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lunes, 10 de febrero de 2014

Oruro La injusticia de la justicia con los héroes de Oruro

Justicia? Vaya palabra con significado muy ambiguo, aunque no debería serlo, ya que su concepto más sencillo es equidad, igualdad y verdad. Sin embargo, la justicia antes y ahora, siempre será de beneficio para las personas que detenten el poder, ya sea político, económico o social.

La justicia de la época del 10 de Febrero de 1781, no es muy diferente a la que ahora vivimos, quizás es un problema heredado desde la colonia y consideramos que es algo que no cambiará, así se intente decir lo contrario.

Pero, para que se entienda a qué queremos llegar, vamos a dividir esta historia en dos partes. La primera que tiene que ver con la forma de organización de la justicia y cómo se la aplicaba en esa época; y la segunda parte, la injusticia de la justicia en contra de aquellas personas que fueron calificadas como héroes y ese 10 de Febrero de 1781, encendieron la mecha de la libertad en América.



AUDIENCIA

Antes de 1781, la Real Audiencia de Charcas tenía una inseguridad no solo personal sino también a los movimientos de carácter revolucionario, que obviamente fue posterior a la Revolución de Oruro.

La administración de justicia, se las confería a los Alcaldes, que estaban divididos en dos tipos, denominados como alcaldes de primer voto y alcaldes de segundo voto.

Los alcaldes pervivieron hasta poco después de los hechos de 1781. Después de los sucesos del 10 de Febrero, a quienes se consigna a los jueces que administran justicia, eran los alcaldes. La estructura de administración de justicia en la colonia estaba presidida por la Real Audiencia de Charcas, los alcaldes primer y segundo voto, y algunos jueces en materia comercial, un claro ejemplo que el padre de Pantaleón Dalence. También había un sistema de administración de justicia similar al estilo romano ó español, conocidos como jueces de instancia o alzada.

Sin embargo, se conoce que la justicia se resolvía por un cargo que se denominaba como "Justicia Mayor", que atendía casos domésticos como riñas, peleas y otros. Mientras que los hechos de relevancia eran remitidos directamente a la Audiencia de Charcas, y en grado de apelación o consulta al mismo Virreinato. La última instancia confirmatoria o negación de sentencia de primera instancia era la Corte en España con sede en Sevilla.

Hay que tomar en cuenta que muchos de los casos que se ventilaron en Oruro, como la delación de Juan Vélez de Córdoba o el proceso en contra de los patriotas del 10 de Febrero se encuentra archivado en España como última instancia y cuyo proceso tardaba hasta 25 años, como lo que ocurrió con los acusados de la revolución de 1781, que al final se negó la sentencia cuando casi todos los acusados habían muerto en las cárceles de los virreinatos.

Los procesos más famosos que se ventilaban en España, eran casos de propiedades, especialmente de minas. Mientras que en Oruro, son los que tienen que ver con los criminales y se presume que había muchos casos del Nina-Nina, que eran a los que se les denominaba también "corre volando", quienes eran los malhechores que actuaban en la noche.



GUERRA

Por otro lado, Oruro fue un lugar beneficiado, porque fue el centro de la administración de la justicia, al inicio de la Guerra de los 15 Años, porque Chuquisaca estaba siendo asediada por los insurrectos, entre ellos, los esposos Padilla. Hubo un sistema de administración de justicia, cuya facultad era de los oidores de la Audiencia.

Las personas que debían ejercer la abogacía tenían que tramitar autorización de la Audiencia de Charcas; los oidores que trabajaban en la Audiencia, convocaban a los abogados para atender casos e incluso a asumir el rol de juzgadores.

LA REVOLUCIÓN

Ya decíamos que tenemos una segunda parte y esta tiene referencia específica con los hechos del 10 de Febrero de 1781, que muchos historiadores asocian con los levantamientos indígenas de 1780 en el Norte de Potosí con Túpac Katari o en el bajo Perú con Túpac Amaru. Lo de Katari era una convicción de apoderamiento de las Cajas Reales.

