Buscador

domingo, 9 de agosto de 2015

En 1945, Bolivia rememoró 120 años con la mirada en Hiroshima

Es el 6 de agosto de 1945 y los habitantes de Bolivia alistan sus mejores galas para celebrar los 120 años de fundación de la República. Sin embargo, desde hace varios días el tema de mayor interés en los periódicos locales no es el aniversario patrio, sino las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.
"Yo retozaba en mi dormitorio cuando ingresó mi madre y me dijo: ‘Vístete volando porque ha pasado algo, apenas he sintonizado radio El Mundo de Buenos Aires y parece que ocurrió algo’”. Minutos más tarde, Mario Cucho Vargas, quien tenía entonces 16 años, se encaminaba con su progenitora rumbo a los periódicos La Razón y La Calle, ubicados en el centro paceño, para confirmar la noticia.
Ese día, uno de los más recordados por la historia universal, es ahora evocado desde la perspectiva de tres periodistas nacionales que en esa época transitaban por la adolescencia. Junto al testimonio de Vargas, también está el de Mario Ríos Gastelú y el de Alfonso Prudencio, conocido en el mundo periodístico como Paulovich.
"Mi padre, periodista, cuando llegó a casa dijo: ‘Ha terminado la guerra, pero ha terminado de tal manera que estamos en riesgo todos, porque el poder de lo que lanzaron, una bomba destructiva -dijo-, ha destrozado una ciudad del Japón’”, recuerda Ríos Gastelú, quien entonces tenía 14 años.

Según las estadísticas aceptadas, más de 80.000 personas perecieron ese día, de manera casi instantánea; y alrededor de 150.000 fallecieron en los 12 meses siguientes por secuelas. "La bomba lanzada sobre Hiroshima terminó literalmente con todo ser viviente. Hombres y animales fueron carbonizados por el tremendo calor y aplastados por la presión enorme del estallido”, reza uno de los titulares de La Razón del 9 de agosto de 1945.
Para Paulovich, la relación del día patrio con este hecho histórico se puede interpretar como una "lamentable coincidencia”. Con sus más de 60 años de experiencia periodística, y 87 de edad, este profesional considera que la forma en la que culminó la contienda fue "monstruosa”; y agrega que hasta ahora queda "horrorizado” cuando evoca ese fatídico día.
La invasión a Polonia del ejército nazi, el 1 de septiembre de 1939, inauguró esta guerra que seis años después culminó con un episodio sui generis en la historia de los enfrentamientos bélicos. Los nombres de Adolf Hitler, canciller alemán, y Harry Truman, presidente estadounidense, marcan el trayecto del conflicto armado. Hitler la inició y Truman le puso el punto final con el lanzamiento de la bomba.
Justo el 9 de agosto, día en que los norteamericanos soltaron la segunda bomba atómica sobre Nagasaki, tres radios de La Paz retransmitían el discurso justificativo de Truman sobre lo acaecido en Hiroshima, según una revisión hemerográfica de diarios de la época.
Un anuncio difundido ese día en el periódico La Calle publicita que las emisoras Fides, El Cóndor y Agustín Aspiazu harían dicho servicio a las 22 horas.
"Murió gente inocente que no tenía nada que ver en el asunto, la destrucción fue devastadora”, reflexiona Ríos Gastelú. Por su parte, Prudencio considera que después de ese hecho se debe tener mucho cuidado para emprender cualquier experimento nuclear.
Vargas, por su parte, siempre recordará el día que su madre lo sacó de la cama para conocer una noticia devastadora. No obstante, este periodista también guarda en la retina una impresión "tenebrosa” de su encuentro con el hombre que decidió el fin de la guerra.
Y es que varios años después del lanzamiento de la bomba, Cucho Vargas habría de intercambiar unas palabras con el expresidente estadounidense Truman. "¿No le tembló el pulso el día que usted dispuso que se suelte la bomba en Hiroshima?”, le interrogó Vargas. "Hemos salvado a millones de seres humanos”, respondió Truman. "Pero han muerto muchos otros”, replicó el reportero.

"No era un hombre corpulento, ni alto, ni mucho menos; de mediana estatura, encanecido totalmente… Me causó una impresión realmente escalofriante pensar que un solo hombre podía definir el cierre definitivo de la Segunda Guerra Mundial”, finaliza el periodista.

"Para corroborar aquello fuimos al periódico La Calle, donde mi madre tenía otro amigo, Mario Cornejo, un gran periodista”.
Cucho Vargas, periodista.

"Hay una lamentable coincidencia con el día de Bolivia, el 6 de agosto... ‘6 de agosto e Hiroshima mon amour’”.
Alfonso Prudencio, periodista.

"Mi padre, periodista, cuando llegó a casa dijo: ‘Ha terminado la guerra, pero ha terminado de tal manera que estamos en riesgo”.
Mario Ríos G., periodista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario