Buscador

martes, 4 de enero de 2022

Tiwanaku (500-1100 d.C.) - Desintegración de Tiwanaku

 Cerca al año 1150, Tiwanaku se desintegró como Estado y los estudiosos aún no se han puesto de acuerdo sobre las causas de este colapso. Posiblemente la desintegración de Tiwanaku como centro y la ruptura de sus mecanismos de cohesión se dieron porque, en un momento determinado, Tiwanaku dejó de cumplir con su rol cohesionador debido a factores que llevaron a la desintegración entre los diversos grupos que lo conformaban, como consecuencia de diferentes causas internas o del medio ambiente. Probablemente surgieron después estrategias de subsistencia regionales; el territorio estatal perdió cohesión y los conocimientos sofisticados comenzaron a ser dejados de lado para aplicar todos los esfuerzos a la tarea de sobrevivir a escala más reducida, territorial y organizativamente. Desde ese momento se produjo, posiblemente, un proceso inverso, que iba desde un desarrollo urbano hacia concentraciones poblacionales menos complejas.

Es probable que los cambios climáticos, con un largo período de sequías que afectaron la base económica, hayan influido en este proceso de desintegración. Esto, sumado a una serie de contradicciones sociales internas, pudo dar lugar a la progresiva disgregación de sociedades que habían estado adheridas e integradas anteriormente. Se propuso también que pudo tratarse de catástrofes climáticas asociadas a una desintegración política (Ponce, 1980) o de invasiones desde el Sur (Gisbert, 1987).

Este proceso ocurrió alrededor de los años 1000 y 1100 d. C., pero posiblemente había empezado ya un siglo antes. Las últimas investigaciones sostienen que tuvo lugar en las áreas periféricas, como en Azapa (Arica, Chile), donde las tumbas de la élite local fueron destruidas, y en Moquegua, donde también pudo haberse producido la destrucción de edificaciones. Hacia el siglo XII, el núcleo había sido abandonado en un proceso iniciado, al parecer, hacia el año 900. Según Albarracín y Matheus (1990), el número de asentamientos más pequeños se incrementó en la última fase de Tiwanaku. Después del fin de Tiwanaku, se perdieron muchas de las técnicas materiales y de las prácticas económicas, que ya no eran posibles fuera de un contexto estatal, sin embargo, el sistema de camellones (sukakollos) siguió en uso unos dos siglos después del fin del Estado.

La fuerza de la cultura y los logros de Tiwanaku dejaron una huella imborrable en las sociedades posteriores de la zona andina. La cultura incaica, posiblemente la más conocida de toda Sudamérica, no quedó al margen de esta influencia. Algunos mitos de origen de los incas sitúan el surgimiento de su civilización en el lago Titicaca y, además, sus gobernantes convalidaban su legitimidad considerándose herederos de la cultura de Tiwanaku. De esta manera , el corto lapso de dominio incaico en la zona andina (poco más de un siglo, hasta la llegada de los europeos en 1532) quedaba conectado en el imaginario colectivo con un proceso de larga duración y prestigio en toda la región, representado por Tiwanaku. Muchos de los logros que por décadas se consideraron incaicos habían sido ya desarrollados por los tiwanakotas, como las terrazas de cultivo (takanas). Incluso los llamados “caminos del Inca”, la red del Capac Ñan, son muy anteriores a esta época. Tanto en la cosmovisión como en la iconografía, los incas recogieron también la experiencia de Tiwanaku, que provenía también de la experiencia desarrollada por sociedades de épocas anteriores en la región. La dualidad, la cuatripartición, el ordenamiento del espacio y el tiempo, el aprovechamiento de diferentes pisos ecológicos, las redes de alianza con grupos étnicos distantes, al igual que símbolos como la cruz escalonada, la arquitectura monumental, el trabajo en la piedra, la tecnología textil y la forma de la vestimenta son solamente algunos de los elementos que los incas heredaron y que, a su vez, Tiwanaku recibió en parte de las sociedades que la antecedieron, transformándolos creativamente en función de las necesidades de su época y de sus formaciones sociales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario