, lo cierto es que esta pésima novela denigratoria de Bolivia y Perú, más bien se basa en la versión del chileno Vicuña Mackenna. Pero además, para resaltar el atraso de Bolivia sin telégrafo, se inventa al chasqui cholo Goyo (no al indígena Gregorio Collque) que lleva a pie la noticia simple de la invasión chilena de Tacna a La Paz por encargo del cónsul Granier, quien envía la noticia detallada 20 horas después con el héroe de la novela, el espía chileno “Jenaro Buzeta” que trata de llegar antes que el Goyo para ganar la confianza de Daza.

Buzeta va en mula y alcanza al Goyo, luego lo embriaga y por unos pesos se hace dar el mensaje que llevaba, y sigue su camino llegando el jueves de compadres a La Paz, donde entrega la noticia a Daza que la oculta hasta el miércoles de ceniza; lo que es falso, pues ya vimos que la noticia detallada de Granier fue llevada por el “propio” Pedro Ramos que llegó el sábado de carnaval. No obstante, la versión ficticia del Goyo de Velasco corroborada por Antezana es repetida por otros autores, que esperamos adviertan el error y lo rectifiquen.



(*) El autor es Investigador de Historia

Plantean nueva bandera y escudo para Cochabamba

La tradicional bandera celeste que hasta ahora ha identificado a Cochabamba podría ser sustituida por una nueva de cuatro colores: roja, blanca, amarilla y verde, según la propuesta insertada en el primer borrador del Estatuto Autonómico Departamental, que actualmente está en análisis en las comisiones de la Asamblea Legislativa Departamental.

De acuerdo con el Artículo 8 de este borrador, “Cochabamba como departamento autonómico tiene como símbolos departamentales el escudo, la bandera, el himno, las Heroínas de La Coronilla y la Fiesta de la Virgen de Urkupiña”.

La propuesta es el resultado de encuentros territoriales, sectoriales y de la sistematización de los aportes recopilados a través de los libros notariados —que, además de circular por Cercado, se enviaron a las provincias— y de sugerencias recibidas a través de las redes sociales.

Según el informe final de la Asamblea Departamental, el 26 por ciento de las propuestas que se plasmaron en el primer borrador fueron recogidas en encuentros sectoriales, el 25 por ciento en los libros y un 3 por ciento mediante las redes sociales.

La idea de cambiar los símbolos fue planteada por varios sectores. Pero, quien desarrolló una propuesta completa fue la Federación de Profesionales de Cochabamba, que propuso una bandera de dos colores: roja y blanca, con base en antecedentes históricos. Sin embargo, los aportes para reemplazar la bandera celeste por una de cuatro colores son escasos.

Para Henry Paredes, asambleísta de oposición, la propuesta implica “una intencionalidad de hacernos creer que habrá una refundación del departamento, dejando de lado la historia”.

Según el asambleísta del oficialismo Marco Carrillo “el cambio de símbolos, en el caso de la bandera, requiere de una discusión no sólo entre los asambleístas, sino de un debate con historiadores, investigadores y los que tienen memoria ancestral”.

El primer borrador del Estatuto Autonómico plantea sustituir la bandera celeste por una de cuatro colores: blanco por la paz, rojo por las luchas, amarillo por la riqueza y verde por la biodiversidad.

El documento también propone cambiar el actual escudo por uno que represente a los pisos ecológicos: la hoja de coca, el petróleo, el trigo, la papa, el maíz, el aguayo, la oveja, la cruz andina y otros elementos.

Según el historiador Gustavo Rodríguez “el pasado no se impone por sí mismo; es construido o reconstruido desde determinadas coordenadas sociales, por tanto, en la medida en que se cambien esas coordenadas cambia la lectura del pasado, el uso de éste y sus símbolos”.

A su juicio, el planteamiento de cambiar los símbolos “no debería perturbarnos. No hay un origen inmanente del pasado. Se lee desde el presente y éste cambia: lo que antes tenía valor, ahora no lo tiene”.

Para la historiadora Ítala de Mamán no existen antecedentes sobre una bandera de cuatro colores. “La bandera roja sí fue enarbolada en varias situaciones libertarias, incluso, hay un libro de Alejandro Ovando Sáenz. Pero, en ninguna lucha social se enarbolaron esos cuatro colores”.

El primer borrador aún se halla en discusión en la Asamblea Departamental.

EN BASE A LOS HITOS

Distintas propuestas de símbolos

Según la propuesta de la Federación del Colegio de Profesionales, “en esta fase de nuestra historia, en la que los mecanismos de la globalización y las propagandas tienden a diluir la identidad, es muy importante recuperar nuestros valores culturales que se traducen en los símbolos que identifican determinados momentos históricos”.

Para esta organización, los “símbolos regionales identificados en el escudo, la bandera y el himno expresan nuestras raíces culturales basadas en nuestra historia”.

De acuerdo con esta propuesta, existen hitos que deben perdurar en los símbolos: la sublevación de Alejo Calatayud en 1730, la resistencia contra las medidas de la Colonia en 1774, la rebelión indígena de 1781 y la Guerra de la Independencia.

Si bien el primer borrador de Estatuto Autonómico recogió la propuesta para cambiar el escudo y la bandera, otros sectores como la Federación de Empresarios plantearon que se conserve la bandera celeste, por ser un réplica de la utilizada por los patriotas que estaban bajo el mando de Esteban Arze.

