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viernes, 28 de enero de 2022

Señoríos y Desarrollos Regionales (1000/1100- 1440 d. C.) - Pacajes, hombres águila de doble origen

En medio de las luchas comunes en el Intermedio Tardio, la marka de Machaca, estuvo un tiempo en poder de los collas; aprovechando los enfrentamientos internos, probablemente fue el Inca Pachacuti (el noveno Inca 1438-1471) quien conquistó a los pacajes.

Se puede encontrar en los pacajes una excelente muestra de cómo la desintegración de Tiwanaku afectó de manera diferenciada al altiplano pues en algunos casos hubo una ruptura total y en otros no la hubo. Los pacajes muestran en algunos sectores continuidad con Tiwanaku, así observa Albarracín (1996) en la cerámica que paulatinamente fue perdiendo calidad y complejidad. Pero en otros sectores de los pacajes hubo un cambio más brusco que se observa en el tipo de enterramientos en chullpas características del nuevo periodo. Tal vez por esta doble situación es que Mercado de Peñaloza ([1583] 1965) sostuvo que los pacajes tenían un doble origen, unos en el lago y otros al Sur del altiplano (Carangas). Esta misma ruptura se observa entre los lupacas, pueblo vecino a los pacajes, que aparecen en la documentación como invasores que se instalaron en zonas que antes estuvieron dominadas por Tiwanaku. Otros vecinos, como los collas, más bien fueron empujados hacia el Norte y los valles del Noreste del Titicaca.

Investigaciones arqueológicas en la región pacaje, encuentran que en el periodo tiwanacota la población se concentraba en el valle de Tiwanaku y áreas aledañas al lago. Luego del colapso de esa cultura, el número de asentamientos humanos experimentó un explosivo incremento, particularmente en ciertas áreas, como en Caquiaviri, pero estas poblaciones no se encontraban en sitios defensivos sino en plena pampa. La cerámica que se encontró en 30 asentamientos del lugar muestra presencia de cerámica pacaje, inca-pacaje y alguna con influencia de Tiwanaku, pero no Tiwanaku puro, lo que indicaría su poblamiento luego de su desmoronamiento.

Su territorio, ubicado al Sur del lago Titicaca, estaba dividido en dos sectores, uno umasuyu y otro urcusuyu; abarcaba un amplio espacio que incluía la antigua ciudad de Tiwanaku y la actual ciudad de La Paz. Limitaba al Este con la “provincia de Carabaya y Quirhuas”, al Oeste con el lago Titicaca. Al Sudeste con los yungas y al Sur con Caracollo. En el centro principal, Caquiaviri, vivían las autoridades pacajes y también allí se construyeron sus enterramientos por lo que se encuentran restos de chullpas (torres funerarias) con algunos diseños. El resto de los asentamientos pacajes eran pequeños sitios dispersos por el territorio, típica forma de ocupación del espacio en el altiplano. A la llegada de los españoles contaban entre 18000 y 20.000 unidades domésticas, es decir unos 100.000 habitantes, que estaban divididos en markas o pueblos.

Al igual que otros Señoríos que accedían al lago, su economía se sostenía mediante pesquerías, totora, patos, otras aves acuáticas y algas, también contaban con gran cantidad de camélidos tanto domésticos (llama y alpaca) como silvestres (vicuña y guanacu). En el altiplano sembraban productos propios de la zona y accedían a otros mediante el “control vertical”, sus mitmas o colonos, controlaban tierras en los valles y yungas. Hubo colonias pacajes en Larecaja donde estaban junto con los collas y lupacas, también en Cochabamba, donde los incas establecieron un enorme centro productor de maíz; además tenían mitmas en Chaquí, cerca de la actual ciudad de Potosí, entre otros.

Los pacajaque; hombres-águila, hablaban un aymara que fue considerado por Bertonio ([1612] 1984) uno de los más ricos del altiplano; tenía alguna diferencia con el que hablaban los lupacas. Otro signo de identidad era su traje, de modo que los hombres llevaban un bonete de color amarillo que permitía distinguirlos fácilmente y las mujeres usaban una especie de capucha ligeramente levantada en la parte delantera.

El Señorío pacaje, incluía a urus, aymaras y algunos de habla puquina siendo este idioma entre los pacajes menos importante que entre los collas. Sin embargo, en ciertos lugares como en la ciudad de La Paz, se hablaba tanto puquina como aymara. Por otra parte se sabe que los urus estaban organizados en ayllus sin mezclarse con otras etnicidades, hablaban su propia lengua teniendo poco o ningún acceso a tierras, en cambio mantuvieron el dominio del lago y sus recursos. No existen referencias concretas sobre los lari lari o choquela (cazadores) pero es muy probable que formaran parte de los pacajes pues quedan resabios de una danza con este nombre. Se considera por tanto un Señorío multiétnico.

La tradición oral recogida en documentos coloniales refiere la existencia de una autoridad mítica denominada Apo Guarachi que tenía su “palacio” en Quillacas, al Sur del lago Poopó. Apo Guarachi tuvo dos hijos: Llanquetiti y Copatiti que figurarán como mallkus de los pacajes antes de la presencia inca. Al igual que entre los lupacas se administraron con doble autoridad siguiendo un sistema de sucesión que pasaba de hermano mayor al menor para luego regresar a otra línea familiar, a un sobrino o al tío; pocas veces heredaba directamente el hijo.
Probables Markas

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