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jueves, 30 de mayo de 2013

HISTORIA 27 DE MAYO 1812 Josefina Flores, la heroína que faltaba

A 201 años de lo sucedido en la colina de San Sebastián, perdura la pregunta de que quién fue la “abuela” que comandó a las mujeres de Cochabamba en este infausto suceso.

Todos los historiadores asumen que fue Manuela Gandarillas quien estuvo al frente de las cochabambinas, ante la ausencia de los hombres que se encontraban en la milicia que enfrentó a Goyeneche en el Qehuiñal y que fueron derrotados el 24 de mayo de 1812. La familia Gandarillas, compuesta en ese entonces por don Julián Eras de Gandarillas y sus hijos e hijas José Domingo, Justo, Vicente, Manuela, Petrona y María, de una actitud heroica y valiente, participaron en los luctuosos hechos ocurridos en 1812; Don Julián fue detenido y ejecutado acusado por rebeldía y conspiración por el “sanguinario y detestable Imaz y el fiscal Vicente Cañete”, igual suerte corrió su hijo José Domingo sentenciado a muerte en 1820.

Junto a Julián Gandarillas, fueron ejecutados el gobernador Mariano Antezana, su asesor Agustín Ascuy, Manuel Ignacio Ferrufino, José Manuel Lozano, Luxan o Lujan, Zapata, Padilla, Escudero, Morales y otros más.

Las esposas y familiares de los primeros ajusticiados en Cochabamba en los días posteriores al 27 de mayo de 1812, estuvieron presentes en la coronilla como Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez, esposa de Esteban Arze, Juana y Lucia Ascuy, Manuela Saavedra de Ferrufino, Rosa Soto, Lucía Alcocer de Chinchilla, María Pardo de Vargas, María Bustos de Salamanca, etc. que pertenecían a famitas de criollos y mestizos residentes en la ciudad y los valles aledaños; muchas de ellas sobrevivieron a la masacre, entre las que se puede mencionar a Manuela Gandarillas ya que según el relato del Ing. Israel E. Beltrán Zambrana, publicado en 1930, Manuela se presentó ante los captores de su hermano José Domingo en la casa que servía de prisión ubicada en la calle de Santa Teresa hoy calle Baptista en 1813.

Según Gustavo Rodriguez Ostria, la que se supone fue la “abuela” que comandó a las mujeres de Cochabamba en la Coronilla, es decir Manuela Gandarillas, “en 1812 tenia 12 años y no era ciega”, es mucho más probable que Manuela ya era una mujer de mas de 20 años quien, “con acento varonil, propio de la raza, apostrofa” a los captores de su hermano como relata el Ing. Beltrán.

Muchos de los que utilizan como fuente de información el libro publicado por Nataniel Aguirre: “Juan de la Rosa”, no siempre lo hacen con la certeza de ser un texto que contiene innumerables referencias que han sido verificadas históricamente; tal es el caso del personaje que nos ocupa.

En una escena de este libro, donde “la abuela estaba de pie en medio cuarto, apoyada con la mano izquierda en su báculo”, descubrimos su nombre cuando Luís le dice —“Si, señora doña Chepa”— utilizando el apelativo de Josefina; en otra escena nos revela el apellido de doña Chepa al describir la muerte de Alejo Calatayud agrega que “un año después descuartizaron el cadáver de mi padre Nicolás Flores”.

¿Quién fue Nicolás Flores?

Don Macedonio Urquidi en su libro “La Insurrección de Alejo Calatayud”, menciona a Nicolás Flores, venido de Challacaba (Sacaba) junto a otros, como uno de los principales seguidores de Alejo Calatayud.

El 14 de agosto de 1731, un año después del levantamiento de Calatayud que se produjo el 29 de noviembre de 1730, Nicolás Flores “acaudilló un fallido motín con gente de Carasa (Santibáñez), Quillacollo y Caracota” (cercanías de Cochabamba); fue detenido en Sicasica y sentenciado a igual muerte que Calatayud y ejecutado el 25 de enero de 1732.

¿Coincidencias o hechos históricos?

No cabe duda de que Nicolás Flores sí existió y que fue el padre de Josefina (chepa) Flores, ciega de 85 años de edad en 1812, ella fue quien acaudilló a las mujeres cochabambinas que enfrentaron a Goyeneche en la cima de la Coronilla o colina de San Sebastián el 27 de mayo de 1812 y que murió en estas circunstancias.

Creemos que ha llegado el momento de restituir el nombre de esta mujer como a una de las principales heroínas de Cochabamba, una auténtica “hija del pueblo”.


“No cabe duda que Nicolás Flores existió y fue padre de Josefina Flores”

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