El diario de campaña original del Che se encuentra resguardado en las bóvedas del Banco Central de Bolivia. El documento fue revisado sólo un par de veces y para hojearlo se necesita cumplir una serie de requerimientos: todo investigador debe contar con el aval de un notario de fe pública y, a la hora de la lectura, un par de policías estarán a su lado. Así lo asegura el periodista Carlos Soria Galvarro.
En 2007, el gobierno de Evo Morales sacó copias idénticas del original. Son prácticamente ejemplares de colección que fueron repartidos a algunas autoridades nacionales y cubanas, para recordar los 40 años de la muerte del Che. Las piezas igualmente están en bibliotecas.
Por ejemplo, quienes desean ver uno de estos facsímiles pueden acudir a la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional, en La Paz. Allí se aprecia que el documento no tiene nada que envidiar al original. Según Luis Oporto, director de este repositorio, se tuvo el cuidado de copiar hasta el último detalle: es posible apreciar inclusive hasta la huella de un cigarrillo en una de las páginas.
Soria Galvarro publicó el manuscrito del Diario del Che en Bolivia en su página electrónica http://www.chebolivia.org/. El sitio recibió visitas de distintas partes del mundo. Así, este escrito heredado por Guevara es un aporte de fácil acceso para entender a la guerrilla de Ñancahuazú.
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