NUEVOS Y VIEJOS SÍMBOLOS

CAMBIOS EN LA BANDERA

Justificación histórica

La Federación de Profesionales de Cochabamba sustentó su propuesta para cambiar la bandera celeste del departamento por una de dos colores, roja y blanca, de acuerdo con argumentos históricos, vinculados a las primeras sublevaciones.

De acuerdo a esta propuesta, la bandera roja y blanca se enarboló en momentos cúspides de la lucha por la independencia, como la sublevación de 1730, liderizada por Alejo Calatayud. Aunque es una de las gestas más olvidadas, para los historiadores, marcó el uso de la bandera roja.

Según las crónicas de la época: “Los insurrectos se congregaron en la colina de San Sebastián, donde hicieron flamear banderas coloradas”.

A ello se suma que en 1774, cuando se intentó aplicar la Aduana, la población de sublevó: “Se reunieron en el cerro de San Sebastián, en esta ocasión enarbolaron las banderas coloradas y blancas”.

Existen otras referencias sobre el uso de la bandera roja. En 1718 y 1782, cuando la insurgencia indígena desencadenó una tempestad en Los Andes, en Cochabamba los sublevados, quienes se decían soldados de Túpac Amaru, utilizaron como símbolo las banderas coloradas.


EL ESCUDO ACTUAL Y EL NUEVO

Defienden su antigüedad

El primer borrador del Estatuto Autonómico sugiere sustituir el antiguo escudo de armas, que refleja la unidad de las provincias y la vocación productiva y comercial del departamento, por uno que incluya elementos de todas las regiones.

La propuesta plantea un escudo que represente los diferentes pisos ecológicos, la hoja de coca y el pozo petrolero, el trigo, la papa, el aguayo y otros.

Según la sistematización de las propuestas, el escudo actual no tiene ninguna fecha precisa de origen, pero hay referencias que señalan que se comenzó a usar el 23 de enero de 1826 y otra manifiesta que fue el 17 de octubre de 1898.

De acuerdo con esta postura, el escudo representa un emblema de hace 113 o 185 años, que sintetizaba la riqueza agrícola del valle, su comercio, agricultura, el valor de sus habitantes y la justicia, como pilar fundamental de la sociedad.

Durante los encuentros, se consideró poco oportuno cambiar el escudo, porque “los símbolos adquieren mayor valor sólo por el hecho de su antigüedad y el cambiarlos ahora podría invitar a cambios continuos en el futuro”, según la propuesta de la Federación de Profesionales.

EL HIMNO A COCHABAMBA

Hay coincidencias para conservarlo

Las propuestas recogidas en los encuentros territoriales y sectoriales coincidieron en mantener el actual Himno a Cochabamba, compuesto en letra por don Benjamín Blanco y música por don Teófilo Vargas.

El primer borrador del Estatuto Autonómico manifiesta que en caso de existir “dos o más opciones serán elegidas en referéndum departamental”.

También expresa que el mismo deberá ser traducido a los idiomas oficiales del departamento: el quechua y el castellano. Y que es la Asamblea Legislativa Departamental la que deberá regular las distintas expresiones del marco simbólico de Cochabamba, su orden y su uso.

Las provincias, municipios y los pueblos indígenas originarios campesinos del departamento tienen el derecho de usar sus propios símbolos, reconociendo la supremacía de los símbolos nacionales y departamentales como parte fundamental de su identidad.

El documento también incluye otras propuestas como el definir como idiomas oficiales del departamento el castellano, quechua, aymara, yuki y yuracaré. Y sugiere que es deber del gobierno autonómo departamental promoverlos y difundirlos.

sábado, 23 de marzo de 2013

Bolivianos en Washington y Nueva York recuerdan el Día del Mar

Residentes bolivianos en las ciudades de Washington y Nueva York, en Estados Unidos, recordarán mañana (sábado) con diferentes actividades la pérdida de la cualidad marítima del país, informó el viernes el embajador de Bolivia ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Sacha Llorenti.

“Aquí en Nueva York hemos tenido una buena reunión con la comunidad boliviana, las organizaciones culturales y cívicas, no solamente del Estado de Nueva York sino también de New Jersey”, dijo.

En un contacto con radio Patria Nueva, Llorenti indicó que en esos actos, en los que se realizará una ofrenda floral y se difundirá un video documental participará la comunidad diplomática acreditada en las Naciones Unidas, según ABI.

El Tratado de 1904 no se cumple en el puerto de Antofagasta

El Tratado de Paz y Amistad suscrito el 20 de octubre de 1904, entre Bolivia y Chile tras la Guerra del Pacífico (1879) y vigente a la fecha, no se cumple en el Puerto de Antofagasta, porque se hacen cobros a los importadores bolivianos para el retiro de la mercancía.

Ese aspecto fue denunciado a nuestro medio de comunicación por los importadores y transportistas bolivianos, además que en la página web de la privada Antofagasta Terminal Internacional (ATI), donde llegan los contenedores, está la publicación de los aranceles de pago en dicho puerto.



CARGA

La entidad encargada de recibir y despachar la carga que está manifestada en tránsito a Bolivia es la ASP-B (Administración de Servicios Portuarios de Bolivia), que se encarga de dar el servicio a los importadores.