Mientras que lo de Oruro, fue algo distinto, donde se habló de la liberación del yugo español para formar una patria, término empleado por primera vez. Prueba de ello, es la proclama del Sargento Sebastián Pagador:

"Amigos, paisanos y compañeros: Estad ciertos que se intenta la más alta traición contra nosotros por los chapetones: Esta noticia acaba de comunicárseme por mi hija; en ninguna ocasión podemos mejor dar evidentes pruebas de nuestro amor a la Patria, sino en ésta; no escatimemos nuestras vidas, sacrifiquémoslas gustosos en defensa de la libertad convirtiendo toda la humanidad y rendimiento que hemos tenido con los españoles europeos, en ira y furor".

No entraremos en detalles de lo que pasó ese día y luego los posteriores, sin embargo, una de las primeras grandes injusticias se vivió unas jornadas del 10 de Febrero, cuando los indígenas con sed de angurria, irrumpieron en la sede de las Cajas Reales, situado en lo que hoy es la calle La Plata esquina Ayacucho.

Sebastián Pagador y un par de soldados eran los encargados de la custodia de esas Cajas, que se dice debían ser entregadas a Túpac Amaru, que nunca llegó a Oruro. En ese intento de defensa, Pagador rompió la cabeza de un indígena, hecho que indignó a estos, quienes sin piedad alguna, fue descuartizado cruelmente en su camino a la plaza 10 de Febrero.

Como estos eran una masa incontrolable, nadie pudo hacer justicia a Sebastián Pagador y este crimen quedó impune hasta estos días.

Pero, no solo este hecho es reprochable, sino la traición de los indígenas hacia los criollos patriotas, quienes fueron entregados como carne de cañón a las huestes españolas, que bajo el delito de traición fueron sometidos a una serie de vejámenes. Los principales cabecillas fueron llevados hasta Buenos Aires y encerrados en lo que se denominó como la "cárcel de Oruro", que era el antiguo colegio "San Carlos" de la ciudad argentina.

Los heroicos mártires de Oruro que fueron trasladados hasta Buenos Aires, con grillos y cadenas, en mulas aparejadas, la enorme distancia de más de 600 leguas; sus imponderables sufrimientos por 19 años en la "cárcel de Oruro" de la ciudad de Buenos Aires… por el delito de amor a la Patria y a la libertad; sugestionaron, sin duda alguna, a los patriotas de Buenos Aires y Montevideo.

Los impulsaron para el inicio de una Guerra sin cuartel contra los españoles, por eso se reafirma que la epopeya del 10 de Febrero de 1781, es considerada como el primer Grito de la América novísima.

Los héroes orureños, nunca fueron condenados en vida, solo después de su muerte en la cárcel, se ordenó que se le corte la cabeza y sea expuesta en la Villa de San Felipe de Austria. Murió el17 de junio de 1793. A Juan de Dios Rodríguez se le confiscó todos sus bienes y de todos sus descendientes. Situación similar pasó con Manuel de Herrera. Mientras que José Menacho y Diego Flores fueron condenados a la horca, para luego ser arrastrados y descuartizados. Todos ellos fueron calificados como reos de primer orden.

Los reos de segundo orden: José Azurduy y Nicolás Iriarte se les castigó cortándoles la lengua y la confiscación de sus bienes. La sentencia fue también para Nicolás Herrera y Miguel Portillo, solo que ellos ya habían muerto antes del dictamen de la pena.

Antonio Quiroz y Juan Gualberto Mejía fueron declarados reos de alta traición a la corona, fueron remitidos a Madrid. El cura Gabriel Menéndez y mano derecha de Jacinto Rodríguez también fue enviado a España. Para Sebastián Pagador, pese a que fue vilmente muerto por los indígenas, el tribunal juzgador determinó que se haga lo que en justicia correspondía. Todos esos elementos demostraron que se realizaron sumarios incompletos y se cometieron una serie de excesos en contra de los héroes orureños, lo que mostró que la denominada "justicia" fue simplemente el castigo que excedió la culpa.



BIBLIOGRAFÍA

CONSULTADA

Torres Sejas Ángel, "Historia de Oruro", Editorial Urquizo 1998. La Paz

Instituto de Estudios Boliviano, "Ensayos Históricos Sobre Oruro", Sierpe Publicaciones 2006. La Paz

Instituto de Estudios Bolivianos, "Oruro en el proceso de independencia", Editorial 2010. La Paz

Entrevistas:

Calizaya Zenobio, Investigador e Historiador

Cazorla Murillo Mauricio, Investigador e Historiador

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