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jueves, 16 de julio de 2015

La Paz 206 años Revolucionarios unidos por La Libertad

Once personajes sobresalen en los acontecimientos de la Revolución de 1809. Del lado de los insurrectos, aquellos ocho que la historia recuerda como los protomártires de julio encabezados por Pedro Domingo Murillo. Tres fueron los que se destacaron del otro bando: El teniente gobernador Tadeo Dávila, el obispo de La Paz, Remigio de La Santa y Ortega y el militar José Manuel Goyeneche.

El vínculo más fuerte que unió a los patriotas fue el deseo de libertad. Era un grupo heterogéneo conformado por abogados, maestros, acopiadores de coca, comerciantes, carceleros y guerrilleros.

Eran abogados Juan Bautista Sagárnaga y Basilio Catacora. Pedro Domingo Murillo estudió leyes. Buenaventura Bueno fue maestro. Mariano Graneros tuvo la ocupación de carcelero. Apolinar Jaén se dedicaba al acopio de coca en la población Yungueña de Coroico. En tanto que Melchor Jiménez era dueño de una casa de juegos (conocida como garita) y Gregorio García Lanza era guerrillero.

La ideóloga de la revolución logró trascender también las diferencias de las nacionalidades porque en las filas de los insurrectos había españoles, oriundos del Río de la Plata, nativos de la audiencia de Charcas, entre otros. Juan Antonio Figueroa era español; el cura José Antonio Medina, quien se constituyó en uno de los cerebros de la ideología del movimiento reaccionario y que logró sobrevivir luego del fracaso del levantamiento provenía de las pampas rioplatenses.

Entre los españoles colonialistas había curas y militares. El gobernador de la Paz, Tadeo Dávila quien fue destituido por el cabildo convocado por los insurrectos, era un político apegado al poder. El obispo de La Paz era célebre por su inclinación a la gula y quien sofocó la revolución. José Manuel Goyeneche fue un militar peruano que estudió en la península ibérica.



EL LÍDER

En el mando de los revolucionarios. Pedro Domingo Murillo era minero. Estudió leyes en Cusco-Perú. Desde 1805 se dedicó enteramente a conspirar contra las autoridades españolas. Ese año fue descubierto un complot para erradicar del Alto Perú la dominación peninsular en la que él participó, desde entonces fue perseguido y finalmente detenido. Murillo estuvo preso un mes y medio. Libre, prosiguió sus trajines revolucionarios y fracasó en varias tentativas hasta el 16 de julio.

Según artículos recopilados por Ponce Sanjinés en "Documentos para la Historia de la Revolución de 1809", el clérigo José Antonio Medina era rioplatense y se constituyó en uno de los principales ideólogos de la revuelta. Nació en la ciudad de San Miguel de Tucumán en 1773. Estudió en la universidad de Charcas, de la cual llegó a ser profesor a temprana edad. Ordenado sacerdote, fue nombrado cura interino de Sica Sica, parroquia que pertenecía al arzobispado de la Plata. Llegó a la Paz el 9 de julio de 1809 e inmediatamente se puso en contacto con quienes procuraban la revolución.

Sanjinés fue uno de los ideólogos de la insurgencia, concibió la idea del gobierno representativo, formuló el estatuto Constitucional y propuso la formación de la Junta Tuitiva con representantes del pueblo. No corrió la suerte de los protomártires, que fueron ahorcados, gracias a su condición de religioso y escapó de la prisión. Luego huyó a Chile. Después de la batalla de Ayacucho regresó a su país natal y murió en Santa Fe en 1828.

El mismo libro sostiene que Mariano Graneros era compadre de Pedro Domingo Murillo, pues éste hizo bautizar a una de sus hijas: Jerónima. Ejerció el cargo de carcelero o alguacil en la ciudad de La Paz de 1802 a 1807. Era también dueño de un salón de billar en la esquina de La Merced, donde se reunió la columna que atacó el cuartel de milicias de la ciudad luego de la procesión de la virgen del Carmen. Se casó con Manuela Pagadora el 17 de junio de 1802. Ella tenía el mismo oficio: carcelera, y seguramente era mujer de armas ya que durante la confesión de Graneros, ante un cura antes de morir, hizo registrar su nombre como Manuela “Pateadora”. Graneros murió ahorcado el 29 de enero de 1810.