Su tarea es: Recibir la carga; elaborar documentos de recepción, los que tramite ante el puerto y la aduana chilena. Elaborar documentos de despacho ante el puerto y la aduana de Chile. Embarcar la carga hacia Bolivia en camiones bolivianos sí o sí; contratar maquinaria y cuanto sea necesario para el carguío al camión.

Por este servicio los importadores pagan un monto según la tabla de precios que tiene la ASP-B, el monto se cancela en Bolivia en una cuenta bancaria.



PUERTO

El puerto de Antofagasta está divido en dos puertos, uno estatal y otro privado. El gobierno de Chile lo concesionó a una entidad privada parte del puerto, por lo que existen dos empresas en este momento que son: Antofagasta Terminal Internacional (ATI) que es el puerto privado, donde llegan todos los barcos, aspecto que no es conveniente para los importadores bolivianos, debido a las razones siguientes:

En este puerto se paga almacenaje de carga aunque sea boliviana según su tabla de servicios que está en su página Web, esto implica el incumplimiento al tratado de 1904.

En cambio al puerto de EPA (Empresa Portuaria de Antofagasta), donde se encuentran las oficinas de ASP-B, no llegan las naves (barcos), perjudicando el libre tránsito de la carga nacional, siendo estos perjuicios los siguientes:

Para que la carga boliviana tenga almacenaje cero por un año, se tiene que contratar camiones y maquinaria y traspasar la carga del puerto de ATI al puerto de EPA, hacer los documentos de despacho en ATI y lo documentos de recepción en EPA, para que ingrese al inventario.

Se vuelve a gastar por el carguío, luego de que se planifique a la empresa de transporte. Se paga un monto de ingreso del conductor y el camión al puerto de 7.400 pesos chilenos aproximadamente 15,60 dólares, que solo sirve para una estadía de cuatro horas en puerto. Si se pasa el camión del horario, se paga un monto adicional por hora 2.700 pesos chilenos o su equivalente en dólares de 5.70.

Esos costos encarecen los gastos operativos del importador que influyen en el costo final de las importaciones. Los mismos bolivianos reconocieron que no existe una política de Estado para hacer respetar el Tratado de 1904.



TRATADO

El Tratado de Paz y Amistad fue suscrito el 20 de Octubre de 1904, bajo el siguiente tenor: Su Excelencia el Presidente de la República de Chile a Don Emilio Bello Codesido, Ministro de Relaciones Exteriores, y Su Excelencia el Presidente de la República de Bolivia, a Don Alberto Gutiérrez, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Chile; quienes, después de haber canjeado sus plenos poderes y habiéndolos hallado en buena y debida forma, han convenido en lo siguiente: Artículo I. Restablézcanse las relaciones de Paz y Amistad entre la República de Chile y la República de Bolivia, terminando, en consecuencia, el régimen establecido por el Pacto de Tregua.

En el artículo II, se señala la delimitación de los nuevos puntos fronterizos y se establece que dentro de los seis meses siguientes a la ratificación del Tratado, las altas partes contratantes nombrarían una comisión de ingenieros para que proceda a demarcar en el terreno la línea divisoria cuyos puntos, enumerados en este artículo, se señalan en el plano adjunto, que formaría parte integrante del presente Tratado, y con arreglo al procedimiento y en las épocas que se convengan por un acuerdo especial de ambas cancillerías. Si ocurriere entre los ingenieros demarcadores algún desacuerdo que no pudiere ser allanado por la acción directa de ambos Gobiernos, se someterá la cuestión al fallo de Su Majestad el Emperador de Alemania, conforme a lo previsto en el artículo XII de este Tratado.

Serán reconocidos por las altas partes contratantes los derechos privados de los nacionales o extranjeros que hubieren sido legalmente adquiridos, en los territorios que, en virtud de este Tratado, quedan bajo la soberana de uno u otro país.

Artículo III. Con el fin de estrechar las relaciones políticas y comerciales de ambas Repúblicas, las altas partes contratantes convienen en unir el puerto de Arica con el Alto de La Paz por un ferrocarril cuya construcción contratará a su costa el Gobierno de Chile, dentro del plazo de un año, contado desde la ratificación del presente Tratado. La propiedad de la sección boliviana de este ferrocarril se traspasará a Bolivia a la expiración del plazo de quince años, contado desde el día en que esté totalmente terminado.

Con igual fin, Chile contrae el compromiso de pagar las obligaciones en que pudiera incurrir Bolivia por garantías hasta por 5% sobre los capitales que se inviertan en los siguientes ferrocarriles, cuya construcción podría emprenderse dentro del plazo de treinta años: Uyuni a Potosí; Oruro a La Paz; Oruro, por Cochabamba, a Santa Cruz; de La Paz a la región del Beni; y de Potosí, por Sucre y Lagunillas, a Santa Cruz. Este compromiso no podrá importar para Chile un desembolso mayor de 100 mil libras esterlinas anuales, ni exceder de la cantidad de 1.7 millones de libras esterlinas que se fija como el máximum de lo que Chile destinará a la construcción de la sección boliviana del ferrocarril de Arica al Alto de La Paz y a las garantías expresadas; y quedará nulo y sin ningún valor al vencimiento de los 30 años antes indicados. La construcción de la sección boliviana del ferrocarril de Arica al Alto de La Paz, como la de los demás ferrocarriles que se construyan con la garantía del Gobierno Chileno, será materia de acuerdos especiales de ambos Gobiernos y en ellos se consultarán las facilidades que se darán al intercambio comercial de los dos países. El valor de la referida sección se determinará por el monto de la propuesta que se acepte en el respectivo contrato de construcción.

