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viernes, 17 de julio de 2015

A 35 años del asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz

En la mañana del 17 de julio de 1980, el golpe de Estado contra la presidenta Lidia Gueiler Tejada era un hecho. Se planificó desde hace meses por la cúpula militar, que contó con la ayuda financiera del narcotráfico.

El movimiento armado comenzó en el oriente del país. Trinidad estaba ocupada por tropas militares, y en Santa Cruz y Cochabamba se reportaban movimientos de las diversas guarniciones.

El alzamiento estaba comandado por el general Luis García Meza y el coronel Luis Arce Gómez.

Mientras los militares se desplegaban, muy temprano Marcelo Quiroga Santa Cruz, que había obtenido el cuarto lugar en las elecciones presidenciales de junio de ese año con el Partido Socialista 1 (PS-1), llegó apresurado a la reunión de emergencia del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), que se reunió en la sede de la Central Obrera Boliviana (COB).

Ahí estaban Wálter Vásquez Michel, Carlos Flores, Simón Reyes de la FSTMB, Óscar Sanjinés de la COB, el padre José Tumiri de la Asamblea de Derechos Humanos.

“Cuando se terminó la reunión, todos salieron al corredor. Yo era la primera vez que venía a la COB, como a La Paz. Entonces empezaron a oírse unos tiros, muchos. Nosotros nos tiramos al suelo y nos recogimos en otra pieza”, refiere un testigo presencial en una declaración que obtuvo el periódico español El País, publicado el 3 de agosto de 1980.

Atemorizado por las ráfagas, el padre Tumiri se levantó y pidió en nombre de la Iglesia que cesen los disparos, que nadie tenía armas y que todos se entregarían.

Bajando las gradas “aparecí al lado de Marcelo. Un militar le tocó el hombro y levantando su ametralladora pegó un tiro, después una ráfaga. Una de las balas de la ráfaga le pegó a Flores (Carlos)”, recuerda Wálter Vásquez Michel.

Quiroga Santa Cruz no murió de inmediato. Los emisarios, vestidos con pantalón oscuro y camisa blanca, lo remataron en el piso y desaparecieron su cuerpo.

El historiador Alexis Pérez menciona que “el escritor, exministro y político, que entonces se perfilaba como uno de los líderes de la izquierda boliviana, fue víctima de la agresividad del golpe militar”.

La estrategia armada fue planificada siete meses antes, para evitar que Hernán Siles Zuazo asumiera la presidencia de la República, en agosto de 1980.

Roberto Suárez Gómez, el “Rey de la Cocaína”, participó de estas jornadas. Así lo confirma su esposa Ayda Levy en su libro El rey de la cocaína. Mi vida con Roberto Suárez Gómez y el nacimiento del primer narco Estado, publicado en diciembre de 2012.

Suárez se reunió con el Alto Mando Militar y los líderes de los “partidos de centro y de derecha”. El operativo requería “nada menos que la friolera de cinco millones de dólares americanos”, señala Levy en el escrito.

“La asonada militar fue una de las más sangrientas, la más cruel de la historia nacional y vinculada a la cocaína”, comenta Pérez, también docente universitario.

“Todo el poder del Estado, respaldado por tanques y metralletas, teme a un muerto”, había señalado la esposa de Quiroga Santa Cruz, Cristina Trigo, quien falleció el 30 de diciembre de 2014, sin saber dónde están los restos del exlíder del PS-1.

Jaime Alcocer, dirigente fundador del PS-1, recuerda de Quiroga Santa Cruz su lucha contra las dictaduras desde la literatura. Refiere el poema “La sangre no tiene nombre”, que la escribió bajo el pseudónimo de Pedro Salzar.

“La sangre no tiene nombre, La sangre se llama Juan. La sangre no tiene nombre porque es una incógnita mientras se le va opacando su vida social, se le va postergando las verdades, entonces el pueblo sigue como pueblo, sigue siendo Juan”, recuerda Alcocer en entrevista con el programa “Tejiendo Bolivia”, en julio de 2014.

Quiroga Santa Cruz nació en Cochabamba (1931), escritor por sobre todo, se graduó en Derecho, fue diputado y ministro de Minas y Petróleo (1969), cargo desde el que promovió la nacionalización de compañías extranjeras.

El 17 de octubre de 1969, el Gobierno de Alfredo Ovando, vía decreto, determinó la nacionalización de las concesiones petrolíferas entregadas a la estadounidense Gulf Oil en favor del Estado.

Quiroga Santa Cruz, en una entrevista que le realizó Raúl Salmón de la Barra, director de Radio Nueva América, en junio de 1978, dijo que “cuando procedimos a la nacionalización del petróleo se levantaron críticas, muchas de ellas violentas. Se decía que era una medida imprudente que traería consecuencias económicas negativas a corto plazo”.

Sin embargo, “a partir de la nacionalización del petróleo, no solamente YPFB no necesita comprar petróleo a una empresa extranjera, sino que comienza a exportar una cantidad importante”, afirmó.

