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domingo, 9 de enero de 2022

Señoríos y Desarrollos Regionales (1000/1100- 1440 d. C.) - Pucaras

Las pucaras eran construcciones defensivas ubicadas en elevaciones que tenían acceso a pastizales, agua y algunos sembradíos. Estudios arqueológicos han establecido que durante el Intermedio Tardío la población altiplánica abandonó los poblados de las planicies cercanas a los lagos para habitar en las alturas. Este cambio de asentamientos junto con la presencia de pucaras muestra un periodo de inestabilidad política y de conflictos entre grupos. Correspondería a lo que Guaman Poma llama el aucaruna o periodo de guerras. Varias crónicas y estudios posteriores dan testimonio histórico de la conflictividad de este periodo que puede atribuirse a la falta de tierras de cultivo y pastoreo, y por supuesto a la ausencia de un poder centralizador (Uhle, 1892, 1920, 1935; Tschopic, 1946, Hyslop, 1977; Rowe, 1982; Bouysse-Cassagne, 1987; Saignes, 1986; Albarracín-Jordan, 1996; Stanish 1997a ; Nielsen, 2002).

El elemento preponderante para la construcción de pucaras, fueron las peleas por los recursos que se vieron drásticamente disminuidos por el cambio climático ocurrido alrededor del 1250 d. C. -1310. La sequía fue tan radical que disminuyó notablemente el área cultivable y de pastoreo así como el potencial de pesca. Estas sequías provocaron también migraciones de pueblos del Sur que contribuyeron aun más a estas pugnas.

Las pucaras están presentes en los Andes del Norte y del sur, aunque con matices según las regiones. Al Norte y Noreste del lago, en región colla, abundan estas construcciones formando agrupaciones de defensa (Arkush, 2009). Muchas de ellas –aunque no todas– eran verdaderas comunidades con unas 500-600 viviendas. La mayoría de ellas fueron ocupadas entre 1300-1450 pudiendo haber sido construidas para defenderse del asedio inca. En cambio en la región pacaje de Caquiaviri la mayoría de los asentamientos posttiwanaku se fundaron en la planicie desprotegida y no en las alturas como cabría suponer. El hecho de que los asentamientos en la pampa siguieran siendo la mayoría, hace pensar que las pucaras en esa zona no fueron de ocupación permanente. En esta región, por ejemplo, la pucara de Paucarpata se habría construido en el siglo XIII, unos 200 años después de la caída de Tiwanaku y fue ocupada solamente por un par de generaciones ya que hacia 1350 había sido abandonada. Al parecer en esta zona y en este momento aún no se construían las chullpas para enterrar a los difuntos, lo que indicaría al Sur del Titicaca las pucaras precedieron al sistema de chullpas (Pärssinen, 2009).

En líneas generales, una pucara era una adaptación para habitar una altura, un cerro o serranía. Suele estar delimitada por profundas quebradas y es común que esté rodeada de uno o varios muros perimetrales dificultando el acceso y haciendo de éste un sitio defensivo. En su interior se encontraban viviendas generalmente redondas –entre unas cuantas hasta centenares de ellas– y a veces habitaciones rectangulares que podrían ser incorporaciones más tardías; asimismo depósitos para alimentos y vituallas. También tenían callejones, recintos y sectores funerarios en estos casos fueron comunidades completas, no solo guarniciones para guerreros. En ocasiones contaban con terrazas y muros de contención a los bordes de las quebradas, patios y lugares de observación hacia el camino. Habiendo no una sino varias pucaras –como se observa en la región colla– hubo una vista excelente entre una pucara y otra, pudiendo haber usado señales de humo (Stanish, 2003).

En la región del lago Poopó, hoy Oruro, se observa un patrón un tanto similar, por un lado, en tiempos paralelos a Tiwanaku el patrón de ocupación estaba centrado en lugares altos donde se registra población nucleada, por ende se registran sitios grandes y de ocupación densa. Este patrón se mantuvo hasta antes de la incursión inca; pero debido a la característica productiva de las poblaciones alrededor del Poopó también se advierte un patrón de movilidad, expresado en sitios pequeños y de uso temporal.

Es importante aclarar que en Oruro los sitios altos y nucleados no son siempre pucaras defensivas, sino más bien sitios de ocupación permanente. Sin embargo, en un período más tardío e incluso paralelo al inca se observan pucaras defensivas y con evidencias de uso militar o de conflicto. Se ha dicho mucho acerca de guerras entre grupos locales por el territorio para explicar la construcción de las pucaras, a pesar de ello lo que se observa en esta parte del altiplano es la construcción de fortalezas probablemente para la defensa de las poblaciones contra una injerencia mayor: ¿los incas? Ese tipo de estructuras fueron documentadas en la frontera entre el actual Oruro y Potosí. Un ejemplo es la fortaleza de Oroncota en el Pilcomayo (Alconini, 2002a). Otro tipo de pucaras, como las existentes en la región de Sajama, son de uso ritual. Presentan las características típicas de construcción, pero la evidencia muestra un uso relacionado a ritos con los cerros y con la muerte. Eso debido a la asociación de algunas de ellas con torres funerarias, como las observadas en la región del Río Lauca.
Apu Pucara, ejemplo de un sitio defensivo colla


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