Artículo IV. El Gobierno de Chile se obliga a entregar al Gobierno de Bolivia la cantidad de 300 mil libras esterlinas en dinero efectivo y en dos parcialidades de 150 mil libras; debiendo entregarse la primera parcialidad seis meses después de canjeadas las ratificaciones de este Tratado; y la segunda, un año después de la primera entrega.

Artículo V. La República de Chile destina a la cancelación definitiva de los créditos reconocidos por Bolivia, por indemnizaciones en favor de las Compañías mineras de Huanchaca, Oruro y Corocoro, y por el saldo del empréstito levantado en Chile en el año 1867, la suma de 4.5 millones de pesos, oro de 18 peniques, pagadera, a opción de su Gobierno, en dinero efectivo o en bonos de su deuda externa estimados al precio que tengan en Londres el día en que se verifique el pago; y la cantidad de dos millones de pesos, oro de 18 peniques, pagadera en la misma forma que la anterior, a la cancelación de los créditos provenientes de las siguientes obligaciones de Bolivia: los bonos emitidos o sea el empréstito levantado para la construcción del ferrocarril entre Mejillones y Caracoles, según contrato de 10 de julio de 1872; la deuda reconocida a favor de Don Pedro López Gama, representado por los Señores Alsop y Compañía, subrogatarios de los derechos de aquél; los créditos reconocidos en favor de Don Juan G. Meiggs, representado por Don Eduardo Squire, provenientes del contrato celebrado en 20 de marzo de 1876, sobre arrendamiento de salitreras en el Toco; y, finalmente, la suma reconocida en favor de Don Juan Garday.

Artículo VI. La República de Chile reconoce en favor de la de Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico. Ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicios para sus respectivos intereses fiscales, el propósito arriba expresado.

Artículo VII. La República de Bolivia tendrá el derecho de constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para hacer su comercio. Por ahora señala por tales puertos habilitados para su comercio, los de Antofagasta y Arica. Las agencias cuidarán de que las mercaderías destinadas en tránsito, se dirijan del muelle a la estación del ferrocarril y se carguen y transporten hasta las aduanas de Bolivia en vagones cerrados y sellados y con guías que indiquen el número de bultos, peso y marca, número y contenido, que serán canjeados con tornaguías.

Artículo VIII. Mientras las altas partes contratantes acuerdan celebrar un tratado especial de comercio, el intercambio comercial entre ambas Repúblicas se regirá por las reglas de la más estricta igualdad aplicadas a las demás naciones y en ningún caso se colocará a los productos de cualquiera de las dos partes en condiciones de inferioridad respecto de las de un tercero.

En consecuencia, tanto los productos naturales y manufacturados de Chile como los de Bolivia quedarán sujetos, en su internación y consumo, en uno y otro País, al pago de los impuestos vigentes para los de las demás naciones y los favores, exenciones y privilegios que cualquiera de las dos Partes otorgare a una tercera podrán ser exigidos en igualdad de condiciones por la otra. Las altas partes contratantes convienen en dar, recíprocamente, en todas las líneas férreas que crucen sus respectivos territorios, a los productos nacionales de uno y otro País, la tarifa que acuerden a la nación más favorecida.

Artículo IX. Los productos naturales y manufacturados de Chile y las mercaderías nacionalizadas, para internarse a Bolivia, serán despachados con la respectiva factura consular y con las guías de que habla la cláusula séptima. Los ganados de toda especie y los productos naturales de poco valor, podrán ser internados sin ninguna formalidad y despachados con la simple manifestación escrita en las aduanas.

Artículo X. Los productos naturales y manufacturados de Bolivia en tránsito para el extranjero serán exportados con guías franqueadas por las aduanas de Bolivia o por los funcionarios encargados de este objeto. Dichas guías serán entregadas a los agentes aduaneros en los respectivos puertos y sin otra formalidad, embarcados estos productos para los mercados extranjeros. Por el puerto de Arica el comercio de importación se verificará con iguales formalidades que en el de Antofagasta, debiendo franquearse en este puerto las guías de tránsito con las mismas especificaciones que las indicadas en los artículos anteriores.

Artículo XI. No pudiendo Bolivia poner en práctica este sistema inmediatamente, continuará observándose, por el término de un año, el que se halla establecido actualmente en Antofagasta, que se hará extensivo al puerto de Arica, fijándose un plazo prudente para que se ponga en vigencia el arancel de aforos boliviano, hasta que sea posible regularizar el comercio de tránsito en la forma antedicha.

Artículo XII. Todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la inteligencia o ejecución del presente Tratado, serán sometidas al arbitraje de Su Majestad el Emperador de Alemania.

Las ratificaciones de este Tratado serán canjeadas dentro del plazo de seis meses y el canje tendrá lugar en la ciudad de La Paz. En fe de lo cual, el señor

Ministro de Relaciones Exteriores de Chile y el señor Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Bolivia firmaron y sellaron con sus respectivos sellos, y por duplicado, el presente Tratado de Paz y Amistad en la ciudad de

Santiago, a los veinte días del mes de octubre del año mil novecientos cuatro.