Uno de los personajes de la revolución que gozaban de la amistad del intendente gobernador de La Paz, Tadeo Dávila, y el Obispo de la ciudad fue Basilio Catacora, quien era un hombre honrado. Una vez disuelta la junta y fracasada la revolución se retiró a Achacachi, se incorporó a las banderas del subdelegado de Pacajes, Francisco Maruri, fue detenido. Prestó su declaración preventiva en diciembre de 1809 y fue ahorcado en enero de 1810. Fue enterrado en el cementerio de la Merced y murió soltero. Se estima que tenía 40 años cuando falleció.



DEBILIDADES ESPAÑOLAS.

Alipio Valencia Vega en Radiografía de la revolución paceña de 1809, sostiene que en el bando español el obispo de la Paz era Remigio de la Santa y Ortega, natural de villa de Yeola, reino de Murcia-España, obispo de Panamá, trasladado a La Paz el 24 de julio de 1799. Era un hombre dominado por apetitos materiales y gozaba de fama por su debilidad a la gula. Cuentan que luego de comer se sentaba y utilizaba una pluma para vomitar para continuar ingiriendo alimentos. Fue destituido de su cargo a pedido del pueblo, al igual que el gobernador intendente Tadeo Dávila, Durante la revolución renunció a la mitra eclesiástica el 5 de octubre de 1815. Se le otorgó una pensión anual de tres mil pesos con los que volvió a España.

José Manuel Goyeneche y Barreda nació en Arequipa. Muy joven se trasladó a España para terminar sus estudios como cadete de las Milicias Disciplinadas, ascendió poco después a Teniente de Caballería y Capitán de Granaderos. Participó en dos ocasiones en la defensa de Cádiz contra los ingleses y estuvo, en la última batalla, al mando de 200 granaderos y de las dos baterías de Capuchinos y Plataforma. En 1808, durante la invasión francesa de la península, con el grado de brigadier, fue comisionado como representante plenipotenciario del Gobierno legítimo de España por la Junta Suprema de Sevilla para la proclamación del rey Fernando, en el Virreinato del Perú. Luego fue nombrado capitán general y Presidente de la real Audiencia del Cusco. En 1809 asumió el mando de los Ejércitos Realistas peruanos en El Alto Perú y derrotó a las fuerzas revolucionarias. Cumplió las órdenes del virrey de Buenos Air, Baltazar Hidalgo de Cisneros, en sentido de dar muerte a los cabecillas de la Revolución de 1809 en la horca y el garrote.





Pedro Domingo Murillo

Nació en La Paz en 1957 en la localidad de Suri de la provincia Inquisivi. Estudió en el Cusco pero no llegó a titularse de abogado y se dedicó a la actividad minera en los yacimientos próximos a La Paz. Murió ahorcado en 1810.



Melchor León de la Barra

Nació en La Paz el 5 de enero de 1776. Estudió en la Universidad de San Francisco Xavier y, a la edad de 23 años, fue consagrado sacerdote.

Se recibió años después de abogado ante la Real Audiencia de Charcas.



Juan Bautista Sagárnaga

Nació en La Paz el 24 de junio de 1766. Se graduó de abogado en la Universidad Mayor de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Se desempeñó como

subteniente de milicias durante

la Revolución de 1809.



Mariano Graneros

Nació en La Paz el 5 de enero de 1771. Fue carcelero de la ciudad de 1802 a 1807. Era compadre de Murillo porque éste hizo bautizar a una de sus hijas. Fue ahorcado el 29 de enero de 1810.



Apolinar Jaén

Nació en Oruro en 1775 y radicó en Coroico desde 1805.

Ejercía el oficio de acopiador de coca.

Prestó confesión el 10 de enero y sufrió la pena del garrote el 29 de enero de 1810.

Fue sepultado en San Francisco.



José Miguel Lanza

Hermano menor de Vitorio y Gregorio. Acaudilló fuerzas guerrilleras en los bosques de Ayopaya e Inquisivi.

Libró muchas batallas contra los españoles.

Murió el 18 de abril de 1828.



Buenaventura Bueno

Nació en Arequipa en 1786 e impartió enseñanzas como maestro de latinidad. Promovió la quema de los papeles crediticios del fisco pero pidió a los beneficiarios de esta acción contribuir con la causa revolucionaria.



Basilio Catacora

Nació en Acora, provincia de Chicuito. Tenía 40 años cuando murió y durante muchos años fue un gran defensor de los pobres.

De profesión abogado, gozaba de la amistad del Intendente de La Paz.

Fue ahorcado en 1810.



José Antonio Medina

Nació en la ciudad de San Miguel de Tucumán en 1773.

Estudió en la Universidad de Charcas, de la que llegó a ser profesor a temprana edad.

Fue uno de los cerebros de la revuelta de 1809.

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