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miércoles, 12 de enero de 2022

Señoríos y Desarrollos Regionales (1000/1100- 1440 d. C.) - Cultura mollo (1200-1480 d. C.)

A la desintegración de Tiwanaku le sigue una serie de Desarrollos Regionales que por un periodo de entre dos y tres siglos (1100/1200 -1400 d. C.) ocupó el territorio andino presentando características distintas a las tiwanakotas. Sin embargo uno de ellos destaca por no presentar una ruptura total, se trata de la cultura mollo que se distingue por algunos elementos: cronológicamente es anterior a los llamados Señoríos, geográficamente se ubica en los valles mesotermos del Norte del departamento de La Paz, se caracteriza por la construcción de ciudadelas de piedras y sobre todo presenta ciertas continuidades con Tiwanaku, incluso como un puente entre Tiwanaku y los incas. Meyers, por ejemplo, sostiene que la tumba del chamán tiwanakota de Niño Khorin (Wassen, 1972), en pleno territorio kallawaya sugiere que los mollo, eran los mediadores entre Tiwanaku y los incas (Meyers, 2002). La posición intermedia de Mollo entre el altiplano y las llanuras orientales, hace de esta tradición cultural una síntesis de conocimientos andino - amazónicos, característica que se refleja en la cerámica que comparte elementos del altiplano y de la selva.

El nombre de “Mollo” fue dado por Carlos Ponce Sanjinés quien desde el año 1957 trabajó en el sitio principal de Iskanwaya ubicado en la hacienda Mollo en la provincia Muñecas del departamento de La Paz. Antes que Ponce, Nordensnkiöld (1953) había ubicado sitios en Pelechuco y Keara y todavía Ibarra Grasso dice haber conocido su cerámica en 1943 gracias a una colección del Convento San Juan de Dios de La Paz (Michel, 2006).

La región histórica donde se desarrolló la cultura Mollo corresponde básicamente a las provincias Larecaja, Muñecas, Camacho, Saavedra y Franz Tamayo del departamento de La Paz. Presenta una compleja topografía vertical que incluye alturas superiores a los 5.000 msm hasta regiones localizadas a menos de 1.500 msm. Una importante cantidad de quebradas y valles que surgen en la Cordillera Oriental configuran numerosos ecosistemas. Esta diversidad ecológica permitió desde tiempos formativos desarrollar una economía complementaria e incluso excedentaria, así como la generación de circuitos de intercambio tanto con la región circuntiticaca como con las tribus del piedemonte y llanos genéricamente denominadas chunchos (Saignes, 1985). Al parecer se ha descartado ya la idea de una amplia difusión de esta cultura a lo largo de la Cordillera Oriental y más bien se acepta que se circunscribe a los valles orientales del Norte. Se pensaba que pudo haber una relación con la zona de la sierra de Arequipa donde se desarrolló el estilo cerámico churajón, con ciertas similitudes con el mollo (Faldín, 1985; Bustos Santelices, 1978).
Tableta de Niño Khorin de uso era ritual

Mollo cobró importancia cuando Tiwanaku estaba en crisis, incluso se considera la posibilidad de que gente de Tiwanaku hubiera migrado a esta región ante la crisis de orden climático. Como su ocaso fue anterior a la presencia europea la información es básicamente arqueológica resultado de investigaciones realizadas en más de 25 sitios de ocupación.

Estudios de algunos sitios en la región kallawaya revelan que un alto porcentaje de la población que poblaba el lugar era de origen yunga por lo que se ha denominado como una cultura yunga - kallawaya (Saignes, 1985). Tomando en cuenta las similitudes lingüísticas y culturales con grupos orientales se considera que estos grupos descendieron de migraciones antiguas de la vertiente oriental. Asimismo estos grupos controlaron complejas redes de intercambio que cruzaban a lo largo del altiplano y la región amazónica (Alconini y Kim, 2010).

En el periodo que nos ocupa –el Intermedio Tardío– algunos autores hablan del “Señorío Calabaya” con dos mitades: Hatun Calabaya y Lurin Calabaya; sin embargo esta organización parece estar integrada a los collas del Titicaca. Un sistema importante de agricultura que se evidencia en la construcción de terrazas parece tuvo lugar en este periodo, pero se incrementó notablemente posteriormente con la presencia inca. Esta vocación agrícola y de intercambio y articulación entre el altiplano y las llanuras de Beni, viene por lo menos desde Tiwanaku periodo que en la región presenta construcciones circulares, subterráneas o semi subterráneas para almacenamiento como las de Kallan Kallan. Este sitio fue paulatinamente abandonado y sus estructuras refuncionalizadas de modo que a fines de Tiwanaku su función principal fue funeraria y de culto, situación que continuaría en el siguiente periodo, dando cuenta que estaba en curso un cambio ideológico y político. Finalmente Kallan Kallan fue totalmente abandonado (Chávez, 2011).

Durante Tiwanaku el papel central parece descansar en forma de colonias o de circuitos de intercambio. Sirvió para facilitar la adquisición de material exótico tropical tan importante para Tiwanaku que también beneficiaba a poblaciones locales Más tarde, en el Intermedio Tardío se observa un incremento del número de sitios relacionados con actividades pastoriles y de altura y el énfasis de la economía pastoril. Se incrementaron los asentamientos en las zonas altas y la cima de los cerros con sitios como: Jaramillo, Chuñuna y Collacbajpacha en el valle de Charazani, Toqonta en el valle de Amarete y Charazani Pata-Karilaya y Pukarani en el valle de Curva. Estos sitios presentan conjuntos de estructuras habitacionales y de almacenamiento con estructuras construidas con pizarra tosca y mortero de barro (Alconini, 2009).

Las terrazas de cultivo presentes en la zona se incrementaron en el periodo inca pero no construyeron grandes centros imperiales o de producción artesanal masiva. A juzgar por la arquitectura estos centros no tuvieron actividades militares típicas de otros sitios de frontera, más bien se acentuaron las funciones de tipo ritual provenientes del periodo anterior con culto a los achachilas (cerros) (Chávez, 2011).

Al arribo de los incas los kallawaya recibieron un trato privilegiado debido a su rol de intermediarios. Arellano (1985) señala que la tradición inca se habría superpuesto a la mollo, adaptando su arquitectura habitacional y doméstica. Rasgo común en ambas, son las puertas hornacinas de forma trapezoidal, que no se encuentran en Tiwanaku. El trabajo arqueológico muestra el carácter violento con que irrumpieron los incas en el valle, tal el caso del incendio de Iskanwaya y las talas e incendios de complejos agrícolas como Kunuraya y Pallayunga. Aunque está demostrado que el incario se asentó sobre veinticinco sitios pertenecientes a la cultura mollo, quedan en duda y abiertas a la investigación las causas que determinaron el final de esta cultura.
area de desarrollo cultural mollo

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