(Firmado: EMILIO

BELLO C.) (L. S.)

(Firmado: A. GUTIERREZ.) (L. S.)

Tocopilla, ciudad portuaria que merece mejor suerte

El puerto de Tocopilla, está comprendido en la Segunda Región de Chile, cuya capital es Antofagasta. Está situada a 1.600 kilómetros aproximadamente al Norte de Santiago de Chile.

Su nombre tiene origen indígena aymara, cuyo significado es "rincón del diablo", es una ciudad en un borde costero habitada por 50 mil habitantes aproximadamente.

Esa urbe fue fundada por el arquitecto francés Domingo Latrille el 29 de septiembre de 1843, por designación del prefecto de Cobija, José Iriondo, quien pidió que practicaran junto al comisionado, Mariano Benavides las medidas de mensura del terreno de la zona costera que llegaría a ser la ciudad de Tocopilla.

Según el libro: "Reivindicación del Patrimonio de Tocopilla" de Damir Galaz Mandakovic Fernández: "Hasta fines del Siglo XIX, la actual región no era de Chile. Esta provincia de Bolivia pasó a poder de Chile después de la Guerra del Pacífico (1879-1883) que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia.

Tocopilla fue anexada a Chile el 22 de marzo de 1879, cuando el comandante chileno Juan Williams Rebolledo desembarcó en Tocopilla en el blindado "Blanco Encalada" y procedió a la toma pacífica del puerto.

El subprefecto del Litoral, Manuel María Abastos fue el último boliviano en Tocopilla tras firmar el acta de sometimiento el 22 de marzo de 1879.

En la subprefectura de Tocopilla, conocida como la cárcel de Bolivia, hoy denominada Casa de Piedra que es el edificio más antiguo del puerto, fue donde se firmó la toma de Tocopilla.

Los habitantes y los invasores no perdieron ni un minuto y comenzaron a desarrollar la ciudad y el puerto, con la actividad salitrera que fue el sostén de su economía.



HOY

En la actualidad, Tocopilla es un centro industrial porque en su seno tiene a las centrales termoeléctricas que proveen de energía al Norte de Chile. Lleva en su historia, la riqueza originada por el salitre o caliche. Asimismo hace presencia la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM).

A las costas de Tocopilla llegan barcos desde el Paraguay, Estados Unidos, Canadá que transportan cantidades de carbón y salitre cuyo origen es la comunidad de María Elena en Tocopilla, principalmente a los muelles de las termoeléctricas.

Otra de las actividades económicas de Tocopilla es la pesca artesanal con el establecimiento de gran cantidad de caletas, como Gatico, Buena, Indígena, La Cuchara, Punta Arena. La producción de alimentos marítimos se basa en el pulpo, erizo de mar, almejas, choro, piure, cojinova, congrio y loco.

En el tema turístico se trabaja en la recuperación de la costa tocopillana, ya que uno de los problemas que tuvieron hace un par de décadas, fue la instalación de una empresa minera que estaba instalada en el borde costero, que originó la contaminación del lugar, aspecto que cuesta a los habitantes del lugar.

Entre los atractivos turísticos está la Plaza Principal, la playa artificial, las piedras rocosas al lado de la costa con formas de camello, elefante, guatones, chinos, paragua y otros.



CONTAMINACIÓN

Uno de los grandes problemas que tiene Tocopilla, es la contaminación, no por algo el gobierno chileno declaró a esa ciudad como zona saturada de contaminación, por lo que se toman acciones para la mitigación de material particulado al aire, para ello las estaciones de monitoreo se encargan de hacer el control respecto a la calidad de aire.

La contaminación es producida por las dos empresas termoeléctricas, la polución que se originan durante la carga del salitre, bórax y otros elementos contaminantes cuyas partículas llegan hasta el centro de la ciudad. También es ocasionada por los carguíos que se hacen en la costa.

El promedio de vida en Tocopilla es de 80 a 85 años, mientras que el estándar de vida mensual es carísimo, debido a que muchos productos naturales como verduras y frutas son importadas desde Santiago.

Los habitantes de Tocopilla están preocupados, porque el gobierno de Chile dejó a su suerte a esa región, que demanda mejores condiciones de vida, un mejor salario o la declaratoria de zona franca, ya que están cerca de Iquique. Una petición es que Bolivia pueda asumir allí un puerto, que según los tocopillanos, permitirá mejorar su situación económica.



FUENTES

Damir Galaz Mandakovic Fernández, "Reivindicación del Patrimonio Tangible de Tocopilla" (2011)

Damir Galaz Mandakovic Fernández, "Tocopillanos del Ayer II, sucesos y personalidades locales" (2009)

Giovanna Rossi Bizjak, "Tocopilla, reseña histórica y desarrollo urbano"

Gustavo Carrasco Ortiz, Coordinador de Cultura y Deportes de la Municipalidad de Tocopilla (Entrevista)

Colectividad boliviana conmemora 23 de marzo fuera de las fronteras

El 23 de marzo no es solamente una fecha cívica interna o que se vive en Bolivia. Fuera de las fronteras tanto en Brasil como en Argentina se reportaron conmemoraciones y desfiles en honor a los héroes del Pacífico y recordando la pérdida del Litoral.