Marcelo Quiroga Santa Cruz
Exlíder y fundador del Partido Socialista 1 (PS-1)
“Señores, informales, durante 37 minutos y 15 segundos, hemos estado conversando con don Marcelo Quiroga Santa Cruz, propuesto a la presidencia de la República por su partido, el Partido Socialista”, dice Raúl Salmón de la Barra, director de Radio Nueva América, en la parte final de la entrevista que realizó, en junio de 1978, al líder del PS-1.
En esa conversación, el exministro de Minas y Petróleo, habló del escenario político de entonces, de las directrices del PS-1. También habló de su pasión, la escritura, y de su persistente crítica al exdictador Hugo Banzer Suárez. “Creo que no hay régimen de gobierno como el presidido por el general Banzer al que pueda criticársele más y con mayores fundamentos”, afirmó Quiroga Santa Cruz, en esa entrevista de la que reproducimos algunos acápites.
Raúl Salmón (RS): Sus enemigos políticos, ya que todos tenemos enemigos, juzgan que Marcelo Quiroga Santa Cruz es un burgués que juega al socialista. ¿Qué les respondería a quienes así opinan?
Marcelo Quiroga Santa Cruz (MQSC) Bien. Yo creo que esta es una pregunta que tiene un interés en particular y merece una explicación amplia. Sin duda, esta crítica como otras proviene del campo de la derecha y la derecha no suele ser muy coherente, ni siquiera en sus críticas. Si lo que le preocupa a la derecha es la supuesta inautenticidad de mis convicciones, si lo que la derecha sospecha es que en mí, en realidad hay un burgués, debería estar tranquila. Y la verdad es que está intranquila con mi actuación política y mis convicciones. A lo que ellos se refieren es a mi origen y, evidentemente, yo no he nacido en el seno de la clase trabajadora; no he tenido el privilegio de nacer en un hogar obrero. Pero a ellos debería recordarles que un socialista no lo es, precisamente, y con carácter excluyente por su origen de clase. No todo obrero por el hecho de ser obrero es un revolucionario. Yo soy un socialista no por mi origen de clase, sino a pesar de mi origen de clase. Lo soy por convicción.
Creo que no es reprochable el que alguien que hubiese nacido en un estrado social que no es el proletariado, la clase obrera, se hubiese consagrado a su servicio. Lo que me parece reprochable es, y de esto tenemos demasiados ejemplos en nuestro medio político, que aquellos que nacen en el seno de la clase trabajadora o en sectores populares o en sectores de la clase media de pequeños ingresos, de pocos ingresos, consagren su vida a ascender socialmente, a acumular fortuna, a traicionar los intereses de la clase de la que son originarios. Y de esto tenemos muchos ejemplos.
Y para terminar y refiriéndome a una palabra utilizada en esta crítica: “el juego al socialismo”. Si fuese un juego habría cuando menos que admitir que ha sido un juego muy costoso. Son demasiados años, catorce…
RS: ¿Ha habido muchos renunciamientos Marcelo? ¿Peligros?
MQSC: Bueno, podría recordar, no lo habría querido hacer, detesto las referencias de carácter personal, pero creo que no hay forma de represión política que no hubiese sufrido. Está, desde luego, la expulsión de la Cámara de Diputados; el secuestro en el palacio de Justicia con violación de ese recinto; dos atentados con bombas en mi domicilio; el del campo de concentración en Madidi; la muerte de mi padre, se me impidió asistir al entierro de mi padre; exilio; intento de asesinato, y no sé todavía lo que me depare el futuro, y le aseguro a todo aquel que piensa que soy un burgués que “juega al socialismo”, ¡no es un juego!
RS: Cuando usted en el gobierno, aquél paso aunque fugaz por el gobierno del general Ovando, ¿le deparó algún capital de satisfacciones como para compensar los desengaños que tuvo hasta entonces en su vida política?
MQSC: Sí, decididamente sí. Recordarán ustedes que durante ese gobierno el 17 de octubre de 1969, se aprueba un Decreto por el que se nacionaliza el petróleo. Esa es una medida, por ejemplo, que compensa con creces todo aquello que había relatado hacia un momento. Pero es hacer alusión a una medida de una importancia económica especial a la que, si usted quiere, podemos referirnos después.
Yo quisiera decir, por ejemplo, que hechos sencillos como luego del retorno a la patria después de 7 años de exilio, encontrarse nuevamente con los trabajadores, con los estudiantes, con la juventud intelectual de avanzada y comprobar que la palabra de uno es digna de crédito, también compensa y con creces de todo lo que he dicho.

1 comentario:

  1. Un inmenso revolucionario de talla continental, no solo llevó a cabo las discusiones y su crítica a la economia política aplicada en Bolivia sino a lo que estaba ocurriendo en nuestros paises en América Latina, pero además en su cuestionamiento avanza más, se trata y ahí apuntaba la crítica a un orden mundial injusto que se ha establecido en base a la fuerza de la violencia, genocidios y el saqueo de las riquezas de nustros paises. Es muy ilustrativo leer dos de sus producciones publicadas póstumamente bajo los títulos de:"HABLEMOS DE LOS QUE MUEREN" que son escritos sobre la realidad política y social que ocurría en los diferentes paises de nustra A.L.durante su exilio en méxico entre los años 1975-77; y su libro "OLEOCRACIA O PATRIA" donde analiza la política de EEUU aplicada a nuestros paises y el mundo con la finalidad de apropiarse de nuestros recuersos naturales, en especial el petroleo. Plan que en última instancia será aplicado en los años del neoliberalismo que lo sufrimos todos los paises, previamente se ejecutó el PLAN CONDOR, que fué la coordinación de los gobiernos dictatoriales en AL para perseguir y esesinar a militantes revolucionarios, por ello se sesino a Salvador Allende y al lider socialista Marcelo Quiroga Santa Crúz, dos socialistas que luchaban por los mismos objetivos: La defensa de los Recursos Naturales y por la justicia social, es decir por la soberanía, la liberación nacional, y el socialismo.

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