Los patriotas cochabambinos armados se presentaron a la batalla de Aroma y obtuvieron la victoria, Esteban Arze fue quien animó a los soldados diciéndoles: "Valerosos cochabambinos ante vuestras macanas tiembla el enemigo".
En dicha batalla también jugó un papel importante el sacerdote Juan Bautista Oquendo, quien acompañó a Arze y colaboró con sus discursos para obtener la libertad.
REVOLUCIÓN
La sublevación de Cochabamba comenzó tras la revolución en Buenos Aires, al conocer de este hecho el gobernador de Cochabamba José González Prada envió a Oruro un batallón de hombres al mando del coronel Francisco de Rivero y Esteban Arze, pero los emancipadores retornaron a Cliza para armar a los cochabambinos.
Es así que el 14 de Septiembre de 1810 estalló en Cochabamba el movimiento revolucionario en adhesión a la Junta de Buenos Aires que había empezado la sublevación, en Cliza pero no pudieron combatir porque desde Oruro se convocó al batallón para la defensa; entonces Arze, que fue nombrado jefe de las tropas de Cochabamba, salió el 19 de octubre hacia Oruro, después de incorporar milicianos locales en esta región, partió hacia Aroma con más de 1.500 hombres que estaban mal armados, la mayoría con lanzas, hondas y macanas.
En Aroma, a pocos kilómetros de Sica Sica, Arze dio valor a sus soldados indicando; "valerosos cochabambinos a nuestras macanas tiembla el enemigo", la tropa cochabambina consiguió envolver a los realistas y triunfó en la llamada batalla de Aroma.
Luego las milicias cochabambinas tuvieron que partir hacia la campaña del Desaguadero, donde no se tuvo buenos resultados y tuvieron que replegarse hacia La Paz, posteriormente se dirigieron a Cochabamba y se produjo una nueva derrota en Hamiraya.
En una segunda revuelta el 29 de octubre, Esteban Arze recuperó Cochabamba para los revolucionarios e ingresó como gobernador Antezana que estaba a las órdenes de Buenos Aires.
En mayo de 1812 Goyeneche inició una nueva ofensiva sobre Cochabamba, en ese entonces Arze contaba con solo 4.000 hombres mal armados, entonces tomó la decisión de dividir el batallón, tras un violento fuego de artillería, la vanguardia realista atacó la primera línea al mando directo de Arze y consiguió desalojarlo de su posición, el gobernador Antezana al enterarse de aquello solicitó retirar las tropas, Arze obedeció pero diciendo a sus hombres que "está retirada no se hace por mí: estamos en la mejor situación para vencerlos, y me manda llamar Antezana". Aprovechando el retiro de las tropas de Arze, Goyeneche retomó el orden en Cochabamba, pero nunca imaginaron que cientos de mujeres, madres de todas las edades les harían frente, armadas de garrotes y utensilios de cocina.
Este grupo de mujeres, comandado por una invidente llamada Josefa Gandarillas, se reunió en la colina de San Sebastián, en el sitio llamado la Coronilla para hacerle frente a la tropa española.
Gandarillas al momento de pelear exclamó: "Si no hay hombres que defiendan la Patria, aquí estamos las mujeres".
Esta batalla que pasó a la historia de Bolivia como el antecedente inquebrantable por el coraje que demostraron las mujeres cochabambinas, se suscitó el 27 de Mayo de 1812, es por ello que se fijó esta fecha para celebrar el Día de la Madre.
ARZE
Esteban Arze, nació en Tarata en 1770 en el seno de una familia rural acomodada de la época, desde muy joven se sintió inclinado hacia la carrera militar, por ello se preparó para formar parte de las fuerzas militares, pero este deseo fue abandonado para dedicarse a la causa emancipadora.
Fue quien organizó la revolución cochabambina junto a Francisco de Rivero, debido a esto fue perseguido por los realistas, por realizar actividades conspiradoras en contra de los españoles.
Contrajo matrimonio con Petrona Nogales, también natural de Tarata, quien al poco tiempo falleció. Luego Arze, contrajo segundas nupcias el 26 de julio de 1793 con Manuela Rodríguez y Terceros.
La historia lo recuerda por ser un gran luchador que mantuvo el ideal de conseguir aplacar las fuerzas del poder español y obtener la liberación e independencia de Cochabamba.
Esteban Arze terminó sus días en la región de Beni, falleciendo en confinamiento en la región de Santa Ana, en 1815.
No hay comentarios:
Publicar un comentario