Según ABI, la colectividad boliviana que reside en Brasil y autoridades civiles y militares de ese país recordaron el Día del Mar, en un acto que se realizó en la ciudad de Rio de Janeiro.

Esa actividad contó con la presencia de representantes de la Escuela Bolivia, Casa de América Latina, de la sociedad brasileña y de la Banda Sinfónica de la Policía Militar, que interpretó los himnos nacionales de Bolivia y Brasil.

En esa oportunidad, la cónsul General en Rio de Janeiro, Shirley Orozco Ramírez, recordó que Bolivia exige de manera continua, en todos los escenarios internacionales y con mecanismos pacifistas, el derecho a la restitución de su cualidad marítima.

“Que este tema no es solamente un asunto de Estado o de gobierno de turno, es un tema anclado en la memoria larga del pueblo boliviano, es una reivindicación y sentimiento de injusticia aferrado en la mente y el corazón, por lo que cualquier dilatación en la solución no servirá de nada pues los bolivianos nunca nos cansaremos de hacer escuchar nuestra voz”, dijo.

En tanto, Erbol reportó que un centenar de residentes bolivianos se concentraron en el Parque Rivadavia de Buenos Aires, Argentina, en la mañana de este viernes para conmemorar el Día del Mar y reforzar la demanda de Bolivia a una salida soberana al Océano Pacífico por territorio chileno.

Los actos de reivindicación marítima contaron con la presencia de una banda instrumental para entonar el himno nacional de Bolivia y las marchas cívicas.

Mejillones, ciudad portuaria estratégica en el Pacífico

Mejillones nació en el territorio de la República de Bolivia, sin embargo y de acuerdo a la historia desde la percepción chilena, Mejillones se fundó oficialmente el 24 de diciembre de 1862, cuando su gobierno otorgó terrenos de La Caleta a Juan "Chango" López, quien se encargó junto a la Sociedad Guanífera a explotar ese combustible para las industrias. Se cree que fue traspasado a Bolivia mediante el tratado de 1866 y luego fue recuperado por Chile tras la invasión de Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

Aunque de acuerdo a la versión boliviana, Mejillones nació con Bolivia y siempre fue de interés chileno, es por eso que en reiteradas ocasiones sus autoridades solicitaron al embajador boliviano en Santiago, Rafael Bustillo, la compra de Mejillones, aspecto negado en reiteradas oportunidades.

El nombre de Mejillones, es el plural que se debe a un molusco que existe en el lugar denominado, mejillón.

Los primeros europeos que navegaron por el mar adyacente a la península de Mejillones, observaron y describieron etnológicamente a varios grupos de habitantes que vivían en aldeas y que en algunos de ellos navegaban en balsas de cuero de lobo de mar.

Fueron denominados "changos" los primeros pobladores quienes dejaron una serie de evidencias, que fueron descubiertas mediante trabajos arqueológicos, que se realizaron desde el siglo XIX.



DESARROLLO

El desarrollo de Mejillones ha ido cambiando de menos a más, y más cuando se dependía bastante del salitre. Su economía estuvo basada de la explotación del guano y del ferrocarril Antofagasta Bolivia, aún vigente en Chile.

Al margen de ese hecho, la actividad pesquera es una de las más importantes para su desarrollo, con 35 años de intensa labor, es calificado como el "boom" industrial de la Segunda Región.

Además su posición estratégica en el mar y el puerto que mira al Norte, hace que lleguen a sus puertos, Mejillones y Punta Angamos, los barcos más modernos. Esas posibilidades de progreso, hace que Mejillones acoja en su seno a residentes colombianos, peruanos y bolivianos, quienes ya están insertos incluso en el medio municipal.

Uno de los grandes deseos de las autoridades de esta región, es que los productos de países vecinos, como el de Bolivia, pasen por los puertos de Mejillones, aspecto que debe establecer una política de Estado entre Chile, Argentina y Bolivia.

"Los pueblos chicos, los que tenemos esta alianza estratégicas, estos intercambios culturales, estos encuentros de integración, que los temas grandes no nos permiten avanzar, en Mejillones lo hemos obviado porque creemos en el desarrollo de una comuna basado en el tema integración", afirmó el alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal Pereira.

Las autoridades recuerdan que hasta el gobierno de Allende el 85 por ciento de la administración de los puertos eran del Estado, pero ahora lamentan que el 85 por ciento esté en manos de privados, aspecto que dificultan las relaciones comerciales.

En la actualidad, este municipio tiene 11.000 habitantes y 5.000 que van constantemente a trabajar a la capital chilena.

Mejillones depende de la actividad portuaria con las nuevas instalaciones con las que cuenta, con una inversión que supera los 10 mil millones de dólares. Asimismo se tienen 13 sitios de atraque para el descarguío de gas, ácidos, carbón, material, combustible para las termoeléctricas.

Las termoeléctricas también son el puntal de la economía de Mejillones, plantas de ácido y a la vista proyectos de acopio de combustibles. Asimismo es un apoyo a la actividad minera, aprovechando el agua de mar.

Por el puerto de Mejillones, Bolivia se encarga de exportar el zinc y el plomo que produce la mina de San Cristóbal situada en el departamento de Potosí.



TURISMO

El turismo es otro de los factores de desarrollo, con las playas que existen en Ángamos, Hornitos y Mejillones. Las loberas también son un atractivo para la región, el paseo por el mar. Al margen la gastronomía que es riquísima por la variedad de productos de mar que existen en la zona.

Otro atractivo turístico es la avenida Andalicán, donde se colocaron a todos los personajes de Condorito, creados por Pepo, que hacen de dicha vía una muy especial.



Fuentes:

J. de Mesa, T. Gisbert y C. Mesa, "Historia de Bolivia" (2008)

Octavio Baez, "Antofagasta, metamorfosis de mi ciudad"

Julio Cruz Barahona, Agustín Llagostera Martínez, "Prehistoria de Antofagasta, en la ruta de los primeros antofagastinos" (2011)

Marcelino Carvajal Pereira, alcalde de Mejillones (entrevista)

Ciudadanos de Mejillones (entrevistas)

Bolivia recuerda en la India los 134 años de la pérdida de acceso al mar

La embajada de Bolivia en la India recordó hoy los 134 años de la pérdida por el país andino de su acceso al mar, con una ofrenda floral en el memorial dedicado en Nueva Delhi al padre de la independencia india, mahatma Gandhi.

El acto tuvo lugar hacia las 11.30 hora local (06.00 GMT) en el memorial donde una plataforma cuadrangular de mármol señala el lugar en que fue incinerado Gandhi tras su asesinato en 1948, explicó a Efe el embajador de Bolivia en el gigante asiático, Jorge Cárdenas.

El embajador boliviano aseguró que a través de "la diplomacia de los pueblos" su país desea "sensibilizar y concienciar de manera pacífica" sobre el "alto coste" que supuso para Bolivia la pérdida del acceso al mar tras la guerra que les enfrentó a Chile en 1879.

"Queremos solucionar (este contencioso) de una manera bilateral", aseveró Cárdenas.

En el acto participaron representantes de países como Perú, Ecuador, Colombia y Filipinas.

Otras de las iniciativas que llevará a cabo la embajada de Bolivia en la India para celebrar el 134 aniversario de la pérdida será la presentación el lunes, en la universidad capitalina de JNU, de una breve reseña sobre la Guerra del Pacífico.

Bolivia perdió su acceso al Océano Pacífico (400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de superficie) en una guerra que junto a Perú sostuvo contra Chile en 1879.

Desde entonces el asunto ha dificultado los vínculos entre La Paz y Santiago, que mantienen suspendidas sus relaciones diplomáticas desde 1962, con un breve paréntesis entre 1975 y 1978.

Entre 2006 y 2011 hubo un acercamiento entre los gobiernos del presidente boliviano Evo Morales y de la entonces presidenta chilena, Michelle Bachelet, por el que establecieron una agenda de 13 puntos que incluyó la demanda marítima boliviana.

Sin embargo, las relaciones bilaterales se deterioraron tras el anuncio de Morales hace dos años de que Bolivia denunciará a Chile ante una corte internacional para que se restituya su acceso al Pacífico.

A 134 años de su usurpación Una mirada al cautivo Litoral Boliviano

A diferencia de las otras ciudades cautivas bolivianas, Antofagasta tuvo mucha suerte, ya que la línea del progreso y desarrollo estuvieron siempre presentes, no por algo sobresale, de las urbes de la Segunda Región chilena, como una moderna y llena de oportunidades.

Hoy en día es un terruño envidiado por los habitantes de Calama, Tocopilla, Mejillones, que afirman que todas las regalías que generan, Antofagasta recibe un 60 por ciento y el restante 40 por ciento se deben repartir entre las que reclaman una mejor suerte por parte del gobierno chileno.

Antofagasta está situada a 1.200 kilómetros al Norte de Santiago, es la capital portuaria de la Segunda Región.



ANTECEDENTES

La presencia de chilenos en la zona puede rastrearse hasta tiempos de la Colonia, en su mayoría, provenientes de la zona de Copiapó, donde se generó una cultura minera que se expandió hacia el Norte, en busca de nuevos recursos.

Nombres famosos entre los muchos anónimos aventureros que ocuparon el lugar fueron: Diego de Almeida, José Antonio Moreno, José Díaz Gana y Juan "Chango" López. En 1867 el ciudadano Ossa compra terrenos en la bahía de la ciudad, e inicia la explotación de las calicheras (salitreras) del salar de El Carmen.

Si bien Cobija fue el puerto que eligió Bolívar para su desarrollo, como núcleo mayor del Litoral, en los hechos y debido a la explotación de salitre determinó que Antofagasta fuera el centro urbano

mayor de las costas del Pacífico.

La ciudad fue fundada por orden expresa del presidente, Mariano Melgarejo el 27 de agosto de 1868; su fundador fue el prefecto de Litoral, José Taborga, quien el 22 de octubre del mismo año, la bautizó con el nombre de La Chimba, pero después Melgarejo le cambió el nombre por Antofagasta, que era la denominación de una finca que tenía su hermano Anselmo, en Cochabamba.

Un desacierto de Melgarejo fue enviar una carta al Gobierno de Chile, para que envíen policías chilenos a Antofagasta para dar seguridad, porque no confiaba en la policía boliviana.

Según el relato chileno, en 1869 la caleta fue reconocida por Bolivia como Peña Blanca; en 1870 Díaz Gana descubre la plata de Caracoles. Para ese entonces, Peña Blanca tenía 330 habitantes y el agua era traída desde Tocopilla y Arica.

Tanta era la presencia chilena en Antofagasta que, al fundarse el municipio en 1872, la población eligió nueve regidores: Dos alemanes, un inglés y seis chilenos. De hecho, de los 8.500 habitantes de la ciudad, en 1878, 6.554 eran chilenos.

El viernes 14 de febrero de 1879, una escuadrilla compuesta por el "Blanco Encalada", el "Cochrane" y la "O’Higgins" aparecen en la bahía de Antofagasta, donde desembarcaron 200 soldados chilenos a cargo del coronel Emilio Sotomayor, ocupando así Antofagasta durante la madrugada, momento en el que se inicia la Guerra del Pacífico.

Tras el desembarco, las tropas chilenas se formaron en los patios de las actuales dependencias del ferrocarril, posteriormente se dirigieron a la Plaza Colón e izaron la bandera chilena.

Antes de la guerra, el pequeño muelle se saturaría por lo que en 1875 la compañía salitrera comienza la construcción de uno nuevo, con un largo de 137 metros, un ancho de 10 a 14 metros a una altura de 1.95 metros sobre la alta marea. A la fecha fue declarado monumento histórico de Chile y está cerrado para su refacción.

HOY

Hoy Antofagasta es una ciudad pujante y moderna, con una economía carísima, ya que para subsistir se necesitan aproximadamente 600 mil pesos chilenos, es decir, unos 1.200 dólares mes.

Antofagasta se dedicó a la industria, pero vio la carencia de equipamiento, principalmente para la actividad minera. No tenía una buena relación urbana con el borde costero, ya que el puerto bloqueaba el acceso a la ciudad. Poco a poco se trabajó en la construcción de una ciudad flotante para lograr su desarrollo.

Se instalaron playas artificiales, para dotar a sus habitantes de espacios públicos en las que no interfiera la industria. Otro ejemplo son los malls, tiendas comerciales y grandes supermercados, que fueron liberados de la costa, para beneficio comercial. La ciudad creció a lo largo de la costa, ya que a lo ancho tiene un espacio reducido y fue aprovechado más para la parte habitacional. Por otro lado, Antofagasta es catalogada como una ciudad minera ya que en el sector cordillerano se explota cobre, oro y litio; pero también existen actividades alternas, principalmente en los servicios. La ciudad portuaria tiene un aproximado de 370 mil habitantes, de acuerdo al último censo de 2012.

Una de las desventajas que tiene Antofagasta es que no genera sus propios recursos alimenticios, ya que debe importarlos desde el Sur de Chile, factor que encarece la vida.

Asimismo, pagan el agua potable más cara de Sudamérica, que antes era traída desde el altiplano, pero debido a la contaminación minera, deben procesar el agua del mar, con una planta de tratamiento que provee el 45 por ciento de agua para consumo. La energía eléctrica también es cara, pese a que las termoeléctricas están en la Segunda Región, pero toda esa energía se destina más para la actividad industrial.

Otro de los factores de desarrollo, es la riqueza marítima que posee, cuya producción está básicamente en la caleta de Humbolt, donde se procede a la pesca artesanal. Es también usado como centro de buceo. Paradójicamente no existe industria pesquera, sino que todo lo que se tiene es para el consumo de sus habitantes.

Respecto al turismo, Antofagasta tiene mucho que ofrecer, playas artificiales, las ruinas de Huanchaca que se dice fue construida por bolivianos antes de la Guerra del Pacífico, y luego utilizada por los chilenos como una fundición.

El patrimonio arquitectónico es muy valorado por los chilenos, entre los edificios que destacan está la antigua estructura municipal, considerado como monumento histórico con características del neoclásico francés.

También hay algunas estructuras que datan de la Guerra del Pacífico, una de ellas es el muelle, otra es la estructura del ferrocarril. La Aduana de Antofagasta es otro monumento nacional, fue construido en Valparaíso y armado en Mejillones, como resultado del Tratado de 1866, luego toda la estructura del edificio fue trasladada a Antofagasta en 1868, donde aún permanece frente a la costa. Otro de los edificios que permanecen de pie es el del Banco Mercantil Boliviano en la esquina de las calles Bolívar y Washington.

Dividen en dos etapas la construcción de Antofagasta, la primera de la época salitrera, en la que las viviendas eran construidas con madera de pino traídas por los ingleses. La otra etapa está relacionada con los años 60 del siglo pasado, en la que las organizaciones sindicales gestionaron viviendas sociales para los trabajadores, por lo que se construyeron edificios muy parecidos como los existentes en Europa.

La actividad portuaria es una de las más importantes y también base de la economía estatal. Existen dos puertos uno privado denominado ATI (Antofagasta Terminal Internacional) y otro del Estado chileno, denominado EPA. Allí existe un galpón boliviano donde funciona la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASPB).



Fuentes:



J. de Mesa, T. Gisbert y C. Mesa, "Historia de Bolivia" (2008)

Octavio Baez, "Antofagasta, metamorfosis de mi ciudad"

Julio Cruz Barahona, Agustín Llagostera Martínez, "Prehistoria de Antofagasta, en la ruta de los primeros antofagastinos" (2011)

Mauricio Ara, Responsable de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Antofagasta (entrevista)

Ciudadanos antofagastinos (entrevistas)